Dr. Esteban Calvo
Es lamentable y desde luego preocupante que se pretenda desacreditar la importancia que tiene el pronunciamiento dado por los Relatores Especiales de Derechos Humanos de la ONU sobre el proyecto de ley de regulación la huelga.
Poner en duda la calidad de las opiniones de estos expertos, so pretexto de tratarse de voces independientes, lejos de ser un argumento razonable, ubica el señalamiento en el aspecto esencial que le da validez y contundencia al pronunciamiento. Es precisamente la independencia de la que gozan los Relatores Especiales, lo que les permite emitir criterios técnicos al margen de todo tipo de presiones y condicionamientos. Es entonces su condición de independientes lo que garantiza la objetividad de sus opiniones.
Por otro lado, muy mal hace el Gobierno de la República al pretender desvirtuar los alcances que tiene el pronunciamiento de los Relatores, pues tal postura implica una contradicción de principios. Costa Rica forma parte del Grupo de Amigos que promueven el mecanismo de los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU del que forman parte las Relatorías Especiales. En el concierto de las Naciones Unidas a Costa Rica se le tiene como uno de los países abanderados de la defensa de estos mecanismos y siempre ha dado apoyo incondicional a las relatorías.
La reacción contra los pronunciamientos de los Relatores Especiales de la ONU es una conducta propia de los regímenes transgresores de los derechos humanos, y no de los países comprometidos con su promoción y defensa. Por esto, veo en el informe que han dado los tres experimentados Relatores sobre el proyecto de ley de huelgas, una oportunidad valiosa para que el país demuestre al mundo cuán serio es nuestro compromiso con los derechos humanos y el grado de respeto que profesamos por los organismos internacionales que los promueven. También creo que el acatamiento de las recomendaciones que hacen estos Relatores, potencia y legitima aún más la candidatura del país para ocupar nuevamente una silla en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Ojalá así lo vean las autoridades de Gobierno.
Imagen ilustrativa.
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