A pesar de avances en los derechos de las mujeres en estado de embarazo, el país tiene vacíos en materia de regulación, fiscalización y sanción en cuanto a violencia obstétrica. Así lo hizo ver la Defensoría de los Habitantes ante una solicitud de información requerida por el despacho de la diputada Paula Nájera Abarca.
La Defensoría llamó la atención sobre la ausencia de conceptualización de la violencia obstétrica en la Ley No.10.081 “Derechos de la mujer durante la atención calificada, digna y respetuosa del embarazo, parto, posparto y atención del recién nacido” que entró a regir el 27 de enero del año 2022. “Ni en su título, ni en su contenido, esta importante Ley desarrolla el concepto de violencia obstétrica, a pesar de que se enumeran los derechos de las usuarias en el marco de la atención prenatal, durante y después del parto”, indica la Defensoría.
La Defensoría hizo observaciones en cuanto al cumplimiento de los transitorios contenidos en la Ley. Destacó que si bien se han conocido acciones tendientes a generar normativa regulatoria -por ejemplo, el Protocolo Clínico de Atención Integral al embarazo, parto y posparto en la Red de Servicios de Salud – no se ha informado sobre un protocolo generado para el cumplimiento de la norma en los términos del transitorio I. Aunado a ello, la Ley No. 10.081 no dispuso las responsabilidades de verificación de esta obligación, ni el mecanismo para evaluar su implementación.
En relación con el Transitorio II, se promulgó el Decreto Ejecutivo N°44093-S: “Reglamento para la Defensa y Garantía de los Derechos de las Mujeres Embarazadas y de la Persona Recién Nacida en el contexto de la atención de su salud”, sin embargo, la Ley N°10.081 no desarrolló otras responsabilidades en el marco de las competencias de ese Ministerio de Salud, tales como la vigilancia de la salud: fiscalización sobre la prestación de los servicios, verificación sobre la incidencia de los incumplimientos en relación con la incidencia en las tasas de mortalidad materna e infantil, entre otros aspectos.
La Defensoría estima que, para que Costa Rica garantice la generación de indicadores sobre este tipo de violencia, debe incluirse su conceptualización tanto a nivel legal, como en los lineamientos, guías y protocolos que se aprueben e implementen en los servicios de salud. Actualmente, este tipo de violencia no está incluida dentro de los datos del Sistema Unificado de Medición Estadística de la Violencia de Género (SUMEVIG), ni hay información disponible en el Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia del Poder Judicial. Hace unos días, la CCSS anunció una estrategia para el abordaje de la violencia obstétrica en los diversos servicios institucionales.
Declaraciones de Kathya Rodríguez, directora de Mujer de la Defensoría de los Habitantes:
Oficina de Comunicación Institucional Defensoría de los Habitantes
República de Argentina planteó la solicitud de una opinión consultiva sobre el derecho al cuidado el año anterior; otros Estados, entre ellos Costa Rica, se han sumado.
Un conversatorio analiza los avances y los pasos a seguir dentro de este proceso que busca alcanzar un nivel de igualdad y equidad en favor de las mujeres, a quienes se les encarga tradicionalmente las tareas de cuido.
UNA Comunica. 13 de marzo de 2024. La labor de cuido ha recaído históricamente en las mujeres y ello ha conllevado a que se normalice una serie de actitudes discriminatorias que generan consecuencias económicas y sociales en su contra. Para atenuar esta situación, la República de Argentina planteó una solicitud, en enero de 2023, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) para que emita una opinión consultiva que reconozca el derecho al cuidado.
Justamente esta semana, del 12 al 14 de marzo, la Corte IDH, con sede en Costa Rica, recibió en audiencia a los Estados y organizaciones que apoyan esta tesis.
La Universidad Nacional (UNA), por medio del proyecto Trabajo y Crisis de la Escuela de Economía y el Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) apoyan y colaboran en esta gestión de la que son parte, además de Costa Rica, Colombia, México, Chile, Paraguay y Uruguay, países que han ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos.
“Como Universidad, estamos plenamente identificados con aquellas acciones que garanticen la igualdad en las relaciones sociales que han propiciado una brecha importante en los roles entre los hombres y las mujeres. Tradicionalmente se ha encomendado a la mujer, en su papel de madre y de cuidadora del hogar, la responsabilidad de velar por la seguridad de hijos, adultos mayores y personas con discapacidad, cuando esta responsabilidad debería ser compartida y asumida con absoluto apego a la justicia y la equidad”, manifestó Irma Sandoval, investigadora del Idespo.
La Encuesta Nacional del Uso del Tiempo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de 2022 reveló que, en Costa Rica, las mujeres incrementaron en un 16,4%, entre el 2017 y el 2022, el tiempo dedicado al trabajo no remunerado. En términos nominales, las mujeres dedican 32:04 horas a la semana a estas labores, mientras que los hombres destinan 16:30 horas. Por ejemplo, el cuidado de personas totalmente dependientes está a cargo de las mujeres en un 77%.
La valoración de estos datos la hizo el Programa Estado de la Nación el pasado 8 de marzo, a propósito del Día Internacional de la Mujer, al señalar que “muchas de las brechas en el mercado laboral se asocian con factores culturales y sociales históricos, al valorar de manera diferenciada los roles de género en los distintos ámbitos de interacción. Un ejemplo es la injusta distribución del trabajo doméstico no remunerado”.
A escala mundial, el panorama no tiende a cambiar. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) revelan que las mujeres dedican 3,2 veces más horas que los varones a los trabajos no remunerados.
El proceso
Fue el 20 de enero del año anterior cuando la República de Argentina dirigió un oficio a Juan Enrique Pérez Manrique, juez de la Corte IDH, solicitando una opinión consultiva sobre el tema del cuidado.
En el escrito, se detalla que “las desigualdades en el ámbito del cuidado anteceden y explican las diferencias entre los géneros en el ejercicio y goce de los derechos humanos: el papel social y tradicional de las mujeres como proveedoras de los cuidados y encargadas del trabajo doméstico, ha limitado su capacidad para incursionar en el mercado laboral formal y coartado su autonomía económica”.
Luego de la presentación de la solicitud por parte de la República de Argentina, la Corte admitió la presentación del pedido y habilitó una instancia para que los distintos actores presentaran la documentación que argumenta la posición de que el cuidado debe considerarse un derecho desde el sistema interamericano.
“Estos documentos se les conoce como amicus curiae que son presentados por las partes solicitantes de una opinión consultiva de parte de la Corte, y donde se aporta información relevante que le va a permitir al Tribunal deliberar e interpretar. Este proceso ya concluyó y ahora empezamos esta semana con las audiencias orales, para que luego se proceda con la parte deliberativa de cara a una decisión final”, detalló Laura Pautassi, experta de referencia internacional de cuidados y académica de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Argentina, quien está de visita en el país para participar las audiencias.
Conversatorio
En el marco del proceso de audiencias públicas, el próximo 14 de marzo se llevará a cabo el conversatorio El reconocimiento del derecho al cuidado en América Latina y el Caribe, a partir de las 5:30 p.m. en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica.
Durante el conversatorio se hará un recuento de las acciones que han conllevado a la presentación de esta solicitud ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, del estado de situación en los países y de los retos que se avecinan en la lucha para que se avance en el reconocimiento de este derecho.
“Desde la propia Comisión Interamericana de Derechos Humanos se ha considerado que el derecho al cuidado se viene configurando de manera progresiva, que es un derecho cuyo reconocimiento y protección debe fortalecerse. Sobre esa perspectiva, los Estados deben avanzar para que la justicia social y económica garantice una mayor equidad en favor de las mujeres”, agregó Leonela Artavia, economista y coordinadora del proyecto Trabajo y Crisis de la UNA.
Oficina de Comunicación Universidad Nacional, Costa Rica
Es terrible ser mujer ¨medusa¨ de esas que no han logrado complacencia en los dos grandes escenarios de significación que nos han brindado, por un lado, el foco de iluminación que aporta el saber disfrazarse como una muñeca perfectamente ataviada y maquillada, que se mueve adivinando el movimiento de los ojos que la hacen cobrar vida, como la protagonista absoluta y efímera de los reprimidos deseos masculinos, que no pueden depositar en sus ¨damas¨. A esas que se les ha regalado el perverso lado de la beata bondad, infinito canasto de beneficencias, donde cualquiera podría encontrar alimento, abrigo y sobre todo ¨perdón¨ irrestricto, todos y todo, menos la disaciosada portadora, que a como sabe de cuidados y serenidad también es una artífice de la autonegación y de las mayores tipos de violencia que podríamos perpetrar: la consumación de un camino, donde cada ocasión es una oportunidad para marcarnos en la piel, como las necesidades y planes de los otros, están por encima de los propios, porque sí, porque así lo dijo ese ¨dios¨ que no se bastó con violarnos desde el inicio de la historia, sino que además se regocija en profanar el camino al cielo, el único camino conocido para alcanzar desde estos pies terrenales la eternidad.
Y así la vida se encarga de repetirnos tales condenas desde que nuestros ojos tratan de despuntar destellos con la luz, es como si una sombra de desaprobación no acompañará permanentemente, en ocasiones para atragantarnos ilusiones y convertirlas en dolores de panza o simplemente para despejarnos posibles migrañas, lo más grave aún, y que supongo será considerado de menor relevancia para los perpetradores, pues que hayan unas cuantas mujeres con la frente de cara al sol, no significa que podrá ser derribada la dicotomía, me refiero a las que se aprendieron a destejer, pero los miedos y los lugares estrechos donde sus ambiciones y palpitaciones renunciaron a amoldarse, éstas mujeres son simplemente una rareza…
Así las mujeres ¨medusa¨ cobran vida, y quizás con cierta nostalgia debo escribir las palabras a continuación, pues descubrir la verdad inevitablemente nos condena a ese impostergable cementerio que cargamos a cuestas, allí donde constantemente dejaremos descansar personas, lugares y memorias que en un tiempo de cercanía emotiva nos proveyeron vida en nuestras esperanzadas venas.
Con ese pasaje a la muerte a nuestra disposición, ya no es imposible doblegarnos ante la voz masculina que trata de retratarnos en su contexto de cacería, ahora podemos oler las feromonas, las proyecciones ajenas, los sentimientos a medio germinar o una auténtica intención que son escasas, pero las hay. No pretendo ser mezquina con este planteamiento, pero es hiriente el rebajo vulgar en el que ha caído la apreciación de la belleza estética, y más aún la femenina, donde salir a la calle es protagonizar una persecución por calificar si se está ̈cumpliendo ̈ con el desfile de carne que esperan los perros hambrientos, desde insultos, insinuación de agresión, invasión del espacio personal, hasta comentarios correctivos de cómo tu panza, tus piernas, tu boca, podrían ̈verse mejor ̈ o en el último escalón del irrespeto a la intimidad deberían cambiarse…
Describiendo las anteriores situaciones, como una clara vejación de la interacción humana y que el único castigo social que se concreta es su naturalización, y me abstengo de entrar en detalle sobre las innumerables abusos físicos y sexuales que se materializan en nuestras sociedades, anclados a los castigos ontológicos citados unos párrafos atrás.
Pero además de este panorama que innegablemente sitúa a las mujeres en un estado de alerta, no solo de su bienestar físico, sino de su claro condicionamiento donde ¨la expresión de su sexualidad¨ en vez de constituirse como una posibilidad de recreación del ser al igual que el intelecto o la creación, se posiciona como un doloroso reconocimiento de la culpa con la que nacemos, en medio de las piernas, y donde evidentemente no existe espacio para su exploración o disfrute.
Disfrute que ha sido relegado al plano privado, como una transacción comercial más, donde la garantía que indemniza la firma de un contrato puede aportarnos la posibilidad de caminar en esas calles, con el velo de aceptación social que nos cubre desde que aceptamos ofrendar la catedral de nuestras vaginas a un solo pene sacerdotal, mismo que nos esgrimá de instintos carnales o pasiones desenfrenadas, que habitan en nuestro misterio, tan censurado y venerado al mismo tiempo.
Así pues, las que prefieran las jornadas eclesiásticas, concurridas y festivas, a pesar de no temer a la condena y ayudar a tantas almas, incluida la propia, a transitar la trascendencia y seguir habitando esta tierra, serán apedreadas inclusive por las personas que duermen a su lado, o por aquellos que hacen alardes de claridad ante la pureza, tremenda tarea, ¿no?…
Y en este tremendo juego de ajedrez perverso en el que configuramos los vínculos sexo-afectivos son pocas las personas capaces de renunciar a su lugar de privilegio, sería como cercenarse una parte del cuerpo que los sostiene en las relaciones de poder, en las que nos configuramos y movemos, por lo que brindar un espacio real para que una mujer esté en igualdad de condiciones, podría leerse por las almas adoloridas como posible peligro, por las mentes débiles como una inclinación de la balanza hacia el lugar de la pérdida, y para las batallas sociales, como alguien que está ¨jugando desde el lado de los perdedores¨.
Aquel que logre sobrepasar tales trampas, estará en posibilidad de embriagarse en la energía sexual de las mujeres y volver fortalecido y agradecido de la experiencia y no confundido e iluso en la búsqueda de estrategias para su opresión.
¿Será acaso que nuestros hombres podrán ostentar orgullo al salir victoriosos de conquistar mujeres que han crecido asumiendo su sexualidad como un motivo de agresión y abuso, y después de ¨resistir¨ y ¨defenderse¨ de múltiples circunstancias violentas, quizás entre cansancio y resignación entregan las llaves de su misterio al primero que sea medianamente cortés y atento? En lo personal, considero humillante ser partícipe de tal transacción, presumiendo el trofeo de una guerra silenciosa, donde se mercadean los cuerpos de las mujeres. Tengo que hacer hincapié en este punto, si el cuerpo de las mujeres, pues si no existe autonomía en este plano tan básico, no lo podrá haber en otras áreas del desarrollo humano, a las que cualquier persona podría aspirar.
Volviendo al tema de la condena, aquellas que bravas como lobas en cacería, decidan no renunciar a sí mismas, y desplegar las alas de sus vulvas musicalizadas como la corriente de una cascada y su sonido nos traslada a la frescura y la fuerza de la vida, pagaran con su íntegra y plena presencia, las facturas de soledad, desacreditación y castigo que vengan del exterior, como un secreto a voces, que nos tragamos entre deseos, argumentos y la vomitada inducida.
Así convivimos entre cadáveres de mujeres que adolecen agresiones plurales naturalizadas, pequeñas o grandes, todo con tal que desahogar la pena del agravio cometido, de ser dueñas de su poder creativo, niñas madres del camino de perdición que ¨les tocó¨ por las sendas de placer que nos palpitan en medio de las piernas, por los pechos rebosantes de leche, que son capaces de aliviar las hambres del alma, pero de los cuales no podemos maravillarnos ante la permanencia de estos misterios aquí en la tierra, nuestra desidia nos obliga a querer ¨poseer¨ lo divino…
Y ahora que llego a este punto, me merecen unas cuantas ideas, incitar a que el lector palpe el segundo escenario, el de la madre abnegada, carente de criterio, de proyecciones personales, pero sobre todo, carente de vitalidad, esa mujer que alcanza la ¨cumbre¨ de la aceptación social, es la capaz de imponerse una flagelación tal que satura sus actividades de cuido, donde no existe tiempo para escucharse, así convencida de que alejarse de la manifestación de su energía más instintiva, innegablemente sexual y creativa, le permitirá perpetuar su lugar de ¨tranquilidad social¨, y ella misma no se auto estropeará sus posibles engranajes de estabilidad, que la alejarán de la culpa, con la que ha tenido que lidiar toda su vida.
Y no podemos dejar de colocar en el trono, la mayor muestra de dotarla del lugar de importancia indiscutible, el reproducirse y que esos niños sean frutos de la legítima victoria de su esposo en las contiendas de conquista, preferiblemente niño, para no cargar con una niña que cuidar o ¨corregir´ por su naturaleza defectuosa, y el motivo perfecto para no abandonar jamás el encadenamiento definitivo a la sombra de un hombre, y resignarme al cuidado de ¨otros¨.
Donde el desgaste le jugará malas y aliviadoras pasadas a mi mente, y así por fin recordar mis propias aspiraciones no me consumirá más detenimiento que la de un recuerdo vago, de una persona ajena, que en algún momento existió y la colonización completa y una vez más tranquilizadora de que la mayor realización que puede asumir mi vida, es la del hacerme cargo de alguien más, me arrojaran a la amnesia segura de mi destino único, donde no hace falta tomarse la molestia por cuestionarse, además que habría de cuestionarse? si el cuento de hadas que conozco desde antes de hablar me lo ha anunciado, y la estructura social se encargó de que no lo olvidara, facilitándome con voces atentamente amenazantes, desaprobadoras y adoctrinantes, donde muchas veces pude reconocer el lugar más seguro, el del olvido de mí misma.
Como en el primer escenario, vemos en este último la personificación de la ¨mujer decente¨ como un cuerpo carente de su expresión sexual, aceptada únicamente en términos reproductivos, y con un tiempo de sacralización, donde depositamos la pesada tarea de representar las bondades que nos han quedado debiendo nuestros dioses judeo cristianos, y donde ni siquiera existe una representación clara de las deidades femeninas, en resumen le pedimos que sea dios, pero un dios en función de necesidades terrenales, imposibilitado de acceder a su fuente de poder, su sexualidad sana y activa, y le arrebatamos la característica de renovación, la de concebir también la muerte, esa se la hemos pedido para nuestra diversión, y con esa misma protagonizamos el episodio más oscuro de la historia de la humanidad, desconectarnos de nuestra dualidad.
Retomando mis palabras del inicio, es terrible nacer ¨mujer medusa¨, y aprender a convivir con la soledad, no solo la que te arrastra en el entorno, sino la que te corroe los huesitos, esa que atenta contra los pasos temiblemente presentes que sabés dar, a la que invocamos cuando nos quedamos sin fuerzas y tenemos la pérdida de significado, pero es la misma que si aprendemos a rumiar, puede contenernos en la auténtica paz, desahogar los llantos propios y los comprados, destrabar las dudas que nos ponen la soga al cuello y la que nos habla de quienes somos, la que no ha desconfiado ni un solo segundo de nuestra valía y capacidad, la que no nos permite abandonar y la que quiere llevarnos a navegar el mar, ese lugar donde nuestra alma nunca más sentirá hambre de profundidad.
Y repito, es terrible nacer mujer medusa, porque no te quedará más remedio que escucharte y volver a empezar, no tendrás más opción que insistir y pelear por lo que te pertenece, necesitarás olfatear con cautela y esmero para reconocer lo que te importa.
Y habrán muchas noches de frío y angustia, un cuerpo que te pida tregua, pero sin titubear te aseguro que el mejor lugar desde donde podrás ver el amanecer y tus caídas son distorsiones ficcionales es tu propia y completa ACEPTACIÓN.
Y para mis siempre honrados y estimados amigos, desde lo más claro de mi corazón, les deseo interminables oportunidades para aprender a relacionarse con las mujeres, no desde la posesión, el auxilio o el desenfreno doliente de la pasión, no, definitivamente desde otro lugar, desde el estado inalterable de la presencia y la escucha, donde los nudos de nuestra emoción o mente pueden encontrar sendas bastas y en permanente mejora para el encuentro genuino, eso de andar por la vida con la tarjeta lista para cobrar créditos de poder a las mujeres con las que se relacionan, primeramente los hacen estar terriblemente engañados, pues al final creerse victorioso en medio de mujeres moribundas, es desleal y avergonzante y además les acarreará un sin número de vínculos condicionados, donde no podrán acceder a la esencia de sus compañeras, y finalmente, pero no menos importante, perpetúan así el feminicidio simbólico de miles de mujeres, hasta de las que con contradicción y pasión se agencien respetos o amores, en sus manos consumadoras, en sus ojos cómplices, en sus palabras descalificadoras y en sus acciones tardías, caerá el peso de ésta masacre, en el que las mujeres se mueven cada día intentando sobrevivir y donde los hombres definitivamente vagan en el camino, donde los hombres no saben quiénes son…
En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el foro virtual «8M: Día Internacional de la Mujer: ¿Qué pasa en Costa Rica?» reunió destacadas voces feministas para analizar las luchas sociales de las mujeres, especialmente en la zona de Occidente de Alajuela. El evento, organizado por el programa ALTERNATIVAS, se llevó a cabo el pasado 8 de marzo a las 6 p. m.
Durante el foro,mse abordaron temas críticos y políticos relacionados con la violencia de género y las causas estructurales que la perpetúan en la sociedad costarricense. Se realizó un análisis exhaustivo de las instancias en las que las mujeres enfrentan violencia, así como una evaluación de las acciones tomadas hasta el momento para proteger integralmente los derechos de las mujeres.
Entre los aspectos discutidos destacaron la sexualización de los cuerpos femeninos, la desigualdad que enfrentan las mujeres con discapacidad y las políticas públicas vigentes para abordar estas problemáticas. Se enfatizó en la necesidad de una perspectiva crítica y reflexiva para comprender las complejas dinámicas que subyacen a la violencia de género en la sociedad costarricense.
El foro contó con la participación activa de destacadas figuras del activismo y la academia, quienes aportaron su experiencia y conocimientos en el debate sobre la situación de las mujeres en Costa Rica. Entre las panelistas se encontraban Ericka Álvarez Ramírez, presidenta de la ALAMUD (Asociación Latinoamericana de Mujeres Urbanas y Rurales por el Desarrollo), Darla Villarreal Medina, estudiante de la Escuela de Ciencias Políticas e Historia, la activista y educadora feminista Irené Barrantes Jiménez, y la activista feminista Enid Cruz Ramírez.
La transmisión en vivo del foro estuvo disponible a través de las plataformas de Facebook Live, Youtube y Spotify del programa ALTERNATIVAS, así como su retransmisión en Radio Actual, Radio Guanacaste, Radio Soberanía y Radio Evolución, permitiendo ampliar el alcance y la accesibilidad del evento a nivel nacional.
Se destaca la importancia de este espacio de reflexión y debate para contribuir a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria para todas y todos, y se agradece la participación de todas las personas interesadas en la lucha por los derechos de las mujeres en Costa Rica.
En un esfuerzo por promover la solidaridad y el intercambio de experiencias entre mujeres de diferentes culturas y regiones, se llevó a cabo el conversatorio «Diálogos de Mujeres desde Abya Yala hasta Palestina». Este busca establecer puentes entre dos realidades distantes, pero unidas por la lucha por la justicia y la igualdad.
El evento, publicado en la página de Facebook del Comité de Defensa de los Derechos de la Mujer (CODEM), se celebró a través de una conferencia en vivo el domingo 10 de marzo del 2024. La conferencia contó con la participación de Tilda Rabia, presidenta federal de Entidades Argentino Palestinas, María Fernanda El-Badawi, quien forma parte del comité ejecutivo Alianza Latinoamericana por Palestina contra el Apartheid – Ecuador, Nadesdha Guevara, pro derechos humanos de Bolivia, Adriana Salazar, parte de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, María del Carmen López, parte del Comité de Defensa de los Derechos de la Mujer, Ana Rosa Moreno Aguilar y Ana Laura Rojas, parte del Boicot, Desinversión y sanciones (BDS), Doris Ríos Ríos, activista Cabécar defensora y recuperadora de territorios y Daniela González, coordinadora internacional del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos.
El objetivo principal de estos diálogos es fomentar un espacio inclusivo y seguro donde las mujeres puedan compartir sus experiencias, perspectivas y estrategias de resistencia frente a las múltiples formas de opresión y discriminación que enfrentan en sus respectivas realidades. Se espera que este intercambio permita visibilizar las luchas y logros de estas mujeres, fortaleciendo así la solidaridad transnacional.
Con este encuentro, se espera generar un espacio de reflexión, aprendizaje y acción conjunta entre mujeres de distintas realidades. Los Diálogos de Mujeres desde Abya Yala hasta Palestina son una muestra tangible de la solidaridad y el compromiso global en la lucha por la justicia de género y la construcción de un mundo más equitativo y justo.
Mujeres trabajadoras de plantaciones agrícolas, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, alzan la voz, ante diversas situaciones de discriminación que viven en sus trabajos, especialmente cuando se afilian a un sindicato.
Hoy, 8 de marzo, mujeres que forman parte del sector agrícola denuncian las diversas situaciones que viven a nivel laboral. Delatan la falta de respeto por sus derechos, la discriminación y la persecución que sufren en manos de sus superiores. Además, mencionan como alejan y manipulan a personas que quieran afiliarse a los sindicatos.
Estas declaraciones ganan mayor importancia al tomar en cuenta los intentos por mantener la imagen limpia de las plantaciones agrícolas. Yaney Elizondo hace énfasis en las repercusiones físicas, como alergias e irritación, a las que se ven expuestas por la cercanía a los productos químicos. Asimismo, Lolita Ortega denuncia su despido injustificado tras un accidente laboral. Cristina Pérez también señala la fatiga diaria que sufren por las largas horas laborales y la poca empatía por parte de los superiores.
La ANEP busca que estas mujeres gocen de derechos laborales, libertad sindical y justicia sin que esto afecte el desarrollo, la producción, y la exportación de la fruta.
UNA Comunica. 8 de marzo de 2024. Al conmemorarse hoy el Día Internacional de la Mujer, el Consejo Universitario de la Universidad Nacional (UNA) emite el acuerdo UNA-SCU-ACUE-083-2024 en el cual hace un repaso histórico sobre los grandes hitos que han acompañado la lucha incesante en búsqueda de una efectiva equidad, igualdad y respeto a los derechos de las mujeres, destaca además los retos que deben afrontarse y realza las acciones que desde la UNA se han emprendido. Asimismo, reitera su compromiso para garantizar la inversión de recursos públicos dirigidos a las mujeres.
Pronunciamiento sobre la conmemoración del Día Internacional de la Mujer:
CONSIDERANDO:
El Día Internacional de la Mujer nació de las actividades del movimiento sindical a principios del siglo XX en América del Norte y Europa. El primer Día Nacional de la Mujer se celebró en los Estados Unidos el 28 de febrero de 1909, cuando se convocó la huelga de los trabajadores textiles y mujeres del Partido Socialista de los Estados Unidos protestaron también contra las condiciones laborales en Nueva York en 1908; según los datos de la Unesco (2024).
Lo definido en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague en 1910, Clara Zetkin propuso y aprobó la celebración del “Día de la Mujer Trabajadora”, que se comenzó a celebrar al año siguiente: la primera conmemoración se realizó el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, desde entonces se ha extendido a muchos países.
En 1917, las mujeres en Rusia deciden protestar de nuevo, y luchar por «Pan y Paz» en el último domingo de febrero (8 de marzo en el calendario gregoriano), lo cual llevó eventualmente a la adopción del voto femenino en Rusia.
En 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 3010, declaró a 1975 el Año Internacional de la Mujer y en 1974 invitó a los Estados a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. (ONU, 2024).
A partir de estos años, el Día Internacional de la Mujer tomó una nueva dimensión global para las mujeres en los países desarrollados y en desarrollo. El creciente movimiento internacional para las mujeres está ayudando a que la conmemoración sea un elemento unificador y esto fortalece el apoyo a los derechos de las mujeres y su participación en los ámbitos político, social, científico, cultural y económico.
El 8 de marzo, se reivindican los derechos fundamentales de las mujeres, tanto su igualdad en la sociedad como su participación en todos sus ámbitos y se pone de manifiesto la necesidad de eliminar cualquier forma de discriminación de género.
En esta fecha se conmemora una lucha histórica que las mujeres han continuado hasta nuestros días y que, actualmente, sigue en marcha. Algunas de las mujeres que han hecho historia: Elena Lucrezia Cornaro Piscopia (1646-Italia), primera mujer en recibir un diploma universitario; Aletta Henriëtte Jacobs (Holanda-1854), primera mujer en ejercer el voto en el mundo, y Bernarda Vásquez Méndez (1918 -Costa Rica), primera mujer en emitir el voto en Costa Rica. Las científicas Caroline Herschel (1750-Alemania), Ada Lovelace (Inglaterra-1815), Marie Curie (1867-Polonia) Lise Meitner (1878-Suecia), Rosalind Franklin (1920-Inglaterra), Margarita Salas (1938-España), Elizabeth Blackburn (1948-Australia) y Flora de Palo (1952-España).
El sitio web Un Women (http://www.unwomen.org) informa que “al 10 de enero de 2024, hay 26 países donde 28 mujeres se desempeñan como Jefas de Estado y/o de Gobierno. Al ritmo actual, la igualdad de género en las más altas esferas de decisión no se logrará por otros 130 años”; esto es un aspecto para reflexionar y actuar desde nuestra casa de enseñanza.
Lo establecido en el Objetivo de Desarrollo Sostenible que señala lograr la igualdad de género de aquí a 2030, requiere adoptar medidas urgentes para eliminar las causas profundas de la discriminación que siguen restringiendo los derechos de las mujeres, tanto en la esfera pública como privada.
En el 2024, la ONU Mujeres propone el cambio con el lema de invertir en las mujeres para acelerar el progreso mediante las siguientes acciones:
a) Invertir en las mujeres es un imperativo desde los derechos humanos, para crear sociedades inclusivas.
b) Acabar con la pobreza, desde el 2020 los desastres climáticos y la situación económica ha empujado a 75 millones de personas más a la pobreza severa. Si se sigue esa tendencia para el 2030, tendremos 342 millones de mujeres y niñas viviendo por debajo del umbral de la pobreza.
c) Poner en marcha un financiamiento transformador para la igualdad de género. Según las estimaciones de la ONU, el 75% de los países mantendrán los recortes en el gasto público en el 2025. La austeridad repercute negativamente en las mujeres.
d) Avanzar hacia el desarrollo sostenible y una sociedad del cuidado. El actual sistema económico exacerba la pobreza, la desigualdad y el deterioro medioambiental, lo cual afecta desproporcionadamente a las mujeres.
e) Apoyar los feminismos que impulsan el cambio. Las organizaciones que lideran la lucha contra la pobreza y la desigualdad están trabajando casi sin recursos, pues reciben un escaso 0.13% de la ayuda oficial para el desarrollo, según los datos de la ONU Mujeres (2024).
Lo indicado en la Política Nacional para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres en Costa Rica 2018-2030, con respecto a los compromisos internacionales sobre derechos humanos y la igualdad efectiva, sustentado en la convencionalidad ratificadas por Costa Rica que protegen los derechos de las mujeres; en particular la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1984) y en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Convención Belem Do Pará, OEA 1994); así como declaraciones, acuerdos, plataformas sobre la materia y objetivos de desarrollo sostenible cuya finalidad es que nadie se quede atrás en el desarrollo (INAMU, 2024).
Lo señalado en el Sistema Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Intrafamiliar como instancia de deliberación, concertación, coordinación y evaluación entre el Instituto Nacional de las Mujeres, los ministerios, las instituciones descentralizadas del Estado y las organizaciones relacionadas con la materia (artículo 1, Ley 8688), (Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), 2024).
La misión histórica de la Universidad Nacional es crear y compartir conocimiento en favor del bienestar humano, mediante acciones que propicien la transformación de la sociedad para llevarla a estadios superiores de convivencia. Honra la libertad, la diversidad, la búsqueda de la verdad y sustentabilidad natural y cultural, en beneficio del conocimiento, la equidad, la justicia y la dignificación de la condición humana.
Lo establecido en la Política para la Igualdad y Equidad de Género de la Universidad Nacional, publicada en la UNA-GACETA º 07-2017, del 29 de mayo de 2017, y en su Plan de Acción.
Las acciones afirmativas que desde la Universidad Nacional se promueven para garantizar el cumplimiento de la Política para la Igualdad y Equidad de Género.
Por tanto, se acuerda:
Reiterar el compromiso de la Universidad Nacional para garantizar la inversión de los recursos públicos en las mujeres para acelerar el progreso y la igualdad de género. Acuerdo firme.
Solicitar a la rectoría que, a más tardar el 14 de junio 2024, un informe sobre el estado de situación relacionado, a indicadores sobre la contribución de la Universidad Nacional en la consecución del ODS 5, la participación de las mujeres en la acción sustantiva, para ser compartido con la comunidad universitaria. Acuerdo firme.
Oficina de Comunicación Universidad Nacional, Costa Rica
Desde Acción Feminista Global se promueve que el próximo 8M, a nivel mundial, en grandes y pequeñas ciudades, se auto organicen diversas mujeres para realizar un bordado de forma libre alusivo a la situación de las mujeres en Gaza, con la finalidad de pedir el fin del genocidio así como el cuidado de la vida, medida impulsada desde Bordadoras en Resistencia, quienes el próximo 8M rendirán homenaje a las mujeres de Gaza, con la realización de un lienzo con bordados de algunas mujeres para la marcha del 8M.