A diez años del asesinato de Jairo Mora – personas allegadas comentan su importante aporte

Este 31 de mayo, el Programa de Radio Universidad Voces y Política transmitió un sentido homenaje con motivo del décimo aniversario del asesinato de Jairo Mora, un valiente defensor del ambiente y las tortugas marinas en Costa Rica. En dicho episodio se dio la participación de Mauricio Álvarez junto a Alicia Casas, comunicadora e investigadora y Ana María Arenas del Centro Comunitario de Buceo Embajadores y Embajadoras del Mar.

Jairo Mora, cuyo nombre ahora se asocia con el refugio de vida de la tortuga, nació el 22 de marzo de 1987 en Gandoca, Caribe Sur de Costa Rica. Desde temprana edad, Jairo mostró un profundo amor por las tortugas marinas y su conservación. Acompañado por su madre, visitaba regularmente las playas que formaban parte del hábitat de estas especies. Fue en su proceso escolar que Jairo escuchó por primera vez sobre la importancia de proteger los huevos de las tortugas y se involucró en acciones de cuidado y liberación de tortugas recién nacidas.

Al pasar de los años, Jairo trabajó activamente en los principales sitios de anidación de tortugas en el país, incluyendo Ostional, Playa Grande, Pacuare, Tortuguero y Cahuita. En 2012, se unió a una organización ambientalista internacional, donde realizó un trabajo sistemático y logró identificar alrededor de 1474 nidos de tortuga baula en la playa de Moín. Este hallazgo demostró la importancia crucial de esta playa como uno de los sitios de anidación más significativos del país.

Trágicamente, Jairo fue secuestrado y asesinado en la playa de Moín en un acto atroz perpetrado por hombres dedicados al robo de huevos de tortuga. Según la sentencia, Jairo fue asfixiado por la traga de agua y arena mientras era arrastrado atado a un jeep con el que patrullaba la playa junto a tres voluntarias extranjeras. Su valiente lucha contra el saqueo de las tortugas se vio truncada por la violencia que pretendía alejar a los ambientalistas de Moín.

El tribunal penal de Limón condenó a 50 años de cárcel a los responsables del crimen de Jairo. Tras su asesinato, cientos de personas y organizaciones ambientalistas expresaron su conmoción, indignación y solidaridad, destacando la importancia de proteger a quienes denuncian los atropellos contra la naturaleza.

En el homenaje se exploraron las huellas que Jairo dejó en la lucha ambiental y se destacaron los proyectos y trabajos actuales que continúan su legado en la costa de Limón. Su madre, Fernanda Sandoval, compartió una carta en la que recordaba con amor y gratitud a su hijo, resaltando su pasión por la protección de las tortugas marinas desde una edad temprana. Fernanda compartió un párrafo escrito por Jairo a la edad de 12 años, en el que expresaba su compromiso de proteger a estas criaturas marinas hasta el final de sus días.

En su mensaje, Fernanda instó a los costarricenses a seguir el ejemplo de Jairo y a proteger todas las formas de vida, destacando la belleza y la importancia de las tortugas marinas y otros animales en los mares y playas. Con emotivas palabras, recordó cómo Jairo encontró en las tortugas marinas su gran pasión y cómo se convirtió en su deber protegerlas.

El décimo aniversario del asesinato de Jairo Mora es un recordatorio de la valentía y dedicación de los defensores ambientales en Costa Rica y en todo el mundo. Su legado perdura en la lucha por la conservación y nos recuerda la importancia de proteger nuestro entorno natural para las generaciones futuras.

Claudio Quesada Rodríguez, coordinador de Investigación y Conservación de la Reserva Pacuare tuvo el gran honor de trabajar con Jairo desde muy adolescente, aseguro que “ es doloroso igualmente pensar que después de la muerte de Jairo se hizo una propuesta al gobierno de ese momento de turno de crear un refugio de vida silvestre en Moín, una playa muy importante para la anidación de tortuga Baula, fue ignorado totalmente y en este momento tenemos la construcción de APM Terminals que ha venido a disminuir en gran cantidad la anidación de tortuga Baula”.

Mientras Randall Villalta Mora, Asociación Amigos de la Isla Uvita que ha trabajado en varios proyectos de tortugas marinas y fue gran amigo de Jairo lo recordó “como una persona muy apasionada, realmente un experto en el tema de la conservación de las tortugas. Probablemente por esta gran pasión en algún momento hasta estuvo dispuesto a dar su vida, por el mismo carisma que tenía. Trabajé en esa playa junto con él, la cual era peligrosa, las casas alrededor eran muy pocas, completamente oscura y a pesar de que había muchas tortugas también era de muy poco acceso”.

Hoy Randall está cuidando tortugas en la Isla Uvita y asegura que “tiene muy poco apoyo por parte del gobierno local y del SINAC. Pretendemos ir generando conciencia en las personas visitantes de la isla que es un animal que pronto va a desaparecer y con ello la cultura de comer sus huevos y su carne. Así es que si queremos conservarlas deben permitirnos cuidarlas y de esta forma tampoco afectar el ecosistema, pues son muy importantes”.

Mensaje de Randall Villalta Mora, Asociación Amigos de la Isla Uvita:

“A diez años del asesinato de Jairo Mora Sandoval ¿Dónde está su huella?”

“Soy limonense y he trabajado en varios proyectos de tortugas marinas. En uno de ellos tuve la oportunidad de conocer a Jairo Mora, quien era un gran amigo mío, una persona muy apasionada, realmente un experto en el tema de la conservación de las tortugas. Probablemente por esta gran pasión en algún momento hasta estuvo dispuesto a dar su vida, por el mismo carisma que tenía. Trabajé en esa playa junto con él, la cual era peligrosa, las casas alrededor eran muy pocas, completamente oscura y a pesar de que había muchas tortugas también era de muy poco acceso. Las personas que llegaban a esta playa, que por cierto Jairo se topaba siempre, eran personas que prácticamente vivían de la venta de huevos de tortugas y de la venta de la carne de estas mismas, por lo que Jairo muchas veces al igual que yo tuvimos que competir a ver quién llegaba primero, esa era la persona que obtenía los huevos de tortuga y no se discutía, esa era un área de muchísimo peligro.

Con el tiempo el proyecto fue creciendo y poco a poco hubo cierto apoyo de parte de las autoridades de Guardacostas y Fuerza Pública, pero no fue así siempre, para la mala suerte de Jairo que en uno de esos patrullajes para rescatar los huevos de tortuga también había personas que se dedicaban a esas cosas ilícitas y pues tenían armas y de esta manera sucedió la tragedia.

Actualmente tengo mi propio proyecto en la isla Uvita, la isla Quiribí, donde estoy cuidando 12 tortugas Carey, las cuales ponen sus huevos. Es un escenario prácticamente igual, las personas llegan, roban los huevos, en la mayoría de los casos destazan las tortugas, ellas ni siquiera llegan a anidar, las destazan y aprovechan su carne que por ser tortuga Carey también su caparazón es utilizado para artesanías.

La situación actualmente no ha cambiado mucho, aun muchísimas personas se dedican a la venta de huevos y carne. De hecho, el que sea ilícito hace que su precio haya subido descomunalmente, pero no por eso muchos limonenses dejan de consumirla, pues erróneamente lo consideran parte de la cultura limonense.

Las tortugas que estoy cuidando en la isla como parte de una asociación llamada Amigos de la Isla Uvita, tiene muy poco apoyo por parte del gobierno local y del SINAC. Pretendemos ir generando conciencia en las personas visitantes de la isla que es un animal que pronto va a desaparecer y con ello la cultura de comer sus huevos y su carne. Así es que si queremos conservarlas deben permitirnos cuidarlas y de esta forma tampoco afectar el ecosistema, pues son muy importantes”.

Mensaje de Claudio Quesada Rodríguez, coordinador de Investigación y Conservación de la Reserva Pacuare:

“A diez años del asesinato de Jairo Mora Sandoval ¿Dónde está su huella?”

“Tuve el honor de trabajar con Jairo desde muy adolescente, de hecho, él participó en el Programa en el cual yo trabajaba en Gandoca, él participó desde que era estudiante e hizo el trabajo comunitario con nosotros, participó en un simposio con un programa novedoso que fue de transmisores satelitales y seguir la migración de las baulas en esos años, luego empezó a trabajar en Moín y ahí fue donde desgraciadamente ocurrió su asesinato.

En este momento yo estoy trabajando como coordinador de investigación y conservación de la Reserva Pacuare. Hace 5 años estoy en esta posición y pues obviamente uno tiene muchos recuerdos desde la adolescencia de Jairo bastantes sentimientos encontrados recordar el trabajo, pero creo que lo más importante de lo que estamos haciendo es seguir con el legado, tratar de entender y honrar su nombre con todas las acciones que hacemos tanto en playa como en la parte de educación ambiental que trabajamos con todos los adolescentes que definitivamente a él le caló bastante fuerte todo el trabajo que se hacía.

En este momento es difícil entender que ya son diez años de la partida de él, pero bueno lo que nos queda es seguir luchando, es doloroso igualmente pensar que después de la muerte de Jairo se hizo una propuesta al gobierno de ese momento de turno de crear un refugio de vida silvestre en moín, una playa muy importante para la anidación de tortuga Baula, fue ignorado totalmente y en este momento tenemos la construcción de APM Terminals que ha venido a disminuir en gran cantidad la anidación de tortuga Baula. Pero bueno esa es la realidad de Costa Rica y creo que del mundo entero: las decisiones económicas están siempre por encima de las decisiones de conservación y lo que nos queda en seguir en la lucha, honrar el nombre de Jairo y seguir trabajando por la Conservación”.

Kioscos Ambientales UCR