¿Por qué Rodrigo Chaves goza de tanto apoyo?

Oscar Madrigal

Rodrigo Chaves logró concentrar en su candidatura el MALESTAR acumulado por muchos años de los costarricenses, malestar alrededor de varios problemas fundamentales:

– Pensiones de lujo

– Convenciones colectivas abusivas

– Salarios desiguales en la función pública

– Despilfarro en muchas instituciones

– Tardanza en la justicia y privilegios de los Magistrados

– Burocracia e ineficiencia de la Administración Pública

– Desprestigio de los diputados

– Uso de la prensa contra los intereses populares

– Cansancio de incumplimiento de las promesas de campaña de los políticos y los partidos.

– Elecciones que ya no representan los intereses populares.

Estos elementos y algunos otros, se unen a un contexto social de creciente desigualdad y empobrecimiento generalizado de la población, entre ellos las clases medias y los pequeños y medianos productores.

Hay que aclarar que este MALESTAR nacional, NO es creado por Chaves, sino que ya existía o estaba latente en la conciencia de las gentes. Lo que hace es capitalizarlo, especialmente porque en la segunda vuelta electoral su contendor era una figura sumamente cuestionada y de un partido político considerado como el más corrupto de la historia.

Ese MALESTAR fue creado por campañas mediáticas de muchos años de los medios de comunicación contra los empleados públicos, los diputados o políticos, etc.

Ese MALESTAR generalizado está dirigido principalmente contra las manifestaciones superestructurales del régimen y no, precisamente, contra los fundamentos esenciales del sistema económico. Es una política antisistémica pecualiar, contra el sistema de conceptos liberales.

En sociedades donde existen estas características las gentes pueden, incluso, posponer reivindicaciones o luchas muy concretas como el costo de la vida, el desempleo u otras más concretas, en función de que se luche contra los problemas que generan ese MALESTAR. En otras palabras, no les importa tanto que no baje suficientemente el precio del arroz, pero sí que se eliminen los “privilegios” de los empleados públicos o se ataque a la prensa canalla. Este es el fundamento de que la popularidad de Chaves no baje en todo este tiempo, porque siempre y cuando Chaves siga atacando a la Asamblea, a la Corte, a los burócratas ineficientes o las gollerías de algunos funcionarios, estará haciendo lo que la gente desea en este momento: acabar con esas élites corruptas. Eso es lo que la llamada opinión pública pide del Presidente en estos momentos, incluso en detrimento del cumplimiento de bajar el precio del arroz, por ejemplo.

En muchos casos las sociedades privilegian el orden a la prosperidad, quizás sea ese nuestro caso. Sea que posponen sus interese inmediatos económicos a cambio de acabar con ese malestar.

Hay que tener presente que un cuadro de aumento considerable de la criminalidad, la violencia o el caos social puede crear una conciencia aún más autoritaria y, por tanto, que favorezca los desplantes de Chaves.

Mientras eso ocurre, nosotros hablamos de defensa del Estado de Derecho, de la división de poderes, contra le ley de empleo público y otras cosas abstractas y muchas veces incomprensibles para la ciudadanía.

Luchamos contra la privatización de la Caja dejando de lado -muchas veces- que las filas y los tiempos de espera de cirugías y exámenes son la principal causa de que la gente recurra a la medicina privada y sienta que la Caja no le satisface sus necesidades. Por supuesto que debemos luchar denodadamente hasta el cansancio por defender la Caja, pero hay que explicar los problemas existentes y sus causas.

El resentimiento, la rabia y muchas veces también la frustración, de las personas son reales, son condiciones subjetivas presentes en la sociedad que han sido aprovechadas por la derecha más descarnada.

Veamos el discurso de Chaves:

Chaves habla en nombre del pueblo y hasta usa los modismos populares.

Su discurso es contra las élites, es antielitista, incluso las profundamente privilegiadas y en algunos casos corruptas, y promete erradicarlas, acabar con ellas.

Es un discurso no desde el gobierno, sino como el de un partido de oposición (haremos este puente a pesar de la burocracia pública).

Su propuesta es de un cambio bueno que está siendo frenado y saboteado por el statu quo, por los corruptos con los que él quiere acabar.

Todos los males vienen de todos los gobiernos anteriores y él necesita tiempo para limpiar todo el desastre creado.

Su propósito es también capturar los otros poderes estatales empezando por la Asamblea Legislativa y las instituciones autónomas, tal es el caso de la Caja, así como colocar únicamente incondicionales en cada lugar para que no interfieran con la eficiencia y la dirección unipersonal del Presidente.

El Gobierno se propone neutralizar a las organizaciones sociales, sindicatos, ambientalistas, feministas, etc., presentándolas como instrumentos que impiden el avance y el cambio social.

Aunque su discurso sea de un incompetente, que no sabe las leyes de la gestión, sea contradictorio, un día diga una cosa y otro día lo contrario, o simplemente mienta, para la gente se trata de un proceso cuyos objetivos son superiores y la voluntad del Presidente es de cambiar todo.

Esa es la explicación -creo- que Chaves esté arriba en las encuestas.

El gran reto planteado a las fuerzas democráticas es redirigir y reorientar ese MALESTAR de la población en otra dirección, en la que conduzca a resolver los problemas principales del país.