Urgente: Solicitud de adhesiones de organizaciones
Estimad@s:
Nos encontramos ante una batalla sin precedentes en la lucha contra la desigualdad y la globalización agenciada por las empresas transnacionales: ¡la necesidad urgente de detener el inicio de negociaciones por una OMC 2.0!
Las grandes empresas de tecnología con sede en Estados Unidos son hoy las mayores empresas del mundo. Su poder creciente sobre nuestras comunicaciones, información, medios, elecciones, comercio, transporte, educación, agricultura y más -básicamente todos los aspectos de nuestros empleos, medios de sustento y economías, es cada día más evidente. Ahora están usando sus ganancias monopólicas para intentar transformar fundamentalmente las normas de la economía global para liberalizar por completo todos los aspectos de la economía, que tendrán todos ellos un aspecto digital en el futuro. Su meta es obtener nuevos derechos para operar en los mercados de todo el mundo, imponiendo a la vez restricciones a las medidas de control y la reglamentación de interés público; preservar su poder monopólico y el control de los datos; acceder a una oferta ilimitada de mano de obra a la que se le niegan todos los derechos; y evitar pagar impuestos. Encubren sus intenciones aparentando promover el «comercio electrónico para el desarrollo», pero sus propuestas van más allá del «comercio electrónico» y se contraponen a cualquier desarrollo futuro o prosperidad compartida para l@s trabajadores/as y consumidores/as de todo el mundo.
El 25 de enero de 2019 anunciaron en el Foro Económico Mundial la intención de iniciar negociaciones sobre «comercio electrónico» en la Organización Mundial del Comercio.
Es imprescindible detener esta propuesta de negociaciones. Instamos a vuestras organizaciones a sumarse a la declaración adjunta antes del 27 de marzo de 2019. Enviaremos la carta a los gobiernos, los medios y el público el 1 de abril, fecha en que se llevará a cabo en Ginebra, Suiza, una gran conferencia sobre comercio electrónico.
POR FAVOR manifiesten su respaldo como organizaciones en contra del avasallamiento de la economía mundial por las grandes empresas de tecnología, sumándose aquí https://form.jotform.com/90508616440151 a la declaración a más tardar el 27 de marzo.
Gracias por vuestra adhesión y por vuestros esfuerzos a favor de una economía mundial justa, sustentable y democrática.
Saluda atentamente,
Deborah James
Red Nuestro Mundo No Está En Venta (OWINFS)
Breves antecedentes: En julio de 2016, a solicitud de las grandes empresas de tecnología, Estados Unidos propuso establecer disciplinas sobre el comercio digital (también conocido como comercio electrónico) en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Desde entonces, se han circulado decenas de propuestas. El mandato actual en el marco de la OMC es mantener discusiones sobre el comercio electrónico en la OMC, pero no llevar a cabo negociaciones sobre posibles normas vinculantes. Al mismo tiempo, desde el inicio de la Ronda de Doha en 2001, la OMC tiene el mandato de restringir su facultad de limitar el margen de maniobra de los países en desarrollo en materia de políticas para su desarrollo, pero los países desarrollados miembro se han negado a acordar los cambios necesarios. (Además, los países desarrollados también han impedido que prosperen las reformas a las normas agrícolas que vienen exigiendo los países en desarrollo desde hace décadas, ya que limitan la facultad de los países pobres de proporcionar alimentos subsidiados a sus propias poblaciones empobrecidas).
De todas maneras en 2017, la meta de los países ricos en la Conferencia Ministerial de la OMC en Buenos Aires fue dejar de lado para siempre la agenda de desarrollo y en su lugar dar inicio a nuevas negociaciones sobre comercio electrónico en la OMC. Intentan promocionar estas nuevas negociaciones presentando el comercio electrónico como algo bueno para el desarrollo, las mujeres y las micro, pequeñas y medianas empresas (MPYME). Sin embargo, en ese momento, muchos delegados africanos entendieron que las propuestas iban mucho más allá del «comercio electrónico» y que en realidad lo que querían era una liberalización completa de todos los aspectos de la economía digital del futuro.
Los miembros de OWINFS han argumentado que, entre otros problemas fundamentales:
- Esta nueva agenda del comercio electrónico consolidaría el control monopólico de las empresas de tecnología de los países desarrollados en sus países y su condición y ventajas como pioneras, particularmente a través del control de los datos;
- También anularía el margen de maniobra en materia de políticas de desarrollo para que los países puedan emprender su propia industrialización digital;
- Usar el comercio electrónico para desarrollarse es completamente distinto que negociar normas vinculantes que fueron redactadas por los abogados de las empresas de tecnología con sede en Estados Unidos;
- Las disciplinas propuestas para la OMC les darían a las multinacionales derechos de acceso al mercado a la vez limitarían el papel del Estado como órgano regulador;
- El impacto fiscal negativo sería de inmensas proporciones si se llegasen a aprobar las cinco maneras distintas que las grandes empresas de tecnología se inventaron para evitar tener que pagar impuestos, mientras que las empresas no digitales seguirían estando obligadas a contribuir al fisco;
- Los países desarrollados han hecho oídos sordos a las necesidades de los países en desarrollo en lo que hace a cerrar la brecha digital, en materia de infraestructura, acceso a electricidad y banda ancha, mejorar su habilidades, y otros prerrequisitos;
- Los países desarrollados querían que se aprobase iniciar las nuevas negociaciones «gratuitamente», sin aceptar ninguno de los reclamos que vienen haciendo los países en desarrollo desde hace décadas a favor de mayores márgenes de maniobra en materia de políticas de desarrollo que conducirían a más empleo, desarrollo y reducción de la pobreza en todo el mundo.
Con mucho apoyo de la sociedad civil, los países en desarrollo, liderados por el Grupo Africano, rechazaron esta táctica de señuelo y sustitución, y se negaron a aprobar nuevas negociaciones en el marco de la OMC sobre comercio electrónico (ahora llamado «comercio digital) en la Conferencia Ministerial de la OMC realizada en Buenos Aires, Argentina, en diciembre de 2017.
La agenda de comercio electrónico sigue su curos en la OMC en la forma de discusiones, no negociaciones. Y los países en desarrollo tienen margen de maniobra para promover el comercio digital mediante empresas nacionales y desarrollar su industrialización digital a través de diversas políticas, requisitos de desempeño, subsidios, incentivos y similares.
Pero las grandes empresas de tecnología y sus defensores en la OMC continúan presionando a favor de esta agenda anti-desarrollo con el propósito de debilitar la resistencia y garantizar que en la próxima Conferencia Ministerial se aprueben sus intenciones. (Lo hacen con apoyo de algunos países en desarrollo para tratar así de minimizar el evidente carácter anti-desarrollo de esta agenda).
En el Foro Económico Mundial de Davos el 25 de enero de 2019, los promotores del comercio electrónico anunciaron su intención de iniciar negociaciones.
Hay mucha investigación disponible realizada por expertos/as de la sociedad civil en www.ourworldisnotforsale.net.
Foto: https://www.alainet.org/es/articulo/192490 (SURCOS recomienda ir a este artículo)
Enviado por Pasalavoz.
Sea parte de SURCOS: