El Regalo del Día de la Madre: ¡Jornadas de 12 horas!

MSC. Jiddu Rojas Jiménez

Legalizar la vil explotación laboral: El «regalo» legislativo a las Madres Trabajadoras este 15 de Agosto (Día de la Madre en Costa Rica) por parte del Gobierno Populista de Rodrigo Chaves, y de sus cómplices legislativos. Esos Neoliberales del viejo Bipartidismo (con las pocas excepciones del caso), más los nuevos Neoliberales (No Liberales), junto a los Fundamentalistas…

¿Se podrá detener ahora, o luego revertir? Tomar nota como ciudadanía, y no olvidar la historia. Y estructurar la lucha social de forma inteligente y unitaria desde, ayer. Pero reflexionemos más a partir de esta aparente derrota parcial popular.

Mientras, en las democracias capitalistas centrales más avanzadas, se reduce a 36 ó 32 horas la jornada de trabajo. Esto no es una gentil ocurrencia «progre» y nórdica inviable. Se busca así, el pleno empleo, una mejor calidad de vida, y la salud mental y física colectivas, pues los estudios científicos médicos de Salud Ocupacional advierten claramente, contra estas jornadas extendidas. Pero además se persigue en estas sociedades, el revitalizar el mercado interno y sus encadenamientos en el sector de servicios; o sea fundamentalmente, el fortalecer el Estado de Bienestar…

Si lo anterior le suena a Usted Estimado/a Lector/a, a algo así como «Socialismo Nórdico», o a vieja Socialdemocracia, o incluso a «Comunismo Criollo», –o sea a esos «perversos y diabólicos» Beneméritos de la Patria que impulsaron el Código de Trabajo, las Garantías Sociales y la CCSS–, no se asuste todavía. Permítame y le explico que difícilmente hay un país más capitalista (y hasta imperialista), y con Gobierno de Derecha, que los Países Bajos (Holanda). Su Jornada Laboral máxima es de 36 horas. ¿Quién diría que la productividad de Alemania Federal es baja? Pero encabeza la lista de naciones donde se trabaja menos de la OCDE.

Por el contrario, en la periférica Costa Rica con 48 horas laborales, –y sólo para que algunas Transnacionales no paguen horas extras–, se legalizan las jornadas de trabajo de 12 horas.

La destrucción de nuestro Estado Social de Derecho va de la mano de este Gobierno Ultra-Neoliberal y de Extrema Derecha.

Más dolor aún da, ver a gente sencilla costarricense, manipulada por la nefasta publicidad del Oficialismo, aplaudir alienada, la pérdida de sus propios derechos laborales básicos. Se promete paradójicamente más empleo así. De verdad que el razonamiento matemático, no es el fuerte de cierta Diputada oficialista. En fin…

La República, nuestra democracia, y nuestras conquistas sociales básicas, están en peligro mortal. Es como regresar en el tiempo, a las condiciones de explotación laboral del siglo XIX, o sea a las primeras huelgas por el digno derecho a trabajar sólo 8 horas diarias.

Retrocedemos como país, a pasos agigantados. Y francamente no parece haber una fuerza social, dotada de suficiente eficacia política e inteligencia que, –en medio de nuestras particularidades y diferencias–, pueda detener a esta Contrarreforma Social liderada por el Gobierno Neoliberal de turno, ahora en la versión autoritaria, populista y vulgarmente demagógica, de Rodrigo Chaves, y sus nuevos aliados de clase.

Ya este proyecto deshumanizado ganó su primer debate legislativo. Esto es una tragedia legal, política y humana. Y habla muy mal de los operadores políticos nacionales, al servicio de mezquinos intereses empresariales sin ningún sentido social de Patria o de Humanismo.

Es mi sincera opinión, que es un deber de toda persona decente y lúcida, sea esta trabajadora, empresaria, y/o profesional independiente, denunciar y combatir políticamente este infame proyecto legislativo.

Siendo como son imperfectos, pero perfectibles, nuestro Estado Social de Derecho, nuestra institucionalidad democrática, y nuestras conquistas sociales, padecen de una gran fragilidad. La falta de Legitimidad social de las mismas, impulsado por el avance de la corrupción política y la manipulación mediática y en redes sociales, establece una especie de cerco comunicativo al sector popular.

Todo este atroz clima cultural y político, –estimulado desde los voceros del Oficialismo–, es el campo fértil de la desesperanza y de anomia social (que invita al Narcotráfico y a la desesperación inmediata); es una invitación a las soluciones populistas neoconservadoras y antidemocráticas en boga (como nuestro mismo Gobierno); colaborando así más, a la polarización social y a la violencia simbólica y política.

Cuando la injusticia es Ley, se abren portillos sociales muy oscuros. Usted sabe cómo entra, pero no sabe cómo ni adónde sale.

Me temo que tal vez, más allá de la irracionalidad y de ambición apátrida de algunos malos políticos/empresarios, y repasando el contexto regional y Geopolítico, el plan para Costa Rica sea otro: Sembrar el caos, destruir nuestro Sector Público (que nos diferenciaba regionalmente), y generar así la inviabilidad democrática.

Advertidos/as estamos.

PD: Muchas gracias por «regalito» a la Diputada Pilar Cisneros, a «El Malacrianza» y a sus nuevos amigotes de la Asamblea Legislativa.