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Etiqueta: Bernardo Arévalo

La fe presente en la resistencia pacífica de los pueblos

Santa Misa, 15 de octubre 2023, en la resistencia pacífica de la Ciudad de Guatemala, liderada por las autoridades ancestrales de los pueblos originarios.

Texto de Mayra Rodríguez, Sector interreligioso Centinelas, Guatemala

El 2023 fue un año épico para Guatemala. Era un año electoral, en el que, a pesar de que muchas instancias sociales y civiles habían apostado por la formación ciudadana, el panorama no era halagüeño. 26 de 30 partidos políticos buscan perpetuar en el poder a las fuerzas antidemocráticas, que han vivido por años de la impunidad, la corrupción y la violencia.

Las elecciones fueron en junio y con ellas se abrió una brecha a la esperanza que se consolidó en agosto, en una segunda vuelta electoral que llevó al ejecutivo a un binomio presidencial propuesto por un partido político pequeño, nuevo, integrado en su mayoría por jóvenes bajo el liderazgo de Bernardo Arévalo, hijo de uno de los presidentes que hizo historia en Guatemala por generar nuevas rutas para el país, allá por la década de los 40’s, en el período conocido como la Primavera democrática de 1944-1954.

Dicho triunfo electoral activó todos los mecanismos de las mafias que se resisten a salir del Estado y, con el Ministerio Público (MP) como su principal operador, inició una cacería de brujas contra el binomio ganador y su partido político, que terminaron afectando a toda la población. No solamente abrían procesos penales espurios contra el partido, sino que atacaron al Tribunal Supremo Electoral, máximo órgano rector del proceso y secuestraron las urnas en las que el pueblo había emitido su decisión. Un golpe estado se gestaba, aún antes de que el binomio electo tomara posesión de sus cargos.

Frente al riesgo de perder la poca democracia de Guatemala, un actor importante -y mayoritario- se movilizó: los pueblos originarios, que bajo el liderazgo de sus autoridades ancestrales y comunitarias lideraron una gesta histórica que nos llevó a seguir respirando esperanza y creer en Otra Guatemala Posible, con el concurso de todas y todos.

Las varas de las autoridades ancestrales y comunitarias, símbolo de servicio, en el último día de resistencia en Gerona, frente al Ministerio Público.

Del 02 de octubre de 2023 al 15 de enero de 2024, los pueblos originarios de Guatemala lideraron una lucha pacífica, a la que se sumaron distintos sectores organizados y no organizados de la sociedad con plantones en diversos puntos del país, teniendo como punto central la calle frente al edificio que ocupa el Ministerio Público. La demanda: el respeto a la democracia y la renuncia de quienes habían dirigido el secuestro del voto popular: la Fiscal General y 2 de sus fiscales, así como el juez que dio la orden judicial.

Las autoridades ancestrales y comunitarias dieron cátedra y cambiaron las formas de protesta social acostumbradas en la ciudad. Las vuvuzelas se sustituyeron por discursos con contenido político; las palabras disonantes fueron excluidas de dichos discursos, en los que siempre existió un poderoso llamado a la lucha pacífica. No manchar y mucho menos dañar la infraestructura pública fue otra de las características de dicha protesta y un llamado constante a protestar con el rostro descubierto, porque cuando se defiende la democracia se hace “con la cara y las manos limpias” decían.

Nos enseñaron que todas y todos podemos ser parte activa de la lucha y defensa de la democracia, de diversas formas. Saliendo a las calles con carteles y discursos, si, pero para aquellos que no podían, también era importante llevar un plato de comida, un poco de música, algo de arte, en los momentos que pudieras. A esta lucha aportaron incluso quienes tuvieron que abandonar el país, migrantes guatemaltecos en todo el mundo fueron parte de la lucha por la democracia.

Voluntarias y voluntarios en la Cocina Solidaria, preparando y sirviendo alimentos para los pueblos en resistencia.

En esa gesta histórica la fe jamás hizo falta. La oración y los servicios religiosos acompañaron cada día, los distintos plantones que defendieron la democracia del país. Enfrente del MP por ejemplo, no hubo domingo que hiciera falta la Santa Eucaristía, como tampoco hizo falta el culto evangélico.

Fueron 106 días en que las comunidades indígenas nos enseñaron la dimensión de la fe y de cómo se vive de manera colectiva. Fueron 106 días en los que los pueblos compartieron sobre organización comunitaria, sobre solidaridad, sobre resistencia, digna resistencia. 106 días en que las autoridades ancestrales y comunitarias movilizaron dignidad y reconocimiento. 106 días que hoy nos permiten escribir una nueva historia para Guatemala, con el protagonismo y liderazgo de las autoridades ancestrales y comunitarias.

Notas:

  1. La Mesa Ecuménica Regional (MER) es un espacio de encuentro y trabajo colectivo entre diferentes organizaciones ecuménicas de México, el Caribe y Centroamérica que busca fortalecer las redes de colaboración e incidencia de nuestras organizaciones generando espacios para la reflexión y el análisis, la planificación y la incidencia en los países de la región ante la creciente amenaza y vulneración de los derechos humanos y de la tierra. Está conformada por:
    • MujerEs – El Salvador
    • Credho- Honduras
    • Centinelas – Guatemala
    • DEI – Costa Rica
    • CMMLK – Cuba 
    • Centro de Estudios Ecuménicos – México

  2. Fotografías y pie de foto: TV Paisaje Sololá.

Fuente: https://www.deicr.org/la-fe-presente-en-la-resistencia-pacifica-de-los-pueblos

Compartido con SURCOS por Carlos Tamez.

Una verdadera democracia para Guatemala

Alberto Salom Echeverría

“Y de esta manera fueron vencidos los señores

de Xibalbá al ver tantas flores juntas.”

Popol Vuh.

Inicio con esta frase tan bella del Popol Vuh, nuestro Popol Vuh, que me la hizo llegar mi dilecto amigo el expresidente Luis Guillermo Solís. Yo le respondí que haría falta señalar que, con la juramentación del ahora presidente constitucional de Guatemala, Bernardo Arévalo, se ha ganado una “batalla” importante para hacer renacer una verdadera democracia en Guatemala, pero la lucha será mucho más larga y compleja.

¿A qué herencia hay que renunciar?

Guatemala es probablemente el país que posee la estructura social más oligárquica en todo Centroamérica. Y, esto es una herencia de la colonia que, las fuerzas democráticas guatemaltecas no se han logrado quitar de encima.

En la década de los años cuarenta se produjo en el más nórdico de los países del Istmo centroamericano, el inicio de la llamada “primavera democrática”. Esta “primavera” se abrió con la “revolución democrática” de octubre de 1944, encabezada justamente por el padre del actual gobernante de Guatemala, Juan José Arévalo. ¿Revolución? Sí, porque como nos dijera en una oportunidad a varios revolucionarios costarricenses, el prócer asesinado por las crueles balas del ejército y la oligarquía guatemalteca, Meme Colom Argueta: “en nuestro país (Guatemala), para impulsar reformas democráticas, así chiquititas -y nos mostró sus dedos pulgar e índice de su mano derecha casi juntos- hay que hacer una revolución así grandotota -y nuevamente nos mostró esta vez sus dos manos ampliamente extendidas para evidenciar la diferencia-“.

El gobierno de Arévalo puso una detente a muchos años de regímenes militares de los más bárbaros y despóticos de la historia de los países centroamericanos. Aquellos regímenes militares estaban coludidos con la oligarquía más rica, aristocratizante y antidemocrática de los cinco países que tradicionalmente han constituido Centroamérica. Los militares eran los guardianes de la enorme riqueza amasada sobre la base de la explotación principalmente de la población originaria de Guatemala; sin duda la más extendida en todo el “Istmo”, conformada por diferentes etnias y poseedora de una rica tradición cultural: los Mayas. No obstante, no poco han ayudado los estudiantes universitarios, los intelectuales y hasta sectores minoritarios y democráticos de las fuerzas armadas a apuntalar las luchas progresistas y anti oligárquicas en Guatemala.

Y ¿cuáles fueron esas reformas “pequeñitas”, según la expresión del prócer Meme Colom? Los costarricenses sabremos aquilatar su significado, ya que la primera y fundamental reforma fue la conquista del código del trabajo en 1947. Mediante este código se puso fin a la denominada “Ley de vagancia”, mediante la que se sometió a muchas personas que vivían en el mundo de la pobreza y de la miseria a jornadas laborales extenuantes. Por medio de la seguridad social se legalizó el derecho de huelga, se le otorgó además el derecho al voto a todos los varones mayores de edad y a las mujeres que supieran leer y escribir.

Al terminar con el trabajo forzado, se desestructuró la hacienda como matriz societal de más larga duración; la cual era otra herencia funesta del período colonial, nos dice Julieta Rostica coordinadora del Grupo de Estudios sobre Centroamérica de la Universidad de Buenos Aires, la UBA. Todos estos cambios formaron parte, en principio, de la Carta Constitucional de 1945. En ella se estampó un precepto constitucional que denominaron “la función social de la propiedad”, el cual sirvió de base para la ley de “Reforma Agraria” que se impulsó en el segundo gobierno de la “revolución democrática”, el de Jacobo Árbenz en 1952. Durante el primer gobierno de Arévalo, también se había promovido una reforma educativa, se impulsaron campañas de alfabetización, se reabrió la Universidad Popular de Guatemala, florecieron las escuelas nocturnas para trabajadores, se impulsó como nunca la educación rural y la formación de maestros. También desde el Congreso de la República Antonio Colom Argueta impulsó otras tantas reformas a la educación, entre ellas el “Escalafón de maestros”.

El gobierno de Árbenz fue más radical que el anterior del presidente Arévalo; de hecho, se ganó el mote de “gobierno comunista”, desatando con ello una marejada contrarrevolucionaria, que derivó en un levantamiento militar alentado por la siniestra CIA de los Estados Unidos, dando al traste con los gobiernos de la “primavera democrática” de Arévalo y Árbenz. La “Reforma Agraria” llevó las cosas a un punto que los conservadores sencillamente no soportaron, asimismo, para la United Fruit Co., que acaparaba el 80% de la tierra cultivable en Guatemala, la erradicación de la “Ley de Trabajo Forzado” resultó un hecho insólito e insoportable. Ambos sectores, el de la oligarquía ultraconservadora y la United Fruit Co. financiaron el levantamiento militar junto a la CIA estadounidense, a cuyo frente se colocó el coronel Carlos Castillo Armas, quien entró por la frontera desde territorio hondureño y avanzó hasta la capital, provocando la caída nueve días después de Jacobo Árbenz. (Cfr. Oliva, Ayelén. “¿Quién fue Juan José Arévalo, el padre del nuevo presidente de Guatemala que lideró la “revolución de octubre” hace 80 años? BBC News Mundo. enero 2024).

A partir de ese momento, la represión desatada por los militares contra los sectores populares se tornó sumamente violenta, derivando en consecuencia, en una ola de asesinatos y cárcel contra todo el que se insubordinaba, el proceso en su integralidad estuvo exento de juicio previo. Todavía después de Castillo Armas, prosiguieron los crímenes y las desapariciones, que se han llegado a contabilizar en 200.000 personas entre 1978 y 1990. Es pues a esta herencia de latrocinio y arbitrariedad por parte del Estado guatemalteco, a la que se debe renunciar, y es debido a ello que, al actual mandatario de Guatemala, Bernardo Arévalo le costó tanto ser juramentado el 14 de enero, pasada la medianoche.

Bernardo Arévalo: por la verdadera democracia.

El actual presidente Arévalo, fue juramentado pasada la medianoche, junto a su vicepresidenta Karin Herrera, hecho que se efectuó simbólicamente en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Esta juramentación se llevó a cabo, no sin que antes se hubiese escenificado un intenso debate entre diputados oficialistas y miembros de la oposición, próximo a enfrentamientos violentos entre los representantes del pueblo. En contrapartida, en las calles aledañas al Congreso también se encontraron las fuerzas policiales de la represión en la capital guatemalteca y las fuerzas populares que desde temprano inundaron las calles del centro de la capital y en los alrededores del Congreso.

Con antelación la fiscalía de la Nación había iniciado un espurio proceso contra el ahora presidente constitucional de Guatemala. Este proceso llevaba la intención de impedir que Arévalo y Herrera asumieran el poder político. Arévalo en varias ocasiones y en distintos foros denunció que se fraguaba en su contra un “golpe de Estado”. Por otra parte, el Tribunal Supremo Electoral se pronunció validando el proceso electoral como legítimo, consagrando así, el triunfo de Arévalo y Herrera en las urnas electorales por un porcentaje de votos superior al 60%. Asimismo, la Corte Constitucional rechazó todos los recursos de amparo presentados por políticos de la oposición contra el proceso electoral, pretendiendo tacharlo de fraudulento. Todo esto preconiza las difíciles condiciones en medio de las cuales le corresponderá desenvolverse al actual gobierno, cuya misión política fundamental estriba en reestructurar el sistema democrático guatemalteco. El apoyo popular recibido será el principal bastión con que contará Bernardo Arévalo en el tanto que él, su vicepresidenta y el enorme movimiento popular que ahora los apoya, conserven esa unidad férrea de contenido anti oligárquico, antimilitarista y por una democracia verdadera.

Los enemigos que tienen enfrente no pueden ser subestimados; en esencia, son los mismos que intentaron tantas veces sabotear al Gobierno Constitucional de Juan José Arévalo, padre del actual mandatario y que le propinaron un golpe de Estado al siguiente gobierno del coronel progresista Jacobo Árbenz Guzmán, desatando la contrarrevolución y una represión generalizada contra el pueblo guatemalteco, “los de a pie” como se les dice tradicionalmente. Son los mismos enemigos, excepto uno, por ahora: el gobierno de Los Estados Unidos, encabezado por su presidente Joe Biden, quien ha estado apoyando en todo momento que se llevara a cabo el traspaso de poderes de una manera pacífica. De igual manera, esta vez la Organización de Estados Americanos, OEA, que preside Luis Almagro, ofreció su apoyo irrestricto al presidente electo. Ya era hora que la OEA se apuntara a favor de una causa justa para el pueblo.

Así quedó finalmente constituido el nuevo gobierno democrático de Guatemala, en una larga, aunque fructífera noche. Su objetivo cardinal, la consecución de una democracia verdadera en Guatemala será una tarea harto compleja, jalonada de muchos riesgos en el camino; la solidez democrática, el apoyo popular y la legitimidad que ha ganado el gobierno que recién asumió el mando de la Nación, hacen pensar que esta vez, el movimiento popular se puede solidificar junto a su gobierno con el objeto de poder cumplir así una tarea de gran trascendencia y calado en Guatemala y en todos los países del Istmo centroamericano. Es una responsabilidad histórica.

 

Enviado a SURCOS por el autor.

Frente Amplio de Uruguay felicita al nuevo presidente de Guatemala y al pueblo por el fortalecimiento de la democracia

Desde la presidencia del Frente Amplio queremos felicitar a Bernardo Arévalo y Karin Herrera por su asunción como Presidente y Vicepresidenta de la República de Guatemala. Nuevas esperanzas abrazan al pueblo de esa patria hermana.

La aplastante victoria electoral en agosto de 2023 estuvo bajo asedio constante, incluso hasta pocas horas antes del acto de asunción. Convencidos de la responsabilidad que tenemos las fuerzas progresistas y democráticas de la región del continente, desde el Frente Amplio seguimos atentamente el proceso político y nos manifestamos llamando a la comunidad internacional a defender la decisión del pueblo guatemalteco y solicitando a nuestro gobierno a que respalde las instituciones electorales de Guatemala.

La victoria en las urnas resultó también en una victoria de la democracia frente a los intentos golpistas. El compromiso popular, las organizaciones indígenas y los jóvenes han sido fundamentales para la defensa de la institucionalidad ante las constantes amenazas y declaraciones que propugnaban por impedir el mandato popular.

Desde el Frente Amplio saludamos y felicitamos al pueblo de Guatemala, a su nuevo Presidente y al Movimiento Semilla. Nos comprometemos a seguir atentos y solidarios el proceso que se inicia a partir de la asunción del nuevo presidente.

Como indicó Artigas en su anhelo por la libertad: «La causa de los pueblos no admiten la menor demora».

Es urgente detener el intento de Golpe de Estado en Guatemala

La APLA, plataforma regional en las Américas de la Alianza Progresista Global conformada por partidos políticos, fundaciones y organizaciones progresistas de toda la región, expresa su condena ante la decisión del Ministerio Público de Guatemala de anular las elecciones del pasado mes de agosto en el que resultó electo Presidente Bernardo Arévalo.

Expresamos nuestra preocupación por las sistemáticas acciones de intimidación y persecución a opositores políticos al actual Gobierno que incluyen falsas denuncias de irregularidades que buscan desde ese momento anular el resultado de las urnas desconociendo la voluntad popular.

Tal como lo advirtió hoy la Organización de Estados Americanos, en el país centroamericano está en marcha un intento de Golpe de Estado y “las acciones y dichos de los fiscales Rafael Curruchiche y Leonor Morales constituyen una alteración del orden constitucional del país, un quebrantamiento del Estado de Derecho y una violación de los Derechos Humanos de la población de su país.”

Desde nuestra organización exhortamos a los organismos internacionales y los gobiernos democráticos de todo el mundo a poner fin al hostigamiento de las actuales autoridades, y el urgente reconocimiento del resultado electoral y proclamación de la fórmula que resultó vencedora.

Expresamos nuestra total solidaridad con el Partido Movimiento Semilla, con el Presidente electo Bernardo Arévalo y el pueblo guatemalteco.

9 de diciembre de 2023

Guatemala. ¿Golpe tras golpe, hacia dónde va?

Mg. José A. Amesty Rivera

Recordemos que el pasado 20 de agosto 2023, se celebraron elecciones presidenciales, en segunda vuelta, en Guatemala. La contienda electoral dio como vencedor a Bernardo Arévalo, sociólogo y diputado de 64 años, del partido Semilla.

Antes, ya había amenazas hacia el partido Semilla de Arévalo, de ser suspendido; y antes que el presidente electo fuera investido como presidente, ya hay amenazas de golpe de estado.

Según Fátima Najarro, en su artículo «Qué es un golpe de Estado en Guatemala y cuántos ha habido en el país«, definamos golpe de estado: «En un sistema político, un golpe de Estado se refiere a la inconformidad de un grupo con poder al respecto de la persona quien está en el ejercicio del poder. Este grupo actúa para lograr un cambio de régimen por la fuerza».

Najarro, citando al abogado constituyente Aquiles Faillace, este señala: «esa fuerza por la que se concreta el golpe de Estado puede ser de dos tipos. Si es un levantamiento de la ciudadanía, en este caso se le llama revolución, o bien por el uso de fuerza de los grupos militares». «El objetivo del uso del golpe de Estado puede ser un cambio de modelo político, cambio de forma de gobierno o bien desconocer a los contrapesos que existen en un gobierno democrático, como las cortes y el Congreso».

Y es que, en los últimos cien años de historia guatemalteca, en este país se han sucedido los siguientes golpes de estado: «La revolución de 1944: con esta se dio fin al régimen militar de Jorge Ubico que fue sustituido por Federico Ponce Vaides dando paso a que Juan José Arévalo Bermejo fuera electo. En 1954 fue removido de la presidencia Jacobo Árbenz a la fuerza quedando al frente el militar Carlos Castillo Armas. En 1963 Enrique Peralta Azurdia fue el jefe de estado de facto luego de derrocar a José Miguel Ydígoras Fuentes. En 1982 fue removido del poder Romeo Lucas García por parte de Efraín Ríos Montt. En 1983 Ríos Montt fue sustituido por Óscar Mejía Víctores, solo fue relevado del cargo porque el régimen se mantuvo. En 1993 ocurrió el conocido autogolpe de Estado fallido de Jorge Serrano Elías. En esta ocasión, Serrano disolvió el Congreso, la Corte Suprema de Justicia y las dos Procuradurías, es decir, los contrapesos», señala Najarro.

Volviendo a las denuncias contra el partido Semilla, según la periodista Daniela Camacho, en artículo «Pobre Guatemala«, «Antes de las elecciones de segunda vuelta, el fiscal Rafael Curruchiche, jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) en Guatemala, (quien ordenó suspender la personería jurídica del partido Semilla), advirtió que podría suspender al partido y emitir órdenes de arresto para algunos de sus miembros por supuestas irregularidades en la recolección de las firmas ¡de 2017! para la creación del Movimiento».

Así mismo, la periodista Victoria Korn, en el artículo «Guatemala: Arévalo se enfrenta a una nueva asonada del Pacto de Corruptos«, indica que, «el Ministerio Público guatemalteco investiga actualmente al Movimiento Semilla por presuntas irregularidades en el proceso para ser autorizado como partido político al haber supuestamente falsificado la firma a por lo menos 5.000 ciudadanos e incluir personas que ya habían fallecido, además de pagar a otras para que dieran su firma».

«El golpe más reciente que recibió el Partido Semilla fue en el Congreso donde a su bancada la despojaron del título de ‘bloque legislativo’, y en su lugar le fue impuesto el de ‘independiente’. En la práctica, los diputados de Semilla quedaron excluidos de participar de todas las comisiones de trabajo del Congreso, de las juntas de jefes de bancada Pacto de Corruptos: Rondan dudas sobre el futuro de los decretos y de las comisiones de Derechos Humanos. «Así, los diputados de Semilla se perderán de las discusiones legislativas, como el plan de presupuesto para el año 2024 que le atañe a la nueva Administración y que está por presentarse, y solo les será permitido votar cuando haya plenaria parlamentaria. Los analistas coinciden en que los directivos del Congreso no tenían atribuciones para tomar dicha decisión. La directiva es presidida por Shirley Rivera, del partido Vamos, que comanda el presidente Giammatei».

Finalmente señala Korn, «Al ser inhabilitado, Movimiento Semilla no puede realizar ninguna actividad, como emitir declaraciones, recaudar dinero o sumar afiliados. Además, sus 23 nuevos diputados tendrán facultades reducidas, pues no podrán conformar una bancada, presidir comisiones, participar en la preparación de la agenda del Congreso ni tener asesores pagados».

En fin, es todo un mecanismo golpista supuestamente «legal», que enfrenta el presidente electo, toda una nueva forma de golpe de estado no militar.

Actualmente, según Prensa Latina artículo «Guatemala: Presidente electo denuncia golpe de Estado en curso«, el presidente Arévalo, ha denunciado la existencia de golpe de estado contra el orden constitucional y la democracia, señalando que hay un grupo de políticos y funcionarios corruptos que no aceptan los resultados de la contienda electoral, señalando junto a la vicepresidenta electa Karin Herrera, específicamente a la Fiscal General Consuelo Porras, al jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad Rafael Curruchiche y al juez séptimo de instancia penal, Fredy Orellana, incluyendo además a “la Junta Directiva del Congreso de la República y otros actores corruptos y antidemocráticos».

A su vez, el presidente señala que, «quien ejerce golpe de Estado va contra la ley del país. La Constitución establece en el artículo 186, Prohibiciones para optar a los cargos de Presidente o Vicepresidente de la República que: “El caudillo ni los jefes de un golpe de Estado, revolución armada o movimiento similar, que haya alterado el orden constitucional, ni quienes como consecuencia de tales hechos asuman la Jefatura de Gobierno”.

La periodista Daniela Pacheco añade, «La situación que incluye hasta intentos para atentar contra la vida de Arévalo, y la de su vicepresidenta, Karin Herrera, es tensionante y muy preocupante. Hasta la desprestigiada Organización de Estados Americanos (OEA), llamó la atención sobre la suspensión del partido Semilla a la que calificó como un abuso».

Concluye Pacheco: «Hay un cáncer terminal en Guatemala y Bernardo Arévalo prometió extirparlo. No se ha posesionado y las élites ya le quieren quitar el quirófano, las enfermeras, la anestesia y las herramientas para operar. Luego, la culpa de que se muera el paciente es sólo del bendito médico».

Por otro lado, el compañero indígena quechua Ollantay Itzamná, activista y defensor de los derechos humanos, abogado, teólogo y antropólogo, ya había indicado antes de las elecciones en Guatemala, en su artículo: ¿Qué cambiará en Guatemala con las elecciones presidenciales de 2023?, que, «Gane quien gane, el sistema neoliberal, engarzado con la industria del narcotráfico, continuará despojando los territorios con más violencia que antes. Ninguno de los dos partidos políticos (Semilla y UNE Unidad Nacional de la Esperanza de Sandra Torres), pone en cuestión la vigencia del sistema neoliberal en Guatemala».

«Si gana Bernardo Arévalo, es probable, por la influencia de la juventud sensible que le rodea, que intente realizar algunas reformas simbólicas o cosméticas en las instituciones estatales o en las políticas públicas. Pero, de ser posible, dichas reformas serán mínimas, puesto que el Congreso de la República y la economía lícita e ilícita están controlados por el denominado “pacto de corruptos”. «En ese hipotético contexto, a Arévalo no le quedará más que arrimarse lo más que pueda a la Embajada norteamericana (de no hacerlo, podría tener el mismo final que Jacobo Árbenz u Otto Pérez). Pero, la Embajada no le permitirá a Arévalo acercarse a los actores sociopolíticos antineoliberales o anti imperiales que con seguridad seguirán en las comunidades y en las calles de Guatemala. El sector indígena-campesino-popular financiado por las migajas de la USAID no podrá defender a Arévalo de los ataques de la oligarquía».

«Si gana Sandra Torres, está igual tendrá el respaldo de la Embajada gringa, además de la oligarquía lícita e ilícita del país. El aparato estatal continuará su acelerado proceso de entropía (autodestrucción) ocupado por el crimen organizado. Pero, las condiciones de vida de la gente seguirán empeorando. Y las resistencias al despojo y al saqueo neoliberal desde los territorios continuarán creciendo. Con el partido Semilla es probable que el Estado criollo racista se oxigene o intente revitalizarse, pero con seguridad será para el beneficio de los de siempre, y sobre las cenizas de los pueblos. Así como ocurrió en los dos siglos de República».

«En resumen, la esperanza transformadora para las grandes mayorías no está en ninguna de las dos opciones. En 2027, la guatemalticidad continuará buscando la promesa de los cambios estructurales, y ojalá con algunas lecciones aprendidas. Porque no creo que estos pueblos hayan nacido condenados al eterno placebo».

A su vez, Itzamná artículo «Guatemala en contexto electoral 2023«, afirmaba: «Si ya el proceso electoral, y los resultados de la primera vuelta, estaban cuestionadas y deslegitimadas por la arbitrariedad y la disputa política entre el sistema judicial (Corte Suprema de Justicia) y los jueces electorales (TSE), además del silencio complaciente del gobierno de Alejandro Giammattei, la emotiva atmósfera electoral construida para la segunda vuelta afianzó la incertidumbre y la desvirtuación de lo que, según estándares internacionales, se entiende por proceso electoral democrático».

Entre las cuestiones más importantes ausentes en la atmósfera electoral de Semilla-Arévalo están la:

Corrupción. El electorado, aparte de la promesa del partido Semilla que indica que traerá de vuelta a jueces y fiscales refugiados en el exterior para reformar el sistema judicial, no conoce cómo y en qué consiste específicamente la prometida “lucha contra la corrupción”. La UNE, partido cuya candidata a la presidencia, Sandra Torres, ya estuvo detenida por “asociación ilícita”, simplemente calla sobre esta cuestión coyunturalmente sensible para el país.

El Narcotráfico. Desde diferentes comunidades y municipios se hicieron reiteradas denuncias públicas en las redes socio digitales de la compra o pago por voto de hasta Q.1,500 (equivalente a $200.00) por parte de candidatos locales y departamentales. Además, políticos con serias denuncias de narcotráfico fungieron como candidatos para alcaldes y diputados. Pero, estas y otras variables que determinaron las elecciones de la primera vuelta no fueron, ni son materia de debate electoral.

El Neoliberalismo. Sorprendentemente el sistema neoliberal vigente en Guatemala, con consecuencias dolorosas para los pueblos y para el propio país, no fue, ni es materia del debate electoral. La única organización política que cuestionó el sistema neoliberal, mediante su propuesta de revisión de los contratos de privatización, fue el partido de izquierda Movimiento para la Liberación de los Pueblos MLP.

La Desigualdad socioeconómica. En 2015, cuando surgió la “euforia de lucha contra la corrupción”, el 59% de guatemaltecos se encontraba en situación de pobreza. En 2022, el 63% de guatemaltecos se encontraba en situación de pobreza multidimensional. La hambruna, como consecuencia de la disminución de los medios de vida y de los impactos del cambio climático arrecia en el país. Aunque las remesas económicas de migrantes (que representan más del 20% del Producto Interno Bruto) atenúan aparentemente esta realidad.

La Plurinacionalidad silenciada. Otra tara republicana que tiende a renaturalizarse en este contexto electoral es el racismo y el despojo colonial de los territorios de pueblos indígenas. Ni Semilla, ni la UNE, contemplan en sus programas de gobierno el desafío de reconocer e implementar los derechos colectivos de los pueblos indígenas como son: derecho a la consulta previa, derecho al territorio, derecho al autogobierno, entre otros. Y, para sorpresa de propios y extraños, hasta las organizaciones indígenas, que en algún momento se proclamaron como “plurinacionales”, ahora, llaman al voto para Semilla, sin valorar quizás los fines geopolíticos o anti plurinacionales que están detrás de ambas propuestas políticas. De esta manera, el próximo 20 de agosto, Guatemala decidirá por más neoliberalismo, mayor racismo, y continuado despojo de los territorios indígenas.

Todo lo último, a raíz de algunos sectores de izquierda en América Latina, que creen que el partido Semilla de Arévalo es de orientación progresista, cuando en realidad es definido como: de ideología socialdemócrata, ecologista, y con miembros de distintas afiliaciones políticas.

Elecciones en Guatemala: Choque Generacional y Desafíos Democráticos

Mauricio Ramírez Núñez

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

Las recientes elecciones en Guatemala han generado una variedad de opiniones y expectativas entre el hermano pueblo guatemalteco. Según comentarios de amigos residentes en el país, la generación mayor de 50 años no está satisfecha con los resultados electorales. Sin embargo, las generaciones más jóvenes muestran entusiasmo y esperanza debido a la ruptura histórica con lo que consideran la “política tradicional”. Aunque existe preocupación sobre posibles persecuciones y tensiones hacia militares y figuras históricas de otros partidos, al parecer, la polarización no ha alcanzado niveles críticos como en otros lugares del continente, como la Argentina, donde uno de los candidatos promete literalmente “pasar la motosierra a la casta tradicional y a los colectivistas”.

Los votantes jóvenes en Guatemala anhelan un enfoque del nuevo gobierno en la lucha contra la corrupción, un problema persistente en el país y la región. Por otro lado, quienes optaron por no votar muestran apatía y descontento hacia los dos candidatos de la segunda vuelta. El aumento en los votos nulos y la abstención podría señalar también un posible descontento con el funcionamiento de la democracia en el país ante la falta de respuestas concretas a problemas de carácter estructural e históricos que siguen sin resolverse.

Es interesante destacar la estrategia de campaña de la candidata Sandra Torres, quien al final centró su enfoque en temas de seguridad y culturales de corte conservador, adoptando posturas similares a la de líderes como Bukele. Aunque este enfoque podría haber sido considerado un punto fuerte, parece que no logró ganarle terreno, algo que se debe estudiar con detalle, en especial en un país de tradición conservadora. Por otro lado, Bernardo Arévalo demostró astucia al utilizar plataformas como TikTok y el discurso de la lucha abierta contra la corrupción para conectarse con las nuevas generaciones. Esta estrategia refleja la creciente influencia de las redes sociales en la política contemporánea y cómo los candidatos buscan posicionarse en la era digital ante el público más joven.

Sin embargo, el cambio político en Guatemala ha resucitado preocupaciones en ciertos sectores sobre la posible aparición del viejo fantasma del comunismo, debido al triunfo de Arévalo en la segunda vuelta. Específicamente, en círculos tradicionales y vinculados al poder económico, existe inquietud y críticas hacia el nuevo gobierno, el cual ni siquiera ha tomado el poder. Este resurgimiento de ideologías y debates ideológicos propios de la extinta Guerra Fría agrega complejidad al panorama político del país.

La gobernabilidad se presenta ahora como un reto crucial para el nuevo gobierno, tal como sucede en el resto de América Latina. La capacidad de diálogo, negociación y liderazgo se pondrá a prueba, especialmente ante los desafíos en la lucha contra la corrupción, la desigualdad y la necesidad de diversificar la economía para adaptarla a la era digital y las nuevas demandas del mercado laboral. La ciudadanía espera con gran expectativa que las acciones del gobierno estén en línea con los compromisos adquiridos durante la campaña electoral. Los pueblos latinoamericanos están sedientos de certeza, quieren volver a confiar y creer.

En el área de la política exterior el triunfo de Arévalo despierta especialmente entre los sectores conservadores, incertidumbre en torno a las relaciones con Estados Unidos y Taiwán, lo cual ha generado un gran interés tanto a lo interno del país como a nivel internacional. Para nadie es un secreto que las oportunidades económicas y de desarrollo para Guatemala que traería el establecimiento de relaciones con China serían muy beneficiosas, y parte del sector empresarial del país lo tiene claro. El nuevo gobierno enfrenta la tarea de redefinir sus alianzas internacionales en un contexto de multipolaridad que requiere altas dosis de pragmatismo, lo que añade un elemento crucial al ya complejo escenario político guatemalteco.

Estas elecciones en Guatemala han generado una mezcla de perspectivas. Aunque hay entusiasmo entre las generaciones más jóvenes por el cambio en la política tradicional, también hay inquietud por el resurgimiento de debates ideológicos y retos en la gobernabilidad. Una vez más, en esta década las estrategias de campaña y el uso de las redes sociales han demostrado ser factores importantes en la política del vecino país, así como en el resto del continente. Queda claro que toda vieja forma de hacer política se ha ido al basurero de la historia y las nuevas tendencias en temas de marketing digital sobrepasan los límites tradicionales de aquello que conocemos como campañas electorales. La capacidad del nuevo gobierno para enfrentar los desafíos será fundamental para unir al país y cumplir con las expectativas de la ciudadanía, en un contexto internacional complejo, en transición y de lucha geopolítica.

Guatemala: construir una opción mejor es posible

Edgar Chacón Morales

Edgar Chacón Morales

Ayer 20 de agosto de 2023, tuvo lugar la segunda jornada del proceso electoral que concluyó en el resultado ganador para la opción propuesta por el partido Semilla y su candidato, ahora presidente electo, el ciudadano Bernardo Arévalo.

Para tener la posibilidad de un futuro prometedor, pasaron 69 años, luego de que el 27 de junio de 1954, los intereses económicos y políticos de Estados Unidos, con su instrumento la CIA (Agencia Central de Inteligencia), en connivencia con sectores locales, planificó, dirigió y culminó la invasión de Guatemala; agresión que terminó con el derrocamiento del gobierno constitucional del presidente Jacobo Árbenz Guzmán.

El triunfo de Semilla y su candidato César Bernardo Arévalo de León, de 65 años, abre la posibilidad y esperanza de un camino de paz y trabajo por el bienestar de la mayoría de la población guatemalteca.

Al cierre de los comicios el 58.0106%, 2,441,661 votos, se contabilizaban para Bernardo Arévalo, sobre un 37.2410%, 1,567,472 votos de su contendiente Sandra Julieta Torres Casanova del partido UNE (Unidad Nacional de la Esperanza.

Bernardo Arévalo es hijo del recordado expresidente Juan José Arévalo Bermejo, primer presidente de los diez años de la “primavera democrática” de Guatemala.

Todavía para la esperanza del pueblo que votó por Arévalo, contenida por mucho tiempo, se ciernen dos amenazas, las cuales “ojalá” sean diluidas por la decisión y voluntad mostradas durante el proceso electoral: sabotear el hecho que el presidente electo pueda asumir; y luego de esto, sabotear también que el presidente en funciones pueda hacer un gobierno para el bienestar del país.

Se ha mencionado medidas legales por parte de las actuales autoridades en contra de la opción electoral, que conllevan una persecución al partido: lo insistido sobre personas y firmas en la formalización del mismo; así como la posibilidad de impugnar las elecciones por parte de la opción perdedora, la UNE.

Ambas medidas, se enmarcan en lo que las maniobras de sectores antipopulares neoliberales utilizan y no son mas que marrullerías: la telaraña del “lawfare”.

Uno de los más recientes casos es lo sucedido en Perú, luego del proceso electoral que le dio el triunfo en ese país al presidente Pedro Castillo.

Gran trabajo espera al país: organización, visión, trabajo, decisión, firmeza, son pilares clave.

En el escenario nacional, sobre estos pilares, habrá que trabajar con una propuesta y negociación inteligentes ante los diferentes sectores, tradicionales y nuevos; políticos, económicos e ideológicos.

Ya hay que “barrer” del camino, “vainas vacías”, como la amenaza del comunismo, de espantos que salen en la esquina, o en el poste del foquito la luz donde jugábamos “tenta, electrizado o arranca cebolla”; o en el techo de la vecina. Ya no son los tiempos de “Tata Lapo” ni de “sor pijije”. “Pongámonos serios”.

Igualmente, en el escenario internacional, el análisis y puesta en marcha de decisiones atinadas, según las diferentes fuerzas que componen el panorama mundial, deben llevarse adelante.

Disminuir de manera significativa la corrupción en los manejos de los recursos nacionales, una de las causas de condiciones paupérrimas de vida para gran cantidad de la población, es una tarea que requiere de decisión firme e íntegra y grandes dimensiones y esfuerzos.

Cada pueblo, con valentía, firmeza y sensatez construye su historia y su camino. En el pueblo guatemalteco, todo esto y más es abundante. Energía, trabajo, convicción y creatividad, también son un fuerte soporte.

Por ahora, merecido es el derecho a celebrar y mostrar la alegría por lo logrado. Que este motor de entusiasmo sea parte y se mantenga durante todo el camino que empieza.

Salud y bienvenida la nueva tarea histórica por sacar adelante.

El obstáculo comienza a dejar de ser grande, desde el momento en el que se empieza a enfrentar.