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Etiqueta: comunidad universitaria

No a los recortes de las giras de investigación y acción social

La comunidad Universitaria tanto estudiantes como docentes realizan una carta abierta al rector Gustavo Gutiérrez Espeleta y al Consejo Universitario, en donde se expresa una preocupación por la decisión tomada de la Oficina de Transportes de no asignar choferes para las giras de investigación y acción social con menos de 7 personas. Se argumenta que esta medida presenta inconvenientes para quienes participan en proyectos de investigación y acción social. Los motivos incluyen la carga adicional para la persona responsable de proyectos, la dificultad de estacionamiento bajo vigilancia en comunidades específicas, la conveniencia de grupos pequeños en ciertos contextos, la falta de licencia de conducir de algunos responsables de proyectos y la limitación de recursos en algunas Unidades Académicas. 

Se solicita una reunión urgente para encontrar una solución a este problema.

 

Imagen ilustrativa, UCR.

0,67% de los salarios de ‘U’ públicas compiten con los de Alemania

-Derecho de respuesta del Comité de Personas Interinas de la Universidad de Costa Rica a publicación del periódico La Nación*

El día 22 de febrero de 2021, el periódico La Nación publicó, en su portada, un titular que dice “Salarios de ‘U’ públicas compiten con los de Alemania”. El reportaje que acompaña dicho titular asevera que los salarios de las personas funcionarias de las universidades públicas costarricenses son equivalentes a los de las universidades alemanas, a pesar de las enormes diferencias que existen entre ambos países en materia económica y social. En medio de una coyuntura compleja como la que atravesamos actualmente, en la cual se está impulsando el proyecto de Ley de Empleo Público, nos parece necesario hacer algunas aclaraciones con respecto a esta publicación.

  • Existe una marcada diferencia entre el titular y el contenido del artículo. Por un lado, el titular hace una generalización errónea, pues, al no precisar cuáles sectores de las universidades públicas costarricenses tienen salarios que compiten con los de Alemania, hace pensar que son todos los salarios de todas las personas funcionarias de las universidades costarricenses. Como se demuestra en el siguiente punto, esto es categóricamente falso. De esta manera, el titular es tendencioso y exhibe una intención de manipular la opinión pública a interpretaciones equivocadas, pues hasta los datos expuestos en el artículo lo contradicen.
  • El artículo del periódico La Nación presenta una retórica de evidencia incompleta. Debemos entender por retórica una técnica oratoria con base psicológica que busca conducir a la persona lectora para que llegue a conclusiones erróneas. En este caso, se hace utilizando la falacia de evidencia incompleta que presenta a la persona lectora una versión manipulada de la verdad para conducirle hacia el sesgo de confirmación de que las universidades públicas son culpables de la situación económica actual por sus salarios altos. Como ya se indicó, esta conclusión es completamente falsa. Esta retórica se da, como indicamos desde el título. Sin embargo, la propia La Nación menciona que menos del 1% de todas las universidades públicas tiene salarios altos (0,67% para ser exactos, un número cercano a cero). Luego, para añadir más confusión en la persona lectora, convierte ese grupo en el total y hace afirmaciones como “hay 21 empleados con sueldos superiores a los ¢7 millones, es decir, el 13%”. En dicho punto recurre de nuevo a la retórica o engaño psicológico para producir un efecto negativo en el lector hacia las universidades públicas. Sin embargo, ese es el 13% del 0,65%, es decir el 0,1% aproximadamente. Este número es aún más cercano a cero. Este artículo sería un caso de estudio para el propio “No coma cuento” de La Nación, lo cual demuestra la hipocresía intelectual del periódico.
  • Ciertamente, existen grandes desigualdades salariales a lo interno de las universidades públicas costarricenses, como se puede inferir a partir de una lectura cuidadosa del artículo. Debido a que esta desigualdad es clara y evidente, si se examina el funcionamiento de las universidades, su denuncia no es mérito de La Nación. Más aún, cabe preguntarse con qué interés este periódico presenta un titular engañoso, sabiendo que la mayoría de personas no lee atentamente los artículos y se limita a la impresión que le causan los titulares de portada. A partir de esto se puede afirmar que la publicación de la La Nación no tiene como fin mejorar los sistemas de educación superior pública, sino otra cosa, porque, de lo contrario, ¿para qué se propondría engañar a sus lectores?
  • Desde el Comité de Personas Interinas de la Universidad de Costa Rica estamos convencidos y convencidas que estas desigualdades deben ser revisadas y corregidas y que ello significa defender y mejorar la educación pública costarricense. Sin embargo, a quien le corresponde revisar y corregir esta situación es a la propia comunidad universitaria, de acuerdo con el principio de autonomía reconocido en los artículos 84 y 85 de la Constitución Política.

Consideramos irrespetuoso e irresponsable publicar un titular y un reportaje como este, el cual contribuye a desprestigiar y descalificar, ante la opinión pública, la destacada labor que realizan las universidades públicas costarricenses a nivel nacional e internacional. Los aspectos financieros por mejorar en estas instituciones se deben hacer luego de realizar un análisis serio y riguroso, con miras a encontrar soluciones razonables y justas. Se esperaría de parte del periódico La Nación, uno de los medios de mayor difusión en Costa Rica, mayor rigor científico y periodístico. La sociedad costarricense lo merece.

* El periódico La Nación se negó a publicar este derecho de respuesta.

Manifiesto de la Comunidad Universitaria de las universidades públicas por el respeto a los Derechos Humanos y a una sociedad diversa y justa

22/03/18

 

Las suscritas – personas vinculadas a la comunidad universitaria costarricense -, alarmadas por el rumbo imprevisto que han tomado las elecciones nacionales, sentimos la obligación de comunicar las siguientes reflexiones.

Las potestades del Estado, y en concreto del Poder Ejecutivo, en la conducción de numerosos asuntos públicos es enorme. También lo es su impacto en la vida diaria de una sociedad cada día más compleja y plural, como la costarricense. Es por ello que el gobierno debe estar constituido por personas con las más elevadas credenciales democráticas, de respeto a los Derechos Humanos, al Estado de Derecho y a las más elementales normas de convivencia social.

Consideramos que la elección de personas y partidos políticos con visiones excluyentes de la vida pública, que alimentan o validan la discriminación de grupos humanos, o que también lesionan su dignidad, conduce a un aumento de la polarización social, generadora de situaciones de violencia que los discursos discriminantes legitiman. Esta creciente intolerancia y polarización alimentan la implementación de acciones lesivas para los derechos básicos de diversos sectores de la población costarricense.

Lo anterior alimenta un clima de enfrentamiento y conflicto que amenaza nuestra paz social, y nos desprestigiaría y aislaría en los foros internacionales, en los que nuestro país ha sido un baluarte en defensa de los Derechos Humanos y la Paz, y de los que depende buena parte de la defensa de un país que optó por no tener ejército, caso de los recientes éxitos del país en la Corte Penal Internacional.

La historia ha sido testigo de siglos de sangrientas luchas religiosas, y de lo que ocurre cada vez que un gobierno ha basado sus políticas en una visión fundamentalista de la religión. Una situación que, al día de hoy, sigue generando enorme sufrimiento en donde se encuentra implantada. La enseñanza de la historia es clara: elegir un gobierno que mezcle fundamentalismo religioso y política sería un enorme retroceso para nuestro país.

No podemos confundirnos. Esta no es una elección ordinaria. En las circunstancias actuales, debemos elegir un gobierno que garantice la plena libertad para la expresión de las diversas convicciones religiosas, filosóficas, políticas y personales, que coexisten en el seno de la ciudadanía costarricense.

Debemos elegir un gobierno que reconozca y respete la diversidad y pluralidad que caracteriza a la sociedad costarricense. Un gobierno comprometido con el estricto respeto a la integridad y dignidad de todas las personas, y a sus diversas visiones de mundo. Un gobierno que se oriente por el conocimiento social, económico y científico, y que aliente y respete a las comunidades humanas que se dedican a obtenerlo y difundirlo.

Por todo lo anterior, y por encima de nuestras diversas afiliaciones partidarias y posiciones políticas, las personas abajo firmantes valoramos el compromiso que ha adquirido Carlos Alvarado Quesada con el respeto a los Derechos Humanos, a la construcción de un Gobierno Nacional basado en acuerdos resultado del diálogo con diversos sectores de la sociedad costarricense, que incluye el fortalecimiento de la educación en todos sus niveles como un instrumento fundamental para la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

Por estas razones, por la magnitud de lo que se juega en esta elección, por Costa Rica, apoyaremos a Carlos Alvarado.

Acceda al siguiente enlace para ver los firmantes de la carta.

Manifiesto de la comunidad universitaria de las universidades públicas (1)

 

 

*Imagen tomada de Go Visit Costa Rica

Enviado por Juan Carlos Cruz Barrientos y María Elena López.

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