Hospital San Vicente de Paúl: ¡Misión cumplida!

Freddy Pacheco León

En enero de 1866, ante los problemas de salud propios de la época, los heredianos unieron esfuerzos formales por contar con un centro hospitalario local, por lo cual suscribieron un contrato para ello. Por la escasez de recursos, se frustró el proyecto, pero no el espíritu emprendedor de sus promotores.

Dos años después se retomó la idea, coincidiendo con propuestas para alquilar un local, fundar la Junta de Caridad y buscar contribuciones, entre otros. Nuevamente, los esfuerzos fueron en vano.

Pero acaecería un acontecimiento que, dichosamente trajo consigo el ansiado sueño. El 6 de agosto de 1872, se inauguró la línea de ferrocarril que enlazaba las ciudades de Heredia y Alajuela, y el edificio que servía a la estación local, por diversas circunstancias, fue donado el 26 de mayo de 1875, hace cerca de 178 años, para que allí se ubicara el ansiado hospital.

Notables heredianos se esmeraron en que, ¡ahora sí!, el hospital fuera una realidad. Entre ellos, hemos de destacar al Dr. Cirilo J. Meza, quien fundó en 1880, a la edad de 33 años, una Sociedad Médica integrada por los médicos de la provincia.

Además, el Dr. Meza fundó las Conferencias de San Vicente y el Hospicio de Huérfanos herediano. Más adelante, en 1898, se aprobaron los Estatutos de la Hermandad de Caridad y el Hospital San Vicente de Paúl, propiedad del gobierno municipal.

Dicha Hermandad tuvo una función determinante para la consolidación del trascendental proyecto, pues, su principal tarea era la de sostener, conservar y mejorar, tanto el hospital como el cementerio.

Después de tres años de mejoras estructurales, el 8 de diciembre de 1926, el presidente Ricardo Jiménez, inauguró el entonces nuevo edificio, remodelado y con nuevos pabellones, que, por disposición de don Eduardo González Flores, presidente de la junta directiva que gobernó la construcción, su operación fue asistida por las Hermanas de Caridad.

Ahora, en abril del 2023, con el derrumbe de la vetusta estructura, de esos pasillos, salas y paredes que han sido testigos de infinidad de hechos, relacionados con el bienestar del pueblo herediano, con su demolición, se cumple un paso histórico más que se ha de recordar con especial agradecimiento, para los antepasados que hicieron posible tanta bondad imperecedera.