Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli
En declaraciones aparecidas hoy en el diario La NaziOn, al referirse a la posible construcción de una refinería en Moín, el presidente Rodrigo Chaves dijo que él y su gobierno “no habían quitado la pata del acelerador”, y yo creyendo que don Rodrigo y su equipo lo que tenían eran pies. Claro ahora comprendo lo que nos pasa y el grave trance que vive el país, se gobierna con…¡las patas!, y como dicen los abogados: a confesión de partes relevo de pruebas.
Qué grave es que el gobernante y su equipo tengan hundidas las patas en el lodazal de errores que han cometido y arremetido un día sí y otro también, contra nuestro sistema institucional. En ese “bate bate” embarrialado en que han convertido la responsabilidad de gobernar, arremeten contra todo y contra todos, especialmente porque “el equipo” son funcionarios que han dejado de ser altos jerarcas, para ser parte de la manada que gobierna con las mismas extremidades, y por lo tanto, son incapaces de tener criterios y autoridad propias para ayudar, como eficientes colaboradores, a que el presidente no meta las patas, como en la Junta de Protección Social, por ejemplo.
Ahora me explico el desmadre institucional, y para muestra dos ejemplos más: el SINART y su descredito total al extremo que urge de una intervención para salvarlo, o la gran “ideota” del “copago” en la CCSS para el cual, como por arte de magia, aparecieron 200.000 millones de colones que “no tenían destino específico”, en el presupuesto de una institución que hasta hace pocos días el Presidente de la República y su dócil compañera de gobierno, decían que estaba quebrada, ¡a otros con ese cuento!, Así podríamos enumerar permanentes y constantes “metidas de pata” en Educación, Cultura, AyA, el ICE o Seguridad y un amplísimo etcétera.
Algo grave es la cantidad de mentiras, para lo cual tienen hasta una profesora exclusiva, y las contradicciones en que cae y proclama el gobierno constantemente; no se sabe si como estrategia para ocultar sus “metidas de pata”, o por creer que con eso engaña a un pueblo que ya es hora que abandone su indiferencia irresponsable; o el temor a las bandas de troles presidenciales que, por cierto, espero no se molesten porque diga que “su jefecito” gobierna con las patas, pues fue él quien lo confesó.
Espero que don Rodrigo Chávez entienda que en este país hay personas que caminamos erguidas sobre dos pies y con una cabeza sobre los hombros, que nos gusta pensar, analizar y exponer lo que creemos y que nos preocupa se crea que, de verdad, nos pueden gobernar…con las patas.
Pavas, 11 de noviembre 2023