¡Ay Roodriguito!

José Luis Valverde Morales.

José Luis Valverde Morales

Cuando parecía todo amarrado para llevar a la presidencia de la Asamblea Legislativa a un diputado del “PUS” a mover la cabeza afirmativamente, como le gusta al fanfarrón mandatario, simulando un elefante metido en una venta de cristal, hace la quebrazón de padre y señor. 

Chaves, fiel a su estilo populista, se va a la provincia de Limón a despotricar contra diputados de oposición, en un clima crispado por la inseguridad, azuza en contra de ellos. 

Como el personaje Kiko de la vecindad del Chavo del 8, caprichoso dueño de la bola, con argumentos desmentidos por la Contraloría General de la República, carga contra el órgano fiscalizador, por no dejarlo hacer las cosas a su antojo. 

Trasquilados. 

Los diputados hace unos días en Casa Presidencial sumisos corderitos, en menos que canta el gallo, vieron los dientes separados del lobo, fueron por lana, salieron trasquilados. 

Eli Feinzag, líder del Partido Liberal Progresista, quien en algún momento llamó “tóxico“ a Chaves, no duró mucho para sentir los espasmos del veneno. 

PUSC O PUS. 

El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), está en su laberinto con al menos dos caminos de salida, el planteado por gente seria a lo interno (la hay) o el infeccioso pus amenazando su existencia, bajo el efecto de embajadas, dádivas desprendidas de la mesa compartida de Rodrigo Chaves, Pilar Cisneros, buenas viandas con los angurrientos importadores de arroz. 

Cierto lo incierto. 

En política lo único cierto es lo incierto, no pasaron muchas horas para dejar a los cuatro vientos, las manos efusivas fundidas en abrazos palpaban bolsillos y espaldas en búsqueda de innobles armas escondidas. 

De Fabricio Alvarado, jerarca de Nueva República, a esperar el comportamiento de su grey, Gloria Navas, de su partido, actual vicepresidenta del parlamento, creyente, nunca ha sido apegada a dogmas de la política. 

Rodrigo Arias ya dijo, mientras exista el clima de crispación contra sus compañeros del parlamento, el apetito desmedido de Chaves por engullir los controles de los fiscalizadores de la hacienda pública, no hablará con él de sus aspiraciones al frente del parlamento. 

Humo. 

¡Ay Rodriguito! El tic tac del tiempo pasa inexorablemente, el humo esparcido con discursos histriónicos dentro de la carpa de su circo, con pretendidos malabares contra la pensiones de lujo (gozan de inmejorable salud) se disipa. 

Heredado. 

A Chaves, casi todo lo hecho le fue heredado, lo deshecho con su quebradero de negarle dinero a becas de los más pobres, capital para las dádivas de pensiones a los más viejos y desprotegidos, lo pagaremos bien caro. 

Para entonces, como en la canción del español Joan Manuel Serrat, Rodrigo Chaves, Pilar Cisneros, otros, volverán con los ricos a su riqueza, los pobres a más pobreza y Fabricio Alvarado a sus diezmos.