No Viendo el Show Legislativo UPAD/ Parte II

Jiddu Rojas Jiménez

Estimados/as compañeros /as:

Hace unos días escribí en caliente mis impresiones ciudadanas sobre el tremendo circo mediático de la comparencia del Presidente CAQ frente a la Asamblea Legislativa.

Tal vez otros ya ni se acuerdan, en un país donde la normalidad pasa por los escándalos mediáticos. Sean reales o fabricados, eso nos distrae de la crisis estructural real y objetiva.

Por alguna extraña razón muchos y muchas al parecer me leyeron, y hasta salió una versión digital en SURCOS gracias a la solidaridad del estimado compañero Héctor Ferlini Salazar.

Algunos/as han pedido con insistencia que haga una Segunda Parte. Y voy a ser muy honesto.

No puede haber segunda parte.

En realidad, vi la participación del Diputado Villalta que resumo con las palabras del amigo Luis Paulino Vargas Solís, lo «cortés no quita lo valiente»… Y eso ya es ganancia para el paupérrimo nivel político y legislativo de Costa Rica.

Claro, fue un duelo de espachines con elementos jurídico-formales que nos devuelven a la judicialización (en realidad «administrativización») de la política nacional. Muy bien.

Todo eso elevó la calidad del debate en el momento. En fin, prosigo.

Fui al baño o a comer algo, no me acuerdo bien Señor Juez, pero sé que no me regañaron, ni pedí permiso…

Y de repente escuché los gritos de del Diputado Rodríguez Steller al Presidente, y su interpretación de la «defensa» de la Constitucionalidad, y bueno, procedí a hacerle caso al sabio consejo de un hombre sabio también y apague el TV.

El buen hombre sabio en cuestión y cuya opinión escribió como respuesta a mi comentario público, es un buen ciudadano también, y estoy seguro que siente la misma angustia frente al nivel de nuestra política nacional, pero su consejo se impuso por lo inhumano de ese circo mediático. Hablo de un estimado contertulio, don Sergio Erick Ardón Ramírez, genio y figura. Y pues sí, el estómago no da para más…

No se trata de evadir la realidad, se trata de seleccionar nuestra calidad de información mediática de cortar con la obscenidad de una cultura política superficial, irrelevante, vulgar, deshumanizada, distractora, tóxica y alienante.

Las trincheras de lucha política y cultural son otras.

Puedo tener muchas diferencias con el Presidente CAQ y su política económica, pero crucificar a 3 ó 4 de sus jóvenes Asesores de confianza, en este show mediático, no merece la pena.

«Cada palo que aguante su vela», aclaró, pero honestamente no encuentro ni proporcionalidad ni racionalidad en todo este show mediático. Al final del día, se pasa del control político legislativo necesario, a socavar nuestra legitimidad democrática. Y gratuitamente.

Antes aún que ser patriota pretendo ser un humanista, y no es ésta, la ruta política apropiada que nuestra República merece.

Y no es una cuestión ni estética, ni principista, ni eticista,ni moralista, ni mero sentimentalismo, es una cuestión tremendamente ligada a la praxis política y a la Dialogicidad democrática.

El Estado Social de Derecho tiene amenazas mucho más peligrosas.

Sin más, y firme en la defensa de nuestras conquistas sociales contra el modelo neoliberal de exclusión social, pero atención: guardando el cordón sanitario contra la demagogia neofascista, contra el fundamentalismo religioso, y contra el Populismo Neoconservador, pues reconozco que a veces lo cívico es, apagar la Tele.

Así que lamento decepcionarles, pero decidí escribir esta Segunda Parte como merece nuestra realidad política, como una especie de parodia, como expresión de mi malestar profundo, y como «distanciamiento irónico» al decir del filósofo maldito francés Jean Baudrillard.

Seguimos vigilantes y críticos, pero humanos.