Pensar con calma la venta del Banco de Costa Rica

Carlos Carranza

He seguido con atención la propuesta de parte del Gobierno de la República sobre la intención de vender el BCR, con criterios fundamentalmente para pagar deuda y trasladándolo a una parte del sector privado.

Hay varias dudas que surgen: no es posible mejorar los rendimientos de este banco con un programa, que le mida rendimientos y procesos de calidad para llegar a objetivos y que logre ser un banco comercial pleno, sin olvidar acciones para el desarrollo. De hecho, con la “desfiguración” de la banca hacia lo comercial le hace difícil que el crédito le llegue a una parte de la población.

En ese orden de cosas, la tendencia sería a la concentración de capitales en mayor grado con un sector financiero cada día más controlado.

Si vemos los recursos que llegarían según la propuesta serían aproximadamente de 1800 millones de dólares, que pareciera una cifra adecuada pero que puede ser más si se ven tendencias del sector bancario.

De igual manera se indica que esta operación es “confidencial”, cuando sabemos que en los 80 y 90 hubo procesos poco claros en todos los niveles, entonces, vamos a repetir lo mismo dando la posibilidad de que se den situaciones no adecuadas.

Más se podría indicar sobre este proceso argumentando que estamos en una situación necesaria, pero eso depende de dónde partamos.

Lo necesario es un debate -dialogo en esta materia- no en una salida fácil que no ayuda al país y menos al bienestar con desarrollo.