De los campos de concentración nazis al del gobierno de Israel en Gaza
Vladimir de la Cruz
No es un problema de treguas ni treguas humanitarias. Es un problema de detener el genocidio de la guerra que ejecuta el gobierno de Israel contra la población palestina en Gaza.
El período de la II Guerra Mundial, 1939 – 1945, evidenció la brutalidad manifestada por el régimen nazi fascista alemán, ejecutada especialmente contra las poblaciones civiles que arrasaba, con su paso militar y expansivo hacia la Unión Soviética. Especialmente, esa barbarie se expresó contra la población judía, de Alemania y de los países, que sometía a su paso.
La brutalidad fue el conjunto de acciones groseras, apasionadas, crueles, irracionales, feroces, monstruosas, irrespetuosas, bárbaras, salvajes, bestiales, sociales, políticas, policiales y militares, contrarias a la dignidad humana, a los Derechos Humanos, como hoy se conceptúan, que se expresaron por el uso excesivo de la fuerza física, el asalto, la represión, el irrespeto a la vida; la destrucción material que imposibilitaba la vida.
La bestialidad nazi fascista alemana tuvo su mayor expresión en los guetos, o ghettos, campos de concentración y campos de extermino que impuso sobre la población judía. Estos fueron el primer paso del exterminio que siguió.
Fueron los barrios en los que vivían los judíos, y se les obligaba a permanecer en ellos, en los que se confinaban a los habitantes de las ciudades. Eran zonas aisladas, de hecho marginadas, de segregación del resto de la sociedad.
Los guetos tenían condiciones horribles de vida, sin agua potable, sin sistema de cloacas, sin medicinas ni médicos, con restricciones de alimentos a quienes allí vivían, con controles de movimiento de las personas, con mucha rigurosidad y restricción para quienes podían salir del gueto a trabajar fuera de él.
Eran barrios superpoblados de los cuales no se podía salir ni entrar por propia voluntad. Eran zonas cerradas con alambradas o muros; eran lugares separados y reservados, de confinamiento que recluía a los judíos. De esa manera separaban a la población judía, de otros grupos judíos y de los no judíos. La población de los guetos era sometida a trabajos duros.
El régimen nazi fascista estableció guetos para transferir judíos de un país a otros, o de unas ciudades o zonas a otras. En ellos se controlaba la vida de sus habitantes, las relaciones y contactos con quienes no eran judíos, por lo cual podían ser de distintos tamaños, en relación a la gente allí sometida. Eran sitios de control y de segregación de judíos, en los que se carecía de derechos.
En toda la Alemania nazi y sus territorios ocupados e invadidos, y durante el Holocausto, se crearon más de 1000 guetos. Algunos de estos fueron de corta duración, otros funcionaron casi durante todo el período nazifascista. Los hubo en Polonia, Lituania, Bielorrusia y Ucrania; en Varsovia, Lodz, Cracovia, Lublín, Byalistok, Radom, Kielce, Czestochowa, Sosnowiec, Vilna, Riga, Minsk y Kovno. Yo conocí un cementerio en Minsk, resultado de uno de estos, en 1966, en Bielorusia, donde la tierra, de las fosas comunes, duró más de una semana moviéndose, porque habían sepultado heridos, o gente que todavía no había muerto.
El Holocausto fue la persecución y aniquilación sistemática, realizada por el Estado alemán contra los judíos. Fue el genocidio realizado por el régimen nazi sobre los judíos y otros pueblos, con el propósito de exterminar físicamente la raza judía y otros “indeseables”.
De los guetos se sacaba los judíos para trasladarlos a los campos de concentración y a los centros de exterminio, como se hizo con el de Lodz al centro de exterminio de Chelmo. A los niños por no ser “productivos” se les consideraba “comedores inútiles”.
En los guetos se llevaba a cabo también una vida clandestina, de lucha y de resistencia a la dominación alemana. Parte de esa lucha se manifestó en la existencia de bibliotecas clandestinas, en archivos como el «Oneg Shabat», con movimientos juveniles de resistencia. En algunos hubo actividades artísticas y hasta una orquesta sinfónica. Así, las actividades culturales, artísticas, educativas, que podían realizarse; el mantenimiento de documentos de la comunidad judía, las prácticas religiosas clandestinas, eran parte de esta resistencia variada. Era una forma de enfrentar el horror al que se les sometía, tratando de mantener, conservar y rescatar sus formas de vida anteriores y su tradición histórica y cultural.
En los guetos, en las posibilidades existentes, surgieron organizaciones clandestinas, de lucha armada, de rebelión por la fuerza, y de práctica “guerrilleros”. Todos combinaron sus formas de lucha.
En los guetos se prohibía el ejercicio de prácticas religiosas, pero no se pudieron impedir en secreto. La tradición así se mantuvo por la forzada vida comunitaria que llevaban, que les permitía reafirmar su identidad y solidarizarse en la adversidad.
Cuando se evidenció la llamada “Solución Final” que impuso el asesinato masivo de judíos en Europa, en cámaras de gas, por fusilamiento y por cualquier otra forma que los pudieran matar o exterminar, se pasó a la resistencia directa, sin temor.
La “Solución Final” llevó a la muerte a más de seis millones de judíos. En los guetos se desarrollaron estas resistencias, entre 1941 y 1943, que comprendieron más de 100 grupos organizados de judíos.
Así, el 19 de abril de 1943, se realizó el levantamiento armado del gueto de Varsovia, ubicado en medio de la capital de Polonia, donde tenían concentrados o confinados más de medio millón de judíos. El motivo del alzamiento fue protestar y evitar las deportaciones masivas que se estaban realizando hacia los campos de concentración y exterminio.
En noviembre de 1939 los nazis habían invadido Polonia. Empezaron a construir un gueto ese año en Piotrków Trybunalski. Después, siguieron en Varsovia, donde construyeron un muro, alrededor de todo el gueto, de 3 metros de alto. Ahí fusilaban judíos. A otros los deportaban al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, y al de Plaszow donde eran asesinados. En el gueto de Vilna, en Lituania también hubo un levantamiento armado.
Los enfrentamientos armados contra los nazis, en los guetos, realizados fundamentalmente por los jóvenes judíos, siempre fueron de gran disparidad en las capacidades de lucha, y desproporcionalidad en armas y medios de combate.
El gueto de Varsovia fue el más grande de todos. Se convirtió en el símbolo más importante de esta difícil lucha anti nazi y durante el llamado Holocausto.
De los guetos se pasaba a los campos de concentración y de exterminio, casi todos administrados por la SS, la principal agencia de seguridad del régimen nazi, bajo el mando de Heinrich Himmler.
Empezaron a construir campos de concentración en 1933 en Alemania, los de Arbeitsdorf, Bergen-Belsen, Buchenwald, Dachau, Dora-Mittelbau, Sachsenhause, Flossenbürg; en Polonia, Auschwitz/Birkenau, Belzec, Chelmno, Plaszow y Treblinka; Mauthausen, cerca de Linz, Austria; Neuengamme, cerca de Hamburgo.
En Alemania funcionó un campo de concentración de mujeres, Ravensbrück, en la provincia de Brandenburg, al sureste de Berlín.
También existieron campos especiales para los niños, como en Łódź y su subcampo en Dzierżan.
El campo de concentración de Auschwitz/Birkenau se ha mantenido, abierto al público, como un Monumento y Museo, el único incluido en la UNESCO, como Patrimonio Mundial; como símbolo de la barbarie y el genocidio realizado contra el pueblo judío y la humanidad. Para nunca olvidar este tipo de prácticas y políticas ejercidas por un Estado.
Con ellos se construyeron campos de exterminio como Oświęcim, Treblinka, Chelmno, Belzec, Sobibor, Auschwitz-Birkenau, Neuengamme, Ravensbrück y Majdanek. También los campos de Belsen y Bergen.
En Auschwitz/Birkenau había otro campo de exterminio con su crematorio, que estaba dirigido por Rudolf Höss. Allí murieron más de 500.000 judíos y otros prisioneros. Auschwitz estaba en las afueras de la ciudad polaca de Oświęcim.
A los campos de exterminio también se les llamó “campos de la muerte”, específicos para matar.
Los nazis también establecieron campos de trabajo forzado como los de Majdanek, Poniatowa, Trawniki, Stutthof, Sachsenhausen.
El primero, de todos los campos de concentración, fue el de Dachau, en las afueras de Múnich, recién ascendido al poder Hitler, que tuvo por antecedente los pogromos antisemitas, ataques que se hacían hacia la población judía, de donde también parte la idea del Holocausto, de esos años. De los pogromos se tomaban personas para enviarlos a las campos de concentración, se les maltrataba, y extorsionaba quitándoles su patrimonio y bienes personales.
Los campos de concentración funcionaron como centros de detención de judíos, por distintas razones, y como amenaza para la raza alemana. Allí también recluyeron a disidentes políticos, judíos, gitanos y a personas con deficiencias psíquicas o físicas e incluso a sacerdotes de diversas religiones.
Las condiciones de trabajo y de estancia en los campos de concentración era para asegurar que no se viviera mucho tiempo en ellos. Los prisioneros dormían en barracas, hacinados, sin mayor higiene.
Las cámaras de gas que se usaban eran algunas relativamente pequeñas; otras grandes. En ellas se usaba como gas letal el Zyklon B, con mucha capacidad letal y de rapidez de exterminio. Cientos de judíos podían ser asesinados por hora. Karl Fritzsch fue quien realizó las primeras pruebas de las cámaras de gas de Zyklon B con los prisioneros de guerra rusos.
Los crímenes de exterminio son los que intencionalmente se ejecutan e imponen condiciones de vida extremas, de privación de acceso a alimentos, medicinas; de destrucción de edificios de la población, resultado de ataques generalizados y sistemáticos contra la población civil, con conocimiento del ataque por quienes lo realizan o ejecutan. Se consideran crímenes contra la humanidad y, crímenes de genocidio, cuando se ejecutan contra grupos nacionales, étnicos, raciales, religiosos, políticos.
Estos delitos son perseguidos hoy internacionalmente, cuando se da una matanza de miembros de un grupo, se les lesiona gravemente en su integridad física o mental, se les somete intencionalmente a condiciones de existencia que les pueda producir su destrucción física, total o parcial, y cuando se le imponen medidas que impidan nacimientos en el seno de ese grupo, como cuando se traslada por la fuerza a niños de un grupo a otro grupo.
El genocidio se produce, como delito, en tiempo de paz y de guerra. Abarca el uso de armas de destrucción masiva, el uso excesivo contra civiles no armados y el asesinato político de masas como el que se ejecuta con el terrorismo político y religioso, o el llamado terrorismo de estado.
Toda la política del régimen nazi fue conquistar y asegurar lo que consideraban el espacio vital alemán, poblado por razas que también consideraban inferiores. Los que estaban al frente de los campos de concentración y de exterminio se les calificó y conoció como los “carniceros” de dichos campos. Entre ellos estaban Reinhard Heydrich, el carnicero de Praga; Amon Göth quien era apodado como “el carnicero de Cracovia”; Nikolaus “Klaus” Barbie, que era el jefe de la Gestapo en Lyon; Rudolf Höss, a quien también llamaron “el animal de Auschwitz”; Richard Glücks, que sucedió a Theodor Eicke como inspector de campos de concentración; María Mandel era llamada “la Bestia” por la forma violenta, desmedida y sádica que ejecutaba en las sesiones de tortura de mujeres y niños. Otra mujer similar fue Irma Grese, considerada el “ángel exterminador de Auschwitz”, encargada del asesinato de mujeres y niños.
El criminal de guerra nazi más conocido por sus horrorosos experimentos médicos en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau fue Josef Mengele, a quien llamaron el Ángel de la Muerte. En los años en que fue surgiendo el Estado de Israel, que generó la guerra árabe israelí de 1948, las tropas israelitas, tomaron y ocuparon ciudades y territorios habitados por árabes palestinos. Muchos de estos fueron expulsados u obligados, por el ejército israelita y sus milicias, a huir ante su avance militar, lo que se conoció como la Nakba, que fue un éxodo obligado, entre el 15 de mayo y el 10 de junio de 1948, una “catástrofe”, un “desastre”, una “tragedia”, el inicio de un Holocausto palestino, por el cual casi un millón de palestinos tuvieron obligadamente que abandonar sus hogares y trasladarse a Gaza y otros territorios palestinos. Lo que hoy se conoce como Palestina son dos territorios separados geográficamente, Cisjordania y la Franja de Gaza.
Desde el desarrollo de la Independencia del Israel, en 1948, hasta la denominada Guerra de los Seis Días, en 1967, Palestina había dejado de existir porque una parte la ocupaba Israel, y la otra la ocupaban Jordania y Egipto.
El conflicto en esta región se remonta a finales del siglo XIX cuando el movimiento sionista, en esos días desarrollado, impulsó los procesos de colonización, sobre tierras de palestinos, que siguen siendo una de las fuentes del conflicto. En todo este proceso Israel ha ocupado, por la vía de la fuerza, la Franja de Gaza y la Península del Sinaí a Egipto; Cisjordania a Jordania y los Altos del Golán a Siria. Estos tres países, Egipto, Siria, Jordania no aceptaron ese robo de tierras, por lo que declararon la guerra a Israel, elemento que se ha mantenido como vibrante en las relaciones geopolíticas de esta región. Israel, por su parte reclama parte de estos territorios como parte de su antigua Historia, considerando a la vez el Valle del río Jordán como un elemento estratégico de su defensa.
En este escenario se mezclan también valores religiosos, judíos e islámicos de las tradiciones chiita y sunita. Con relación a ellas, también están las organizaciones de Hamas, en la rama suni, y Hezbollah en la chií.
Cisjordania es el territorio más cercano a Jordania, que lo gobierna la Autoridad Nacional Palestina, y la Franja de Gaza, lo gobierna Hamas.
En la región también está Líbano, que tiene contradicciones con Israel desde 1947, cuando se le obligó a abandonar Palestina, para impulsar la creación del Estado de Israel, en tanto israelitas impulsaban en esas tierras procesos de colonización y dominación territorial.
En el momento actual los palestinos sufren, en Gaza, el mayor éxodo de su historia, obligados por Israel, como resultado de la reacción militar, de respuesta al acto terrorista de Hamas, del 7 de octubre pasado, con un saldo de muertos de alrededor de 1300 personas, realizado por una decena de grupos de esta organización, que lograron traspasar el muro que rodea Gaza, lograron capturar cerca de 250 personas, a modo de secuestrados.
La reacción político militar del gobierno de y el Estado Mayor Militar de Israel, a partir de ese día, 7 de octubre, y en los siguientes, ha sido un devastador ataque contra toda la población palestina de Gaza, altamente concentrada en una franja territorial de 350 kilómetros cuadrados, que ha puesto en el ojo del mundo la situación real de Gaza, como un gueto, un campo de concentración impuesto por Israel, y ahora como un campo de exterminio de la población palestina.
Los actos militares y la guerra devastadora en ejecución por el gobierno israelita ha puesto, como nunca, a Palestina en el centro de la atención mundial, y ha evidenciado, lo que poco se conocía, de la condición en que Israel tenía a los palestinos en la Franja de Gaza, condición de gueto, de campo de concentración y actualmente de campo de exterminio, en las mismas condiciones que los judíos sufrieron de los nazis.
La población de Gaza es de 2.5 millones de personas, donde los soldados no representan más de 1% de la población. Está considerada una de las poblaciones más densas del mundo.
Gaza, esa franja territorial está totalmente cercada por un muro de 810 kilómetros, de seis metros de altura, y otro tanto bajo tierra; construido de hormigón con una valla metálica, con sensores y armas de control remoto, con sensores para detectar túneles. Es un muro construido con módulos individuales, intercalados con torretas de vigilancia. Tiene también una zanja de cuatro metros de profundidad, una carretera asfaltada de dos carriles para autos de patrullaje, una pista de rastreo para detectar huellas paralelas a la valla, y seis rollos de alambre espino. El ancho alcanza los 100 metros entre el muro y la valla. Separado del muro también hay una valla electrificada. En el muro solo hay 45 puertas de paso para palestinos bajo enormes controles de seguridad, para quienes por distintas razones, especialmente trabajo, pueden pasar.
El Muro fue construido por el gobierno de Israel para aislar a Gaza por tierra como por mar. Por mar, el gobierno israelita ejerce el control total marítimo de lo que se mueva desde y hacia Gaza, e impide incluso pescar para la alimentación. El muro se empezó a construir en el 2002 por el gobierno de Ariel Sharon. El Muro se extiende desde Cisjordania. Separa a los judíos de los palestinos. Es un muro de segregación étnica y nacional. El gobierno israelita lo justificó como una medida defensiva para impedir la penetración de terroristas.
El muro se extiende por toda la frontera de Gaza con Israel. La parte que no tiene muro es la frontera de Gaza con Egipto, en este momento bajo control israelí, lo que ha impedido desplazamientos humanitarios, como la entrada de ayuda humanitaria para los palestinos.
El objetivo de este bloqueo, de salida y entrada, es presionar, bajo desesperación, a la población palestina para que reaccione contra Hamas y sus miembros.
El Muro, llámese como se quiera llamar por el gobierno de Israel, de seguridad o antiterrorista, es sencillamente otro Muro de la Vergüenza, de Segregación racial y étnica, un Muro del Apartheid, como el sudafricano. Sobre todo, es un muro que ha hecho de Palestina, de la Franja de Gaza un gueto; el Gueto de Gaza. Ha convertido a este gueto en el campo de concentración más grande del mundo actual. Con los bombardeos indiscriminados que se realizan constantemente ha hecho, del gueto y campo de concentración de Gaza, el campo de exterminio, a la vista pública internacional, contra la población palestina, que los carniceros del gobierno de Israel, encabezados por Benjamín Netanyahu, el Jefe de Estado, su Primer Ministro, más importante que su presidente, Isaac Herzog, ha llamado a los palestinos “animales que deben exterminar”; el Comandante Supremo del ejército Ramatcal Herzi Halevi, los comandantes Yaakov Dori, Yigael Yadin, Moshé Dayán, Isaac Rabin, Moshe Yaalon, Tzchi Hanegbi, Dan Halutz, el Ministro de Defensa, Yoav Gallant; Benny Gantz, asesor de Seguridad Nacional israelí y miembro del Gabinete de Guerra de Israel.
El ejército israelí está catalogado como el 18 de 145 países del mundo más importantes y poderoso del mundo, por su capacidad militar. Tiene varias unidades militares de élite grandes, dirigidas por el Estado Mayor, entre ellas las Sayeret Matkal, Shayetet 13, Shaldag y 669 de la Fuerza Aérea. A esto se agrega el Mossad, el Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales, que es la agencia de inteligencia exterior israelí, considerada de las más importantes del mundo.
La capacidad militar israelita comprende 3 corbetas, 11 barcos lanzamisiles, 3 submarinos, 36 lanchas patrulleras, 3 LCT y 19 500 efectivos. En aeronaves militares tiene, entre las más destacadas, el caza de quinta generación F-35 Lightning II (39 unidades), el caza polivalente F-16 Fighting Falcon (175 unidades), el F-15 Eagle (84 unidades) y el F-15E Strike Eagle (25 unidades). Posee, además, helicópteros de ataque estadounidense AH-64 Apache. En los movimientos de tropas se apoyan por la serie UH-60 Black Hawk, así como por el CH-53 de transporte pesado.
La fuerza aérea tiene 7 unidades del Eurocopter (Airbus Helicopters) AS565 Panther, la versión militar del helicóptero medio bimotor Eurocopter AS 365 Dauphin. También posee 30 unidades del Leonardo M346 (Lavi) italiano, un avión biplaza de entrenamiento militar avanzado tipo LIFT y de ataque ligero. También tiene 16 unidades del avión biplaza alemán Grob G120, 601 aviones militares, 241 cazas; 2.200 tanques y 650 piezas de artillería autopropulsada.
En Gaza también están utilizando el “Aguijón de Acero”, que es un mortero de 120 mm que emplea un láser y un sistema GPS para atacar objetivos con precisión, diseñado para usarse en terrenos abiertos y en entornos urbanos como Gaza. Sus tanques son considerados “casi indestructibles”.
El ejército israelita es considerado el cuarto ejército más poderoso del Oriente Próximo, solo superado por Turquía, Egipto e Irán.
La capacidad militar de Hamas es de rifles de francotirador, parapentes, lanzagranadas, “bombas magnéticas”, drones de ataque suicida, minisubmarinos, minas terrestres, misiles antitanques y cohetes de largo alcance. El mar en este momento lo controla totalmente Israel. Cuenta con misiles Quds 101, de fabricación casera y con un rango de alcance de 16 kilómetros; cohetes Qassam 3; los M75, que alcanzan los 75 kilómetros, y los R-160, que pueden recorrer 120 kilómetros. Su milicia o ejército, Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, se estima en unos 20.000 hombres. El Ejército por la Liberación de Palestina, de la Autoridad Nacional Palestina, As-Saika FPLP-CG Fatah EAS, que no está combatiendo, tiene 4500 hombres.
En la información internacional no se evidencia una resistencia militar importante ni sostenida por parte de Hamas. No hay combates entre “ejércitos”. Hay una guerra unidireccional, del gobierno de Israel contra la población de Gaza, con poca capacidad de responder militarmente.
Toda Gaza opera como un gran campo de concentración, a la vez que como un gran Gueto. Hoy también como un campo de exterminio.
Con los bombardeos, ataques aéreos y terrestres, destruyendo todas las ciudades, arrasando con todas la obras civiles, edificios de habitación, escuelas, colegios, la universidad, hospitales, porque en Gaza no había un solo cuartel, emplazamiento o base militar de Hamas, la Franja de Gaza es hoy también un Campo de Exterminio, donde sus hornos de quema de personas, son los incendios y destrucciones de edificios; las columnas de humo de los hornos nazis han sido sustituidas por las columnas de llamas y humo de las destrucciones de los edificios y habitaciones de la población palestina. Para el gobierno israelita y el Estado Mayor militar, todas esas instalaciones son consideradas militares.
Los intensos bombardeos y la ofensiva terrestre sobre Gaza han provocado la muerte a unas 20.000 gazatíes, más del 70% civiles; han herido a más de 60.000, y han desplazado casi a dos millones, el 80 % de su población
Los terrenos en que avanzan las tropas de infantería y terrestres, en general, están siendo ocupados y sujetos de colonización. También de captura de palestinos, que suman cerca de 25.000 los detenidos. Sus poblaciones palestinas están siendo expulsadas. La frontera está siendo corrida. El asesinato, a diestra y siniestra, de los soldados israelíes emulan con los soldados nazis de los campos de concentración.
Los palestinos detenidos en esa marcha del ejército israelita, que supera los 25.000, están siendo sometidos a procesos de interrogación, bajo torturas, con ánimo de buscar o “sacar” información sobre militantes de Hamas.
Cuando iniciaron las operaciones militares el 8 de octubre, Benjamín Netanyahu, el Carnicero de la Franja de Gaza, declaró que no se iban a someter a las reglas de la guerra, ni a ningún régimen jurídico, ni Tribunales, ni jurisdicción internacional, que tuviera que ver con las acciones de guerra que iban a iniciar, que ya tienen dos meses de destrucción constante, de genocidio reconocido internacionalmente por los principales organismos de derechos humanos, con más de 20.000 muertos reconocidos, sin contar los que se han quemado o están bajo escombros de edificios que no han podido ser recuperados. En sus últimas declaraciones ha afirmado que esta guerra la mantendrán varios meses más, hasta acabar con lo que ellos consideran, todos los miembros de Hamas.
Las batallas en Gaza son casa por casa, calle por calle, edificio por edificio, inundación de la red de túneles, a 80 metros de profundidad, por decenas de kilómetros que existen bajo tierra, Implica un gran desafío para las tropas de Israel, cuyo objetivo es ir hacia la derrota final de Hamas, o bien puede desembocar en una gran matanza, con enormes costos políticos para el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien ha declarado que la guerra se extenderá por varios meses, hasta la total eliminación selectiva de la cúpula dirigente de Hamas, la que están apoyando más en el uso de datos de inteligencia.
El escenario del conflicto puede ampliarse, con peligrosidad para la paz mundial. Ya se evidencian síntomas. Mientras los israelíes continúan avanzando sobre su guetto y campo de concentración y exterminio, de Gaza, Hezbollah -desde El Líbano- y los rebeldes hutíes -desde Yemen- lanzan misiles y drones sobre Tel Aviv, para tratar de debilitar y distraer su capacidad ofensiva. Estos grupos argumentando su responsabilidad religiosa, moral, humanitaria y nacional ante la debilidad del mundo árabe y la connivencia de algunos países árabes con el gobierno de Israel.
Urge en torno al genocidio en marcha, en desarrollo, que lleva a cabo el Estado Terrorista de Israel, que se detenga. Si querían vengar sus muertos, ya los sobrepasaron.
No es un problema de treguas ni treguas humanitarias. Es un problema de detener el genocidio de la guerra que ejecuta el gobierno de Israel contra la población palestina en Gaza.
Es la necesidad de asegurar internacionalmente la existencia de los dos estados, el de Israel y el de Palestina.
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