Así, por señas: desgarramiento ético, frente al Genocidio

MSC. Jiddu Rojas

Roger Waters – Pigs (Three Different Ones) (Live 2018) – YouTube

«Dichoso el hombre que no le debe nada a los otros hombres, ni a los dioses». Mi Padre, qepd., repetía este refrán, y se lo atribuía a Khalil Gibrán, el poeta libanés.

En fin, ya no importa si era de Gibrán, o del tocayo Jiddu Krishnamurti, o de alguien más. La función de la memoria también es olvidar, dice el Psicoanálisis. Para mí, a estas alturas del partido, esas sencillas palabras, son Luz entre tinieblas… Y a veces, la Luz implosiona y desgarra. Pero vale la pena crecer al interno. Prosigo.

«Sólo gracias a aquellos sin esperanza nos es dada la esperanza», Walter Benjamin (1892-1940). Este gran filósofo y crítico de arte judío- alemán perseguido por el Nazismo, – obligado a suicidarse o incluso asesinado directamente por la Gestapo en la España de Franco–, Walter Benjamin, es inmortalizado directamente por otro gran filósofo contemporáneo suyo, otro judío-alemán de izquierdas, emigrado a Estados Unidos, Herbert Marcuse, en su obra «El Hombre Unidimensional» (Ed. Planeta-Agostini, Barcelona, 1993), justo al final de su texto con esa famosa cita ya clásica para algunos.

Quiero decir con nostalgia de Ernst Bloch, que el desgarramiento ético construye y siembra Utopía, permite que la Esperanza ontológica madure, y que Resistencia lúcida florezca, y fortalece espiritualmente, y deviene en un vector de fuerza de la Racionalidad Sustancial, frente a la mera racionalidad instrumental y su utilitarismo cotidiano.

Por si no me entendieron, al decir del refrán popular, ni por «señas», ni tampoco por el folclórico testimonio personal, ni por la «arrogante» (Sic) referencia académica, pues les dejo arriba en un Link, algo del gran músico de Rock Progresivo, Roger Waters, ex Pink Floyd. Obvio, no es casualidad que el Suscrito, haya escogido Pigs (Three different ones), alusiva al carácter francamente totalitario del Capitalismo Salvaje, léase Tardío, y en Costa Rica y Latinoamérica, además, Periférico.

Waters además de ser un gran músico, es un valiente activista por los Derechos Humanos de la población de Palestina. Y enfrenta el abierto boicot del poderoso Lobby Sionista (no confundir nunca Sionismo con la Cultura Judía, religiosa, nacional o étnica) que lo calumnia y lo acusa injustamente como “Antisemita”. Como si los Palestinos no fuesen Semitas también, o como si denunciar el Racismo, y el Apartheid cotidiano, y los crímenes de lesa humanidad del Colonialismo del Estado de Israel, fuese un acto políticamente incorrecto. Es un caso más de la propaganda mediática y de la Inversión Axiológica, -donde la Víctima se transforma en Victimario-, como estrategia discursiva de algunos medios hegemónicos. En estos días, se presenta en Buenos Aires, Argentina, y en varios grandes hoteles regentados por sionistas, cancelaron sus reservaciones, sufriendo hostigamiento y difamación mediática. La respuesta solidaria de sus seguidores no se hizo esperar, y se organizaron para buscarle hospedaje alternativo, hicieron marchas de apoyo, etc. Ya no es tan fácil manipular a la gente… Lo que les queda es la coerción, el temor y el puro terror.

En fin, ¿qué podemos aprender de lo anterior, de mi anécdota familiar, de una cita filosófica, o del testimonio de una celebridad? ¿Cómo conectan? La respuesta es que todos implican, actos morales y son material simbólico para reflexionar desde la Ética. Pero estos diferentes actos comunicativos, tienen un contexto determinado. Un contexto de asimetría y dolor social previos, y un desgarramiento subjetivo interno, con causas, efectos e implicaciones externas objetivas e intersubjetivas.

 La información internacional, en esta época mediática satura, a veces confunde, a veces ilustra, a veces invisibiliza. La información es también desinformación. La información audiovisual, de actos violentos e injustos, deliberadamente crueles, barbáricos, francamente sádicos, irracionales en sus fines y calculados tecnocráticamente en sus medios, estremece a cualquier ser humano medianamente sensible. Seguir este Genocidio en Gaza, casi televisado, humaniza y deshumaniza al mismo tiempo. Perturba, hiere sensibilidades humanas básicas, pero graba con sangre ajena, sangre de inocentes, en nuestras memorias íntimas, lecciones dolorosas pero inolvidables. Yo para bien o para mal, escogí abrir los ojos y luego la boca. No podría haberme callado frente a esta atrocidad, no tiene mérito, debe estar en mi estructura libidinal.

El desgarramiento, siempre es de naturaleza interna/externa, como en todo, y en la Dialéctica de El Amo y del Esclavo de Hegel (La Fenomenología del Espíritu, Ed. Rescate, Buenos Aires, 1991). El desgarramiento es existencial, se vive obvio, pero deberá orientarse más allá de lo empírico y trascender la experiencia por las Ideas Reguladoras (Kant), para poder construir Razón (Sustancial no sólo Instrumental), y aportar a la Praxis y a la transformación social.

Me explico aún más, y trato de entroncar experiencias personales con acercamientos recientes, y trascenderlas desde la vocación universal e intrínsicamente humanista de la Racionalidad Sustancial. Pero advierto, la reflexión ética no puede ser un solipsismo, ni el testimonio individual de una especie de héroe prerrafaelista, mucho menos una ocurrencia sectaria.

Más que principios metafísicos o dogmas, la decencia y la dignidad humana, no deben negociarse. No es «soberbia» (Sic), ni «intolerancia» (Sic), ni «pedantería» académica; tampoco «nobleza» (Sic) individualista. Se trata sólo un deber moral, un deber humano.

Si hay un Genocidio, prácticamente televisado, como el actual en Gaza; si hay limpieza étnica racista; si hay crímenes de guerra y de lesa humanidad; los haga quién sea; hay también un Imperativo Moral (Kant) de rechazarlos sin excusas, de condenarlos y hasta de denunciarlos. Le duela a quien le duela. Las pruebas documentadas son inobjetables, más allá de la usual propaganda.

«Cazar» (Sic), semióticamente como si fuese un «animal de presa», a un líder de Hamas, nunca puede justificar el bombardeo de un Campo de Refugiados palestino, dejando centenares de civiles muertos como “castigo colectivo”. Tampoco bombardear civiles con el ilegal «Fósforo Blanco», que conlleva una muerte cruel y dolorosa e innecesaria de civiles.

Menos, usar sistemáticamente la tortura, y la violencia sexual contra personas menores de edad detenidas (como está documentado por el DNI de Palestina). Tampoco la demolición de viviendas de civiles, ni la destrucción de sus cosechas ancestrales, o la constante humillación y agresión racistas, la tortura sistemática, por parte de Colonos israelíes ilegales contra la población nativa de Gaza y Cisjordania. Ese es el contexto previo a toda esta violencia.

Lo descrito anteriormente es sencillamente, Terrorismo de Estado, y sólo generará exponencialmente en un futuro cercano, más Terrorismo como respuesta. Es decir, la Seguridad del Estado de Israel paradójicamente, sólo será más vulnerable.

Matar impunemente a miles de niños, niñas, y civiles Palestinos, no les devolverá la vida a los cientos de civiles, colonos, y militares de Israel atacados por Hamas. Así como la «Nakba» Palestina de 1948 a manos del Estado de Israel, tampoco podrá nunca justificarse, con el previo Holocausto Nazi contra los judíos europeos.

En consecuencia, denunciar los crímenes racistas contra los Civiles Palestinos, nunca será sinónimo de Antisemitismo. No se dejen engañar. Al contrario, los Palestinos son Semitas. Es el actual Sionismo (Revisionista) imperante en el moderno Estado de Israel, fundado por colonos judíos europeos, el que sí es racista y «supremacista».

Digámoslo con claridad, el actual régimen ultranacionalista de Netanyahu, en su brutalidad colonial, compite con el de Hitler. Y ya fueron interpuestas las debidas acusaciones ante la Corte Internacional Penal en La Haya, y que pueden incluir desde Crímenes de Guerra, Crímenes de Lesa Humanidad, Limpieza Étnica, hasta Genocidio. Parece que la evidencia abunda.

Por lo tanto, no deberían importar tanto las consecuencias políticas, electorales, o laborales y económicas en el plano personal, por cumplir con el deber, ¿o sí?

En política todo es negociable, menos la Dignidad Humana básica. La Geopolítica acaso, incluso deberá repensarse más y más. ¿Se sabrá mucho o poco del nuevo yacimiento de gas en la costa del Levante frente a Israel, Gaza, Líbano y Siria? ¿Y de los contratos millonarios para su futura explotación con las grandes potencias occidentales?

Tampoco nos engañamos: Los innegables «Lobbies» del poder, – políticos, mediáticos, y económicos-, son reales, y defienden grandes intereses heteronómicos. Por ejemplo, el Lobby Sionista de Israel en Costa Rica, en EEUU., Europa, y en el Mundo en general, es el más poderoso, sin duda.

Pero no invocar y tratar de orientarse uno, por la Autonomía de la Voluntad racional, libre e informada, –para decirlo elegantemente con Kant en mi caso–, sería pura cobardía, oportunismo, inconsecuencia, complicidad, o incluso, pura maldad.

Hay entonces una decisión ética interna deliberada. No es «intransigencia» personal, ni vocación de «mártir» (Sic). Es puro deber ser. Las consecuencias se deberán asumir. Así como las consecuencias de los silencios cobardes.

Repito, es coherencia y decencia básicas en el plano personal, y Humanismo en el plano político y ciudadano. Más allá y más acá, de otras válidas consideraciones egoístas, tácticas o estratégicas, políticas, y del sentido de oportunidad. Hay que educar, educar y educar.

Nota: Gracias, personalmente seguiré modestamente, haciendo lo que sé hacer en redes. Si no les gusta lo que escribo, pues tienen derecho a no leerme. Pero si me van a criticar, al menos lean bien lo que escribo antes.

Y tratemos de no hacerlo tan personal, hay que subir el nivel del debate público. Aunque francamente, hacer apología de un Genocidio, también es un crimen…

Finalmente, les aclaro, vieran que lejos de «morirse de frustración» uno (Sic), se duerme mejor. Porque, como dice El Libro de la Tradición, «Está escrito: no sólo de pan vive el hombre (…) «.

¡Paz y Justicia para Gaza!

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