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Acerca del malestar en la globalización

Alberto Salom Echeverría

La perspectiva de Joseph Stiglitz

Introducción

Uno de los fenómenos más controvertidos de la contemporaneidad es el de la “Globalización”. Una parte se debe a que, una mayoría de los seres humanos, han escuchado acerca de ella (o hemos escuchado, mejor dicho), pero son pocos los que la entienden en su compleja magnitud, porque el fenómeno para ser comprendido requiere que se le estudie en serio y pocos lo han hecho. Además, a la definición del concepto han concurrido algunos intelectuales con visiones y concepciones dispares y hasta contrapuestos. Unos han puesto el acento en las bondades que la “Globalización” aparentemente ha acarreado para la humanidad, otros por contraposición enfatizan en el malestar que, según argumentan ella trae consigo. Una tercera consideración, corresponde a los que conciben la “Globalización” como una realidad fenoménica que tiene un poco de todo; es por lo consiguiente “ecléctica”, es decir, es buena y mala a un tiempo y, no únicamente en su concepción, sino, al parecer en su propio devenir.

Pero también es polisémica, porque hemos de saber que, el “Malestar en la Globalización” nació haciendo una especie de parodia con el “Malestar en la Cultura”. La primera se encuentra en el título de una obra del economista, vicepresidente en su momento del Banco Mundial y premio nobel de economía en el 2001, el estadounidense Joseph Stiglitz. La segunda que es anterior en el tiempo a la primera se hizo célebre tras la aparición de una gran obra, en la primera mitad del siglo XX (año 1930), del gran psicoanalista de origen austríaco, Sigmund Freud. Como puede verse, el uno se aplicó al análisis del “malestar” en la cultura, mientras que el otro lo estudió en la globalización. Así que, ha habido malestar tanto en la cultura, como en la globalización y desde luego que el origen y las conclusiones del “malestar” en ambos casos, nos llevan por caminos distintos y extraen repercusiones diversas.

Dos visiones diferentes del malestar en la cultura y en la globalización que, podrían resultar complementarias.

En Freud, el malestar en la cultura se produce porque ella constituye una “barrera a los impulsos sexuales y violentos, naturalmente determinados”, con el objeto de abrir la posibilidad de que exista una comunidad humana pacífica y “libidinalmente unida”. En otras palabras, hay una contradicción constante entre las pulsiones o impulsos del ser humano frente a las restricciones que la cultura les impone. De esta manera, toda construcción social, sea la familia, la religión, las estructuras morales, o inclusive las agrupaciones identitarias como las iglesias, los partidos políticos, agrupaciones laborales, etcétera, impiden la expansión del yo individual, limitando tanto al eros (impulso de vida) como al tanatos (impulso de muerte) y de esa manera permiten la convivencia y la civilización. La construcción de todas estas instituciones de la civilización se ven como limitantes, pero permiten la convivencia humana. (Cfr. “Del Malestar contra la Cultura al malestar contra la globalización”. https://www.studocu.com…Teoría del Estado, Universidad Latina de Costa Rica.)

El estudio de Stiglitz se centra en cambio, en otra manera de visualizar el malestar que experimentan las sociedades, el cual solamente en algunas partes es complementario del anterior. Por paradójico que parezca el malestar en la globalización se acentúa en circunstancias en que se da una creciente integración de las economías de todo el mundo, especialmente a través del comercio y los flujos financieros. En algunos casos este término hace alusión a los flujos de personas (mano de obra) a través de las fronteras internacionales. Para el exvicepresidente del Banco Mundial, la responsabilidad principal de los desaciertos en la globalización corresponde a las políticas erráticas del Fondo Monetario Internacional. Hay que advertir que, la perspectiva crítica de otros economistas y estudiosos del fenómeno es que al Banco Mundial y a la Organización Mundial del Comercio, también les compete una cuota importante en los problemas generados en la globalización. (Cfr. https://biblioteca.clacso.edu.ar . 2007, Santiago de Chile.)

Posición resumida de Joseph Stiglitz sobre la “Globalización”

Antes de acometer el tema de las ventajas y desventajas que Stiglitz ve en la globalización, procedo primero, resumidamente, a explicitar la posición del economista respecto al tema, que fue y sigue siendo una de las mentes más esclarecidas en varios puntos específicos, a saber:

1. Stiglitz estudió el gran sesgo ideológico que se ha producido en un mundo crecientemente globalizado, a la hora de tomar decisiones que supuestamente debían orientarse a favorecer relaciones igualitarias entre los países. Esto no fue lo que se promovió en su criterio especialmente de parte del FMI. Contrariamente a ello, la población de los países llamados por él “en vías de desarrollo”, sufrió un enorme y severo golpe, derivado de las políticas del FMI, que condujeron a un deterioro aún mayor en sus condiciones de vida.

2. Desde su perspectiva, en el contexto de la globalización se debió favorecer a las economías de los países más pobres, pero, no ocurrió así, toda vez que se encontraban en una constante y cada vez más desfavorable interacción con las economías más desarrolladas.

3. El afamado economista señaló con precisión, que lejos de tomar en cuenta la situación concreta de los países con mayores dificultades de desarrollo económico, se les aplicaron, mediante pliegos de convenios, recetas o machotes de crecimiento, que no tomaron en cuenta las secuencias ni los ritmos que exigen los países con débil grado de desarrollo

4. Stiglitz formuló un ataque frontal contra la economía neoliberal. Planteó una acerba crítica contraria a los postulados que de dicho ideario se derivan, afanados en el planteo de que el “beneficio” debía continuar siendo la regla que rigiera la economía en búsqueda de una supuesta eficiencia, como si fuese guiada por una mano invisible. Los resultados de aquellas recetas aplicados a contextos muy disímiles resultaron totalmente contrarios a lo pregonado, provocando de una manera bastante generalizada una formidable concentración de la riqueza por un lado y un incremento de la pobreza por el otro, asociada también a una gran recesión y altas tasas de paro laboral. Un país en recesión -explicó- genera paro laboral, enseguida lo que se produce es una pérdida de volumen del consumo, que a su vez incide en una disminución de la demanda de productos, ya fueran nacionales o importados.

Ventajas y desventajas de la globalización.

a. Ventajas.

a.1. Stiglitz plantea primero que la globalización ha disminuido el aislamiento para muchos países en vías de desarrollo.

a. 2. Según su punto de vista, la globalización abrió la posibilidad muy real de que se produjera un intercambio entre los países más atrasados y los desarrollados, en el marco de un mercado internacional.

a. 3. La globalización, considera Stiglitz, ha permitido a un conjunto de países crecer a un ritmo superior al de otras épocas.

a. 4. Un número considerablemente alto de personas disfrutan de un poder adquisitivo y de un nivel de vida muy superior al que habían disfrutado nunca.

a. 5. También para una cantidad significativa de personas ha sido posible acceder a un nivel de conocimiento superior respecto del que hace un siglo no era alcanzable, ni siquiera para el conglomerado más rico del planeta, merced a superiores fuentes de información como internet.

a. 6. Hoy, algunos países han conseguido la forma de interconectar políticas activas para mejorar sus condiciones bajo peligros reales (como minas antipersonales, por ejemplo), u otros, si bien minoritarios, a los que se les condonaron las deudas, dada su condición de pobreza.

b. Desventajas.

b.1. Mayor diferencia en el nivel de desarrollo y acceso a tecnología entre los países ricos y aquellos otros que están en vías de desarrollo.

b.2. El número de pobres ha aumentado en forma dramática a escala global. Los ricos son menos comparativamente, pero cada vez más ricos.

b.3. Hay proyectos de desarrollo destinado a continentes enteros (es el caso del África), han chocado con políticas mal orientadas, cuyas consecuencias han precipitado en la miseria a un número creciente de la población de dicho continente; mientras tanto las élites dirigentes acumulan mayores índices de riqueza. La mayoría de los países padecen un estado de abandono, pese a las políticas de la globalización.

b.4. En Asia, la globalización no ha conseguido disminuir la pobreza, tampoco ha favorecido la estabilidad económica. La crisis del este de Asia en 1997 parece haber arrastrado a toda la economía mundial. En Rusia y las demás economías en transición en Europa del Este, no se produjeron los resultados esperados por las políticas dentro de la globalización.

b.5. En América las políticas de choque provocaron verdaderos descalabros de las economías, derivados de las recetas neoliberales. El llamado “corralito argentino”, constituyó un detonante para todo el continente, el detonante de la crisis.

A todos los países se les aseguró prosperidad por parte de los círculos gobernantes de los Organismos Financieros Internacionales, pero los resultados obtenidos fueron magros, enriquecieron a unos pocos, mas en general hubo una pobreza mucho mayor. Stiglitz ofreció datos contundentes al efecto, que no hemos insertado, con el objeto de hacer más ligera esta lectura.

En conclusión.

Como puede observarse, los estudios de Freud sobre “el malestar en la cultura” parten de la interrelación del individuo y sus apetencias o impulsos primigenios, frente a la sociedad y los mecanismos institucionales que ella posee para refrenarlo y hasta reprimirlo, con tal de hacer posible que la colectividad funcione. Así discurría Freud a partir del yo (o ego) frente a la sociedad y de esta para contener, reprimir y moldear al individuo.

Las investigaciones de Stiglitz sobre “el malestar en la globalización” se orientaron en cambio a escudriñar las interacciones entre las sociedades desarrolladas y las de aquellos países en vías de desarrollo, para usar el término que él emplea. Stiglitz profundiza a partir de allí, en cómo el desarrollo informático y tecnológico en general ha abierto cada vez más las desigualdades entre las primeras y las segundas sociedades, profundizando por ende el subdesarrollo de estas últimas. “El malestar en la Globalización” parte de lo macro global, hasta lograr visualizar de qué manera, lo que llama “las imperfecciones del mercado” han conducido a un mundo asimétrico, en el que se ha impuesto una situación de grave injusticia social. (Cfr. Stiglitz, Joseph. 2002. “El Malestar en la Globalización”. Santillana Ediciones Generales S.L. Madrid, España).

Otro economista, André Gunder Frank, de origen alemán naturalizado estadounidense, ya fallecido, había profundizado sobre esta situación descrita por Stiglitz, en un estudio de la génesis histórica del subdesarrollo en América Latina. Su tesis que suscitó una gran controversia es que lo que se produce en los países subdesarrollados no es que están “en vías de desarrollo”, como dice Stiglitz, sino que en ellos se produce “el desarrollo del subdesarrollo” y que esta situación es el resultado del desarrollo capitalista. (Cfr. htpps://biblat.unam.mx).

Hoy, las políticas de la depredación de la naturaleza, producto del “Capitalismo Salvaje” (expresión empleada originariamente por el economista Bernardo Kliksberg, pero ha sido utilizada tanto por el papa Juan Pablo II, como por el papa Francisco), a lo que se suma la producción todavía constante de hidrocarburos, son los responsables de mantener al mundo en vilo; puesto que de no corregirse ese rumbo depredador junto al calentamiento global que padecemos, la vida en todas sus formas y manifestaciones corre peligro.

Alberto Salom Echeverría, globalización, Joseph Stiglitz