Luis Ángel Salazar Oses
«El arte no es un espejo para reflejar la realidad sino un martillo para darle forma» Bertold Brecht”
A menudo se escucha decir que las municipalidades son las formas de gobierno más cercanas al pueblo, nosotros estamos convencidos de que no deben estar simplemente «cercanas» al pueblo sino que deben ser los pueblos mismo auto gobernándose constantemente de manera tal que, dado que conocen como nadie sus capacidades y recursos, resuelvan con ellos, lo más participativamente posible, sus problemas cantonales y, mediante la inteligente y fraternal coordinación con las demás comunas, los regionales, provinciales y nacionales, propósito este último que lograrán al democratizar y fortalecer con su enérgica, sabia y poderosa alianza, los demás poderes de nuestra República, a fin de eliminar los grandes obstáculos que le impiden a nuestra Nación disfrutar del bienestar integral en paz con la Naturaleza, que tanto merecemos.
Y estas afirmaciones cobran hoy más vigencia que nunca pues, el sistema capitalista neoliberal, por desgracia gobernante mediante sus tradicionales partidos -PLN, PUSC, PAC en su versión Otonista, ML y pseudocristianos-, ha demostrado evidentemente que su único interés, al contrario de lo que su mentirosa propaganda electorera predica, es el de favorecer cotidianamente los intereses de su argolla de manera tan perversa, que convierte únicamente en ganancias para esas élites, la solución a problemas como la vivienda, el transporte, la alimentación, la seguridad ciudadana, la pobreza en general y un largo etcétera que, por ser tan buenos negocios, jamás va eliminar.
Como hemos destacado constantemente, la Cultura, entendida en general como toda creación humana y, en particular, como artes, ciencias, letras, filosofías, manifestaciones religiosas, etc. está constituida, de una u otra forma, tanto por las preguntas como por las respuestas teóricas y materiales que, como seres inteligentes, nos plantemos y obtenemos para sobrevivir y crecer en nuestra inevitable relación dialéctica con la Naturaleza, por lo que se constituye en el recurso fundamental que debe alimentar, alentar, sistematizar e impulsar toda forma de gobierno honesto que realmente se dedique a su tarea esencial de eliminar los obstáculos que le impiden a los pueblos, disfrutar plenamente del buen vivir que merecen en un medio ambiente sustentable.
Por desgracia, las argollas históricamente gobernantes y, en particular la vigente en nuestro país, han pretendido -¡y con la ayuda de sus esbirros y secuaces muchas veces lo logran- convertir a la Cultura en una simple mercancía, que les genera por cierto, muchos ganancias pecuniarias y, peor aún, en instrumento de manipulación ideológica para convertir al resto de la sociedad, que es apabullantemente mayoritaria, en un conjunto de dóciles esclavos, ciervos y proletarios, según históricamente ha correspondido. Hoy día, en nuestra querida Costa Rica, esta situación está plenamente vigente, por lo que le corresponde a nuestro Pueblo la tarea de liberar la Cultura para que cumpla su original papel, como plantea la clarificante frase supra citada del genial Brecht, de «un martillo para darle forma» de justa, equitativa, digna, humanista y ecologista a nuestra Patria, de manera tal que se convierta en cuna del nuevo ser humano redimido y constructor del mundo plenamente confortable que merece como hogar.
Acá en Grecia tenemos la oportunidad ideal par lograr este propósito empezando precisamente por nuestro Gobierno Local. Gracias a la presión y contribución de diversos sectores populares amantes y practicantes de las distintas manifestaciones que constituyen el quehacer cultural y, con la colaboración del Ministerio de Cultura y Juventud, nuestra Municipalidad apoyó la creación de nuestra Política Cultural Cantonal durante el año 2012 y, finalmente, la aprobó en el 2013 con lo que hizo nacer la actual Oficina de Gestión Cultural Municipal que, por cierto, ha jugado un excelente papel impulsando integralmente el desarrollo cultural para todas y todos los habitantes de nuestro Cantón y, lo que es también fundamental, de manera honesta e imparcial, con cuentas claras y sin importar favoritismos ni clientelismos politiqueros ni de ninguna otra índole.
Este excelente trabajo que, en aras de la reapropiación popular de la Cultura como instrumento fundamental para su auténtico desarrollo integral unió, de una u otra forma, a nuestro pueblo con su Ayuntamiento y el Gobierno de la República, se debe potenciar más aún. Nuestro Gobierno local tiene la oportunidad de hacerlo, convirtiendo a esta Oficina, sin cambiarle su nombre desde luego, en una especia de Ministerio de Cultura Cantonal, permitiéndole que cumpla plenamente con todas las trascendentales tareas que se incluyen en el extenso y denso documento que constituye la Política Cultural Cantonal que, además de la protección, fortalecimiento, conservación y desarrollo de nuestro patrimonio cultural, de su constante creación, difusión y disfrute por todas y todos los habitantes de nuestro Cantón, incluye la dotación de la infraestructura adecuada para lograr esos propósitos, la coordinación con otras fuentes de creación cultural, como universidades, ministerios, asociaciones y grupos culturales y su aprovechamiento, el desarrollo de todo tipo de campañas para impulsar creativamente diferentes y fundamentales especificidades como, cultura cívica, política -no politiquera-, municipalista, fiscal, ecológica, deportiva, recreativa, musical, cinematográfica, literaria, en Derechos Humanos, en Ecología, en Bienestar Integral, en Juventud, en preparación y disfrute de la Tercera Edad, y mil facetas culturales más, todas ineludiblemente importantes para nuestra comunidades.
Esta Oficina, de Gestión Cultural Municipal, adecuadamente instalada y rigurosa y profesionalmente dirigida logrará, además, el establecimiento de programas de intercambio cultural con otras regiones y países, la atracción de recursos para el desarrollo cultural legalmente exonerados, de espectáculos teatrales, plásticos, musicales -intérpretes, conciertos, solistas, coros, bailes, etc.-, y otras manifestaciones culturales que circulan en el ambiente internacional, de tal manera que su llegada y disfrute por parte de nuestro Pueblo, no dependa de la voluntad, intereses económicos o preferencias ideológicas o politiqueras de pseudo mecenas oportunistas.
Esta entidad municipal no se limitará a manejar operativamente la pobre visión reduccionista de Cultura que la limita a las Artes, sino que fomentará todo el quehacer cultural que, como vimos, incluye la Ciencia, la Literatura, la Filosofía, la Religión, la Artesanía, etc. y, en fin, toda otra creación humana.
Democratizará esta Oficina, mediante la constitución y puesta en funcionamiento de un Comité Asesor de la Gestora o Gestor titular, integrado por representantes de los diversos sectores culturales del Cantón, el manejo, desarrollo y distribución de los diversos recursos ya citados para que puedan ser disfrutados por todo nuestro Pueblo y no por un reducido grupo de habitantes de nuestra Ciudad, como, generalmente ha sido hasta ahora.
Esta mega tarea cultural que debe realizar esta Oficina requiere de un espacio físico muy amplio, de fácil acceso y estructuralmente adecuado y equipado. Por dicha nuestra comunidad ya cuenta con ese edificio -el Centro de la Cultura- que, además, está construido detrás de la Municipalidad en un terreno que es de su propiedad y que, por muchas otras razones -incumplimientos contractuales, deudas, interés comunal, etc.- nuestro Gobierno local se lo puede -y debe- anexar de inmediato. Otros factores fundamentales que justifican y, mejor aún, exigen esta recuperación por parte de nuestra Institución Municipal son:
1.- Si bien es cierto que, el Arquitecto Javier Bolaños Quesada impulsó su construcción y lo ha manejado desde esa época mediante su presidencia de la Asociación Centro la Cultura de Grecia (Sic) -constituida como tal el 25/04/1986- los recursos económicos con que fue construido y ha funcionado desde entonces -partidas específicas, mano de obra, cuotas, etc.- han sido generados en última instancia, por nuestro Pueblo.
2.- Tanto el actual Estatuto que rige esta Asociación que hoy administra el Centro, como el empleo que se ha hecho del mismo, han propiciado por un lado que su directiva se halla eternizado en el puesto -don Javier ha sido su presidente casi vitalicio- y, por otro, que el uso del edificio y sus instalaciones que, reitero, son legítima propiedad popular, haya sido voluntaria o involuntariamente cubierto por una mítica concepción de empleo limitado y manejado por intereses de diversa índole y no tan populares, democráticos libres y gratuitos como debe ser.
3.- El carácter casi privado que se le da a este tipo de Asociaciones, impide el adecuado control popular de sus instalaciones y de sus recursos que, como ya señalamos, en este caso pertenecen en su abrumadora mayoría a todo nuestro Pueblo. Por todo lo anterior, lo mejor para los intereses culturales y generales es que sea nuestro Municipio a través de su Oficina de Gestión Cultural Municipal la que tome posesión plena y administre, como le corresponde, el Centro de la Cultura el que en adelante, sugerimos, agregará a su nombre «…del Pueblo Griego»
«El Gobierno o es popular y participativo o no es democrático».
Enviado a SURCOS Digital por el autor.
Suscríbase a SURCOS Digital:
https://surcosdigital.com/suscribirse/