Carta en Solidaridad con el Pueblo Peruano

«El Señor dará Fortaleza a su Pueblo«

El Señor dará fuerza a su pueblo;
El Señor bendecirá a su pueblo con Paz.

Salmo. 29: 11, NBL.

José Pedro Castillo Terrones, ganó las elecciones presidenciales en Perú y estuvo en la gestión del país andino durante año y medio, desde julio de 2021 hasta diciembre de 2022. Recordemos que, alcanzó el gobierno con la promesa de convocar una Asamblea Constituyente que barriera por fin la Constitución de 1993. Representó a unos sectores populares abandonados por todos los gobiernos hasta el momento, generando gran ilusión.

No obstante, ya conocemos que la oposición oligárquica peruana, quiso sacarlo de la presidencia desde el primer día. En solo año y medio, el presidente sufrió tres mociones en su contra.

Lamentablemente, el profesor y político peruano, el pasado 7 de diciembre, unos minutos antes de mediodía, anunciaba en un mensaje televisado al país el cierre del Congreso. Al mismo tiempo, Castillo decidió por fin convocar la Asamblea Constituyente que se había prometido a las masas para acabar con la constitución fujimorista. De este modo, convocó elecciones constituyentes.

La reacción de los medios de comunicación denunciando un auto-golpe de Castillo fue inmediata, en directo y contundente: no había que obedecer a Castillo, y ya no es presidente.

Ya conocemos, abundantes informaciones, sobre los hechos previos y posteriores a las causas de este hecho, que los ubican entre un Golpe de Estado por parte de la oligarquía peruana golpista, por las instituciones del país, por los medios de comunicación, un autogolpe de Castillo, así como un estallido de impotencia por parte del presidente, una trampa, una provocación, un suicidio político, una «ruptura del orden constitucional en Perú por parte de Castillo, un golpismo parlamentario del fujimorismo que es mayoría en el Congreso peruano y sus aliados políticos, económicos y mediáticos, en fin, un cumulo de especulaciones y acusaciones las cuales no abordaremos en esta misiva.

Los hechos posteriores son la juramentación de la vicepresidenta Dina Boluarte, como presidenta interina, el ofrecimiento del presidente López Obrador de México de asilo a Castillo, y los acontecimientos siguen en pleno desarrollo a la hora de la redacción de esta carta.

Ahora al margen de errores y culpabilidades, nos preguntamos: ¿se justifica el apoyo a un gobierno golpista que ha tomado el poder junto al ejército y tras el que se esconden la oligarquía peruana con apoyo y complacencia de naciones extranjeras?

Por otro lado, desde la IMWC nos preocupan los últimos hechos sucedidos luego de iniciado el ya acusado Golpe de Estado, ante la reacción valiente y legal del pueblo peruano, la actuación de los poderes policiales y del ejército contra el pueblo. Las protestas iniciales a favor de Castillo y por el cierre del Congreso se dieron principalmente fuera de Lima. Luego se fueron añadiendo otras provincias y se han dirigido a la capital en señal de protesta.

Al momento de escribirse esta carta, ya van al menos 12 muertes, según fuentes oficiales (poco creíbles) y por parte de colectivos de mujeres y de derechos humanos, entre ellos un menor de 15 años, dos adolescentes ejecutados y una niña mutilada por la policía, asesinatos de personas del pueblo, que reclaman el establecimiento de la legalidad, por parte de las autoridades policiales. Y se inician las desapariciones forzosas. Y los acontecimientos se siguen sucediendo…

Deseamos que la situación no se transforme en una represión de consecuencias imprevisibles. Y en estos momentos, el pueblo grita «que se vayan todos», proponiendo y constituyendo su propia alternativa popular.

La IMWC fiel a sus principios a favor de la vida y su solidaridad con los pueblos sufrientes, oprimidos de nuestra américa, abogamos y exigimos un alto a la brutalidad, crímenes y toda clase de vejámenes en contra del pueblo peruano.

Solicitamos a las máximas autoridades peruanas, un momento de reflexión y un llamado a la cordura, en beneficio de las mayorías, quienes en situaciones como estas, son las que sufren las consecuencias de los extremismos de los aparatos policiales del Estado. ¡Alto a la represión!

A su vez, llamamos a una limpieza ética de todas las estructuras políticas y jurídicas del actual estado peruano, ya que se han comprobado toda clase de desmanes y situaciones irregulares en las mismas.

Finalmente, deseamos explicitar que existen unos fundamentos bíblicos sobre la justicia y los derechos humanos, que se expresan afirmando que: toda injusticia cometida contra otro ser humano es cometida contra un hermano, por lo tanto, el bienestar de todo ser humano, en cierta forma es responsabilidad de todos, en especial de las autoridades.

En Romanos. 13:3-4 y en 1 Pedro. 2.14, los dos apóstoles; Pablo y Pedro, dejan bien claro que el papel y la responsabilidad del Estado y las autoridades para con las y los ciudadanos que viven conforme a la ley, es de protegerlos y hacerles el bien, y de castigar a los que hacen el mal. *Estamos esperando últimas noticias, que cómo decíamos «con consecuencias imprevisibles».