Calma: expertos explican deslizamiento costero ocurrido en Puerto Jiménez

Quizás usted fue uno de los que observó el video donde se “desmoronaba” parte de la playa en Puerto Jiménez. Este hecho ocurrió el pasado 8 de febrero en la punta de Puntarenitas, donde desapareció un segmento de playa de al menos 150 m2, que dejó una marca en la arena de poco más de 170 m de largo. Este hallazgo fue reportado tras la gira de inspección realizada por los investigadores Gustavo Barrantes, del programa de Geomorfología Ambiental de la Escuela de Ciencias Geográficas, Roger Hernández, del Servicio Regional de Información Oceanográfica, y Pablo Ureña, del Laboratorio de Oceanografía Costera, todos de la Universidad Nacional (UNA).

“En el borde que quedó, se nota la presencia de dos cicatrices o escarpes a manera de paredes de arena con fuerte pendiente, que alcanzó un metro en el sector más alto. Por otra parte, bajo el agua se encontró un enorme canal. En un sobrevuelo realizado con un dron se reconocieron dos canales más hondos bajo las dos cicatrices o escarpes ya mencionadas. También resultó notoria la presencia de zacate bajo el agua, así como de gradas que seccionaban el descenso desde el borde de los escarpes hasta la zona más profunda”, dice el informe.

Si bien algunos especialistas describieron el evento como un hundimiento en la playa o un evento de erosión causado por oleajes o marejadas, los datos reunidos y el análisis del video llevaron a los investigadores a concluir que se trata de un tipo particular de deslizamiento submarino.

De acuerdo con Barrantes, “se trata de un deslizamiento costero en flujo, conocido técnicamente como falla de brecha retrogradante. Es un evento complejo que involucra dos aspectos básicos: el primero es un deslizamiento submarino de arena fina saturada en agua, que al irse deformado por la caída provoca un efecto de succión que aumenta la densidad de la arena, esto permite que deje cortes semicirculares bordeados por paredes altas en la arena, lo que se conoce como falla de brecha. El segundo aspecto, y quizá el más interesante, es que la arena al caer en el agua produce una mezcla muy densa con agua, lo que genera una corriente mar adentro o flujo de turbidez, que retira la arena y la lleva a mar profundo. Este tipo de eventos inicia en el mar y va retrocediendo hacia tierra, dejando a su marcha paredes de arena en forma semi circular que van cayendo en forma de bloques. Como el proceso se repite hacia tierra, llega el momento en que se puede observar el actuar sobre la playa al ir retirando la arena en gajos semicirculares, separados por paredes de arena que van cayendo al mar”.

Otro aspecto que llamó la atención de los investigadores es que los lugareños comentaron que este tipo de evento ha sucedido varias veces en el pasado, hecho que fue comprobado por los investigadores al revisar imágenes anteriores en Google Earth, donde se encontraron dos eventos similares ocurridos en 2008 y 2017.

¿Qué puede provocar un evento de este tipo?

Existen varias condiciones para que se produzca un evento de este tipo, entre ellos un tipo de arena fina compactada y saturada de agua, y la presencia de aguas muy profundas a corta distancia, a lo que puede sumarse—y está por constatarse en el sitio—la presencia de un canal.

“Entre los aspectos que pueden detonarlo están, mareas muy bajas, agua subterránea poco profunda y otras causas vinculadas con las actividades humanas en la costa. Como aún no se tiene claro cuál fue el evento detonante, es difícil hacer proyecciones de cuándo se volverá a presentar, pero analizando la información histórica, es casi seguro que volverá a pasar, cuando se haya repuesto la arena perdida”.

Para Barrantes, este tipo de eventos son raros no solo porque deben reunirse ciertas condiciones para que se presenten, sino porque generalmente se dan bajo el agua y pocas veces se manifiestan en superficie. No obstante, cita el reporte, han ocurrido eventos similares en Australia, Brasil y los Estados Unidos.

De acuerdo con el investigador, la mayor consecuencia de estos eventos es la pérdida de arena en la zona; sin embargo, como pudo constatarse luego de eventos similares, esta vuelve a rellenarse. “Quizá el mayor peligro que alberga es la posibilidad de que se encuentren personas en la playa cuando el proceso está activo, por la posibilidad de ser succionado por el mar. Se requieren de estudios más detallados para evaluar la estabilidad de esta sección de la costa, identificar los factores causantes y establecer medidas para seguridad de las personas en la playa”

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica