Comunicado del Encuentro Democrático frente al próximo 1° de Mayo

«Los Hijos del Pueblo levanten la frente, al Sol refulgente de la Libertad. Sepamos ser libres, no siervos menguados, derechos sagrados la Patria nos da. (…), Himno Patriótico al 15 de Setiembre.

I- ¿Qué y quiénes somos y qué no somos?

Recordamos que el Encuentro Democrático, antes Encuentro Progresista, es una red autónoma de Ciudadanas y Ciudadanos, la cual, desde hace varios años, viene trabajando en la Educación política, de la mano con el análisis serio, y la reflexión académica y humanista, siempre por una Costa Rica y por un Mundo, con más Igualdad, Libertad y Justicia Social.

¿Qué no somos? No somos un partido político (aunque hay simpatizantes y militantes de diversos partidos), ni somos exactamente un movimiento social; mucho menos un llamado «Lobby» político. Tampoco somos una instancia estrictamente académica, y tampoco una ONG, ni una iniciativa privada de lucro.

Lo que nos convoca en este espacio, es exclusivamente el amor por nuestra Patria y por el Prójimo. No obtenemos ninguna ganancia económica, ni trabajamos por ningún otro interés, que no sea el Bien Común.

Nos identificamos con la Idea Reguladora (Kant), con el Horizonte Utópico (Franz Hinkelammert), del llamado «Buen Vivir«, que incorpora no sólo el «Bien – Estar» de las grandes mayorías, sino la armonía con la Vida y sus ciclos en el Planeta.

No hay Justicia Social sin Justicia Ambiental. El Estado Social de Derecho evoluciona también a Estado Social, Democrático y Ecológico de Derecho y de Justicia. Nuestra vocación patriótica se redefine en este marco político.

Bien dijo el intelectual cubano, latinoamericano y universal, José Martí (1853-1895): «Patria es Humanidad«. Esa es la Patria Incluyente que queremos, Patria para Todos y para Todas. Patria que es «Matria«. Esa es nuestra identidad política amplia, plural y de franca vocación popular.

Aclaramos: Desde luego, que sí participamos como colectivo o simplemente individualmente, y hemos contribuido activamente a la lucha electoral, –pues creemos firmemente en la participación ciudadana–, estamos muy conscientes de los límites de ese campo de la «Heteronomía» social, y de la crisis ideológica de los partidos políticos existentes, así como de la necesidad de elevar el diálogo político nacional, más allá de lo electoral.

Rechazamos todo sectarismo, y cualquier etiqueta trasnochada que no sume para construir, una mejor y más humana, Costa Rica.

En consecuencia, hemos hecho diálogo y articulación política con diversos sectores sociales y comunitarios, y con sus organizaciones sociales. Desde Empresarios y Empresarias hasta organizaciones sindicales, comunales, feministas, obreras y campesinas. También obviamente, con partidos políticos en diferentes ámbitos (nacionales, provinciales, municipales).

Insistimos en la urgente y necesaria articulación de diferentes sectores sociales y políticos del campo popular.

Somos entonces, básicamente, un grupo ciudadano más, un colectivo abierto y plural de intelectuales, activistas, académicos, trabajadores de la cultura, y líderes y «liderezas» comunitarios/as de diferentes ámbitos costarricenses; los/las cuales tratamos de reflexionar, de discutir fraternal y racionalmente, y de incidir modesta y desinteresadamente en la política nacional; todo desde nuestros valores republicanos, y auténticamente progresistas.

Nuestra democracia no es perfecta, y entendemos que corre el riesgo de ser secuestrada por una plutocracia apátrida, pero también sabemos que nuestra democracia es perfectible, a través del Estado Social de Derecho y de la participación democrática.

Creemos en la necesaria refundación moral y ética de la política nacional, para regenerar la Patria y al Estado Social de Derecho. Todo dentro del apego al Imperio de la Ley, y al Estado de Derecho y a la Constitucionalidad.

II- Nuestro posicionamiento frente a la nueva crisis Neoliberal debe ser firme y claro.

Razonemos este ejemplo real: En Holanda, –pequeño pero voraz país capitalista europeo por excelencia, y con una histórica acumulación social imperialista–, desde hace muchos años, se trabajan sólo 36 horas a la semana… No les va tan mal, ni con su productividad, ni con la riqueza de sus empresas, ni con la calidad de vida de sus trabajadores y trabajadoras…

Mientras en Costa Rica, – país tropical dotado con una naturaleza magnífica, con grandes reservas de agua, y con aproximadamente el 4.5% de la Biodiversidad Mundial, sin Ejército y ajeno a las pasadas crueles luchas fratricidas de países hermanos, y otrora con un solvente Estado Social de Derecho–, hay una «involución» sostenida de la mano del modelo económico impuesto Neoliberal/Neocon, y trabajamos 48 horas o más… No nos va bien, sino cada día peor.

Ni la clase trabajadora, ni las capas medias, ni los/las Empresarios/as (y no sólo las PYMES) están satisfechos/as.

El Mercado Interno y sus deseables encadenamientos, están en franca crisis económica e integral, post- Pandemia.

Muchas y complejas, pueden ser las razones de la crisis sistémica, tanto nacionales, regionales, como globales, sin embargo, la crisis sistémica es real. Pero la solución nunca será explotar más, a los y las Trabajadores. Nunca.

Pero ahora, se nos quiere imponer una nueva jornada laboral infame, con el consenso legislativo entre el Gobierno Neoconservador y la falsa oposición Neoliberal, también de derechas. Nos referimos a la Ley 21.182 y similares, que revive, y que reforma la jornada excepcional diurna (4×3 con jornadas de 4 días de 12 horas) y la jornada excepcional nocturna (de 3×4 con noches de 12 horas de trabajo).

Todo para beneficiar a algunas Empresas Transnacionales que utilizaban ese inhumano esquema de 4 (12) x 3 y no querían seguir pagando horas extras.

El resultado de este largo proceso social de deterioro social de los Derechos Laborales, fue y es muy claro: Sólo se ha incrementado la Desigualdad Social, crece la Pobreza Estructural, y la Precarización del Empleo, subiendo el Costo de la Vida.

Todo esto mientras se deteriora más, la calidad de la Salud Pública y de la agredida CCSS, la calidad de la Educación Pública, los servicios básicos y la calidad de vida en general.

Profundizándose así, las insultantes y groseras diferencias entre las clases sociales, todo de la mano de una corrupción ya «naturalizada». Mientras, se nos distrae con una especie desde el Ejecutivo, con una especie de «cacería de brujas» televisada, y con estridentes «shows» mediático. Pura pirotecnia…

Cunde la desesperanza colectiva. La opacidad institucional. La irracionalidad manda. Sino hay «esperanza», queda una inercial y ciega venganza. «Homo Hominis Lupus«: «El Hombre es el Lobo del Hombre», decía Hobbes. Y así se cristaliza lo que antes era mera Alienación, ahora es férrea institucionalidad organizada.

Repasemos sino la asimetría social entre ambas Costas (el Caribe y el Pacífico) y las Zonas Norte y Sur, frente al Valle Central (GAM), se mantiene, y sólo se vuelve horizontal, para igualarnos en las zonas de extrema pobreza urbana.

El malestar social inercial crece objetivamente, pero no así la consciencia política popular. La consciencia popular o de clase «para sí», no se desarrolla mecánicamente. Vive en un «en sí» permanente, estimulada por la inercia de la dominación cultural, por distracciones, los medios, el miedo colectivo, y la amenaza de la pobreza estructural. Falta más trabajo de base, acompañamiento popular y vocación de servicio, para romper ese cerco ontológico.

Por el contrario, la subjetividad social se deteriora más y más. Y prevalece la confusión, la ignorancia política, el prejuicio ideológico, el estereotipo, el fanatismo religioso, y la ambición desmedida y egoísta, como “disvalores” híper-mercantiles normalizados y convertidos en falsos valores absolutos.

Toda lealtad civil personal, o política, se compra o se vende. Es el reino del «canibalismo moral». Y el caldo de cultivo de la anomia social y hasta de un futuro Narco-Estado.

En el plano de la Macroeconomía, más de lo mismo. Continúa la descarada Evasión y la Elusión Fiscal, sólo que disfrazadas y practicadas por los más «grandes tiburones».

Mientras, crece la crisis de Seguridad Ciudadana, crece el poder del Narcotráfico, la violencia criminal; se agudiza la crisis del Sector Agro; se nos miente descaradamente sobre la solvencia financiera de la CCSS, o sobre el FESS y la Autonomía universitaria; crece así más, esa cultura de la violencia en general (económica, simbólica, psicológica, física) y en particular, la Violencia de Género.

Se disemina sistemáticamente la Desinformación mediática, y la manipulación colectiva es el pan de cada día; y se «sataniza» la disidencia política y cultural. Los/las trabajadores/as públicos, los/las docentes, los pensionados, los estudiantes universitarios, las Feministas, el/la migrante pobre, o la población LGTTBIQ+, son culpabilizados/as injustamente, por el dolor social del modelo de exclusión Neoliberal.

En el plano internacional, prevalece la falta de Soberanía Nacional por parte de nuestros representantes, en un Mundo convulsionado geopolíticamente, y en una América Latina que vuelve a tratar de integrarse y de luchar por un Mundo Multipolar. Somos un «país-confite» con una posición geoestratégica privilegiada, en un Mundo complejo y geopolíticamente peligroso.

Nacionalmente, se altera la paz social interna, la convivencia cotidiana, profundizándose más, la peligrosa crisis de Legitimidad de nuestras instituciones democráticas.

El objetivo político de algunos «grupos de presión», pareciera ser la destrucción paulatina de nuestro Estado Social de Derecho y de los valores políticos solidarios de la Segunda República; facilitando así, los grandes negocios privados de las nuevas y viejas Oligarquías Financieras y Comerciales, en los ámbitos públicos. No les importa las consecuencias políticas y sociales de este rumbo político.

III. Considerandos

Insistir en este modelo Neoliberal de Exclusión y Polarización social, es socialmente auto-liquidatorio. Es suicida como proyecto de país. Esto no beneficia a nadie, es una ecuación social de perder- perder.

El actual Gobierno, caracterizado por algunos como «Populista de Derechas», con minoría parlamentaria, y electo por una minoría ciudadana enojada con el «status quo», en una manipulada Segunda Vuelta, –a pesar de su vulgar demagogia, está ahora aliado con lo peor del viejo Bipartidismo corrupto, y con toda la casta política Neoliberal–, e insiste irracionalmente, en imponernos lo peor de esta fracasada ruta de confrontación social… Su ruta económica y política está muy clara, y traiciona otra vez a los sectores populares.

Desde la Casa Presidencial, se insulta y califica de «Filibusteros» (sic), a quienes proponemos un urgente Diálogo social inclusivo.

Insistimos: Pura «Inversión Axiológica» discursiva, hacer de la víctima el victimario, y puro Cinismo político. Ése es el nivel del discurso oficial y de su famoso ejército de Troles en Redes Sociales.

Cuando por el contrario, los Filibusteros son los «vende-patrias» que quieren insistir en este modelo económico Neoliberal, de Privatización y Exclusión Social.

Luego se quejan de la gran delincuencia, y piden «mano firme», pero han invertido tres décadas en esta Desigualdad social, origen de todos los males estructurales.

Nos regalan «Miedo», para luego vendernos su dizque «Seguridad». Cuidado. Caute, Spinoza dixit.

Igual que la fracasada «Ruta del Arroz» que termina quebrando al Productor nacional y elevando los precios, o el intento de la leonina venta del BCR, o la imaginaria búsqueda de hidrocarburos en un Mundo que necesita «Energías Verdes», o igual, que el fracasado nuevo Plan de Seguridad Ciudadana («Operación Costa Rica Segura») y sus brutales roles laborales de 6×4 sin previa planificación ni consulta, y que terminó con la movilización nacional de la propia Policía y el triunfo del rol de 6×6, el Gobierno camina de fracaso en fracaso, de ocurrencia en ocurrencia… Las últimas y contundentes movilizaciones de Policías lo demuestran. Hasta la Policía salió a la calle a defender sus derechos.

Así la supuesta «Operación Costa Rica Segura», termina por extrañas razones, en una situación de riesgo y alta inseguridad nacional, provocando un verdadero caos nacional por varios días. Es un tema digno de Orwell: las políticas públicas de Seguridad, producen la total Inseguridad nacional. Terminando la situación en la derrota del Ejecutivo y en reconocimiento del rol de 6×6, y la eliminación del rol policial de 6×4.

Así como en todo, la «venta de humo» de El Presidente, entrará en crisis pronto, y así su supuesta credibilidad, pese a su propaganda y a su demagogia; sus operadores políticos, posiblemente ya lo saben. No debemos distraernos con su pirotecnia. Es la época de la “Necropolítica”, y Costa Rica no es la excepción.

Todo lo cual no significa que no sea objetivo, que todavía hay amplios sectores de las clases subalternas, que siguen creyendo en su demagogia política. Hecho este último, que constituye una objetiva tragedia cultural y ciudadana, pero que responde a la enorme falta de formación política y cívica de las grandes masas costarricenses. Una vez más, decimos que Pueblo Político (H. Gallardo) no es esa «masa» confundida y asustada que actúa inercialmente en su rol subalterno asignado estructuralmente.

La Desinformación sostenida y deliberada, es parte de la estrategia de la dominación local y global, que masifica. Es entonces, deber ciudadano informarnos racionalmente, y seguir siendo críticos con los medios hegemónicos, y más aún con la propaganda oficial.

IV- Por Tanto.

Frente a toda esta especie, de «caos social organizado», y a la manipulación colectiva, sólo cabe la reflexión comprometida; mantener la permanente denuncia ciudadana; volver a la organización popular plural, inteligente y creativa; persistir en la solidaridad con el prójimo; y por lo tanto, insistir en la defensa democrática y estratégica del Estado Social de Derecho y de nuestras conquistas sociales.

Así, una amplia y democrática movilización civil, pacífica pero contundente, se hace ahora más que nunca, justa y necesaria. Es necesario demostrar fuerza y coherencia.

Qué mejor que el próximo 1° de Mayo, Día Internacional de la Clase Trabajadora, y Fecha Patria olvidada, que conmemora la histórica rendición militar del invasor Filibustero Norteamericano William Walker y de sus huestes esclavistas (Campaña Nacional de 1856-1857). Ésta es la cuna histórica de nuestra verdadera Independencia.

Día, sin embargo, manchado por la próxima triste elección del Directorio al interno de la menoscabada Asamblea Legislativa; propuesta de Directorio de consenso entre varias fracciones, pero entregada a un vicioso y vergonzoso Pacto político de las élites económicas y políticas, que salvan sus diferencias partidarias, y exhiben su naturaleza de clase, anti-obrera y anti- popular. Todo revestido de un carácter del ejercicio del poder (en el sentido de Foucault), con marcados tintes demagógicos y autoritarios. Un pésimo signo político para los intereses de las clases populares.

V- En Conclusión.

En consecuencia, invitamos públicamente, a manifestarnos PACÍFICAMENTE el próximo 1° de Mayo, de acuerdo a nuestro Estado de Derecho, con la consigna de la Defensa Estratégica y de la profundización de nuestro Estado Social de Derecho, y de nuestras conquistas sociales y democráticas, y contra el modelo económico Neoliberal impuesto.

Prevenimos además, contra cualquier provocación violenta orquestada, contra la desinformación sobre la Marcha convocada, y contra la represión gratuita de cualquier manifestación cívica y popular, por parte del Gobierno de turno y de su vocación autoritaria.

Responsabilizamos directamente al Gobierno de turno, a sus órganos competentes, –y a su carencia de propuestas de Diálogo Social–, de la seguridad de los Ciudadanos y Ciudadanas, que optemos por manifestarnos pacíficamente, y que acompañemos a los sindicatos, gremios, estudiantes, jóvenes, docentes y maestros/as, y organizaciones políticas, campesinas, indígenas, asociaciones de productores, cooperativas, comunitarias, ecológicas, de vivienda social, Colectivas Feministas, defensores/as de los Derechos Humanos, en esta tradicional desfile y marcha ciudadana.

Igualmente, hacemos un llamado fraternal y patriótico a defender nuestros derechos con contundencia, pero con total civismo.

Los y las Policías son Trabajadores Públicos también, y merecen respeto ciudadano, no temor. A ellos y ellas, –a quienes tan mal se les paga con nuestros impuestos–, los instamos a proceder dentro del más estricto marco de los Derechos Humanos y el Principio de Legalidad. Y de acuerdo con la Dignidad de su cargo de funcionarios públicos en una democracia, y sobre todo, en consecuencia con la solidaridad que se le debe al Pueblo Costarricense, del cual son parte.

Cuando desfilemos, desfilamos también por Ustedes. No lo olviden.

Costarricenses, compatriotas, todos y todas a marchar cívicamente, este próximo 1° de Mayo.

La lucha apenas comienza. La participación ciudadana y la movilización popular, serán claves en el rescate del Estado Social de Derecho. No hay victoria sin lucha.

Y la lucha demanda Táctica y Estrategia y la articulación de la unidad en la diversidad, para el campo popular costarricense.

El Diálogo Social Patriótico, es parte estratégica de la lucha social. Primero entre los y las convocados/as, y luego frente a las partes.

Históricamente, como el que permitió la viabilidad política y jurídica de las Garantías Sociales en 1942 y 1943, o como el incomprendido «Pacto de Ochomogo» que finalizó la Guerra Civil de 1948, y que pese a algunos excesos posteriores, persecuciones injustas y exilios de líderes populares y Beneméritos de la Patria como Manuel Mora Valverde y Carmen Lyra, –aun así–, evitó un mayor baño de sangre, y permitió la consolidación del Capítulo de Garantías Sociales en la nueva Constitución de 1949.

Por eso, exigimos un nuevo y verdadero Diálogo Social con transparencia y sentido patriótico, para detener esta ruta de confrontación social y de miseria y polarización económica. Pero para todo esto, es clave ahora, la lúcida movilización popular, y la unidad democrática y popular.

Igualdad, Libertad y Buen Vivir para nuestra Madre Patria.
¡Viva Costa Rica!
 Jiddu Rojas Jiménez,
por la Mesa Coordinadora,
Encuentro Democrático.