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Etiqueta: Juan Jaramillo Antillón

¿La conducta humana es genética?

La conducta humana es la capacidad que tiene el ser humano para expresarse mental y físicamente en las distintas actividades que desarrolla en su vida.

¿Qué es más importante para el desarrollo del niño: la naturaleza o la crianza?

Juan Jaramillo Antillón

Las personas pueden reaccionar distintamente ante un mismo estímulo de su ambiente, según su capacidad mental y su experiencia. Se dice que la conducta humana es la capacidad que tiene el ser humano para expresarse mental y físicamente en las actividades que desarrolla en las diferentes fases de su vida. El comportamiento es algo bastante parecido: es la forma en que los humanos interaccionan con su medio en función de su capacidad individual para responder a los diferentes estímulos que recibe.

En otras palabras, la conducta humana es la manera en que las personas hacen frente a la lucha por la existencia, idealmente respetando los valores existentes y guiados por la influencia de la cultura imperante en su medio desde la niñez, época en que el niño se ve constantemente sometido al aprendizaje de reglas para comportarse ante diferentes situaciones. Esas tempranas enseñanzas habrán de acompañarlo hasta la muerte.

Los expertos han señalado que los seres humanos somos animales de costumbres. Formamos hábitos y, a lo largo de nuestra vida, nos conducimos según esos hábitos. Por eso es tan importante en la niñez enseñar valores y dar ejemplos.

Uno de los debates sobre la conducta humana tiene que ver con qué cuestiones serán más importantes para el desarrollo del niño: ¿la naturaleza o la crianza? O, como se dice en inglés: Nature vs nurture. El Dr. McEluwe indica que estos términos se refieren a las dudas que hay acerca de la preponderancia de la biología (herencia genética) en el desarrollo del niño. Sin embargo, existen investigaciones que muestran una propensión heredada a realizar ciertos actos, independientemente de la experiencia que se adquiera o la herencia social o cultural que se reciba en su hogar y en el medio externo.

El Centro para el Desarrollo infantil de la Universidad de Harvard señala que, finalmente, los expertos se han dado cuenta de que “las diferencias genéticas son de importancia crítica para el desarrollo del niño”. Además, hoy sabemos que los niños aprenden mejor cuando se les permite cometer errores y vivir las consecuencias. Tal como sucede en la investigación científica, donde se avanza por el ensayo y el error. Los chicos que enfrentan obstáculos aprenden con la práctica a no repetir sus fallas.

Por eso, a los niños debe ofrecérseles el mejor ambiente posible para cultivar sus mentes y desarrollar lo más posible sus aspectos genéticos favorables para el comportamiento. Hace 2500 años, Hipócrates, el Padre de la medicina, les decía a sus discípulos: “aprended de los errores”. Esa es la mejor forma de adquirir experiencia.

Por supuesto, está muy claro que la lesión de diversos genes puede provocar diversas enfermedades mentales o contribuir junto con otros factores a su aparición, como en los casos del síndrome de Down o de la trisomía del cromosoma 21, la enfermedad de Parkinson. En todo caso, la mayoría se inclina hacia la idea de que hay factores ambientales muy importantes que contribuyen a que se expresen cualidades genéticas del niño.

David Barash dice: “La observación de la vida y la organización ´social´ de los animales ayuda a aprender el comportamiento individual y social del hombre, tan condicionado por las características biológica y genéticas, pero sería ingenuo suponer la que la biología es en cierto modo más importante que la cultura”. Las hormigas y las abejas tienen una conducta eminentemente heredada. Los animales superiores también tienen esa conducta, sobre todo para alimentarse o defenderse, y porque heredan muchos rasgos de la inteligencia que les permite adaptarse mejor a las situaciones que se le presentan. Pero también se valen de la experiencia que le ha transmitido su familia para sobrevivir en muchos otros aspectos.

El medio social o entorno contribuye a modificar la respuesta, y el individuo a su vez influye en el medio en que se desenvuelve, pues su conducta es observada por otras personas. Aristóteles decía: “El hombre es por naturaleza un animal civil o político. Mediante la palabra, el hombre creó la sociedad, en está desarrollo la inteligencia, en virtud de la inteligencia produjo el orden y mediante este creo la sociedad”. Sin embargo, desconfiaba de que la educación los convirtiera en seres éticos. Por ello afirmaba: “El hombre no actúa movido por ideales éticos, es preciso coaccionar su voluntad por medio de la ley para que haga lo correcto. Con la ley, el hombre es el ser más perfecto; sin ella, es el más salvaje. Por eso precisa de una organización social, el Estado, el cual mediante leyes lo obliga a obrar rectamente”.

Resumiendo, la conducta del ser humano se trata de una serie de actividades realizadas bajo la influencia de su aprendizaje cultural, valores, actitudes, emociones y conceptos éticos, incluso de la persuasión bajo una autoridad. La conducta puede, por lo tanto, ser normal, aceptable o fuera de lo corriente y no aceptable. Algunos consideran que también comprende las habilidades y destrezas que poseen las personas en diferentes áreas del saber humano, como las ciencias, las artes, el deporte, las matemáticas, etc., incluida la forma de comunicarse para darse a entender.

Hay consenso en torno a la idea de que una gran mayoría de los niños y jóvenes criados en la pobreza, sobre todo cuando esta es extrema y viene de la mano de una falta de educación, al llegar a la edad adulta no logran comportarse correctamente, ya que están resentidos por su marginación social. Eso da lugar a que contribuyan al fenómeno mundial de la violencia criminal en las ciudades.

La biología y la cultura tienden a aunar experiencias y conocimientos para explicar la conducta humana, que, a fin de cuentas, parece ser el resultado de factores genéticos (heredados) y fisiológicos del cerebro humano, que cuando funciona produce lo que se da en llamar conciencia: un proceso abstracto derivado de las células cerebrales que produce ideas, pensamientos y respuestas a los estímulos externos o internos del ser humano, o a la influencia social. La mente capta todos esos estímulos para reflexionar en base a ellos y dar respuestas adecuadas, o simplemente los almacena en la memoria.

Pero no debería caber duda alguna sobre la importancia que tienen los genes en el comportamiento humano. Si bien los genes no siempre determinan estrictamente el comportamiento, sí tienen un papel importante en la conformación del tipo de mente que habrá de poseer cada persona. Solemos decir que heredamos nuestra personalidad de nuestros padres, pero la realidad es que nuestros genes se remontan más atrás, provienen de nuestros abuelos, bisabuelos, e incluso de generaciones anteriores.

La educación es una herramienta que contribuye a crear la conducta humana y al progreso de la evolución. Para sacarle mayor provecho, es necesario que quien se está educando se esfuerce para aprender, independientemente de las condiciones genéticas que tenga para hacerlo. No se aprende a conducir una bicicleta sin caerse, ni a tocar el piano sin practicar y cometer equivocaciones. Tampoco se aprenderán reglas de conducta y moralidad si no se cuenta con buenos ejemplos que puedan ser puestos en práctica a lo largo de la vida. La calidad humana del ser humano no se reconoce por lo que dice, sino por lo que hace.

Hasta hace unos años se aceptaba que la conducta humana era adquirida, resultado de las influencias educativas y sociales. Hoy se acepta que en la conducta influyen también como vimos, aspectos genéticos o heredados que se expresarán con el tiempo. De tal forma que biología y cultura o genes y experiencia conforman al ser humano.

Bibliografía

Bee, H. (2003). Child and Adolescent Developtmen. Boston. Ed. Pearson Custom Publishing. 9th Edition. Bretano, Franz. (1983). Aristóteles. Barcelona. Ediciones Labor S. A. Britannica Encyclopedia. ( 2001). Human behavior. New York. Britannica Encyclopedia CD. Deluxe Edition. Jaramillo, Antillón, Juan. (1996). La aventura humana. San José. Editorial de la Universidad de Costa Rica. Jaramillo, Antillón, Juan. (2011). La conducta animal del ser humano. San José. Editorial Universidad de Costa Rica. Jaramillo, Antillón, Juan. (2024). Hipócrates-la proyección de sus enseñanzas en la Medicina moderna. San José. Editorial Ednass-Binass. McEluwe, C. (2003). Nature-Nurture debate. Slate assertpersonality decide by inherited traits. Charleston. The Charleston Gassete, Jeston. December 30, pp: 5 A.

  1. Doble hélice. Hoy se acepta que en la conducta influyen también aspectos genéticos o heredados
  2. Los seres humanos somos animales de costumbres, por eso es tan importante en la niñez enseñar valores y dar ejemplos
  3. Doble hélice. La conducta humana parece ser el resultado de factores genéticos y fisiológicos del cerebro humano
  1. A los niños debe ofrecérseles el mejor ambiente posible para cultivar sus mentes y desarrollar lo más posible sus aspectos genéticos
  2. Doble hélice. Solemos decir que heredamos nuestra personalidad de nuestros padres, pero la realidad es que nuestros genes se remontan más atrás
  3. Existen factores ambientales muy importantes que contribuyen a que se expresen cualidades genéticas del niño

El sexo y la aparición de los humanos

¿Qué es eso que llamamos sexualidad?

Juan Jaramillo Antillón

Si la naturaleza, o Dios para los creyentes, no hubiera inventado los sexos, no habría seres humanos como existen hoy.

Charles Darwin definió la evolución como la descendencia con modificación. Desde entonces sabemos que los genes que aparecieron en la antigüedad remota en el planeta Tierra, el ADN y el ARN creadores de todos los seres, comenzando con las primeras células como bacterias, algas, plantas y animales primigenios, “recibieron una orden”: creced y multiplicaos. Esa era una condición sine qua non, es decir, sin eso no hay evolución. Era una condición indispensable para que se dieran y aparecieran todas las especies que han poblado nuestro mundo y, millones de años después, el ser humano.

Nuestras células humanas contienen en su núcleo el ADN que da origen a los 46 cromosomas que tienen todas ellas (excepto los glóbulos rojos, que no tienen). Además recordemos que las células del ovario solamente contienen 23 cromosomas y el espermatozoide, otros 23. Por eso, cuando en la fecundación estos se juntan y entremezclan, aparece ya el óvulo fecundado con 46 cromosomas, que contienen en su interior unos 20 mil genes, dando lugar a un nuevo ser humano con gerencia de los dos. Biológicamente, los humanos se dividen en machos y hembras, según los cromosomas que posean (XX, hembra, o XY, macho).

Pero si hablamos de mujeres y hombres, estos dominan categorías sociales, no exclusivamente biológicas, y caen lo que se llama género, que es una categoría cultural. El sexo, pues, se divide en machos y hembras. Esta es una categoría biológica y las cualidades de esta división han permanecido constantes a través de cientos de siglos.

Parece comprobado el papel fundamental de la conducta innata de la sexualidad en la antigüedad remota, en cuanto a la atracción de los sexos, entre muchos animales inferiores y sobre todo en los superiores, incluyendo los prehumanos y hasta los Homo sapiens, para que se juntaran a convivir un macho y una hembra con el fin de procrear descendientes y conservar así la especie, siguiendo la ley fundamental dictada por los genes. De lo contrario, no existiría la especie humana como la conocemos hoy.

Ayudó en la conservación posterior de la unión hembra-macho, o mujer y hombre, el nacimiento de los hijos. Otro factor muy importante es que, a mayor reproducción, más posibilidad de supervivencia de la especie. Influyen en lo anterior los llamados genes egoístas, reproductivos y altruistas, para influenciar en especial a la madre en cuanto a cuidar y proteger al niño desde que nace, alimentarlo y ayudar a su desarrollo. A su vez, esta proporciona parte de su cuerpo, su matriz y placenta, como medio para que el embrión y luego el feto logre alimentarse, crecer y protegerse por 9 meses. Este papel es crucial e indispensable para el nacimiento de un ser humano. Se observa que el papel de la hembra o mujer es fundamental para la supervivencia del nuevo ser.

Tanto la madre como el niño están sometidos a influencias hormonales especiales, y de otro tipo, recíprocas durante todo el embarazo, que condicionan a la mujer embarazada a aceptar dicho evento y prepararse para proteger a su hijo desde antes de que nace hasta mucho después. Está probado que el cerebro de la mujer embarazada cambia en diversos sitios, algo que se aprecia cuando se realizan resonancias magnéticas y TAC de los cerebros durante el embarazo y hasta dos años después. Todo ello como consecuencia de las hormonas sexuales, la oxitocina y otras más.

Además, en la conservación de la unión hombre-mujer, es posible que tuviera un papel eso que llaman “atracción sexual no biológica”, que con el tiempo se llamó erotismo, o capacidad de una persona de experimentar y dar respuestas a los estímulos que ocasionan el deseo, la atracción y la excitación sexual. Quizás, con algunos otros agregados, eso califica como “amor”, para que finalmente formaran una familia.

Todo esto pasaba en tiempos cuando no había Iglesia, ni sociedad, ni preceptos religiosos o leyes que aconsejaran esta unión para formar una convivencia entre el hombre y la mujer, luego calificada como matrimonio, desde hace más de 4 mil años en los códigos de leyes, como el de Hammurabi de la sociedad sumeria. Este término, matrimonio, se siguió usando para esa unión hasta el presente, y ahora incluso se acepta para la unión de convivencia. En Costa Rica, en el año 2018, la Corte Interamericana de Derechos Humanos aceptó como matrimonio la unión de dos personas del mismo sexo. Por todo lo anterior, ahora se dice que la sexualidad humana es un proceso biológico-social, influido por el tipo de relaciones entre las personas, incluyendo el deseo y la atracción sexual.

La sexualidad humana

Preocupa mucho saber que muchas Iglesias, religiones y credos, que incluso tienen el Antiguo Testamento como fundamento de sus creencias, se opongan o rechacen la sexualidad humana, siendo que en la Biblia, en el libro Cantares, sobre el amor, se haga una apología sobre el amor y la sexualidad del hombre y la mujer.

Al escuchar hablar de sexualidad, mucha gente la interpreta como solamente el conjunto de fenómeno relativos al “instinto sexual y a su satisfacción”. La realidad es que eso es una parte clave y muy importante de algo que es más complejo, pues, además de formar parte de la sexualidad el conjunto de órganos (ovarios, vulva y vagina o testículos y pene), también están los procesos que actúan para que el instinto sexual se exprese. Para que se den pensamientos y acciones sexuales como los que tiene la mayoría de las personas, se requiere la integración del eje corteza cerebral (razonamiento) con el sistema límbico (emociones-pasiones), hipotálamo-hipófisis. También es importante para que se produzcan ahí las hormonas estimulantes, para que se activen y funcionen adecuadamente los ovarios y los testículos, y a su vez estos produzcan las hormonas feminizantes, como los estrógenos y la progesterona, en la mujer, o las masculinizantes, como la testosterona en el hombre, en oportunidad y cantidad adecuadas.

Más que solo hormonas

Visto así, el sexo constituye una característica biológica que define a las hembras y los machos. Es importante, e influye para que la función sexual se cumpla adecuadamente, que existan los órganos sexuales propios de una mujer o un hombre y que “la mente” (el cerebro funcionando), bajo diversos estímulos (internos) neurobiológicos y (externos) factores del ambiente, actúe sobre el embrión y el feto antes de nacer e incluso después. En el primer mes del desarrollo embrionario no hay genitales, ni testículos ni ovarios, solo las llamadas gónadas, que ya comienzan a producir hormonas, ya sea estrógenos o testosterona, según sea niña o niño. Entonces se comienzan a formar, a partir del segundo mes, los ovarios o los testículos y para el tercer mes, los órganos femeninos o masculinos.

Los ovarios producen estrógenos y progesterona en la hembra (mujer) y los testículos, testosterona en el macho (hombre). En la hembra dan lugar a la vulva, la vagina y la matriz y en el macho, al pene, los testículos, la próstata y las vesículas seminales. Durante toda su vida como embrión y feto, tanto el varón como la hembra están bajo el influjo de las hormonas, testosterona el primero y estrógenos y progesterona la segunda.

Durante siglos se aceptó que la sexualidad humana, al igual que en los animales, era instintiva. Como ya vimos, de hecho, este aspecto fue y continúa siendo fundamental para la conservación de la especie humana, sin embargo, ahora se señala que la sexualidad abarca múltiples dimensiones del ser humano y aparte de su sexo natural, se acepta su identidad y orientación sexual efectiva, sus pensamientos y emociones y sobre todo la capacidad de poder expresarse sexualmente en forma libre.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la sexualidad humana engloba una serie de condiciones culturales, sociales, anatómicas, fisiológicas, emocionales, afectivas y de conducta relacionadas con el sexo y que forman parte de lo que somos desde antes de nacer a través de la vida y hasta que morimos. Abarca, pues, al sexo, la reproducción, la identidad sexual, roles de género, el erotismo, la orientación sexual y la identidad que se tenga y está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales (educación, economía, políticos, religiosos, etc.).

La sexualidad a que da lugar este sistema puede verse alterada desde el embrión, si las gónadas o sus genes XY o XX, según sea el niño hembra o macho, desde el primer mes del desarrollo en el útero, son lesionados o modificada su acción por algo, como una infección viral, radiaciones, sustancias químicas, el licor, factores epigenéticos o algún otro factor interno, o externo, etc., dando lugar a cambios en la producción hormonal, en el desarrollo de los órganos sexuales o de su función, o posteriormente, después de nacido, cuando el niño está adquiriendo conocimientos de su género correspondiente, o debido a problemas psicológicos o emocionales causados en su hogar, escuela, colegio, etc. Debemos señalar que, de acuerdo con algunos expertos de este campo, la sexualidad es aún un área de investigación y estudio, pues algunos aspectos biológicos en el campo de los genes, la bioquímica y las hormonas están siendo aún valorados.

¿Y la homosexualidad?

A propósito de género, que anteriormente se dividía entre hombres y mujeres, ahora se aceptan otras categorías, como “transgénero”, o sea, la persona que al nacer, por sus genitales, se le asignó su correspondencia a un género, pero no se identifica con eso, sino con el opuesto, o incluso con ninguno. Parte de la sociedad contemporánea está aceptando que las cualidades masculina y femenina “experimentan cambios” y que por motivos personales estas pueden modificarse. Así es como surge el reconocimiento social actual para la homosexualidad y el lesbianismo, los bisexuales, los transexuales, etc., denominados como grupo o personas LGTBI.

Recordemos que la homosexualidad se da incluso entre insectos y otros animales, incluyendo los mamíferos. Los monos bonobos son un ejemplo de esto, ya que tienen relaciones sexuales no solamente cuando la hembra es fértil, como los otros monos, sino todo el tiempo, macho-hembra, macho-macho o hembra-hembra.

Los estudios científicos de la genética sexual realizados hasta el presente no han demostrado que exista un gen que cause la homosexualidad. Se acepta que algunas variaciones o marcadores genéticos explican solo una pequeña parte del comportamiento sexual entre personas de un mismo sexo, por lo que no es posible predecir una conducta sexual atendiendo solo a esas variaciones en los genes. Sin embargo, se acepta que miles de variantes genéticas distribuidas por todo el genoma humano y sus efectos combinados pueden influenciar importantes cambios y contribuir a modificaciones en la conducta sexual ayudadas con algunas formas de actuar socialmente.

En el mayor estudio realizado, en casi medio millón de personas de ambos sexos, Andrea Ganna, de la Universidad de Harvard de los Estados Unidos, confirma que no existe un gen de la homosexualidad. Las variantes genéticas halladas en esta muestra explican solo una pequeña parte de este comportamiento sexual, poniendo de manifiesto la complejidad de la sexualidad humana. En este estudio, solamente el 4% de los hombres y el 2,8% de las mujeres afirmaron haber tenido relaciones homosexuales. Los investigadores compararon la información proporcionada por 477.522 personas sobre su inclinación sexual, comparada con millones de marcadores del ADN de sus respectivos genomas.

Es importante recordar que la diferencia sexual entre una hembra y un macho (el ser femenino y el ser masculino, entre los humanos) no fue solamente un mecanismo reproductivo de la especie humana para trasmitir la herencia genética a los hijos, sino también una forma para mejor adaptarse al ambiente, gracias a la diversidad genética a que daba lugar. Los genes diferentes aportados por cada sexo permiten soportar mejor los factores negativos del ambiente, que puede lesionar un gen del par de genes iguales, llamados alelos, que tienen todos los cromosomas, pero el heredado del otro padre funciona y evita la aparición de una falla o enfermedad.

Repito, la “diferencia sexual” fue uno de los más grandes avances biológicos en la naturaleza y en el caso del ser humano no se logró por imposición sociales o religiosas. Lo normal, pues, desde el punto de vista evolutivo y biológico, es que la sexualidad se exprese para que una hembra y un macho sean atraídos hasta llegar al acto sexual para tener descendientes y así preservar la especie humana. Sin embargo, consideramos que el derecho a la libertad sexual es un derecho humano, y por eso, la sociedad como un todo y especialmente las familias deben respetar la identidad sexual de cada persona, o sea, cómo cada individuo se identifica, independientemente de su sexo biológico: heterosexual, homosexual, bisexual, etc.

Es importante aclarar que, si bien los hombres y las mujeres difieren genéticamente, anatómicamente y en cuanto a fisiología, y aunque la mente de la mujer también difiere de la del hombre, en cuanto a inteligencia, ambos son iguales, solo con algunas diferencias. La más importante: el papel de madre que la naturaleza le dio a la hembra.

  1. Los estudios científicos no han demostrado que exista un “gen de la homosexualidad”
  2. El ADN y el ARN, creadores de todos los seres, “recibieron una orden”: multiplicaos
  3. La sexualidad a que da lugar este sistema puede verse alterada desde el embrión
  4. A mayor reproducción, más posibilidad de supervivencia de la especie
  5. Ahora la sexualidad abarca múltiples dimensiones del ser humano, aparte de su sexo natural
  6. Durante toda su vida tanto el varón como la hembra están bajo el influjo de las hormonas.
 

Biografía

Ganna, Andrea et al. (2019). “Large scale GWAS reveals insights into the genetic architectore of same-sex sexual behavior”. Science. 29/8/2019.
Jaramillo Antillón, Juan (1997). ¿El sexo débil de la mujer? San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica.
Organización Mundial de la Salud (2006). Defining sexual health Report of technical consultation on sexual health. Ginebra: OMS, pp. 28-31.
Valente, S., Pellegrino, J. A. y Tatti, S. (2021). “Sexualidad y salud sexual”. Revista de la Asociación Médica Argentina, 2/2021, pp. 9-14. Buenos Aires: Asociación Médica Argentina.

Louis Pasteur o cómo aportar a la medicina sin ser médico

Con Pasteur se vieron las ventajas de trabajar juntos el gobierno y la empresa privada en proyectos de medicina.

Fueron tantos y tan valiosos sus descubrimientos, que cambió la sobrevivencia de la humanidad

Juan Jaramillo Antillón

Louis Pasteur nació el 27 de diciembre de 1822, en el pequeño pueblo de Arbois, en Francia. La familia, con su padre como curtidor de cueros, era de escasos recursos. Estudió la primaria y la secundaria en dicho pueblo, y tenía fama de joven de ser un hábil dibujante y retratista. Durante sus primeros quince años de vida, pasaba el tiempo pescando y no mostró ningún espíritu de investigación o alguna genialidad, aparte de hacer retratos. La familia se trasladó a Bensaçon y ahí, en el Real Colegio, se graduó de bachiller en 1840. Lo único que sus profesores vieron positivo en su persona era que ayudaba a sus compañeros en sus estudios. Luego estudió un doctorado en física y química en la Escuela Normal Superior de París, donde se graduó en 1845, y en 1847 obtuvo un doctorado en ciencias, pero no se graduó de médico, pues no estudio esta carrera.

La primera investigación que lo dio a conocer sucedió cuando trabajaba como asistente de química en la Universidad de Estrasburgo. Ahí postuló el efecto óptico a que daban lugar los rayos polarizados. Aunque se creía que los cristales del ácido tartárico desviaban hacia la derecha el plano de la luz polarizada, y por eso se le calificaba de dextrógira, existía otro tipo de ácido idéntico pero levógira, es decir, que desviaba la luz a la izquierda. Ese fue su primer descubrimiento.

Es indudable que le ayudó mucho en su carrera —algo que él mismo reconocería— el hecho de que, en 1849, contrajera matrimonio con Marie Laurent, hija del rector de la Universidad de Lille. Pasteur reconoció que en su esposa tuvo una gran compañera, que además de darle cinco hijos, durante toda su larga carrera le ayudó escribiendo los trabajos científicos que él le dictaba para enviar a las academias y a publicaciones, ya que ella tenía una excelente caligrafía. Desde el punto de vista académico, ese matrimonio lo impulsó como profesional, ya que gracias a esa relación se dio a conocer y trabajó en dicha universidad hasta llegar a decano de la Facultad de Ciencias.

Ahí inició sus trabajos sobre el alcohol amílico, lo que lo llevaría más tarde a estudiar la fermentación en especial del ácido láctico, la de la leche, y la fermentación alcohólica de vinos, cervezas e incluso del vinagre. Por esa razón los industriales de la región le dieron mucha ayuda económica y le ayudaron a crear un laboratorio de investigación, pues querían elevar el rendimiento en azúcar de la remolacha para poder producir más alcohol, algo que Pasteur logró.

Fue así como se inició su contribución al progreso de la industria, que posteriormente derivaría en ayuda a la medicina, para beneficio de la humanidad, pues sentó las bases sobre las que se fundó la microbiología, junto con Robert Koch, y en medicina dio lugar a la teoría sobre las enfermedades provocadas por gérmenes. Gracias a él, se reconoció la capacidad del aire para transportar gérmenes y bacterias vivas capaces de contaminar el mosto, la cerveza o a otras personas. Además, describió que existían gérmenes anaerobios, que vivían sin necesidad del aire, y, además, otros aerobios.

Fue el creador de la pasteurización, que consiste en el calentamiento de vinos o de leche durante 30 minutos a 68 grados centígrados, con lo cual se destruyen esporas y gérmenes capaces de producir enfermedades, sin que se destruyan las proteínas de la leche y el sabor de esta y el vino. Con ello se evitaron enfermedades en millones de niños lactantes.

Las pequeñeces de un grande

Como en todas las grandes figuras de la historia, no puede haber perfección total, por lo que todos han tenido fallas, como humanos que son. De Pasteur, se rumoreaba que era muy egoísta. Por ejemplo, si bien llegó a demostrar que las levaduras eran un microorganismo unicelular de la familia de los hongos Saccharomyces cerevisiae, el cual convertía el azúcar en alcohol, él aceptó el éxito de ese reconocimiento sin citar que esta idea ya había sido afirmada anteriormente por el Dr. Teodoro Schwan.

Además, decía haber descubierto el bacilo del carbunco, que afecta al ganado vacuno e incluso al hombre. Pero ya Robert Koch, en Alemania, también lo había descubierto y estudiado al mismo tiempo. En ambos casos se disculpó diciendo que desconocía que ellos al mismo tiempo habían hecho esos descubrimientos. La realidad es que fueron tantos y tan valiosos sus descubrimientos, que se debe aceptar su disculpa.

Pero, además, descubrió el estafilococo de los abscesos de la piel e inventó la vacuna contra la rabia. En ese tiempo, él pensó que esta era producida por un bacilo tan pequeño que no era posible verlo al microscopio y tenía razón, ya que posteriormente se comprobó que era un virus y estos no son visibles con los microscopios corrientes.

Fue el primero en establecer una conexión definitiva entre los microorganismos y la aparición de enfermedades. Señaló que muchas bacterias pululan en el aire y contaminan el medio, y que esas mismas bacterias no podrían producirse por generación espontánea. Además, se dio cuenta de que al someterlas a la acción del calor, pierden su capacidad, posiblemente por perecer. Hoy sabemos que en el aire que nos rodea, hay bacilos TB, y diversos tipos de bacterias y virus y si no nos contaminan es por nuestro sistema inmunitario defensivo.

El famoso cirujano inglés lord Joseph Lister comprendió el extraordinario valor de sus descubrimientos y creó la antisepsia, sumergiendo todo el instrumental quirúrgico antes de una operación en ácido fenólico y exigiendo el lavado de las manos con un detergente. Con ello, las infecciones de las operaciones descendieron notablemente.

Cuando estudió la fermentación butírica, descubrió el carácter anaeróbico de algunos gérmenes de esta fermentación, ya que no necesitaban oxígeno para vivir. Por esa razón introdujo entonces el concepto en bacteriología, de gérmenes aerobios y anaerobios. Aunque ya anteriormente Leeuwenhoek, inventor del microscopio, y, cien años antes, Spallanzani habían señalado la existencia de animalitos microscópicos que no necesitaban del aire para vivir. Su justificación era la de siempre: “Yo desconocía esos hechos”. Pero lo cierto es que en este caso como en otros, él no les dio reconocimiento a antecesores suyos que se adelantaron en sus conceptos. Queda la duda de si desconocía o no dichos trabajos. Un gesto muy mezquino de un investigador tan grande.

“La casualidad favorece a una mente adiestrada”

En el campo educativo, al combinar la teoría con la práctica llevando a sus alumnos a trabajar en el laboratorio, revolucionó la educación en bacteriología, ya que consideraba que teoría sin práctica es inútil. Los alumnos no solo escuchaban sus conferencias magistrales, sino que colaboraban en el laboratorio experimental donde trabajaban con él, permitiéndoles participar en algunas de las investigaciones e incluso hacer demostraciones de los resultados obtenidos, lo cual motivaba a sus pupilos.

Debido a su prestigio, en 1857 fue nombrado director de estudios científicos de la Escuela Normal Superior de París, donde permaneció hasta 1863. Esa escuela, pese a su fama, tenía laboratorios muy deficientes. Pero él logró que la empresa privada y el gobierno contribuyeran para mejorar los laboratorios de investigación. Ahí realizó estudios que demostraron que los microbios no nacen espontáneamente en el interior de las uvas, los gusanos de seda, la orina o la sangre, ya que siempre vienen del exterior y contaminan a las plantas, animales o personas. Además, se vio las ventajas de trabajar juntos el gobierno y la empresa privada en proyectos de medicina.

A Pasteur se le considera precursor de la inmunología, junto con el inglés Edward Jenner, creador de la vacuna contra la viruela, la cual con otras de sus vacunas dieron principio a esta rama de la ciencia. Se dice que no aceptaba críticas, fueran estas correctas o no, y usualmente era agresivo en sus respuestas, lo que ocasionaba polémica a su alrededor, algo que él reconocía. A propósito de egoísta, a sus fieles ayudantes Duxlaus y Gernez, quienes colaboraron con él en el proceso de pasteurización y por años en el estudio de los gusanos de la seda, no les participó del éxito y ni siquiera los citó como colaboradores. Por lo menos, esta falla la corrigió después, ya que entre sus alumnos tuvo figuras a las que ayudó a obtener fama mundial: Metchnikoff, Roux, Yersin, Calmette, todos ellos descubridores de bacterias o vacunas.

Él tenía una “máxima” que enseñaba a sus alumnos: “La casualidad favorece a una mente adiestrada”, hoy de aceptación mundial. Fue elegido miembro de la Academia de Medicina de Francia, un honor que usualmente solo se concedía a médicos de altos méritos, y él no era médico, pero sus investigaciones ayudaron a la medicina a superar muchos problemas.

Él inicio el estudio de la rabia en los humanos debido a que un niño de su pueblo pereció por tal causa en medio de terribles sufrimientos. Él inició sus trabajos en este campo de la rabia, extrayendo de la médula espinal de perros rabiosos un fragmento de esta y preparando extractos que eran inoculados al cuerpo de un perro sano, los cuales a los días contraían la enfermedad. Al principio creyó que era una bacteria la causante, ya que la había encontrado en la boca de un niño con rabia, sin embargo, sus ayudantes Roux y Chamberland descubrieron que el microbio estaba en la boca de muchas personas sanas. Entonces Pasteur puso saliva de un perro rabioso en el cerebro de un conejo y obtuvo un virus (en esa época no se conocían con este nombre) muy virulento, al que poco a poco lo fue haciendo menos agresivo, ya que al cultivarlo varias veces lo atenuó. Con ello inyectó perros sin que a estos les diera la rabia, o sea, se volvían inmunes a la mordedura de perros rabiosos.

Pasteur supuso que eso provocaba la rabia y describió que la rabia era causada por un agente infeccioso tan pequeño que no era posible verlo al microscopio, como se veían bacterias o bacilos. Lo extraordinario es que, a pesar de eso, pudo desarrollar una vacuna contra un agente infeccioso que no podía ver.

No fue sino hasta 1897 que se confirmó bien la existencia de los virus como causantes de enfermedades, cuando el bacteriólogo holandés Martinus W. Beijerinck señaló que el agente transmisor de la enfermedad del tabaco era un “virus filtrable” que no se podía ver ni cultivar. En una oportunidad se le preguntó si era religioso, a lo que contestó:

Sí, soy profundamente religioso. Yo considero feliz al hombre que lleva dentro de sí a Dios y le obedece. Feliz si tiene en sí un ideal de la belleza, del arte, de la ciencia y de las virtudes del evangelio.

Sin embargo, a pesar de ser tan religioso, no soportaba bien la crítica, incluso la bien razonada. “Cierto —confesó una vez—, yo era muy serio y sufría mucho con las críticas que se me hacían fueran estas correctas o no”. Pero la verdad es que él se las buscaba, ya que era muy agresivo en las discusiones científicas y su carácter tenía tendencia a la polémica. Él creo el término vacuna señalando que viene del latín vacca, y que lo hizo en honor a Jenner, el creador científico de la vacuna contra la viruela.

Pasteur descubrió el bacilo del cólera de las gallinas y desarrolló técnicas de cultivo in vitro de microorganismos, para con ello obtener material para sus vacunas. Eso lo hizo porque había observado que cultivos viejos (atenuados) de gérmenes de cólera de gallinas, inoculados a gallinas sanas, no producían la enfermedad, se hacían inmunes o resistentes al cólera. Con ello contribuyó a evitar las epidemias de este tipo en las aves. De hecho, este fue un primer paso para que, en la actualidad, se empleen cultivos vivos atenuados o muertos por el calor para obtener vacunas contra diferentes enfermedades. A esto se le llamó “inmunización activa”.

En honor de este gran hombre se creó el Instituto Pasteur, en París, de fama mundial y del cual fue director hasta su muerte, en 1895. Pasteur, en su discurso final en la Universidad de la Sorbona, al serle entregada una medalla por el presidente de Francia, pronunció estas palabras que posteriormente los políticos, incluso el presidente Kennedy, de Estados Unidos, usó mucho:

A medida que progreséis, preguntaos ¿qué habéis hecho por vuestra patria? Entonces, si habéis contribuido de alguna manera al progreso, tendréis una íntima satisfacción.

  1. En medicina, Pasteur dio lugar a la teoría sobre las enfermedades provocadas por gérmenes
  2. Junto con Roberto Koch, Pasteur sentó las bases sobre las que se fundó la microbiología
  3. Louis Pasteur fue el primero en establecer una conexión definitiva entre los microorganismos y la aparición de enfermedades
  1. Gracias a Pasteur, se reconoció la capacidad del aire para transportar gérmenes y bacterias vivas
  2. Louis Pastuer creó la pasteurización, con la cual se destruyen esporas y gérmenes capaces de producir enfermedades
  3. Pastuer describió gérmenes anaerobios, que viven sin necesidad del aire y, además, otros aerobios

Bibliografía

Bird, Randy and Allen, Garland (1998). Luis Pasteur. Enciclopedia Encarta 98, EE. UU. Microsoft.
Dubos, Rene J. (1950). Luis Pasteur: Freelance of Science. Oxford, England: Oxford University Press.
Garrison, H. Fielding (1966). “Luis Pasteur”. En Historia de la Medicina, pp. 386-390. D. F. México, México: Editorial Interamericana.
Jaramillo, A. Juan (2003). “Luis Pasteur. El más humano de los genios”, pp. 205-220. En Lo humano de los genios. San José, Costa Rica: Editorial Universidad de Costa Rica.
Singer, Charles y Ashwort, Underwood (1966). “La obra de Pasteur”, Cap. VII, pp. 325-334. En Breve Historia de la Medicina. Madrid, España: Ediciones Guadarrama.
Valery-Radot, R. (1902). Life of Pasteur, Vol 2. Londres, Inglaterra: Devonshire Publication.

Fuente: https://www.meer.com/es/81451-louis-pasteur-o-como-aportar-a-la-medicina-sin-ser-medico

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Sobrepoblar o subpoblar la Tierra

Hoy estamos ante una gran paradoja: hay demasiada gente en la Tierra.

El nuevo dilema demográfico

Juan Jaramillo Antillón

Desde el principio de la evolución en la antigüedad más remota, una ley biológica ha primado sobre las diferentes especies que pueblan la Tierra: “reproducirse a como dé lugar”. De hecho, inicialmente a eso, hay una orden genética desde los inicios de la vida en el planeta y cuando aparecieron los genes; estos al crear la primera cosa con vida, la célula le señalaron la necesidad de reproducirse como primera premisa para sobrevivir.

La Teoría de la Evolución de Charles Darwin dio a conocer que una de las bases de “la selección natural” para la conservación de las especies consistía en que las que más se reproducían tenían mayores posibilidades de subsistir, pues los ataques de los depredadores, aunque mataran a muchos animales de su especie, no lograban acabar con todos, y estos se volvían a reproducir. A la vez, si esos depredadores no existían y la especie –cebras o antílopes, por ejemplo– se reproducía incontablemente, entonces los pastos de las grandes sabanas se agotarían. De ahí que la naturaleza mantuviera un equilibrio entre el número de animales de las diferentes especies y sus depredadores tanto en la tierra como en el mar.

Pero en esos tiempos la naturaleza predominaba sobre las especies. En los últimos siglos apareció una especie animal, la más inteligente, la del Homo sapiens. Darwin insistía: “Los seres humanos no estamos por encima de la naturaleza, sino que, formamos parta de ella”; sin embargo, desobedeciéndolo, dicha especie comenzó por necesidad y/o por exceso, gracias a sus ideas y a la tecnología a destruirla con la deforestación o la tala masiva de árboles de bosques y selvas; con la explotación del carbón, y otros minerales, del petróleo y gas. Se contaminaron la atmosfera, los ríos y los mares. Se produjo un exceso de calor en todo el mundo, con tornados y huracanes. Todo eso contribuyó a agravar y acelerar uno de los periodos geológicos de la Tierra (que suelen aparecer cada ciento de miles de años) causando cambios climáticos severos y hasta terremotos.

En todo caso, los primeros homínidos, y posteriormente el Homo sapiens, tenían que reproducirse en gran cantidad, ya que en los tiempos primitivos la mortalidad de los niños y adultos era muy elevada y posiblemente la esperanza de vida no llegaba a los 40 años. Este problema subsistió hasta el siglo XIX, cuando en los diferentes países se requería para el campo y las ciudades suficiente mano de obra “barata” (creando pobreza en masa) para los negocios de todo tipo. Este proceso se aceleró bajo la llamada Revolución Industrial, donde millones de campesinos inmigraron a las ciudades para trabajar en la industria y el comercio.

Por esos tiempos, el número de hijos era de 5 a 7 en una familia; los niños también eran necesarios pues desde jovencitos ya eran mano de obra barata para diferentes trabajos, aportando dinero a las familias; pero sufrían de alta mortalidad como consecuencia de la pobreza, la insalubridad, la mala nutrición, las infecciones por el agua potable contaminada que ingerían, las parasitosis, la falta de vacuna para diversas enfermedades como el sarampión, la viruela, la escarlatina, la difteria, etc. Además, la falta de programas para evitarlas y para tratar sus enfermedades de parte del Estado.

Con los años y los avances económicos y sociales en diferentes países, se vio que existía una especie de relación entre el progreso social-económico y una menor pobreza: cuanto mejor estaba la educación y la salud de la población, más desarrollo económico se apreciaba. También este desarrollo económico hizo ver que conforme las familias de clase media tenían más recursos y educación, y la mujer se integraba a las fuerzas de trabajo, descendía el número de hijos. Además, que cuidar la salud de los niños o atender su enfermedad salía muy caro. Lo mismo sucedía en lograr una buena educación primaria y secundaria, y ni que decir la universitaria. Asimismo, la mujer que trabajaba requería encontrar una sustituta para cuidar a los hijos.

Se recomendó entonces mundialmente hacer descender la natalidad en los países pobres y en vías de desarrollo. Esto con el fin de disminuir el alto número de niños en las familias pobres y que estas familias con el número reducido de niños tuvieran una mejor oportunidad de subsistir.

China e India con sus enormes sobrepoblaciones y dificultades para alimentarlas, proteger su salud y educarlas, fueron las primeras en establecer programas formales nacionales de políticas de población para disminuir su rápido crecimiento demográfico. China incluso señaló un hijo por familia, política que suspendió en estos años del siglo XXI. Posteriormente muchos países con apoyo del Programa de Población de las Naciones Unidas establecieron programas de educación y control de la natalidad, incluyendo el uso de anticonceptivos de diversos tipos, todo aceptado universalmente, aunque rechazados por la Iglesia Católica y los seguidores del islam. Particularmente, los musulmanes en los últimos años del siglo XXI aumentaron el grupo religioso y el de sus seguidores (de familias numerosas), son la población de mayor crecimiento en el mundo y, a la vez, sus inmigrantes en Europa son el grupo de mayor crecimiento demográfico.

De hecho, hasta la mitad del siglo XX y después, se consideró una necesidad el control de la natalidad por diversos medios no impuestos, aceptados libremente por las familias en la mayoría de los países del mundo.

A su vez, los Estados, conforme mejoraron su economía se dieron cuenta que, para progresar, debían ofrecer a la población educación y cuidados de la salud. Como sus costos eran elevados, se aceptaba el control de la natalidad necesarios para que el Estado ofreciera esos cuidados a su población femenina.

Hoy estamos ante una gran “paradoja”. Sabemos que hay demasiada gente en la Tierra, más de 7 mil millones de seres humanos. Para muchos países, su elevada población significa una pesada carga económica y social, pues tienen porcentajes de pobres que varían entre el 20% y hasta el 60% o más. Y por otro lado aparecen problemas por la falta de un crecimiento adecuado de la población en otros, debido a su baja natalidad como veremos.

Además, en las megaciudades –como Tokio (Japón) con 32 millones de habitantes, Seúl (Corea del Sur) con 22,5 millones, Delhi (India) con 20,9 millones, Sao Paulo (Brasil) con 20.5 millones, México D.F. (México) con 20 millones y Nueva York (EE. UU.) con 19.7 millones, entre otras– las autoridades tienen serios problemas para suministrarles todo tipo de servicios a sus residentes, como: cuidado de la salud, educación, fuentes de trabajo estables, apartamentos o casa a precios razonable. Además, en zonas de esas ciudades campea la violencia, la drogadicción, la pobreza, debidas en parte a estar excesivamente pobladas. Las Naciones Unidas señalan que muchas ciudades están creciendo a un ritmo donde es imposible atender bien a sus residentes.

En muchos países del mundo (hay un total de 195 países reconocidos) se aprecia en los noticieros de la TV que campean la pobreza, las hambrunas, la falta de agua potable, la drogadicción, la violencia, la falta de educación y cuidados de salud y médicos. Entre esos países tenemos a: Nigeria (213 millones de habitantes), Bangladesh (169 millones), República Democrática del Congo (95 millones), Angola (34 millones), Somalia (17 millones), Sudan (45 millones), Chad (17 millones). Además, Pakistán (222 millones) y Haití (11 millones) en América Latina. Por supuesto hay muchos más, siendo la sobrepoblación un grave problema en ellos, incluso la India (con 1400 millones) tiene áreas de pobreza extrema, al igual que Brasil (con 220 millones), etc.

El Fondo para la Población Mundial de las Naciones Unidas indico que los 50 países más pobres del mundo triplican su población para el año 2050 sin que se vea que sus recursos económicos y sociales vayan a crecer a ese ritmo y poder así a estas nuevas poblaciones. Según algunos demógrafos, para el año 2050 el planeta Tierra tendrá más de 9.000 millones de personas.

Por otro lado, en muchos países desarrollados y en vías de desarrollo comienza a haber cada día una menor cantidad de niños. Se habla de “tasas de fertilidad” al número promedio de hijos que nacerían por mujer si estas (todas) vivieran hasta el final de sus años fértiles. Las tasas de fertilidad se han desplomado pasando de tener 5 hijos una familia a solo 1.5 hijos o menos, entre estos: Rusia, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Costa Rica, con solo 1.48 nacimientos; Uruguay e Italia con 1,3 nacimientos; España y China y Corea del Sur con 1.2 nacimientos por mujer.

En los países escandinavos algunos europeos, desde hace años dan incapacidad hasta tres meses después del parto a la madre que trabaja con salario completo y guarderías públicas o privadas para los niños subsidiadas por el Estado a partir de dos años, impuestos de la renta más bajos, servicios médicos gratuitos, entre otros beneficios. Debo señalar que mi país, Costa Rica, al igual que Uruguay, Chile y algún otro, ofrecen beneficios parecidos, lo mismo Australia, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, y otros con tasas de fecundidad inferiores al nivel de remplazo. Estas naciones ahora están ofreciendo muchos incentivos para que las mujeres (hogares) tengan más hijos. En América, países como Cuba, Costa Rica, Uruguay, México, etc., tienen tasas bajas de crecimiento de población.

Damos el ejemplo de Costa Rica: en 1990 tenía 3 millones de habitantes y hubo 82.000 nacimientos con una mortalidad infantil de 15,3 (número de muertes en niños menores de un año por cada mil nacidos vivos). En 2022, con una población de 5 millones de habitantes, hubo 54.800 nacimientos con una mortalidad de 8.54. La reducción en el número de nacimientos se dio pese al aumento de población y ayudaron a esto la educación sexual y el uso de anovulatorios, etc. La esperanza de vida al nacer era de 80 años en el 2023.

En cambio, tuvieron tasas muy altas de fertilidad de más de 6, pese a problema de pobreza: Nigeria, Chad, el Congo; más de 5: Somalia, Mali, Angola, Nigeria; más de 4, veinte países; más de 3, 10 países; etc. En América Latina hay problemas como: falta de fuentes de trabajo o mala remuneración. Los jóvenes que salgan de las universidades, si consiguen un trabajo, no querrán casarse ni tener hijos tempranamente, debido en primer lugar al alto costo de la vivienda y, sobre todo, el alto costo de educar y cuidar la salud del niño pequeño y a la falta de estabilidad de los trabajos de nuestro tiempo.

Es sabido que, para reproducirse bien, una población debe tener un mínimo de 2.1 hijos por mujer. Si lo anterior es correcto, en los próximos cuarenta años esos países podrían ver relativamente disminuida su población, en relación a muertes por nacimientos y habrá cada día más viejos y menos niños. Con el problema para sus sistemas de seguros sociales, de que un número menor de trabajadores sostendrá a un número mayor de ancianos en su régimen de pensiones, lo que hará que disminuyan los ingresos de ese sistema.

Los Estados Unidos, con 335 millones de habitantes, tiene ya problemas de baja tasa de fertilidad (1.6) y eso a pesar de que los latinos (que son un 15% de la población) tienen más de un hijo, lo mismo los afroamericanos y los inmigrantes de muchos países que acepta año con año. El problema: los padres temen no tener seguros médicos para ellos y sus hijos, al igual que la oportunidad de estudios y trabajos.

Como ya señalamos, los sistemas de salud o los seguros sociales universales de los países desarrollados o en vías de desarrollo van a tener el problema de una población que eufemísticamente se le llama de la “tercera edad”, que crece más rápidamente que los nacimientos necesarios para lograr posteriormente suficientes trabajadores para mantener cada vez más y más pensionados. Con los agravantes de los “ancianos” por su edad y el tipo de patología que presentan, requieren atención más especializada, como serian: hipertensión arterial, cardiopatías, ateroesclerosis en diversas partes, diabetes, senilidad con problemas mentales, problemas en las caderas, ojos, sorderas, etc.

Todo eso es la causa de una mayor cantidad de internamientos hospitalarios que otros grupos, con mayor duración de tiempo en el hospital y mayores costos, lo que tiende a desequilibrar la economía de esas instituciones de salud. Por eso, ya los sistemas de salud deben tratar de darles más años de vida a las personas, pero, eso sí, con más calidad de vida para que se enfermen menos.

En los países desarrollados se trata de aumentar en sus ciudadanos la esperanza de vivir más años, y sus mujeres tratan de disminuir los nacimientos. Mientras que en los países pobres se trata disminuir el número de nacimientos y buscan mejorar el acceso a agua potable y alimentos adecuados a su población, para lograr disminuir la mortalidad infantil, y por falta de educación sexual y medios para prevenir los embarazos (simples anovulatorios), las familias se llenan de hijos.

Hay un dilema muy difícil de resolver. A pesar de la pobreza, en decenas de países continúa creciendo su población, sin que al mismo tiempo crezcan los recursos económicos para darle una vida digna a sus gentes. Resultado: la pobreza continúa aumentando.

Los países ricos, al igual que la gente muy rica (con excepciones), no ayudan a paliar la pobreza de diversos grupos. China creció económicamente en los últimos 30 años, debido a que los países industrializados y muy ricos (el capitalismo salvaje) se llevaron para China sus grandes fábricas, que antes estaban en el propio Estados Unidos, Europa y hasta el resto de América. Esos traslados no se hicieron con el fin de ayudar a sacar de la pobreza a China, sino porque esta nación ofrecía mano de obra más barata, organizada y sin los disturbios de sindicatos o huelgas, y, por consiguiente, aumentarían sus capitales. No importo dejar en el aire, sin trabajo, a millones de trabajadores que estaban en los países mencionados. Resultado: por supuesto, China se aprovechó muy bien, sacó a cientos de millones de la pobreza y mejoró su economía. Lo mismo sucedió en Vietnam y Taiwán.

En los países ricos la población no crecerá o lo hará lentamente, pero eso sí, su riqueza seguirá en aumento y el sector de “los ricos” será cada día más rico, sin ayudar con sus recursos a paliar la pobreza del mundo.

De acuerdo con el “Fondo Monetario Internacional”, los Estados Unidos, con el 4.1% de la población mundial, es la nación más rica y posee el 25% de la riqueza del mundo. China en un salto gigantesco que representó aceptar el capitalismo en un país comunista y gracias a años de esfuerzo, pasó a ser hoy el segundo país más rico con un 18.4% de la riqueza. Le siguen Japón (4.2%), Alemania (4.1%), India (3.6%), Reino Unido (3%), Francia (2.8%), Italia (2.1%), Rusia (2%), Brasil (2%), Australia (1.6%) y México (1%). Estas 13 naciones (de los 195 países reconocidos) reúnen el 70% de la riqueza del mundo.

A su vez, la Revista Forbes recientemente nos mostró la lista de los billonarios del mundo en el 2024. A pesar de las crisis económicas, de la inflación mundial y de los recortes de trabajo que increíblemente ellos hicieron en muchas de sus empresas, las fortunas de todos ellos continuaron creciendo del 2023 al 2024. Hay 2781 billonarios, 141 más que hace un año, y entre todos tienen una fortuna inconcebible de $14,2 trillones de dólares. Los Estados Unidos tienen 813 billonarios y la sorpresa es China en segundo lugar con 472 billonarios. La India, pese a las grandes zonas de pobreza, tiene 200 billonarios.

Con la totalidad de ese dinero de los billonarios, bien empleado en crear fuentes de ingresos y trabajos estables en los países pobres, posiblemente no existiría la pobreza en el planeta Tierra. Sé que se dirá, que ellos invierten parte de sus ganancias en nuevos negocios, pero no lo suficiente.

Lo anterior nos deja ver “la relatividad” de en las acciones o actividades de los seres humanos, en el sentido de que “lo que puede ser bueno para unos” a la larga “no le sirve a otros grupos sociales o personas” pues podría ser perjudicial para la sociedad con el transcurso del tiempo. Lo que abunda en un país hace falta en el otro,; lo que sí es parejo es que hasta en los países con gran pobreza hay millonarios y los cambios políticos no logran en la mayoría de los casos, repartir mejor la riqueza o disminuir bien la pobreza.

  1. Madre e hija charlando. En la actualidad y desde las últimas décadas, las mujeres y familias se han replanteado la decisión de tener hijos
  2. Multitud por la ciudad. La sobrepoblación es un grave problema en diversos países del mundo
  3. Madre e hija ordenando la comida. Uno de los motivos para la baja en la natalidad es el costo de mantener y cuidad de la salud de un niño
  1. Joven en medio de una multitud. La sobrepoblación acarrea problemas económicos, sociales, ambientales, entre otros
  2. Madre e hija caminando de la mano. La natalidad ha bajado considerablemente en las últimas décadas
  3. Multitud cruzando la calle. En las megaciudades viven millones de personas y es muy difícil para los Estados cubrir todas sus necesidades

Bibliografía

Jaramillo Antillón, J. (2009). La cultura contra el mundo. San José, Editorial Universidad Estatal a Distancia.
La Franco, R., Chung, G., Chase P. (2024). Worlds Billonaires. List in 2024. USA, Ed. Forbes.

Compartido con SURCOS por el autor.

Fuente: https://www.meer.com/es/80223-sobrepoblar-o-subpoblar-la-tierra

El ser humano, sus errores y aciertos: ¿adónde nos llevarán? Reflexiones en torno a la conducta humana y sus progresos y retrocesos a lo largo de la historia

Muchos pensadores están preocupados porque, al parecer, los conocimientos adquiridos mediante el gran desarrollo cultural moderno están en contraposición con la conducta humana.

Juan Jaramillo Antillón

No es raro escuchar o leer, de tanto en tanto, la opinión de algún intelectual o disidente sobre que la cultura y los inventos creados por los humanos, en muchos aspectos, los han hecho retroceder a través de la historia en lugar de hacerlo progresar; y es que, cuando uno ve tanta pobreza, injusticias, corrupción y violencia en el mundo, eso parece darles la razón. Esta preocupación ya la había expresado en su época (1762) el filósofo de origen suizo Jean Jaques Rousseau en sus libros: El contrato social y Las confesiones. Para evitar enfrentamientos decía: «se debe celebrar un contrato por toda la comunidad y que señale que: ‘Las personas viven juntas en la sociedad, siguiendo un contrato que establece regalas de comportamiento social y político’”. En el mismo se señala que lo que pierde el hombre por el contrato es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo cuanto tienta y medio alcanzara; pero en cambio gana en libertad civil y en la propiedad de todo cuanto posea. Con ello se trata de evitar las luchas entre las personas dentro de la sociedad organizada.

La realidad es que de una rama animal y a través de millones de años, ese ser llamado Homo sapiens se ha ido elevando con paso lento e inseguro desde su condición ínfima de prehumano, hasta el nivel más alto de este mundo, y ha logrado gracias a su capacidad mental, producto de su cerebro más evolucionado que el de los restantes animales, y sus experiencias a través de miles de años, un conocimiento que ha dado lugar a infinidad de creaciones materiales, artísticas e incluso hasta espirituales. Fue así como se convirtió en el ser superior de la creación para los religiosos y de la evolución animal para los científicos.

Definitivamente el progreso ha sido mucho mayor que el retroceso y muy positivo en muchos sentidos, pues ha ayudado a mejorar la calidad de vida de millones de personas, aunque esas conquistas no han estado exentas de riesgos, ya que el ascenso del humano a través del tiempo, pasando por todas las etapas de la evolutivas culturales hasta lograr su estado actual de organización social, ha estado lleno de éxitos y fracasos, subidas y caídas, como lo muestra la Historia y lo expone desde el punto religioso la Biblia. Este cambio social es un fenómeno que, como señaló Charles Darwin, se dio debido al proceso de la evolución en la Tierra, por selección natural y por mutaciones genéticas, conocidas luego y debidas a sus estudios sobe la herencia de Gregorio Mendel.

La Biblia, en el Antiguo Testamento, señala en el libro primero Genesis 1, 26-28:

Entonces dijo Dios. Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias,
en toda la tierra y en el mundo animal que se arrastre sobre tierra.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla.

El hombre aceptando ese mandato, comenzó a aprovechar la tierra. Con el tiempo, se le olvidó que su supervivencia y sus logros habían sido posibles gracias al uso racional de los recursos naturales de ésta. Su inteligencia, producto de la evolución a través de miles de años y de un cerebro privilegiado y diferente al de los otros, lo hizo no un dios, sino únicamente el ser superior de esa evolución. Lamentablemente, su conducta, desde la antigüedad, ha sido la de un irrespeto total por la naturaleza, ya que él se cree, por tradición religiosa, como citamos, e histórica por sus conquistas, dueño de la creación y con derecho a explotar los recursos de la tierra en forma desmedida; usando como trabajadores de la misma a seres humanos esclavizados por guerras de conquista con sus vecinos, no solo con el objetivo de llenar sus necesidades básicas, sino además, con eminentes fines utilitarios. Y en la actualidad, gracias a los avances en el campo de la genética, está tratando de crear vida, buscando incluso convertirse en un dios.

Pero el hombre no ha aprendido aún que las leyes de la evolución de los seres y las demás leyes naturales están vigentes y no pueden ser subestimadas ni trastornadas impunemente. Los graves cambios climáticos que el mundo está sufriendo son una muestra de ello. La explotación masiva de los recursos naturales, junto con la deforestación y el abuso en la explotación del petróleo y sus derivados, más la contaminación masiva de ríos y mares, entre ostros problemas, hará que a un corto o largo o plazo la naturaleza nos pase la cuenta con más intensidad que actualmente.

Por ello, en el futuro, el ser humano debe valorar los descubrimientos nuevos y el uso que haga incluso de los ya existentes mediante nuevas tecnologías, con sus pros y contras, y definir si su utilidad es vital para la supervivencia, según los peligros que su creación puede provocar.

Analizar las causas de la violencia en el mundo a través de los siglos parece confirmar que la especie humana es esencialmente guerrera, insensible incluso a los sufrimientos y muertes de sus congéneres, lo que nos hace creer que el ser humano persiste en ser “el más implacable enemigo de sí mismo”. En la antigüedad la población no era tratada como sujetos, sino como simples objetos, explotados por los reyes, la nobleza y los religiosos.

Además, usualmente, cuando una cultura superior en algunos aspectos descubría a una considerada de menor desarrollo (con sus miembros considerados “bárbaros”) veía en ella la oportunidad de obtener (mediante un enfrentamiento armado) riquezas y mano de obra barata, esclavizando a los derrotados, lo que terminaba por la imposición de una cultura por la otra. Esto era lo común en la antigüedad desde que aparecieron hace 6 mil años las ciudades-Estados sumerias, peleando entre ellas, seguidas luego por las babilonias, y las griegas, los nórdicos, los ingleses en la India, los franceses en África y Asia, los norteamericanos en la conquista y colonización de esa nación, los españoles con la conquista y destrucción de dos desarrolladas culturas, la azteca en México y la Inca en el Perú.

Las luchas entre pueblos y naciones ha sido la norma a través de los siglos hasta llegar a las dos Guerras Mundiales, con pérdida de cientos de millones de personas. Y las actuales de Rusia contra Ucrania y Israel contra los palestinos de Gaza (disque para destruir a los terroristas de Hamas), y los peligros de un enfrentamiento general en Europa o en una lucha por la isla de Taiwán entre China y los Estados Unidos, o el riesgo de una Corea del Norte siempre agresiva.

Y ni qué decir de la violencia urbana que afecta a todos los países, acompañada en muchos casos por el narcotráfico, ambos graves y universales problemas.

Muchos pensadores de épocas pasadas y del presente se encuentran preocupados porque, al parecer, los conocimientos adquiridos mediante el gran desarrollo cultural moderno están en contraposición con la sabiduría humana, en cuanto a conceptos morales y a la conducta ética que debe tener cada persona. Además, el avance de los conocimientos científicos y de los procesos de información, computación y de la inteligencia artificial, está llegando a tal grado de progreso que estamos dejando en manos de ordenadores el control vital de todo tipo de máquinas y de servicios en nuestra moderna sociedad. Todo ello incluido el abuso de los descubrimientos científicos no controlados como los de la Inteligencia Artificial (IA), en cuanto a los efectos colaterales nocivos, está generando puntos débiles en la cultura y puede llevarnos al derrumbamiento de la civilización.

Por esa razón en la actualidad muchos comienzan a pedir “una justificación social de la ciencia”, pues la repercusión de sus descubrimientos (una vez creada la tecnología adecuada para aplicarla en las actividades de la vida) si resulta acertada contribuye al crecimiento y desarrollo humano, pero de lo contrario puede repercutir negativamente en el progreso y poner en peligro muchos de los logros obtenidos hasta el momento e incluso provocar un holocausto mundial como sucede con el tipo de armas que ha creado.

Les corresponde ahora a los seres civilizados de nuestro mundo (a ratos parece que no existen éstos), gracias a su formación cultural y espiritual, decidir si los beneficios que un descubrimiento depara a una persona, o a un grupo, una empresa transnacional o una nación, están por encima del bienestar de algunos o todos los seres humanos, y en realidad de todos los seres de la Tierra (hemos eliminados miles de diferentes razas y especies de animales), ya que de eso depende que la humanidad busque y logre una meta o una finalidad superior, actitud indispensable para la supervivencia humana.

Bibliografía

Jaramillo, Juan. (1991). La aventura humana. San José, Editorial Universidad de Costa Rica.
Jaramillo, Juan. (1995). Las paradojas de la ciencia. San José, Editorial Universidad de Costa Rica.
Jaramillo, Juan. (2009). La cultura contra el mundo. San José, Editorial Universidad Estatal a Distancia.
Jaramillo, Juan. (2011). La conducta animal del ser humano. San José, Editorial Universidad de Costa Rica.
Rousseau, Jean Jaques. (2008). Las Confesiones. Barcelona, Alianza Editorial.

 

Fuente: https://www.meer.com/es/80787-el-ser-humano-sus-errores-y-aciertos-adonde-nos-llevaran

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Qué es eso que llaman ciencia

Los libros han sido siempre fundamentales para la difusión del conocimiento científico.

Juan Jaramilllo Antillón

Al presente, es absolutamente válido afirmar que la ciencia ha dado lugar a la tecnología, desde las cavernas con la aparición del empleo del fuego y luego la rueda, hasta llegar a internet y la inteligencia artificial en el siglo XXI; desde la escritura en tabletas de barro a escribir en los papiros, pasando por la invención de la imprenta para difundir el conocimiento… la tecnología es la base que alimenta la industria, el comercio, la información, la construcción, la educación, la medicina, etc. Todo ello constituye una clave fundamental del progreso humano y la cultura universal.

Hace 50 mil años, nuestros antepasados los cazadores y labradores inventaron las técnicas de cacería y labranza; con ello permitieron a las tribus humanas asentarse y proliferar al obtener más fácilmente medios para alimentarse. Con eso se lograban mejores oportunidades para interacciones sociales, creándose, de este modo, el principio de la sociedad organizada y el inicio de la civilización. La ciencia primitiva había entonces colocado sus primeros ladrillos.

El ser humano a través de la historia ha tratado de buscar “la verdad” en los hechos de la naturaleza. Lo anterior se debe, en parte a su curiosidad, una cualidad especial de los animales superiores, muy desarrollada en los humanos. Desde que nace, el niño se convierte en un descubridor natural, comienza a reconocer la voz de su madre (ya escuchada por el feto en el interior de la matriz antes de nacer), su contacto con ella le da seguridad, continúa con los alimentos complementarios, luego lo existente en el medio donde lo sitúan, los sonidos que escucha, los sabores de lo que le ofrecen y posteriormente los colores, distingue ya a las personas y los animales, etc.; en realidad el niño desde que nace indaga para comprender. Es por eso que luego el ser humano busca entender por qué suceden las cosas e investiga entonces para comprender la verdadera causa de los fenómenos. Para lograr esto inventó la ciencia, como producto de su privilegiada mente, para que el descubrimiento científico supuestamente le informara, en última instancia de la naturaleza de las cosas que le rodeaban o de los hechos que lo afectaban.

La ciencia surgió de la observación de los fenómenos y de la explicación que algunas mentes privilegiadas de la antigüedad como Tales, Heráclito, Demócrito, Hipócrates, Aristóteles, etc., dieron a estos. Fenómenos que en esas épocas eran achacados a los diversos dioses o divinidades en que cada pueblo creía. Con el transcurrir del tiempo y al ver los humanos que diversas explicaciones o teorías que se habían dado para explicar un fenómeno eran sustituidas en el tiempo por otra más efectiva, se dieron cuenta de que no existen “verdades absolutas o últimas”, por lo que entonces asombra saber que la misma ciencia, el progreso humano y la civilización han sido logrados con “verdades relativas” y además, se dieron cuenta de una verdad y es que, “la ciencia no tiene respuesta para todo”.

En las diversas naciones que conforman nuestro mundo existen costumbres, modas, ideologías, religiones, alimentos y lenguas muy diferentes, e incluso, muchos de los valores morales, religiosos y estéticos son distintos según países y épocas. Pero la ciencia es igual en todo lado, con excepción del grado de su desarrollo. Al momento podemos decir que universalmente existe unidad en la ciencia, pero pluralidad en las culturas. Pero, debemos aclarar que no existe una ciencia norteamericana, china, rusa, inglesa o mexicana. Existe una única ciencia, pero el grado del avance de esta está en relación con la capacidad económica y de recursos que se poseen para desarrollarla y crear tecnologías que tienen diversos usos. Lamentablemente lo anterior es causa de un desarrollo humano diferente pues los países pobres no tienen capacidad de crear la misma tecnología, lo que acentúa las diferencias.

La ciencia ha entrado entonces a jugar un papel fundamental en el desarrollo social y económico de la humanidad. Ante el fracaso de las ideologías para dirigir el mundo y la aparente pérdida de poder de las religiones (aunque algunas como la del islam han continuado creciendo), la ciencia y la tecnología, junto con la expansión de la información y la educación, se están perfilando como las fuerzas generales que más parecen influir en el ser humano en estos momentos. A esas dos corrientes directoras de nuestro tiempo hay que agregar el proceso económico, ya que problemas de esta índole en un país o área geográfica inciden notablemente en los cambios y trasformaciones de los pueblos. Si la economía es estable, los cambios tienen más posibilidades de desarrollarse en forma positiva, pero suelen detenerse o dar lugar a una crisis político-social si la economía está mal. Ni la ciencia, la política, la religión o la educación escapan en muchos sentidos a los problemas de los recursos económicos de un país.

Pero, parece existir unanimidad en aceptar que la ciencia, bien conducida, se convierte en una fuente privilegiada de cambio, no solo tecnológico y económico sino también social. La esperanza es que, en el futuro, ese desarrollo sirva para lograr el progresos humano y no sea un elemento de guerra y destrucción, ya que no falta quien la califique –y no sin cierta razón– de ser, en muchos aspectos, la responsable de una posible declinación de la humanidad debido a la contribución al descubrimiento del petróleo y la gasolina, que han contaminado al atmosfera y los ríos, agravando el cambio climático o su participación en la creación de armas nucleares cuyo empleo puede ocasionar la desaparición de la vida de los seres humanos del planeta Tierra.

El problema es que la ciencia no es buena ni mala, simplemente es. Aunque el hombre debería utilizarla para lograr un mejor desarrollo humano, no es posible encontrar en la ciencia este fin, pues el hombre puede emplearla para fines buenos o malos, en razón de ser él quien establece en qué emplea cada descubrimiento científico. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que la finalidad real de la ciencia es mejorar el conocimiento humano, de tal manera que las contradicciones que frecuentemente existen en cuanto a los hechos o las cosas puedan ser aclaradas.

Aunque la ciencia puede ayudarnos a lograr un mundo mejor, la búsqueda de una sociedad armoniosa y perfecta es una utopía; de hecho, lograr esto es imposible, ya que no se puede pretender una sociedad perfecta, constituida por una colección de seres o almas diferentes e imperfectas como las existentes. No podemos pedir entonces a la ciencia algo imposible.

Estamos llegando a un grado tal de complejidad de la ciencia que hemos inventado, que se están creando grandes paradojas en ella como aceptar que antes de la llamada Gran Explosión o Big Bang, momento en que se originó la materia, la energía, la luz, el espacio y el tiempo, dando lugar al Universo, no había nada. Entender eso es muy difícil ya que, si no había nada, cómo se produjo todo lo anterior, y aunque se nos diga que se cree que antes existían campos cuánticos, la verdad es que aceptar que de la nada surgieron las estrellas, los planetas, la luz, en fin, el Cosmos como lo conocemos, eso es un problema de gran complejidad para la mente. Sobre todo, si aceptamos el principio de la causalidad, o sea, que todo efecto tiene su causa, en lo que se basa la teoría de la gravedad de Newton y la relatividad de Einstein ya comprobados muchas veces para efectos del cosmos y el mundo que nos rige.

Y luego nos señalan que el principio de la causalidad está en contraposición con las leyes que rigen el microcosmos o mundo subatómico. Ahí no sirve la causalidad y en cambio el azar tiene su lugar. Entender esto es muy difícil, ya que la teoría cuántica reconoce que los constituyentes últimos de la materia son al mismo tiempo sustancia y no sustancia. Vemos pues que la ciencia está llena de paradojas.

El Homo Faber, ese ser con inteligencia superior producto de la evolución y que, gracias a su inteligencia, creó la ciencia, tiene al parecer como fin trasformar el mundo que lo rodea; y como siempre aspira a más, en la actualidad está la ciencia siguiendo dos caminos, o más bien dos aventuras. La primera se dirige a tratar de conocer al ser humano en su interior, para comprender los aspectos psíquicos que rigen su vida y, además, guía sus pasos hacia conocer el medio ambiente que le rodea, donde se desenvuelve y del cual depende para sobrevivir. La segunda aventura va hacia lo desconocido, rumbo a las estrellas, buscando conocer el Universo no tanto en su totalidad lo cual es imposible, sino investigar la posibilidad de vida inteligente en otras áreas del cosmos. Esos son los dos más grandes retos del futuro de la ciencia.

Habiendo el filósofo Jenofonte propuesto al Oráculo de Delfos le señalara
quién era el hombre más sabio de la época. La sacerdotisa respondió que
el hombre más sabio era Sócrates.
Éste al escuchar eso señaló que, él había sido escogido como el más sabio
solo “porque sabía que no sabía”
Sócrates sentó así las bases del carácter no absoluto del saber, fundamento
de la única y verdadera ciencia.

Fuente: https://www.meer.comhttps://www.meer.com/es/80131-que-es-eso-que-llaman-ciencia/es/80131-que-es-eso-que-llaman-ciencia

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La sinrazón de los grupos antivacuna y el acuerdo de la -OMS- para que todos los países cooperen para afrontar colectivamente otra pandemia

Imagen: Ministerio de Cultura y Juventud

Juan Jaramillo Antillón

La Organización Mundial de la Salud (OMS) para afrontar mejor colectivamente a una futura pandemia viral o bacteriana o de otro tipo que ponga en peligro la salud y la vida de las personas en nuestro planeta Tierra, y en nuestro caso Costa Rica, va a solicitar a sus Estados miembros, firmen un acuerdo para tal efecto “TRATADO INTERNACIONAL CONTRA LAS PANDEMIAS”.

Al parecer eso se debe como lo manifesté en una publicación mía, ya desde octubre del 2021, a que, la pandemia viral que afectó al mundo desde el inicio del 2020 y, aún persiste atenuada y provocada por un diminuto virus llamado SARS-CoV-2, abundante en la naturaleza, huésped de los murciélagos sin enfermarlos así como a otros animales silvestres, virus que no se ve, no hace ruido y no huele y puso a los sistemas sanitarios, sociales y económicos del mundo “patas para arriba”durante los años 2020 a 2022 incluso, aunque aún nos afecta.

Esa pandemia además, probó que el mundo, incluso los países desarrollados y ricos, no estaban preparados ni sanitariamente, ni social o económicamente para atender problemas de esa magnitud, amén de que se comprobó que la OMS no tenía la autoridad para investigar adecuadamente los problemas sanitarios de los países miembros, como sucedió con la aparición de esta pandemia en China, dónde, ya desde noviembre del año 2019 existía una severa epidemia de neumonías entre la población de la ciudad de Wuhan cuyo origen era desconocido pero se propagaba rápidamente. Algo que lamentablemente China negó, y la OMS no pudo investigar. Esa falta de autoridad para poder investigar lo que estaba sucediendo sanitariamente permitió que esa epidemia China se convirtiera en pandemia al difundirse a los países vecinos sobre todo por la vía aérea, e impidió que la OMS diera un aviso mundial oportuno del problema. Y, no fue sino hasta marzo del 2020 cuando lo hizo, perdiéndose así meses preciosos de preparación para enfrentarla mundialmente y de prohibir viajes por avión a China y naciones aledañas ya afectadas ya que la propagación se hacía vía aérea por aerosoles.

Al parecer, un diputado, el señor Fabricio Alvarado se opone a que el país firme dicho acuerdo, y el sindicato del Poder Judicial de Costa Rica, desea que la Sala Constitucional dicte una ley o normativa que impida que, en caso de una epidemia o pandemia viral o bacteriana que afecte la salud y la vida de la población, las autoridades de salud puedan pedirle a TODA la población se vacune, como una prioridad necesaria, para evitar difundir la enfermedad y evitar así no solo la pérdida de la salud y la vida entre nuestro pueblo.

A fin de cuentas, este es un problema ocasionado por los grupos antivacunas, que no solo no desean vacunarse, sino que lo haga el resto de la población. Esto está sucediendo ya pues, muchas personas al ver o escuchar la tremenda desinformación que estos grupos difunden sobre las vacunas, hace que estas sean temerosas de ponérselas y no acudan a los centros de vacunación. Los argumentos principales de los antivacunas, es señalar que “obligarlos a vacunarse constituye una violación de la libertad individual y su derecho a rechazarla y que la vacuna es peligrosa.

Sin embargo, la sociedad como un todo desde hace años sabe que, la libertad para pensar y sobre todo de expresarse y actuar ante un problema en diferentes formas, tiene limitaciones, ya que es sabido que “la libertad de uno termina donde empieza la de los demás”. Si una persona no se vacuna se constituye así en una posible fuente de contagio para otras personas, pudiendo con eso poner en peligro la salud o la vida de ellas.

Cuando se estableció el uso de los cinturones de seguridad para los asientos de los automóviles, so pena de una multa. Pese a que es una medida violación de la libertad individual, se llegó a aceptar, pues se probó que salva millones de vidas en los accidentes. Con la vacuna es igual está probado que han salvado millones de vidas a través de los años e incluso ha ayudado a eliminar mundialmente enfermedades como la viruela, la poliomielitis, la difteria, y a disminuir otras como el sarampión, el tétanos, la tos ferina, etc., etc.

Toda sociedad bien organizada implica la existencia de diferentes prohibiciones de la libertad individual para funcionar. En ellas “El bien común está por encima de la libertad individual” en algunos casos cuando eso signifique evitar la enfermedad y la muerte. Los médicos sabemos y señalamos al público que, no hay medicamento o vacuna completamente inocua, en una pequeña cantidad de casos puede haber efectos secundarios, pero los beneficios están tremendamente por encima de lo anterior, por eso las recomendamos.

Los médicos, enfermeras y el personal de apoyo de las Unidades de Terapia Intensiva UCI de los hospitales que expusieron su salud y su vida, y la de sus familias, para atender a este tipo de enfermos tan contagiosos, saben muy bien que, una cantidad de enfermos de los que llagan ahí no ha sido vacunados y muchos de los que mueren también tienen esta distinción. Son ese personal el que escucha el arrepentimiento por no haberse vacunado. Es paradójico que ese personal pone su vida en peligro para salvar la de otros y, sin embargo, grupos de personas se niegan a recibir la vacuna y cuando enferman recargan sus servicios y en muchos casos retardan la atención de otros.

Así pues, todos como miembros responsables de una sociedad debemos vacunarnos en caso de enfermedades contagiosas; al no aceptar esto, nos convertimos en un peligro para los demás. Y, por cierto, contagiarse y enfermar tiene el problema de que, la mitad de los que se recuperan tienen molestias incapacitantes, en especial respiratorias, fatigas, insomnio, pérdidas de memoria, cefaleas y problemas renales o cardíacos por muchos meses, que requieren apoyo médico y hasta hospitalario un buen grupo de estos lo proporcionan los no vacunados, luego de infectados.

Esta pandemia nos mostró que en la Tierra no hay personas, pueblos o países “islas”, todos estamos interrelacionados y en menor o mayor grado nos necesitamos, sobre todo cuando vimos que el contagio no solo afecta a todos los países, sino que afecta, además, a ricos y pobres, mujeres y hombres, niños y ancianos, sanos y enfermos.

Además, mostró cómo los países que tenían sistemas nacionales de salud se enfrentaron mejor que los desarrollados o pobres que no lo poseían. La razón de lo anterior es que en los que tenían sistema de salud, este le hizo frente a la pandemia vacunando a su población y sus hospitales acogieron a todos. O sea, el Estado asumió con toda la responsabilidad y gastos, la empresa privada con ninguno, con la excepción de ganar miles de millones los fabricantes de las vacunas, pagadas por los gobiernos de los países, que se la proporcionaron a su población gratuitamente. Estas exageradamente absurdas ganancias persistieron aún a la fecha, debido a los famosos derechos de “Patentes”, que no deberían existir en este tipo de medicamento como las vacunas.

En Costa Rica nos jactábamos, que, siendo un país en desarrollo, teníamos un sistema nacional de salud basado en un seguro social universalizado, que asumió la responsabilidad de atender a la población, no solamente vacunando a todo el mundo, sino recibiendo en los hospitales a todos los enfermos si distinción alguna; sin embargo, por muchos meses el sistema estuvo colapsado debido a la enorme cantidad de enfermos que afectaban las Unidades de Terapia Intensiva incluyendo los grupos de enfermos NO VACUNADOS.

Los grupos antivacunas omiten hablar de las situaciones que causan los no vacunados y que se probó con la Covid- 19. Estas personas constituyen un riesgo a corto, mediano o largo plazo para todos. ya que, si no logramos en el país una vacunación lo más completa posible, estos serán focos residuales de contaminación y si enferman, ocuparán camas necesarias para otros pacientes graves con otras patologías, por lo que, se constituyen en otro problema más.

Además, la pandemia probó que, en los inicios, la OMS lamentablemente, tampoco tenía la experiencia para aconsejar medidas tan simples como la importancia del uso de mascarillas en todo lado para evitar la propagación del virus que causaba la enfermedad debido a la tos y su contagio aéreo por aerosol. Tampoco existían recursos suficientes para proporcionar mascarillas y vacunas a la población de ciertas áreas o de países pobres, que podrían convertirse en fuentes de contagio por esa razón vacunas que la OMS consiguió a precio más razonable de lo que costaba en los países ricos.

Fue así como durante muchos meses, este virus tuvo al mundo: sanitaria, económicamente, y socialmente, patas para arriba. Y aparte de que no existía en ese momento una vacuna contra el mismo. Esto no debe repetirse de ninguna manera. Lamentablemente la pandemia agravó las desigualdades sociales y económicas, ya que como se comprobó, los ricos se hicieron más ricos y los pobres más pobres y la clase media se redujo importantemente, desequilibrio que resiente nuestra sociedad.

Este virus que aún nos afecta, Y LOS QUE VENDRÁN EN EL FUTURO, son enemigos muy caprichosos, debido a sus frecuentes cambios llamadas “mutaciones” que sufre para adaptarse a las dificultades que encuentra para sobrevivir en el ambiente. Hay siempre el temor de que un nuevo virus sea más contagioso y letal y pueda evadir a las vacunas o las respuestas inmunológicas defensivas de las personas, ya que hay que hay que acordarse que la vacuna sirve en la medida que haya una respuesta inmunológica de la persona a la vacunación; entre más sana esté ésta mejor el efecto, además, debe tenerse en cuenta que, la respuesta inmune defensiva se debilita con la edad (ancianidad) y si hay enfermedad importante incluyendo la diabetes o se si es desnutrido u obeso.

Además, debido a ese constante mutar, se le dificulta a la ciencia poder predecir su comportamiento, y que acciones tomar para evitar su diseminación masiva. Con el temor, de que, si viene otra pandemia estando éste aún, afectándonos, no sabemos que puede resultar.

Lo anterior es la causa por la que el mundo no ha podido desembarazarse de este virus debido a sus constantes cambios (mutaciones) que hacen que las vacunas pierdan su efecto contra las nuevas cepas del virus, de ahí que haya persistido hasta el presente, pudiendo como se dice, convertirse en estacional, pero atenuado y por esa razón sobre todos los viejos, los enfermos o los niños deben volver a vacunarse.

La vacunación mundial ofrece la mayor esperanza para erradicar esta pandemia cuyo virus permanece infectándonos, aunque insistimos felizmente sus mutaciones no lo han hecho más agresivo. Pero, si continuamos como hasta ahora, destruyendo la naturaleza y dando lugar cambios climáticos, agregados a los problemas de hacinamiento y pobreza, otra pandemia nos espera a la vuelta de la esquina. De ahí porque la OMS desea con sus medidas prepararnos para enfrentarla mejor.

Los sistemas sanitarios del mundo, se entiende cada país, no podrán bajar la guardia nunca más y más bien hay que reforzarlos mundialmente para que puedan así, combatir pandemias virales o bacterianas y sobre todo continuar atendiendo con prontitud y eficacia a los pacientes de otras enfermedades en especial las graves, injusticia que se ha dado en los últimos dos años no sólo en Costa Rica, sino en todo el mundo.

*Ex ministro de Salud de Costa Rica 

*Ex presidente de la Academia Nacional de Medicina

*Catedrático de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica

*Profesor Emeritus de la Universidad de Costa Rica

*Ex jefe de Cirugía del hospital Calderón Guardia

*Escritor y comunicador científico social.

Marco Aurelio Antonino: Emperador romano y filósofo estoico

Busto de Marco Aurelio. Museo Saint-Raymond, Toulouse, Francia

Vida, ideología y legado del autor de las Meditaciones

Juan Jaramillo Antillón

Nació en Roma en el año 121 y falleció a los 58 años en el año 180 en Panonia.

Hijo de personas de la alta nobleza romana, su padre era un político llamado Marco Antonio Vero y su madre Domícia Lucila, heredera de una enorme fortuna. Por mandato del emperador Adriano, se les nombró hijos adoptivos de Antonino Pio a Marco Aurelio y a Lucio Vero, con el fin de que al morir el emperador Adriano, ambos fueran nombrados los dos primeros co-emperadores del Imperio Romano.

Su sucesor fue su hijo Cómodo, quien era un parrandero irresponsable y sin ningún interés por lo militar. Por eso lo obligó a acompañarlo en sus últimas campañas militares tratando de educarlo. Marco Aurelio era un ser humano lleno de educación, sabiduría, cordura. Él sabía muy bien que su hijo no era un buen candidato a emperador, amén de que era muy raro que el hijo del emperador fuera su sucesor en el Imperio Romano. Pero no había buenos candidatos para su sucesión y temía que si su hijo no era hecho emperador eso diera pie a una guerra civil. Para que lo apoyaran en su decisión, él confiaba en que los ejércitos que lo admiraban y amaban respetarían su elección (así lo hicieron); además, lo estaba escogiendo como co-emperador, estando él aún en vida, para que aprendiera dirigiendo el gobierno y las campañas militares.

Todas sus acciones políticas y militares eran representativas de un hombre de y bien de su mente lógica llena de espiritualidad, acorde con la filosofía estoica que él practicaba; no abusaba de su posición y siempre escuchaba a todos ante los problemas del imperio.

Siendo por naturaleza una persona muy ordenada y pacifista, vio su cogobierno marcado por conflictos militares debido a alzamientos en Germania superior por tribus bárbaras y en otros lugares. Lucio Vero, su amigo y co-emperador, fue a luchar a una región y él se quedó en otra. Cuando murió Vero debido a una peste, cogobernó como dijimos el Imperio con su hijo Cómodo.

Marco Aurelio escribió sus Meditaciones mientras luchaba contra los bárbaros, buscando dejar en sus escritos una fuente de guía personal y de cómo es posible mejorar a las personas. Estas Meditaciones están consideradas un monumento literario y muestran cómo un gobierno cumple con su deber para con el pueblo, al que él amaba y cuyo amor era correspondido por su pueblo. El compromiso de Marco Aurelio de vivir una vida llena de sabiduría y virtud, enmarcada en una vida dedicada al servicio público, es un ejemplo para quienes les gusta la filosofía del estoicismo o estoica.

Esas personas, las estoicas, cultivan un sentido de paz interior lleno de ecuanimidad, lo que les permite resistir los desafíos más difíciles que se le pueden presentar en la vida. Uno de los principios del estoicismo que Marco Aurelio practicaba era la llamada ataraxia o imperturbabilidad del ánimo ante los problemas de la vida y sus frustraciones; a los enojos dejarlos de lado. Él tomaba todas las cosas con calma y las aceptaba como parte del destino de cada uno, razonando cada una de las dificultades para ver cómo las resolvía. Se caracterizaba sobre todo por el desarrollo y manejo del autocontrol.

Él le pedía a cada ciudadano, ya fuera noble o campesino, que se entregase a su tarea con la mente limpia y el ánimo bien dispuesto para trabajar.

La filosofía estoica busca que cada persona pueda controlar sus propios pensamientos, emociones y acciones con ecuanimidad, lo que le permite cultivar un sentido de paz interior, practicar la gratitud y darle resistencia para aceptar incluso la adversidad y encontrar un significado al sufrimiento. Con ello se logra vivir una vida plena y significativa. Es importante que el lector entienda que esta es una filosofía personalista, buscando mejorar a cada persona.

No debemos permitir que los eventos externos que están fuera de nuestro control, como las acciones de otras personas o las dificultades que surgen en el medio ambiente, nos causen ansiedad innecesaria o estrés. Uno puede tratar de controlar cómo responder a una situación difícil, pero no puede controlar las acciones de los demás. Una vez que uno identifica el problema hay que centrar la atención en este, buscar cómo resolver lo de uno o bien aceptar la adversidad si no lo puede hacer, pero no preocuparse por lo de los demás. Utilizar el infortunio como una oportunidad para desarrollar nuestra resistencia y nuestra fuerza interior.

Por cierto, en sus Meditaciones Marco Aurelio señala el deseo que muchas veces tenemos de quedarnos en la cama en la mañana, en lugar de levantarse e ir afrontar el día con lo que viene. Reconoce que le pasó muchas veces, pero que, cuales quiera sea nuestra posición, para lograr los objetivos a cumplir debemos comenzar el día temprano y con un propósito. A esto los estoicos le llaman “ser el dueño de la mañana”. Los estoicos recomiendan comenzar el día temprano con una caminata y trabajar profundamente (concentradamente), llevando un diario donde estén las metas del día y con eso incluso aumentamos la productividad.

Marco Aurelio en sus publicaciones señalaba la necesidad de estar siempre en el presente y no sufriendo problemas imaginarios del futuro, ya que usualmente nos preocupamos por inconvenientes muchas veces infundados o exagerados sobre nuestras familias, nuestro futuro o nuestra salud; eso nos impide vivir y disfrutar el presente.

Marcio Aurelio nos aconsejaba también sobre no desperdiciar nuestro tiempo y energía en asuntos triviales o dedicar tiempo a cosas que no son realmente importantes. Para eso debemos preguntarnos: ¿es esto importante o necesario? Los estoicos piensan que esta práctica de prestarle atención solo a lo esencial podría ayudarnos a alcanzar una mayor tranquilidad y paz mental.

El problema es que vivimos en una sociedad de consumo, cuya propaganda nos embarca a comprar siempre más de lo que necesitamos y a estar deseando cosas no esenciales. Por eso siempre debemos preguntarnos ¿es esto necesario? Cuestionando la necesidad de nuestros deseos o acciones podremos encontrar mayor claridad y propósito en nuestras vidas. Eso nos permitirá vivir una vida más significativa y plena.

Los estoicos creen en la regla de resolver un problema o hacer una acción cada día. Se puede entonces progresar cada día sin abrumarse con muchas tareas pendientes y agotarse mentalmente.

El estoicismo es una escuela de filosofía fundada por Zenón de Citio en el siglo III a. C. en Atenas, basada en una filosofía de una ética personal sobre la que ya hemos escrito. Los estoicos creían que todo a su alrededor operaba según una ley de causa y efecto o de la causalidad, como han señalado varias teorías físicas modernas incluyendo las de la Gravitación Universal de Newton o las de la relatividad de Einstein, pero concepto rechazado por la mecánica cuántica.

El estoico es una persona que logra el control de los hechos, cosas y pasiones que pueden perturbar su vida, valiéndose de la razón para analizarlos y decidir qué hacer, logrando así un autocontrol con la sabiduría de saber aceptar lo que se presenta, no dejándose dominar por el deseo de placer o por un dolor o por el miedo; tratando de comprender el mundo, prescindiendo de los bienes materiales incluyendo la riqueza o el placer y buscando la felicidad o bienaventuranza y la sabiduría de poder aceptar el momento como se presenta. Tratando a los demás de manera justa y equitativa.

Ellos consideraban que la verdadera filosofía que un individuo decía poseer no era lo que esa persona decía, sino cómo se comportaba.

Entre los estoicos estaban Séneca y Epicteto, quienes creían que la virtud era suficiente para lograr la felicidad y que un sabio sería emocionalmente resistente a la desgracia, aunque esto no suelen aceptarlo otros estoicos.

Bibliografía

Aurelio, Marco. (1994). Meditaciones. Madrid, Editorial Gredos.
Fernandez, Tomas y Tamaño, Elena. (2004). Biografía de Marco Aurelio. Biografías y Vidas. La Enciclopedia biográfica en vivo.
Grimal, Pierre. (1974). Marco Aurelio. México D.F., Fondo de Cultura Económico.
Wikipedia. (2024). Marco Aurelio. Wikipedia la enciclopedia libre.
Wikipedia. (2024). Reglas Del Estoicismo Para Cambar Tu Vida. Wikipedia la enciclopedia libre.

Fuente: https://www.meer.com/es/80036-marco-aurelio-antonino-emperador-romano-y-filosofo-estoico

Compartido con SURCOS por el autor.

John Dewey: el primer pedagogo moderno

Jonh Dewey, considerado el más grande educador de los Estados Unidos.

Vida, obra y legado del filósofo estadounidense más importante de la primera mitad del siglo XX

Juan Jaramillo Antillón

Nació en Burlington, Vermont, Estados Unidos, en 1859 y falleció a los 92 años en Nueva York en 1952. Provenía de una familia de comerciantes, desde niño se dedicó solo a los estudios. Se graduó en educación en la Universidad de Vermont y continuó su formación en filosofía en la Universidad John Hopkins. Se considera que fue, aparte de un gran pedagogo, un eminente filósofo y psicólogo, sin dejar atrás sus aportes a la democracia.

Es considerado el más grande educador de los Estados Unidos, e incluso el filósofo más importante de esa nación en la primera mitad del siglo XX. Lo interesante es que no se destacó de joven en los estudios y dos veces se le negó una beca para estudiar filosofía; sin embargo, llegó a ser, aparte de un gran psicólogo y filósofo norteamericano, el primer pedagogo moderno. Lo cual, como todo en la vida, lo logró a base de esfuerzo, estudio y perseverancia.

Escribió varios tratados sobre educación, democracia, filosofía, ética, etc. Se adhirió profesionalmente a una corriente filosófica del “pragmatismo”, que busca las consecuencias prácticas del pensamiento en su eficacia y valor, como una tesis de su trabajo en la vida. Pero, antes que él, Charles Peirce, famoso filósofo de la Universidad de Harvard e introductor del pragmatismo, decía que el hombre es una parte interesada que se vale del conocimiento como un instrumento, probablemente el más importante de todos para sobrevivir. Dewey opinaba que Peirce, ese gran filosofo, había presentado el pragmatismo como una teoría del significado y posteriormente William James lo hace como una teoría de la verdad, sosteniendo que una afirmación o una teoría son ciertas cuando responden de forma adecuada a lo que se espera de ellas, al mismo tiempo que se adecuan a los hechos conocidos. Dewey se encaminó por esta segunda.

John Dewey es considerado además el “filósofo de la educación”, con lo señalado se entiende eso. Para él, la filosofía es una reflexión cuyo contenido verdadero y último tiene que ver con educar a las personas. Aparte de filósofo, tenía gran fe en la ciencia. Creía que los grandes avances en la adquisición del saber sucedieron especialmente en este campo. La ciencia es más fiable que otras disciplinas y sin duda la más práctica, ya que gracias a ella se vive en una sociedad mucho más avanzada. Él la consideraba muy importante porque la ciencia es una modalidad del conocimiento enormemente crítica y metódica, basada en un esquema lógico, de manera que puede aplicarse sin problemas a cualquier otro campo del saber.

Dewey fue uno de los primeros en apoyar el método científico. Decía que el primer paso en una investigación consiste en formular un problema, presentándolo lo más claro posible, luego en buscar una solución, y si se encuentra tratar de probarla desde un punto de vista experimental. Si los resultados la refutan, volver atrás a buscar otra, pero si la experimentación la corrobora, el problema se habrá resuelto.

Publicó dos libros sobre eso: Lógica, teoría de la investigación y Reconstrucción en filosofía, que fueron muy populares. Por lo anterior, se considera fundamental su participación en el campo educativo en Estados Unidos para modificar los antiguos métodos de enseñanza. Y lo principal fue que él defendió un sistema educativo basado en la resolución de problemas prácticos, esto es, una enseñanza práctica, ya que esta fomenta el desarrollo imaginativo del alumno tanto en el plano teórico tradicional como en el práctico. Es bien sabido que, en el campo de la medicina, la educación está basada sobre todo en la enseñanza práctica, algo fundamental en cirugía y enfermería.

Dewey por supuesto aceptaba lo anterior, pero decía que el aprender-haciendo también era indispensable para lograr destreza y experiencia en otras áreas, como la educación y en cualquier profesión. Señalaba que en su tiempo, en muchos lugares, la educación se concebía como la imposición, mediante una severa disciplina, de una serie de conocimientos teóricos al alumno. Nota del Autor: En la actualidad más de un educador piensan igual.

Pero John Dewey vio que el tiempo le ha dado la razón y en muchos colegios y escuelas universitarias de gran categoría se propuso lo que él señalaba que era: encauzar la predisposición y capacidades naturales de cada alumno con el objeto de desarrollarlas al máximo y alcanzar resultados extraordinarios. Por eso se le ha catalogado como el primer gran pedagogo moderno.

En el libro Escuela y Sociedad señala como fundamental para la enseñanza, por ejemplo, el papel del profesor como guía y compañero, y no imponiéndose sino convenciendo; que el sistema escolar gire alrededor del estudiante y no al revés, y, además, la convicción de que todo proceso educativo debe basarse en los propios intereses del estudiante.

Se señala en sus libros que el aprendizaje tradicional se basa en la imposición de una serie de contenidos al alumno, el cual tiene un papel puramente pasivo, como mero receptor, cuando en realidad debería ser el verdadero artesano de su conocimiento. Para Dewey, la educación del carácter de los niños se basa en la adquisición de “hábitos”. El fin de la educación es mejorar la sociedad, por lo tanto, adquirir buenos hábitos es mejorar la sociedad. La educación es una construcción social, por lo que el currículum debe reflejar una parte de la comunidad y de la sociedad donde se educa al niño.

Dewey señaló que el individuo es un producto de la sociedad en la misma medida que la sociedad es un producto del individuo. Con eso él dejaba ver la enorme importancia que tiene lo aprendido, o sea, la herencia social sobre los niños y jóvenes, aparte de la herencia biológica. Ellos están expuestos a costumbres, convencionalismos, lenguajes, ideas y tradiciones existentes; listos para abalanzarse sobre el niño recién nacido, a fin de moldearlo de acuerdo con la imagen del pueblo y sus costumbres, en el medio del cual vive. De ahí la importancia de una buena educación para corregir las fallas que haya tenido en el proceso educativo en el hogar y su contexto.

John Dewey sostenía que la democracia, más que una organización política, es una forma de vida. En el orden político esta es sólo un medio para que mediante el sufragio universal se escoja a los gobernantes, pero también conlleva gran responsabilidad ante los electores por tratar de resolver en la mejor forma los problemas existentes en un país. Por otro lado, es democrática una sociedad que no sólo tiene elecciones políticas, sino que permite a todos, dentro de lo posible, participar en iguales condiciones en lo que la sociedad tiene de bueno, por ejemplo, dar servicios de educación y de salud para todos.

Para él, el fundamento de la democracia es la fe en la capacidad de los seres humanos que conforman una sociedad democrática para colaborar en resolver los problemas que se presentan y mostrar solidaridad, ofreciendo la contribución de que es capaz para mejorar.

El pensamiento es fundamentalmente una herramienta que permite actuar sobre la realidad que rodea a una persona, a la vez que se nutre de ella. Por eso, el conocimiento es el resultado de las experiencias con el mundo.

Bibliografía

Dewey, John. (1952). Democracy and education: An introduction to the philosophy of education. New York, Editorial Macmillan.
Durant, Will. (1986). “John Dewey”. Historia de la filosofía (pp. 575-586). México, D. F., Editorial Diana.
Magge, Bryan. (1999). “John Dewey”. Historia de la filosofía (pp. 190-191). Barcelona, Editorial Blume.
Salvater, Fernando. (2008). John Dewey, el pensador de la educación. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, S. A.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Fuente: https://www.meer.com/es/79888-john-dewey-el-primer-pedagogo-moderno

La poetisa Safo- La primera gran figura femenina literaria de la historia

Thomas Ralph Spence; Discípulos de Safo, 1896 (detalle)

Juan Jaramillo Antillón

La isla de Lesbos es una isla griega situada a pocas millas de lo que hoy es Turquía. Se encontraba en el año 600 a. C. bajo el tirano Mirsilo, un dictador malo y cruel y, por esa razón, sus súbditos, después de años de tiranía, lo desterraron y eligieron gobernante de Mitilene, la principal ciudad de la isla a un intelectual y poeta llamado Pítaco, quien gobernó la isla por diez años en paz. Luego de haberles devuelto todos los derechos a sus habitantes Pitaco se retiró y por eso fue elegido entre los llamados «Siete sabios de Grecia»; estos eran políticos e intelectuales que, en el siglo VI hicieron que Grecia comenzara a brillar y dieron lugar a que apareciera la tolerancia política en Grecia, lo que dio lugar al surgimiento ahí de grandes figuras del saber (acordemos que el primero fue Tales). En Lesbos, la mujer gozaba de los mismos derechos que los hombres (algo extraordinario para esos tiempos), aunque el poder siempre fue del sexo masculino.

No se conoce con exactitud la fecha de nacimiento y muerte de Safo. Al parecer nació por los años 600 a. C. No existen adecuadas biografías de Safo, y sus escritos y poemas, lo que hay son múltiples fragmentos. Se señala que su obra estaba guardada en la Biblioteca de Alejandría en nueve libros, pero el papa Gregorio VII en el siglo VII, ante el hecho de que el contenido de esos poemas, eran de amor entre mujeres y llenos de gran sensibilidad, como eso daba lugar a todo tipo de especulaciones sobre su autora, ordenó quemar sus escritos por considerarlos inmorales.

En la isla de Lesbos vivió por esos tiempos, una mujer llamada Safo la que sería la primera poetisa y figura literaria de su tiempo, se dice que su obra fue monumental, pero se perdió la mayor parte de sus escritos. Su familia pertenecía a la aristocracia local, su padre era un rico mercader y murió peleando cuando los atenienses se enfrentaron a los de la isla por la posesión de otra cercana.

Se conoce que, Safo y su familia fueron desterrados a Siracusa (Sicilia) por 15 años, por oponerse al dictador Mirsilo. Al ser desterrado este, ella regresó a vivir a la ciudad de Mitilene, fundando un círculo de estudios llamado «La casa de las servidoras de las Musas», lugar donde estudiaban y se preparaban las jóvenes de la sociedad de la isla e incluso de Grecia, en el campo de la poesía, a aprender a confeccionar arreglos florales, etc. Se dice que también atendían el culto a la diosa Afrodita, una de las divinidades de la mitología griega y diosa del amor, por la cual Safo tiene especial devoción. Existe un bello poema en el que Safo invoca a la diosa, para que acuda y sea su aliada en sucesos amorosos, que en el caso de ella es otra joven de la academia y de la que está enamorada. Safo, acostumbraba a tocar un instrumento musical parecido a la lira, pero más grande y recitaba además sus poemas. En Grecia era frecuente que la música y la poesía se relacionaran estrechamente.

Sus escritos están llenos de fragmentos de amor entre mujeres, celos, decepciones, alegrías, rivalidades, nostalgias, amores. Safo presenta la pasión amorosa como una fuerza irracional, situada entre el bien y el mal, que se apodera del ser humano y se manifiesta en diversas formas. El mundo de su poesía es puramente femenino. Y fue precisamente en este tipo de poemas en que el centro de ellos es el amor en el cual ella se expresa ahí, con sus sentimientos más íntimos, lo que le dio éxito y fama.

Platón, la definió como la décima musa. Su nombre y conducta y el de la isla dieron luego lugar al termino lesbianismo y al de mujeres bisexuales. Pues pese a que amó y tuvo relaciones con varias alumnas, se ha señalado que estuvo casada con un hombre llamado Ceriles, aunque otros historiadores niegan esto, pero se dice que tuvo una hija llamada Cleis (el nombre original de Safo era Cleis), no se sabe con quién la tuvo y si llegó a casarse.

Otros señalan que «La casa de las servidoras de Musas» era un lugar de libertinaje de esas muchachas de la sociedad del lugar y para sostener esto desde el punto de vista moral, se dice que basta con leer los poemas de Safo para saber lo que ahí sucedía.

Una leyenda dice que Safo, quien describe maravillosamente los efectos que la vejez causa a la belleza de las mujeres, siendo ya mayor se enamoró de un joven y bello hombre (un marinero) llamado Faón, del que incluso hasta la diosa Afrodita se enamoró, y, por eso esta indujo a Safo a suicidarse lanzándose desde una roca al mar cuando su amor no se vio correspondido. El poeta latino Ovidio popularizo esta leyenda en uno de sus escritos sobre «Heroínas» donde en una carta de amor relata este suicidio de Safo. En todo caso muchos niegan que ella se suicidara.

Inmortal Afrodita, la de policromo trono,
hija de Zeus, urdidora de engaños te lo ruego,
no me oprimas con penas ni fatigas,
señora, el ánimo.
(…) ¿Quién es, oh Safo, la que te agravia?
que si te huye, no tardará en seguirte;
(…) si no te ama, no tardará en amarte
mal que le pese.

Poema de Safo despedida a una amiga que deja la isla y su círculo

Deseo morir, sinceramente.
Ella me ha abandonado derramando
un arroyo de lágrimas. Y me dijo ¡Ay de mí!
¡Cuan terribles penas nos asolan!
Safo, con el alma lo digo, te abandono muy a mi pesar.
Y yo te respondí
Parte contenta y acuérdate de mí….

Notas

Calvo Santos, M. (2028). Safo de Lesbos. Vía Google. Edición digital. Rabanal Álvarez, M. (1968). Safo. Antología. Selección de sus obras. Madrid. Ed. Aguilar.
Miguez Baños, A. (2018). Safo de Lesbos: el gorrión entre las rosas. Vía Google. Editorial Zenda Edhasa Foro digital.
Rodríguez Tobal, J. M. (1990). Safo, Poemas y fragmentos. Madrid. Ed. Hiperión
Wikipedia (2023) Safo. Vía Google. Wikipedia la enciclopedia libre.

 

Fuente: https://www.meer.com/es/79243-la-poetisa-safo