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Etiqueta: democracia participativa

Criminalización de la protesta social – video del foro

Costa Rica es un país de dilemas, contradicciones, ensueños y mitos, cuando de políticas y democracias, se trata. El simple ejercicio de una democracia procedimental puede sonar muy bien para los apetitos electorales, sin embargo, la gran desigualdad social que sufre Costa Rica, realidades de racismo, xenofobia y exclusión, desentonan con la narrativa oficial que endiosa la historia política costarricense.

El disenso ha sido castigado en Costa Rica. Que los puntos de comparación que ofrece Latinoamérica sean brutales, no implica que podamos revisar la historia de la represión, criminalización, judicialización e incluso muerte, de personas que han hecho manifiesto un desacuerdo con el statu quo en lo que de arenas políticas se trata.

La protesta social, además de ser un derecho fundamental, es un fenómeno que interesa tanto al mundo de la política, de la academia, como a los sectores populares y movimientos sociales, por supuesto. La protesta en Costa Rica ha adquirido particularidades en las últimas décadas, que invitan a su reflexión, pero que también preocupan a los sectores afines a las luchas sociales.

Dicha preocupación radica en que, paralelo a la transformación del papel de los partidos políticos, la intrusión de las redes sociales los juegos electorales, los nuevos o diversos repertorios de protesta, se presentan, a su vez, nuevas modalidades de represión, criminalización y judicialización de la protesta social en el país.

Confluencia Solidaria, como una iniciativa de convergencia socio política, convoca a este espacio de repaso histórico y reflexión como insumo para la comprensión de la coyuntura actual. Nos acompaña Marcela Zamora Cruz, quien forma parte del Centro de Amigos para la Paz, así como del Colectivo por el Derecho a la Protesta Social. Esperamos que este conversatorio resulte de provecho.

 

Foto: UCR.

FECON: Llamado al ecologismo costarricense

La crisis mundial y nacional actual (con sus componentes político, económicos y sanitarios) nos presenta enormes retos y nos brinda también posibilidades. Saldremos de ella, implementando una agenda ecologista, social justa y solidaria, y no una agenda capitalista neoliberal, patriarcal y extractivista.

Por lo tanto, proponemos:

1) Apoyar la re-activación de un amplio Movimiento Nacional, constituido por sectores sociales y políticos que impidan la destrucción de las conquistas sociales del pueblo costarricense, alcanzadas a un alto precio y con muchos esfuerzos. La unidad y las alianzas son imprescindibles ante enemigos poderosos.

2) La base de la reactivación económica debe ser la seguridad y soberanía alimentaria, rescatando las propuestas milenarias de pueblos ancestrales. Hemos visto con crudeza, pero también con claridad en estos meses, qué es lo estrictamente necesario para sobrevivir. Proponemos abandonar la economía de supuesta abundancia que significa acumulación en pocas manos, para centrarnos en una economía de la sobrevivencia, donde lo primordial sea la satisfacción de las necesidades más esenciales para todas las personas: techo, trabajo, alimento y agua pura en cantidad y calidad suficiente, tanto para la humanidad como para los seres animales y vegetales que coexisten en nuestro planeta.

3) Tierra para quien que quiera trabajarla y producir alimentos: Con extrema urgencia el campesinado sin tierra debe recibirla, además, se debe reconocer el derecho a la tierra de las mujeres que la están habitando y trabajando, construyendo redes de apoyo mutuo, en producción y comercialización, fortaleciendo relaciones campo-ciudad, de manera bidireccional.

4) No es el monocultivo, plagado de pesticidas y uniforme, el que nos garantizará la sobrevivencia. Debemos impulsar de manera masiva la producción agroecológica de alimentos, tanto en la ciudad como en el campo, considerando las necesidades humanas y las de seres polinizadores y dispersores (insectos, aves, mamíferos). Debemos proteger y dispersar nuestras semillas nativas, criollas, y fomentar el intercambio de conocimiento de prácticas agroecológicas. Producir lo que comemos y comer lo que producimos, reduciendo progresivamente las cadenas de dependencia alimentaria del exterior.

5) Esta crisis sanitaria nos ha mostrado que nuestras posibilidades de sobrevivencia se reducen si no contamos con buena salud. Se debe rechazar de manera radical todo lo que nos enferma y nos condena: comidas y bebidas basura, que son origen de diversas patologías y factores de riesgo como diabetes e hipertensión, sobrepeso, obesidad, etc.

6) No es solo con una producción y un consumo más racional y más local que sobreviviremos, sino que también es necesaria otra realidad de producción y consumo basada en la economía social solidaria, en la autogestión de los recursos verdaderamente cooperativa, basada en la organización local, tanto rural como urbana.

7) Debemos conducirnos hacia un modelo de verdadera democracia participativa y de control y defensa del territorio local y nacional, incluido el de nuestros propios cuerpos. Existe una necesidad de constituir unidades locales de poder real para la toma de decisiones políticas sobre los usos del territorio y sus recursos, para potenciar un bienestar integral y distribuido equitativamente, por sobre los procesos de acumulación por desposesión que trata de validar el desarrollismo globalista, amparado en estructuras institucionales centralizadas y con jerarquías complejas cooptadas por el poder hegemónico.

8) Nos comprometemos a luchar contra la implementación del programa neoliberal que propone esta administración, basado en el desmantelamiento de las conquistas sociales de nuestro pueblo, el ultra-endeudamiento y la venta de activos estatales y empresas públicas. Todo abuso, todo privilegio insultante debe ser eliminado. Aspiramos a una sociedad caracterizada por la ecosuficiencia, la ecoeficiencia y una distribución social de la riqueza que asegure una vida digna a todas las personas y no opulenta para unas pocas.

9) Rechazamos la falsa premisa que el desarrollo minero y petrolero será una solución económica para los problemas del país y sus pueblos. No es con más destrucción y más contaminación que lograremos una sociedad ambientalmente sana y socialmente justa. Urge un diálogo real sobre la matriz energética que necesitamos. El futuro no es el oro ni el petróleo.

10) El pueblo debe tener acceso a una renta básica universal, como derecho humano. La riqueza, inmoralmente súper acumulada durante las décadas pasadas en manos de una pequeña élite, debe ser redistribuida. Un nuevo pacto social se hace necesario. Es la única forma de evitar un derrotero violento.

11) Nos unimos al llamado de otros movimientos sociales de impulsar una Ley de Contingencia Fiscal Progresiva y Solidaria.

12) Con los pueblos indígenas, hacemos un llamado a sumarse respetuosamente a sus agendas de trabajo en pro de la recuperación y defensa de sus tierras y territorios, el empoderamiento del recurso hídrico, el respaldo a las prácticas culturales de producción e intercambio de trabajo, apoyo a los sistemas de uso tradicional de los recursos naturales (para alimento, medicina, materiales), a las fincas multicultivos (por su diversidad de productos), y al manejo comunitario de los bosques desde su cosmovisión.

Imagen UCR.

13) Es momento de hacer rupturas claras con el orden impuesto que por más de 30 años ha corroído la institucionalidad del Estado. Las dificultades del gobierno para atender en lo económico las necesidades más básicas de la población en media pandemia, es una clara muestra de los efectos nocivos del desmantelamiento institucional y el sobreendeudamiento público. Sin resolver las condiciones básicas para la estabilidad social en el país, es políticamente inviable iniciar un diálogo.

14) Como movimiento ecologista creemos que el diálogo es necesario y urgente, pero con condiciones claras: requerimos de espacios transparentes, respetuosos, efectivos, participativos, que lleven soluciones en distintos niveles (corto, mediano y largo plazo), y no con agendas definidas con anterioridad y a la medida de los grandes grupos de poder económico. Un diálogo que nos lleve a disminuir las desigualdades históricas, y camine hacia una justicia social, ambiental y de género.

Se trata de democracia

Óscar Madrigal

El día de ayer la editora de la sección de Opinión de La Nación, Guiselly Mora y el día de hoy el ministro de la Presidencia, Marcelo Prieto, dan una lección de lo que el neoliberalismo entiende por democracia.

La señora Mora manifiesta que no se puede gobernar con la participación de los sectores sociales, la sociedad civil que llaman algunos, los grillos que llama ella, porque básicamente para gobernar solo se necesita escuchar y dialogar con los empresarios que generan la riqueza (como si los obreros no produjeran plusvalía) y los diputados que son los únicos que generan el cambio.

Prieto, coincide en lo esencial con la señora de La Nación, cuando manifiesta que el Gobierno ya tiene la propuesta de ajuste económico para negociar con el FMI y que el foro virtual convocado por el Ejecutivo es solo para enriquecer el plan ya elaborado. Al final concluye: “El foro es un foro social, no enredemos las cosas. Estamos hablando del diálogo político permanente con las diversas fracciones de la Asamblea Legislativa”. En otras palabras, no hay que enredar las cosas, lo importante no es el diálogo con las distintas organizaciones sociales (sindicatos, de mujeres, ecologistas, comunales, campesinas, etc.) sino con los diputados.

En las dos versiones la democracia se reduce solo a la elección y luego el mandato se independiza de los electores, del pueblo. Ya no es necesario ni conveniente volver a consultarlo.

El concepto de democracia participativa para el neoliberalismo es muy peligroso porque parten del principio de que hay que expulsar del espacio público a la mayoría de los ciudadanos, limitándoles su poder hasta donde sea posible. De esta manera la democracia tiende a limitarse solo a la decisión de los representantes del pueblo, en este caso los diputados. Pero se parte del principio de que los diputados tienen un mandato imperativo, sea que los vincula directamente con el representado y que cumple con lo que ofreció en campaña. Sin embargo, lo que predomina en nuestro sistema es el mandato representativo en el cual el diputado no tiene la obligación de respetar el vínculo programático que lo ligó con sus electores. No se le puede destituir cuando incumple con las “instrucciones” o propuestas de aquellos que lo eligieron. Esta es la democracia que interesa al neoliberalismo, la que solo se limita a que el pueblo ejerza su voto. Los electores eligen a los gobernantes, pero no cómo gobiernan.

Del mandato de las últimas elecciones no surgió un programa de privatizaciones o venta de activos, impuestos regresivos, empobrecimiento de las clases medias o reducción y prohibición de derechos laborales, por ejemplo. Sin embargo, eso es lo que se ha venido aplicando el gobierno de Alvarado. Es un claro ejemplo de que las promesas de campaña y los programas por los cuales votó el electorado fueron sustituidos por otros, los de la UCAEPP y los grandes empresarios.

Por eso en estas circunstancias es más importante el diálogo y la participación directa y con poder de decisión de la sociedad organizada. El diálogo con los grillos es fundamental en una democracia realmente participativa tal y como la define la Constitución Política. Pero no solo como adorno, para enriquecer, lo cual es una vulgar burla, sino como la fuerza más importante de todo régimen auténticamente democrático.

Como a la señora Mora le gusta hacer citas de Rousseau le recordamos lo que al respecto decía: “los diputados del pueblo no son, pues, ni pueden ser, sus representantes; no son sino sus comisarios: no pueden acordar nada definitivamente”.

Don Marcelo parece haber asumido la democracia con tinte neoliberal, que aparta al pueblo de los destinos del país, tal vez para no molestar a La Nación.

El diálogo no es para adornar sino para decidir, de lo contrario es otra burla a la democracia.

BUSSCO: Futuro de IVM de la CCSS debe revisarse con diálogo participativo

El Bloque Sindical y Social Costarricense, BUSSCO, compartió con SURCOS una carta enviada a la junta directiva de la CCSS en la cual solicita: “1. En aras de la paz social y el ejercicio democrático, se suspenda el trámite de la reforma del Reglamento IVM. 2.Que se convoque a una Mesa de Diálogo con la participación de los sectores sociales (para que) se discuta el futuro de las personas adultas mayores en Costa Rica, la sostenibilidad del sistema de jubilaciones y que garantice calidad de vida a las personas trabajadoras”. La siguiente es la nota:

Señores y señoras
Román Macaya Hayes
María de los Ángeles Solís Umaña
Fabiola Abarca Jiménez
Marielos Alfaro Murillo
Christian Steinvorth Steffen
Bernal Aragón Barquero
José Luis Loría Chaves
Maritza Jiménez Aguilar
Mario Devandas Brenes
Junta Directiva
CCSS

Estimados (as) señores (as):

El Bloque Sindical y Social Costarricense, BUSSCO, que reúne a más de 60 organizaciones sindicales y sociales, ha sido informado por los medios de comunicación que la Junta Directiva pretende reformar el régimen de pensiones IVM, en forma unilateral, sin ningún proceso de análisis y debate público, como corresponde a una democracia y congruente con el mandato constitucional de un gobierno participativo.

Un asunto de esta trascendencia no se puede dirigir y resolver de esa manera, por lo que, de una vez manifestamos, que estamos solicitando que se suspenda cualquier intento de reforma, y en consecuencia, se disponga una mesa de diálogo social para el debate del tema, previa rendición de cuentas a los trabajadores de la gestión y la implementación de las sucesivas reformas.

Esa pretendida reforma, sin una validación de los estudios actuariales, se convierte en un “acto de fe”, desprovisto de rigurosidad técnica y legitimidad social, que no existe la menor duda que sería rechazado rotundamente por amplios sectores de la sociedad costarricense.

Esperamos que no se estén anteponiendo los intereses mezquinos de un reducido sector sobre los intereses de la gran mayoría de nuestro pueblo trabajador.

Justificada desconfianza en los Estudios Actuariales

En el año 2017, la Junta Directiva, como se hizo en el 2005, invitó a los sectores sociales a una Mesa de Diálogo, nombrándose representaciones del sector laboral, patronal y del gobierno, con la finalidad de buscar soluciones que garantizaran la sostenibilidad del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte.

En esa ocasión, ante serios cuestionamientos al estudio actuarial realizado por la Escuela de Matemáticas, contratado por la propia Caja, se solicitó a la Organización Internacional del Trabajo una visión de la reforma de pensiones en Costa Rica y un análisis del cuestionado estudio actuarial.

La OIT advirtió en la nota entregada y durante la presentación a la Mesa, graves deficiencias metodológicas de ese estudio, que desvirtuaron totalmente sus resultados, viciado de graves gazapos.

Entre las tantas inconsistencias advertidas, algunas elementales, destacan que no diferenció entre cotizantes activos y pasivos, sobreestimó el número de cotizantes, y en consecuencia, infló la cantidad de personas con derecho a pensión.

Además, se sobreestimó la formalización del empleo y se cuestionó la fórmula de cálculo para el monto de la pensión: “es como si los salarios de Costa Rica, fueran trasladados para financiar pensiones de Noruega.”

Posterior a la reforma del 2017, expertos muy calificados en especialidades matemáticas y actuariales, Juan José Víquez Rodríguez, Edgar Robles Cordero y Luis Rosero Bixby, realizaron una revisión técnica del Estudio de sostenibilidad del IVM, quienes señalaron falencias, omisiones y errores técnicos del Estudio del equipo de la Escuela de Matemáticas que realizó el estudio del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, concluyendo que los resultados son inválidos, los cuales correspondían a un escenario pesimista sin ningún fundamento técnico.

Estas debilidades y falencias han causado una justificada falta de confianza en los estudios actuariales, ya sea realizados directamente o contratados por la Caja, por lo que lo más conveniente es una validación de un órgano con experiencia en seguridad social, que no tenemos ninguna que la OIT es un órgano con una gran experiencia y experticia en esta materia.

Reforma del 2017

En la mesa tripartita de diálogo, de 2017, que fue acompañada por diversos sectores e instituciones, se acordaron 33 recomendaciones, que fueron acogidas por la Junta Directiva, producto de un esfuerzo y el mayor consenso de trabajadores, patronos y Estado, para dar sostenibilidad por lo menos 20 años (2038) al régimen, con propuestas paramétricas y no paramétricas, entre ellos la aceleración de los escalones contributivos.

Las recomendaciones finales de la Mesa de Diálogo fueron de orden estratégico, metodológico, incluyendo recomendaciones de regulación normativa para evitar la evasión y la morosidad y una sana gestión administrativa.

También se acordó la presentación de informes anuales de gestión, que a la fecha no se ha cumplido, mucho menos los compromisos adquiridos por el Estado en la Mesa de Dialogo del RIVM.

Una precipitada e inconsulta propuesta de reforma fundamentada en un elemental informe

Preocupa y extraña sobremanera que la propuesta de reforma del reglamento IVM que se pretende acordar, a golpe de tambor, se fundamente en un elemental informe elaborado por un Grupo de Trabajo, conformado por 2 gerentes: Jaime Barrantes Espinoza, Gerente de Pensiones y Luis Diego Calderón Villalobos, Gerente Financiero, el Ing. Ubaldo Carrillo Cubillo, Director Administración de Pensiones, el M.Sc. Cristian Torres Jiménez, Jefe Área Actuarial, Dirección Actuarial, con el equipo asesor correspondiente.

Aunque la reforma anterior se aprobó a finales del año 2017, la Junta Directiva acuerda que la “Valuación Actuarial del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte, al 31 de diciembre de 2018”, sería un “insumo inicial básico de los grupos de análisis que se conformen con el propósito de plantear planes de fortalecimiento del Seguro de Pensiones de la CCSS.”

Sin embargo, en lugar de planes de fortalecimiento lo que se presentó a la Junta Directiva son exclusivamente reformas paramétricas, con graves consecuencias para trabajadores, patronos y Estado, a menos que como en otras ocasiones se quiera cargar la reforma solo en las personas trabajadoras.

Las reformas propuestas

Resulta tentador para los jerarcas proponer cambios en el perfil de beneficios, edades de retiro y contribuciones, con el criterio de esos parámetros “sí están en control de la CCSS” y descartando, a priori, la búsqueda de nuevas formas de financiamiento porque “es lento y engorroso”.

Nuestras observaciones preliminares a las propuestas:

Las propuestas para todos los trabajadores del país

Plan 1 – Elimina totalmente el retiro anticipado.
Plan 2 Aumenta la edad para el retiro anticipado: hombres a los 64 años con 30 años cotizados y mujeres a los 62 años, con más de 37 años cotizados.
Disminuye el monto de pensión: > Utiliza el promedio de toda la vida laboral para el salario de referencia > La pensión se calcula con el 40%, 45% y 50% del salario de referencia. > Aumenta en 5 años el requisito para reconocer mes adicional cotizado
Aumento contribuciones: incremento en 5,5% tripartito. De 10,66 a 15,16%.
Plan 3 Elimina y aumenta la edad para el retiro anticipado: lo elimina para los hombres. Las mujeres aumentan la edad a 62 años con más de 37 años cotizados.
Disminuye el monto de pensión: > Utiliza el promedio de toda la vida laboral para el salario de referencia > La pensión se calcula con un 45% del salario de referencia. > Aumenta en 5 años el requisito para reconocer mes adicional cotizado
Aumento contribuciones: incremento de 5,5% tripartito. De 10,66 a 15,16%.

 

1.- Nuevas condiciones para el retiro anticipado

Se elimina el incentivo a la larga cotización durante la vida laboral al eliminar el retiro anticipado, incrementar la edad o mantenerlo solo para las mujeres, no visibiliza que para lograr ese beneficio se debe cotizar por casi 40 años, desconoce que hay grupos ocupacionales con esas contribuciones que tienen una expectativa de vida menor y que ya existen personas trabajadoras que han cotizado por más de 20, 30 o más años y que han mantenido que ya han cotizado 30 o más años con la expectativa de lograr una pensión adelantada.

Finalmente, en el caso de las mujeres alarma que la administración de una institución de seguridad social, mantenga una visión patriarcal del trabajo, obviando el trabajo no remunerado de las mujeres trabajadoras, su papel como cuidadoras y el aporte a la sociedad, desconociendo los avances en acciones afirmativas a favor de las mujeres.

2.- Disminuir el monto de las pensiones

a.- Modifica la Fórmula de cálculo del salario de referencia

En el 2005 cuando se reformó la formula se tenía el objetivo de desincentivar que las personas contribuyeran mayoritariamente durante los últimos 5 años, para obtener mejores pensiones sin que se hubiera cotizado.

La regresiva propuesta disminuye considerablemente el salario de referencia, al utilizar la totalidad de los salarios cotizados, con el consiguiente decrecimiento del monto de la pensión.

b.- Reducción del monto en un rango entre 40-50% del salario de referencia.

El porcentaje de reemplazo del salario ha venido en caída libre desde los años 90, llegando en el 2005 a definir 8 estratos con respecto a los salarios mínimos, cuyos rangos oscilan entre un 43% y un 52,5%.

La agresiva propuesta establece rangos de 40%, 45% y 50% para el monto de pensión; una medida mucho más injusta para los sectores más vulnerables.

Por otra parte, no es cierto que los regímenes complementarios estén sustituyendo la reducción de los beneficios en el régimen básico, en este caso el RIVM.

3.- Aumento de las contribuciones

Como si lo anterior no fuera suficiente gravoso, la propuesta de aumentar en un 5,5% la contribución tripartita, mediante ajustes cada 3 años, desde el año 2020, pasando de un 10,66% a 15,16%, es un coste muy alto.

4.- Reducción de la cuantía adicional

El objetivo de esta modalidad es la permanencia en el sistema y pretender no calcularlo a partir de los 20 años, sino a los 25 años cotizados, no incentiva a la permanencia en el sistema, eliminando el 1% anual por cuantía adicional.

Con fundamento en lo expuesto se concluye que no se trata de una reforma de baja intensidad, sino de una reforma estructural, de implicaciones profundas, la cual no puede ser discutida en un consistorio secreto.

La reforma que se justifique debe implicar un proceso de diálogo social, amplio, transparente, que incluya la participación de los actores sociales.

Con fundamento en los motivos expuesto, solicitamos:

  1. En primer lugar, en aras de la paz social y el ejercicio democrático, se suspenda el trámite de la reforma del Reglamento IVM.
  2. En segundo lugar, que se convoque a una Mesa de Diálogo, que con la participación de los sectores sociales se discuta el futuro de las personas adultas mayores en Costa Rica, la sostenibilidad del sistema de jubilaciones y que garantice calidad de vida a las personas trabajadoras.

Solicitamos que esta petición se resuelva dentro del plazo de ley.

Sin otro particular, suscribe atentamente,

P/ Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense, BUSSCO.

Martha Elena Rodríguez González.
Secretaria General Adjunta UNDECA.
Comisión Política, BUSSCO.

Copias:

Sr. Carlos Alvarado Quesada, Presidente República de Costa Rica.
Sra. Carmen Moreno González, Directora Oficina de la OIT en Costa Rica, OIT.
Sra. Giannina Dinarte Romero, Ministra; Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social.MTSS
Sra. Patricia Mora Castellanos, Ministra; Instituto Nacional de las Mujeres, INAMU
Sra. Catalina Crespo Sancho, Defensora; Defensoría de los Habitantes, CCSS.
Movimiento sindical y Social.
Trabajadores y trabajadoras.
Archivo.

Foto: Semanario Universidad.

Planteamiento público al Presidente Carlos Alvarado Quesada

COORDINADORA PATRIOTICA ALAJUELENSE
JUAN SANTAMARIA

23 de julio del 2020

Carta Pública

Sr. Carlos Alvarado Quesada
Presidente de la República de Costa Rica

Miles de costarricenses integrantes de organizaciones sociales, cívicas, sindicales y ambientales coincidimos en que llegó la hora de hacer ejercicio de nuestros derechos y deberes ciudadanos, ante la crítica situación fiscal, económica y social, y nos vemos en la obligación de hacerle públicamente el siguiente planteamiento.

Para nosotros y para miles de costarricenses es evidente que en esta situación de pandemia, las libertades que tanto apreciamos están bajo la amenaza de grupos privilegiados que utilizan la crisis para mantener, reforzar y ampliar su control del poder político y así obtener mayores beneficios económicos, consolidando una preocupante e inaceptable plutocracia.

Además, somos conscientes de que nuestros antepasados instauraron la democracia como sistema para proteger los derechos de todos los ciudadanos, especialmente los de minorías y grupos vulnerables.

También tenemos claro, que quienes ahora intentan reforzar su control del poder, son los que en las últimas décadas han minado y debilitado sistemáticamente esos derechos logrados durante décadas de trabajo colectivo para lograr la democratización. Ese ha sido también un trabajo de búsqueda de igualdad y de oportunidades.

Sabemos que en este momento la democracia es más importante que nunca y estamos dispuestos a defenderla en cualquier momento y en cualquier terreno, incluyendo la calle.

La democracia real, no la del papel, permite a la sociedad civil movilizarse, enfrentar las desigualdades, debatir abiertamente los asuntos políticos, distribuir información confiable y pedir la rendición de cuentas. En estos momentos de crisis necesitamos y vamos a defender esa democracia, en los medios y en las calles.

Aún más, nuestra democracia y nuestra Constitución Política establecen que el gobierno de la república ha de ser popular, representativo, PARTICIPATIVO, alternativo y responsable, Lo ejercen el PUEBLO y tres Poderes distintos e independientes entre sí.

El respaldo constitucional de los artículos 9 y 11 nos convoca como PUEBLO hoy y aquí a hacer los siguientes planteamientos que usted por deber constitucional no puede obviar.

Los políticos en los últimos 25 años han saqueado las arcas del Estado a través de actos de corrupción (INS reaseguro 1.220.100.000 de colones (PUSC), Pacto La Nación- Hacienda 2.100.000.000 de colones, Canal 7 obligado a pagar 3.724.419.539 de colones, platina (PLN) 7.000.000.000 de colones, cemento chino (PAC) 18.592.000.000 de colones, Caja Fischel (PUSC) 18.600.000.000 de colones, Yamber (PAC) 21.500.000.000 de colones, Préstamo Español (PLN) 23.240.000.000 de colones, trocha (PLN) 50.000.000.000 de colones, pensiones de lujo (PAC-PLN-PUSC) 663.002.340.000 de colones ) que sumados alcanzan la muy importante suma de 804.039.285519 millones de colones, cerca del 2.7% del PIB.

Además el Estado, por maniobras cuestionables de esos mismos políticos han llevado la deuda del Estado con la CCSS a la inimaginable suma de al menos 1.8 billones de colones al 2020.

Esto lo han hecho los negligentes e irresponsables del PLUSC_PAC, coludidos con empresarios que han actuado directamente en contra de esa institución a través de tácticas dilatorias y hasta evasión y elusión crónicas, que han hecho sucumbir la seguridad social, pero también al margen de sagrados principios, valores y deberes constitucionales.

Más recientemente como parte del proyecto de Plan Fiscal (PAC, PUSC, PLN, RN, NR, PIN) se otorgó una amnistía tributaria al sector privado de 194.000.000.000 de colones (0.7% del PIB). Por otro lado el Gobierno de Costa Rica informó este miércoles 1 de Julio que el déficit fiscal del 2019 cerró en el 6,96 % del Producto Interno Bruto (PIB), la cifra más alta de los últimos años y que superó en un punto porcentual a la del 2018. Los efectos de la pandemia podrían estar llevando el déficit fiscal alrededor del 10% del PIB. La deuda externa de nuestro país alcanzaría para fin de año los 43 mil millones de dólares.

Apenas la última semana de Junio, como acciones para cargar una vez más el déficit fiscal y los efectos de la corrupción de los políticos de las últimas décadas sobre las espaldas del pueblo, se anuncia la posible venta, probablemente a precios de remate para negocio de políticos nacionales, de parte importante del patrimonio común de los costarricenses. Vale decir el BICSA, el BCR, FANAL, RECOPE y KOLBI de ICE), en unos 532.000.000.000 de colones, cerca del 1.4% del PIB. Todo eso como parte de las negociaciones, por cierto muy opacas, entre uno de los poderes de la república (sin participación del pueblo y en violación del artículo 9 de la Constitución) con el FMI, a quien su administración le ha solicitado financiamiento para que el pueblo pague las sumas considerables de dinero que los políticos y empresarios corruptos se han robado en los últimas dos décadas.

Ciertamente como pueblo consciente de este saqueo, no vamos a permitir que nos vendan las joyas de la abuela. Esa es una acción más de los poderosos que nos quieren robar la democracia endeudándonos y empobreciéndonos aún más, comprometiendo injusta e irresponsablemente a las futuras generaciones.

También tuvimos la oportunidad de escuchar una entrevista a su exministro de Hacienda en el medio digital EL Faro el 28 de Junio de 2020, en la que se mencionan datos escandalosos pero muy clarificadores de los asuntos internos de la hacienda pública.

Estos datos dejan claro que la solución de los problemas fiscales no está en las cosas que hasta ahora se han hecho o se proponen, sino casualmente en lo que no se ha hecho, como es el control de la evasión y la elusión, entre otras cosas, y en lo que los políticos de turno y los burócratas tecnócratas no están dispuestos a trabajar como es su obligación ética y legal en cumplimiento de la ley 8292 (Ley general de control interno).

Los datos que se dan a conocer por parte del exministro Chaves no pueden ser ignorados, ni puede el Poder Ejecutivo decir que no son reales porque vienen casualmente de su exministro de Hacienda.

De acuerdo con el exministro la evasión fiscal en Costa Rica está entre los $3.800 millones y los $5000 millones (entre 2,2 y 2.9 millones de millones de colones), entre el 6% y el 8% del PIB. Una suma a todas luces escandalosa que hace palidecer lo recaudado por el mismo plan fiscal impulsado por su gobierno y la Asamblea Legislativa, además de que nos deja muy claro que en Costa Rica no existe un déficit fiscal, lo que existe es una enorme evasión fiscal.

La recaudación de los montos de dinero que son del gobierno de la república, y que algunos no pagaron y se dejaron esas exorbitantes sumas de dinero terminaría con el problema fiscal de manera eficaz, eficiente y expedita mediante un decreto suyo.

Con voluntad política y con manejo efectivo de la autoridad que les otorga el puesto, al presidente, al ministro de hacienda y a los burócratas de mandos medios y ejecutivos, en cuestión de 3 o 4 años se recaudaría esa suma que se roban los evasores. Esos montos no solo pagarían el déficit fiscal en casi su totalidad, sino que serían montos mucho más altos que los montos que el mismo FMI nos podría prestar. Tampoco tendríamos que vender ninguno de los preciados e invaluables bienes patrimoniales de los costarricenses.

Evidentemente no tiene explicación alguna el querer endeudarnos cuando no necesitamos hacerlo, excepto que existan intermediarios percibiendo jugosos ingresos por asesorar en el trámite de préstamos y/o el de “venta de activos” del Estado. Lo que necesitamos es recuperar el dinero que algunos se vienen robando de la hacienda pública y esto es lo que exige el Soberano a usted (y a su gobierno), electo en el marco de una elección popular y de la Constitución Política, la cual usted juró cumplir y la cual nosotros tenemos el derecho y el deber de vigilar y garantizar que se haga valer y prevalecer, por encima de presiones, privilegios e intereses corporativos o individuales, nacionales o extranjeros.

Según lo dicho en esa entrevista solo se requiere de una inversión de entre $150 y $250 millones en la compra y puesta en práctica de los instrumentos tecnológicos requeridos para iniciar la recuperación de esos dineros. Por supuesto, además sería imprescindible la voluntad política para hacer lo que a todas luces hay que hacer y que es precisamente lo que el pueblo exige hacer.

No es posible que tengamos a mano la solución a mediano plazo de la situación fiscal y no se tenga la voluntad política de un gobierno que se llama democrático para ejecutarla. No podemos permitir que se esté comprometiendo el futuro de varias generaciones por la inacción, colusión o complicidad del gobierno en una situación como la que tenemos entre manos y que ya no se puede seguir ocultando.

Este saqueo sistemático y paulatino de la hacienda pública, que ya es sistémico y se ha consolidado a lo largo de los años, está acompañado de un proceso de empobrecimiento de la población, de un incremento de la desigualdad, la discriminación y la exclusión, las cuales vienen a traernos como resultado un país más pobre y de muy pocas oportunidades para las mayorías. Costa Rica se encuentra entre los más desiguales de América Latina, y para no solo combatir esa desigualdad, sino también para poder desarrollarnos como sociedad con base en planes operacionales y a 25 años plazo, es necesario cerrarles los portillos a los defraudadores del fisco.

Este país ocupa el tercer lugar en desigualdad en América Latina. Sabemos que la desigualdad es el resultado de las políticas de un país. En nuestro caso ese grado de desigualdad se da como resultado de las acciones y presiones que sobre el Estado han ejercido tradicionalmente los grupos poderosos, para su propio beneficio. De esta manera, la distribución de la riqueza simplemente dejó de darse y pasó a unas pocas manos. Son las mismas manos que ahora nos tienen en esta encrucijada fiscal.

Ante todo esto, el pueblo, representado en las más diversas organizaciones sociales exige que:

1-su gabinete le explique al país porqué insiste en tomar medidas económicas en contra del pueblo y en buscar endeudamientos muy negativos para nuestro futuro, mientras existen opciones viables para solventar los problemas, siempre y cuando se tenga el coraje, la entereza moral y la voluntad política para hacerlo. Es imperante en esta hora de la historia que usted dé soluciones de cara al pueblo de Costa Rica, es decir ante el cuarto poder que también debe constitucionalmente ejercer el poder en este país a la par del Poder Ejecutivo, el Judicial y el Legislativo.

2- escuche al pueblo que por derecho y mandato constitucional también ejerce el poder

3- no se vendan empresas del estado (banca estatal, ICE, FANAl, RECOPE y otras)

4-no se vendan activos importantes del país

5-el gobierno se abstenga de aprobar más deuda externa e interna

6-se inicie de inmediato el proceso de instrumentalización de la Hacienda Pública para el cobro urgente a los evasores.

7- rinda cuentas al pueblo explicando las razones que le impiden, como presidente, tomar este camino constitucional de solución expedita, contundente, eficaz, eficiente , legal y ética a los problemas financieros del Estado y que es, además, un camino mucho más beneficioso y menos agobiante para la mayoría de la población, sabiendo que en materia de control de la evasión y la elusión fiscal, tendría usted garantizado el respaldo total del 99% de los costarricenses .

8-rebaje los salarios a los más altos funcionarios de Hacienda por su ineficiencia y por haber permitido esa escandalosa evasión.

9-aplique la equidad en la carga que debemos pagar todos los costarricenses ante esta crisis fiscal, económica, social y de salud asociada con el Covid-19, de manera que se cumpla con el artículo 33 de la Constitución Política que dice:

Artículo 33.- Toda persona es igual ante la ley y no podrá practicarse discriminación alguna contraria a la dignidad humana. Reforma dada por ley No.7880 y Publicada en la Gaceta 118 del 18 de junio de 1999.

10-aplique justicia tributaria, de manera que paguen más los que más tienen.

11-proceda a eliminar las odiosas e inconstitucionales exoneraciones tributarias que por su naturaleza discriminatoria maltratan otros sectores del país.

12-cesen de amnistías para sectores económicamente poderosos

13- se detenga la desigualdad por medio de la aplicación de un sistema tributario que en efecto controle la evasión y la elusión.

14- explore otras fuentes limpias de ingreso económico para el Estado (complementarias a los Impuestos).

15- realice un inventario de gastos innecesarios, para eliminarlos o reducirlos: pago de asesorías superfluas, pago a organismos internacionales como OCDE y otros.

16- efectúe un inventario de gastos en pensiones de lujo y pensiones a difunto, con miras a reducir o eliminar, según corresponda.

17-Lidere un verdadero, nuevo e histórico Pacto Social de cara al bicentenario en el que participen todos los sectores que democráticamente deben de participar.

Para todo esto tenemos los instrumentos y las condiciones. Lo único que nos falta en este proceso es la voluntad política para hacerlo y esa es nuestra mayor exigencia en este momento.

Los ciudadanos que dieron su voto para elegirle presidente, igualmente le exigen en este momento esa acción determinante para un futuro menos doloroso, de mayor esperanza y más digno para Costa Rica.

COORDINADORA PATRIOTICA ALAJUELENSE JUAN SANTAMARIA
Por la consolidación de instancias regionales de unidad en la diversidad de los movimientos sociales
POR LA ARTICULACION PROPOSITIVA Y UNITARIA DEL PUEBLO COSTARRICENSE

Camino a la democracia participativa

Hernán Alvarado

Por fin una buena noticia: el pasado viernes 17 de julio, el Movimiento territorios seguros resolvió el gran desafío de organizar de manera virtual, en un contexto de pandemia y con el meritorio apoyo de la UNED, la magna actividad llamada «Segunda actividad nacional de rendición de cuentas y evaluación de resultados». Esta actividad innovadora permitió sopesar el avance de la participación ciudadana en diferentes instituciones, reuniendo trabajadores públicos y población civil.

Palabras auspiciadoras

En esta segunda actividad nacional, se escucharon palabras certeras por parte de Román Solís y Fernando Cruz del Poder judicial; Emilia Navas de la Fiscalía general; Julio Jurado de la Procuraduría; Max Esquivel del Tribunal de elecciones; Tatiana Mora de la Defensora de los Habitantes, entre otras. Se escuchó clara la importancia de defender el Estado de derecho y, en primer lugar, la Constitución. Eso pasa por fortalecer la institucionalidad y la participación ciudadana dentro de ella, así que se avizora una nueva veta para el desarrollo de la institucionalidad pública.

Carlos Campos, coordinador del movimiento, subrayó que el poder de la República radica en el Pueblo, que hemos comenzado a poner con mayúscula, aunque no aparece así en la carta magna; porque el Pueblo constituye el primer poder de la República; no es la Asamblea Legislativa, que sería el segundo; el Ejecutivo sería entonces el tercero y el Poder judicial el cuarto. Esos cuatro poderes deben garantizar que la sociedad disfrute de su bien social supremo que es la paz. Eso es respetar el orden constitucional. Y es que antes que funcionarios y autoridades, antes que trabajadores o empresarios, somos ciudadanos. Todos somos parte del Pueblo, que es la fuente de todo poder y en Costa Rica tiene el mandato de cogobernar como soberano, junto a tres poderes independientes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial).

Entonces, nace la pregunta: ¿quién es ese Pueblo? En primera instancia, Pueblo somos todos los ciudadanos, ellas y ellos, niños, jóvenes y adultos mayores; no solo los que votan. Se constituye, por tanto, con todas las personas sujetas de derecho, cuyos derechos el Estado reconoce y cautela. Aunque sea una definición pasiva, incluso vaga o poco operativa, que corresponde más al criterio de inclusión que al de participación. La inclusión es ciertamente una condición indispensable, como la información, pero no agota ni las posibilidades ni las necesidades de la participación ciudadana.

¿Y quién es entonces el soberano?

La Constitución reclama un Pueblo que actúe como soberano, es decir, como Pueblo con disposición y capacidad de sujeto político. Para esto es necesario ser y sentirse parte del Pueblo, pero no es suficiente. El Pueblo resulta ser una entelequia si no hay voces que asuman el interés general que él representa. De manera que soberano no es quien se siente depositario de derechos, pero no portador de deberes cívicos. El soberano tiene tareas por cumplir, entre ellas las de vigilancia y control del aparato de Estado; para garantizar que los representantes, autoridades y funcionarios públicos cumplan con sus deberes de representación, dirección y ejecución; al servicio de la convivencia pacífica. En ese sentido, la posición soberana implica un proceso de auto empoderamiento y de auto capacitación, para ejercer plenamente la ciudadanía activa. Eso requiere aprender e incorporar una serie de atributos que forman parte de un proceso de emancipación, con respecto a fantasmas o miedos propios, tanto como a poderes fácticos y formales; lo que supone compromiso personal. Ser parte del soberano implica que cada individuo, cada yo, se forme como una persona ciudadana, lo cual se realiza a través de un proceso educativo organizado.

Además se trata de construir un sujeto social con una inteligencia colectiva que supone voces particulares que se transforman constantemente, mediante diálogo, en una voz cada vez más abarcadora y comprometida con el bien común. El soberano deviene así un constructo social y dialógico que no se puede dar por supuesto, sino que implica una acción consciente e intencional.

Sin embargo, como toda educación política, ese proceso no acaba en un aula, ni basta con un libro, porque al final solo se logra en la práctica, que es donde se adquiere la conciencia social. El ciudadano aprende a serlo ejerciendo sus derechos y confrontando a quienes pretenden restringirlos, conculcarlos o burlarlos. Lo que supone superar la posición de víctima pasiva de los poderes constituidos y fácticos para asumir una actitud digna y responsable, de cara a la construcción histórica y social del gobierno del Pueblo, para el Pueblo y con el Pueblo.

Así resulta que todos pertenecemos al Pueblo, pero no todos deciden ser parte del soberano. A nadie se le puede obligar a ello. El soberano implica auto incluirse, capacitarse y asumir una posición permanentemente activa, crítica y propositiva. Así, todos nacemos con derechos protegidos por el Estado, pero no todos los defendemos y derecho que no se ejerce es como si no existiera. Pero no todos los pobladores deciden ser soberanos y a ninguno se le puede obligar. En esa voluntariedad del soberano radica su legitimidad y autoridad moral. Todo esto forma parte del ideario de este movimiento.

Un índice de participación ciudadana

La metodología y la tecnología no fueron toda la novedad que nos trajo este evento. La sorpresa, cual cereza en el pastel, fue la presentación del «Índice de participación ciudadana». Entre otros componentes, el índice incluye el tema presupuestario; en la medida en que esto contribuye o no a la formación de personas ciudadanas. El presupuesto es la frontera próxima de una participación cuyo fin último es el empoderamiento ciudadano.

Se pretende medirlo cada año para ser presentado en el mes de julio, en conmemoración de la reforma del artículo 9, impulsada en el 2003 por esa persona extraordinaria que ha sido doña Jocelyn Sawyers. Hay que ver lo pequeños que se ven los actuales diputados a la par de esta gran maestra pensionada, el verdadero lujo es tenerla aún con nosotros. Significativamente, fue un viento fresco que también, como este movimiento, vino del Caribe. Otra cosa que habrá que agradecer siempre al espíritu, que hoy parece extraviado, del PLN.

Aunque se comprende finalmente que la rendición de cuentas no es un tema para un evento extraordinario anual, sino un proceso de mejora continua y cotidiana; un proceso constructivo, permanente, que seguirá encontrando obstáculo en la inercia de la cultura institucional tradicional y en la falta de voluntad política de los gobernantes que ven en la ciudadanía activa no el gran recurso y aliado que puede ser, sino la amenaza constante que también es para el ejercicio vertical, autoritario y arbitrario del poder delegado.

Una construcción democrática

Queda claro que la democracia participativa que manda la Constitución no caerá del cielo. Requiere un proceso histórico y social que depende de la participación misma. La democracia devendrá participativa en la medida en que se vuelva participante. Eso implica abrir las puertas de las instituciones a una ciudadanía decidida a ocupar su silla responsablemente, para el pleno ejercicio de su derecho a incidir en las decisiones.

La participación debe conducir a ese proceso de empoderamiento sin el cual la palabra soberano no pasará de ser una magnífica ficción jurídica, como decir Estado o comunidad. El soberano demanda organización y método, así como un movimiento consciente, con voluntad política, que se levanta sobre los hombros de una ciudadanía comprometida, consciente de sus obligaciones civiles y responsable con sus deberes patrios. Eso es una revolución democrática que avanza en silencio, pero firme, como toca a quien tiene un rumbo cierto.

Al juzgar los informes presentados por las distintas instituciones parece que estamos en una primera fase que es la lucha por la transferencia y la rendición de cuentas. Es una etapa en que la ciudadanía se concibe como audiencia, como destinataria de información; aún no como decisiva y auditora. Por ejemplo, se mencionó como algo relevante que la información debe ser accesible, no solo por los canales que se usen, sino por el lenguaje mismo y los formatos que la vehiculizan.

Como lo reconociera con honestidad Francisco Flores, de la Asamblea Legislativa, en última instancia la ciudadanía aspira a participar en la elaboración de leyes, pero aún no se cuenta con los mecanismos y recursos que lo hagan posible. Eso es particularmente crítico en relación con algunos grupos, como las personas con discapacidad, o las que sobreviven en condiciones socioeconómicas o de género adversas, por lo demás inaceptables. Sin embargo, poco a poco se irá avanzando más allá de los esfuerzos de transparencia o de consulta hacia la participación efectiva del soberano en la toma de decisiones. La Constitución convoca al Pueblo a ejercer el gobierno de la República como soberano, no solo a orientarlo, controlarlo y evaluarlo. A la luz de ese gran propósito, estamos en pañales, pero el camino se ha ido abriendo de manera perseverante e inteligente.

Un feliz aniversario

A lo largo de diez años, el Movimiento territorios seguros ha venido abriendo un camino que solo se hace ascendiendo desde la base social, desde las comunidades, desde el corazón del Pueblo y con fuerza de mujer. Así se ha ido hallando la metodología para formar ciudadanía consciente y activa (metodología de los triángulos) y para convocar a instituciones que vienen avanzando en el tema de participación. Habría que reconocer por lo menos la inclusión desde el principio del Poder judicial y de las universidades públicas, dicho a modo de ejemplo.

Así se ha venido abriendo un espacio de diálogo entre ciudadanía y funcionarios que hoy es un referente a escala internacional. Queda sin duda mucho por andar, pero la dirección ya está trazada. El movimiento construye territorios de paz gracias al concurso de ciudadanos activos y funcionarios que comprenden que son ante todo servidores públicos. Por eso, constituye hoy, por méritos propios, la vanguardia de la democracia participativa, exigida por el artículo 9, según se reformara en el 2003, y el artículo 11, que establece que los funcionarios son «simples depositarios de la autoridad» obligados a informar, rendir cuentas y ser evaluados.[1] ¡Larga vida a este heraldo de paz social!

[1] Constitución de la República de Costa Rica.

Foto de cabecera: Mayo del 2019. Segundo congreso del Movimiento de Ciudadanía que construye Territorios Seguros.

Un futuro optimista: nuestro compromiso profesional en la construcción y desarrollo de la sociedad costarricense*

Mario Devandas Brenes 1

Universidad Estatal a Distancia, Tutor jubilado, Costa Rica

Buenas tardes.

Agradezco a las autoridades universitarias y de manera particular a la profesora Julia Li la invitación para dirigirles unas palabras en este importante acto de graduación.

Culminar un programa de posgrado es un motivo de júbilo y de fiesta, por lo cual, en primer lugar, debo felicitarles, tanto a cada graduando como a sus familias. Es un paso que nos permite ver con optimismo el futuro y nos obliga a meditar sobre él. Permítanme entonces unas reflexiones al respecto. Suele decirse que el conocimiento comienza por la pregunta y también la rebeldía. Hagámonos pues algunas preguntas.

Se dice en el Génesis que Adán y Eva tomaron una fruta del árbol prohibido, del árbol del conocimiento, del árbol del bien y del mal. Ese pasaje se inició con la pregunta de la serpiente, esa pregunta según la tradición judío-cristiana nos tiene aquí.

En el corazón del hombre habita el bien y el mal, considera Erick Fromm2. Ni este criterio ni la relación bíblica, debemos tomarlas como una condena, menos como3 una excusa para justificar nuestros actos.

La capacidad de discernir es una condición de los seres humanos, eso llamado libre albedrío nos obliga calificar nuestras conductas y esta capacidad humana implica, para quienes hemos alcanzado niveles superiores de formación académica, una muy alta responsabilidad, indisociable de la comprensión de que el éxito alcanzado no es solo producto del esfuerzo individual y familiar, sin duda fundamental, sino, además, del esfuerzo social. En su conjunto la sociedad aporta al desarrollo de la educación y configura el contexto en que nos desarrollamos. Por eso emerge la pregunta: ¿cuál debe ser nuestro compromiso en la construcción y desarrollo de esa sociedad tan prolija con nosotros?

Ante esa pregunta vuelve a surgir el dilema del bien y del mal, desde luego todos nos inclinamos a escoger el bien, sin embargo, las cosas no son tan sencillas. Escuché recientemente a un experto en derechos humanos de Naciones Unidas explicando que había entrevistado a varias personas con altos cargos en el régimen nazi y ninguno de ellos consideró haber actuado mal.

Estoy seguro de que la misma respuesta se hubiese obtenido en una entrevista a Stalin, a Pol Pot, a Pinochet, a George Bush, o a Trump.

La lección derivada de esa experiencia es la siguiente: todos actuamos conforme a nuestras ideas, ellas nos conducen a decidir lo mejor para nosotros, para nuestros hijos y para toda la sociedad.

Llegamos de esta manera al centro de nuestro esfuerzo académico. Durante los diversos programas de estudio recibimos ideas, maneras de entender e interpretar el mundo y con esas ideas y otras impresas en la cultura, forjamos nuestra cosmovisión, una visión integral acerca de nuestras relaciones personales y también de las consideraciones políticas, económicas, religiosas y artísticas.

La característica medular de los humanos es que tenemos ideas y con esas ideas construimos el mundo.

En 1936, Keynes escribió: “Las ideas de los economistas y de los filósofos de la política, tanto cuando son correctas como cuando son erróneas, son más poderosas de lo que comúnmente se entiende. De hecho, el mundo está dominado por ellas. Los hombres prácticos, que se creen exentos de cualquier influencia intelectual, son usualmente esclavos de algún economista difunto”4. También podemos estar sujetos a ideas en el campo de la ciencia y sentirnos seguros con ellas. Pero recordemos, la teoría de la generación espontánea se mantuvo durante más de 20 siglos y no fue superada hasta 1860, la idea del geocentrismo estuvo vigente durante catorce siglos y con esas ideas se construyó la cosmovisión bajo la cual se vivió durante todos esos siglos.

Pero el conocimiento no se detiene y ante sus avances empieza a resquebrajarse, a tambalearse, toda la estructura de las ideas sobre las que nos sentimos seguros.

Víctor Hugo, en su obra sobre Shakespeare, afirma sobre la ciencia: “Todo en ella muda y cambia, todo se niega, todo se destruye, se crea y se reemplaza. Lo que se aceptaba ayer, se rechaza hoy. La máquina colosal de la ciencia no descansa nunca, jamás se da por satisfecha y busca siempre lo mejor, porque no conoce lo absoluto”.

Hoy a la luz de la ciencia podemos afirmar que la única ley absoluta es la ley del cambio.

Cualquier programa de estudio solo puede considerarse exitoso si desarrolla en el estudiante un pensamiento crítico. Desde luego debemos poner atención a las lecturas establecidas en los programas y a los profesores, pero no podemos ser pasivos. No existen ideas neutras, todas están sujetas a una determinada visión del mundo. El reino de la libertad nos exige ser iconoclastas.

En la actualidad vivimos una época difícil, complicada, por todas partes observamos gran efervescencia social en protesta por la creciente desigualdad, enfrentamos también la grave amenaza del calentamiento global.

¿Qué pasa?, ¿hacia dónde vamos? Son las preguntas de muchos intelectuales prominentes alrededor del mundo y entre los grupos que emergen de las protestas sociales.

Hay quienes ven la situación desde una óptica pesimista y hasta niegan la noción del progreso. Yo me sumo a una visión optimista y frente a los problemas planteados percibo la oportunidad de dar un gran salto hacia el progreso.

Observo una relación esencial entre la evolución biológica y la trayectoria histórica de la humanidad.

Darwin enunció que en la evolución sobrevivía el más fuerte, pero de manera reciente Margulis, en su hermoso libro Qué es la Vida, demostró como en el camino de la evolución las alianzas bacterianas eran fundamentales. Interpreto que esas alianzas modificaron las estructuras del poder. Una bacteria podría ser muy poderosa, pero sí las más débiles se aliaban, modificaban la correlación de fuerzas e iban construyendo organismos más complejos. ¡Somos una construcción de las bacterias!

La pregunta es: ¿qué motiva la evolución biológica? a mi juicio, la evolución es la manera como la vida se defiende, se promueve y se desarrolla. La evolución es el camino de la solución permanente de problemas. Es una hermosa manifestación de la ley del cambio. Cuando pensamos en el surgimiento y desarrollo de lo humano no podemos dejar de vincularlo con la evolución biológica. Podemos considerar que la vida nos construyó para pensar en sí misma. Si nos detenemos a considerar el pensamiento de los filósofos, de los místicos, de los científicos y la obra de los artistas, encontramos un factor común: su preocupación es tratar de explicar la vida y defenderla.

Al discutir el tema del progreso podemos afirmar que la historia de la construcción de la humanidad es una historia del progreso. Cuando converso con amigos sobre estos temas, amigos con los cuales comparto una visión crítica de las situación económica y política, me gusta mortificarles preguntándoles: ¿si pudieran viajar en el tiempo, les gustaría trasladarse a vivir a la antigüedad o a la edad media? De manera invariable la respuesta es: “no, preferimos vivir en nuestra época”.

El capitalismo ha significado una extraordinaria revolución en todos los órdenes, no hace falta detenerse en ello, sin embargo, hemos llegado a un punto de cuestionamiento.

La revolución francesa se realizó bajo la consigna “libertad, igualdad, fraternidad”. Nació la democracia moderna, los derechos civiles, sociales y políticos empezaron a abrirse campo a través de las permanentes luchas sociales. De Europa heredamos el concepto del estado social de derecho. Se trataba de destruir el poder de los reyes y de la nobleza, permisiva solo con el desarrollo individual de esa clase social, para empezar a abrir campo al desarrollo de la libertad individual de todas las personas, pero ese proceso ha estado lleno de contradicciones y desde luego está inacabado. Europa desde entonces ha sido una zona muy conflictiva, dos guerras mundiales, poder colonial. Aliada con gobiernos de los EE. UU., ha sido un factor importante, aunque no el único, en la inestable situación del medio oriente.

Debemos defender la libertad individual, pero no debemos llevar el individualismo a un dogma capaz de negar y renegar de lo social, por una sencilla razón, no podemos ser sin los otros. Tampoco podemos olvidar que la vida, toda la vida, es un complejo entramado del cual dependemos todas las especies. En la actualidad, la libertad individual ha sido deformada y convertida en individualismo patológico cuya principal manifestación es el consumismo, una de las causas principales de la contaminación.

Veamos algunos datos significativos de los problemas sociales actuales según datos de organismos especializados:

  • El hambre en el mundo afecta a 821 millones de personas.
  • Unicef denuncia que 19.000 niños mueren al día por causas evitables.
  • La desnutrición es una de las principales causas de mortalidad infantil, más de 6.400 niños fallecen por día debido a este motivo.
  • “La carencia de alimentos es causa directa o indirecta de una de cada tres muertes infantiles”, dice el informe publicado por Unicef. Esto significa que a escala global 180 millones de niños son víctimas de desnutrición crónica y la padecen con severidad otros 20 millones.
  • Después de varios años de marcadas reducciones en la pobreza, el número de personas pobres aumentó de 166 millones a 175 millones entre 2013 y 2015, aumentando de 28,1% a 29,2% de la población, nos advierte la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
  • Según esos organismos especializados más de cuarenta millones de latinoamericanos padecen de hambre crónica.
  • En nuestro país, la pobreza casi ronda a la cuarta parte de la población.

Mientras esos datos se nos agolpan inmisericordes, la riqueza se acumula de manera acelerada en pocas manos. Estudios pormenorizados de Stiglitz y de Piketty demuestran como la mayoría de la riqueza mundial es controlada por el uno por ciento de la población.

A la luz de las consideraciones anteriores cabe la pregunta: ¿serán las ideas imperantes en economía y en política las más adecuadas para construir más humanidad?

Formulemos otra pregunta medular: ¿qué entregamos en nuestro trabajo todos los días? Si nos percatamos cómo en el trabajo de todos los días entregamos la vida, vale preguntarse: ¿por qué lo hacemos? Podríamos dar respuestas superficiales pensando en la retribución recibida por esa entrega, pero la respuesta esencial es otra: entregamos la vida para hacer posible la vida, somos parte de la evolución.

Si la forma en que está organizado el trabajo en la actualidad no está promoviendo la vida, y además no está garantizando la vida con dignidad a las personas, a todas las personas, deberíamos aceptar que las cosas no se están haciendo bien y deben cambiar.

La creciente falta de legitimidad de los partidos políticos y de muchas instituciones, la lucha por la defensa del ambiente, la lucha por los derechos de las mujeres, las luchas por el respeto a las diferencias sexuales, la lucha por los derechos de las personas con discapacidad y el cuestionamiento a las ideas dominantes en el campo de la economía anuncian el nacimiento de una nueva cosmovisión. En otras palabras, la cosmovisión imperante continúa resquebrajándose.

Sin duda serán cambios difíciles, todavía no tienen un rumbo claro, la nueva utopía apenas empieza a dibujarse.

La pregunta que surge aquí es: frente a la magnitud de esos problemas ¿qué podemos hacer nosotros?

La respuesta a mi criterio es: debemos trascender. Si nos quedamos presos en nuestra vida cotidiana, seremos simples víctimas espectadores, si procuramos la trascendencia, nos convertiremos en actores.

En nuestro país podemos hacer y debemos hacerlo para reducir la inequidad y para lograrlo primero debemos conocerla. Me gustan mucho las palabras del papa Francisco cuando nos advirtió: “hablamos mucho de los pobres, pero no hablamos con los pobres”.

La última reforma de la Constitución Política es muy importante. La llamo el nuevo nueve.

El artículo nueve decía en su primer párrafo: El gobierno de la República es representativo y lo constituye el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, etc. Es decir, se trataba de una democracia episódica, nos presentábamos cada periodo a las urnas, elegíamos a nuestros representantes y punto. Ahora dice: el Gobierno de la República es participativo, representativo y lo constituye… etcétera.

Se trata entonces de construir una democracia permanente, no episódica. Es un reto muy importante y nos marca una ruta mediante la cual podemos contribuir a la solución de los graves problemas actuales. Para lograr esa democracia participativa, es fundamental elevar el nivel de comprensión, por parte de los sectores populares, de las causas de los problemas que les afectan, y es aquí donde se abre un importante espacio a quienes tenemos el privilegio de haber logrado estudios superiores, es el camino mediante el cual podemos trascender.

Las universidades públicas y de manera muy particular la UNED puede y debe jugar un papel central en el desarrollo de la democracia participativa, entendiendo de que en la medida que se logre, impulsaremos al tiempo un cambio cualitativo en la democracia representativa, para desarrollar esos programas sería muy provechoso impulsar un vigoroso proceso de voluntariado.

Estoy seguro de que nuestro pueblo sabrá construir esa nueva democracia y darle ejemplo al mundo y de manera especial a nuestros hermanos pueblos latinoamericanos, de cómo se puede hacer avanzar la humanidad hacia una nueva época, preservando lo mejor del pasado y construyendo soluciones a los nuevos problemas.

Ojalá y todos lo comprendamos así, asumamos nuestros compromisos y demos paso al impresionante camino de la evolución en defensa de la vida.

Muchas gracias

* Palabras pronunciadas con ocasión del Solemne Acto de Graduación del Posgrado, realizado el viernes 8 de noviembre de 2019 en la Sala Magna del Paraninfo Daniel Oduber Quirós, sede principal de la UNED.

1 Mario Devandas Brenes es representante de los trabajadores en la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social. Es economista en la Universidad de Costa Rica, con maestría en Política Económica con énfasis en empleo y recursos humanos y doctor en Educación. Se ha desempeñado como docente de la UNED y fue encargado de la Cátedra de Economía y profesor de Finanzas Internacionales en la Escuela de Ciencias de la Administración; también fue director de Extensión, y en su período se concedió a esa dirección el premio nacional por sus aportes a la calidad de vida. Se ha desempeñado como asesor político y sindical, destacándose en el logro de la concreción de una nueva política salarial para el sector privado. En la actualidad se encuentra jubilado, pero mantiene plena actividad al servicio de las luchas populares, viajando por diversas zonas del país informando sobre la situación de la Caja y la necesidad de organizarse en los barrios para defenderla.

2 Fromm, E. (1977). El Corazón del Hombre. Fondo de Cultura Económica.

3 Nietzsche, F. (2010). Más allá del Bien y del Mal. Editorial Gradifco. S.R.L.

4 Keynes, J. M. (2003) La Teoría general del empleo, el interés y el dinero. 4ª edición en español. México: Fondo de Cultura Económica.

Revista Posgrado y Sociedad
ISSN: 2215-2172
Sistema de Estudios de Posgrado
Volumen 17, Número 2, 2019, 61-65
Universidad Estatal a Distancia
RevistaSEP-PyS@uned.ac.cr
Fuente: https://revistas.uned.ac.cr/index.php/posgrado/article/view/2812/3539