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Etiqueta: pedagogía

Educación, salud y juventud

En un conversatorio del Programa Alternativas participaron Jenny Vásquez, Asdrúbal Marín, Pamela González y Luis Ángel Salazar se reflexionó sobre el proceso educativo y la necesidad de implementar una visión crítica y poner en práctica la pedagogía crítica en la enseñanza. Además, se discute sobre las políticas del gobierno actual, como la Ley del Jaguar, que provienen de un líder elegido democráticamente por la sociedad costarricense pero, elegido por ciudadanos sesgados de información y una mentalidad que no cuestiona lo que los medios y entes digan de la realidad, de modo que la ciudadanía cree todo lo que escucha. 

Se puntualiza sobre la conciencia como una herramienta que nos permite tomar decisiones bien pensadas, éticas y racionales. También, señala que la educación es el medio por el cuál nos podemos enterar de fenómenos y comportamientos externos que nos moldean, por lo que hay que apuntar hacia una educación transformadora, que brinde recursos cognitivos para que las personas cuestionen sus oportunidades y estén dispuestos a innovar para aportar a la sociedad o incluso, ayudar a resolver problemas colectivos. 

Hay muchas fallas en el sistema educativo, tanto en el colegio como en la universidad hay una pérdida de sentido personal entre las personas estudiantes, pero también una desconexión personal con la experiencia educativa que motiva a que las personas abandonen sus estudios o transiten en el espacio pedagógico sin ánimos de aplicar el conocimiento adquirido más que para su trabajo o demanda laboral. Es decir, el aprendizaje no tiende a llevarse a otros espacios fuera de la escuela, la universidad y el trabajo, pero es necesario aplicarlo para contribuir con la mejora continua de la sociedad. 

Además, se conversó sobre las técnicas empleadas por los líderes políticos para “domesticar” a la sociedad a tal punto que, la persona toma un rol de “cosa” en lugar de sujeto. Sobre esto, los participantes indican que para luchar contra las dinámicas de poder, contra la dominación-sometimiento, es imprescindible una educación humanista, una visión crítica y consciente para realizarse individualmente y por tanto, trascender de las narrativas materialistas y capitalistas que nos condicionan. 

Bajo la misma línea, la discusión señala que en muchas ocasiones estas alternativas educativas son satanizadas como socialistas/comunistas, sin embargo hay que pensar en la construcción de discursos antagónicos que suponen que las prácticas neoliberales e individualistas son las que orientan el progreso, mientras que aumenta cada vez más los estilos de vida de encierro, inseguridad, ansiedad y agotamiento; las cuáles implican un retroceso en la calidad de vida de las personas. 

Sobre la educación, se plantea que se deben gestionar nuevas estrategias y técnicas pedagógicas que incluyan temas de autoestima, sana convivencia, tolerancia, cuidado del medio ambiente, y demás temas que permitan humanizar el espacio educativo, sobre todo a las personas jóvenes en escuelas, colegios y universidades. 

Le invitamos a ver el programa: https://www.facebook.com/share/v/PU6aJASzyRC2ewtM/?mibextid=oFDknk

Ley N° 9999: el recuento de los daños a nivel ético-pedagógico

Vilma Leandro Zúñiga
Psicóloga

El 29 de junio del 2021, con 41 votos a favor, se aprobó la Ley N° 9999, la cual pretende prevenir la revictimización y garantizar los derechos de las personas menores de edad en el sistema educativo costarricense. Empezó a regir el 27 de agosto de ese mismo año.

Hasta donde conozco, no tiene reglamento aprobado, lo cual no es un tema menor, ya veremos más adelante por qué.

Es mi criterio profesional que esta ley atenta, severamente, contra la función y la labor de la escuela como instancia formadora de un carácter democrático y democratizante, pues se enfila a destruir la fuente primaria del aprendizaje y motor de la experiencia escolar, que es el vínculo entre la familia, el estudiantado y el centro educativo. No es el único golpe que se ha recibido en esa línea, pero sí podría representar, el zarpazo final. 

Entiéndase “escuela” en este texto como cualquier escenario educativo formal, antes de la universidad, o sea preescolar, primaria y secundaria.

Ahora iré más despacio y trataré de ser lo más detallada posible en mi argumentación.

Este no es un análisis jurídico pues no es mi campo de conocimiento. Más bien se trata de una reflexión “político-pedagógica” como decía Paulo Freire; que integra mi visión como psicóloga social y mi trayectoria en el sector educativo costarricense.

Lo primero a indicar es que me he dedicado, durante casi toda mi vida profesional, a trabajar con niñez y adolescencia, siempre desde un enfoque de derechos, en el que tengo una amplia formación y convicción; de manera que soy la primera en celebrar que se elabore legislación y acciones para la protección de esta población.

Llevo muchos años trabajando en educación, especialmente en el sector público, al que le conozco bastante bien sus luces y sus sombras, que no son pocas en ambos casos. 

Así que, al contraponer, el texto de la Ley 9999 tal cual se aprobó y lo que está aconteciendo en los centros educativos, la mezcla es un desastre por donde quiera que se le mire y, en su aplicación práctica, terminará perjudicando a todas las partes.

Del proyecto de ley: la matrix

Inexplicablemente, este fue un proyecto de ley presentado por una educadora con años de experiencia en el sistema público de educación; se trata de Patricia Villegas Álvarez, exdiputada del Partido Integración Nacional. En el currículum que aparece en el sitio web de ese partido se indica que ha sido docente desde 1990, en los niveles de preescolar y primaria. Tiene una maestría en Administración Educativa por la Universidad de Costa Rica.

            La propuesta de ley de la exdiputada fue apoyada por la Defensoría de los Habitantes, encabezada por Catalina Crespo en ese entonces; fue consultada solo a seis instancias: el MEP, la CCSS, el PANI, la Defensoría, el Servicio Civil y la Unicef. (Cr.hoy, 17 de noviembre del 2022).

Con excepción del Servicio Civil, todas las otras son representantes y garantes de los derechos de la niñez y la adolescencia, integrando un bloque unilateral que no contempla la contraparte interesada, por ser la posible demandada, que es el gremio educativo.

Lo anterior revela un error gravísimo en política -que esperemos que haya sido solo ingenuidad o inexperiencia y no otra cosa- pues, en el campo político, se sabe con claridad que siempre se debe lidiar con intereses contrapuestos y que la creación de algo tan delicado como una ley debe considerar las perspectivas y análisis de todas las partes involucradas.

En la nota de Cr.hoy, se estableció que los representantes de los gremios magisteriales señalaron que no fueron consultados y el trámite de discusión en el plenario fue “vago”. Lo cual ha provocado a que en este momento se estén realizando reuniones y diligencias desde los sindicatos con el Ministerio para revisar la ley, pues, a pocos meses de su aprobación, se ha convertido en una verdadera pesadilla para el funcionamiento interno de muchos centros educativos.

El espíritu de la ley: un sapo en vez de una gracia

Como ya lo dije, el Derecho no es mi campo; sin embargo, realicé algunas consultas a profesionales de esa rama para estar más clara en algunos puntos acerca de la ley. El texto tiene 13 páginas y 16 artículos, a lo largo de los cuales se hace referencia a otras leyes y herramientas jurídicas.

Es un texto corto, se lee rápidamente, pero que tiene, desde mi perspectiva, graves vacíos, los cuales se exacerban pues no tiene reglamento y porque la realidad de los centros educativos es, verdaderamente, muy compleja.

La norma 9999 se creó, supuestamente, para evitar tanto que se revictimice a niños, niñas y adolescentes (NNA), como la impunidad en los procedimientos disciplinarios de funcionarios que tienen denuncias por algún tipo de maltrato contra las y los estudiantes. 

Con esto es evidente que ya existían las herramientas necesarias para atender esas situaciones, tales como el Código de la Niñez y la adolescencia y los diversos protocolos internos del MEP, para citar algunos. Parte de la dificultad ha estado en la ejecución de tales herramientas y la ausencia de la evaluación de esos fallos y falencias para mejorarlos.

Cuando se lee el texto completo, da la impresión de que el espíritu de la ley es totalmente opuesto al del principio de inocencia que rige a las sociedades democráticas: “todos somos inocentes hasta que nos demuestre lo contrario”. Y más bien operaría el “somos culpables hasta que demostremos (aunque no esté muy claro cómo) lo contrario”. En resumidas cuentas, la ley contraviene ese principio universal democrático del derecho sobre la presunción de inocencia y se podría estar violentando el derecho a la defensa del funcionario o funcionaria.

Al establecer el relato de la persona menor de edad como posible único indicio probatorio y que, en caso de duda, debe fallarse a favor de la persona menor de edad “En caso de duda, se optará por la que más beneficie a la persona menor de edad víctima” (art. 10), se parte de la culpabilidad automática de la persona denunciada, por lo que la colocaría en una situación de absoluta vulnerabilidad, que, además, según indica la norma, debe ser suspendida o reubicada a partir del momento mismo de la denuncia.

Sumado a lo anterior, la ley no establece con claridad el procedimiento de defensa de la persona denunciada: las instancias ante las que debe presentar las pruebas, qué tipo de pruebas puede ofrecer, si tendrá un defensor público, qué pasa con su salario mientras está suspendida, si queda absuelta quién repara el daño moral de lo vivido, qué sucede si pasan los tres meses que indica la ley para resolver y el MEP y demás instancias no lo han hecho, qué hacen las jefaturas con ese puesto sin nombramiento, qué pasa con lo que viven los grupos de estudiantes a cargo de esa persona docente, entre otras interrogantes.

El impacto en la educación: descolocar el rol docente

Todo lo anterior lleva a la reflexión central: si lo que digan los y las estudiantes, bajo cualquier concepto, de un o una docente u otro funcionario del MEP, va a ser siempre aceptado de forma unilateral, no solo genera vulnerabilidad laboral y jurídica para esa persona, sino que quebranta, de entrada, la relación docente-estudiante.

La base del aprendizaje formal está en el vínculo que la maestra, maestro o profesor/a establezca con sus pupilos, vínculo que parte del respeto mutuo, de la admiración por un saber que se intenta transmitir y compartir.

Pero sobre todo, por un contrato social implícito basado en ciertas reglas de convivencia social que, en la escuela y el colegio, pasan por aportar en la formación ética y ciudadana de niños, niñas y jóvenes. Todo lo cual implica, entre otras acciones, la corrección y, a veces, la sanción (con aspiración formativa, no represiva) de conductas que atentan contra la convivencia del aula, situación que suele acarrear frustración para los y las estudiantes y a veces también para sus familias.

En este sentido, el año pasado los medios de comunicación han ofrecido amplia muestra de las situaciones de violencia entre estudiantes tan dramáticas que les ha tocado enfrentar a las escuelas y los colegios.

Esta ley, tal cual está planteada, solo va a empeorar el escenario de relaciones que ya se tiene, el personal que es negligente y mediocre se va a esforzar menos porque va a evitar ser sancionado, con lo cual, hará una mediación pedagógica cada vez más deficiente, sin posibilidad de tener una evaluación del desempeño como corresponde, porque aún no se ha discutido ni construido tal mecanismo.

El personal comprometido y riguroso, con vocación y esperanza en lo que hace, es el que más está sufriendo, viéndose arrinconado, con fuertes crisis éticas internas, pues su labor y desempeño como formador se ven seriamente amenazados, así como su estabilidad y futuro laboral. 

Es decir, los malos se harán peores y los buenos tienen, como mínimo, tres posibilidades: 1-se irán del sistema, 2-se harán mediocres, 3-terminarán con peores síntomas del síndrome de quemado por el trabajo de los que ya presentan.

Es innegable que, en los momentos actuales, existe una especie de colapso parental: padres, madres, encargados no saben, en muchos casos, qué hacer con la crianza de sus hijos e hijas.

A veces, con suerte, acuden a los centros educativos en busca de orientación y guía, pero, especialmente en secundaria, se ausentan del todo, siendo el personal docente y administrativo el que debe esforzarse con creatividad y esmero para realizar su labor y llenar los vacíos afectivos y las carencias familiares para que esas personitas rindan y logren alcanzar algunas habilidades básicas para la vida.

Sumemos a toda esa problemática que el espíritu actual alaba y recomienda el facilismo, el mínimo esfuerzo, el individualismo, la excesiva felicitación por tareas y responsabilidades que son absolutamente propias y mínimas de realizar en la infancia y en la adolescencia, la bajísima tolerancia a la frustración debido a una muy frágil regulación emocional; producto de dos tipos de fenómeno: por un lado, el abandono del esquema de protección básico (negligencia familiar) y, por otro, un excesivo mimo.

En ambos casos, chicos y chicas tienen muy pobres herramientas de enfrentamiento a las adversidades del mundo, escasa capacidad de autocorrección e iniciativa y una autorreferencialidad relacionada, en muchas ocasiones, con inmadurez socio afectiva, que repercute gravemente en la orientación para la tarea educativa y el desempeño escolar.

A todo eso se “le entra” en las escuelas y colegios, con todo lo complicado y desgastante que puede ser. La institución educativa está, prácticamente, sola en esta tarea, por eso está condenada a fallar. Esa es una trampa muy peligrosa que estamos viviendo.

Lo anterior se agudiza porque, si, de entrada, se vulnera y desacredita la función docente, invirtiendo los roles jerárquicos (que no es lo mismo que autoritarios), la tarea educativa ahora sí resultará imposible, y por eso, todos perdemos. 

El sistema público educativo en CR siempre ha apostado (con mayor o menor éxito) por una formación integral de la convivencia humana pues se nutre de la diversidad de situaciones y experiencias, con la guía y orientación de personas adultas investidas de una autoridad simbólica, esa había sido su fortaleza para la vida armónica en común. La escuela ha sido un espacio de comunidad afectiva, pedagógica y humanista donde la niñez y la juventud reciben no solo información sino formación para pensar en sí mismas como parte de una sociedad amigable y donde el respeto a los seres humanos es la esencia de la vida social.

El maltrato infantil no es de recibo, es innegable que lo ha habido dentro de las aulas -con impunidad muchas veces- y hay que erradicarlo; pero no a merced de socavar quizá el único espacio potable que le queda a nuestra niñez y adolescencia de los sectores medios y bajos para la vida democrática.

Serie de boletines: “Paulo Freire, 100 años. Pasado y presente de una pedagogía liberadora”

Los grupos de trabajo CLACSO “Educación popular y pedagogías críticas” y “Procesos y metodologías participativas”, presentan una serie de boletines en el marco de la conmemoración de los 100 años del nacimiento de Paulo Freire.

Los mismos tienen como objetivo homenajear y promover la difusión, revalorización y actualización de la obra de Paulo Freire.

Bajo el nombre: “Paulo Freire, 100 años. Pasado y presente de una pedagogía liberadora” los cuatro boletines abarcan las temáticas de: 

  1. Reformulaciones de Freire en las prácticas actuales de Educación Popular ligadas a jardines, escuelas y universidades populares, a colectivos culturales, a la escuela pública estatal, etc.
  2. Cruces/encuentros/diálogos de la tradición freiriana con los feminismos, las luchas socioambientales, los movimientos campesino- indígenas, afrodescendientes y migrantes.
  3. El pensamiento-acción de Freire en su contexto histórico y debates vigentes en la actualidad. Vinculaciones con otras tradiciones intelectuales y militantes.
  4. Aportes del pensamiento freiriano al campo de las metodologías participativas.

Sus creadores, consideran que desde la figura de Freire se aúnan y conjugan elementos que permiten ubicar su persona en un entramado latinoamericano de los pueblos que luchan por su emancipación. Asimismo, su particularidad y referencia, con sus matices representativos de una región, pero con proyección en la visión de una pedagogía eminentemente latinoamericana, que viene a interpelar al mundo.

Usted puede leer esta serie de boletines en los archivos adjuntos en esta nota.

 

Información compartida a SURCOS por Óscar Jara.

A 100 años de nacimiento de Paulo Freire

El pasado lunes 27 de septiembre, la Facultad de Ciencias Sociales y la Escuela de Psicología de la Universidad de Costa Rica realizó el foro: “A 100 años del nacimiento de Paulo Freire”. Se contó con la participación de: 

  • Oscar Jara Holliday
  • Wanda Rodríguez Arocho

En ese espacio, se conversó sobre el contexto sociohistórico y político del surgimiento de los ideales propuestos por Paulo Freire, además de las principales contribuciones hechas al pensamiento crítico.

Se le invita a revisar la transmisión, la cual pueden encontrar en el enlace adjunto: https://fb.watch/8joD3AwDtd/

Estudiantes de la UNA elaboran cuentos digitales para promover la lectura en niños y niñas

Estudiantes de las carreras de Preescolar, Pedagogía para I y II Ciclos, Educación Especial e  Inglés para I y II ciclos de la División de Educación Básica del CIDE de la Universidad Nacional (UNA) elaboraron 17 cuentos digitales e interactivos para la promoción y el disfrute de la lectura en niños y niñas.

Desarrollados desde el proyecto integrado “Lectoescritura: UNA mirada desde de la Literacidad para la construcción de Ambientes Lectores Inclusivos, a partir la Primera Infancia hasta la Prolongevidad”, de la División de Educación Básica (DEB), los cuentos están disponibles,  tanto en español como en inglés, en una biblioteca virtual y a través de redes sociales.

“Juntos somos mejores”, “En búsqueda de mi mejor amigo”, “Un viaje por el ciberespacio y sus fronteras”  y “En el bosque toda la comunidad está conectada”, son algunos de los títulos que conforman esta colección de cuentos en línea.

La iniciativa se enmarca en la incorporación de nuevas formas de provocar el aprendizaje en el contexto de la pandemia del covid-19, la cual ha exigido ajustes en la mediación pedagógica en todos los niveles del sistema educativo.

Además,  responde al llamado del Consejo Nacional de Rectores (Conare) de declarar el 2021 el año de las universidades públicas por “la conectividad como derecho humano universal”.

Proceso de participación creativa 

En respuesta a  los nuevos retos pedagógicos,  el profesorado de la División de Educación Básica del Centro de Investigación y Docencia en Educación (DEB-CIDE) propuso la generación de experiencias de integración  curricular entre estudiantes de las cuatro carreras mencionadas, con el propósito de crear cuentos digitales para motivar y fortalecer el disfrute de la lectura en la población infantil.

Planificada desde el proyecto Lectoescritura, la estrategia de aprendizaje de integración curricular contempló, en un primer momento, una sesión de motivación para la elaboración de cuentos a cargo de la reconocida autora de literatura infantil Floria Jiménez.

Organizadas en 17 subgrupos,  106 personas estudiantes de las cuatro carreras de la DEB  partieron de este estímulo creativo inicial  para realizar el diseño de los cuentos en forma digital e interactiva.

“Fue una estrategia muy bonita que nos ayudó a conectar con compañeras de otras carreras y compartir saberes”, “nos permitió mostrar nuestro lado más creativo al comenzar un cuento desde cero”, son parte de las valoraciones que hicieron estudiantes de esta experiencia pedagógica.

El resultado de este proceso de participación creativa es una colección de 17 cuentos interactivos en línea para niños y niñas, una herramienta pedagógica que -en las actuales circunstancias- se constituye en apoyo para las personas docentes en general, pero también para padres y madres de familia y otras personas que puedan hacer uso de este recurso digital.

Y es que, al narrar un suceso real o fantástico de manera breve, los cuentos permiten en este caso generar en las personas lectoras una alta identificación con las diversas situaciones que se han presentado a nivel nacional, en el contexto de la pandemia. De esta forma, los cuentos digitales se convierten en un apoyo en la mediación pedagógica para los procesos educativos.

El equipo académico responsable de esta iniciativa está conformado por las especialistas: Isabel Badilla Zamora (Enseñanza del Inglés, con énfasis en Mediación Pedagógica);  Ana María Hernández Segura (Pedagogía en Educación Preescolar con énfasis en Primera Infancia); Sylvia Segura Esquivel  (Pedagogía en I y II Ciclos con énfasis en Educación Social), y Gabriela Solís Sánchez (Educación Especial con énfasis en Proyectos Pedagógicos en Contextos Inclusivos). Además, la parte de divulgación de la biblioteca virtual y las redes sociales, está a cargo de las estudiantes asistentes Raquel Araya y Valeria Brenes.

Los cuentos están disponibles en Biblioteca virtual Cuentos. Proyecto LyE UNA. – Presentaciones de Google   y en las redes sociales del proyecto de Lectoescritura

Instsgram:@lectoescriturauna  https://www.instagram.com/invites/contact/?i=39u1au8a31on&utm_content=iafqbix

Facebook: https://www.facebook.com/1001853896529182?referrer=whatsapp

***Mayores detalles con periodista Oficina de Comunicación 8334-4150.

 

Enviado por Oficina de Comunicación de la UNA.

La transformación educativa será transformación política

Esteban Beltrán Ulate.

Por Esteban Beltrán Ulate
Profesor
esbeltran@yandex.com

El sistema educativo no se ha liberado del martillazo neoliberal que pretende movilizar la economía sin importar la vida humana. La estrategia de la economía de mercado tiene como única meta la generación de riquezas sin importar los medios, y es que, en el neoliberalismo el fin justifica los medios: jornadas flexibles, emasculación de contratos, exposición de la fuerza trabajadora a la pandemia, debilitamiento de la estructura sanitaria, entre muchas estrategias más.

El sistema educativo costarricense, viene anunciando a modo de mantra desde finales del 2020, la estrategia “Regresar” (2), todo esto tras una nebulosa de incertidumbres, que parece que solo son reconocidas por aquellos que tienen vínculos cercanos con las instituciones educativas públicas de manera global. La ausencia de indicaciones claras, orientaciones específicas según condiciones por parte de la institución encargada de dirigir el sistema educativo, es la migaja de hambre de cada día.

Luego de que se anuncia un llamado de atención por parte de Contraloría General de la República respecto al llamado Regresar del MEP (2), la Ministra Cruz de manera elocuente en redes sociales, anuncia el retorno, ahora bajo una aparente estrategia responsable llamada “#YoMeCuidoYoTeCuido” (3), como si estuviera a las puertas del Edén. Pero más allá de toda esta parafernalia, la estrategia “Regresar+YoMeCuidoYoTeCuido” no es nada más que un “sálvese quien pueda” con las uñas, ¡quién tenga! Lo anterior implica nuevamente un ensanchamiento: no solo entre instituciones públicas y privadas, sino también, entre el centro y periferia estudiantil de las mismas instituciones públicas. Por otro lado, queda expuesta -entre líneas- la visión del educador por parte de la dirección del sistema educativo costarricense: el maestro máquina. ¿Qué es esto?

En la estrategia “Regresar+YoMeCuidoYoTeCuido”, que será a la medida de cada centro educativo, y bajo la perspectiva de cada director de centro educativo (cabe destacar que al día de hoy hay centros sin una dirección nombrada, por lo que están bajo la tutela del supervisor del circuito educativo), esto implica que la estrategia es poco más que individualista, con las únicas indicaciones de respetar protocolos (sin tener conocimiento si existe en cada centro educativo las condiciones materiales para la adquisición de materiales de limpieza e higiene) y con un aforo determinado que debe responder a las condiciones espaciales de cada aula, servicios sanitarios y lavatorios de cada centro.

En la estrategia “Regresar+YoMeCuidoYoTeCuido” no hay matemática, no hay sentido común; lo que se vislumbra es un desplazamiento de la responsabilidad a los directores y directoras de los centros educativos (que serán consultados constantemente por “estadísticas” frías), y que estos a su vez, posiblemente ejercerán un efecto de presión en cadena a las educadoras y educadores.

Bajo esta metodología que la pandemia ha exacerbado, los centros educativos serán las nuevas maquilas, donde los maestros máquina, sin vacuna de por medio, asumirán la tarea de enfrentar sub-grupos presenciales y megagrupos virtuales, todo dentro de una misma modalidad de jornada que “no es ni chicha ni limonada” (que no distingue día de noche, no distingue días de la semana, no distingue a las y los docentes que pertenecen a más de un centro educativo), pues no es un sistema de trabajo presencial ni mucho menos teletrabajo, sino una mera estrategia bonapartista desde la dimensión política para poder responder a medias a los intereses económicos que se alimentan del sistema educativo formal.

Las y los maestros se expondrán al virus neoliberal y al coronavirus por igual bajo un modelo de explotación, las y los estudiantes (que están excluidos de la vacuna, pero que no están exentos de contagio ni de transmisión a terceros) estarán mediados de manera desigual, los centros educativos bajo la tutela de juntas de educación y juntas administrativas tendrán que sorteárselas para atender las angustias diarias, y desde una oficina seguirán pidiendo las estadísticas, a directores que terminan ahogándose en papeles o bailando al son de la parafernalia.

¿Qué hacer?, (a) las y los docentes debe unirse a nivel institucional y circuital en núcleos educativos, para plantear rutas de resistencia a las directrices emanadas por el Ministerio de Educación Pública (MEP), (b) visibilizar por medio de los medios de comunicación tradicionales y alternativos los escenarios de peligro que exponen la salud pública de la comunidad educativa, (c) presionar con los sindicatos para un plan de educación a distancia con alternativas de tutorías bajo un sistema unificados de aprendizajes base y con un acompañamiento integral de los medios de comunicación masiva, tanto públicos como privados, (d) encontrarnos como comunidades educativas abiertas a la sociedad y abrazar la incertidumbre con brazos de esperanza, hacer una pedagogía popular liberadora al margen de las formalidades que solicite el MEP.

Finalmente, a partir de esta tensión que será resistencia-creatividad durante el 2021, construir redes comunitarias para escribir el bosquejo de la historia que queremos construir, y plasmar de manera local y regional, planes de desarrollo, proyectos de ley, y construir una base popular para una transformación política que nacerá por medio de la transformación de conciencia-educativa-popular desde las bases comunitarias.

Igualdad de oportunidades en la educación en contexto de la pandemia

Luis Muñoz Varela[1]

En marzo de 2020, de un día para otro la vida cotidiana costarricense amaneció enmarcada en un cuadriculado de emergentes temores, ansiedades, incertidumbres, restricciones. Había llegado una amenaza invisible de la que, según lo apuntaron la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las autoridades sanitarias de diversos países del mundo y los informes de investigación de distintos centros e institutos científicos especializados, nada se sabía. Un virus al que se le dio por nombre Covid-19, originado por zoonosis y cuyas causas se atribuyen a los desequilibrios provocados en la naturaleza por la depredación de los recursos naturales y la destrucción humana de los ecosistemas. A cien años de la “gripe española”, la pandemia del coronavirus Sars Cov-2 se había instalado planetariamente.

En Costa Rica, al tiempo que se establecieron las medidas sanitarias y diversas restricciones dictadas por el gobierno (confinamiento en casa, restricción a la movilización vehicular, cierre de diversos establecimientos comerciales, paralización de múltiples actividades económicas y productivas, el teletrabajo), también llegó, lógicamente, la pérdida de empleos, la reducción de la jornada laboral, la clausura de ingresos para pequeños negocios y empresas; la crisis económica.

La llegada de la pandemia trastocó y puso en estado de quiebra toda la “normalidad” en la que se vivía hasta inicios de marzo. Las primeras reacciones estuvieron determinadas por una ambivalencia entre cuidarse de los contagios y respetar las medidas sanitarias, o si aventurarse a seguir en las mismas dinámicas de la vida cotidiana tal como se hallaban definidas y estructuradas hasta ese momento. Pronto dicha ambivalencia quedó resuelta, al irse tomando conciencia de la gravedad de la situación y, sobre todo, a partir del momento en que las autoridades de gobierno establecieron medidas drásticas cuyo desacato implicaba penalizaciones de diversa magnitud.

Trascurridos poco más de dos meses desde la aparición del primer contagio de Covid-19 en Costa Rica, los acontecimientos ocurridos en este tiempo han revelado con claridad varios aspectos importantes y, por cierto, algunos de ellos también bastante preocupantes.

En primer lugar, seguramente quepa destacar las capacidades de respuesta desplegadas por las instituciones del sistema de salud del país; capacidades de organización hospitalaria, de competencias y solidez profesional del personal médico y de enfermería; de acervo de conocimiento científico y de capacidad tecnológica instalada en materia de salud; la seriedad asumida por las autoridades de salud en el ámbito de la gestión para controlar y contener la propagación de los contagios. La pandemia, en resumen, ha puesto de manifiesto el valor y la importancia de contar con un sistema de salud pública bien articulado y con capacidades de cobertura universal. La sociedad costarricense despertó de una especie de modorra y de indolencia en la que estaba, para empezar de pronto a comprender que hay instituciones a las que se debe proteger, cuidar y defender.

Asociado a este aspecto positivo, la pandemia también vino a transparentar, por otra parte, una realidad nacional de profunda desigualdad social y económica. Aunque ya claramente se percibía esta situación desde hace mucho tiempo, sin embargo, había pasado a quedar marginada de la sensibilidad social e institucional del país; se había normalizado. La pandemia no solo ha venido a poner de manifiesto de manera clara y contundente la magnitud de las desigualdades sociales prevalentes en Costa Rica, sino que, además, las profundiza aún más y las coloca en un plano de incremento y de reproducción en una proyección de largo plazo.

Al respecto, valga la ocasión para hacer una pequeña exposición de las cifras que dan cuenta de las desigualdades sociales en Costa Rica. Según informa el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), al año 2019, la tasa de pobreza en el país abarca al 20,98% de los hogares, distribuida en 15,14% de hogares en condición de pobreza no extrema y de 5,84% en pobreza extrema. La zona rural es la que presenta la mayor tasa de hogares en pobreza: un 24,17% frente a un 19,77% en la zona urbana. Por regiones de planificación, la distribución de las tasas de pobreza es como se presenta en la siguiente tabla:

Tabla 1: Tasas de pobreza de los hogares en Costa Rica, año 2019

Región de planificación

No pobres

Pobres

Total

Pobreza no extrema

Pobreza extrema

Central

83,01

16,99

12,68

4,32

Chorotega

79,74

20,26

14,84

5,42

Pacífico Central

70,21

29,79

20,67

9,11

Brunca

69,65

30,35

21,11

9,24

Huetar Caribe

70,76

29,24

20,34

8,90

Huetar Norte

72,41

27,59

18,70

8,89

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos. Encuesta Nacional de Hogares, 2019a.

El término pobreza indica que los hogares están en una situación tal “cuando su ingreso per cápita es menor que el costo per cápita de una canasta de bienes y servicios, requeridos para mantener un nivel mínimo de subsistencia”. (INEC, 2020, p. 35). Se trata de una canasta básica de bienes y servicios de necesidad elemental para la subsistencia: alimentación, salud, agua potable, energía, vivienda, educación. Por su naturaleza básica, esta canasta no incluye bienes y servicios tales como dispositivos tecnológicos, computadoras, tabletas, conectividad a internet.

El término pobreza extrema, por su parte, salvando la obviedad, indica un estado socioeconómico en el que los hogares se encuentran en una situación de carencias múltiples que les impide el acceso a vivienda, alimentación, salud, higiene, servicios de agua potable y electricidad. Se trata de hogares en los que, lógicamente, el acceso a la educación y a la permanencia en el sistema educativo presentan serias y ostensibles limitaciones.

La población tipificada como no pobre, por otra parte, está conformada por hogares que, en general, cuentan con una solvencia económica al menos suficiente para tener cubiertas las necesidades básicas de alimentación y salud, vivienda, educación. Sin embargo, esta es una población altamente heterogénea, desigual en la disposición de ingresos y en el acceso a bienes de índole tecnológica como una computadora o la conectividad de internet, así como a los diversos servicios que hoy son indispensables para solventar los requerimientos de la vida actual.

Por diversas razones (monto de los ingresos, lugar de residencia, estabilidad del empleo), el hecho de tipificar como un hogar no pobre no significa que se cuente con suficientes bienes y servicios. En este mayoritario grupo social de los hogares no pobres está incluida una importante cantidad de ellos en los que las probabilidades de pasar a formar parte de los hogares en condición de pobreza son bastante altas.  

De conformidad con las cifras expuestas en la tabla 1, las regiones más afectadas por la pobreza y la pobreza extrema son, en orden de mayor a menor, la Brunca, la Pacífico Central, la Huetar Caribe y la Huetar Norte. Todas estas regiones se caracterizan por ser mayoritariamente rurales y, salvo en el caso de la Huetar Norte, por ser también costeras. Con las obvias diferencias, puede decirse que, en general, en estas regiones, las actividades económicas están básicamente definidas por la agricultura, la ganadería, la agroindustria de monocultivo, la pesca, el turismo y los servicios.

Sobre la base de los principios de igualdad de oportunidades, calidad de la educación, inclusión y no discriminación, establecidos en las políticas educativas costarricenses del último cuarto de siglo, puede decirse que, en general, en todo el territorio nacional se hace necesario desarrollar acciones de política, institucionales y programáticas, para que la aplicación de estos principios conduzca, en efecto, a crear las capacidades que se requieren para reducir las desigualdades sociales y avanzar en el establecimiento de condiciones para el logro del bienestar social y el buen vivir.

Las anteriores diferencias por regiones de planificación indican que las acciones y esfuerzos por emprender no pueden ser desarrollados por medio de políticas, programas y estrategias de aplicación homogénea. Cada región amerita la atención que de manera específica demandan las propias realidades sociales, económicas, culturales e institucionales que les caracterizan. Esto también vale de manera especial para la educación.

A fin de complementar la información anterior y contar con un panorama un poco más amplio acerca de la situación socioeconómica en que se encuentran los hogares en Costa Rica, en la siguiente tabla se presentan las estadísticas sobre ocupación, desempleo, subempleo y de empleo informal.

Tabla 2: Tasas de ocupación, desempleo, personas ocupadas con subempleo, personas ocupadas con empleo informal, por regiones de planificación, año 2020.

Región de planificación

Tasa de ocupación[2]

Tasa de desempleo[3]

Porcentaje de personas ocupadas con subempleo

Porcentaje de personas ocupadas con empleo informal[4]

Central

58,7

12,3

11,4

45,8

Chorotega

46,8

15,2

12,8

44,6

Pacífico Central

52,4

9,1

16,3

54,1

Brunca

45,7

16,1

15,0

53,9

Huetar Caribe

50,9

12,0

9,9

43,4

Huetar Norte

54,7

11,7

18,6

53,7

            Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos, Encuesta Nacional de Hogares 2020.

Tal como se puede observar, estas cifras develan, aún con mayor claridad, la magnitud crítica de la desigualdad social y de la precariedad e inestabilidad socioeconómica en la que se encuentra una significativa proporción de los hogares costarricenses.

La región Brunca sigue siendo la que presenta la situación más desfavorable, al exhibir la menor tasa de ocupación y la mayor de desempleo. Sin embargo, en este caso, la región Chorotega, que en los datos de la tabla 1 ocupaba la segunda mejor posición, registra ahora como la segunda de las regiones más afectadas por los bajos niveles de ocupación y los mayores de desempleo. La explicación de esta diferencia puede que resida en el hecho de que, al ser las tasas una representación de magnitudes promedio, no pueden dar cuenta de la intensidad específica en la que se distribuyen las desigualdades sociales al interior de cada región.

En general, incluso en un caso como el de la región Central, que en todos los aspectos considerados en las estadísticas del INEC aparece siempre ocupando las mejores posiciones, cabe presuponer que la magnitud de las desigualdades sociales intrarregionales es aún mayor y más intensa de lo que reflejan las cifras estadísticas.

En el actual contexto de la pandemia y de la crisis económica devenida y agudizada por ella, en materia de empleo, desempleo, pobreza y pobreza extrema, la información difundida por distintas fuentes oficiales señala la configuración de una situación que pasa a ser dramática en todo el territorio nacional. Las repercusiones económicas de la crisis sanitaria vienen a incrementar la crítica situación en la que ya de por sí se estaba antes de que ella apareciera y, en este momento, se incrementan por miles los hogares que afrontan múltiples dificultades para poder agenciarse la subsistencia del día a día.

En su informe anual 2019, Unicef- Costa Rica señaló que 470 mil niñas, niños y adolescentes viven en condición de pobreza en nuestro país. La crisis económica que ya enfrentábamos se agrava ahora por los efectos del COVID- 19 ante el aumento drástico del desempleo. (Guardia, 2020).

Según es obvio, se trata de una situación que, al mismo tiempo, desencadena afectaciones múltiples en lo que concierne a la educación. Una vez declarada la pandemia, las autoridades del Ministerio de Educación Pública (MEP) tomaron la decisión de suspender el curso lectivo presencial en todos los centros educativos del país, para pasar a implementar la modalidad de educación virtual a distancia.

A tal efecto, a fin de identificar de manera aproximada cuáles son las posibilidades que tienen las distintas poblaciones estudiantiles del país para hacer frente a los requerimientos que plantea la dinámica de la educación virtual a distancia, se presentan en la tabla 3 los porcentajes de viviendas que, por regiones de planificación, cuentan con disposición de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de necesidad básica para atender la educación virtual a distancia.

Tabla 3: Porcentajes de viviendas que cuentan con diferentes TIC, por regiones de planificación, año 2019

Región de planificación

Con teléfono residencial

Con teléfono celular

Computadora

Tableta

Servicio de internet en la vivienda

Central

39,1

96,2

55,1

21,9

88,3

Chorotega

20,7

95,8

38,0

9,2

82,5

Pacífico Central

20,0

96,1

36,0

9,8

88,1

Brunca

15,5

96,3

37,9

6,8

83,6

Huetar Caribe

11,6

96,4

29,1

8,3

82,8

Huetar Norte

16,1

96,1

29,9

7,7

80,3

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos. Encuesta Nacional de Hogares 2019b.

Tal como refieren las estadísticas, el teléfono celular es el dispositivo TIC que en mayor proporción existe en los hogares de Costa Rica. Todas las regiones de planificación registran una tasa de más de 95% de las viviendas que cuentan con al menos un teléfono celular. Caso contrario lo es el de la telefonía residencial o fija, cuyas tasas son muy inferiores y la más alta de ellas ocurre en la región Central (39,1%), siendo ésta prácticamente el doble de la que presentan las regiones Chorotega y Pacífico Central, las dos regiones que, en este aspecto, ocupan la segunda y tercera posición.

Las estadísticas sobre la disposición de internet en las viviendas, por su parte, indican que, en todas las regiones de planificación, más del 80% de los hogares cuenta con acceso a este servicio. Las mayores proporciones las tienen la región Central y la Chorotega. Sin embargo, este dato es inespecífico; no refiere si la conexión es por la vía del servicio celular de datos móviles, o por la de la conexión fija. Es muy probable que sea lo primero.

En lo que respecta a la disposición de computadoras en los hogares, las cifras son bastante bajas y únicamente la región Central presenta una proporción ligeramente superior a la mitad de las viviendas. En las regiones Huetar Caribe y Huetar Norte, en más de las dos terceras partes de los hogares no se cuenta con una computadora. Y en lo referente a tabletas, que constituye otra herramienta de necesidad básica para atender los requerimientos de la educación virtual a distancia, las cifras son aún menores. Únicamente en la región Central superan levemente el 20% de los hogares, mientras que en las demás regiones se ubican por debajo del 10%.

Costa Rica ha desarrollado legislación, diseñado políticas y establecido programas para asegurar los principios de igualdad de oportunidades, calidad de la educación, inclusión y no discriminación. Las poblaciones estudiantiles cuentan con el acceso a los servicios de los programas de Alimentación y Nutrición (PANEA) y de Transporte Estudiantil (PTE), así como a los apoyos que brindan el Fondo Nacional de Becas (Fonabe) y el Programa de Transferencias Monetarias Condicionadas Avancemos. Asimismo, de más reciente creación, también está la estrategia “Yo me apunto con la educación”, que tiene por finalidad brindar atención especial a los centros educativos de las comunidades que afrontan mayores niveles de pobreza, desigualdad, exclusión y marginación social.

Este conjunto de iniciativas y de acciones está asociado con el principio fundamental de la solidaridad, que junto con los de igualdad de oportunidades y de inclusión y no discriminación es constitutivo de los derechos humanos y, en particular, del derecho humano a la educación. En su enunciado formal, el principio de solidaridad establece que, en su conjunto, la institucionalidad del Estado y de la sociedad tienen el deber y la responsabilidad ineludibles de proporcionar las condiciones y proveer la dotación de los recursos necesarios para garantizar una educación de calidad que cumpla con los principios de “acceso universal”, “no discriminación” y de “igualdad de oportunidades y de trato”. En este sentido, declara la UNESCO (2016): “ningún país que se comprometa seriamente con la educación para todos se verá frustrado por falta de recursos en su empeño por lograr esa meta”.

Más allá incluso de la dotación de recursos, que son imprescindibles, el principio de solidaridad remite esencialmente a la creación y facilitación de las condiciones que permitan el acceso a la educación en igualdad de oportunidades y no discriminación. En situaciones especiales causadas por desastres naturales, guerras, crisis sanitarias, crisis económicas, el principio de solidaridad involucra la creación y sustentación de las condiciones que faciliten a las comunidades y a las poblaciones estudiantiles más afectadas poder protegerse de los daños y pérdidas que acontezcan en el marco de la coyuntura de crisis.

Se trata de afectaciones que, de no atenderse con la prontitud, alcance de cobertura y calidad que se requiere, pueden pasar a convertirse en pérdidas cuyo impacto en el incremento de la inequidad y la desigualdad social tendrá efectos que se proyectarán a largo plazo, con todas las implicaciones negativas que harán derivar para el conjunto en general de la sociedad.

La pandemia llegó de repente y obligó a las autoridades de gobierno a tomar medidas de emergencia. El establecimiento de estas medidas representó una quiebra abrupta de la “normalidad” de la vida cotidiana y de todas las actividades asociadas a ella. En materia de educación, la suspensión del curso lectivo en su modalidad presencial y su conversión a educación virtual a distancia dejó en condiciones claras de desventaja a una diversidad de poblaciones y sectores estudiantiles. Además, al tiempo que se suspendía el curso lectivo, las medidas sanitarias establecidas para contener y frenar la propagación de la pandemia (confinamiento, distanciamiento social, restricción vehicular, cierre de lugares públicos), afectaron diversas actividades económicas y productivas, de la misma manera que una cantidad significativa de familias han visto restringidas o incluso canceladas las posibilidades para agenciarse la subsistencia.

En este momento, aún cuando no existan evaluaciones de por medio respecto del trabajo que se le asigna a la población estudiantil para realizar en sus hogares, lo cierto es que hay un sector mayoritario de estudiantes que, al carecer de las condiciones necesarias para atender los requerimientos de la educación virtual, ha quedado en una clara desventaja en relación con otros sectores que sí cuentan con esas condiciones. Esta es una situación que obliga a hacer un esfuerzo amplio de análisis, en articulación y convergencia interinstitucional y multisectorial, a fin de identificar y definir las acciones inmediatas y estratégicas que permitan dar contención a las afectaciones y allegar los apoyos que contribuyan a atender y solventar en la mayor medida posible las carencias.

Las desventajas no tienen que ver únicamente con la no disposición del equipo y la conectividad. También intervienen en ellas factores como el desempleo de las jefaturas de familia, la necesidad de contribuir con la búsqueda de lo necesario para satisfacer las necesidades básicas; la carencia de una alfabetización adecuada en el hogar, que imposibilita brindar acompañamiento a las hijas e hijos en sus menesteres escolares. Se trata de carencias y desventajas “corrosivas” (Nussbaum, 2012) que, de no tomarse en consideración, inevitablemente repercutirán en un deterioro presente y a futuro del bienestar social para muchas familias y de oportunidades para distintos sectores de estudiantes.

Este panorama crítico plantea la necesidad urgente de que los diversos actores involucrados en el campo de la educación (académicos, institucionales, organizaciones de la sociedad civil, municipalidades, organizaciones productivas, colectivos de mujeres, asociaciones locales) contribuyan a buscar alternativas de atención y respuesta a esta difícil y problemática situación. La academia universitaria, en particular, la comunidad investigadora vinculada al campo de la educación se encuentra interpelada para desarrollar las acciones de investigación, análisis y reflexión sobre lo que acontece, a fin de identificar posibles soluciones y a hacer que éstas se canalicen y se pongan a disposición de las autoridades del MEP y de las demás instituciones que puedan estar convocadas a participar en la articulación y la convergencia de los esfuerzos.

La medida adoptada de establecer la modalidad de educación virtual a distancia requiere ser evaluada de manera urgente. En esta evaluación deben participar estudiantes, docentes y madres y padres de familia. Es preciso realizar consultas localizadas, contextualizadas, en cada una de las comunidades y regiones del país. Es imprescindible conocer de qué manera las poblaciones estudiantiles, la planta docente y las familias han asumido los requerimientos de la educación virtual a distancia; cómo se ha llevado a cabo la dinámica de la “mediación pedagógica” y con qué disposición de equipo se ha contado.

Esta evaluación es necesaria y muy importante, en la medida que sus resultados permitirán identificar las dificultades que se hayan tenido, hacer los ajustes pedagógicos que se requiera, brindar capacitación a la planta docente que se haya visto más limitada para el desarrollo de su trabajo, coordinar con las instituciones y empresas prestadoras de servicios de internet para asegurar la plena cobertura nacional de este servicio.

Según se ha indicado por parte del MEP, la proyección es retornar al curso lectivo presencial a partir del próximo mes de agosto, después de concluido el período de vacaciones de medio año. El cumplimiento de esta proyección, sin embargo, depende de diversos factores y la mayoría de ellos son externos al sistema educativo y a las competencias del MEP. El comportamiento de la pandemia es incierto y el regreso a los centros educativos, además, no se podrá llevar a cabo sin el establecimiento de diversas medidas de control y vigilancia sanitaria. Este es otro aspecto en el que las autoridades educativas habrán de implementar capacitaciones al personal docente y administrativo, para lo cual desde ya se tendrían que estar desarrollando las acciones correspondientes.

De igual manera, la decisión de retornar al curso lectivo presencial, ya sea en agosto próximo o después, es una decisión que requiere de un análisis minucioso acerca de todos los factores implicados, especialmente aquellos que tienen que ver con la disposición de ingresos de los hogares, el empleo, al menos una mínima estabilidad económica de las familias.

Esta es una dimensión de la situación de crisis que no puede ser obviada y que exige una atención cuidadosa. De no tratarse con el cuidado y la atención que amerita, se estaría empujando a una proporción amplia y diversa de sectores estudiantiles a una situación de mayor desigualdad que la que ya existía antes de la llegada de la pandemia. Esta decisión, en último término, debe estar basada en un plan de contingencia y de recuperación que, como ya se indicó, demanda una formulación de políticas que puedan ser ejecutadas por medio del accionar de una plataforma de articulación y convergencia multisectorial e interinstitucional.

Referencias bibliográficas

Asamblea General de las Naciones Unidas. (1989). Convención sobre los Derechos del Niño. Madrid: UNICEF. Recuperado de: https://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf

Guardia Donato, Diana. (2020). ¿Qué pasa con la infancia costarricense durante la cuarentena? Semanario Universidad, 06 de mayo de 2020. Recuperado de: https://semanariouniversidad.com/opinion/que-pasa-con-la-infancia-costarricense-durante-la-cuarentena/?fbclid=IwAR0Iz_GV18pQxGgpiZykAyHZyLQFg_x6B3Wte9RoODJvFGikFZsZMJAtpc0

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2019a). Encuesta Nacional de Hogares. San José: INEC. Recuperado de: https://www.inec.cr/pobreza-y-desigualdad/pobreza-por-linea-de-ingreso

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2019b). Encuesta Nacional de Hogares. San José: INEC. Recuperado de: https://www.inec.cr/otros-temas-ciencia-y-tecnologia/tecnologias-de-informacion-y-comunicacion-en-hogares

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2020). Anuario estadístico 2016/2018. Compendio de estadísticas nacionales. San José: INEC. Recuperado de: https://www.inec.cr/sites/default/files/documetos-biblioteca-virtual/reanuario2016-2018.pdf

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2020). Anuario estadístico 2016/2018. Compendio de estadísticas nacionales. San José: INEC. Recuperado de: https://www.inec.cr/sites/default/files/documetos-biblioteca-virtual/reanuario2016-2018.pdf

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2020). Encuesta Nacional de Hogares. San José: INEC. Recuperado de: https://www.inec.cr/empleo

Programa Estado de la Nación. (2019). Informe Estado de la Nación 2019. San José: Servicios Gráficos AC. Recuperado de: https://estadonacion.or.cr/wp-content/uploads/2019/11/informe_estado_nacion_2019.pdf

Nussbaum, Martha C. (2012). Crear capacidades. Propuesta para el desarrollo humano. Barcelona: Paidós. Recuperado de: https://es.scribd.com/document/361404680/Crear-Capacidad-Martha-Nussbaum

 

[1] Investigador del Observatorio de la Educación Nacional y Regional (OBSED), Instituto de Investigación en Educación (INIE), Universidad de Costa Rica. Mayo de 2020. C.e.: luis.munoz@ucr.ac.cr

[2] “Porcentaje de la población ocupada respecto a la población en edad de trabajar.” (INEC, 2020). La población en edad de trabajar es la que tiene 15 años y más.

[3] “Porcentaje de la población desempleada respecto a la fuerza de trabajo. (INEC, 2020).

[4] “Porcentaje de la población ocupada con empleo informal respecto al total de ocupados.” (INEC, 2020).

Foto del Semanario Universidad. Estudiante de Sixaola, Limón.

UNA: Escribir en la Cárcel

 

UNA Escribir en la Carcel6

El primer Foro Nacional «Escribir en la Cárcel»: pedagogía, transformación y libertad, es una iniciativa del Instituto de Estudios Latinoamericanos, IDELA, la Vicerrectoría de Docencia de la UNA y el CAI-La Reforma, en el marco del año 2017 dedicado a la Vida, el Diálogo y la Paz; así como en el Día Internacional de Nelson Mandela por la paz, la democracia y la libertad.

Este primer foro realizado el 19 y 20 de julio de 2017 en el Auditorio Facultad de Filosofía y Letras se constituyó un espacio de diálogo, encuentro y reflexión sobre la palabra escrita y las posibilidades de cambio personal a través de esfuerzos pedagógicos transformadores, particularmente, en situaciones de privación de libertad.

UNA Escribir en la Carcel5

Esta iniciativa se inscribe no solo en la línea de trabajo de la Maestría Latinoamericana en Derechos Humanos del Instituto IDELA; sino también en la visión latinoamericana con la que el IDELA ha venido trabajando desde hace más de veinte años. Además, la propuesta complementa, aporta y fortalece, el trabajo que la Universidad Nacional ha venido desarrollando en el enfoque del diálogo, la vida y la paz.

Como espacio de encuentro en el Campus Omar Dengo-Heredia de la UNA reunió la participación, en primer lugar, de personas privadas de libertad que están trabajando sus textos en distintos espacios de creación, no sólo en Centros de Atención Institucional, sino bajo distintas metodologías. Asimismo, integrará la participación de escritoras/es, docentes, investigadoras/es, periodistas, comunicadores entre otros, que han trabajado el tema. De igual forma se convocará a personas provenientes de ámbitos relacionados como el derecho, la justicia, la literatura, la cultura, la educación y la comunicación.

UNA Escribir en la Carcel3

Para el Profesor del IDELA y Coordinador Laboratorio de la Creatividad, Máster Daniel Matul, la pertinencia de este foro es indispensable si se desea que la educación sea el principal mecanismo de cambio en condiciones de privación de libertad. Para ello, todo proceso educativo debe partir de las condiciones que significa el encierro, y posteriormente, pensar cuáles son los saberes que la persona que educa debe poseer para trabajar en la cárcel: “El Instituto de Estudios Latinoamericanos, IDELA, a través del Laboratorio de la Creatividad está comprometido en avanzar hacia la construcción de estudios que contribuyan a generar una «pedagogía del reencuentro». Un segundo foro es indispensable”, acotó Matul.

Temas abordados:

  • Poetas privados de libertad toman el escenario
  • El encierro y la transformación del ser humano
  • La escritura y la transformación del ser humano
  • Principios pedagógicos para abordar el encierro
  • Escribir en la cárcel: experiencias de vida
  • Lectura de poesía con personas privadas de libertad

 

Poetas invitados/a:

  • Representantes del Centro de Atención Integral CAI-Vilma Curling
  • Representantes del Centro de Atención Integral CAI-Sandoval (Limón)
  • Jorge Salas Bonilla, Junior Mora Rojas, José Mora Ocampo, Eduardo Espinosa
  • Wilbert Barrantes del Centro de Atención Integral, CAI-La Reforma

 

Mayor información: danmatul@yahoo.com

 

Colaboración:

Daniel Matul Romero-Académico- IDELA

Efraín Cavallini A-Rectoría UNA

Fotografía: Eliécer Berrocal Sánchez.

Ofic. Relaciones Públicas

UNA Escribir en la Carcel7

UNA Escribir en la Carcel4

Enviado por MSc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.

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En Turrialba estarán centrados en analizar actividad turística

Lidiette Guerrero Portilla,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

Fachada Sede de Turrialba
El próximo jueves y viernes en la Sede del Atlántico de la UCR, en Turrialba, se efectuarán las conferencias y mesas de trabajo del VIII Congreso Nacional de Educación Turística (foto: Archivo ODI).

Turismo para todos, una suma de oportunidades y sentidos, es el nombre del VIII Congreso Nacional de Educación Turística, que se efectuará el 12 y 13 de noviembre, en la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica, en Turrialba.

A las 9:30 a.m. del 12 de noviembre, luego de la inauguración, se efectuará la conferencia Logros, retos y amenazas del turismo costarricense, con la participación como expositor de Rodolfo Lizano, director de Planeamiento del ICT y una hora después se iniciará un conversatorio titulado Inclusión laboral para personas con discapacidad: un enfoque de educación por competencias.

En el transcurso del día se desarrollarán otras conferencias por bloques de especialidad, en cuatro temas: Hotelería, Pedagogía, Gastronomía y Servicios Turísticos. El primer bloque comenzará a la 1:30 p.m sobre temas como: Servicio al cliente accesible, Tecnologías interactivas para la pedagogía, Sostenibilidad y salud: característica de la gastronomía costarricense actual, y Agroturismo: perspectivas y retos. Un estudio de caso en la comunidad de Mollejones de Turrialba.

El segundo bloque abordará los siguientes temas: Revenue Management, Modelado en 3D para clases interactivas, Pérdidas, desperdicios en alimentos y bebidas; y Perspectivas del turismo cultural en Costa Rica.

Para el día siguiente, el programa tiene planeadas actividades diferentes por bloque de especialidad, a partir de las 9:30 a.m. Por ejemplo en la especialidad de Hotelería: visitarán el Hotel Casa Turire, en la especialidad de Pedagogía: efectuarán un taller herramientas para el aprendizaje dinámico, en la especialidad de Gastronomía: visitarán el CATIE y en la especialidad de Servicios Turísticos: abordarán el tema del Beneficio de café y la agricultura orgánica.

A partir de las 2:00 p.m del viernes 13 de noviembre efectuarán cuatro conferencias de treinta minutos cada una, que analizará el Marco de cualificaciones en educación, el Seguimiento de las personas graduadas en Turismo, la Cultura de café como identidad costarricense y El Museo de Arte Costarricense como recurso didáctico.

Esta actividad es organizada por la Comisión Nacional de Educación Turística y Hotelera, con el patrocinio de la Universidad de Costa Rica, el Ministerio de Educación, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) y la Asociación de Profesionales en Turismo.

Dicha comisión, creada por decreto presidencial en el 2006, tiene como objetivo revisar los programas curriculares de las entidades públicas encargadas de impartir las carreras y cursos de capacitación turística y hoteleras, con el fin de sugerir su adecuación a las nuevas exigencias del sector turístico, así como a las especialidades que requiere el mercado laboral de la industria turística.

La comisión está integrada por representantes de varios sectores: del empresarial turístico, del profesional organizado, de las universidades privadas, universidades y colegios universitarios estatales, del Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (CONESUP), del Consejo Superior de Educación (CSE), del Ministerio de Educación Pública (MEP), del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y del presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Facultad de Educación recreará la Pedagogía

II Congreso Pedagógico se efectuará el 28, 29 y 30 de setiembre

 

Barbara Ocampo Hernández,

Periodista Vicerrectoría de Docencia y Rifed

Facultad de Educación recreará la Pedagogía
Las actividades se desarrollarán en el Auditorio de la Facultad de Educación los días 28, 29 y 30 de setiembre (foto Archivo ODI).

En una facultad las intersecciones entre las unidades académicas a veces no son tan evidentes, pero en la Facultad de Educación sí hay claridad: es la Pedagogía la que reúne a todas las áreas.

De acuerdo con la decana, Dra. Alejandrina Mata Segreda, “la Pedagogía es la que invariablemente nos cubre, es la ciencia de la educación”, afirmó.

Por ello, con el fin de buscar esos espacios de interconexión entre las unidades académicas que la conforman y esperando visibilizar y recrear la Pedagogía que les sustenta, en los días 28, 29 y 30 de septiembre se realizará el II Congreso Pedagógico que procura promover la reflexión interna.

No se trata de un programa con expertos foráneos dictando cátedra sobre algún tema, ni se invitarán personas ajenas a la Facultad, el reto esta vez es partir de la realidad de esta Unidad Académica y aprovechar las experiencias e innovaciones de sus colegas que normalmente pasan desapercibidas. Será más bien un ejercicio de introspección.

Parte del insumo para este Congreso surge de una fase previa organizada por la Facultad y la Red Institucional de Formación (RIFED) de la UCR durante abril, mayo y junio. En estos meses las y los docentes de diferentes escuelas realizaron presentaciones sobre el tema Prácticas para pensar la docencia, con el fin de reflexionar posteriormente sobre la Pedagogía que había implícita.

Facultad de Educación recreará la Pedagogía2
La Dra. Alejandrina Mata Segreda invitó a toda la Facultad de Educación a ser parte de la reflexión alrededor de la Pedagogía y participar en el Congreso (foto Archivo ODI).

La Dra. Eleonora Badilla Saxe, coordinadora general de RIFED, manifestó que es importante apoyar a las unidades académicas en las oportunidades de mejoramiento que ellas mismas detectan, “en este caso una reflexión pedagógica íntima sin duda reforzará la identidad de la Facultad”, comentó.

El horizonte de la docencia

Para la Dra. Alejandrina Mata, “aunque ya no formamos a la mayoría de los educadores del país, aportamos los planes y las estrategias más innovadoras para la formación de educadores, somos líderes en ese campo”, y agregó que esto debe verse reflejado a lo interno.

La Dra. Mata espera que “se trabaje con actitud positiva, que los profesores y profesoras sientan que van a poder hacer algo”. La meta es analizar las presentaciones a la luz de la teoría de la educación y publicar un documento que represente y muestre el trabajo de toda la Facultad.

El deseo de la Comisión Organizadora del II Congreso Pedagógico es que se traduzca en acciones concretas de mejoramiento de cada plan de estudios, requisitos de contratación, nuevos posgrados e incorporación de las tecnologías con planes de acción articulados, así como procesos de autoevaluación.

Ejes temáticos II Congreso Pedagógico
  1. Epistemología del objeto de la actividad académica de cada escuela y el INIE.
  2. Formas de generación del conocimiento.
  3. Entrega de la docencia: acciones pedagógicas y educativas, integración del conocimiento generado, consideración de las necesidades de aprendizaje y de los requerimientos de las profesiones.
  4. Encuentros con la comunidad.

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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