Rebeca Madrigal López,
Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR
Un equipo de especialistas en geología de la Escuela Centroamericana de Geología de la Universidad de Costa Rica realizó un total de 180 inspecciones en zonas de alto riesgo, impactadas por el paso de la Tormenta Tropical Nate.
A partir de una solicitud de las autoridades de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE), se valoraron terrenos, viviendas afectadas por deslizamientos, zonas de laderas inestables, entre otros muchos casos en los cantones de Mora y Puriscal, Los Santos, Pérez Zeledón, sectores de Llano Grande, el Guarco, Coris, Casamata de la provincia de Cartago, Los Guido y Frailes de Desamparados y Aserrí.
Las valoraciones en el campo fueron acompañadas de informes que constituyen un insumo valioso para la toma de medidas de mitigación y prevención por parte de las autoridades municipales y de la CNE.
Luego de realizar inspecciones en diferentes partes del territorio nacional, los especialistas señalan que uno de los principales hallazgos identificados es la cantidad de construcciones informales y ocupación de terrenos que no son aptos para la actividad productiva o habitacional. La situación es crítica porque el crecimiento informal no solo se presenta en la ciudad sino que se está extendiendo de forma alarmante en las zonas rurales.
Para el especialista en geología, Rolando Mora, uno de los problemas es la incapacidad de las municipalidades de supervisión y la ausencia de geólogos e instrumentos adecuados para realizar la zonificación del uso del suelo.
En algunos casos, los profesionales de la Escuela Centroamericana de Geología recomendaron la reubicación preventiva de familias en condición de riesgo, o en casos más severos, la declaratoria de inhabitabilidad por parte del Ministerio de Salud.
Mora señala que es común encontrar viviendas en la margen de ríos o construidas sobre cortes de terrenos o al pie de deslizamientos activos.
El geólogo Giovanni Peraldo evaluó diversos sitios de Tarrazú y Dota, destacó que hace falta información sobre el territorio, para incorporar en los planes de ordenamiento territorial de las municipalidades y sus herramientas básicas como son los mapas de aéreas de inundación o el inventario de laderas inestables, mapas geológicos, entre otros, en una escala adecuada.
La comunidad universitaria de la UCR se unió para apoyar con sus recursos y capacidades a las personas necesitadas y con valoraciones expertas en los sitios de mayor desastre.
La colaboración de la UCR mediante estos profesionales servirá a la CNE a valorar los daños en suelos y calles, así como identificar puntos débiles en carreteras y otros espacios.
La institución continúa articulando potenciales colaboraciones de distintas unidades académicas para apoyar a las autoridades nacionales en la atención de la emergencia.
Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/
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