Una patria que reclama

Por José Luis Callaci

“Hay un tiempo para cada cosa y un momento para hacerla bajo el cielo”
Eclesiastés. Capítulo 3. versículo 1.”

También la Democracia tiene su tiempo. Tiempo para conocer y debatir las distintas ideas. Tiempo para reflexionar. Tiempo para decidir… lo que más le conviene a Argentina.

Es lo que los argentinos tendremos que hacer, bajo nuestro cielo y en nuestra Democracia. Lo que nos permitirá vivir más unidos y en paz. Es tiempo de cerrar puertas para que nunca más penetren en nuestras vidas los monstruos oportunistas y vanidosos con propuestas locas, inconsistentes y apresuradas, aprovechándose de justificados malestares y justos reclamos a los gobernantes. Más cuando vienen con claros propósitos de favorecer intereses extranjeros y las mezquinas ambiciones de unos pocos.

Tendremos los argentinos que abocarnos a una profunda reflexión para tratar de dilucidar qué nos pasa. Es inconcebible que un significativo número del electorado esté apoyando, sin inmutarse, a alguien que piensa destruirlo todo: la moneda y el ente regulador, las instituciones públicas que protegen a los ciudadanos, y lo que no es menos peor, alinear al gobierno a los intereses de otro país en una especie de vasallaje.

Apoyar a un desquiciado que reniega de la historia y que sin sonrojos actúa como un vulgar comediante es algo inaudito. La Democracia es de todos y nadie tiene que arrogarse el derecho a violentarla llevándonos a los argentinos a un pasado al que nadie quiere regresar.

Todo tiene su tiempo. Si la excesiva confianza y la insensatez lleva al poder a ese enajenado diletante se corre el riesgo de una total debacle. Algo que tendría graves consecuencias no solo para el pueblo argentino sino para todos los pueblos hermanos de la región.

¿Apoyo a ese Milei? ¿Así como se presenta? ¡¡¡NO, un rotundo NO!!!