Elecciones en Guatemala: Choque Generacional y Desafíos Democráticos

Mauricio Ramírez Núñez

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

Las recientes elecciones en Guatemala han generado una variedad de opiniones y expectativas entre el hermano pueblo guatemalteco. Según comentarios de amigos residentes en el país, la generación mayor de 50 años no está satisfecha con los resultados electorales. Sin embargo, las generaciones más jóvenes muestran entusiasmo y esperanza debido a la ruptura histórica con lo que consideran la “política tradicional”. Aunque existe preocupación sobre posibles persecuciones y tensiones hacia militares y figuras históricas de otros partidos, al parecer, la polarización no ha alcanzado niveles críticos como en otros lugares del continente, como la Argentina, donde uno de los candidatos promete literalmente “pasar la motosierra a la casta tradicional y a los colectivistas”.

Los votantes jóvenes en Guatemala anhelan un enfoque del nuevo gobierno en la lucha contra la corrupción, un problema persistente en el país y la región. Por otro lado, quienes optaron por no votar muestran apatía y descontento hacia los dos candidatos de la segunda vuelta. El aumento en los votos nulos y la abstención podría señalar también un posible descontento con el funcionamiento de la democracia en el país ante la falta de respuestas concretas a problemas de carácter estructural e históricos que siguen sin resolverse.

Es interesante destacar la estrategia de campaña de la candidata Sandra Torres, quien al final centró su enfoque en temas de seguridad y culturales de corte conservador, adoptando posturas similares a la de líderes como Bukele. Aunque este enfoque podría haber sido considerado un punto fuerte, parece que no logró ganarle terreno, algo que se debe estudiar con detalle, en especial en un país de tradición conservadora. Por otro lado, Bernardo Arévalo demostró astucia al utilizar plataformas como TikTok y el discurso de la lucha abierta contra la corrupción para conectarse con las nuevas generaciones. Esta estrategia refleja la creciente influencia de las redes sociales en la política contemporánea y cómo los candidatos buscan posicionarse en la era digital ante el público más joven.

Sin embargo, el cambio político en Guatemala ha resucitado preocupaciones en ciertos sectores sobre la posible aparición del viejo fantasma del comunismo, debido al triunfo de Arévalo en la segunda vuelta. Específicamente, en círculos tradicionales y vinculados al poder económico, existe inquietud y críticas hacia el nuevo gobierno, el cual ni siquiera ha tomado el poder. Este resurgimiento de ideologías y debates ideológicos propios de la extinta Guerra Fría agrega complejidad al panorama político del país.

La gobernabilidad se presenta ahora como un reto crucial para el nuevo gobierno, tal como sucede en el resto de América Latina. La capacidad de diálogo, negociación y liderazgo se pondrá a prueba, especialmente ante los desafíos en la lucha contra la corrupción, la desigualdad y la necesidad de diversificar la economía para adaptarla a la era digital y las nuevas demandas del mercado laboral. La ciudadanía espera con gran expectativa que las acciones del gobierno estén en línea con los compromisos adquiridos durante la campaña electoral. Los pueblos latinoamericanos están sedientos de certeza, quieren volver a confiar y creer.

En el área de la política exterior el triunfo de Arévalo despierta especialmente entre los sectores conservadores, incertidumbre en torno a las relaciones con Estados Unidos y Taiwán, lo cual ha generado un gran interés tanto a lo interno del país como a nivel internacional. Para nadie es un secreto que las oportunidades económicas y de desarrollo para Guatemala que traería el establecimiento de relaciones con China serían muy beneficiosas, y parte del sector empresarial del país lo tiene claro. El nuevo gobierno enfrenta la tarea de redefinir sus alianzas internacionales en un contexto de multipolaridad que requiere altas dosis de pragmatismo, lo que añade un elemento crucial al ya complejo escenario político guatemalteco.

Estas elecciones en Guatemala han generado una mezcla de perspectivas. Aunque hay entusiasmo entre las generaciones más jóvenes por el cambio en la política tradicional, también hay inquietud por el resurgimiento de debates ideológicos y retos en la gobernabilidad. Una vez más, en esta década las estrategias de campaña y el uso de las redes sociales han demostrado ser factores importantes en la política del vecino país, así como en el resto del continente. Queda claro que toda vieja forma de hacer política se ha ido al basurero de la historia y las nuevas tendencias en temas de marketing digital sobrepasan los límites tradicionales de aquello que conocemos como campañas electorales. La capacidad del nuevo gobierno para enfrentar los desafíos será fundamental para unir al país y cumplir con las expectativas de la ciudadanía, en un contexto internacional complejo, en transición y de lucha geopolítica.