Dolorosas muertes, inversión pública y responsabilidades

José Luis Pacheco Murillo

Todo lo que suceda por motivos de la acción violenta de la naturaleza, siempre es lamentable y siempre acarrea pérdidas materiales y, lo que es peor, pérdidas humanas.

En virtud de las lluvias que hemos tenido en los últimos días, se dieron múltiples situaciones en las que las inundaciones y el deterioro de casas de habitación fue la constante. Además de una catástrofe total con la muerte de 9 personas entre 22 y 64 años. 6 hombres y 3 mujeres, por el arrastre de un autobús a un guindo de más de 70 metros de profundidad. Una verdadera desgracia.

Pero considero que el pretender responsabilizar a personas concretas por este hecho de la naturaleza no suena razonable si no es que la pretensión sea la de afectar lo que esas personas representan.

Lo que si es cierto es que, lo sucedido en el desafortunado evento de las muertes y en muchas de las inundaciones y destrucción de viviendas tienen como común denominador la falta de inversión en la estructura vial a lo largo y ancho del país.

¿Cuántos años si hacer una inversión en la ruta número uno? ¿Cuánto tiempo sin hacer las mejoras necesarias? Tanto municipalidades como gobierno central a lo largo de muchos años abandonaron su responsabilidad de prevención y mantenimiento de vías y las primeras además otorgando permisos de construcción a diestra y siniestra sin criterios técnicos y sin importar el lugar donde construirían y además una falta de inspección para impedir construcciones en las márgenes de ríos.

Es muy lamentable que sucedan pérdidas humanas por desastres naturales, pero es más lamentable el abandono en el que se ha tenido al país en general en cuanto a la prevención para que este tipo de catástrofes no se den.

Dios quiera que estas muertes dolorosas y lamentables no pasen en vano, como no pasaron en vano aquellas sucedidas en el puente sobre la vía a Turrubares y que tanto municipalidades como gobierno central asuman sus responsabilidades y así evitar estos dolorosos episodios en el futuro.