La Dictadura y la Tiranía perfecta del presidente Chaves

Vladimir de la Cruz

El presidente Rodrigo Chaves al recibir una respuesta de los presidentes Oscar Arias Sánchez, de 1986 a 1990 y del 2006 al 2010, Rafael Ángel Calderón Fournier, de 1990 a 1994, José María Figueres, de 1994 a 1998, Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, de 1998 al 2002, Abel Pacheco de la Espriella, del 2002 al 2006, Laura Chinchilla Miranda, del 2010 al 2014, Luis Guillermo Solís Rivera, 2014 al 2018 y Carlos Alvarado Quesada, del 2018 al 2022, no se desdijo de su afirmación de que Costa Rica era una perfecta dictadura. Rectificó su afirmación, su exabrupto mental político, indicando que se había equivocado, señalando que quiso calificar a Costa Rica como una tiranía perfecta y no como una dictadura perfecta, sin entender el presidente que dictadura y tiranía son sinónimos de una misma realidad política.

Tanto la dictadura como la tiranía representan un régimen político, que se ejerce por la fuerza, con violencia, donde quien lo ejerce, conocido como Dictador o Tirano, concentra todo el poder en su persona, en un grupo de personas, o en una organización.

La dictadura como la tiranía representan un sistema de gobierno autocrático en el cual la autoridad política se concentra, se centraliza, en manos de una persona, y en un pequeño grupo que le rodea, en ejercicio de ese poder absoluto.

En las dictaduras, como en las tiranías, el abuso del gobierno hace que el poder político, ejercido por la fuerza, no esté restringido por la ley, ni sometido a controles políticos, legislativos, administrativo institucionales, ni de rendición de cuentas de ningún tipo.

En las dictaduras como en las tiranías el poder surge por usurpación del mismo. En la vida republicana nacional el poder de la Presidencia, y del Poder Ejecutivo y del Legislativo, surge de procesos electorales, donde los usurpadores reales, los votantes, los electores, los ciudadanos, a los que llaman El Soberano, depositan su confianza política en una persona, el Presidente de la República, con el compromiso de que ese gobernante no mande en su propio beneficio, ni en el de su corte política, porque se convertiría en un déspota.

El Presidente Rodrigo Chaves ha acusado a los partidos políticos que, en estos 75 años, desde 1949, ejercieron el dominio del Poder Ejecutivo de ser los causantes de este régimen o sistema dictatorial o tiránico.

Los partidos políticos implícitamente denunciados como dictatoriales o tiránicos fueron la Compactación Nacional, de Otilio Ulate, 1948, presidencia que se le entregó en noviembre de 1949; Liberación Nacional, que gobernó en (1953-1958), (1962-1966), (1970-1974), (1974-1978), (1982-1986), (1986-1990); (1994-1998), (2006-2010), (2010-2014), la Unificación Nacional, que gobernó en (1958-1962), (1966-1970); UNIDAD que gobernó en (1978-1982); Unidad Social Cristiana que gobernó en (1990-1994), (1998-2002), (2002-2006), Acción Ciudadana que gobernó (2014-2018), (2018-2022) y el, que llevó al actual presidente al Poder Ejecutivo, Progreso Social Democrático que gobierna el período (2022-2026). En resumen, los partidos dictatoriales o tiránicos han sido seis. En todos esos procesos electorales han participado 152 partidos políticos con candidatos presidenciales, repitiéndose obviamente algunos de ellos.

Al referirse el presidente Chaves a los gobernantes y a sus partidos políticos, los que dirigieron la dictadura y tiranía perfecta, no dijo nada sobre la reelección constitucional alternativa de dos de esos presidentes, José Figueres (1953-1958 y 1970-1974) y Oscar Arias (1982-1986 y 2006-2010), o sobre la reelección consecutiva de tres de esos partidos, Liberación Nacional (1970-1974, 1974-1978), (1982-1986, 1986-1990), (2006-2010, 2010-2014), la Unidad Social Cristiana (1998-2002, 2002-2006) y Acción Ciudadana (2014-2018, 2018-2022, partido para el que trabajó el propio presidente Chaves, como ministro de Hacienda, en el gobierno del dictador y tirano, como lo llamó, Carlos Alvarado, donde seguro se le pegó el gusanillo del autoritarismo y de las malas prácticas políticas que quiere desarrollar.

Es difícil pensar que, con tanta participación democrática, de ciudadanos organizados cada cuatro años en sus partidos políticos, en procesos electorales, pueda haber algún matiz de dictadura o tiranía. Pero alguien sin cultura nacional, sin conocimiento histórico nacional, sin cultura política y sin cultura general puede emitir ideas descabelladas, sin asidero a la realidad que vive, como los troles que impulsa Zapote que se quedan en el ataque a los títulos de los artículos críticos, o en los ataques a los mensajeros y no en el análisis de los mensajes, porque su cacumen no da para tanto.

Características de las dictaduras y tiranías son la represión política, la ausencia de libertades y derechos ciudadanos, la violación constante de los Derechos Humanos, la represión directa y brutal de las distintas formas de disidencias organizativas y políticas respecto al tirano o dictador, el control de los medios de prensa y de comunicación social, la imposición de restricciones a la libertad de prensa, de información y de pensamiento, cierre de periódicos o medios de comunicación, confiscación de libros o impedir y confiscar la entrada de libros en las aduanas, la exclusión o prohibición de partidos políticos, la eliminación del pluralismo político, la prohibición y restricción de los derechos de movilización y protestas ciudadanas, las detenciones arbitrarias de ciudadanos, la imposición de mecanismos coercitivos y de temor en la ciudadanía en general, de hacer valer el temor reverencial al dictador o el tirano, el uso y abuso de las instituciones de Estado para perseguir y amedrentar ciudadanos, las amenazas directas, abiertas y solapadas a las instituciones universitarias, en su funcionamiento, como centros generadores de conocimiento y de pensamiento crítico, la vigilancia política de los ciudadanos, detenciones arbitrarias de personas políticamente identificadas, y, actualmente, el establecimiento de redes oficiales y no oficiales de comunicación y de información del gobierno actuando en la descalificación de las voces disidentes, de los opositores e infundiendo miedo y amenazas.

Algunos de estos elementos sí se vivieron desde 1948 hasta 1969, especialmente para aquellos que se tenían como miembros activos o militantes de los partidos de izquierda. Algunas de estas medidas impulsadas al calor del marco de la Guerra Fría y su anticomunismo mundial.

Por ello, tal vez, eso solo podría decirlo la izquierda política, particularmente el partido Comunista o Vanguardia Popular, que se le impidió participar en procesos electorales desde 1948, para la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, hasta 1975 cuando se eliminó su traba constitucional, que invalidó el Decreto No. 195 de la Junta de Gobierno, del 17 de julio de 1948, que lo ponía fuera de la ley. No recuerdo, sinceramente, que esos términos, de dictadura y tiranía, fueran usados contra los partidos políticos gobernantes de aquellos años o para caracterizar los gobiernos o el sistema democrático político que se vivía entre 1948-1975, o a sus presidentes.

El propio presidente Chaves en sus alocuciones, diatribas y peroratas, de vez en cuando, encaja la palabra “comunista” para estigmatizar, adjetivar y provocar hacia una persona un cerco de incredulidad, o falsedad, o simplemente de baja piso, sin entender ese concepto de “comunista”, porque no conoce el ABC de esa teoría, acudiendo únicamente al estereotipo peyorativo que se le da en la tradición anticomunista, del período de la Guerra Fría, y de la confrontación socialismo-capitalismo del siglo XX.

En su primera calificación, de dictadura perfecta, el presidente Chaves, extendió su afirmación a los últimos 75 años de ejercicio gubernativo y de alternabilidad de 18 gobiernos, donde ha habido 16 personas que los han ejercido, dos de ellos repitiendo una presidencia constitucional, José Figueres y Oscar Arias. En su segunda perorata mantuvo el período de 75 años, habló de tiranía y no de dictadura, eximiendo de responsabilidad dictatorial o tiránica al presidente Abel Pacheco. ¿Y al partido Unidad Social Cristiana, que escogió y puso a la gente a votar por Abel Pacheco, lo eximió de su responsabilidad gubernamental de ese período presidencial de Abel Pacheco? ¿Fue ese partido dictatorial o tiránico en ese período de Abel Pacheco? ¿Acaso ¿Abel Pacheco fue maná del cielo? ¿Quién lo escogió y financió como candidato? Es cómo preguntarse: ¿Quién escogió a Rodrigo Chaves como candidato presidencial? ¿Con cuántos grupos de personas y pequeños partidos políticos se reunió para valorar y proponer su candidatura? Esa candidatura sí fue paracaidismo político puro. ¿Se impuso en el partido Progreso Social Democrático como tirano y dictador, o bajo un proceso democrático interno de ese partido? ¿Y, la escogencia de las candidaturas a diputados en ese partido fue democrática, o fue impuesta por mecanismos dictatoriales, tiránicos, autoritarios o mesiánicos de quien iba a ser el candidato presidencial?

En estos 75 años de historia nacional, desde 1949, desde el gobierno de Otilio Ulate Blanco, no ha habido una sola dictadura militar, de partido único, personalista, monárquica, constitucional, comunista, contra revolucionaria, fascista, nazista, teocrática o dinástica. En este último aspecto no creo que el presidente Rodrigo Chaves conozca las investigaciones del poder que hizo Samuel Stone, que hace descansar los orígenes, prácticamente, de toda la casta gobernante nacional en un pequeñísimo grupo de conquistadores y gobernadores coloniales, que le podría dar fundamento para establecer tan solo las inter relaciones de familia de muchos gobernantes, con las viejas autoridades dominantes de la colonia.

Señaló el presidente Chaves, cómo característica de esta dictadura y tiranía perfecta, que ha tenido y vivido Costa Rica, que quienes llegaron a ejercer el gobierno lo hicieron por mecanismos que válidamente los eligieron en procesos electorales, como el mismo presidente Rodrigo Chaves fue electo, para el período de gobierno 2022-2026.

Obviamente, en su discurso hizo ver que en estas dictaduras y tiranías, estos tiranos y dictadores, y sus partidos políticos, manipularon el panorama político para lograr y consolidar sus gobiernos indefinidamente, engañando a los ciudadanos, a los electores, al pueblo electoral, que es el que decide y escoge el presidente, y a los diputados, de que eran los gobiernos de esos ciudadanos, cuando en la realidad eran gobiernos de esos dictadores y tiranos, que gobernaban para ellos, y su núcleo reducido de amigos y de quienes los apoyaban económica, financiera, política y productivamente.

Puso de relieve el presidente Chaves lo que los comunistas teóricamente señalaron de los gobiernos republicanos, representantes de los intereses burgueses y oligárquicos, que eran formas dictatoriales de gobierno en contra de las mayorías sociales y trabajadoras. Por eso Lenin planteó la tesis de la Dictadura del Proletariado, no por establecer una dictadura por sí, sino para señalar que la Dictadura del Proletariado era un régimen más democrático y amplio que la Dictadura de la burguesía o de la oligarquía, reducida a la democracia de un grupo social más pequeño. Chaves desnudó los gobiernos de los últimos 75 años en Costa Rica. Al único que no dejó chingo fue a Abel Pacheco.

El presidente Chaves no ha entendido que el gobierno suyo, para la Historia, es el gobierno del partido Progreso Social Democrático, que es el partido que se reconoce como partido gobernante, el que ganó en las elecciones. Como él reniega de ese partido, trata de que la Historia lo reconozca como el dictador, el tirano, el dirigente autoritario y despótico que quiere ser. Los tiranos y dictadores no tienen partidos. Sus partidos son sus “personas”, lo que ellos encarnan por sí mismos.

No pudo Rodrigo Chaves acudir al expediente de señalar que todos los gobiernos, desde 1949 hasta hoy, habían sido resultado de golpes de Estado, de autogolpes, de levantamientos militares o policiales, porque no tenemos ejército desde 1949, ni tampoco ha sido resultado del mantenimiento en el poder de un solo partido político, porque no hay en el país un sistema de partido único, ni hay, ni ha habido, una monarquía absolutista gobernando.

En los últimos 75 años, período que comprendió Rodrigo Chaves, todos los procesos electorales han sido organizados, dirigidos y confiados, para todos sus efectos, al Tribunal Nacional Electoral que se había constituido en 1946, que la Junta de Gobierno de la Segunda República, en 1948 bautizó Tribunal Supremo de Elecciones, y en la Asamblea Nacional Constituyente le dieron la independencia política administrativa como la tenían los otros poderes del Estado. En el año 1948 y 1949 este tribunal organizó procesos electorales para integrar una Asamblea Nacional Constituyente y para darle un contenido humano al Poder Legislativo que acompañaría el Presidente Otilio Ulate, a partir del 7 de noviembre de 1949, con lo cual se restableció, por la ruptura de 1948-1949, el orden constitucional de la República de Costa Rica, en esta nueva etapa, la Costa Rida de la Segunda República.

El presidente Chaves tal vez sí sea el último presidente de la Segunda República, de lo que va quedando para constituirse en una República de Segunda, con la desestructuración que se le está haciendo y con la liquidación del Estado Social de Derecho que la ha caracterizado.

¿Será o llegará a ser el presidente Rodrigo Chaves Robles el representante más idóneo del dictador y tirano, que ejerza el gobierno, el mando del Poder Ejecutivo, de una nueva República, una Tercera? ¿Hacia eso aspira? ¿Lo dirá alguno de los miércoles que vienen? Tal vez no sea una mala idea para él, solo que no la podrá llevar a la práctica porque no puede reelegirse consecutivamente, salvo que se imponga por la fuerza violentando el régimen democrático que tenemos que para él es una dictadura o una tiranía perfecta.

¿Qué diferencia habría entre una dictadura o una tiranía perfecta y un gobierno ilegítimamente originado? Las elecciones de 1944 José Figueres las consideró ilegítimas. Eso le validó su idea de tumbar al gobierno de Teodoro Picado, con ayuda internacional, de la Legión Caribe. La sublevación la impidió Otilio Ulate al encabezar la oposición política en 1946, a la muerte de León Cortes, y proponer la espera a las elecciones de 1948, en donde si hubiera fraude se levantarían en armas, como sucedió con la anulación de la elección presidencial de Ulate. Lo demás es historia conocida.

Si Rodrigo Chaves considera que se vive, y se ha vivido, en Costa Rica, bajo una tiranía y una dictadura perfecta, la pregunta que debe responder es: ¿cuál es su salida política frente a esa dictadura y tiranía perfecta? ¿Las elecciones del 2026, equiparándolas con las de 1944 y 1948? ¿O el golpe de Estado, o autogolpe de Estado ya, para enderezar el orden republicano democrático del país, que según él está amarrado por una telaraña de intereses bien consolidados, de esa dictadura y tiranía perfecta, de ese grupo macabro, tenebroso de los expresidentes de la Segunda República, exceptuando a mi querido y apreciado Dr. Abel Pacheco, que pasan conspirando contra él y su gobierno?

Un consejo público al Presidente Chaves: solicite, Presidente, en la Sala Garbo, que le pasen en privado y con su gabinete, o en la guarida de jaguares de Zapote, la película “Fata Morgama”, que la han de tener en archivo, que analiza la incomunicación, si no recuerdo mal. Léase, de Carlos Marx y Federico Engels, si tiene tiempo, “El Manifiesto Comunista”, un librillo viejo, de hace muchos años, de 1848, que tal vez tenga alguna vigencia; el “El 18 brumario de Luis Bonaparte”, “La burguesía y la contrarrevolución”, de Carlos Marx y, de Lenin, por lo menos, “El Estado y la Revolución”, “Qué hacer”, ¿La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo”, y el “Trabajo del partido entre las masas”, con lo cual tal vez, si entiende estas lecturas, pueda mejorar su discurso de la dictadura y la tiranía de clases, y de la naturaleza dictatorial del poder en Costa Rica, y pueda mejorar el trabajo organizativo de sus partidos políticos hacia las elecciones del 2026, con la gente del Purral, de las zonas rurales, y marginadas que moviliza en sus giras nacionales. Enséñeles la organización y la lucha antiburguesa y anti oligárquica que ha desatado contra todos los presidentes de la Segunda República, sus partidos políticos y lo que ellos representan diferente a Usted y sus jaguares.

Compartido con SURCOS por el autor.