La nueva moda
Óscar Madrigal
La OCDE es la nueva moda nacional. Los equipos económicos oficiales se parapetan detrás de sus postulados y recomiendan sus recetas como lo mejor y necesario para el país. Al fin y al cabo hemos entrado en el prestigioso club de los grandes países y de algo ha de servir la alta cuota de ingreso y mantenimiento. Por lo menos ha de ser para sacarle el jugo a lo que le interese a nuestros grandes capitales, pero solo lo que le interesa a este exclusivo grupo.
Porque también la OCDE brinda cifras de cuánto representa en el PIB el tributo que se cobra a los que más dinero reciben. Para esa organización en Costa Rica en 2018 esa tasa era del 4,9%, que es lo que se recauda de los sectores con mayores ingresos.
En América Latina y el Caribe los sectores de mayores ingresos aportaban por año un promedio del 6.3%.
El promedio de los países de la OCDE es de 11.5%.
Resulta evidente que Costa Rica está situado por debajo de la media del Continente y muy por detrás del promedio de la OCDE.
Por eso Merkel se extraña de que en América Latina los ricos o poderosos económicos no tributan. Por eso también América Latina es la región más desigual del mundo.
Según CEPAL el 10% más rico de la región posee el 71% de la riqueza y tributa solo el 5.4% de su renta. En Dinamarca, por ejemplo, esos grupos lo que tributan es el equivale al 27.9% y el tributo sobre bienes y servicios (que podría ser el equivalente al IVA en CR) es del 14.7%. En nuestro país es totalmente al revés.
El Gobierno podría empezar por atender las indicaciones de la OCDE en el sentido de aumentar considerablemente las tasas de los tributos a los que más ingresos reciben antes de recortes al gasto, cierre de instituciones o más impuestos indirectos sobre los trabajadores y trabajadoras.
(Datos obtenidos del artículo de Leandro Lutzky en RT Noticias publicado el 28 de mayo de 2020).