Jornada laboral: ¿Cuál es la opción para Costa Rica?

Mainier Barboza Soto.

Por Mainier Barboza Soto. /P. Movimiento Patriótico por Costa Rica

La jornada laboral en Costa Rica se encuentra protegida por nuestra Constitución Política y de larga data, “la trilogía de los ochos”, que tiene una historia escrita con la sangre de miles de mujeres y hombres, de dirigencia obrera que entregó su vida por dicha “trilogía”, (1886); de manera que, como resultado histórico, dicho triunfo, es, en primer lugar, una victoria de los hombres y mujeres del trabajo en el capitalismo occidental, representado por el país más rico, centro hegemónico del poder industrial y de la economía mundial, los Estados Unidos de América. 

Lo anterior demuestra que la organización de los hombres y mujeres del trabajo y su claridad, de que representan el factor fundamental para la generación de la riqueza, es el punto de quiebre, para que se generen leyes, se logre acuerdos, que sean orientados a mejorar las condiciones para una vida digna, justa, equilibrada, del pueblo costarricense.

De lo anterior, rescata, la necesidad de una sólida organización de los sectores laborales-se habla aquí de sindicatos, solidaristas, públicos y privados, independientes, de gremios de todos los sectores que señala la economía, (primario, secundario, terciario), es decir, el agro, el industrial, el comercial de servicios; se requiere atraer al de mayor participación,  el sector informal, (43 %) que aún con su “informalidad”, requiere toda la atención, de los gremios organizados, dada, su desatención por parte de la sociedad y, el aprovechamiento, muchas veces abusivo, de empresariado, nacional e internacional; además, no se conocen aportes a la seguridad social, de las partes. 

Es preocupante, dado que, muchas de las personas en este gran sector, pasan como emprendimientos, figura que desvía la atención y desarticula la división del trabajo, desplaza capital productivo,( gran parte del sector denominado informal, no está agremiado, ni goza de garantías sociales, se encuentra en la esfera de la distribución, es el típico intermediario de bienes finales, que caen por necesidad en las manos de la usura, cuyos beneficios, los absorbe, el capital financiero parte y otra el capital opaco.

El Capital Financiero, parafraseando artículo de Leonardo Boff, en comentarios a libro de Rose M. Muraro, se sitúa, al “2012, en una relación de diez a uno, (10 a 1), respecto del Capital Productivo, que, además, convierte el dinero en imaginario”, en la nube electrónica, deja también a merced de ese voraz capital, la salud, la educación, la cultura, la recreación, convertidos de la noche al día, en artículos con valor de cambio; la paz, la gregariedad, la solidaridad, la vida digna, los derechos humanos, están en un peligro inminente. (Muraro. RM. (2012). El destino del capital dinero. Brasil (comentarios de Boff. L en Koinonia)

Costa Rica, se plantea una jornada de 4 días a 12 horas, lo que, en términos de la economía política se denomina plusvalía absoluta; en Inglaterra, se prueba una de 4 días, pero de 8 horas diarias, (plusvalía relativa), el viernes se pagará, sin laborarlo; hay una diferencia entre la jornada costarricense y la inglesa de 16 horas, la pregunta que surge, ¿por qué los ingleses, bajan su jornada y en Costa Rica la suben?; 

Se ha dicho que los incrementos de jornada tienen una justificación en que, ésta, aumenta la creación de riqueza, dado que una parte del trabajo que se realiza, es considerado necesario para que el trabajador(a), reponga lo pagado, bajo la forma salario; (sus fuerzas físicas e intelectuales, los bienes necesarios para vivir, la creación y manutención de la prole) denominado socialmente necesario; el resto se considera excedente, de manera que a más horas laboradas, mayor será ese trabajo excedente; ahora, y cómo se justifica, que Inglaterra ensaya, la reducción de jornada?.

La respuesta está en la productividad del trabajo realizado; con el desarrollo de la ciencia y la revolución científico-tecnológica, las condiciones de una tierra sana y fértil, además del clima benigno, (Marx. K. El capital, lib.1, –XIV) sección 5, cap.); permite que el tiempo necesario, se reduzca drásticamente, merced al incremento de la productividad, (Plusvalía relativa) de suerte que, la distancia entre el trabajo necesario y el trabajo excedente se amplía, logrando mantener los márgenes necesarios para mantener e incluso aumentar la riqueza producida. 

Dicho juego de números en las horas laboradas, tiene una ventaja en la reducción de jornada – que aunque mantiene el grado de explotación de la fuerza laboral- disminuye el riesgo en los niveles de salud, indispensables para toda la fuerza de trabajo, amplía el tiempo de reposición de dicha fuerza, y amplia factores sociales como la recreación, cultura, formación, gregariedad y comunidad, es decir, los países recuperarían esa clásica estructura  de organización de la sociedad, que  traerá de vuelta un eje primordial en el desarrollo del capitalismo, la familia como “célula fundamental” de organización social desde su origen.

Se vislumbra, una organización social inclusiva, participativa, que traerá la recuperación de valores humanos esenciales para un sistema, que ha desatendido, a la humanidad, como conjunto social de hombres y mujeres, que no son, o no lo quieren ser, máquinas generadoras de beneficios, que además, va incrementar una mayor acumulación dineraria y (un aumento desmedido en desigualdad), para un número muy reducido de humanidad, que tiene tanto capital, a expensas de millones de esa otra humanidad, de los mínimos para vivir y de forma digna, Joseph Stiglitz nos dice que “la riqueza se acumula en menos del 1% de la población más rica.”

Es pertinente que la sociedad civil, las organizaciones sociales, las personas amantes de la patria, todos, asumamos una postura atenta y colaborativa, con gran cantidad de luchadores sociales, que, con el único interés de una vida digna para todos, una patria en paz y democracia, una distribución justa y equitativa de la riqueza nacional producida, llaman y claman por la organización y la unidad del pueblo costarricense.

Alajuela, 11 de julio de 2022.