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Etiqueta: situación fiscal

Situación fiscal a octubre del año 2024

Observatorio Económico y Social
Escuela de Economía de la Universidad Nacional

Con la actualización más reciente de las cifras fiscales, según el Ministerio de Hacienda, el Observatorio Económico y Social (OES) de la Escuela de Economía de la UNA, presenta esta actualización del análisis de la situación fiscal del país, en seguimiento de los Análisis de la Coyuntura Fiscal que se han hecho públicos en otros momentos del año 2024, a fin de contribuir a la discusión de la coyuntura fiscal y del estado de la economía de Costa Rica. Algunas variables han evolucionado de forma distinta a octubre, con respecto a meses previos, habiendo más ingresos con respecto al PIB, pero también un mayor crecimiento del gasto, lo que redundará en un cierre del 2024 muy similar al anteriormente proyectado.

En el caso de los ingresos públicos, su comportamiento, expresado como porcentaje del PIB, es el siguiente al concluir el mes de octubre para el caso de los años mostrados:

Cuadro 1

Ingresos del gobierno central con respecto al PIB, 2021-2024, acumulados a octubre

 

2021

2022

2023

2024

INGRESOS TOTALES

12,50%

13,36%

12,42%

12,34%

Ingresos Tributarios

10,92%

11,37%

11,11%

10,92%

Impuesto a los ingresos y utilidades

4,20%

4,49%

4,35%

4,02%

Sobre importaciones

0,36%

0,30%

0,29%

0,31%

Sobre exportaciones

0,01%

0,01%

0,01%

0,01%

IVA

4,07%

4,00%

4,03%

4,08%

   Interno

2,43%

2,48%

2,52%

2,55%

   Aduanas

1,65%

1,52%

1,50%

1,53%

Selectivo de Consumo

0,41%

0,38%

0,48%

0,55%

   Interno

0,02%

0,02%

0,02%

0,02%

   Aduanas

0,39%

0,36%

0,46%

0,53%

Otros ingresos tributarios

1,87%

1,78%

1,95%

1,95%

Contribuciones sociales

0,97%

0,95%

0,98%

1,00%

Ingresos no tributarios

0,30%

0,55%

0,28%

0,32%

Transferencias

0,30%

0,48%

0,03%

0,09%

FUENTE: Elaboración propia con datos del Ministerio de Hacienda.

Los ingresos totales presentan una reducción al décimo mes del 2024, con relación a los tres años precedentes, explicado por una caída de los ingresos tributarios como porcentaje del PIB (un 0,09% menos) con respecto al mismo periodo del año 2023, una caída menor que la que se contabilizaba a agosto del 2024, con respecto al PIB. En cuanto al comportamiento por rubro de ingreso, en el caso del impuesto a los ingresos y utilidades (renta) a octubre hay una reducción del 0,19% del PIB con respecto al comportamiento del mismo periodo del año 2023, que se recupera con respecto a la reducción en la recaudación del impuesto sobre la renta observada a agosto, pasando de una caída de 0,29% del PIB a una caída del 0,19% del PIB. La menor caída se produce como consecuencia del mejor comportamiento del impuesto sobre la renta a personas físicas, producto de los ajustes retroactivos pagados a lo largo del presente año en el sector público.

En el caso del impuesto al valor agregado, al mes de octubre también mejora la recaudación, incrementándose un 0,05% del PIB, con una mejora tanto en el impuesto recaudado a lo interno como en el IVA recaudado en aduanas. En el caso del impuesto selectivo de consumo también presenta un mejor desempeño, sumando un crecimiento de 0,07% del PIB con respecto a lo recaudado a octubre del 2023, lo que compensa la caída de los ingresos del impuesto sobre la renta. En el rubro de otros ingresos tributarios, en el que Hacienda clasifica varios impuestos menores y dentro de los que se incluye el impuesto único a los combustibles (el más grande de todos en esta clasificación) y el impuesto a la propiedad de vehículos, la recaudación se mantuvo sin cambios con respecto al PIB, explicado por el crecimiento de 14,7% en el impuesto único a los combustibles, a pesar de la caída en otros rubros.

GASTO PÚBLICO

En cuanto al gasto público, los primeros diez meses del 2024 suman un mayor gasto con respecto al mismo periodo del 2023, un 0,34% del PIB más, explicándose este aumento como consecuencia de un mayor gasto en remuneraciones, que aumenta este año con relación al PIB luego de varios años de disminuir y de un mayor gasto de capital. El gasto en intereses se mantiene casi sin cambios en su total, apenas un 0,01% del PIB más en octubre del 2024 con respecto a octubre del 2023, aunque sí hay un cambio en su composición, pues hay menos gasto en intereses de deuda interna y más gasto en intereses de deuda externa.

En el caso del gasto en remuneraciones con respecto al PIB, a octubre del presente año el porcentaje aumentó con respecto al mismo periodo del año 2023, explicado por el pago del ajuste retroactivo pendiente, creciendo un 0,11% del PIB. La partida de transferencias corrientes también se mantiene sin cambios significativos, aunque con una disminución en las transferencias corrientes al sector privado, que reflejan principalmente el gasto del gobierno en el pago de pensiones con cargo al presupuesto nacional y que se redujeron un 0,07% del PIB, mientras que las transferencias corrientes al sector público crecen un 0,06% del PIB.

En cuanto al gasto de capital, a octubre del 2024 creció con respecto al PIB, con relación al mismo periodo del 2022 y del 2023, a pesar de presentar variaciones importantes en su tasa de crecimiento a lo largo del 2024. A octubre del 2024 el gasto de capital con respecto al PIB alcanza un 1,07%, mientras en el mismo periodo del 2023 fue de 0,92% del PIB y en el 2022 fue de 0,93% del PIB.

Cuadro 2

Gastos del gobierno central con respecto al PIB, 2021-2024, acumulados a agosto

 

2021

2022

2023

2024

GASTOS TOTALES

16,31%

15,16%

14,88%

15,22%

Gastos totales sin intereses

12,22%

11,10%

10,68%

11,01%

Gastos corrientes

15,26%

14,22%

13,95%

14,08%

Remuneraciones

5,09%

4,61%

4,46%

4,57%

Bienes y Servicios

0,56%

0,54%

0,49%

0,49%

Intereses    

4,09%

4,06%

4,20%

4,21%

         Deuda Interna

3,48%

3,42%

3,40%

3,29%

         Deuda externa

0,61%

0,64%

0,80%

0,92%

Transferencias

5,51%

5,02%

4,80%

4,81%

         Sector Privado

1,85%

1,71%

1,66%

1,59%

         Sector Publico

3,60%

3,29%

3,08%

3,14%

         Sector Externo

0,02%

0,02%

0,02%

0,01%

Gastos de Capital

1,04%

0,93%

0,92%

1,07%

         Inversión

0,45%

0,34%

0,41%

0,39%

        Transferencias

0,59%

0,59%

0,51%

0,68%

        Transferencias con recurso externo

0,09%

0,13%

0,03%

0,11%

FUENTE: Elaboración propia con datos del Ministerio de Hacienda.

RESULTADO FISCAL

Al mes de octubre del 2024 el país presenta un superávit primario que se reduce con respecto a lo observado en el mismo periodo del 2023. En los primeros diez meses del año el superávit primario alcanzó un 1,33% del PIB, para el mismo periodo del 2023 el superávit primario fue de 1,75%, la reducción se explica por la caída en los ingresos totales y el repunte del gasto en remuneraciones y del gasto de capital, cuya combinación (menos ingresos y más gasto) impactó el resultado primario. En cuanto al resultado financiero, el déficit a octubre del 2024 fue de 2,88% del PIB, mayor al déficit a octubre del 2023 que fue de 2,45% del PIB.

Tanto en el resultado primario como en el resultado financiero, hay un deterioro de poco más de 0,30% del PIB, que mejora con respecto a agosto, cuando el deterioro en relación al mismo periodo del 2023 era de un 0,40% del PIB. Para el cierre del año la pérdida de recaudación del impuesto a la propiedad de vehículos podría disminuir con respecto a lo recaudado en el 2023, volviendo a complicar el panorama fiscal, mientras que una menor dinámica económica en la segunda mitad del presente año podría afectar la mejora en la recaudación del IVA. El Observatorio Económico y Social, con los datos a octubre del presente año, prevé los siguientes resultados para el 2024:

  1. El déficit financiero del 2024 se ubicaría en un 3,8% del PIB.
  2. El resultado primario se ubicaría entre un 1,1% del PIB.
  3. El gasto en intereses sería de un 4,9% del PIB.
  4. La deuda del gobierno central se mantendría alrededor del 62% (+/- 0,5%) del PIB, suponiendo que el crecimiento del 2024 se mantiene en el nivel previsto por el Banco Central, que no hay variaciones importantes en el tipo de cambio y que no hay un cambio brusco de tendencia en la inflación al cierre del 2024.

Las anteriores proyecciones se hacen considerando que cualquier cambio en las variables señaladas, vendría a modificar dichas proyecciones. El Observatorio presentará un nuevo análisis de coyuntura fiscal con la información del cierre fiscal del 2024, a fin de analizar lo sucedido en este año y confirmar las proyecciones hechas.

Reiteramos que la posibilidad de hacer ajuste fiscal por el lado del gasto se acabó, muchos rubros de gasto urgen de una mayor asignación de recursos, mientras hacemos un respetuoso llamado a evitar un debilitamiento adicional del sistema tributario, con reducciones de impuestos o incorporaciones de nuevas exoneraciones, tal y como se hizo el año anterior con el impuesto a la propiedad de vehículos, la pérdida de potestades de la administración tributaria en la última reforma del impuesto sobre la renta o las reformas recientes en el IVA. Recuperar los espacios de gasto perdidos requerirá de más ingresos tributarios y la discusión sobre cómo hacer eso deberá empezar pronto.

Insistimos en la necesidad de impulsar una política pública que reduzca el costo del financiamiento de la deuda pública, a fin de reducir el pago de intereses, que para este año incluso alcanzaría un 4,9% del PIB. Parte de los recursos pagados en intereses podrían ser utilizados en la atención de necesidades apremiantes de la población, de ahí la urgencia de plantear medidas para reducir el pago de intereses en próximos años.

Finalmente, considerando que se prevé que la deuda se mantendrá por encima del 60% del PIB en el 2024 y en el 2025, la aplicación de las restricciones sobre los ajustes salariales y la inversión pública seguirán vigentes, incluso todavía en el 2025. Urge una revisión de la eficacia y la aplicación de la regla fiscal, aún y cuando se deje atrás la parte más restrictiva de la misma, a fin de solventar problemas de la legislación que crea ese mecanismo de control del gasto, además de evitar que se exacerben otros problemas que incluso hoy se están presentando, como la extensión indefinida del congelamiento salarial en la remuneración de los funcionarios públicos.

Observatorio Económico y Social
Escuela de Economía, UNA
17 de diciembre de 2024

Urge replantear y reorientar el abordaje del problema fiscal

Manifiesto del Grupo Economía Pluralista dirigido a la presidencia y a las jefaturas de fracción de la Asamblea Legislativa de Costa Rica

Diputado Rodrigo Arias Sánchez, presidente de la Asamblea Legislativa
Diputado Gerardo Fabricio Alvarado Muñoz, jefe de fracción Partido Nueva República
Diputada Pilar Cisneros Gallo, jefa de fracción Partido Progreso Social Democrático
Diputado Eliecer Feinzaig Mintz, jefe de fracción Partido Liberal Progresista
Diputada Sofía Alejandra Guillén Pérez, jefa de fracción Partido Frente Amplio
Diputado Oscar Izquierdo Sandí, jefe de fracción Partido Liberación Nacional
Diputado Alejandro José Pacheco Castro, jefe de fracción Partido Unidad Social Cristina

Estimadas señoras diputadas; estimados señores diputados:

El plan fiscal heredado del gobierno de Carlos Alvarado, concretado, principalmente, en las leyes número 9635 (“Fortalecimiento de las finanzas públicas”), y 10.159 (“Ley Marco de Empleo Público”), y concebido desde un énfasis austeritario y restrictivo, está dando clarísimos síntomas de agotamiento, con consecuencias sociales y humanas muy serias y preocupantes, lo que, a su vez, multiplica y agrava las amenazas para la paz social y la estabilidad de la democracia.

Los síntomas del problema son múltiples:

  1. La dinámica de los ingresos muestra una tendencia declinante. Al mes de septiembre de 2023, y comparado con los datos de un año antes, los ingresos totales registran una reducción de -2,7%. Obviamente este dato está afectado por la tendencia deflacionaria que se ha registrado durante este año, pero, incluso si consideramos ese factor, lo que se registra es una reducción en términos reales, puesto que, en el mismo lapso, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo una reducción interanual del -2,2%. La parte correspondiente a los ingresos tributarios aumenta solo un 2,9%, cuando un año antes aumentaban 16,4%. Incluso si descontamos la inflación (que ciertamente era mucho más alta en septiembre 2022 que en septiembre 2023), detectaremos una reducción en el ritmo de crecimiento de este ítem. Sin embargo, es importante observar que lo que mantiene a flote el dinamismo de los ingresos tributarios es el IVA, el cual, al mes de septiembre, crece un 6,5% interanual, cuando los impuestos sobre ingresos y utilidades lo hacen tan solo un 1,3%. Esto último advierte sobre una posible tendencia hacia una mayor regresividad del sistema tributario, el cual, de por sí, ya es sumamente injusto e inequitativo.
  2. Los gastos, sin incluir pagos por intereses, siguen bajo una fuerte presión restrictiva. Al mes de septiembre, su crecimiento interanual es de 0,9%, lo que hace previsible que la proporción correspondiente, como porcentaje del PIB, seguirá a la baja, puesto que el Banco Central anticipa un crecimiento del 5,7% en términos nominales (sin descontar la inflación) para el presente año 2023.
  3. En general, la evolución del gasto del Gobierno Central, durante el período posterior a la aprobación de la Ley 9635, advierte acerca de tendencias muy preocupantes, tal y como se sintetiza en los siguientes datos:
  2018 2022
Gasto Total sin intereses (% del PIB) 16,0 14,5
Gasto corriente sin intereses (% del PIB) 14,7 13,1
Gasto de capital (% del PIB) 1,3 1,4
Gastos por intereses (% del PIB) 3,4 4,6

4. La significativa reducción del gasto corriente (sin incluir intereses), relativamente al tamaño de la economía, conlleva una fuerte pérdida de eficacia y calidad en los servicios públicos. La errónea idea de que se puede sacrificar el gasto corriente sin que ello tenga consecuencias importantes, pierde de vista un dato fundamental: el funcionamiento normal de las instituciones públicas, y de los servicios que, cotidianamente, estas prestan, depende de ese rubro presupuestario. Esta severa restricción implica un efecto muy negativo para la población, la paz social y el desarrollo de la economía, y ese efecto persistirá incluso aunque pudieran obtenerse mejoras significativas en la eficiencia, cosa que, sin embargo, es altamente improbable de lograr si no se realizan -como no se están haciendo- inversiones importantes en equipo, tecnología e instalaciones, y mucho menos en vista del desaliento y desmotivación que generan en el personal del sector público, los largos años de congelamiento salarial y toda la incertidumbre y confusión que ha provocado la Ley Marco del Empleo Público.

5. Por su parte, los montos irrisorios, más bien ridículos, que se destinan a gasto de capital, frenan cualquier programa serio de creación de empleos decentes, e implica un acrecentamiento en los déficit acumulados en materia de infraestructura (desde puentes, carreteras y transporte público, a escuelas e infraestructura de cuido), con severas consecuencias para el desarrollo futuro de la economía, para la equidad e inclusión social y, por lo tanto, para la paz social y la estabilidad de la democracia.

6. En cuanto a los pagos por intereses de la deuda, estos siguen arrastrados en una deriva ascendente, agregando presiones restrictivas adicionales sobre el gasto social y la inversión pública. Los datos actualizados a septiembre de 2023, confirman que la estrategia definida para la reducción de este rubro (basada, sobre todo, en la sustitución de deuda interna por deuda externa) no está dando los resultados prometidos, no obstante que la baja tan fuerte del dólar (un -23% desde fines de junio 2022 a la fecha), debería aliviar muy considerablemente los pagos por intereses sobre la deuda expresada en moneda extranjera. Es más que llamativo confirmar que, al mencionado mes de septiembre, los gastos por intereses de la deuda externa crecen espectacularmente, a una tasa interanual del 28.7%, no obstante, la mencionada reducción del precio del dólar ¿Era de esa forma cómo se pretendía reducir los pagos por intereses?

7. La realidad se ha encargado de poner en evidencia los altísimos costos sociales y humanos que estas políticas conllevan, y todo el creciente malestar ciudadano que alimentan. Eso ha repercutido en la Asamblea Legislativa, en la cual hemos visto desplegarse esfuerzos diversos que, en lo fundamental, tratan de flexibilizar o modificar aspectos de la regla fiscal.

8. Apreciamos y aplaudimos lo que hay de positivo y bienintencionado en esos esfuerzos y disposiciones, pero advertimos que es una estrategia reactiva, que conlleva algunos problemas y limitaciones importantes:

  1. Son decisiones fragmentarias, que carecen de una visión integrada, coherente y de conjunto. Si bien alivian algunas de las consecuencias problemáticas derivadas de la estrategia fiscal en aplicación, arriesgan generar nuevas inconsistencias en el abordaje del problema fiscal y, por lo tanto, nuevas fragilidades en la sostenibilidad de las finanzas públicas. En su lugar, es urgente avanzar hacia un replanteamiento integral y coherente, que garantice sostenibilidad en el mediano y largo plazo. Pero sostenibilidad no solo desde el punto financiero, sino también desde lo social, lo político y lo económico en sentido amplio.
  2. Una de tales inconsistencias tiene que ver con el hecho de que, al liberar secciones o porciones de la institucionalidad pública de la aplicación de la regla fiscal, manteniendo el resto sujeta a esta, se crea la muy plausible posibilidad de un desarrollo asimétrico e incoherente: algunas porciones sometidas a una restricción muy fuerte, frente a otras que gozan de mayor holgura presupuestaria. Lo deseable, en cambio, es lograr un fortalecimiento armónico y coherente de las instituciones públicas en sus distintos componentes. La premisa implícita, según la cual hay servicios públicos prioritarios y otros accesorios es, como mínimo, problemática, entre otras cosas porque desestima las relaciones de complementariedad entre las distintas partes componentes de la institucionalidad pública. Por ejemplo: propiciar que las universidades puedan invertir más en becas e infraestructura y que fortalezcan su oferta académica en las regiones, mientras la investigación y la acción social o extensión se mantienen bajo una presión restrictiva, puede dar lugar a formas de desarrollo institucional desbalanceadas y poco armónicas.
  3. Las decisiones atinentes a reducción de impuestos, por ejemplo, la reciente reducción del marchamo, al margen de la buena intención que pudiera animarlas, deberían no solo cuidar de tener un perfil nítidamente progresivo, sino contemplar fuentes alternativas de ingresos que sustituyan los que se están reduciendo, y las cuales deben quedar definidas de forma igualmente progresiva. De otra manera, al reducir los ingresos, se estarán dando pretextos adicionales para endurecer el enfoque austeritario, que tan nefastas consecuencias está teniendo. Sobre todo, es muy preocupante la reciente decisión, relacionada con la llamada “lista gris” de la Unión Europea, la cual, al exonerar las rentas o ganancias obtenidas por capitales de origen costarricense invertidos en el extranjero, con ello no solo debilita los ingresos fiscales, y no solo favorece directamente a los más ricos de Costa Rica, agudizando en consecuencia la regresividad de nuestro sistema tributario y las desigualdades en nuestra sociedad, sino que incentiva la fuga de capitales y su inversión fuera del país, con todas las negativas consecuencias que ello tiene para la creación de empleos y el desarrollo de la economía.
    9 .Conclusión:

El abordaje del problema fiscal por el que se ha optado, está dando signos claros de agotamiento. Es cierto que ha habido una mejora relativa en las cuentas fiscales, lo cual se refleja en el surgimiento de “superávits primarios” (excedentes positivos de los ingresos sobre los gastos, sin incluir en estos últimos los pagos por intereses), como también en una reducción considerable del déficit fiscal (diferencia entre ingresos y gastos, incluidos los pagos por intereses). Sin embargo, todo eso se logra a un costo altísimo e incuantificable, en virtud de las severas consecuencias sociales y humanas que esa estrategia de políticas tiene, lo cual la hace políticamente inviable. Esa inviabilidad se agudiza en el actual contexto nacional, asediado por una agudizada situación de violencia y criminalidad, la cual parece haberse salido de cauce, al punto que, en algunos lugares, el Estado está prácticamente ausente, sustituido por las estructuras del crimen organizado. Todo esto advierte que insistir en una política austeritaria como la que se viene aplicando, es una apuesta sumamente peligrosa. Es indispensable tener presente que no solamente se requieren más policías, cárceles y represión, sino, y sobre todo, es urgente y necesario un abordaje preventivo, lo cual, inevitablemente, pasa por el fortalecimiento de las políticas de salud, educación, vivienda, cuido, arte y cultura, entre otros, así como, en general, de todos nuestros sistemas de seguridad social y del Estado social de derecho en su conjunto. Hay cosas importantísimas que el mercado y la iniciativa privada no pueden proveer, o, si las proveen, serán a precios que, inevitablemente, excluirán a la mayor parte de la población. Sin un futuro esperanzador, empleos de calidad, estabilidad económica, oportunidades educativas y de esparcimiento, buenos servicios de salud, acceso a vivienda y a un servicio hídrico universal y de calidad, transporte público accesible y de calidad, oportunidades para el cultivo del arte y la práctica del deporte, será imposible frenar la criminalidad y traer paz a nuestras comunidades y vecindarios.

10. Propuesta

Creemos necesario avanzar en una dirección renovada, que contemple aspectos como los siguientes:

  1. Un ejercicio de acercamiento y colaboración entre el Ministerio de Hacienda y el Banco Central, que, cancelando rigideces ideológicas, permita concertar acciones, formuladas con prudencia y razonabilidad, con el fin de reducir la carga de los intereses de la deuda. No debe descartarse una posible renegociación de esa deuda, al menos la parte interna.
  2. Debe tenerse máxima prudencia al tomar deuda externa, dados los riesgos que comporta endeudarse en una moneda que no es la nuestra. Esa deuda externa debería destinarse a fines productivos, para la elevación de la productividad, el fortalecimiento de los encadenamientos productivos, y la diversificación y modernización de la economía, que garanticen la sostenibilidad futura de la misma deuda.
  3. Es urgente avanzar hacia una reforma tributaria realmente progresiva, que haga valedero el principio de que cada quien contribuya según sus reales posibilidades. Deberíamos proponernos un incremento en la carga tributaria (como porcentaje del PIB y sin incluir las contribuciones a la seguridad social), de al menos 5 puntos porcentuales durante los próximos cinco años, lo que implicaría llevarla a los alrededores del 19%, todavía muy lejos del promedio de la OCDE (25%), y mucho más lejos aún de los países de más alto nivel de vida, como los nórdicos europeos, donde usualmente supera el 30%. Esto debería provenir exclusivamente de impuestos sobre los altos ingresos (indistintamente de que estos provengan del capital o del trabajo) y sobre los grandes patrimonios, sin afectar más a los sectores de ingresos medios, ni mucho menos a los de ingresos bajos. Téngase presente que los impuestos sobre ingresos y utilidades aportan, en Costa Rica, solamente un 5,5% como proporción del PIB, cuando el respectivo promedio para la OCDE es del 11,3%, mientras en Finlandia y Suecia excede del 15%, en Noruega está por arriba del 20% y Dinamarca llega al 30%. Esto debe ir acompañado de cambios en la legislación y fortalecimiento organizacional y tecnológico de la administración tributaria, a fin de combatir eficazmente el fraude tributario en sus diversas manifestaciones. No debe perderse de vista el carácter trasnacionalizado, incluso globalizado, de la “industria del fraude tributario”, lo cual exige la colaboración y el trabajo conjunto de los diversos países y sus gobiernos. Todo esto es necesario, para poder contar con la holgura presupuestaria mínima, que nos permita soltarnos de las amarras asfixiantes, y sumamente dañinas, de la austeridad fiscal.
  4. Así sea de forma gradual, y con mucho tiento y prudencia, pero es necesario que el país redefina sus políticas en materia de inversión extranjera. Hemos sido excepcionalmente exitosos a la hora de atraerla, pero sumamente ineptos, si de garantizar ciertos beneficios mínimos para el país se trata. Bienvenidos son los empleos que genera, pero la evidencia demuestra, sin asomo de duda, que son harto insuficientes para satisfacer las necesidades de empleo de nuestra gente, como también son insatisfactorios los resultados logrados en términos de la generación de encadenamientos productivos y transferencia de tecnologías. Y ni hablemos de sus muy escasos aportes al sostenimiento de las finanzas públicas. La resistencia a cualquier avance en ese sentido, no obstante que la necesidad es más que apremiante, se vuelve más clara si recordamos que a nivel mundial se ha discutido, y se han tomado acuerdos, que propician establecer al menos una tasa uniforme del 15% sobre las ganancias de las corporaciones transnacionales. En Costa Rica, y contrariando los intereses nacionales más elementales, la cuestión ha sido silenciada. En resumen: nos urge establecer una relación más equitativa con la inversión extranjera, de manera que esta encuentre en nuestro país un ambiente propicio a sus intereses, pero garantizando que quede a nuestro favor una cuota razonable de las ganancias generadas.
  5. Es importante abrir espacios para el desarrollo de programas de inversión pública que relancen el empleo, dinamicen el mercado interno, avancen gradualmente hacia el cierre de los déficits en materia de infraestructura y conectividad, el avance hacia nuevas fuentes energéticas limpias y sostenibles, y que, asimismo, sienten las bases para una economía moderna, diversificada y de alta productividad. Estos programas y proyectos deberían diseñarse de forma que propicien el empleo para mujeres y personas jóvenes, el beneficio de las regiones y comunidades fuera del Valle Central, y el fortalecimiento de los encadenamientos productivos. También debería considerarse abrir programas de empleo temporal, que propicien el aporte de las personas en labores cívicas de interés de las comunidades y los barrios, y que provea un ingreso mínimo a personas que lo requieren, y las cuales desean obtener un trabajo formal pero que no lo tienen.
  6. Las operadoras de los fondos de pensiones complementarias (fondos de capitalización individual) administran ahorros de la población costarricense, por una cifra que excede de los ₡10 billones de colones, o sea, el equivalente a aproximadamente 21-22% del PIB. Cerca de un tercio de esos fondos -un monto por encima de ₡3 billones- está siendo colocado en los mercados financieros internacionales, los cuales, como hemos podido comprobar, son altamente inestables y riesgosos. Paradójicamente, la inversión pública en muchos ámbitos de máxima prioridad social y económica, sigue paralizada, o reducida a su mínima expresión, porque, según se repite, “no hay cómo financiarla”. O bien, y alternativamente, se apela al mecanismo de “concesión de obra pública”, lo cual significa, para todo efecto relevante, una privatización de hecho, con resultados que reiteradamente han sido contrarios a los intereses de Costa Rica. Deberíamos, en cambio, poner especial interés en aprovechar los fondos de pensiones para el financiamiento de las inversiones públicas. Con ese fin, es posible explorar mecanismos como los de titularización de obra pública, la creación de “vehículos de propósito especial” (SPV por sus siglas en inglés) o los fideicomisos. Pero para hacer todo esto eficaz y expedito, es necesario, primero, que el sistema financiero desarrolle mecanismos idóneos, ágiles y confiables para la canalización de esos fondos, y, segundo, que la legislación y la institucionalidad pública involucrada, se reformen en lo que sea necesario, a fin de garantizar que los procesos de planificación y ejecución de las obras públicas avancen con presteza y con los mínimos obstáculos posibles. Todo esto dentro de una propuesta de políticas que resguarde la rentabilidad y seguridad de los fondos de pensiones.
  7. Finalmente, y de forma sumamente respetuosa y encarecida, formulamos una excitativa a las señoras y señores, presidente y jefas y jefes de fracción de la Asamblea Legislativa, para que promuevan la apertura de mesas de diálogo y trabajo, con participación de representantes de las diversas organizaciones y sectores de la ciudadanía, incluyendo, entre otros, sindicatos, organizaciones de mujeres, academia, pueblos indígenas, las iglesias y las diversas organizaciones religiosas, las organizaciones de la agricultura y del ambiente, organizaciones estudiantiles, comunales, solidaristas y de la economía social-solidaria (cooperativas, micros y pequeños emprendimientos, etc.) y cámaras empresariales, con el fin de avanzar hacia la formulación de un programa fiscal, coherente e integral, justo y progresivo, que genere las condiciones necesarias para relanzar el empleo, elevar la productividad de la economía y propiciar un desarrollo sólido y sostenible, ambientalmente muy responsable. Desde luego, es importante que las autoridades del Poder Legislativo inviten y promuevan la participación del Poder Ejecutivo, ya que, sin el compromiso de este último, sería imposible avanzar en este proceso de urgente reorientación y replanteamiento de la estrategia fiscal en aplicación.

Sin más por ahora, quedamos a sus órdenes y a la espera de su respuesta a esta respetuosa excitativa. Cualquier comunicación puede enviarse al siguiente correo electrónico: lpvaso@gmail.com

Cordialmente

Dr. Luis Paulino Vargas SolísEconomista / Cédula 2-0327-0373

Catedrático jubilado

Máster Ana Rosa Ruiz FernándezEconomista / Cédula 3-0248-0440

Representante Administrativa en el Consejo Institucional ITCR

M.Sc. Jeannette Cordero GamboaCédula 4-0119-0233 / Economista M.Sc. Fernando Rodríguez GarroCédula 4-0165-0895

Economista / Académico de la UNA

 M.Sc. Edwin Zamora Bolaños

Cédula 1-1020-0297 / Economista

 Dr. Henry Mora Jiménez

Cédula 1-0512-0548 / Catedrático UNA

Dr. Martín Murillo Córdoba. PhD.Cédula 1-0498-0565

Economía / Banca / Administración / Estudios de la Sociedad y la Cultura

M.Sc. Daniel Vartanián AlarcónEconomista / cédula 8-0051-0962
Lic. Luis Olivares Martínez Cédula 1-1445-0826 / Abogado y economista Magister Welmer Ramos González Cédula 5-0191-0924 / Economista

M.Sc. Greivin Hernández González
Cédula 1-0993-0559
Economista, profesor UCR

ANEP: Situación fiscal y Derechos Humanos en Costa Rica

El pasado viernes 21 de abril, la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) informó al Dr. Ding Ding, Jefe de Misión para Costa Rica del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el planteamiento obrero-social de la situación fiscal en Costa Rica y el dictamen legal sobre el pago de intereses de la deuda pública en Costa Rica en detrimento de un enfoque prioritario en Derechos Humanos. 

Respecto al planteamiento, la ANEP señala que hay temas muy relevantes que se estaban dejando de lado en los análisis o bien, se habían tratado muy superficialmente como la concentración del ingreso que se genera año tras año, resultado de las leyes y normas impuestas por la política pública. 

Asimismo, afirma que para corregir esta falencia, hay acciones urgentes como una eficiente gestión tributaria y aduanera que pueden dinamizar el mercado, generar empleos y traer prosperidad compartida  pero, no son incluidas por las evaluaciones de los organismos internacionales ni son tomadas en cuenta por los grupos nacionales de poder económico. 

Según la ANEP, Costa Rica requiere de mejorar la recaudación por el bien de un crecimiento económico robusto y balanceado de la sociedad por lo que considera que los negocios prósperos deberían contribuir con el financiamiento del Estado. Además, afirma que forzar el ajuste fiscal vía recorte del gasto social no es justo, equitativo y sostenible así como tampoco es conveniente seguir insistiendo por la vía de los impuestos indirectos. 

Por otra parte, la ANEP expone que hay otros temas que no se pueden seguir invisibilizando en las evaluaciones del FMI tales como el mal funcionamiento de algunos mercados que son extractores de rentas oligopólicas por lo que al país también le urge una revisión exhaustiva de las estructuras de los mercados. 

En cuanto al dictamen legal sobre el pago de intereses de la deuda pública en Costa Rica, la ANEP considera preocupante que el Presidente de la República retome la receta fácil y poco creativa de recortar gasto público que en realidad es inversión social pública en lugar de atender los problemas estructurales que son las causas y no las consecuencias. 

Por lo anterior, la ANEP se posiciona a favor de la responsabilidad social, teniendo en cuenta que la deuda pública del país debe ser desagregada y priorizada en cuanto a su nivel de cumplimiento, tomando como base de criterio el Enfoque Basado en Derechos Humanos (EBDH). 

En este sentido, la ANEP menciona que la deuda que tiene el gobierno central con la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), debe ser un tema prioritario para que la seguridad social del país sea robusta y de calidad. Es decir, bajo un enfoque de Derechos Humanos, es permitido preguntarse sobre lo que es o no prioritario: ¿pagar intereses de deuda externa o cumplir con la obligación de que el gobierno central pague su deuda con la Caja?

Ante esta situación, la ANEP enlista las recomendaciones finales del dictamen, manifestando la a)necesidad de exigir al Estado Costarricense una propuesta de renegociación de la deuda pública, ante organismos financieros internacionales, b) acudir ante el Experto Independiente sobre las consecuencias de la deuda externa y las obligaciones financieras internacionales conexas de los Estados para el pleno goce de todos los derechos humanos, sobre todo los derechos económicos, sociales y culturales y c)realizar un proceso político de auditoraje de la actual deuda pública, el cual permita obtener algún nivel de claridad y de transparencia, en cuanto a una diversidad de variables. 

¿Por qué es inconstitucional el proyecto de Ley Marco de Empleo Público?

José Manuel Arroyo Gutiérrez

         Múltiples entidades de carácter técnico o político han hecho serias objeciones al Proyecto de Ley Marco de Empleo Público. En este sentido podemos mencionar al propio Departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa, la Procuraduría y hasta la Contraloría General de la República. También hay pronunciamientos fundados de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo Universitario de la UCR en tanto instituciones directamente afectadas. Por último, muchas voces especializadas de profesionales y organizaciones de la sociedad civil también han señalado las inconsistencias e inconstitucionalidades del texto legislativo en discusión.

         Todo parece inútil frente a la insistencia del Poder Ejecutivo de impulsar esta iniciativa y la determinación, de una aparente mayoría parlamentaria, de aprobar esta legislación estratégica en un tema de gran trascendencia para la estabilidad democrática y la real vigencia del estado de derecho en Costa Rica.

         La naturaleza de este artículo no me permitirá abundar en citas de documentos, resoluciones administrativas, informes oficiales, normas o sentencias judiciales, pero todas pueden ser consultadas en el expediente legislativo que se analiza.

         De esta manera, un estudio objetivo de todas estas fuentes nos permite concluir que el mencionado proyecto acusa abiertos y profundos roces con la Constitución Política vigente y que, a pesar de las enmiendas y remiendos de las primeras versiones, se mantienen decisiones legislativas que violentan normas y principios constitucionales.

         Me refiero a los aspectos de mayor relevancia:

  1. Crear un único sistema para regular el empleo público, con pretensiones de universalidad que abarca todos los poderes de la república, las universidades públicas, las municipalidades y otros entes descentralizados resulta una propuesta fallida. El problema esencial en este punto es que la norma constitucional en la que dice apoyarse, ha sido interpretada incluso por la jurisprudencia de la Sala IV de manera evolutiva, advirtiendo que en el país se han desarrollado varios estatutos que regulan diversos sectores del ámbito público en tanto debe respetarse la especialización, complejidad y amplitud de estos sectores, y la necesidad de darles un tratamiento separado. Por lo demás, el proyecto se encarga de hacer excepciones de aplicación que claramente contradicen su propósito de uniformidad y universalidad, lo cual resulta una contradicción insalvable que debilita su justificación y necesidad.
  2. El proyecto desconoce las diversas formas de independencia o autonomía de otros poderes de la república, el sistema universitario público, el régimen municipal y demás entidades autónomas. Sobre todo, al poner en la rectoría del sistema a MIDEPLAN, se genera una especie de búsqueda de la cuadratura del círculo, una centralización inadmisible, puesto que la Constitución Política es contundente al dar independencia funcional, organizativa y de autogobierno a esas instituciones, lo que deviene en la imposibilidad de que un órgano del Poder Ejecutivo, pueda dictar lineamientos y directrices de carácter específico que resulten de acatamiento obligatorio para estas instituciones.
  3. Derivado de este nudo problemático principal, es el hecho de que la propuesta legislativa mantiene, como parte fundamental del “sistema único”, la obligada coordinación de los departamentos de recursos humanos de estas entidades, con mecanismos de definición en manos, en última instancia, de MIDEPLAN. Aspectos esenciales del funcionamiento y cometido institucional como el régimen y escalas salariales, los parámetros de selección y reclutamiento, los sistemas de evaluación de desempeño y de régimen disciplinario, entran todos en el riesgo de que una entidad ejecutiva, a cargo del gobierno de turno, metan mano indebidamente.
  4. ¿Alguien puede imaginar siquiera a funcionarios de la administración central definiendo y opinando sobre quiénes son los profesores universitarios necesarios, útiles y competentes? ¿Alguien puede imaginar siquiera que esta misma dinámica se imponga en la adjudicación de plazas para jueces o juezas? Pero es que además ni MIDEPLAN ni el Servicio Civil tienen los recursos humanos ni la capacidad técnica para llevar adelante con un mínimo de responsabilidad estas tareas.
  5. Otra cuestión no menos importante tiene que ver con la propuesta de salario global y los mecanismos previstos para igualar o uniformar el ingreso medio que deben tener todos los funcionarios públicos. Sin duda esta es una tarea que el Estado costarricense tiene que resolver y deben superarse las diferencias y asimetrías existentes. Pero la solución a un problema que lleva décadas, quizá siglos, no puede darse de golpe y porrazo. No puede pasarse por encima de los derechos adquiridos y las situaciones jurídicas consolidadas por una mera disposición legislativa. Habrá que idear un procedimiento que, aunque más lento, mantenga vigente el respeto a los principios y derechos fundamentales de las personas.

         En conclusión, la iniciativa para una Ley Marco de Empleo Público, si bien aborda una serie de problemas reales de la organización y funcionamiento del Estado costarricense, no puede imponerse al calor de necesidades fiscales o por la urgencia de firmar un convenio con el Fondo Monetario Internacional. Ni la sanidad de las cuentas públicas, ni la necesidad de una estabilidad macroeconómica, pueden justificar arrasar con valores esenciales de la convivencia democrática y el respeto irrestricto a la dignidad de las personas y sus derechos.   Ni siquiera cambiando la Constitución podría colarse un proyecto como el que está siendo discutido. No pueden borrarse de un plumazo garantías constitucionales, décadas de jurisprudencia del más alto tribunal en la materia y decenas de leyes que han regulado un tema tan complejo, diverso y especializado como el empleo público. Habría que imaginar un régimen político-jurídico que ya nada tendría que ver con un auténtico estado de derecho.

0,67% de los salarios de ‘U’ públicas compiten con los de Alemania

-Derecho de respuesta del Comité de Personas Interinas de la Universidad de Costa Rica a publicación del periódico La Nación*

El día 22 de febrero de 2021, el periódico La Nación publicó, en su portada, un titular que dice “Salarios de ‘U’ públicas compiten con los de Alemania”. El reportaje que acompaña dicho titular asevera que los salarios de las personas funcionarias de las universidades públicas costarricenses son equivalentes a los de las universidades alemanas, a pesar de las enormes diferencias que existen entre ambos países en materia económica y social. En medio de una coyuntura compleja como la que atravesamos actualmente, en la cual se está impulsando el proyecto de Ley de Empleo Público, nos parece necesario hacer algunas aclaraciones con respecto a esta publicación.

  • Existe una marcada diferencia entre el titular y el contenido del artículo. Por un lado, el titular hace una generalización errónea, pues, al no precisar cuáles sectores de las universidades públicas costarricenses tienen salarios que compiten con los de Alemania, hace pensar que son todos los salarios de todas las personas funcionarias de las universidades costarricenses. Como se demuestra en el siguiente punto, esto es categóricamente falso. De esta manera, el titular es tendencioso y exhibe una intención de manipular la opinión pública a interpretaciones equivocadas, pues hasta los datos expuestos en el artículo lo contradicen.
  • El artículo del periódico La Nación presenta una retórica de evidencia incompleta. Debemos entender por retórica una técnica oratoria con base psicológica que busca conducir a la persona lectora para que llegue a conclusiones erróneas. En este caso, se hace utilizando la falacia de evidencia incompleta que presenta a la persona lectora una versión manipulada de la verdad para conducirle hacia el sesgo de confirmación de que las universidades públicas son culpables de la situación económica actual por sus salarios altos. Como ya se indicó, esta conclusión es completamente falsa. Esta retórica se da, como indicamos desde el título. Sin embargo, la propia La Nación menciona que menos del 1% de todas las universidades públicas tiene salarios altos (0,67% para ser exactos, un número cercano a cero). Luego, para añadir más confusión en la persona lectora, convierte ese grupo en el total y hace afirmaciones como “hay 21 empleados con sueldos superiores a los ¢7 millones, es decir, el 13%”. En dicho punto recurre de nuevo a la retórica o engaño psicológico para producir un efecto negativo en el lector hacia las universidades públicas. Sin embargo, ese es el 13% del 0,65%, es decir el 0,1% aproximadamente. Este número es aún más cercano a cero. Este artículo sería un caso de estudio para el propio “No coma cuento” de La Nación, lo cual demuestra la hipocresía intelectual del periódico.
  • Ciertamente, existen grandes desigualdades salariales a lo interno de las universidades públicas costarricenses, como se puede inferir a partir de una lectura cuidadosa del artículo. Debido a que esta desigualdad es clara y evidente, si se examina el funcionamiento de las universidades, su denuncia no es mérito de La Nación. Más aún, cabe preguntarse con qué interés este periódico presenta un titular engañoso, sabiendo que la mayoría de personas no lee atentamente los artículos y se limita a la impresión que le causan los titulares de portada. A partir de esto se puede afirmar que la publicación de la La Nación no tiene como fin mejorar los sistemas de educación superior pública, sino otra cosa, porque, de lo contrario, ¿para qué se propondría engañar a sus lectores?
  • Desde el Comité de Personas Interinas de la Universidad de Costa Rica estamos convencidos y convencidas que estas desigualdades deben ser revisadas y corregidas y que ello significa defender y mejorar la educación pública costarricense. Sin embargo, a quien le corresponde revisar y corregir esta situación es a la propia comunidad universitaria, de acuerdo con el principio de autonomía reconocido en los artículos 84 y 85 de la Constitución Política.

Consideramos irrespetuoso e irresponsable publicar un titular y un reportaje como este, el cual contribuye a desprestigiar y descalificar, ante la opinión pública, la destacada labor que realizan las universidades públicas costarricenses a nivel nacional e internacional. Los aspectos financieros por mejorar en estas instituciones se deben hacer luego de realizar un análisis serio y riguroso, con miras a encontrar soluciones razonables y justas. Se esperaría de parte del periódico La Nación, uno de los medios de mayor difusión en Costa Rica, mayor rigor científico y periodístico. La sociedad costarricense lo merece.

* El periódico La Nación se negó a publicar este derecho de respuesta.

Mirada al 2021: Situación fiscal, préstamo FMI, elecciones y más

Segunda parte del programa: “Mirada al 2021: Situación fiscal, préstamo FMI, elecciones y más”.

SURCOS comparte la siguiente información: 

Este próximo miércoles 17 de febrero a las 5:00pm se llevará a cabo la segunda parte del programa sobre Una Mirada al 2021: situación fiscal, préstamo FMI, elecciones y más. Contará con la participación de:

  • Patricia Mora, profesora universitaria, ex ministra INAMU 
  • Laura Martínez, periodista y directora del Semanario Universidad.

Esperamos su participación en nuestras redes sociales o por medio de llamada telefónica.

Puede sintonizar el programa en Radio Universidad 96.7 FM

Teléfono: 2234-3233

¡Nos escuchamos!

Adjunta encuentra la invitación formal del programa:

Enviado por Mauricio Álvarez Mora

Programa Voces y Política: “Mirada al 2021: situación fiscal, FMI, elecciones y más”

El próximo miércoles 03 de febrero a las 5:00 pm el programa Voces y Política de Radioemisoras Universidad de Costa Rica (UCR) abordará el tema “Mirada al 2021: situación fiscal, FMI, elecciones y más”, con la participación de Patricia Mora, profesora universitaria y ex ministra del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu) y Laura Martínez, periodista y directora del Semanario Universidad.

Puede sintonizar el programa en Radio Universidad 96.7 FM y participar por medio de las redes sociales o llamada telefónica al 2234-3233.

 

Compartido con SURCOS por Mauricio Álvarez Mora.

Rector UCR: “Solución fiscal debe ser justa, equitativa y no afectar a la educación”

El rector de la Universidad de Costa Rica, doctor Henning Jensen Pennington, expresó mediante un video la posición de la casa de enseñanza superior en torno al tema fiscal.

Jensen señaló que la Universidad de Costa Rica es consciente de la situación fiscal, ha hecho esfuerzos por reducir gastos y hará nuevos esfuerzos en ese sentido de ser necesario, pero llamó la atención en torno a lo anti-patriótico de los fenómenos de la evasión y la elusión fiscal. Abogó por soluciones fiscales que no afecten a los sectores más vulnerables y generen inequidades.

Compartimos el video de aproximadamente dos minutos. De ser necesario, para visualizarlo en su celular, recomendamos colocar el dispositivo en posición horizontal.

 

Imagen de portada (tomada de la página oficial de la UCR): Henning Jensen Pennington, Rector UCR.

Enviado a SURCOS por Luis Alberto Soto.

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UNA: Situación fiscal, crecimiento económico y diálogo nacional

Programa Martes Económicos, UNA

Greivin Salazar Álvarez*

 

Para que todos podamos entender mejor la situación fiscal por la que atraviesa el país, se podría asimilar las finanzas del Gobierno con las de una familia (aunque existen diferencias de fondo), por cuanto ambas disponen de un cierto nivel ingreso para atender sus diferentes gastos, para lo cual en algún momento, también necesitan acudir al financiamiento.

Situación de las finanzas del hogar. En un principio sus ingresos son suficientes para cubrir todos sus gastos normales (alimentación, educación y salud, servicios públicos, vestido y calzado, entre otros), incluso para pagar una parte de los intereses de sus deudas. De pronto, los miembros de esta familia contraen una enfermedad (a algunos les afecta más que a otros) que requiere la compra de medicamentos, su gasto en salud aumenta permanentemente. A los meses, sus ingresos ya no cubren ni siquiera sus gastos normales y se van endeudando cada vez más. Como solución, piensan trabajar más horas a la semana, para así contar con más dinero, pero pronto se dan cuenta que la enfermedad por la que atravesaron no les permite laborar una mayor cantidad de tiempo.

Los señalamientos no se hacen esperar y cada uno responsabiliza al otro de esta situación: a esta familia le urge llegar a un acuerdo.

Situación de las finanzas públicas. Entre los años 1995 y el 2008 el Gobierno Central había mostrado un superávit primario en sus cuentas (ingresos suficientes para cubrir sus gastos, excepto una parte del pago de intereses), incluso registró un superávit financiero cercano al 1% del PIB en el 2007 (ingresos suficientes para cubrir todos sus gastos, incluido el pago de intereses). Sin embargo, ante los efectos de la crisis económica internacional 2008 – 2009, se implementó el llamado Plan Escudo, que significó un aumento importante en su gasto, mismo que posteriormente no fue posible disminuir.

Es así, que a partir de julio del 2009 (ya casi son ocho años) y contrario a la situación previa, el Gobierno Central registra un permanente déficit primario (donde los ingresos no son suficientes ni para cubrir los gastos normales), con un nivel de endeudamiento público total en ascenso (de un 38% en 2008 a un 62% del PIB en 2016).

El crecimiento económico como solución. Según estimaciones realizadas por el Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, si se desea reducir el actual déficit fiscal a la mitad, en un plazo de dos años y dada la tasa de crecimiento reciente en los gastos (cercana al 7% anual), los ingresos fiscales deberían aumentar a un ritmo del 18% anual, algo que sólo ha sido posible cuando el crecimiento de la economía de base local (sin incluir Zonas Francas) ha rondado un promedio del 8,4%, resultado que no se aprecia desde mayo del 2009. En este sentido, las complicaciones heredadas de la última crisis económica internacional en términos del dinamismo que han mostrado las principales economías del Orbe en los últimos años, confirman que difícilmente el país pueda lograr tasas de crecimiento de dicho orden, mismas que incluso no han logrado superar la barrera del 6% desde el 2007 (ya hace casi 10 años de eso).

En consecuencia, apostar porque un mayor crecimiento económico impulse los ingresos del Gobierno Central y así reducir su déficit, es simplemente poco probable. A lo anterior, se debe agregar que de manera paulatina tanto las tasas de interés internacionales como nacionales continuarán su ajuste al alza, con lo cual el gasto por pago de intereses irá aumentando.

Diálogo nacional. En este país hace falta llegar a un acuerdo nacional, de manera tal que todos contribuyamos a mejorar las finanzas públicas, de acuerdo a nuestras posibilidades, para que el peso del ajuste fiscal no caiga sólo sobre algunos sectores. Debemos ser conscientes, que entre más tiempo pase, más brusco tendrá que ser el ajuste y por ende mayores sus costos.

En este sentido, si bien la sociedad costarricense se encuentra en pleno proceso electoral, lo que reduce el margen de maniobra de la Administración actual para impulsar en el Congreso medidas orientadas a solventar la situación fiscal, no se debe renunciar a dicha posibilidad. Además, los candidatos que buscan asumir la próxima Presidencia de la República, tienen que estar conscientes que sin un acuerdo nacional de alcance amplio, no será posible contar con los recursos necesarios para poner en marcha el Plan de Gobierno y la oferta electoral que han diseñado.

Una guía rápida sobre este particular, brinda algunos de los elementos que necesariamente deberán ser considerados en una agenda integral que cubra las cuatro áreas de la reforma fiscal, a saber, 1) aumento en ingresos fiscales 2) control del gasto, 3) crecimiento económico y 4) fortalecimiento de la administración tributaria:

  • Reforma al impuesto sobre la renta de manera que sea el pilar del sistema impositivo y tenga un carácter progresivo.
  • Reforma al empleo público, orientado hacia la consolidación un verdadero sistema de evaluación de desempeño e incentivos, que aumente la productividad del Estado y la calidad de sus servicios.
  • Derivado de lo anterior, medidas dirigidas a aumentar la eficiencia y eficacia del gasto público
  • Fortalecimiento de la Administración Tributaria de manera que pueda ejercer una lucha efectiva contra la evasión y la elusión.
  • Revisión del gasto tributario, es decir de todas aquellas exoneraciones y concesiones tributarias.
  • Conveniencia de la práctica de “afectación” en el presupuesto público (asignación de un monto determinado a fines específicos)
  • Aplicación del impuesto al valor agregado (IVA), bajo principios de gradualidad y equidad que incluya a sectores dinámicos que actualmente se encuentran fuera de su alcance.
  • Valoración del costo / beneficio de todas las anteriores opciones, en términos de su impacto sobre el crecimiento económico.
  • Una lista de acciones que promuevan el crecimiento económico acelerado en el corto plazo y de manera sostenida.

*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de elsoldeoccidente.com

Enviado por UNA Comunicación.

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