Es urgente una planificación efectiva en todas las instituciones

José Luis Pacheco Murillo

La planificación es la posibilidad de desarrollar acciones bajo un orden que permita el lograr los propósitos que se han tomado en cuenta para llegar a la meta. Planificar implica también hacer lo que se pretende si afectar a terceros o a las mismas partes involucradas.

En los Estados por lo general existe el Ministerio de Planificación y en algunos casos les agregan y de Política Económica. La pregunta es: ¿Qué hace ese ministerio? Porque por lo general lo que menos vemos es planificación y tampoco hay una política económica que ayude al desarrollo del país.

¿Qué planificación hay en Acueductos y Alcantarillados? ¿Qué se ha hecho por décadas para fortalecer las instituciones? Tenemos muchas que se encuentran a la deriva, que no saben para dónde van.

Lo mismo sucede en la mayoría de las municipalidades. No hay planificación, no hay orden y las cosas se hacen, como decimos, a la chambonada. Por ejemplo, la Municipalidad de Alajuela, Costa Rica. Deciden levantar el asfalto de una calle en el centro de la ciudad cuyo comercio es pujante y luego no hace nada en casi un mes. Llegaron las lluvias y aquello quedó lleno de huecos y con una enorme afectación al comercio. Ya en una ocasión con los famosos adoquines que duraron colocándolos más de dos años, acabaron con varias empresas. También sucede que asfaltan una calle y al día siguiente rompen el asfalto recién colocado porque había que hacer un trabajo de tuberías.

En eso se gastan miles de millones de cólones y al final los trabajos, las obras no quedan como se esperaba y los comerciantes y los ciudadanos tiene que sufrir la falta de planificación, que junto a la corrupción galopante que existe hace que una obra que pudo haber costado cien resulte en un monto superior a los mil o dos mil millones. Y todo a cargo de quienes pagamos impuestos.

Es urgente que la planificación se dé efectivamente y se logren las obras públicas en el menor tiempo posible y al menor costo posible.

Dios quiera que el pueblo se dé cuenta, abra los ojos y decida acabar con quienes ni planifican ni ponen orden y por el contrario se dedican a cada día más favorece la corrupción y enriquecerse con ella.