Semana Universitaria de Vinculación para el Desarrollo
Con una serie de actividades diversas, estas cinco instituciones exhibieron la colaboración que existe entre su comunidad científica y los sectores productivos para generar soluciones innovadoras
Semana Universitaria de Vinculación para el Desarrollo, del 23 al 27 de setiembre
Una semana completa para reflexionar y exponer las posibilidades que ofrecen las cinco universidades públicas culminó este viernes 27 de setiembre en la Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR), situada en la Finca 2 de la Sede Rodrigo Facio. Esta se compuso de una serie de actividades que se realizaron en el marco de la Semana Universitaria de Vinculación para el Desarrollo, la cual inició el pasado lunes 23 de setiembre, y que contó con participantes de El Salvador, Guatemala, Honduras, Panama, Colombia, Mexico, Chile, Argentina, España y Costa Rica.
Este evento ofreció a las personas inscritas en los diferentes eventos un espacio para la reflexión sobre nuevos paradigmas en la investigación y la extensión universitaria, a fin de facilitar el desarrollo de mecanismos que unan esfuerzos en temas como innovación, emprendimiento y transferencia de conocimiento.
Dentro de las actividades destacaron el Intercambio de experiencias y la exhibición de proyectos del Programa Hélice UCR, una iniciativa que ha fortalecido el trabajo colaborativo entre la comunidad científica de la Universidad de Costa Rica (UCR) y diversos sectores productivos, auspiciada por la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica) y la Universidad de Corea. Este programa genera condiciones necesarias para el desarrollo de emprendimientos basados en el conocimiento generado dentro de la Universidad
La sinergia de unir el potencial universitario con el emprendedurismo
Además, se presentaron 20 proyectos de la modalidad universidad – sector externo, de los cuales se han beneficiado 22 empresas a través de la participación de 81 personas investigadoras de la UCR. También se mostraron 18 proyectos bajo la modalidad de Spin-Off, los cuales han apoyado 18 iniciativas lideradas por estudiantes, personas investigadoras o externas a la Universidad, a partir de la propiedad intelectual desarrollada dentro de la institución.
Ambas actividades incluyeron exhibiciones de los proyectos y charlas diarias donde se compartieron las experiencias de la UCR en la implementación de estas modalidades desde su personal de investigación y el vínculo con el emprendedurismo.
Otro evento destacado fue el Segundo Encuentro Regional Centroamericano de Innovación, Emprendimiento y Transferencia de Conocimiento, cuyo objetivo fue promover la colaboración entre las universidades de la región para conformar una red que gestione la innovación y el emprendimiento. Este espacio permitió compartir buenas prácticas, lecciones aprendidas y desafíos en la vinculación con los sectores socioproductivos.
Asimismo, la semana incluyó el 11° Congreso Internacional de la Red Alcue: Universidad Empresa, que reunió a expertos de Latinoamérica especializados en la conexión entre universidades y sectores productivos. Un eje central de este congreso fue la bioeconomía, una disciplina que ofrece soluciones sostenibles para desafíos globales como el cambio climático y la escasez de alimentos.
La Semana Universitaria de Vinculación para el Desarrollo fue liderada por la Subcomisión NEXO Universidad-Sector Socioproductivo del Consejo Nacional de Rectores de Costa Rica (Conare), en alianza con las cinco universidades públicas del país: la UCR, el Tecnológico de Costa Rica (TEC), la Universidad Técnica Nacional (UTN), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Nacional (UNA), junto con el Consejo Superior Universitario Centroamericano (Csuca), la Red Universidad-Empresa ALCUE, la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (Udualc) y otros aliados estratégicos como la Asociación Latino-Iberoamericana de Gestión Tecnológica y de la Innovación (Altec) y Koica
Nelson Brenes Mejía Periodista y productor audiovisual de la Vicerrectoría de Investigación, UCR
Pablo Mora Vargas Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR
Convocatoria abierta para niñas, niños, colegiales y universitarios
Las personas amantes de la tecnología, de la robótica y de la ciencia tendrán la oportunidad de poner a prueba sus conocimientos, así como de fortalecer sus habilidades en estas áreas, en el Robotifest UCR 2024.
La Escuela de Ingeniería Industrial de la UCR abrió la convocatoria para uno de los encuentros científico- tecnológicos más importantes del país y de la región centroamericana. Se trata de la inscripción para el Robotifest 2024, la cual se mantendrá abierta desde el 6 de mayo del 2024 hasta el 30 de setiembre, en la página: http://eii.ucr.ac.cr/robotifest/robotifest.html
El lanzamiento oficial del Robotifest 2024 se llevará a cabo el próximo lunes 6 de mayo en la Sede Interuniversitaria de Alajuela y es abierto al público en general. Durante este espacio los participantes podrán conocer los desafíos de la competencia, y realizar un recorrido por los laboratorios de automatización y robótica industrial.
De esta forma, durante el Robotifest 2024, niñas y niños y personas jóvenes de todo el país, tendrán la oportunidad de explotar al máximo su potencial creativo y de presentar sus proyectos y soluciones tecnológicas para afrontar distintas problemáticas que impactan nuestra vida diaria.
En el marco de gran festival científico- tecnológico, las personas participantes también recibirán capacitaciones, talleres y charlas sobre tecnología en general y tecnologías disruptivas de la industria 4.0 (Internet de las cosas, Inteligencia Artificial, Análisis predictivo, Tecnología Aeroespacial, Robótica Educativa, entre otras), las cuales les ayudarán a robustecer sus proyectos e iniciativas de innovación.
El evento se llevará a cabo de forma bimodal, es decir tendrá actividades virtuales, pero también presenciales, y contará con nueve categorías de participación:Proyectos abiertos, Póster científico, Nao V6 con Choregraphe y Nao Python, Autómatas, Forecasthon, Factory Simulation Game, Reto Aerospacial- Misión Lunar y IoT&AI.
La Ing. Natalia Ureña Pérez, una de las investigadoras a cargo de Robotifest 2024 explicó que la iniciativa pretende democratizar el acceso al conocimiento de la ciencia, la tecnología y la robótica.
En el caso de la categoría “Proyectos abiertos”, los competidores deberán proponer un proyecto que brinde solución a un problema relevante, con un prototipo innovador, viable y funcional con aplicaciones de automatización, autonomización y/o robótica. En la de “Póster Científico” se debe presentar una propuesta que muestre cómo un problema de investigación ha sido abordado con un método científico y sus resultados analizados de forma sistemática y con replicabilidad.
Por otra parte, las categorías de Nao V6 con Choregraphe y Nao Python consisten en desafíos de programación en diferentes niveles de complejidad para conseguir que el Robot humanoide NAO logre ejecutar los retos propuestos. Mientras que la categoría de Autómatas consiste en presentar una propuesta artística con elementos de automatización.
En cuanto a la categoría de Forecasthon, se trata de un desafío de análisis de datos para lograr proponer la optimización de niveles de inventario aplicando técnicas de pronósticos. Mientras que en el caso de Factory Simulation Game, consiste en una plataforma de simulación virtual, en donde los equipos deben interactuar y tomar decisiones para optimizar los resultados competitivos de una cadena de abastecimiento situada en el contexto de una fábrica real.
Por último, la categoría de Reto Aeroespacial-Misión Lunar consiste en la creación de un rover capaz de moverse en la Luna que debe cumplir los desafíos propuestos de movimiento y ejecución de tareas específicas después del alunizaje. Y el desafío IoT&AI se basa en construir un producto mínimo viable que utilice Internet de las cosas y/o Inteligencia Artificial para resolver problemas reales.
El Robotifest 2024, es parte de los aportes sustanciales de la Universidad de Costa Rica al país, en materia de desarrollo e impulso de la ciencia y la innovación. Este proyecto promueve el acceso equitativo al conocimiento de las aplicaciones robóticas y de los sistemas inteligentes de la cuarta revolución de la industria, así como la aplicación de la ciencia y la tecnología desde un enfoque social, que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida de los costarricenses.
El aporte permitirá revolucionar el estudio del cáncer a nivel nacional e indagar aquellas células resistentes a la quimioterapia
Imagine el siguiente escenario. Usted va a jugar bola y su equipo tiene diversidad de jugadores. Uno viene de Corea, el otro de Sudán del Sur, otra persona de Costa Rica y otras más de China, por citar algunas. Todas son personas, pero es claro que son muy distintas entre sí a nivel genético. Algo similar puede ocurrir con las células cancerosas.
Cuando ocurre un cáncer, se genera una multitud de células muy diversas entre sí aunque pertenezcan a un mismo tumor. Todas son células, pero cada una posee genes muy particulares que hoy, por primera vez en Costa Rica, podrán ser analizadas con detalle.
¿El gran aliado detrás de esto? El Rhapsody, una de las tecnologías más avanzadas para la secuenciación de ADN de células individuales que existe en el mundo.
Con su llegada al Centro de Investigación en Cirugía y Cáncer de la Universidad de Costa Rica (Cicica-UCR), el Rhapsody se convierte, oficialmente, en el primer equipo de este tipo operando en Costa Rica y un hito más en la lucha contra el cáncer.
Si bien desde hace algunos años el Cicica-UCR ya contaba con una tecnología capaz de realizar la secuenciación de genomas humanos completos, la presencia de este nuevo equipo, así como de sus investigadoras e investigadores altamente especializados, promete revolucionar el estudio del cáncer que en la actualidad le arrebata la vida a más de 6 072 personas cada año en el país, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Por primera vez en Costa Rica existe una tecnología la cual permite que, de una sola célula, se puedan secuenciar miles de genes. ¿Qué tiene esto de particular? Que es la única tecnología que permite evaluar, completamente, la heterogeneidad del cáncer a nivel genético”, explicó el Dr. Rodrigo Mora Rodríguez, investigador del Cicica-UCR y líder del proyecto Ucrea sobre compensación de dosis génica del oncogen MYC en el cáncer aneuploide.
Lo anterior es crucial. La heterogeneidad del cáncer constituye uno de los desafíos científicos más grandes presentes en la actualidad. En un mismo tumor puede haber subpoblaciones de células muy diversas entre ellas y, en la secuenciación normal de genes disponible en Costa Rica, solo se obtiene un valor promedio. Esto se debe a que únicamente se puede analizar la mezcla de todas las células presentes en el tumor y no su especificidad a nivel individual.
En cambio, con la secuenciación de células individuales, se puede conocer cuáles grupos específicos de células existen dentro de un mismo tumor. En palabras sencillas, se pueden ver miles de células, una por una, y ya no una mezcla.
¿Y por qué es tan revolucionario?
Con esta tecnología de vanguardia, el país está mejor equipado para enfrentar los desafíos más complejos de esta enfermedad como, por ejemplo, el estudio de las células resistentes a tratamientos de quimioterapia.
“Con esto se puede ver célula a célula y después utilizar la bioinformática —procesamiento masivo de información— para separar esos grupos de células y caracterizarlos. Entonces, si en un tumor existe un 95 % de células que son sensibles a la terapia, y hay un 5 % de células resistentes, a primera vista pareciera que el tumor es sensible a la terapia, o sea, que el paciente responde favorablemente a ese tratamiento. Pero, si lo analizamos célula a célula, veremos que ese 5 % de células existentes van a sobrevivir y a restablecer el tumor después de que pase el tratamiento. Esta nueva tecnología nos permite estudiar eso en profundidad para la investigación y esperamos que en un futuro no muy lejano también para el campo clínico”, manifestó el Dr. Mora.
Lo anterior no sería todo. En el contexto del proyecto de Ucrea relacionado con el oncogen MYC, esta tecnología será utilizada para analizar la compensación de dosis génica, un tema que el equipo del Dr. Mora lleva estudiando por más de diez años. La compensación de dosis génica es una estrategia biológica que permite a las células cancerosas proliferar, a pesar de tener un elevado número de errores.
La biología explica que si una célula sana comete un error y experimenta un incremento en su número de cromosomas es normal que muera. Las células cancerosas, en cambio, no mueren porque logran desarrollar mecanismos para sobrevivir.
Así que, mediante esta tecnología, las y los seis científicos que conforman el proyecto Ucrea tendrán la posibilidad de realizar pruebas en los laboratorios orientados a generar, de manera intencional, células más heterogéneas a fin de analizar su respuesta. Para ello, incorporarán nuevos cromosomas y verán cómo reacciona la célula con el objetivo de identificar cuáles genes están compensados y si estos podrían representar posibles blancos terapéuticos para bloquear esta respuesta de sobrevida.
Este avance es parte integral del proyecto Ucrea-UCR: “Apuntando a la compensación de dosis de MYC en un tornado de cáncer aneuploide”.
Otras contribuciones
Con la tecnología de secuenciación de ADN de células individuales, el país también podría aspirar a mejoras en los procesos terapéuticos.
Con esta tecnología se puede ver si hay clones más resistentes de alguna célula cancerosa y, de esta manera, mejorar el abordaje en ese preciso momento si la persona profesional en oncología lo considera pertinente. Por supuesto, primero se necesita investigar para luego llegar al nivel clínico.
“Si sabemos que hay clones, la terapia inicial podría contemplarlos y, de una vez, atacarlos. Incluso, médicos especialistas nos han contado casos de pacientes con leucemia a quienes se les da un tratamiento y, después de varios meses, la leucemia vuelve bajo un tipo diferente. Sin embargo, resulta que ese tipo diferente de leucemia siempre estuvo ahí presente. Era un clon muy pequeñito de una célula cancerosa resistente, poco frecuente, pero que sobrevivió a la terapia y regresó más fuerte. Si al principio de la terapia también se le hubiera dado tratamiento, las posibilidades de erradicar el tumor desde la primera vez se incrementan”, aseguró el Dr. Mora.
En este caso particular, para el proyecto de Ucrea, la tecnología se está utilizando para ahondar en el cáncer de mama. Este cáncer genera 1 344 casos cada año, con 487 fallecimientos anuales en Costa Rica, según la OMS. No obstante, la tecnología sirve para estudiar todo tipo de cáncer y hasta para analizar el glioblastoma —uno de los tumores más agresivos del cerebro que hay—.
Los resultados de los análisis duran, en promedio, tres días y consta de varios pasos. Uno es alistar las células y asegurar su viabilidad (que estén vivas). Luego, se escanean en un equipo de visualización y, posteriormente, se pasa a otro equipo con algunos pozos. En cada uno de esos pozos se aloja una célula y, junto a ellas, una partícula de látex (un bead).
Cuando las células ya se encuentran en esos pozos se genera la transcriptómica (de AND a ARN) y los ARN se pegan a ese bead. Lo anterior ocurre 10 000 veces de forma simultánea y el equipo tiene cerca de 260 0000 pozos. Por último, se separan y se hace un ADN copia. Con esto se efectúa la PCR —reacción de cadena polimerasa—, a fin de amplificar los genes y llegar a la secuenciación final.
El entrenamiento es altamente especializado, por lo que las y los científicos de la UCR dedicaron toda una semana para completar el aprendizaje que combina la biología molecular con la celular. Ellas y ellos son los primeros de Costa Rica y Centroamérica en haberlo realizado.
“Nuestro siguiente paso es efectuar los experimentos. Le daremos a las células dosis subletales de quimioterapia, o sea, que no matan a la célula. Eso hace que las células se vuelvan más inestables y, entre esa estabilidad, aparezca más heterogeneidad. Con esa heterogeneidad veremos si hay genes que son compensados o no y si eso lleva a un aumento en el número de copias de células cancerosas. Esto es una gran ventaja porque proviene de los mismos clones que estamos trabajando. En los estudios anteriores trabajamos con líneas celulares cuyos trasfondos genéticos eran muy diferentes. Aquí estamos trabajando con el mismo trasfondo genético”, acotó el Dr. Mora.
Otro de los pasos del proyecto Ucrea será tomar células normales e introducir artificialmente cromosomas adicionales para ver cómo reacciona. Lo anterior dará la posibilidad de conocer si hay más genes, adicionales a MYC, que colaboren con la proliferación de un cáncer.
“MYC es tan solo la punta del iceberg. En realidad, hay un montón de otros genes compensados que también pueden ser muy importantes en cáncer. Entonces, hay que identificarlos para poder dirigir terapias a esos genes en específico”, agregó el microbiólogo.
Más proyectos
Además del proyecto Ucrea, en la semana de entrenamiento el equipo del Dr. Javier Mora también participó y llevó a cabo el primer experimento en el sofisticado equipo.
En su caso, trabajaron con un tipo específico de células inmunológicas humanas: los monocitos. Estas células son parte de la inmunidad innata, porque son las primeras que reaccionan ante algún microorganismo patógeno.
Por años, se creyó que esta inmunidad innata no tenía memoria, como ocurre cuando se coloca una vacuna y la persona genera anticuerpos a largo plazo. Sin embargo, eso cambió hace poco, al demostrarse que los monocitos sí tienen un tipo de memoria denominada: inmunidad entrenada.
“Nosotros estamos probando si el contacto de los monocitos humanos con antígenos del parásito Toxocara canisson capaces de inducir algún tipo de inmunidad entrenada y si las células quedarían predispuestas para reaccionar de una manera más fuerte ante este tipo de infecciones, o contra otro tipo de estímulos que inducen una respuesta inmune similar como lo son los alérgenos ”, comentó el Dr. Javier Mora.
El interés en estudiar este parásito radica por su alta presencia en perros. Si bien en estas mascotas el parásito no genera una reacción inflamatoria severa, cuando infecta a humanos sí puede generar procesos inflamatorios complejos.
“Esta tecnología nos va a permitir ver si dentro de esta población de monocitos totales hay diferentes subpoblaciones que tienen un perfil de activación inmunológica distinto. Además, nos va a permitir identificar cuáles otras moléculas inmunológicas son producidas por cada una de esas subpoblaciones. Esto solamente se podría lograr al utilizar esta tecnología de Single Cell Sequencing”, declaró el Dr. Javier Mora.
Dicho estudio daría los insumos para entender el proceso y así identificar posibles blancos terapéuticos para tratar de disminuir procesos alérgicos o para inflamación severa en este tipo de parasitosis.
Jenniffer Jiménez Córdoba Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR
La feria expuso este año 14 proyectos creados por alumnos de último año de la carrera.
La Feria de Emprendimiento, Desarrollo e Innovación (FEDI) 2023 se efectuó el 6 de diciembre con la exposición de 14 ideas innovadoras elaboradas por estudiantes del curso Laboratorio de Procesos Industriales II del ultimo año de la carrera de Química.
Esta actividad cumple nueve años de haber sido creada, primero en la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica (UCR), en Turrialba, y posteriormente pasó a la Sede Rodrigo Facio, en San Pedro de Montes de Oca, bajo la dirección de Darío Chinchilla Chinchilla, profesor de la Escuela de Química.
Según expresó Chinchilla, la Feria tiene el objetivo de que los estudiantes se formen en los procesos de gestión en la industria y para que desarrollen su capacidad de creación.
Este año, la FEDI mostró al público propuestas de innovación en áreas como la industria alimentaria y de bebidas, cosmética, ambiental y de la salud.
Para participar en esta Feria, los universitarios realizaron una investigación que abarca desde el conocimiento existente en la literatura científica sobre el tema que trabajan, hasta las propiedades químicas de las materias que utilizan primas y el proceso de producción.
También buscan información en cuanto a los costos, comercialización y el mercadeo de los productos. Cada uno de los prototipos es presentado a un grupo dejueces, quienes evalúan diversos aspectos de las innovaciones.
Este año, los participantes de la FEDI contaron con el respaldo de empresas patrocinadoras que otorgan premios a los grupos ganadores.
De acuerdo con Chinchilla, la Feria ha ido creciendo y cada vez hay más estudiantes comprometidos con la idea.
El docente manifestó que a lo largo de los años que tiene la Feria de existir ha habido proyectos que han culminado la experiencia y se han convertido en una empresa.
A su juicio, emprender no es fácil, es complicado, pero lo importante es mostrarle al estudiante que tiene esa posibilidad. “Una carrera, como Química, que es tan versátil, tiene todas las herramientas para hacerlo”, concluyó.
Proyectos destacados
En esta ocasión, los estudiantes Gabriel Abarca Hidalgo y Gabriel Barrantes Pampillo obtuvieron el primer lugar con su propuesta Katzen Mascotas, que consiste en un baño seco para gatos con extractos de aceites de aceites naturales y propiedades contra los hongos y las pulgas.
El segundo lugar lo ganó el grupo de Boucaimé, constituido por Andrea González Sánchez, Adrián Leitón Cubillo y Franchescola Miranda Alpízar. Ellos crearon un producto cosmético que tiene dos usos: como rubor y como labial hecho con extractos de hojas de la veranera y de la fruta del caimito, los cuales contienen propiedades antioxidantes.
Por último, el tercer lugar se concedió al proyecto Plasticoco de los estudiantes Andrés Hernández León, Andrés Poveda González y Augusto Gamboa Hernández.
Esta propuesta busca el aprovechamiento de los residuos de la pulpa de coco como materia prima para la producción de papel y de plástico.
También se entregaron menciones honoríficas a los proyectos Aroma Adventure y Sun leave.
El primero consiste en cuatro fragancias representativas de distintas regiones del país, hechas a base de productos autóctonos. Se trata de souvenirs sensoriales destinados a los turistas.
La idea fue presentada por Mauricio Vallejo Azofeifa, Byron Leiva Gamboa y Adrián Rojas Chacón.
El segundo es un bloqueador solar facial elaborado a base de los insectosTenebrio molitor, denominados comúnmente gusanos de harina, que proporcionan un factor de protección contra los rayos ultravioleta. En este prototipo trabajaron Gregory Sánchez Segura, Alexia Gatgens Villavicencio y Hillary Vargas Rosales.
Patricia Blanco Picado Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR
La Universidad de Costa Rica representó al país en este evento
La competencia puso a prueba a 11 universidades de Latinoamérica y Europa que buscan la defensa de los derechos humanos
Un grupo de cuatro estudiantes de la Universidad de Costa Rica obtuvo el primer lugar en la segunda edición de la competencia internacional SFERA 2022, realizada la semana pasada en el Tecnológico de Monterrey en México. La competencia consiste en retar a grupos estudiantiles universitarios de Iberoamérica a crea proyectos de emprendimientos que promovieran la defensa de derechos humanos.
La comitiva triunfadora la conformaron Michelle Rodríguez Umaña, Valeria Peña Sequeira, Miguel Blanco Mora y Fabiola Torres Castillo, quienes además de formar parte de la institución, representaron al país en este concurso.
Este cuarteto estudiantil presentó el proyecto “Girasol”, que impulsa la alfabetización ecológica para las personas con discapacidad. Su objetivo era brindar información sobre cómo mejorar la calidad de vida de la población con respecto al ambiente, así como los esfuerzos que, desde su situación, se pueden hacer para colaborar con este fin.
El producto de este análisis fue la creación de un manual didáctico adaptado a cada tipo de discapacidad, para que las personas con estas condiciones puedan comprender de manera más completa su rol en la lucha por el cambio climático y que, a su vez, se conviertan en agentes de cambio.
El proyecto que obtuvo el primer lugar destacó ante el jurado calificador por su presentación impecable, tanto en el trabajo de investigación como en la presentación final. Esto les llevó a conseguir esa primera posición frente a un total de 50 estudiantes provenientes de 11 universidades de Latinoamérica y Europa. Además del prestigio del triunfo, este equipo estudiantil recibirá una beca completa para estudiar en la Universidad Camilo José Celá de Madrid, institución coordinadora de la competencia.
Un trabajo de seis meses
Este proceso comenzó desde enero del 2022, cuando se abrió la convocatoria interna de participación, para la que postularon 45 estudiantes. Luego, se eligieron las personas que iban a conformar la delegación de la UCR, a quienes se les brindó una serie de talleres participativos y diversas herramientas de trabajo. Las reglas del concurso planteaban que cada universidad debía conformar un equipo de trabajo con al menos cuatro estudiantes y un tutor. Este debía desarrollar una investigación para comprender el problema seleccionado y su propuesta de solución.
Durante seis meses, este cuarteto desarrolló un proyecto de innovación social que tuvo como base un problema propio del país al cual debían darle una solución alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 (ODS 2030).
Una vez culminada esta etapa, los equipos de las universidades participantes presentaron sus proyectos en la sede del Tecnológico de Monterrey el pasado 7 de julio, ante un panel de jurados internacionales que evaluó cada propuesta con rigurosidad académica. Este proceso permitió al estudiantado aprender de forma integral y colaborativa, expuso Michelle Rodríguez, representante de la UCR
“Pudimos comprender las problemáticas sociales como parte de un sistema, pero lo más importante, nos convertimos en agentes de cambio por la defensa de los derechos humanos a través de proyectos de innovación y acción social”, comentó Michelle Rodríguez, integrante de la delegación de Costa Rica.
Justamente sobre la posibilidad de brindar soluciones sociales a las realidades de sus respectivos países, el director del programa SFERA 2022, Ignacio Sell, mencionó que esta destacada participación moldea incluso la personalidad y la integridad de estos estudiantes.
“Sois individuos proactivos en una sociedad que necesita con urgencia de compromiso, respeto, tolerancia, empatía y solidaridad. No puedo más que sentirme orgulloso y agradecido por contribuir con Sfera Experience como una de las plataformas en innovación y emprendimiento más relevantes y con mayor prestigio internacional” comentó el director del programa.
Por su parte, el director ejecutivo de Auge UCR, David Ramírez manifestó: “es un orgullo para la UCR, y el país en general, demostrar cómo el talento de nuestros estudiantes puede contribuir con propuestas de emprendimiento e innovación social para atender retos en materia de derecho humanos. Esta es una muestra del potencial de la universidad en impactar a la sociedad mediante el vehículo del emprendimiento”.
El equipo costarricense fue apoyado por la Dirección de Promoción de la Innovación y Vínculo para el Desarrollo (Diprovid), a través de AUGE-UCR, quien les apoyó durante el proceso para la construcción y la guía de acompañamiento en la investigación y desarrollo del prototipo de solución presentado en la competencia.
En este programa se brindaron las bases para desarrollar investigaciones y propuestas de mejora de una problemática puntual (llamada “SFERA”) como una filosofía de vida que debe impregnar a todas las instancias del sistema en que vivimos: empresas, gobiernos y sociedad civil, ciudadanos, consumidores, inversores y comunidades.
Tal proceso es posible a través de una formación y trabajo en conjunto para afrontar retos que supongan transformaciones sociales en favor de la comunidad local o global.
SFERA busca así contribuir al impulso de una sociedad capaz de convertir los desafíos diarios en oportunidades de crecimiento que nos aproximen a una vida de autorrealización en el seno de un planeta sostenible. Según esta filosofía, cada persona es parte de esta transformación social tan necesaria.
Julián Berkovics Muñoz Líder en comunicación de AUGE-UCR Pablo Mora Vargas Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
El apoyo viene del programa Constelar, el primero de Costa Rica enfocado exclusivamente en la generación de emprendimientos con base STEM liderados por mujeres
¡Ellas lo lograron! Lo que en el 2020 inició tan solo como una idea generada por estudiantes del curso Gestión de la Innovación, que imparte la Facultad de Farmacia de la Universidad de Costa Rica (UCR), hoyestá más cerca de convertirse en una realidad.
¿Su invención? Perimus, una espuma a base de productos naturales para sanar cualquier tipo de heridas posparto. ¿Algunos de los ejemplos más comunes? La episotomía, mejor conocida como “piquete”, y los desgarros vaginales.
El ingenio del equipo, compuesto en su totalidad por mujeres (Stephannie Campos Elizondo, Valeria Carrillo Ramírez, Tiffany Sánchez Loáiciga, Susana Ureña Mora y Raychel Villalobos Martínez), las hizo ganadoras de$16 500dólaresestadounidenses del programa Constelar, el primero de Costa Rica enfocado exclusivamente en la generación de emprendimientos con base STEM y liderados por mujeres.
Esta suma es elcapital semilla para el desarrollo de su primer prototipo. Pero no solo eso. Ellas también tienen acompañamiento empresarial, a fin de generar su idea de negocio, sesiones grupales e individuales, así como acceso a personas mentoras y asesoras especializadas del área.
“Queremos resaltar que estamos pensando en desarrollar el producto para cualquier tipo de herida en la zona perineal, no solamente para la episotomía. Esta idea nació gracias a las historias de distintas mujeres que han experimentado traumas en esa zona, ya sea por la misma episotomía o por algún desgarro vaginal que ocurre de forma natural. Las entrevistadas comentaron cómo vivieron el proceso de recuperación y resaltaban que era doloroso, incómodo y complicado. Esto nos ayudó a reforzar nuestra intención de realizar un producto que pueda ayudar a mujeres que experimenten lo mismo”, comentó Tiffany Sánchez Loáiciga, una de las integrantes del equipo.
El objetivo del programa es claro: incentivar la participación femenina en el ecosistema emprendedor en las áreas de las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
“Contamos con propuestas de los sectores de agricultura, salud, greentech, matemáticas y educación. Estamos muy inspiradas por este grupo de mujeres que se encuentran curiosas de aprender acerca de modelos de negocios y cómo, a través de sus conocimientos técnicos y científicos, pueden contribuir con problemas existentes en la sociedad”, mencionó Cristina Vindas, directora de Impact Hub en Costa Rica en un comunicado de prensa.
La convocatoria se desarrolló en junio del 2021 y recibió 119 ideas de emprendimientos tecnológicos. De esas, solo doce fueron seleccionadas por su alto potencial de desarrollo; entre ellas, la innovación de estas cinco jóvenes de la UCR.
“Estamos muy emocionados por la alta participación de más de 100 mujeres en la convocatoria del programa. Estos resultados nos inspiran a seguir promoviendo la participación femenina en el ecosistema emprendedor. Los 12 emprendimientos seleccionados tienen un gran potencial de desarrollo con un alto grado de innovación en áreas STEM, algo que nos llena de gran optimismo. A estas mujeres les deseamos todos los éxitos para que puedan culminar el proceso de incubación y desarrollar sus propuestas de negocio”, afirmó en el comunicado de prensa Flora Montealegre, Delegada Ejecutiva de la Fundación Crusa.
«Las episiotomías no se deben realizar como procedimiento de rutina.
Pero, según un artículo de La Nación de marzo del 2015, en Costa Rica un 28 % del total de las mujeres enfrentaron el «piquete» en su parto.
Al realizar entrevistas a distintas mujeres obtuvimos que tanto la episiotomía, como los desgarros vaginales, son heridas en la zona perineal que se presentan con bastante frecuencia, por lo que no es un problema poco común en nuestro país», destacó Tiffany Sánchez.
Innovación
Uno de los componentes más innovadores de Perimus es que está basando en plantasmedicinales que ya tienen estudios sobre sus propiedades cicatrizantes.
Una muy conocida es el aloe vera, por ejemplo. Además,las jóvenes piensan usarun biopolímero que también tiene propiedades bactericidas y que, por el momento, no revelarán para cuidar su propiedad intelectual.
“La idea de incorporar distintas plantas con propiedades que favorezcan la curación de heridas sigue en pie. En este momentocontinuamosen etapa de investigación y prototipado, pero siempre con el objetivo de obtener la mejor fórmula para nuestro producto”, amplió Tiffany Sánchez.
“Lo más importante del emprendimiento es hacer conexiones con personas que saben. No podemos saberlo todo en la vida, no somos expertas en finanzas, ni en derecho. Pero, cuando conectamos con alguien que sí sabe, eso nos genera valor y ayuda a acercarnos al éxito”. Valeria Carrillo.
Otros de los elementos innovadores de la espuma está su característica de ser biodegradable y biocompatible; es decir, capaz de degradarse en el ambiente y casi no generar reacciones adversas al organismo.
Asimismo, tiene propiedades antimicrobianas, antisépticas, cicatrizantes, antiinflamatorias y analgésicas, con el fin de disminuir los síntomas asociados.
“La espuma, a diferencia de una crema, es fácilmente absorbida y tiene un área de cobertura mayor. Asimismo, es una aplicación más limpia”, mencionó Valeria Carrillo en una declaración previa dada el10 de diciembre del 2020 a la Universidad de Costa Rica.
No obstante, supotencial podría aplicarseen otros usos. Por ejemplo, en traumas y en fisuras anales debido al estreñimiento, así como por heridas vulvares a raíz de una depilación incorrecta.
Las metas
Con la colaboración recibida del programa Constelar, las jóvenes ahora se están preparando con herramientaspara emprender,mentoríasycharlas con profesionales emprendedores, entre otros recursos que les permita hacer de la idea una realidad.
La formación inició el 20 de julio del 2021 y ya han asistido a más de 15 sesiones en las etapas del problema-solución, planteamiento delmodelo de negocio,financiamiento,asesoría legalyel pitch, una técnica fundamental en el mundo de los negocios para capturar fondos y que consiste en alcanzar una retórica convincente en poco tiempo.
“Constelar nos ha dado más que los fondos para desarrollar el prototipo. Constelar ha sido un programa muy enriquecedor en el cual hemos aprendido muchísimo sobre emprendimiento. No hay un manual para emprender y tener ese apoyo es sumamente valioso. Uno se da cuenta que noestamos solas, que hay muchas personas en ese mismo camino, que el proceso es complicado, difícil, con muchos factores por considerar, pero que estamos juntas tratando de solucionar todos los retos que se nos va presentando”, dijo Valeria.
“Estar con otras mujeres que están emprendiendo es algo que no pasa todos los días y más en el área de STEM. No son solo emprendedoras, son mamás, estudiantes y algunas, hacen todo a la vez. Eso nos motiva a seguir adelante. Agradecemos a la Fundación Crusa y a Conicit por la iniciativa tan valiosa y por apoyar el emprendimiento femenino en STEM”. Valeria Carrillo.
Como el proceso de formación ya concluyó, las mujeres estarán iniciando el desarrollo de su prototipo en el Instituto de Investigaciones Farmacéuticas(Inifar)de la UCR.
El primer paso que llevarán a cabo es la preformulación. Asimismo, en el Inifar-UCR realizarán todas las pruebas de calidad necesarias para asegurar que la espuma cumpla con todos los controles y criterios que exige el Ministerio de Salud.
La preformulación iniciará la primera semana de marzo del 2022 y se proyecta que el primer prototipo se tenga en agosto o septiembre de ese mismo año.
Si la etapa de prototipado tiene éxito, las jóvenes buscarán fondos adicionales para seguir con la fase de escalamiento. En esta etapa se producela innovación en una cantidad reducida, como primer paso para ser comercializada en pequeña escala.
“El capital semilla que nos da el programa Constelar es solo para el prototipado,la preformulación y las pruebas de calidad que exige el registrosanitario. En la siguiente etapa nos encargaríamos de buscar fondos adicionales y lograr el escalamiento”, afirmó Valeria.
Si la innovación se concreta y logra salir al mercado, el país tendría el primer producto de su tipo 100 % de origen costarricense, con una formulación exclusiva efectuada en el territorio nacional y proveniente de la mente de cinco jóvenes, mujeres y futuras farmacéuticas queaspiranhacer desu sueño una realidad.
Las jóvenes ahora están buscando personas profesionales de la salud dispuestas a ser entrevistadas para hacer la validación del proyecto. Si usted desea colaborar, las puede contactar mediante el correo:perimus.cr@gmail.com
Jenniffer Jiménez Córdoba, Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
Por Dr. José María Gutiérrez, profesor emérito, Universidad de Costa Rica
Se tramita en la Asamblea Legislativa un proyecto de ley para la creación de la Promotora Costarricense de Innovación e Investigación. De aprobarse este proyecto, el actual Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT) se transformaría en esta Promotora. Este proyecto tiene serias implicaciones para el desarrollo científico-tecnológico nacional; lamentablemente, no se ha dado en la comunidad nacional una discusión lo suficientemente amplia sobre el mismo y sus consecuencias.
Este proyecto parte de una visión limitada y parcial del complejo ciencia-tecnología-innovación, lo cual podría tener implicaciones negativas para el desarrollo científico-tecnológico nacional. Se podría pensar que, si se propone que esta nueva entidad absorba las funciones del CONICIT, la misma debería velar por el desarrollo equilibrado de la ciencia, la tecnología y la innovación del país. Ese, desafortunadamente, no es el caso. Veamos por qué, con base en el texto del proyecto del 17 de noviembre del 2020.
El complejo ciencia-tecnología-innovación tiene un carácter sistémico, lo cual implica que se debe mantener un equilibrio y un balance entre la generación endógena de conocimiento científico básico y aplicado, la investigación y el desarrollo tecnológico, la transferencia de conocimiento a los sectores sociales y productivos, incluyendo la transferencia tecnológica, y la innovación en muy diversos ámbitos de la sociedad. Se trata de un engranaje con múltiples componentes.
Estos subconjuntos del complejo ciencia-tecnología-innovación deben interactuar entre sí de manera eficaz, pero a la vez requieren mantener un desarrollo equilibrado, y todos han de ser fortalecidos y alimentados para lograr un sistema integrado y holístico. Resulta vital, por lo tanto, mantener ese equilibrio entre los componentes del sistema y evitar la priorización excesiva de unos en detrimento de otros.
La lectura del proyecto deja ver un énfasis desmedido en el tema de la innovación y de la aplicación del conocimiento con fines económico-productivos. Se confiere un peso excesivo al desarrollo tecnológico y la innovación y al papel del sector empresarial en el complejo ciencia-tecnología e innovación, en detrimento de los otros elementos del sistema.
Si bien el texto del proyecto menciona el desarrollo científico y la importancia de la ciencia en diversos artículos, el énfasis se centra de manera inconveniente en la innovación, el desarrollo tecnológico y el rol de la investigación en la esfera económico-productiva. Al hacerlo, se debilita significativamente la prioridad que debe tener el desarrollo de capacidades endógenas para generar conocimiento original a través de la ciencia, lo cual tendría implicaciones negativas en el desarrollo de todo el sistema.
La ciencia es mucho más que la provisión de insumos para la innovación y el desarrollo económico. La ciencia permite comprender la realidad natural y social y genera insumos originales de conocimiento que alimentan todo el engranaje de ciencia-tecnología e innovación. Es, además, un valioso componente de la cultura en un contexto amplio. En este sentido, el proyecto tiene una limitación conceptual de fondo.
Para fundamentar esta crítica, me remito a los siguientes aspectos del proyecto:
(1) En el artículo 2 se señala: “La Promotora tendrá como finalidad la promoción de la innovación y el desarrollo científico y tecnológico como ejes para alcanzar el desarrollo productivo y social del país”. No obstante, la lectura del texto del proyecto no concuerda con esta finalidad, ya que se coloca un énfasis desmedido en el tema de la transferencia de tecnología y la innovación, descuidándose el fomento del desarrollo científico.
(2) En el artículo 6 se dice lo siguiente: “La Promotora tendrá las siguientes funciones:
a) Diseñar, administrar, preparar y ejecutar fondos, instrumentos y programas orientados a promover: (i) la innovación, (ii) los emprendimientos innovadores y de base tecnológica, (iii) la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico, (iv) la transferencia tecnológica y (v) el capital humano especializado en las áreas de ciencia, tecnología e innovación”.
Queda claro, de la lectura de este artículo, que las cuatro primeras funciones se centran en la innovación, el desarrollo tecnológico, los emprendimientos y la transferencia tecnológica. Se omite por completo el fomento al desarrollo de la ciencia básica y aplicada. Solamente el inciso (v) podría cubrir aspectos relacionados con la ciencia, al enfocarse en la formación de recurso humano calificado. No obstante, tomando en cuenta el espíritu que se desprende de todo el proyecto, es muy factible que esa formación de recurso humano se centre en aspectos tecnológicos y de innovación. Este artículo deja ver claramente la excesiva e inconveniente priorización en las esferas tecnológicas y de innovación, alejándose de la consolidación de una base científico-tecnológica endógena que garantice la creación de nuevas ideas y la comprensión de la realidad, sobre la que se basan el desarrollo tecnológico y la innovación.
(3) Quizá el punto del proyecto que más claramente refleja esta visión sesgada y parcial del complejo ciencia-tecnología-innovación es la integración de la Junta Directiva de la Promotora. Esta Junta estaría integrada por:
“a) La persona jerarca del Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones; quien presidirá y fungirá como presidente de la Junta Directiva. b) La persona jerarca del Ministerio de Economía, Industria y Comercio. c) Un representante de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE). d) El (la) presidente o un vicepresidente designado por la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (UCCAEP). e) El (la) presidente o un vicepresidente designado por la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR). f) El (la) presidente o un vicepresidente designado por la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA). g) El (la) Presidente del INA. h) Un representante de las Universidades Públicas designado por CONARE. i) Un representante de las Universidades Privadas designados por UNIRE.”
Tenemos acá un predominio de sectores empresariales e institucionales cuya misión se centra en el desarrollo económico, al tiempo que hay una casi nula representación de la comunidad científico-tecnológica. Los principales reservorios de investigación científico-tecnológica del país son las universidades públicas. Es sorprendente que estas instituciones tengan solo un asiento en esta junta directiva, con igual peso que las universidades privadas, en las que la investigación es muy limitada. Sorprende también que no haya un sitio en esta directiva para la Academia Nacional de Ciencia. El desbalance es más que evidente.
Estamos hablando de una nueva entidad que va a sustituir al CONICIT y que, por ende, debe velar por el desarrollo integral de la ciencia-tecnología-innovación del país. Es preocupante que la junta directiva de una entidad que va a asumir estas funciones tenga esa integración, mostrando una clara tendencia hacia la ‘corporativización’ de este ámbito fundamental del desarrollo nacional. El desequilibrio que traería la integración de esta junta directiva podría afectar seriamente los esfuerzos que el país ha realizado a través de décadas para gestar una comunidad de investigación en ciencia y tecnología, ubicada fundamentalmente en las instituciones de educación superior públicas.
No argumento que la innovación y el desarrollo tecnológico no sean importantes; son fundamentales y nuestro país debe avanzar mucho más en estos ámbitos. Pero son solo dos componentes de un sistema mucho más complejo. Lo aquí planteado es muy claro en los países desarrollados, donde se apoya fuertemente el fomento de la ciencia básica y aplicada, a la vez que se generan mecanismos para que el conocimiento fluya a las esferas de desarrollo tecnológico y de innovación. Pero el sistema debe contemplar y apoyar la investigación científica, en equilibrio con los otros componentes.
Lejos de ayudar al desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en Costa Rica, el proyecto pone en riesgo avances importantes que ha tenido el país en dichos campos, no resuelve los muchos problemas que tenemos en estos temas, y excluye a sectores y protagonistas que están llamados a jugar un papel protagónico en estas áreas estratégicas del desarrollo nacional.
José María Gutiérrez Profesor emérito, Universidad de Costa Rica
La Universidad de Costa Rica cuenta con un dinámico ecosistema interno de innovación donde interactúan, todos los días, más de 55 000 personas entre estudiantes, docentes-investigadores y administrativos. Es un entorno dinámico que cuenta con múltiples espacios educativos y de investigación como fincas y estaciones experimentales, museos, plantas piloto, laboratorios y reservas entre otros recursos. Cada día nuevas ideas germinan en los cursos, los proyectos, los espacios académicos y otras actividades; muchos actores universitarios trabajan también en comunidades del país.
La Universidad ha mantenido siempre una intensa colaboración con el sector social y productivo del país como parte de su fuerte compromiso con la sociedad y el desarrollo de Costa Rica. En el Estatuto Orgánico está claramente establecido ese compromiso; la visión de conexión se ha visto cristalizada entre otras cosas por el vínculo externo con la sociedad. Esto ha marcado, sin duda, la evolución del ecosistema y ha permitido que el conocimiento gestado en la UCR permita resolver problemas y necesidades de la sociedad y del sector socio-productivo e impacte a las personas.
La UCR cuenta con muchas formas de vinculación, desde las cuales además también de nutre de ideas nuevas y de conocimiento de terceros para alimentar el círculo virtuoso. Una forma de potenciar el desarrollo del país es a través de la generación de innovación mediante la transferencia de conocimientos novedosos que estén protegidos por herramientas de propiedad intelectual.
Dentro de este contexto es importante mencionar que la protección de la propiedad intelectual en una Universidad Pública debe comprenderse como una herramienta que permita tomar decisiones estratégicas tanto para la Universidad como para el país. De la gestión de esos procesos de protección y transferencia de conocimiento con potencial innovador está a cargo Proinnova, un actor clave universitario que construye puentes entre el conocimiento y la innovación y procura poner de la propiedad institucional al servicio del país.
El trabajo desarrollado en los últimos años ha rendido sus frutos interesantes. Desde el año 2013, cuando se tenían 11 contratos de licencia hasta la actualidad donde han realizado 20 transferencias tecnológicas de propiedad industrial y derechos de autor y se tienen 37 contratos de licencia; esto representa un crecimiento importante. Se tiene adicionalmente 12 empresas derivadas o spin off, que en contexto de pandemia representan además una vía para la generación de empleo en el futuro. Más allá de los indicadores lo más importante es lo que esto significa, las transferencias representan la generación de innovación social e innovación tecnológica con impacto en el país y a nivel internacional también. Ese conocimiento novedoso promueve el desarrollo económico, social y ambiental.
Fruto de esa gestión se tienen 51 productos y servicios innovadores disponibles en el sector socioproductivo y que se han puesto a disposición de usuarios y beneficiarios. El caso más maduro de transferencia tecnológica de la Universidad es el del Híbrido de la Papaya Pococí, se producen las semillas en la estación experimental Fabio Baudrit y en la estación experimental Los Diamantes del INTA y se pone a disposición de productores nacionales. Esta tecnología le ha generado al país más de $30.4 millones en divisas de exportación. La venta de la semilla ha generado ingresos para el INTA y la UCR por 697 millones de colones a lo largo de los años ($1.3 millones). En el caso de la estación experimental de la Universidad se invierte en la producción de la semilla y en proyectos de beneficio para los investigadores y los estudiantes. La UCR también ha desarrollado otros híbridos de gran importancia para el sector agrícola nacional y para aportar a la nutrición de los costarricenses (trabajo realizado por varios equipos en la Estación Fabio Baudrit) y además otros productos innovadores para el agro desarrollados en el Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) que constituyen una opción ante el uso de agroquímicos. Los híbridos de chile dulce, de tomate y el fertibiol y degradabiol han generado alrededor de 87 millones de colones en ventas y esos recursos alimentan la investigación y el desarrollo de nuevos productos.
Como un ejemplo del impacto que involucra la transferencia tecnológica, de una muestra de 14 contratos de licencia que tiene firmados la Universidad con empresas, se han generado, a diciembre 2020, alrededor de 504 millones de colones de valor económico para el país además de la generación de empleo, encadenamientos productivos, conexión con el mercado de exportación, etc. Actualmente se sigue avanzando y conforme los procesos de apropiación tecnológica y pruebas de mercado así lo permitan y más productos lleguen a la sociedad ese valor económico seguirá aumentado. Algunas de las tecnologías UCR pueden llegar a tener un impacto internacional, como es el caso de la patente de hemoderivados del Instituto Clodomiro Picado cuyo licenciamiento ha llevado a la construcción de una planta farmacéutica y el escalamiento de la tecnología en Colombia.
La Universidad tiene ejemplos de casos transferidos a la sociedad o en proceso de transferencia, provenientes de todas las áreas del conocimiento, esto ratifica que la innovación puede surgir en cualquier área. El trabajo realizado hasta la fecha evidencia el compromiso de la Universidad de Costa Rica en generar nuevo conocimiento a través de la investigación, la acción social y la docencia y de potenciar la transferencia del mismo para mejorar la vida de las personas a través de la generación de empleo en empresas u organizaciones existentes que potencian sus actividades al recibir conocimiento innovador que plantea nuevas oportunidades, creación de empresas y nuevas oportunidades para emprendedores, desarrollo de nuevos productos, promover encadenamientos productivos con oportunidades de valor agregado, generar nuevos mercados de exportación, promover la innovación social y generar novedosas formas de entender y abordar los retos para provocar nuevas dinámicas sociales y convertir al ciudadano en un protagonista y brindar soluciones a problemas locales y mundiales, entre otros.
¿Qué viene?
Existen muchas oportunidades dadas las fortalezas de la Universidad de Costa Rica en varios ámbitos, pero particularmente en la investigación y en todo el potencial de generar impacto en nuestro país y más allá de las fronteras. Desde el ámbito de acción de Proinnova, en los años venideros, la Universidad deberá trabajar en seis esferas estratégicas que le permitirán evolucionar en el proceso de potenciar el desarrollo país. Esas esferas prioritarias se presentan en la figura 1.
La UCR deberá abordar y potenciar su modelo de gestión de la innovación para volver más eficiente su proceso de transferencia tecnológica y aprovechar proyectos internacionales para incorporar mejores prácticas y potenciar el impacto, deberá además trabajar el fomento de la cultura de innovación a través de un programa exponencial de capacitación. Por otro lado, debe continuar impulsando el tema de las actividades, acciones y proyectos relacionados con el combate del COVID-19 y la recuperación y reconstrucción del país. El establecimiento de políticas de propiedad intelectual para la Universidad y un procedimiento para la creación de spin-off o empresas derivadas son temas prioritarios.
La comunicación de todo lo que acontece en el ámbito de la innovación generada desde la Universidad debe plantearse de forma estratégica para evidenciar sus alcances y rendir cuentas a la Sociedad. El ecosistema de innovación y emprendimiento nacional debe ser dinamizado desde acciones promovidas por todos los actores del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología para la Innovación y ese contexto la UCR debe tener un rol protagónico.
La Universidad cuenta con muchas formas de vinculación Universidad-Sociedad que deben de ser potenciadas en los años venideros y que ratifican el compromiso de nuestra Universidad con el desarrollo económico, social y ambiental del país.
Los procedimientos son verificados por profesionales en medicina, veterinaria, física e ingeniería
Tras un proceso de casi cinco meses de trabajo en la construcción de un prototipo de ventilador mecánico, el proyecto Respira UCR inició el 13 de agosto siete nuevas pruebas preclínicas con cerdos, con el propósito de validar el funcionamiento del dispositivo que podría constituir una alternativa de atención para pacientes con COVID-19.
Los ensayos se efectúan durante el mes de agosto en el Laboratorio de Docencia y Cáncer (DCLab) de la Universidad de Costa Rica (UCR), con la participación de especialistas en medicina de cuidados intensivos, emergencias, anestesia, medicina veterinaria y terapia respiratoria.
Para efectuar las pruebas se cuenta con la aprobación y los protocolos establecidos por el Comité Institucional para el Cuidado y Uso de los Animales (Cicua), de la UCR, con el fin de garantizar la calidad de vida de los cerdos involucrados en los procedimientos.
El coordinador del proyecto y director de la Escuela de Física, Ralph García Vindas, manifestó que, una vez concluidas las pruebas preclínicas, tienen en la mira las pruebas clínicas.
“Para esto, estamos acelerando el trabajo en conjunto con el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), así como con personal médico y de salud pública, para definir los protocolos, guías y requerimientos necesarios para validar y regular este tipo de dispositivos médicos, antes de ser aplicados en condiciones reales”, expresó García.
Los investigadores impulsores de la iniciativa estiman iniciar muy pronto la producción en serie de 50 dispositivos, para entregarlos a la CCSS y así incrementar la capacidad de atención del sistema de seguridad social.
Según García, a medida que aumentan las hospitalizaciones, toma relevancia el poder contar con este tipo de dispositivos en nuestro país. Por lo tanto, se torna indispensable poder construirlos localmente a bajo costo.
El Dr. Alberto Cubero, médico intensivista del Centro Especializado de Atención de Pacientes con COVID-19 (Ceaco), calificó el proyecto Respira UCR muy pertinente en el momento actual. “En el contexto de una pandemia, esta iniciativa es una respuesta social efectiva de la UCR a la población, en caso de que este ventilador se requiera en los contextos clínicos del manejo de los pacientes con COVID-19, dado el riesgo de desabastecimiento de este tipo de dispositivos”, resaltó.
El prototipo ha pasado por varias etapas de construcción y perfeccionamiento hasta convertirse en lo que es hoy: un dispositivo de alta tecnología, con pantallas táctiles, portátil y de fácil uso para los profesionales de la salud, aseguraron sus creadores. Además, utiliza baterías de litio, lo que garantiza su funcionamiento sin estar conectado a la electricidad y facilita su uso en el traslado de pacientes.
En Costa Rica no existe una industria de dispositivos biomédicos clase 3 (categoría en la que se ubica el prototipo de Respira UCR), razón por la cual tampoco hay legislación para inscribir equipo producido en suelo nacional para uso local. Únicamente se dispone de un Reglamento para el registro, clasificación, importación y control de equipo y material biomédico del Ministerio de Salud, que permite el registro de ventiladores importados.
Los ensayos preclínicos se están efectuando con la participación de un equipo interdisciplinario de especialistas, quienes verifican el funcionamiento del dispositivo de ventilación. Foto: cortesía «Respira UCR».
Alianzas público-privadas
La Escuela de Física y el Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum), de la UCR, líderes de Respira UCR, han establecido alianzas con otras dependencias académicas universitarias para el desarrollo del proyecto, como las escuelas de Ingeniería Mecánica, Artes Plásticas, Economía y Enfermería de este centro de educación superior pública. Además, con la Vicerrectoría de Investigación, el Laboratorio de Prototipado (Protolab), el CICUA, el DCLab, el Laboratorio de Fabricación (Fablab) de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y el Laboratorio Costarricense de Metrología (Lacomet).
Igualmente, el proyecto ha contado con la colaboración financiera de entidades públicas y privadas, como la Embajada de Alemania en Costa Rica, que aportó US$27 000 para la fabricación de los primeros ventiladores.
Torsten Göhler, Consejero de esta Embajada, reconoció el carácter modelo del proyecto. «En tiempos de crisis, como los que atravesamos actualmente, iniciativas como esta crean soluciones y alientan a los habitantes de Costa Rica”, subrayó.
La iniciativa ha recibido apoyo de distintas empresas privadas, entre ellas la compañía farmacéutica Roche y Elvatron. Ambas han brindado asesoría sobre componentes e insumos médicos y biomédicos; establecimiento de líneas de fabricación y producción; software; tratamiento clínico, hospitalario y animal; inscripción; materiales; autoría y patentes.
“La vinculación a Respira UCR, junto a otros actores, nos permite contribuir activamente con nuestra experiencia y voluntarios al desarrollo de innovación de la mano con la academia, como una respuesta urgente al llamado de las autoridades para fortalecer la infraestructura de atención”, explicó Álvaro Soto, gerente general de Roche para Centroamérica y el Caribe.
Se estima que el valor final de cada ventilador ronda los US$4 500, un precio muy inferior al del mercado internacional, que oscila entre US$30 000 y US$50 000 por un dispositivo de características similares. La vida útil del sistema de motorización es de aproximadamente 30 años, bajo un funcionamiento continuo.
El gerente general de Elvatron, André Sonderegger, destacó que “a través de estas alianzas público-privadas, la unión de fuerzas permitirá seguir creando en Costa Rica soluciones de interés nacional, aprovechando el gran talento humano”.
Departamento de Comunicación empresa Roche y redacción de la ODI. Periodista, Oficina de Divulgación e Información
Desde las facultades, laboratorios, institutos y centros de investigación universitarios germinan iniciativas científicas y tecnológicas que buscan fortalecer la lucha contra el COVID-19
Nuestro país no sería el mismo si aquellas figuras visionarias que definieron la Constitución Política, hace 71 años, no hubiesen decidido invertir, prioritariamente, en la educación pública universitaria, para que de esa manera la formación de profesionales y el desarrollo de la ciencia fueran los pilares en los que se basa el progreso de Costa Rica.
Gracias a ese conocimiento universitario de calidad, miles de egresados de las universidades públicas han logrado impulsar el avance de todos los sectores de nuestra sociedad, tanto públicos como privados. Por ejemplo, en áreas como la industria y la producción de bienes y servicios, la innovación en aplicaciones tecnológicas, el desarrollo de construcciones de gran magnitud y otra que cobra especial relevancia en esta época: la salud.
Este 2020, vivimos en los embates de la pandemia por el COVID-19. Esta enfermedad ha cambiado nuestra cotidianidad y nos exige mantener un comportamiento solidario y empático, como vía para proteger la vida de todas las personas vulnerables ante el nuevo coronavirus.
Por eso, desde el inicio de esta emergencia sanitaria, la Universidad de Costa Rica (UCR) ha estado presente para aportar —mediante la ciencia, la tecnología y la innovación— proyectos que ofrezcan soluciones a la falta de dispositivos médicos, a la necesidad de obtener y procesar datos para facilitar la toma de decisiones de las autoridades, así como al faltante de opciones que ofrezcan alternativas confiables para recuperar a los pacientes, entre otros.
Aportes claves desde la academia
Más de 100 especialistas de todas las áreas del saber de la UCR se han unido en una labor multidisciplinaria para crear más de 40 iniciativas relacionadas con la pandemia actual.
Expertos en artes y letras, ciencias agroalimentarias, ciencias básicas, ciencias sociales, ingeniería y salud trabajan desde la investigación y de manera conjunta. El objetivo es crear opciones viables, que cuiden a quienes nos protegen del coronavirus y colaboren en la tarea de recuperar a los enfermos. Estos profesionales son el fruto de la educación pública universitaria.
Así, por ejemplo, entre los proyectos creados se encuentran los protectores faciales elaborados a partir de material biodegradable, que ofrecen mayor seguridad a profesionales en enfermería y medicina, policías y todos aquellos funcionarios que se encuentran en la primera línea de exposición frente al coronavirus; los ventiladores y respiradores para proporcionar asistencia a personas ingresadas en los hospitales; los hisopos necesarios para diagnosticar la enfermedad; la formulación de un medicamento a partir del plasma convaleciente de personas recuperadas; el desarrollo de modelos matemáticos para estudiar la dinámica de transmisión local del virus y que permiten a las autoridades del Ministerio de Salud tomar decisiones; y la creación de plataformas interactivas que reúnen y aportan datos importantes para definir estrategias relacionadas con la atención de la emergencia (véase Conozca cada uno de los aportes de la UCR en el marco de la pandemia).
“La naturaleza multidisciplinaria y transdisciplinaria de estos trabajos resulta esencial para completar de forma exitosa los objetivos de la UCR de mejorar la respuesta del país ante el COVID-19. En nuestro caso, hemos trabajado en identificar moléculas inhibidoras de un componente clave de los coronavirus, para poder crear drogas antivirales efectivas. Se trata de una de las iniciativas que pasaron por una evaluación científica rigurosa para recibir fondos del Espacio de Estudios Avanzados de la UCR (Ucrea)”, manifestó Francisco Siles Canales, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, quien participa en el proyecto denominado Plataforma biocomputacional para la identificación de inhibidores de coronavirus.
Estas propuestas han visto la luz gracias a que se han unido los esfuerzos de la UCR, instituciones públicas, como la Caja Costarricense de Seguros Social (CCSS), y diversas empresas privadas, que han aportado el soporte tecnológico y logístico de forma solidaria para beneficio del territorio nacional.
“Hay que destacar la participación de actores externos a la Universidad en la gestión de estos proyectos. Son más de 49 empresas y emprendedores, así como entidades estatales que colaboran para cumplir estos propósitos. Parte de la visión que tiene la UCR es generar este conocimiento para que sea trasladado al sector industrial, el cual cuenta con la capacidad de masificar los resultados y ponerlos a disposición de las personas”, afirmó Marianela Cortes Muñoz, directora de la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova), de la UCR.
Finalmente, un aspecto importante de resaltar es que varios de estos proyectos han sido incluidos en el Repositorio de Derechos del COVID-19, el cual fue creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) e impulsado por el Gobierno de Costa Rica. El objetivo de esta iniciativa es compartir los datos, el conocimiento y la propiedad intelectual dentro del contexto de la pandemia, para que todos los países puedan buscar soluciones y salvar la vida de las personas infectadas por el SARS-CoV-2.