Evasores quieren meter gol de 21.000 millones

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

La Asamblea Legislativa aprobó en primer debate un proyecto de ley que pretende regalarle a grandes empresas 21 mil millones de colones. El proyecto fue aprobado con los votos del PLN, PUSC, el partido de Eli y los neopentecostales. La propuesta fue impulsada por Eli, lógicamente, el PUSC, lógicamente, los neoevangélicos, lógicamente, y el vergonzante partido Liberación, que supuestamente se está renovando.

Decimos que les regalan a grandes empresas, especialmente bancos privados, ¢21 mil millones porque lo que pretenden es por vía legal, cambiar la jurisprudencia de la Sala Constitucional y la Sala Primera que ya los había obligado a cancelar esas sumas. En otras palabras, ya estaban obligados a ese pago.

Aprovechando que era urgente aprobar una ley que sacara al país de la llamada lista gris de los paraísos fiscales de la OCDE, se apresuraron a introducir en el proyecto, bajo la presión del fuerte lobby de la Asociación Bancaria, una reforma al artículo 1 que liberará a esas grandes empresas de pagar los impuestos que generan rentas pasivas en el extranjero por fuentes productoras de renta en el país. Actualmente, dice el diputado Jonathan Acuña del FA, esas grandes empresas sí tienen que pagar ese impuesto, pero los diputados pretenden que no lo paguen. Es un regalo sustancioso a empresas como la Coca Cola, Meco, Durman Esquivel y bancos como BAC, Lafise, Promérica, Improsa, General y otras más.

El día de mañana pretenden aprobarlo definitivamente. Estamos en presencia de una nueva burla a los costarricenses: mientras los impuestos se cargan sobre las espaldas de los trabajadores y se mantienen congelados los salarios, a los grandes bancos y empresas los liberan de pagar impuestos. Tenía razón Ángela Merkel cuando dijo que el problema de América Latina es que los grandes ricos no querían ni pagaban impuestos.

El Presidente Chaves anunció por boca del ministro de Hacienda que vetaría el proyecto. Esperemos que cumpla la palabra y no se acojone ante la presión de los grandes evasores.

Estamos ante un proyecto que es una de las grandes vergüenzas nacionales y un desprestigio internacional.

Mientras algunos políticos, especialmente de Liberación Nacional, gritan hasta quedar afónicos que luchan contra la evasión, por otro lado la legalizan y favorecen el enriquecimiento de unos pocos a costa de la educación, salud, carreteras y en general, el bien común. De verdad que han perdido la vergüenza y la dignidad.