¿Las “Feminazi”?

Alejandro Machado G

Arranco solicitando una disculpa por este clickbait o comúnmente llamado ciberanzuelo editorial, pero es porque estoy rotundamente convencido, de que al adjetivo “feminazi” al que llama un sector para descalificar las formas y consignas de miles de mujeres que cuestionan el estatuo quo, está tratando de dejar de lado esos esfuerzos de mujeres heroicas, que van desde aquellas de la campaña del 56-57, hasta esa que se levanta a hacerte el desayuno.

Compararlo con el fascismo ideológico nazi que significó la muerte de niños, niñas, mujeres y familias es algo grave y poco serio. En Costa Rica, dichosamente fue lo contrario, más bien fueron decenas de mujeres que marcharon al lado de hombres, las que contribuyeron en la libertad del pueblo, caminando largas horas para defendernos y nacer libres.

Mientras acá en 1856-1857, centenares de mujeres que marchaban atravesando selvas y topándose cualquier tipo de animal ponzoñoso para mantener a nuestras tropas, en marzo de 1857 en New York, miles de mujeres obreras textiles a esas que llamas “feminazis”, marchaban exigiendo mejores condiciones laborales. Posteriormente, la escalada de sus luchas por justicia social desembocó en que 120 mujeres murieran calcinadas en un incendio de la empresa textil por la que marchaban.

¿Por qué les pasó? ¿Por “feminazis”? ¿Los estudios de género son una farsa? Los estudios de género y las luchas de esas “feminazis” no solo va desde esas mujeres de la campaña o la figura de Pancha Carrasco y su excelente puntería, se da progresivamente en las aulas, en la educación, en la organización. Por ejemplo, a sabiendas de que no podían estudiar, con valentía muchas se atrevieron, se vistieron “como hombres”, se matricularon en el Liceo de varones y hasta se colaron en maratones internacionales.

Pese haber marchado en 1856-57, esas “Feminazis” no podían votar, estudiar, participar de la política. Ejemplo, Pancha Carrasco muere con una modesta pensión. La clave ha sido, lo que no podían hacer solas, lo hicieron juntas. Los esfuerzos de las “feminazis” creando la liga feminista de la mano de doña Ángela Acuña y otras sufragistas “feminazis internacionales”, que venían batallando contra opresión fueron elementos fundamentales.

¿De cuál opresión hablaban? De los argumentos que radicaban en la visión del caballero y la zapatilla de cristal: “No voto a favor de que las mujeres voten, porque no deseo tanto daño para la mujer costarricense”. Y así sucesivamente, los Don Juanes aparecían, “No creo que las mujeres deban votar pues no hay nada más sucio que la política y debemos hacer todo lo posible por mantenerlas al margen de la misma”.

El vehículo de la organización, la educación y lo feminazi fue lo que hizo que lo privado fuera algo público, logrando que el 30 de julio de 1950, la mujer ejerciera por primera vez el derecho al sufragio en comicios regionales y el 26 de julio de 1953 a nivel nacional.

Estas luchas pueden significar algo perverso para un sector, y es todo lo contrario. Es uno de los mayores logros reivindicativos para la democracia. Que no es un asunto solo de mujeres. En diario de 1951, señalaba “se a cabo la paz, se a cabo la tranquilidad. Las mujeres del 15 de mayo, las mujeres del 2 de agosto, serán simples grupillos anémicos y amorfos, a la par de las grandes concentraciones de mujeres que harán sacudirse a la república de punta a punta”.

A decir verdad, a 69 años de ese párrafo, qué visionario y vigente es. Abramos espacios y que nadie se quede atrás.

Gestor y promotor social

* Cédula 1-1437-0171

Imagen: http://bibliotecaescuelasanmartin1639.blogspot.com/2018/03/francisca-pancha-carrasco-benemerita-de.html