Fidel Narváez, amigo de Julian Assange describe la persecución y explica cómo se llegó a su liberación

Se invita a ver el video «Julián Assange ya es totalmente libre»

La entrevista entre Héctor Bernardo y Fidel Narváez aborda uno de los casos más emblemáticos y controvertidos del periodismo contemporáneo: el de Julián Assange, fundador de WikiLeaks. Fidel Narváez, ex cónsul de Ecuador en Londres y cercano colaborador de Assange durante su asilo en la embajada ecuatoriana, ofrece una perspectiva detallada sobre los eventos que llevaron a la reciente liberación de Assange y el contexto político que lo rodea.

Assange se convirtió en un personaje central debido a las filtraciones masivas de documentos clasificados que revelaron crímenes de guerra de Estados Unidos y operaciones encubiertas de la CIA, entre otros temas sensibles. Esta actividad provocó una intensa reacción por parte de las autoridades estadounidenses, que buscaron su extradición para enfrentar múltiples cargos, incluyendo violaciones a la Ley de Espionaje que podrían haber resultado en una condena de hasta 175 años de prisión.

La entrevista revela cómo Assange buscó refugio en la embajada ecuatoriana en Londres en 2012, temiendo por su seguridad ante la posibilidad de ser extraditado a Estados Unidos desde Suecia, donde enfrentaba acusaciones de agresión sexual que él negaba y que consideraba una estratagema para facilitar su entrega a Washington. Durante su estancia en la embajada, Assange vivió en un estado de confinamiento virtual, aunque físicamente protegido, lo que generó un prolongado conflicto diplomático entre Ecuador, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.

El cambio de gobierno en Ecuador en 2017, con la llegada de Lenin Moreno, marcó un punto crítico. Moreno, en contraste con su predecesor Rafael Correa, revirtió la política de asilo y protección a Assange, permitiendo finalmente que las autoridades británicas lo arrestaran en abril de 2019. A partir de entonces, Assange enfrentó un largo proceso legal en el Reino Unido para decidir su extradición a Estados Unidos, donde se temía que no recibiría un juicio justo debido a la naturaleza política de los cargos en su contra.

El acuerdo alcanzado recientemente para la liberación de Assange marca un hito significativo. En lugar de continuar con el proceso de extradición, Assange accedió a declararse culpable de un cargo menor, relacionado con la conspiración para obtener información clasificada. Esto aseguró su liberación inmediata y evitó un juicio prolongado en Estados Unidos, donde su caso había generado preocupaciones sobre la libertad de prensa y los derechos de los periodistas para revelar información de interés público.

La campaña internacional por la libertad de Assange desempeñó un papel crucial en este desenlace, movilizando a defensores de los derechos humanos, periodistas y activistas de todo el mundo. Además, factores políticos internos en países clave como Estados Unidos y Australia, donde Assange es ciudadano, influyeron en la decisión de detener la persecución activa contra él.

A pesar de la celebración por su liberación, el caso de Assange subraya los desafíos continuos para el periodismo de investigación y la libertad de expresión en un contexto global donde las leyes de espionaje y las presiones políticas pueden amenazar la transparencia y la rendición de cuentas. Su experiencia también pone de relieve las complejidades de los asilos políticos y las implicaciones legales de los derechos humanos en un mundo interconectado.

En conclusión, la entrevista proporciona una reflexión profunda sobre los dilemas éticos, políticos y legales que rodean el caso de Julián Assange, destacando su impacto duradero en el periodismo y la defensa de los derechos civiles en la era digital.

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