Ir al contenido principal

Etiqueta: Congreso

UCR. ¡Centroamérica a estudio! Su crisis, el autoritarismo y los atisbos de esperanza

El análisis de la situación de las sociedades centroamericanas fue la temática clave, dentro del Congreso Excepcionalidad en duda. Foto Anel Kenjekeeva.

50 aniversario del Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR

Con jornadas llenas de criticidad, sentido analítico, solidaridad y hermandad, especialistas en diversos ámbitos de las ciencias sociales presentaron su visión acerca del panorama centroamericano

En medio de una región marcada por retrocesos democráticos, crisis estructurales y nuevos autoritarismos, el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica (IIS UCR) celebró su 50 aniversario con un congreso de reflexión y debate titulado Excepcionalidad en duda: Costa Rica en la Centroamérica del 2025.

Más que una conmemoración, el evento fue un espacio para el pensamiento crítico sobre el pasado, presente y futuro del Istmo, que está atrapado entre la impunidad y la resistencia.

Se trató de algo más que una celebración institucional, fue una interpelación directa a la academia, al compromiso ético de las ciencias sociales y a la necesidad de comprender una Centroamérica cuya fragilidad democrática ha dejado de ser una amenaza latente, para convertirse en una realidad palpable.

El IIS UCR: un salvavidas en medio de la tormenta

La jornada inaugural del Congreso contó con palabras de figuras académicas como el Dr. Koen Voorend, director del IIS UCR, quien subrayó la relevancia de este espacio en el contexto actual. “Hoy el Instituto cumple 50 años, eso hay que celebrarlo porque estamos en un contexto turbio, complejo, con paradigmas de crisis sociales y económicas en todo el mundo, y en momentos en que se pone en entredicho el valor de la universidad pública”, afirmó.

Consciente de la amenaza que representa el debilitamiento de la autonomía universitaria y el desprestigio del pensamiento crítico, Voorend defendió la relevancia de la vinculación entre la docencia, la investigación y la acción social. “El IIS me dio la oportunidad de ganar una vida académica y laboral en Costa Rica. Es una época de mucha esperanza en la capacidad de las universidades para unir los pilares fundamentales del conocimiento”, añadió.

El Dr. Koen Voorend, director del IIS UCR (de pie a la derecha), fue enfático al destacar el papel de las universidades públicas, dentro de los esfuerzos por buscar mejorar las sociedades en Centroamérica. Foto Laura Rodríguez.

Por su parte, la Dra. Isabel Avendaño Flores, decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR, contextualizó el nacimiento del IIS en una visión estructural de desarrollo académico: “La fundación del IIS en 1975 no fue un hecho aislado, sino parte de una visión fundacional más amplia… una que apostaba por construir una Facultad que situara la investigación como eje estructural”.

Avendaño destacó que hoy existen más de 300 proyectos vigentes en la Facultad que articulan docencia, acción social e investigación, un entramado institucional “diverso, potente y profundamente comprometido con la producción de saberes que transformen nuestra sociedad”, describió.

Un espejo inquietante para Costa Rica

Para inaugurar el Congreso se programó la conferencia de la politóloga e investigadora Rachel Schwartz, del Instituto Kellogg y la Universidad de Oklahoma. Bajo el título Cuando la impunidad contraataca: la lucha contra la corrupción y el futuro de la democracia en Centroamérica, Schwartz delineó un panorama sombrío pero esclarecedor.

“Centroamérica no es una excepción”, advirtió. En su análisis, los procesos autoritarios actuales responden a una lógica transnacional de defensa de la impunidad, un sistema de poder enquistado en los Estados desde los años del postconflicto armado.

“Los países que vivieron guerras civiles no regresaron a ellas, pero se consolidó una democracia débil y una forma de Estado semipatrimonial”, explicó.

Este tipo de régimen, según Schwartz, permite a las élites políticas y económicas utilizar las instituciones para sus propios fines, manipular la legalidad y evitar la rendición de cuentas. Es un modelo que, aunque democrático en apariencia, opera con lógicas profundamente autoritarias. ¿Nos suena esto familiar a las y los costarricenses?

“La democracia débil en Centroamérica es necesaria con la misma fuerza por la cual es inviable”, citó, retomando la frase del sociólogo Edelberto Torres Rivas. A lo largo de su ponencia, Schwartz detalló cómo la lucha contra la corrupción, paradójicamente, ha servido de catalizador para una nueva ola de autoritarismo: los casos de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua lo demuestran con crudeza, señaló la experta.

De las expectativas rotas a los autoritarismos consolidados

Para Schwartz, el caso guatemalteco fue especialmente ilustrativo: la creación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) logró, junto al Ministerio Público, procesar a altos funcionarios e incluso tumbar un gobierno. Pero esa ofensiva contra la corrupción desató la reacción de las élites, que cooptaron el aparato judicial para perseguir a fiscales, jueces, periodistas y activistas. “El mensaje fue claro: sacrifiquemos la institucionalidad, resguardemos la impunidad”, sentenció Schwartz.

En Honduras, una oleada de escándalos de corrupción fue enfrentada con reformas que blindaron a los responsables. Mientras El Salvador, bajo el mando de Nayib Bukele, ha transitado de una democracia partidista a un régimen de excepción, con más de 80 000 personas detenidas y apresadas, y un proceso de reelección inconstitucional.

Y en Nicaragua, el control absoluto del aparato estatal por parte del régimen Ortega-Murillo ha producido violaciones masivas a los derechos humanos, en un modelo que las Naciones Unidas han comparado con el régimen nazi, adujo la especialista.

¿Está Costa Rica al filo del despeñadero?

Este Congreso puso sobre la mesa una pregunta incómoda para el país anfitrión: ¿es aún una excepción en este panorama? La tradición democrática costarricense, su robusta institucionalidad y su cultura cívica han sido por años motivo de orgullo, pero la región cambia y arrastra consigo dinámicas que desafían esa excepcionalidad.

Los discursos que se escucharon durante el Congreso coinciden en señalar que la resistencia está en el conocimiento crítico, en la capacidad de las universidades públicas para generar pensamiento, y en la construcción de ciudadanía informada.

“El modelo eficiente que implicó que los pueblos se resignaran a democracias débiles ya no se puede sostener”, concluyó Schwartz

La investigadora Rachel Schwartz, advirtió sobre la extensión del autoritarismo dentro de las democracias centroamericanas, y la alianza entre las élites políticas y económicas para que la corrupción quede impune. Foto Laura Rodríguez.

El Instituto de Investigaciones Sociales nació en 1975, en plena efervescencia política regional. Su trayectoria lo ha consolidado como un referente de pensamiento interdisciplinario y compromiso social. Hoy, cuando la región vuelve a oscilar entre la esperanza y el abismo, el IIS reafirma su papel como plataforma de análisis, denuncia y propuesta.

Celebrar sus cinco décadas no es sólo mirar al pasado con gratitud, sino defender su futuro. “No es tiempo para claudicar”, dijo la Dra. Avendaño. “Es tiempo para reafirmar que otro conocimiento es posible, y con él, otra Centroamérica”.

El conocimiento riguroso, el pensamiento crítico y la resistencia desde la academia siguen siendo, quizás, la mejor esperanza para los países de la región.

Centroamérica: una historia de revoluciones

El 50 aniversario del IIS UCR se convirtió en una oportunidad para replantear narrativas, cuestionar certezas y mirar con nuevos ojos el pasado traumático y esperanzador que vivió Centroamérica durante los años setenta y ochenta.

Y es que durante esos años convulsos, el Istmo fue el epicentro de guerras civiles, revoluciones, dictaduras militares y profundas movilizaciones sociales. Fue también el objeto de obsesión de las grandes potencias, especialmente Estados Unidos, y el escenario donde se proyectaron las tensiones ideológicas de la Guerra Fría.

Pero también fue el lugar donde nacieron proyectos utópicos, se tejieron solidaridades globales, y donde los pueblos intentaron, con todas sus fuerzas, transformar su destino.

“Fue una época de sueños desbordados, de grandísimas ideas, de la sensación de que todo era posible”, afirmó el historiador nicaragüense Dr. Mateo Jarquín Chamorro, durante su conferencia en el acto de clausura del Congreso. Su análisis de la revolución sandinista en Nicaragua, y de los procesos paralelos en El Salvador y Guatemala, trajo al presente los matices y contradicciones de aquella época.

En Nicaragua, la caída de la dictadura de los Somoza en 1979 marcó un antes y un después. El proyecto sandinista aspiraba a una redistribución radical de la riqueza y a la creación de un nuevo sujeto político, el “hombre nuevo”, influido por las ideas de justicia social y solidaridad internacional, recordó Chamorro. Pero el sueño fue asediado desde dentro y desde fuera.

A nivel interno enfrentó dificultades para consolidar una democracia revolucionaria, y a nivel externo fue atacado por la política intervencionista de Estados Unidos que apoyó a la llamada Contra con millones de dólares, armas y asesoría.

“Las revoluciones centroamericanas no lograron imponerse militarmente, ni transformar por completo las estructuras sociales. Pero tampoco los sectores conservadores pudieron restaurar el viejo orden. Quedamos en una especie de empate amargo”, expresó Jarquín, citando al politólogo argentino Carlos Vilas.

En El Salvador y Guatemala, la historia fue aún más sangrienta, dijo este experto. Años de represión militar, desapariciones forzadas, masacres y desplazamientos marcaron a generaciones enteras. La Guerra Civil salvadoreña (1980-1992) y el Conflicto Armado Interno guatemalteco (1960-1996) dejaron más de 300 mil muertos y un legado de dolor que todavía atraviesa las sociedades de esos países.

En la otra acera, Costa Rica se posicionó históricamente como el país “excepcional” de Centroamérica: una democracia sin ejército, con inversión sostenida en salud y educación, y con estabilidad política. Sin embargo, como advirtieron las autoridades universitarias durante el Congreso, esta narrativa ha sido usada para invisibilizar tensiones internas y desentenderse de los destinos compartidos con el resto de la región.

La inauguración y la clausura del Congreso en conmemoración por los 50 años del IIS UCR se realizaron en el Auditorio de la Plaza de la Autonomía, el 14 y el 16 de mayo. Foto Laura Rodríguez.

La Dra. Vivian Vílchez Barbosa, directora de Gestión de la Investigación de la UCR, hizo un llamado a desmontar esa idea de excepcionalidad desde la investigación crítica: “Ponerla en duda no es una tarea menor, implica confrontar nuestros relatos fundacionales y asumir con honestidad que compararnos con nuestros vecinos no puede ser el único espejo. Necesitamos una lógica regional, interdependiente, compleja y solidaria”, apuntó Vílchez.

Por su parte, el Dr. José Moncada Jiménez, vicerrector de Investigación, advirtió sobre los riesgos de persistir en esa imagen complaciente. “La narrativa de la excepcionalidad ha atenuado las desigualdades históricas, las exclusiones y la crisis democrática que también nos afectan. El conocimiento crítico, el compromiso social y el diálogo regional son claves para avanzar”, reseñó Moncada.

Entre la centralidad geopolítica y la marginalidad global

Uno de los aportes más sugerentes del Dr. Jarquín fue la idea de que Centroamérica, a pesar de su importancia geoestratégica, ha sido históricamente marginada en el sistema internacional.

A lo largo del siglo XX, fue escenario de intervenciones extranjeras, desde el canal de Panamá hasta las “repúblicas bananeras”, pasando por el golpe de Estado en Guatemala en 1954 apoyado por la CIA.

Pero en los años 80, según Jarquín, ocurrió un fenómeno inédito: Centroamérica se convirtió, simbólicamente, en un campo de batalla ideológico global. Nicaragua fue el centro de la política exterior estadounidense bajo la administración de Ronald Reagan, y también el símbolo de una causa revolucionaria que movilizó a miles de internacionalistas, desde Europa hasta Asia.

“Las guerras en Centroamérica atrajeron más atención mediática, diplomática y académica que en cualquier otro momento de la historia de la región. Pero esa centralidad fue efímera y regresamos pronto al olvido”, lamentó el historiador.

En este contexto, el Instituto de Investigaciones Sociales ha desempeñado un papel clave como espacio de memoria, reflexión y acción crítica. Durante sus 50 años de existencia, el IIS UCR ha producido conocimiento comprometido con los derechos humanos, la equidad y la justicia social, y además ha documentado las voces silenciadas por la violencia, ha acompañado procesos comunitarios, y ha tejido puentes entre la academia y la sociedad.

“La investigación social, como el cuidado en salud, implica ver lo estructural, lo invisible, lo que duele, pero también lo que da esperanza”, reflexionó la Dra. Vílchez, retomando su formación como enfermera para subrayar el carácter transformador de la investigación.

En el 50 aniversario de la creación del IIS UCR, se dispuso una serie de mesas de discusión, como por ejemplo la denominada Desigualdad, trabajo y dignidad en América Central, que se desarrolló en las instalaciones del Instituto. Foto Laura Rodríguez.

¿Cuál es la Centroamérica queremos?

Los conflictos armados de las décadas pasadas dejaron cicatrices profundas, pero también enseñanzas. Las generaciones nacidas después de la guerra, como la del propio Jarquín, cargan con las deudas de ese pasado, aunque no lo hayan vivido directamente, indicó este historiador.

Las revoluciones se convirtieron en iconos, las utopías se desdibujaron y en su lugar quedó una región desigual, empobrecida y en muchos casos gobernada por nuevas formas de autoritarismo.

Aun así, desde los espacios académicos, comunitarios y culturales, se siguen abriendo caminos para imaginar una Centroamérica distinta. “Hoy más que nunca necesitamos una ciencia social comprometida, capaz de dialogar con otros saberes, de no temerle a la complejidad, y que se atreva a soñar futuros distintos”, subrayó finalmente Jarquín.

El Congreso excepcionalidad en duda no fue solo una mirada al pasado, sino una invitación al estudio del presente y del porvenir. En un contexto de crisis climática, migraciones masivas, violencia estructural y debilitamiento democrático, la región centroamericana enfrenta desafíos monumentales, pero también cuenta con una historia de resistencia, creatividad y solidaridad.

Otto Salas Murillo
Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR

¿Cómo mejorar la educación primaria en Costa Rica?

Una de las conclusiones a las que llegaron las expertas es que Costa Rica necesita una educación primaria fortalecida y comprometida con los valores fundamentales de inclusión, innovación y equidad, aspectos que son claves para el desarrollo sostenible del país y la formación integral de sus ciudadanos. Foto Laura Rodríguez, UCR.

Un grupo de especialistas analiza y expone sus ideas sobre la situación de la formación que se brinda en las escuelas públicas del país, y proponen aspectos que se pueden mejorar para aumentar la calidad académica.

La educación primaria en Costa Rica se enfrenta a desafíos que demandan innovación, compromiso y estrategias colaborativas entre docentes, instituciones y el Estado.

La calidad de la enseñanza en los niveles básicos es clave para el desarrollo integral de las y los niños, y la preparación de los docentes juega un papel central en este proceso.

Ante la situación actual de la educación primaria, resulta fundamental poder identificar los obstáculos que enfrenta y las iniciativas que buscan mejorarla.

Retos dentro de una realidad compleja

La Dra. Nora Cascante Flores, directora de la Escuela de Formación Docente de la Universidad de Costa Rica (UCR), subraya que la educación primaria se encuentra en un entorno dinámico y cambiante.

“Nos enfrentamos a profundas transformaciones sociales, donde la escuela primaria tiene un papel protagónico en la construcción de una sociedad más justa y equitativa”, señaló la académica; sin embargo, cumplir con este objetivo no es sencillo, pues existen una serie de obstáculos que se deben sobrepasar.

Entre esos retos Cascante mencionó los siguientes:

  • Inclusión y la equidad educativa: Garantizar que todos los niños, independientemente de su contexto socioeconómico, tengan acceso a una educación de calidad.
  • Innovación pedagógica y uso de la tecnología: Adaptar las metodologías para incorporar herramientas digitales y preparar a los estudiantes para un entorno globalizado.
  • Apoyo emocional y bienestar estudiantil: Los docentes se enfrentan a situaciones como el acoso escolar, a las que les tienen que hacer frente de una manera integral, y a la vez promover el bienestar mental de los alumnos.

El papel del Estado y la educación superior

La Constitución Política de Costa Rica garantiza la educación primaria gratuita y obligatoria. A partir de ahí, la Dra. Magda Sandí Sandí, decana de la Facultad de Educación de la UCR, recuerda que “desde las décadas de 1960 y 1970, el país ha impulsado reformas educativas para mejorar la cobertura y la calidad”. Sin embargo, en los últimos años han surgido nuevas demandas, como la necesidad de modernizar el currículo y abordar las brechas de desigualdad.

“Es responsabilidad del Estado no solo mantener la gratuidad, sino garantizar la infraestructura, los recursos y el personal capacitado para lograr una educación inclusiva”, enfatizó la Decana.

No se debe olvidar que la UCR ha sido un socio estratégico del Ministerio de Educación Pública (MEP) en la implementación de políticas educativas, agregó Sandí, y en la formación de maestros a través de programas académicos, investigación y acción social.

Docentes como agentes de transformación social

El docente de primaria no solo enseña conocimientos académicos, es un formador integral que inculca valores y hábitos de convivencia. Así lo dijo la Dra. Jessica Araya Ramírez, coordinadora de la Sección de Educación Primaria de la Facultad de Educación, quien destacó el proyecto ED 3057: Actualización Permanente para Docentes, como una iniciativa que ofrece capacitaciones continuas en áreas claves como la comprensión lectora, las matemáticas, y la gestión emocional en las aulas.

“Asimismo, la UCR cuenta con la estrategia denominada Puentes para la Educación, la cual busca paliar las crisis en lectoescritura y matemáticas, pero también atender el bienestar emocional y reducir el bullying”, indicó Araya.

La inclusión educativa es uno de los retos que enfrenta el sistema educativo primario en el país, y superarlo significa democratizar las oportunidades de desarrollo profesional para las nuevas generaciones. Foto Laura Rodríguez, UCR.

La importancia de los docentes como investigadores de su propia práctica también es fundamental, advirtió Araya, pues “el maestro puede investigar desde su aula, observando patrones y evaluando estrategias que mejoren el aprendizaje”, explicó.

La evaluación y mejora continua: claves para el progreso

Por otra parte, la evaluación es un pilar esencial en la mejora educativa, según la Dra. Pelusa Orellana García, directora de investigación en la Universidad de los Andes, en Chile. Orellana afirmó seguidamente que “lo que no se mide no se puede mejorar”.

Según esta experta, la evaluación permite identificar las áreas donde los estudiantes necesitan más apoyo. La comprensión lectora es un ejemplo de ello, pues los niños que desarrollan habilidades lectoras tempranamente tienen mayores posibilidades de éxito académico y profesional.

“Los estudios demuestran que quienes poseen habilidades avanzadas de lectura ganan hasta un 40 % más en su vida laboral, que quienes tienen dificultades en esta área”, destacó Orellana. Por esta razón, resulta crucial fomentar un vocabulario amplio y habilidades de lectura desde edades tempranas.

La innovación curricular y el futuro de la educación en Costa Rica

Y es que el sistema educativo costarricense debe adaptarse a las demandas cambiantes del entorno global, pues según comentó la Dra. Magda Sandí, la integración de la tecnología y la enseñanza de competencias como la inteligencia artificial son pasos fundamentales.

“El objetivo es preparar a los estudiantes no solo en contenidos, sino también en pensamiento crítico, creatividad y resolución de problemas”, apuntó Sandí.

A través de los más de 80 años de historia, la Facultad de Educación de la UCR ha trabajado en la innovación curricular para formar docentes que puedan enfrentar estos desafíos. Además, la carrera de Educación Primaria ha sido reacreditada por el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES), garantizando altos estándares en la formación de maestros. A esto se unen los proyectos de acción social, los cuales acercan a los futuros docentes a comunidades vulnerables y territorios originarios, fomentando una educación inclusiva.

¿Le espera un futuro prometedor a la educación nacional?

El compromiso de Costa Rica con la educación se refleja en la agenda nacional y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La educación primaria sigue siendo la base para la construcción de una sociedad más justa y equitativa, y el camino hacia una educación de calidad implica seguir fortaleciendo la formación docente, aumentar la investigación educativa, y garantizar el acceso igualitario a la educación en todo el país.

Como concluye la Dra. Nora Cascante, “los maestros son constructores del futuro; tienen la responsabilidad de despertar la curiosidad intelectual y cultivar mentes que aspiren a transformar la sociedad”.

Si Costa Rica logra seguir adaptándose a los cambios globales y fortaleciendo sus sistemas educativos, podrá enfrentar con éxito los retos del siglo XXI y asegurar un mejor futuro para sus niñas y niños.

Estas especialistas expusieron los puntos de vista citados durante la realización del IV Congreso de Educación Primaria 2024, que se realizó en las instalaciones de la Facultad de Educación.

Otto Salas Murillo
Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR

III Congreso de Regionalización UCR

La Universidad de Costa Rica invita a participar en el III Congreso de Regionalización, que se llevará a cabo en la Sede Regional de Guanacaste.

El congreso, con el tema «Re-pensemos la regionalización con visión crítica y prospectiva para trascender paradigmas», está abierto a la participación de docentes (activos y jubilados), administrativos, estudiantes, y profesionales graduados de la UCR.

La fecha límite para enviar resúmenes de ponencias es el 13 de septiembre de 2024.

Para obtener más información, los interesados pueden contactar al correo electrónico congresoregionalizacion.sg@ucr.ac.cr  o al número de teléfono (506) 2511-9564.

V Congreso Alzheimer CR 2023

El sábado 7 de octubre se llevará a cabo el V Congreso Nacional para Familiares y Cuidadores de Personas con Alzheimer, de 8:00 a.m. a 4:30 p.m. en la Biblioteca Joaquín García Monge de la Universidad Nacional. 

El Congreso constará de una variedad de talleres como: estrategias para mantener una rutina diaria activa en casa, funcionamiento cerebral y nuevas formas de reenseñar, prevención y detección de úlceras por presión en personas con Alzheimer, entre otras.

Asimismo, la participación tiene una cuota voluntaria de 3000 colones y cuenta con cupo limitado. Incluye refrigerio y certificado de participación. 

A esta actividad invitan PAIPAM y Fundación Costarricense para la Atención a Personas Adultas Mayores con Alzheimer y otras demencias. 

Pueden enviar sus colaboraciones al Sinpe Móvil: 8907-2306. 

Formulario de inscripción: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeJDyGTDwkP-xjrZd4HetJICn9vkD0W3QQDUxPAVqT-Hxc6yg/viewform 

Más información sobre la actividad al: 8837-1991. 

UCR: La química necesita reinventarse para aportar al desarrollo sostenible

Se necesita un cambio de paradigma en la conceptualización y aplicación de la química, para que la sostenibilidad esté al principio de la ecuación, enfatizaron los conferencistas invitados al Congreso de Química, que se realizó en el Aula Magna de la UCR. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Primer Congreso de Química

Frente a la crisis climática, esta disciplina se transforma de la mano de la inteligencia artificial

La química es vista muchas veces como la “mala de la película” por su impacto ambiental. Y es que los procesos químicos generan una gran cantidad de residuos, ya que hay un bajo aprovechamiento de los recursos que se extraen del planeta.  

Como si esto fuera poco, estas actividades son causantes de contaminación ambiental y de graves daños a la salud humana y del resto de los seres vivos. 

Esta situación ha motivado la búsqueda de un nuevo paradigma en la forma de entender esta ciencia, para que el cambio empiece a permear la economía y el desarrollo de los países. 

En los últimos años, algunas investigaciones publicadas en revistas científicas de alto impacto internacional proponen la construcción de una nueva economía a escala molecular, que contribuya a solucionar los problemas actuales, como el cambio climático. 

También, la química verde o química sostenible presenta una nueva filosofía para enfocar de forma distinta la síntesis de sustancias, con el objetivo de que sean más amigable con la salud y el medio ambiente. 

Para abordar estos temas, del 29 de noviembre al 1.o de diciembre de 2022 se celebró en nuestro país el Congreso de Química CR22 Hacia el Desarrollo Sostenible, organizado por la Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad Nacional (UNA), el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED). 

También participaron el Laboratorio Nacional de Nanotecnología (Lanotec), la Cámara de Industrias y el Colegio de Químicos de Costa Rica. 

La actividad tenía como objetivo divulgar los resultados de la investigación científica y los casos de aplicación de la química que procuran contribuir con el desarrollo sostenible. Asimismo, tender lazos de colaboración en el campo, tanto del sector académico como del privado. 

Al Congreso de Química asistieron representantes de más de una docena de países, entre ellos algunos invitados especiales como conferencistas. 

Igualmente, hubo presentación de pósteres sobre áreas de aplicación de la química, enmarcadas en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. 

De forma paralela, se efectuó la V Reunión de la Asociación Latinoamericana de Cristalografía (LACA), presente en más de 11 países.

El director de la Escuela de Química de la UCR, Dr. Juan José Araya Barrantes, se refirió al impacto del primer Congreso de Química para el desarrollo científico del país. Foto: Kathia Alvarado, UCR.

“Hoy es una fiesta para la química, es un día histórico para la química costarricense por la celebración de este primer congreso”, manifestó el Dr. Javier García, presidente de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (Iupac, por sus siglas en inglés), uno de los conferencistas invitados. 

El químico recordó que los países en donde en forma regular se efectúa este tipo de encuentros académicos tienen una comunidad científica más integrada, activa y fértil. 

“Que este congreso se convierta en una costumbre, en el primero de una serie de congresos, en los que la comunidad química de Costa Rica se reúna para crecer juntos”, manifestó. 

El presidente del Colegio de Químicos de Costa Rica, Lic. Jonathan Esquivel Garita, enfatizó en que esta área puede dar grandes aportes para un desarrollo que satisfaga las necesidades actuales y no comprometa a las futuras generaciones. 

“En el Colegio de Químicos estamos seguros de que nuestra área puede hacer grandes aportes a la sociedad, a un desarrollo más humano, más amigable con el ambiente y basado en la evidencia científica” aseguró.

Reimaginar la educación química

El presidente de la IUPAC se refirió a las nuevas tendencias en el mundo de la educación química. 

Esta organización internacional promueve con sus proyectos la idea de explicar la química desde la perspectiva del pensamiento sistémico. 

En palabras de García, se trata de que “cada vez que explicamos un concepto no quedarnos en la estructura y las propiedades, sino ir más allá y contextualizar el tema con el medio ambiente, la industria y la salud”. 

“En su criterio, es necesario “que los alumnos entiendan por qué eso que estudian es importante para sus vidas, así como las interconexiones que existen en el cambio climático, los océanos, los aerosoles y la química”.  

Otro aspecto que el conferencista destacó es el trabajo en equipos multidisciplinarios y el emprendimiento profesional, características que a su juicio forman parte del nuevo perfil de los especialistas de química.  

Al respecto, dijo que existen varios ejemplos a nivel internacional de reconocidos científicos que han logrado poner en marcha iniciativas empresariales para transferir el conocimiento y la tecnología al sector productivo.

De izq. a der., Dr. Juan José Araya, director de la Escuela de Química de la UCR; Dr. Floris R. J. T Rutges, presidente de la Sociedad Europea de Química; Lic. Jonathan Esquivel Garita, presidente del Colegio de Químicos de Costa Rica; Dr. Javier García, presidente de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada y la Dra. Isamir Martínez, del Instituto de Química Verde de la Sociedad de Química de Estados Unidos. Foto: Kathia Alvarado, UCR.

¿Cuál es la química del futuro? Los estudiantes ahora tendrán que trabajar con especialistas en inteligencia artificial, desarrollo sostenible e ingenieros de datos, entre otras ramas del conocimiento. 

La Iupac tiene a la disposición una guía en su página web para aquellos profesionales que quieran ver sus descubrimientos comercializados en el mercado.

La química verde: prevenir el daño

El Instituto de Química Verde de la Sociedad de Química de Estados Unidos (ACS, por sus siglas en inglés) recopiló una serie de principios de diseño de la química y la ingeniería sostenibles y verdes, que han sido propuestos por varias personas y grupos. 

Estos principios tienden a maximizar la eficiencia de los recursos, eliminar y minimizar los peligros y la contaminación, así como al diseño de sistemas en forma holística y a pensar en el ciclo de la vida. 

En cuanto al diseño de los productos, procesos y sistemas más eficientes, estos deben ser generados de acuerdo con la necesidad del consumidor, tomando en cuenta el uso de la energía y los materiales, en lugar de que respondan a los intereses o conveniencia del productor. 

También se destaca que se deben establecer balances completos de materia en los procesos y que las operaciones de separación y purificación deben diseñarse para minimizar el consumo de energía y el uso de materiales. 

Otro de los objetivos es reducir el agotamiento de los recursos naturales y conservar y mejorar los ecosistemas naturales.

Con el fin de reducir las sustancias peligrosas y contaminantes para el ambiente, se debe evitar la persistencia de estas en medios naturales y las nuevas sustancias deben descomponerse en productos de degradación inocua. 

Además, se propone que las metodologías analíticas permitan el control y el monitoreo del proceso en tiempo real, para evitar la formación de sustancias peligrosas. 

La Dra. Isamir Martínez, representante en el Congreso del Instituto de Química Verde, explicó que esta organización trabaja para implementar la química verde en todas las áreas de esta disciplina, principalmente en la educación y la industria. También fomentan la ciencia y las nuevas tecnologías que conduzcan a un desarrollo más sostenible. 

La química es la interfase entre la biología y la física, por lo tanto, esta ciencia puede hacer mucho para avanzar hacia un mundo más sostenible. 

De hecho, los químicos e ingenieros poseen las herramientas para trabajar en favor de al menos siete de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Así lo examina la Dra. Martínez, quien se refirió a la importancia de la química en la vida diaria de las personas.

Los 12 principios de la química verde

1. Evitar los residuos. 

2. Economía atómica (métodos sintéticos para maximizar la incorporación de todos los materiales usados durante el proceso del producto final). 

3.Reducir las sustancias sintéticas peligrosas. 

4.Diseñar sustancias químicas benignas. 

5.Utilizar solventes benignos y auxiliares. 

6.Diseñar para un uso más eficiente de la energía. 

7.Usar materias primas renovables. 

8.Reducir el uso de compuestos derivados. 

9.Usar la catálisis (en vez de los reactivos estequiométricos) 

10.Diseñar para la degradación. 

11.Análisis en el tiempo real para prevenir la contaminación. 

12.Química intrínsecamente benigna para la prevención de accidentes. 

Fuente: Instituto de Química Verde de la Sociedad de Química de Estados Unidos 

 

Patricia Blanco Picado
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

ll Congreso Mesoamericano y del Caribe de Culturas Vivas Comunitarias amplía período de inscripción

El período de inscripción para el ll Congreso Mesoamericano y del Caribe de Culturas Vivas Comunitarias se amplía hasta el 5 de febrero.

El congreso se realizará los días 19, 20 y 21 de febrero por medio de mesas de trabajo vía Zoom y transmisiones por Facebook Live y Youtube.

El costo de inscripción son $10 y puede hacerlo aquí

Para más información visite el Facebook de Culturas Vivas Comunitarias CR

No hay tiempo para grandes reformas electorales

Vladimir de la Cruz

¿Necesitamos más o menos diputados? ¿Cómo elegir de otra manera los diputados? ¿Hay tiempo para hacer los cambios constitucionales o legales para implementar hacia las próximas elecciones del 2022? ¿Es caro aumentar el número de los diputados?

Estas y otras preguntas son frecuentes cuando se habla de estos cambios posibles y ¿necesarios?

La Asamblea Legislativa, como se le llama al Poder Legislativo, desde 1949, es dentro de conjunto de los Poderes Públicos, el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, con su Corte Suprema de Justicia y el Poder Electoral, con el Tribunal Supremo de Elecciones, el más importante, en su rango, por la representatividad popular que en ella se expresa y por la función legislativa que tiene, de hacer las leyes, y porque en ella descansa, por ese motivo, la Soberanía Popular.

Por los orígenes históricos y fundamentos políticos filosóficos que justificaron la existencia de estos Poderes, en oposición a las ideas teocráticas que justificaban el poder de las monarquías, que hacían descansar su origen en una decisión divina, de Dios, son poderes totalmente laicos.

La integración de sus miembros, en el caso del Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, es por elección popular, donde los ciudadanos depositan su poder, por delegación de su voluntad, en el gobernante y en los diputados.

En la teoría política clásica esta delegación de poder debe guardar armonía entre gobernante y gobernados, con capacidad de los gobernados para destituir al gobernante que se aparte de esa armonía convirtiéndose en un dictador, en un déspota, en un tirano o haga de su gobierno un ejercicio autoritario, opresivo, conculcador de libertades y derechos, en perjuicio de los ciudadanos.

Frente al próximo proceso electoral se han venido impulsando iniciativas, de distinto orden y escenarios, entre ellos la misma Asamblea Legislativa, con proyectos de ley para tratar de modificar la integración del número de diputados, aumentándolos.

Para avanzar en esa dirección hay que hacer cambios constitucionales y legales, para los cuales ya no hay tiempo para impulsarlos y aprobarlos de modo que empiecen a funcionar en el próximo proceso electoral, al menos en la forma que se quieren introducir.

La esencia de la discusión es si debe aumentarse el número de diputados. ¿Cuántos diputados debemos tener hoy? Antes de 1949 el Congreso tenía 47 diputados, número que se mantuvo hasta 1956, cuando los diputados aumentaron a 57, como funciona hoy la Asamblea Legislativa. Al hacerse esa reforma no se previó haberla hecho de manera que periódicamente, con base a estudios censales de crecimiento de la población, se hubiera ido aumentando el número de diputados de conformidad a ese crecimiento poblacional.

Así, antes de 1949, con una población que andaba alrededor de los 700.000 ciudadanos, los 47 diputados representaban, cada uno de ellos, a 15.000 habitantes. Cuando se elevó el número de diputados, a partir de 1956, a 57, con una población de un millón de habitantes, cada uno de los diputados representó, en ese momento a 17.500 habitantes. Hoy tenemos cinco millones de habitantes con los mismos 57 diputados, de forma tal que un diputado hoy representa a 87.800 ciudadanos.

Es lógico entender que un diputado. debe representar a un número de habitantes. Así se hace hoy para distribuir el número de diputados a elegir por las diferentes provincias. Por eso unas provincias eligen más diputados que otras, lo que puede alterarse cada diez años por el análisis censal de población, para determinar dónde debe aumentarse un diputado en una provincia y cual otra provincia lo pierde si ha reducido su población inscrita registralmente.

De este modo, si guardamos la relación de 1957 entre población y número de diputados la Asamblea Legislativa debería tener 285 diputados. Esta estrecha relación puede resultar válida para un mejor control directo de los diputados por parte de los ciudadanos. En una escala de más de 100 países con una población similar a la nuestra los países tienen parlamentos o Asambleas Legislativas que oscilan entre 180 y 220 diputados.

El nuevo edificio de la Asamblea Legislativa fue planeado para tener más de 100 diputados, debidamente instalados. Esto ha sido un acierto en perspectiva de hacia dónde debemos avanzar.

La otra discusión vinculada es cómo elegir. Aquí hay diferentes tesis. Una es aumentar el número de diputados al menos en una treintena más, hasta 87, que podrían elegirse de la forma como se hace ahora proporcionalmente por provincias. Otra es que esa treintena de diputados se elija en lista nacional paralela a las listas provinciales. En la Asamblea Legislativa hay un proyecto de ley para crear 40 distritos electorales, que elegirían un diputado cada uno y otro número de diputados que se elegiría por lista nacional hasta un número superior a los 80 diputados.

Ninguna de estas propuestas es válida para empezar a funcionar en las elecciones del 2022, porque requieren reformas constitucionales que hay tiempo de hacerlas. Esto quedaría para el 2026, siempre y cuando estas reformas se hagan entre el 2022 y el 2023.

Me parece que el Tribunal Supremo de Elecciones, en uso de sus facultades constitucionales y electorales, sí podría hacer una reforma electoral que produciría mejores efectos de distribución y de elección de diputados, sin alterar el número total de 57 diputados que hoy tenemos, y sin modificar el número de diputados que le corresponde a cada provincia.

El Tribunal Supremo de Elecciones bien podría dividir cada provincia en regiones internas, atendiendo número de habitantes y regiones para que el número de diputados de cada provincia se elija por micro regiones, sin hacer listas separadas de la lista provincial. Tan solo se determina que los primeros puestos son electos por una de estas micro regiones, y así sucesivamente con las regiones que se establezcan. De esta manera las provincias tendrían en la Asamblea Legislativa una mejor representación regional y de sus poblaciones. A modo de ejemplo, una Provincia como Guanacaste podría dividirse a este efecto en la región de los cantones de altura y los de bajura, la Provincia de San José en la parte central, en Pérez Zeledón con algunos otros cantones, y en la zona de los cantones de los Santos, la Provincia de Alajuela igual haría con los cantones de la zona económica del norte, los de la parte central de la Provincia y con los cantones del oeste.

Si el primero de enero, como debe estar programado por Tribunal Supremo de Elecciones, se anuncia y publica el calendario electoral desde esa fecha hasta los días que siguen al primer domingo de abril del 2022, en caso de que hubiere segunda ronda electoral, ya es muy difícil hacer reformas electorales profundas, que requieran modificaciones constitucionales.

Por eso la anterior propuesta puede ser válida. No requiere reforma constitucional alguna al mantener el número nacional de diputados y el número de diputados por provincia. Y, sin lugar a dudas mejoraría la representación provincial de diputados.

¿Qué está pasando en las elecciones de Estados Unidos?

El sistema electoral en los EEUU y el poderío de Trump en el Partido Republicano.

Vladimir de la Cruz

El resultado de las elecciones en Estados Unidos no ha acabado formalmente, no se ha terminado de cerrar el proceso en toda su dimensión. Aún no ha terminado el conteo de votos y su verificación correspondiente en algunos Estados, de los 50 que forman la Unión Americana, junto al Distrito Capital. Todavía en enero se eligen dos senadores, que puede ser la diferencia para tener la mayoría de ese órgano político.

Aunque se conozcan los resultados generales, de la votación del pasado 3 de noviembre, no ha habido aún una declaratoria definitiva del ganador. Por ello es que los medios de comunicación, la prensa en general es la que termina señalando, y dando por ganador, a aquel candidato que se sabe por los resultados provisionales que ganó la mayoría de los miembros del Colegio Electoral, que es el grupo de ciudadano, 538 en total, encargado y designado para emitir finalmente los votos, en nombre del resto de los ciudadanos, para proclamar al Presidente y al Vicepresidente de los Estados Unidos.

Los votantes o miembros del Colegio Electoral resultan electos del mismo proceso de votación general y de carácter popular de cada Estado. Así se da el voto popular general y el voto de los miembros del Colegio Electoral.

No necesariamente la mayoría de los votos populares asegura la mayoría de los votos del Colegio Electoral porque ello depende de cada Estado, en el número de sus votantes. Así puede darse, a favor de un candidato, una mayoría de votos populares y una minoría de votos en el Colegio Electoral, como le resultó a Hillary Clinton en el 2016 contra Donald Trump. Del mismo modo, en las actuales elecciones Joe Biden ha ganado abrumadoramente el voto popular y, de igual manera, el voto mayoritario de los miembros del Colegio Electoral, situación que no acepta, en este caso, Donald Trump, quien ha perdido las elecciones.

48 de los 50 Estados tienen un sistema eliminatorio de voto, por el cual el candidato que obtiene la mayoría de los votos populares se lleva todos los Votos Electorales, los del Colegio Electoral, a su favor.

Los miembros del Colegio Electoral, una vez que se certifiquen los resultados de votación por cada Estado, se reúnen en la capital de cada uno de los Estados, para emitir sus votos, en la primera quincena de diciembre. Realizada esta votación, estos votos se envían a Washington, para que, en sesión conjunta del Congreso y el Senado, se cuenten y se haga la proclamación oficial del ganador a la Presidencia de los Estados Unidos, en los primeros días de enero, quien asume unos días más tarde ya oficialmente. Así, es el Colegio Electoral y no los votos populares los que eligen al Presidente y Vicepresidente de los Estados Unidos.

En las elecciones que acaban de pasar Joe Biden y Kamala Harris han ganado ambos procesos, votos populares y votos electorales. Queda en los próximos días por confirmar estos resultados de acuerdo con los procedimientos de cada Estado, lo que debe hacerse antes del 14 de diciembre.

De todos los procesos electorales que ha habido en Estados Unidos para elegir Presidente y Vicepresidente, en 18 ocasiones, incluida la de Trump, el ganador no ha obtenido la mayoría de los votos populares. La primera vez que ocurrió fue en 1824 con John Quincy Adams y en las dos últimas fue con George W. Bush en el 2000 y Donald Trump en el 2016.

Como en todo proceso electoral se pueden impugnar sus resultados. En el caso de los Estados Unidos eso procede hacerlo en cada Estado, y al interior de cada Estado. Por esta razón es que se aprecia a Donald Trump impugnando casi 50 procesos electorales en los distintos Estados, con ánimo de recortar o eliminar votos del candidato ganador, para cambiar, de serle posible, los votos electorales a su favor, situación que ya no es posible hacer. Los resultados son contundentes a favor de Joe Biden y Kamala Harris.

El sistema electoral de los Estados Unidos es propio de ese gran país, del mismo modo como hay sistemas electorales en otros países de manera particular.

De acuerdo con la Constitución de los Estados Unidos los Estados son los que tienen ciertas facultades de manera propia y exclusiva, entre ellas aspectos de educación, de salud y de carácter electoral, mientras que el Gobierno Nacional o Federal, atiende la política exterior y los asuntos de defensa y seguridad nacional, por ejemplo. Por ello se han producido, junto con el Distrito Capital, 51 elecciones estatales para elegir al Presidente y Vicepresidente, con el doble de resultados de votos populares y votos electorales.

El sufragio en los Estados Unidos, como Derecho, se desarrolló históricamente, como en la mayoría de los países, para alcanzar a la totalidad de la población mayor de 18 años. La primera vez que hubo una elección, en 1789, de la que resultó electo George Washington, solo participó el 6% de la población mayor de 21 años, de 13 Estados, en esa época, que podían votar. Hoy pueden hacerlo todos los mayores de 18 años.

Otras instancias de votación son el Congreso, de 435 miembros, y el Senado con 100 miembros.

Las elecciones para cargos federales se deben realizar en años pares, las de los diputados cada dos años, para períodos de 4 años. Los senadores duran en sus puestos seis años, cambiándose por tercios, 33 senadores, cada dos años.

Al Presidente solo se le permite, por reforma constitucional realizada en 1951, solo una reelección consecutiva o alterna. Los demás puestos de elección popular pueden reelegirse. Joe Biden tiene 47 años de ser Senador.

El Senado se compone de 100 miembros a razón de dos por cada Estado, mientras que en el Congreso se elige un miembro por cada Estado y el resto por resultado proporcional de votos según la población votante.

Desde 1852 todos los Presidentes de Estados Unidos han pertenecido a los partidos Republicano o Demócrata. Del mismo modo ejercen un control similar de las Gobernaciones estatales.

El sistema electoral de los Estados Unidos está hecho para que los partidos pequeños tengan muy poca capacidad de elegir representantes populares al Congreso o al Senado, por la forma del sistema mayoritario uninominal, por distrito, que existe de candidaturas.

Junto a esto, el sistema del Colegio Electoral afirma y consolida y refuerza, el poder bipartidista de los Estados Unidos.

Las encuestas electorales en Estados Unidos juegan un papel muy importante. En esta campaña electoral y en la anterior del 2016, respecto a los votos populares fueron muy acertadas, no así en los votos electorales. Del 2016 al 2020 se hicieron correcciones para la medición de los datos de encuestas, que aún no satisficieron en sus resultados, lo que llevará a nuevos procesos de ajuste y de formulación regional de las encuestas, en todas las dimensiones que lo hacen en Estados Unidos, para lograr mayor precisión y certeza en sus resultados, para futuras evaluaciones.

Las elecciones en Estados Unidos, las nacionales o federales, se realizan desde las bases de las comunidades. No existen normas generales para todos los Estados, que pueden tener sus particularidades de organización y conteo de votos. Hoy se obliga a que haya papeletas de votación de varios idiomas para asegurar los votantes que no tienen el inglés como primer idioma, por lo que puede haber distintos tipos de papeletas y de votación.

En la mayoría de los países hay un órgano institucional, director, organizador con capacidad de declarar el resultado electoral de manera definitiva. No es así en Estados Unidos.

El resultado de la reciente elección ha desnudado a la sociedad norteamericana, exhibiéndola altamente dividida en el campo político, entre las dos fuerzas que se expresan en los partidos Republicano y Demócrata, representando cada uno de ellos tendencias conservadoras y liberales, donde los conservadores son extremistas, y a los liberales, que calzan más con postulados socialdemócratas, los acusan de socialistas y casi comunistas.

Las elecciones han hecho surgir caudillismos políticos que no eran evidentes en la sociedad norteamericana, de tipo populista, siendo Trump su mejor representante, que se ha impuesto como líder de masas, con su propia fuerza, de carácter conservador, derechista, populista, de cierto estilo fascista. No casualmente le apoyan los movimientos nacionalistas, anticomunistas y antisocialistas en general, profascistas, religiosos conservadores, supremacistas, armamentistas, antimigracionistas.

Trump perdió las elecciones ganando en lo personal. También se impuso como líder, hasta hoy, en el poderoso Partido Republicano. Ha generado un terror y un miedo a los propios dirigentes nacionales de este Partido, que no lo han podido frenar, ni imponérsele como Partido para que reconozca el resultado de las elecciones, ni el Partido como tal lo ha hecho. Logró aumentar el número de congresistas sin haber obtenido la mayoría, mantiene la mayoría del Senado, salvo que la elección de los últimos dos senadores el 5 de enero, los pierda. Si los mantiene ejercerá un control poderoso sobre el próximo Gobierno de Biden y Harris. Ha anunciado que seguirá en política, en caso de aceptar su derrota, para volverse a postular en el 2024, con lo cual está desplazando a cualquier candidato que quiera hacerlo dentro del Partido Republicano. Ha fortalecido su presencia en dos medios televisivos con ese propósito. Desarrolló un estilo de comunicación por Twitter que no va a dejar de lado con sus fanáticos seguidores. Ha enseñado a sus seguidores a movilizarse como milicias ciudadanas, incluso armadas. Ha sostenido, discurso que mantendrá, que las elecciones le fueron robadas, que el triunfo de Biden es resultado de un fraude, lo que tiene que reivindicarse. Ha fomentado un discurso divisor de contenido antisocialista, casi al nivel del macartismo de los años cincuenta.

Trump está forzando el sistema institucional, peligrosamente, a no reconocer el triunfo de Biden, y a forzar que sea el Senado y la Corte Suprema de Justicia, con mayoría de jueces conservadores, nombrados por el Partido Republicano y por el mismo Trump, para que se desconozca ese resultado electoral y se afirme su continuidad en el Poder del Gobierno Federal, lo que parece ser una fórmula jurídica en posibilidad de llegarse a aplicar, sin considerar el peligro que eso entraña para la propia democracia norteamericana, su sistema político y para el escenario de una guerra civil de incalculables consecuencias, con un gobierno autoritario, que surgido de esa manera, no sería más que una dictadura y una tiranía.

La salida de Trump y la llegada de Biden es también otro reto para el Partido Demócrata, de desarrollarse más como un partido de masas, con clara y fuerte presencia nacional del Presidente Biden y su Vicepresidenta, Harris, de desarrollar una acción de gobierno fuerte, vigorosa, trascendente a toda la sociedad norteamericana, con posibilidad real de unir a la nación y de derrotar las tendencias populistas de Trump.

Al menos hasta ahora la llegada de Biden a la Presidencia de los Estados Unidos se ha visto a escala universal como un nuevo amanecer, como un fortalecimiento de las relaciones internacionales que se habían alcanzado alrededor de metas comunes en muchos campos, a la no desglobalización y debilitamiento de los organismos internacionales que hoy de muchas maneras influyen, con sus limitaciones, en la paz mundial, en el comercio internacional y en el desarrollo y fortalecimiento de los Derechos Humanos en todas sus expresiones.

Artículo publicado en Wall Street International Magazyne el lunes 23 de noviembre del 2020 y enviado a SURCOS por el autor.

Segundo Congreso de Territorios Seguros

El pasado fin de semana (4 y 5 de mayo) se llevó a cabo el II Congreso de Territorios Seguros en el cual se expuso mediante dramatizaciones algunos vicios del modelo representativo, como la excesiva burocracia, la facilitación de la corrupción comunitaria, “zafar el lomo”, demagogia, atraso intencional de procesos. También se indicó que algunas oficinas o instituciones sí cumplen a cabalidad su papel.

Continuar leyendo

Congreso Internacional de Turismo Rural en Nicoya

La Sede Regional Chorotega de la Universidad Nacional (UNA), y la Universidad Federal del Estado de Río Grande del Sur de Brasil, invitan al seminario: “Turismo rural, inclusión social y espacial para el desarrollo de las regiones”, el cual se llevará a cabo del 14 al 16 de noviembre de 2018, de 8:30 a.m. a 5 p.m. en el Auditorio Campus Nicoya de la UNA

Este seminario se llevará a cabo dentro del marco del XI Congreso Internacional de Turismo Rural y Desarrollo Sustentable (CITURDES-2018), cuyo tema central se basa en la declaratoria del 2018 como el año por la autonomía, la regionalización y los derechos humanos, organizado entre el Sede Regional Chorotega de la UNA, Campus Nicoya y la Universidad Federal del Estado de Río Grande del Sur.

El objetivo de este evento consistirá en reflexionar sobre el estado y avances de las investigaciones interdisciplinarias sobre el turismo en los espacios rurales a nivel internacional con énfasis en América Latina y el Caribe, con vistas al análisis y difusión de los conocimientos, resultados y aportes más recientes.

Ejes temáticos:

  • Bases epistemológicas y estudios críticos del turismo rural
  • Multi, inter y transdisciplinariedad del turismo rural
  • Tecnologías de la información y comunicación en el turismo rural
  • Innovación y supervivencia empresarial en el turismo rural
  • Políticas públicas, planeación y gestión del turismo en los espacios rurales
  • Turismo rural inclusivo y Derechos Humanos
  • Desarrollo regional e impacto socio territorial del turismo rural: estudios comparativos y de casos
  • Cultura, identidad y conservación patrimonial en los espacios rurales
  • Turismo, educación y formación en los espacios rurales

Dirigido a:

  • Investigadores del turismo tanto de América Latina como del resto del mundo
  • Miembros de universidades, centros e institutos de investigación turística o disciplinas relacionadas al turismo
  • Estudiantes de grado y posgrado interesados en el estudio de turismo
  • Empresas privadas y sociales de servicios turísticos
  • Instituciones gubernamentales y no gubernamentales y gobiernos locales
  • Público en general interesado

***Mayor Información con: Aurora Hernández (8719-5131) o con la Oficina de Comunicación de la Universidad Nacional, (2277-3464).

 

 

*Imagen ilustrativa tomada de http://www.pequenasdonacionescr.org

Enviado por UNA Comunicación.

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/