Skip to main content

Etiqueta: Perú

Sobre la destitución del presidente de Perú

Por Carlos Meneses Reyes

Este 07 de diciembre de 2.022 compareció Pedro Castillo ante la Fiscalía General, donde fue detenido, lo cual demuestra que no existe un régimen de fuero presidencial y de alto poder judicial para juzgar al presidente. En Colombia si el Congreso castiga o aplica moción de censura al presidente lo juzga la Corte Suprema de Justicia. Califican de error político haber acudido a la orden ineficaz de cerrar el congreso; pero en modo alguno ello violaba la normativa penal ipso facto y por ende el actuar de la Fiscalía obedeció a un esfuerzo conjunto de golpe de estado en Perú.

Los antecedentes de desequilibrio en el ejercicio del poder ejecutivo sobrevinieron desde el día siguiente a su posesión.

La estrategia “institucionalista” de allanarse a la OEA, respetar el statu quo y de acuerdos con la centroderecha (en Perú) produjo el aislamiento y pérdida de popularidad del entonces mandatario.

Desde el día siguiente de su triunfo no demostró capacidad para manejar la gobernabilidad. Acudió a exponentes de la izquierda con cuadros marxistas leninistas y le toco prescindir de ellos. Así fue el comienzo de lo frágil de su autoridad política.

Tres meses atrás se señalaba que el gobierno de Castillo ingresaba en una fase de derrumbe (¿Se derrumba el gobierno de Castillo?, Rebelión, 06/08/22), avizorando “altamente improbable que las FF.AA. vayan a apoyar el cierre del Congreso”. Esto nos permite una presentación comparativa. En el caso colombiano está demostrado que el generalato (en ejercicio activo y en uso de retiro impune), sin vocación de respeto constitucional, ausculta un proceso de “cambio de mentalidad” en la oficialidad debido a las etapas en marcha luego de la firma de los Acuerdos de La Habana y de perspectiva de finalización del conflicto armado con las insurgencias; lo cual ha traído aspectos de conflictividad profesional o toma de conciencia en la defensa efectiva de los derechos humanos y ser sujetos de objeto de experimentos de una justicia alterna diferente a la concepción paradigmática de una “justicia militar” ordinaria o independiente.

En Colombia al triunfar un presidente alternativo, socialdemócrata, progresista, no de izquierda, los llamados a un golpismo por parte de la derecha legislativa recalcitrante, no obtuvo eco en ese generalato que en buena parte viene siendo renovado. Tomaron la vocería los que disfrutan del retiro impune y ello demostró que carecen de mando y de capacidad de liderazgo. Mucho menos de arraigo popular que les apoyaren en decisiones desequilibradas y absurdas. Resultó catastrófica la aspiración de exponentes de la oficialidad en uso de retiro impune y cuestionada en su incursión electoral. No cuentan con una fuerza electoral que les crea y apoye o, por el contrario, ante el torrente de cualificación política del momento de auge de masas y popular en Colombia, mucho de esos ex militares optan por incursionar en las corrientes alternativas del movimiento de masas; bien sea en forma oportunista o como variable de paradigmas. Otros simplemente esperan que la egida de la impunidad les cobije…

El ascenso de Pedro Castillo al poder se dio en medio de una gran convulsión social. No obstante, el panorama y de reflejo con relación a Colombia, seguramente con igual génisis resulta total y objetivamente diferente. Esto, pues a diferencia la derecha militarista colombiana, no logró poner al movimiento alternativo encabezado por G. Petro y Francia Márquez a la defensiva, sino que sus iniciativas y propuestas de cambios profundos sirvieron de emulación a los voceros y representantes de esa derecha en competencia electoral. Desde la segunda vuelta electoral la derecha argumentó fraude, hubo llamados de asesinar al propio Castillo y sobrevino el desacierto al romper con el partido sostén Perú Libre (PL) purgándolo de sus cuadros marxistas y pactando “desde las alturas” con la derecha opositora repartiéndose el botín burocrático desde ministerios hacia abajo y en forma oportunista y precaria fue víctima de su propio invento siendo acusado de corrupto por los mismos comilones. Luego procedió a dar marcha atrás a las promesas electorales, entre las que se cuenta el aumento de presupuesto para la salud y educación, programas de nacionalizaciones y convocatoria a una Asamblea Constituyente.

Al no contar con autoridad política, Pedro Castillo Comenzó por prescindir de los sectores de izquierda en que inicialmente se apoyó. En el caso colombiano el presidente G. Petro no se apoyó en la izquierda pese a su convocatoria y apoyo electoral de gran incidencia especial en sectores tradicionalmente abstencionistas. Con verdadera capacidad política y visión de estadista se apoyó en los sectores socialdemócratas, progresistas, reformistas sin cuestionar el fondo del establecimiento capitalista, sino por el contrario impulsando el desarrollo de las fuerzas productivas acorde con un conocimiento de los fundamentos de la economía política. Al presidente G. Petro, más le podía afectar la humedad al pato que el calificativo derechista de “ex guerrillero”. La guerrilla del M-19 no fue marxista leninista ni producto de la escisión del movimiento socialista internacional (en 1963) como si resulto inmerso el surgimiento de las FARC-EP, el EPL y el ELN. Una guerrilla como el M-19, producto de la reacción rebelde por un fraude electoral, no fue resultado de la profundización de la lucha de clases y por el poder (armado) en Colombia. En este país con el triunfo alternativo y de inspiración popular se desmoronó lo esquemático de una “centro izquierda” o una “centro derecha” cual galimatías de un poco más a la izquierda o más al ladito de la derecha. El centrismo como planteamiento político fracasó, quedó sepultado en Colombia y la derecha militarista recalcitrante opuesta a todo cambio determina una corriente ante una izquierda, en modo alguno vergonzante, identificada con alianzas para la obtención de profundos cambios, con realismo político y amplio espectro en el movimiento popular cual motor impulsor, que a su vez le garantiza permanencia y vigencia política. Es sabido que el presidente G. Petro fundo su equipo de gobierno primordialmente en el entorno de sus antiguos compañeros de filas ex guerrilleras del M.19 y cuadros conocedores del manejo administrativo durante su paso por la alcaldía de Bogotá, hoy Distrito Capital y en cogobierno con sectores de la derecha moderada…

A diferencia del manejo de G. Petro en Colombia, la marcha atrás de Pedro Castillo desmoralizó y desmovilizó a las masas populares y no contó con su apoyo en momentos que se impuso la ingobernabilidad y ahondaron las contradicciones en el manejo burocrático y ejercicio armónico de los poderes constitucionales.

Un aspecto álgido en el panorama político analizado en Perú lo constituye el hecho que la derecha capitalizó el resultado de las últimas elecciones municipales y regionales potenciando el golpismo dadas las relaciones ejecutivo con el legislativo y el poder judicial. Para Estados Unidos y la clase capitalista nacional el control de la vida política peruana estaba asegurado coincidiendo en un compás de espera pues no encontraban en la oposición un líder que aglutinara a sus intereses. Le apostó a la ineficacia de los nacionalistas y al juego de la intriga y la traición logrando resultados favorables en detrimento al respaldo al mandatario. La abogada Dina Boluarte, quien pregonaba lealtad al presidente, optó por aceptar reemplazarlo inmediatamente es detenido el presidente Pedro Castillo y ella, conforme a lo planeado, anuncia que asume y formará un consejo ministerial de “unidad nacional” cuya esencia es de cogobierno con la derecha golpista. No obstante, vendrán las movilizaciones populares exigiendo descongelar el ideario de reformas amplias y represadas con la no sepultada propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente que dará paso a un gobierno transicional y de un encausamiento hacia el orden constitucional.

A manera de conclusión en modo alguno se pude desgajar la situación de Perú en relación con la de Colombia. No hacen parte de un todo, obviamente. No obstante, nos encontramos en Colombia con una derecha militarista resentida y con ejercicio de poder. Centra sus esperanzas en el mantenimiento de privilegios electorales y obtención de triunfos en ese campo, en un escenario de un sistema electoral corrupto de casino, inmoral y filtrado por la mafia y el narcotráfico. Aspira cercar al gobierno nacional desde los gobiernos locales y regionales. Constituyen una oposición que no cuenta con un líder carismático que la represente y pueda superar al gran estadista de talla internacional como lo es G. Petro y Francia Márquez, como una líder y adalid que defiende ideas y propuestas de un movimiento político social, cultural, multiétnico, con derrotero claro cada día en la creación de un partido político de orientación nacional.

Pero a diferencia con Perú en Colombia se transita por una cualificación política del movimiento de masas y popular. Decanta su peso político especifico el movimiento insurgente en un accionar participativo de la organización de la sociedad civil como actor principal. Nunca como antes se había visto un panorama de fin del conflicto armado interno lo cual será desvirtuado y atacado por una derecha recalcitrante en espera del resultado electoral regional y local en el año 2.023.

Declaración sobre la situación de la República de Perú

El intento de autogolpe de Estado perpetrado hoy por el ex Presidente de la República del Perú, Pedro Castillo, el que incluyó la disolución del Poder Legislativo, la intervención del Poder Judicial y la instauración del Estado de sitio, lesiona las libertades y la vigencia de los derechos políticos y humanos de todo el pueblo peruano. Ante estos acontecimientos expresamos nuestra condena a cualquier intento de interrupción del orden constitucional.

Desde la Alianza Progresista, lucharemos incansablemente por el restablecimiento del orden y las garantías constitucionales e instamos a los actores políticos del Perú a buscar una salida democrática y progresista que evite la confrontación armada y posibilite al país atender sus grandes desafíos.

Daremos seguimiento al acontecer en Perú y no dejaremos de defender la democracia y el diálogo político como el mecanismo de solución de conflictos nacionales e internacionales.

Revista Cultural PhiloPuética – Perú

Se comparte el primer volumen de la Revista Cultural PhiloPuética, que busca promover la lectura en los jóvenes y adolescentes de Perú.

En este número se cuenta con la participación de diversos personajes:

Pág. 3 Editorial: Nacimiento PhiloPuético de Ortega Socrático

Pág. 4 El poeta José Gálvez y Georgina Hübner de Héctor Meza Parra

Pág. 7 Carta a Georgina Hübner en el cielo de Lima de Juan Ramón Jiménez

Pág. 10 Fusión cultural: un acercamiento desde los viajes de César Zabala

Pág. 11 Literatura: caída y elevación imaginaria de María Isabel Cortés

Pág. 14 La palabra como una entrega personal de Macv Chávez

Pág. 16 Vivencias de Cocina de Kris Jeu Puente Huaynate

Pág. 18 Estrés académico y cómo afrontarlo de Noé Zevallos Alarcón

Pág. 21 Preguntas para reflexionar

Pág. 22 Poemas de Yaxkin Melchy

Pág. 26 Promoción Cultural

La revista será distribuida gratuitamente a nivel nacional (Perú), por la Dirección Regional de Educación de Ucayali, Ugeles de Pichanaki, Tarma, entre otros, más algunas escuelas de nivel secundario.

Pueden hacerles llegar su colaboración:

Vía Banco Interbank: 8983173190320

CCI: 00389801317319032042

Vía Plin: 992328121

Vía Yape: 934742116

La revista se puede descargar gratuitamente en el siguiente enlace: https://donjuandeamiel.org.pe/revistaphilopuetico/

La terca pérdida de contacto con la realidad

COLUMNA LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (9).
Tercera época.

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

Si bien es cierto que resulta imposible el poder captar en todo su significado y extensión eso que, con mucha frecuencia, llamamos simplemente “la realidad”, lo más deseable es tratar de acercarnos a todo aquello que sea más cercano, a lo que efectivamente acontece o ha ocurrido en distintos momentos o trances del devenir histórico, tratando de entenderlo, para poder actuar y reaccionar con alguna efectividad frente a determinados eventos, que podrían resultar fatales o negativos para nuestra existencia, tanto como especie como en tanto individuos.

En medio del fragor de esta hipermodernidad o posmodernidad desbocada en la que vivimos, traída a cuento con suma frecuencia por innumerables autores(Marc Augé LOS “NO LUGARES” Una antropología de la sobremodernidad Gedisa editorial Barcelona 1996), como un período histórico en el que los seres humanos parecen haber decidido prescindir del uso de la razón, del análisis de la información, y de una indispensable dosis de honestidad, en la difícil tarea de hacer afirmaciones sobre numerosas, y complejas situaciones a las que nos vemos enfrentados, aunque podría resultar que simplemente todo esto responde a “otra racionalidad” o a otras percepciones del entorno, ligadas a una aceleración de la historia y del achicamiento del planeta (Marc Augé), ambos en cuanto vendrían a ser el resultado o las consecuencias más visibles de la revolución tecnológica en el campo de las comunicaciones, tanto en lo referente a la velocidad de nuestro desplazamiento por el planeta, en naves y todo tipo de transporte terrestre, aéreo o marítimo más veloces, como en la velocidad creciente impresa a la noticia por las redes sociales, por lo que se ha implantado un aquí y un ahora que ya no reconocen las fronteras de los estados nacionales.

La ligereza y falta de seriedad con las que alguna gente se atreve a hacer afirmaciones, sin fundamento alguno sobre toda clase de temas, resulta ser algo abrumador y tedioso para quienes intentamos atenernos a los datos, y a la elaboración sistemática de pensamiento sobre ellos, algo que las páginas de los diarios, la radiodifusión, las televisoras y las redes sociales nos muestran, de manera cotidiana, en cientos e innumerables casos.

Es así como se olvida, con suma frecuencia, que resulta esencial la confiabilidad de la información disponible, tanto en lo que se refiere a los datos estadísticos como en cuanto al sustento de lo que suele llamarse “juicios de valor”, emitidos desde la subjetividad más profunda. ¿será por eso que tanta gente se deja decir sus ocurrencias pura y simplemente importándoles, muy poco o nada, si lo que dicen está conectado con la realidad?

Es por todo lo anterior, que como una consecuencia visible de este diálogo (más bien monólogo) que hemos venido sosteniendo en voz alta, resulta ser un ejercicio vano tratar de entender a qué se refieren algunas gentes cuando emplean ciertos términos para descalificar a otros, tanto en el orden de lo político como en el de lo social, quienes en realidad lo único que hacen es exteriorizar sus obsesiones y prejuicios.

Es así como el término “comunista” y la doctrina (o doctrinas políticas) que lo originó, el “comunismo” no pasan de ser fantasmagorías enraizadas en las mentes de quienes lo ven como la encarnación de todos los males posibles, endilgándoselo a sus adversarios o rivales políticos o sociales, todo con el propósito de sacarlos de la escena política por ser una amenaza, no sabemos si real o ficticia, tal y como sucede en el Perú del bicentenario, un lugar donde el mentado “comunismo” no aparece por ninguna parte, a pesar de su invocación constante, por parte de una ultraderecha que extravió su contacto con la realidad, después de haber perdido las elecciones frente una izquierda provinciana (a la que en vano trataron de satanizar), mucho más moderada que la que ellos ven el espejo imaginario como la encarnación de un “marxismo-leninismo”, y una “dictadura del proletariado” que nunca fueron realidad, ni siquiera en los países así llamados “comunistas”, razón por la que todo este affaire no pasa de ser un juego retórico, o a lo sumo la fabricación de un esperpéntico juego de los que nos hablaban en sus novelas, tanto el español Ramón del Valle Inclán, como el estadounidense Sherwood Anderson autor, entre otras obras de una célebre novela que tituló “WINSBURG OHIO”, por no mencionar el mítico condado de Yoknapatawpha en el Mississipi de William Faulkner, el que sólo existió en el universo de las complejas y bien tramadas novelas de este otro autor norteamericano.

El problema, a medida que avanzamos en esta vía. es que también, a manera de lo que sucede con un inmenso espejo o en una sala llena de espejos, quienes afirman ser “comunistas”, o hacen profesión de fe del comunismo como si fuera la encarnación del “reino de Dios sobre la tierra”, no importa si lo hacen desde una perspectiva secular (El filibustero del sur de los Estados Unidos que nos invadió entre 1854 y 1857, el famoso William Walker pensaba que estaba llamado a implantar el reino de Dios en la América Central nos dice el escritor costarricense Óscar Núñez Olivas en su novela “LA GUERRA PROMETIDA”, Editorial Alfaguara, varias ediciones, el que consistía en implantar o reimplantar la esclavitud en nuestro istmo, para que fuera un calco o una extensión del Sur de los Estados Unidos de aquella época), resultan incapaces de explicarnos con certeza a que se están refiriendo cuando usan, con gran ligereza los términos “comunismo” e incluso “socialismo”. Han pasado más de tres décadas desde la disolución de la llamada Unión Soviética, un hecho con el que se habría puesto fin a la llamada “guerra fría” que libraron durante casi medio siglo dos bloques encabezados por los Estados Unidos y la mencionada potencia, a la cabeza del bloque “comunista”, aunque resulta evidente que mucha gente ni siquiera se enteró de lo sucedido.

La izquierda de estas latitudes más confusa que radical, incluso aquella conformada por quienes se autodenominan orgullosamente “comunistas”, ha sido incapaz de explicarnos ¿qué fue lo que ocurrió en la Europa Central, llamada entonces “oriental” y en la Unión Soviética, la que cayó como un castillo de naipes? Nos quedaron debiendo una explicación que tuviera alguna lógica o el despliegue de una dialéctica elemental en el análisis, algo que no fuera una simple pelea entre los “buenos” y los “malos”, es por todo esto que no puedo dejar de pensar que sólo el filósofo y escritor tico chileno, Helio Gallardo, publicó en aquel entonces un fascinante libro que tituló “CRISIS DEL SOCIALISMO HISTÓRICO Ideologías y desafíos”, editado por el Departamento Ecuménico de Investigaciones DEI, y fechado en San José de Costa Rica, en 1991, en cuyas páginas convendría volvernos a adentrar…de ahí en adelante, hacia los dos lados o bandos interesados, el tema parece que nos conduce a adentramos en el terreno de las fantasmagorías o en el corazón de una nueva Torre de Babel la que, como su homónima bíblica, nos impide construir algo que siquiera tenga la apariencia de sólido.

Programa Alternativas – El Perú: De la oligarquía tradicional a los cambios sociales

El pasado viernes 27 de agosto, en el Programa Radial Alternativas se conversó sobre “El Perú: De la oligarquía tradicional a los cambios sociales”. Se contó con la participación de:

  • Mario Olivera Rojas, profesor universitario
  • Grace Gálvez Núñez, periodista, lingüista
  • Abner Barrera, profesor universitario
  • Gustavo Espinoza Montesinos, profeso, escritor y político  
  • Gregory Bardales, sociólogo, profesor y cantautor

En este espacio se conversó sobre los procesos históricos, sociales, políticos, económicos por los que ha transitado el Estado Peruano, desde la oligarquía nacional hasta la actualidad, asimismo se expuso sobre algunos de los conflictos sociales de ese país.

En ese espacio se lograron disfrutar de diversas expresiones artísticas, como fue la música del cantautor peruano Gregory Bardales, además de poemas interpretados por la poeta Grace Gálvez Núñez

Se le invita a ampliar la discusión y conocer más sobre este tema, se adjunta el link del programa: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=364775181941393&id=107367100824353

El Perú: De la oligarquía tradicional a los cambios sociales

Se les invita a sintonizar el programa radial Alternativas. Este se transmitirá el día viernes 27 de agosto a las 6: 00 pm. Se desarrollará el tema: “El Perú: De la oligarquía tradicional a los cambios sociales”; contará con la participación de:

  • Mario Olivera Rojas, profesor universitario
  • Grace Gálvez Núñez, periodista, lingüista
  • Abner Barrera, profesor universitario
  • Gustavo Espinoza Montesinos, profesor, escritor y político  
  • Gregory Bardales, sociólogo, profesor y cantautor

Puede sintonizar el programa por medio de Radio 16 en la emisora 1590 AM o en el Facebook Live de Alternativas.

Lo tenemos al frente y no lo vemos

Columna LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (4)
Tercera época
Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

A ratos nos resulta inexplicable que no nos demos cuenta de la existencia de una serie de eventos, o incluso actitudes de las gentes que ocurren frente a nuestros ojos, pareciera, por lo contrario, que cuanto más sean evidentes por sí mismos más imperceptibles se tornan para nosotros. En medio de una serie de gentes que se presentan como (neo)liberales, libertarios (libertarians, a la manera anglosajona en realidad), demócratas o defensores de la libertad, no nos damos cuenta que muchos de ellos no son más que liberticidas, enemigos de cualquier otra libertad que no sea la del mercado o al menos eso es lo que aseguran, cuando la verdad es que nuestros países latinoamericanos lo que existen son sociedades mercantilistas que favorecen la existencia de grandes monopolios privados, de esos que impidiendo la libre competencia y estrujando a la mayor parte del sector empresarial en una clara negación del tan cacareado libre mercado, se tornan en millonarios a costillas de todos nosotros, además de saquear las arcas públicas o a causa de ello. Es por eso que no debería extrañarnos, ni causarnos asombro, lo que ha ocurrido con empresas como MECO y Solís en el sector de la llamada obra pública, dado que es así sobornando a ciertos funcionarios públicos con poder de decisión como opera la cosa, pongan atención pues eso es lo “normal” dentro del mercantilismo, dejémonos de pudibundeces, el tiempo dirá ¿cuáles fueron las verdaderas causas que llevaron al presente escándalo.? Cuando a otros empresarios, como es el caso de Juan Carlos Bolaños, no pertenecientes a tan selecto club, se les ocurre entrar en el negocio del cemento para competir y abaratar los costos en el mercado de ese bien tan esencial, entonces ya sabemos lo que ocurrió, hasta se llevaron en banda al gerente del Banco de Costa Rica, quien por cierto falleció, en el medio del forcejeo y el escándalo montados por la prensa interesada, la que finge ser la representante, además de defensora de los intereses de la ciudadanía y la nación costarricense.

En el Perú de la segunda década del nuevo siglo, tanto como en otros países de la región, incluida Costa Rica, estamos convencidos de que no hay periodistas cumpliendo su labor informativa, como pudiera pensar cualquier ciudadano desaprensivo, más bien lo que hay en abundancia son agresivos operadores políticos (de la derecha y los dueños monopólicos de la mayor parte de los medios) nos dice el veterano político, periodista, escritor y analista político peruano, Ricardo Belmont, pues se trata de esos “comunicadores” que micrófono en mano hacen imprudentes. irrespetuosas e impertinentes preguntas a sus entrevistados, sobre todo a aquellos que no son del agrado de los poderes fácticos, no lo hacen como debe efectuarlo un periodista sino un policía, y aún este último es más prudente en esa tarea, sobre todo en una investigación judicial que supone, al menos, la presunción de inocencia del interpelado. Don Ricardo quien fuera Alcalde de Lima, en tiempos del dictador Alberto Fujimori, en los turbulentos años de la década del noventa, hace estas afirmaciones frente a la agresiva actitud de una prensa que no acepta el resultado de la segunda vuelta electoral del 6 de junio anterior.

La izquierda democrática y el Partido Perú Libre ganaron las elecciones, mientras los medios al servicio de la oligarquía racista y totalitaria que lo atacaron sin piedad durante toda la campaña electoral, procuran ahora separar al presidente Pedro Castillo Terrones de su base política y social: el propio Partido Perú Libre, su dirigencia y militancia en todo ese inmenso país. Eso sería un error suicida para el nuevo gobierno peruano, como con toda certeza lo ha dicho hasta la saciedad don Ricardo Belmont, en sus programas de radio y televisión.

A casi cien años de su fundación, un día de 1924, en la ciudad de México, bajo el nombre de Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), sus remanentes o despojos peruanos se han unido a las bandas fascistas fujimoristas para atacar a las organizaciones populares, a los militantes del Partido Perú Libre y otras organizaciones políticas de la izquierda peruana del presente.

El expresidente Alan García Pérez, quien se hundió en la corrupción y terminó suicidándose, hace apenas dos años, representó en 1985, de una manera circunstancial, lo que ningún otro dirigente del aprismo peruano pudo alcanzar, ni siquiera Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979), el fundador del APRA, quien siempre vivió de manera austera, y promulgó la avanzada Constitución del 79 poco antes de morir, las esperanzas regionales de un ascenso de la lucha contra el neoliberalismo y sobre el tema de la impagable deuda externa latinoamericana que empezaba a crecer como alud imparable, todo ello al alcanzar la presidencia de la república del Perú, después de más de cinco décadas de luchas, prisiones, ostracismo, alianzas diversas y golpes de Estado, pues el APRA siempre estuvo vetado por la oligarquía y los militares.

Aquellos cinco años de su primera gestión, de retórica progresista alrededor de la consigna de sólo destinar el 10% del PIB, terminaron sin pena ni gloria, aunque asustaron un poco a la vieja oligarquía, la que buscó representarse a través del escritor arequipeño y converso religioso a la magia del mercado, Mario Vargas Llosa, convertido en el ideólogo de la derecha neoliberal, aunque el que se aprovechó de la ocasión, en una segunda vuelta electoral, fue un ingeniero de origen japonés, quien ya en la presidencia de la república dio un golpe de estado dejó de lado constitución de 1979 para instaurar una de corte neoliberal en 1993, la que es preciso derogar para detener el saqueo del país, por parte de un puñado de empresas monopólicas.

Con una admirable dosis de oportunismo e instinto político de supervivencia, Luis Alberto Monge y otros dirigentes del Partido Liberación Nacional de Costa Rica prefirieron mostrarse omisos frente a las primeras veleidades, supuestamente izquierdistas de Alan García, si aquel se estaba preparando para traicionar el antimperialismo de su viejo partido, los del PLN ya no estaban para antimperialismos de ninguna clase, si es que alguno había quedado por ahí rezagado, no había que desagradar a Washington ni siquiera con la sospecha, ya la vieja socialdemocracia latinoamericana había empezado su largo viaje sin retorno hacia la derecha y en beneficio del más feroz capitalismo financiero, una empresa que los tiene al borde del fascismo, como el de aquellos socialdemócratas alemanes de 1919, que propiciaron el asesinato de Rosa Luxemburgo y el aplastamiento de la revolución alemana: Podemos concluir que ni siquiera en aquellos días ahora lejanos, se aparecieron los del PLN por la capital peruana para acompañar a los líderes del “partido hermano”, con hermandades así no hacen falta enemigos nos dice un viejo refrán.

Perú o la democracia amenazada por los perdedores

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

En el Perú de la segunda década del nuevo siglo no hay periodistas cumpliendo su labor informativa, lo que hay son agresivos operadores políticos (de la derecha) nos dice el veterano político, periodista, escritor y analista político Ricardo Belmont. Don Ricardo quien fuera Alcalde de Lima, en tiempos del dictador Alberto Fujimori, en los turbulentos años de la década del noventa, hace estas afirmaciones frente a la agresiva actitud de una prensa que no acepta el resultado de la segunda vuelta electoral del 6 de junio anterior.

La izquierda democrática y el Partido Perú Libre ganaron las elecciones, mientras los medios al servicio de la oligarquía racista y totalitaria que lo atacaron sin piedad durante toda la campaña electoral, procuran ahora separar al presidente Pedro Castillo Terrones de su base política y social. Eso sería un error suicida para el nuevo gobierno peruano.

Como, a diferencia de los otros presidentes de los últimos treinta años, Castillo no se ha sometido hasta ahora, a la hoja de ruta de los poderes fácticos neoliberales, han decidido hacerle la vida imposible hasta vacarlo o derrocarlo, a pocos días de haber asumido su mandato.

Es por eso que los fujimoristas estuvieron durante mes y medio haciendo falsas denuncias de “fraude electoral” sin aportar una sola prueba, y pidiendo la anulación de numerosas actas electorales del Perú Profundo, en la Sierra Central y Sur, donde el Partido Perú Libre arrasó a los seguidores de Keiko Fujimori, para retrasar e impedir la proclamación del nuevo presidente, cosa que no lograron.

De previo, al igual que hicieron con Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, y el mismo Alberto Fujimori, en 1990, la oligarquía llamará al profesor Pedro Castillo para imponerle su hoja de ruta, diciéndole lo que tendrá que hacer en su mandato de cinco años. Ya hemos visto como terminaron esos presidentes peruanos tan obedientes al establishment, todos ellos con cuentas pendientes con la justicia. Por fortuna el nuevo presidente ya nombró un gabinete de su confianza.

A semejanza del nazifascismo y el estalinismo de los años treinta, sendas expresiones totalitarias de entonces, los medios satanizan y tergiversan, todos los días, unas declaraciones del primer ministro Guido Bellido, un político de la izquierda cuzqueña, nombrado por el presidente Pedro Castillo, a quien quieren sacar del juego político. Si no dices lo que ellos quieren y empleas los mismos calificativos para referirte a determinados actores políticos, entonces eres un terrorista o un apologista de ellos.

En Costa Rica, por lo contrario, ni Jacques Sagot ni otras personas que han escrito sobre el caso de Viviana Gallardo, como son el historiador Iván Molina Jiménez y la escritora Ximena Cedeño de la Cruz, quien escribió una obra de teatro sobre ese tema, serían censurados como «apologistas del terrorismo» por el solo hecho de intentar algún revisionismo histórico, acerca de un período muy doloroso de la historia centroamericana.

La sociedad peruana está enferma de odio y violencia, alimentados por una prensa mentirosa y oficiosa como la del diario El Comercio, La República y los principales canales de la TV peruana erigidos en los catones de las virtudes republicanas, creando un espejismo acerca de lo que de verdad está ocurriendo en ese país.

Lo anterior, por cuanto la derecha, y la troglodita ultraderecha, bruta y achorada del Perú como la llaman en aquel país, se encuentran desesperadas, dada su visión autista, unidimensional y totalitaria del mundo, de su país y de la región, la que les impide aceptar el triunfo electoral del Partido Perú Libre y de su candidato presidencial: el profesor Pedro Castillo Terrones. Además de que perdieron las elecciones frente a un partido político, surgido en provincias, el que llevó a palacio a un presidente de la Sierra, el primero en doscientos años de historia republicana, todo eso es demasiado para las elites limeñas, por eso están preparando un golpe de estado, eso sí a la manera de la vieja capital virreinal.

Mariátegui y Haya: precursores de las luchas actuales del pueblo peruano. Mario Oliva Medina, in memoriam

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

La producción sistemática de conocimiento, la elaboración cuidadosa y reflexiva sobre las múltiples dimensiones, ángulos y perspectivas del pensamiento social en nuestra región latinoamericana, pero sobre todo su divulgación del trabajo y de las obras de sus cultivadores más conspicuos, durante la primera mitad del siglo anterior, fueron algunas de las pasiones que caracterizaron el accionar de nuestro recordado amigo y compañero de luchas e ideales latinoamericanistas, el historiador y ensayista Mario Oliva Medina (1956-2021), nacido en el lejano Puerto Montt, al sur de Chile, quien nos dejó el pasado viernes 30 de abril de este segundo año de pandemia, y de una feroz contrarreforma social, un lapso de tiempo que se ha tornado interminable dentro de nuestras percepciones, haciendo que los días parezcan semanas y los meses años, tal ha sido la intensidad del período histórico por el que estamos atravesando.

Revisando en mi biblioteca, en estas semanas, di finalmente con uno de sus trabajos más valiosos, el que se me había extraviado y que el autor publicó bajo el título de “DOS PERUANOS EN REPERTORIO AMERICANO MARIÁTEGUI Y HAYA Universidad Nacional de Costa Rica UNA 2004”, un precioso volumen que Mario nos había dedicado con la gentileza y la bonhomía que siempre lo caracterizaron, a lo largo de los años en que transcurrió nuestra vida académica, dentro de la que compartimos innumerables inquietudes e intereses intelectuales, políticos y culturales.

El triunfo electoral, y la toma de posesión de Pedro Castillo Terrones, como presidente del Perú, el día miércoles 28 de julio recién pasado, en la que un maestro cajamarquino, con su sombrero chotano, y su verbo firme además de sereno, se ha introducido en los círculos más altos del poder político, desafiando la vieja hegemonía oligárquica de un puñado de familias limeñas, con lo que ha marcado el fin de un ciclo histórico de larga duración, después de doscientos años de haberse proclamado la independencia del dominio español, en Lima la capital del viejo virreinato.

Es aquí donde las figuras del amauta José Carlos Mariátegui (1894-1930) y de Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979), cuyos aportes en las páginas de la Revista Repertorio Americano (1919-1958) de Joaquín García Monge, son puestos de relieve por Mario Oliva Medina en su libro. Se trata de dos peruanos quienes fueron los creativos fundadores del marxismo latinoamericano, dejando de lado las deformaciones e imposiciones eurocentristas de Moscú, resuenan de nuevo y adquieren nuevas connotaciones a pesar del olvido, la ingratitud, además de la notoria y lamentable traición de las dos últimas generaciones de dirigentes apristas, los que se han hundido en la corrupción más descarada, bajo la conducción de Alan García, terminando sus remanentes por ser aliados del fujimorismo y la derecha totalitaria del Perú. Poco antes de morir, hace ya cuarenta y dos años, en el mes de agosto de 1979, Víctor Raúl Haya de la Torre y un grupo de constitucionalistas de lo más valioso de la izquierda peruana de entonces dejaron el legado de una constitución que defendía las riquezas del país y las conquistas sociales de los más desheredados de la fortuna. El golpe de estado fujimorista, del mes de abril 1992, surgido en medio de la violenta atmósfera creada por la insensata guerra promovida por la ultraizquierda de Sendero Luminoso, le permitió a la derecha peruana imponer una constitución a su medida para malbaratar las empresas creadas con el esfuerzo de todo el pueblo peruano, además de conculcar los derechos de los trabajadores urbanos y de los campesinos.

Hoy, ya en el gobierno, el profesor Pedro Castillo Terrones, el Partido Perú Libre y lo más valioso de la izquierda peruana, con sus partidos y organizaciones de base, comienzan e intensifican una dura lucha, ya sea para restablecer la constitución de 1979, la que Alan García y la corrupta dirigencia aprista post Haya jamás defendieron o para implantar una nueva, siempre con el concurso y la opinión de las grandes mayorías del pueblo peruano.

Perú: Lo más comentado del mensaje presidencial

SURCOS comparte la siguiente información:

El pasado 28 de julio se llevó a cabo la juramentación  por la titular del Congreso Peruano, María del Carmen Alva. El presidente peruano, Pedro Castillo Terrones, ofreció su primer mensaje a la nación.

Castillo inició su discurso con un recorrido histórico por los sucesos de la nación, la formación del país y la conquista de sus derechos, recordó sus orígenes humildes y la falta de oportunidades de peruanos como él que provienen de una familia rural.

También expuso sobre las directrices que regirán su política hasta 2026. El presidente indicó que trabajaría en la lucha contra la pandemia de la Covid-19, buscará preservar la salud y la vida, y que escuchará a la ciencia, entre otras líneas. Además, enfatizó que trabajaría para concretar un sistema de salud universal, por lo que se trabajará en la creación de hospitales, especializados, desde los de atención materna, hasta los de salud bucal.

Por otra parte, se refirió a la reactivación económica del país durante su mandato y a lo dañino que resultó el modelo económico impuesto en el país en los años 90. Para cambiar eso, el presidente pretende implementar cambios “con responsabilidad, respetando la propiedad privada, pero poniendo por delante los intereses de la nación. Queremos construir un país más próspero, más justo”, apuntó.

Asimismo, manifestó confianza en una economía ordenada y predictiva. Manifestó también que mejoraría el nivel de empleo y salario e implementará el criterio de rentabilidad para dinamizar la economía local y nacional.

En temas de corrupción, anunció el fortalecimiento de marcos legales y regulatorios a nacionales y extranjeros, así como a empresas, para que no quede impune ningún crimen en este sentido. 

Sobre el tema laboral, Castillo prometió crear un millón de empleos en un año a través de un Programa Público de Creación de Empleo, y la construcción de obras por 3.000.000.000 de soles para los gobiernos locales, 700 millones de soles para el programa Trabaja Perú y la transferencia directa de 700 soles a cada familia vulnerable. El Jefe de Estado peruano habló de ampliar los plazos de las deudas y del lanzamiento de un nuevo programa de créditos. 

Sobre el sector educacional, el mandatario declaró a la educación pública en “estado de emergencia”, por lo que se hace necesario recuperar los aprendizajes y evitar que la falta de equidad siga creciendo. Asimismo, manifestó la necesidad de conectividad a Internet e innovación como prioridad para los centros educativos.

El presidente habló también sobre la cobertura de agua y saneamiento en los entornos urbanos y rurales, este último muy desfavorecido respecto al primero. Igualmente, se comprometió a facilitar el acceso a un techo propio con la formalización de predios rurales y urbanos como una de las medidas, en las que trabajarán gobiernos locales y flexibilizar las medidas relacionadas con el tema de la vivienda.

Indicó que se deben fortalecer las medianas y pequeñas empresas, en especial del sector acuícola, para las que creará fondos de créditos preferenciales. Además, establecerá alianzas estratégicas para el desarrollo productivo, fundamentalmente vinculando a la universidad con las empresas.

Sobre el tema de alimentación del pueblo, anunció que buscará reducir a cero el hambre y la desnutrición. Asimismo, prometió la creación de un Plan Nacional de Industrialización desde el campo y otro de repoblamiento ganadero.

Finalmente, Castillo anunció la necesidad de una nueva Constitución que deberá conciliar con el Congreso de la República para poder reformar la actual Carta Magna.

Adjuntamos un breve resumen sobre las temáticas antes descritas:

Referencias Bibliográficas: TeleSurTV.net (28 de julio, 2021) “Pedro Castillo se juramenta como presidente de Perú”. Recuperado de: https://www.telesurtv.net/news/peru-investidura-pedro-castillo-presidente-20210728-0027.html