52 años de resistencia: el espíritu contra ALCOA sigue abonando la conciencia de las grandes masas de la juventud costarricense: 1970 – 2022

Trino Barrantes Araya

El viernes 24 de abril de 1970, a penas a tres años de haberse inaugurado la Regionalización de la Educación Superior Universitaria; en el Centro Regional Universitario de San Ramón-CRUSR, la que fungía como dirección de lo que sería más tarde la Asociación de Estudiantes de la Sede, convocó a una gran movilización política contra el consorcio imperialista de la Aluminun Company of America-ALCOA.

Una serie de denuncias y protestas se venían GESTANDO, desde hacía cerca de una década. Sin embargo, corresponderá a un buen grupo de vecinos de Pérez Zeledón, dar inicio a los primeros brotes de la protesta social.

La importancia de la bauxita como material estratégico para la guerra imperialista, ocupaba un lugar de privilegio. Dominar un metal precioso o un mineral estratégico era, sin duda, fortalecer el papel geopolítico en el mapa que dibujaba la Guerra Fría.

Aquí en San Ramón, además de la “AESO”, una pléyade de jóvenes muy avezados en su conciencia política: Óscar Barrantes R., Miguel Alvarado A., Omar Jiménez C, Luis Chaves, Jorge E. Sánchez Trejos,  entre muchos otros cientos de alumnos del Instituto Superior Julio Acosta García, sumaron sus voces de protesta y participaron de la gran movilización que la FEES, a través de la Juventud Vanguardista Costarricense, entre otros dirigentes que recuerdo, Renier Canales, llamaban a apoyar las manifestaciones populares de los vecinos generaleños.

Voces como las de Óscar Madrigal, J. L. Romero, José Luis Valenciano, Mario Piedra, Vladimir de la Cruz, omito a muchos otros, por la imposibilidad que ofrece este espacio, encienden la llama de los miles y miles de estudiantes que habíamos poblado el Parque Central, rodeando la Asamblea Legislativa. La avenida que conduce a la Asamblea Legislativa tembló al paso de una de las movilizaciones más apoteósicas que conozca la protesta social de Costa Rica.

Alguna persona, de los manifestantes, decidió bajar los breakeres del Parlamento y quebrar un par de vidrios. Eso fue suficiente para que la violencia policial dibujara una página más, de las oscuras que tiene la democracia en este país.

Ajenos, a los gases lacrimógenos, las macanas y las vergas de toro, empleados por los cuerpos represivos, así aprendimos a tatuar nuestra resistencia política.

La iniciativa se archivó en el Congreso. Una segunda derrota al imperialismo norteamericano que se inscribe en los renglones que dieron lugar a los hechos gloriosos de 1856.

Domingo, 24 de abril de 2022

Las fotos son de la Revista Alcoa, publicada en memoria de esa lucha.