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Etiqueta: ACANAMED

14 de febrero Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas

Dr. Carlos Mas Romero
Cardiólogo Pediatra Intervencionista
Hospital Nacional de Niños

La Revolución de las Cardiopatías Congénitas

En los últimos setenta años, se han producido tres grandes innovaciones revolucionarias y cambios de paradigma en las intervenciones de las cardiopatías congénitas. Estas innovaciones fueron la máquina de circulación extracorpórea (bypass cardiopulmonar), la cirugía cardíaca neonatal y la terapia percutánea.

La máquina de circulación extracorpórea

El advenimiento de la máquina corazón-pulmón a mediados de la década de 1950 marcó el nacimiento de la cirugía cardíaca en cardiopatías congénitas, así como el origen de la especialidad. Antes de esto, había habido varias intervenciones extracardíacas exitosas de cardiopatías congénitas, como la primera ligadura del conducto arterioso persistente por el Dr. Robert Gross en 1938, la reparación de la coartación de la aorta por el Dr. Clarence Crafoord en 1944, la fístula de la arteria subclavia a la arteria pulmonar realizada por el Dr. Alfred Blalock en 1944 y el primer cerclaje de la arteria pulmonar por el Dr. William Muller en 1951.

La primera aplicación exitosa de la máquina de circulación extracorpórea fue realizada por el Dr. John Gibbon cuando reparó una comunicación interauricular en 1953. Durante esa década la tecnología de la máquina sufrió drásticos cambios con influencia de los doctores John Kirklin y Richard DeWall. Los siguientes años fueron testigos de la aparición de nuevas técnicas quirúrgicas para lesiones congénitas más complejas, como la operación de Senning en 1957, la operación de Mustard en 1963 y la operación de Fontan en 1968. En 1975 se realizó el primer switch arterial exitoso para transposición de los grandes vasos, cirugía a cargo del Dr. Adib Jatene en Brasil en un bebé de 42 días de edad. Esto marcó el comienzo de una era de reparación primaria temprana de defectos cardíacos congénitos complejos.

La cirugía cardíaca neonatal

La siguiente innovación revolucionaria en las intervenciones de cardiopatía coronaria fue el advenimiento de la cirugía cardíaca neonatal. En los años sesenta y setentas los grupos del Dr. T. Horiuchi en Japón y del Dr. Brian Barratt-Boyes en Nueva Zelanda informaron de sus buenos resultados con la reparación primaria de la tetralogía de Fallot en bebés.

El Hospital de Niños de Boston, bajo el liderazgo del Dr. Aldo Castaneda, acumuló una amplia experiencia con operaciones a corazón abierto en neonatos y lactantes menores, incluida la primera operación de switch arterial en un recién nacido de 11 días en 1983. La cirugía cardíaca neonatal cambió el panorama de las cardiopatías congénitas al reducir la necesidad de realizar reparaciones quirúrgicas por etapas.

En Costa Rica, los inicios de la cirugía cardiaca infantil estuvo a cargo de los cirujanos Dr. Roberto Ortiz Brenes, Dr. Roberto Galva Jiménez, Dr. Carlos Silva Navarro y el Dr. Ronald Quintana Morales.  La consolidación se logró con la llegada de los cirujanos Dr. Gerardo Mora Badilla, Dr. Oswaldo Alvarado Jiménez y del Dr. Javier Brenes González. El abordaje temprano y exitoso de la gran mayoría de las cardiopatías congénitas sencillas o complejas es ahora una rutina en el Hospital Nacional de Niños, actualmente a cargo de los cirujanos Dra. Margarita Camacho Vargas, Dr. Carlos Chacón Fernández y la Dra. Karla Castro Solano.

La terapia percutánea

Los primeros procedimientos percutáneos cardíacos exitosos en niños fueron la septostomía auricular con balón por el Dr. William Rashkind en 1966, el cierre del conducto arterioso con un tapón Ivalon en 1967 por el Dr. Werner Porstmann, y el cierre de la comunicación interauricular por el Dr. Terry Dean King en 1975.

En las décadas de los ochenta y noventa, se produjo un gran auge en el desarrollo de dispositivos para cierre del conducto arterioso, la comunicación interauricular y la comunicación interventricular, particularmente por del Dr. Kurt Amplatz. Estas terapias se han llevado a extremos de edad y peso. Por ejemplo, se pueden cerrar con dispositivo, las persistencias del conducto arterioso en bebés de 800 gramos de peso.

Dispositivo oclusor septal de Amplatzer para cierre de comunicación interauricular.

En los ochenta se inició el tratamiento de las estenosis aórticas y pulmonares valvulares con catéter balón. En la actualidad se pueden desde el nacimiento hasta la edad adulta; en los noventa se empezaron a utilizar stents (mallas metálicas expandibles) en lesiones congénitas como coartación de la aorta y en las estrecheces de las arterias pulmonares.

Ejemplo de terapia de angioplastía aórtica con stent para coartación de la
aorta.

A inicios de este siglo, el Dr. Philipp Bonhoeffer describió el reemplazo de la válvula pulmonar por cateterismo en pacientes pediátricos y adolescentes.  Esto disminuye el riesgo de una nueva cirugía en niños operados en los primeros meses de edad. Las compañías Medtronic (válvulas Melody y Harmony) y Edwards Lifesciences (válvulas Sapien y stent Alterra) han liderado este campo con varias generaciones de válvulas. Esta terapia se ha convertido en el tratamiento convencional de reemplazo de la válvula pulmonar en pacientes operados tempranamente de tetralogía de Fallot y otras condiciones similares.

Recientemente, se ha desarrollado una técnica intervencional en recién nacidos, que sustituye a la cirugía de fístula de Blalock-Taussig, y consiste en colocar un stent en el conducto arterioso. Estos niños necesitarán en el futuro una o dos cirugías más, por lo que, ahorrarse una de ellas, es una gran ventaja.

La cardiología intervencionista en Costa Rica ha ido de la mano con los advenimientos tecnológicos. Se empezó con la septostomía atrial con balón y las dilataciones de válvulas con balón en la década de los ochenta por el Dr. Abdón Castro Bermúdez y el Dr. Jorge Faerron Angel. En la actualidad se realizan prácticamente todas las técnicas descritas y se colocan todo tipo de dispositivos, procedimientos a cargo del Dr. Rafael Gutiérrez Álvarez y de este servidor.

El futuro

Uno de los campos en rápida evolución es la especialidad en cardiopatías congénitas del adulto. Dado que el 90% de los pacientes con cardiopatías congénitas sobreviven hasta la edad adulta, será fundamental la atención multidisciplinaria especializada coordinada por parte de especialistas con habilidades en medicina pediátrica y de adultos para el control y tratamiento de esta población.

Los cirujanos están continuamente proponiendo nuevas técnicas quirúrgicas. Por ejemplo, ahora se puede preparar durante la cirugía de Glenn (en pacientes con fisiología de ventrículo único), para que la última etapa (Fontan) sea realizado en la sala de cateterismo con terapia intervencional. La finalidad es disminuir las reintervenciones y por consiguiente disminuir la morbilidad y la mortalidad asociada.

También ha habido importantes avances en las técnicas de imágenes (TAC, RMN, ecocardiografía), logrando obtener excelentes imágenes tridimensionales, incluso imprimir modelos, que permiten preparar las intervenciones más complejas.

La demanda de trasplante cardíaco seguirá aumentando a medida que aumente la población de personas con cardiopatías congénitas y que aumente la prevalencia de insuficiencia cardíaca terminal. Con las mejoras continuas en la nueva generación de dispositivos de asistencia ventricular para pacientes con cardiopatías congénitas que tienen insuficiencia cardíaca terminal, ésta puede convertirse en el estándar de atención en un futuro cercano.

Con respecto a las intervenciones percutáneas hay en el futuro mucho espacio para mejorar e innovar. El diseño de prótesis valvulares y sistemas de liberación que se adapten a la variabilidad anatómica de esta población, aumentará potencialmente el número de pacientes elegibles. Los dispositivos oclusores biodegradables, que pronto saldrán al mercado, permitirán cerrar defectos dejando un mínimo rastro con el tiempo.

Por último, la terapia con células madre, actualmente en estudios, es muy prometedora para ralentizar la progresión a la enfermedad cardíaca en etapa terminal o incluso para revertir potencialmente el daño de los miocitos debido a una lesión previa.

A principios del siglo XX, la enfermedad cardiaca congénita compleja era uniformemente mortal y no había opciones de tratamiento significativas. Los últimos 70 años han sido testigos del nacimiento y crecimiento exponencial de las intervenciones de estos niños. Y lo que es más importante, es probable que en los próximos años se produzcan más innovaciones revolucionarias en este campo.

11 de febrero – Día Internacional de la Mujer Médica

Dra. Idis Faingezicht Gutman
Pediatra Infectóloga
Académica de Número
Catedrática de la Universidad de Costa Rica

Cada 11 de febrero se celebra el día de la mujer médica en honor a Elizabeth Blackwell. Una fecha creada con la finalidad de rendir un tributo especial a ella y desde entonces, a todas las médicas que además de profesionales son amigas, madres, consejeras, esposas, abuelas y dedican su vida al maravilloso y bello arte de curar.

Elizabeth Blackwell nació en Bristol, Inglaterra en 1821. Fue la primera mujer en el mundo en terminar los estudios universitarios en medicina (1849) y ejercer la profesión. Tuvo que enfrentar duros retos por ser una época llena de convencionalismos y donde no era bien visto el papel de la mujer en un campo que sólo era privilegio de los hombres. Sin embargo, gracias a sus logros y luchas, abrió el camino para muchas mujeres que hoy son reconocidas por su trabajo y profesionalismo en el área de la medicina.

En nuestro país desde los setenta a nuestros tiempos, la cifra de mujeres que ejercen la medicina ha aumentado, al punto que podemos afirmar que en las Escuelas de Medicina de nuestras Universidades en la actualidad hay más mujeres que hombres, desempeñándose en diferentes escenarios: asistenciales, académicos, científicos y gerenciales. A pesar de los múltiples retos hoy en día tenemos muchas colegas que se ocupan de cargos directivos atesorando importantes méritos. El Colegio de Médicos y Cirujanos está conformado de 8.532 mujeres activas registradas.  Recordamos con cariño y admiración a 119 colegas costarricenses fallecidas.

En este día tan especial, Día Internacional de la Mujer Médica, bien vale la pena mencionar algunas de las primeras colegas de nuestro país, y otras que ocuparon puestos que nos llena de orgullo por su desempeño y logros. Médicas luchadoras muchas veces invisibilizadas.

Dra. Jadwiga Michalska.  Primera mujer médica de Costa Rica

Nació en Polonia en 1898. Estudio medicina en Londres. Completó sus estudios de Medicina en 1902. Fue necesario mucho tiempo, antes de que la comunidad médica conservadora de Costa Rica le permitiera incorporarse a la Facultad de Medicina, Cirugía y Farmacia. Desde 1910 hasta su muerte en 1929, ejerció en San Pedro de Montes de Oca. Era la madre del presidente Teodoro Picado Michalski.

Dra. Anita Figueredo. Primera mujer cirujana

Fue una de las primeras mujeres residentes de cirugía en el Memorial Hospital for Cáncer en Nueva York, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos estudiantes de medicina masculinos estaban sirviendo en el ejército. Nació en Costa Rica, hija de Roberto Figueredo, un conocido futbolista de origen cubano. Se graduó en 1936 y fue una de las cuatro mujeres admitidas en el Long Island Medical College.

Dra. María del Rocío Sáenz. Primera mujer Ministra de Salud

La Dra. Sáenz se desempeñó como primera ministra de Salud durante la administración Pacheco de la Espriella (2002-2006) y como presidenta ejecutiva de la  Caja Costarricense del Seguro Social durante la administración Solís Rivera (2014-2017).

Dra. Mirna Roman. Primera mujer indígena médica

Es la primera indígena de Ngöbe en ingresar al Colegio de Médicos y Cirujanos y estar autorizada a ejercer la Medicina en nuestro país. Esta incorporada desde el año 2017.

Dra. Ana Margarita Marchena Picado. Primera presidenta del Colegio de Médicos y Cirujanos

Partiendo de un contexto altamente competitivo este 16 de noviembre del 2022 fue electa presidenta del Colegio de Médicos y Cirujanos.

Nosotras médicas lideramos a través de inspiración, transformando la actitud y creencias del entorno y alineando a los demás con el propósito de beneficiar a nuestros pacientes y comunidades.  Nuestro ejemplo, de perseverancia, dedicación acompañada de humildad y bondad nos debe llenar de orgullo. Como refiere Amelia Earhart “Un solo acto de bondad echa raíces en todas direcciones, y las raíces brotan y forman árboles nuevos”.  Nuestra resiliencia nos ha permitido superar el estrés y la adversidad cuando nos enfrentamos a los desafíos propios en nuestra profesión y siempre debemos recordar salir adelante con una actitud positiva, optimista y aprender a ver en cada fracaso lo positivo.

En este día tan especial, Día Internacional de la Mujer Médica, les deseo seguir adelante con la fuerza y constancia necesaria para continuar enriqueciendo la medicina costarricense. Y, termino con una frase de Marie Curie: “La mejor vida no es la más larga, sino la más rica en buenas acciones”.

30 de enero: Día Escolar de la No Violencia y la Paz

El hogar y la escuela juntos enseñan la paz

Dra. Hazel M. Gutiérrez Ramírez
Pediatra. Especialista en Cuidado Paliativo Pediátrico y Bioeticista
Invitada de ACANAMED

El 30 de enero se celebra el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, y se conmemora el aniversario de la muerte del Mahatma Gandhi (India, 1869-1948). Gandhi fue un líder pacifista que defendió y promovió la no violencia al rechazar de forma tajante cualquier tipo de violencia o maltrato contra los seres vivos y que desdichadamente, fue asesinado por defender estas ideas.

El objetivo de recordar este día es que en todos los hogares y centros educativos de nuestro país sean ambientes defensores de la paz y se incentive en ellos una cultura dedicada a la no violencia en ninguna de sus formas (física o verbal) para nuestros niños, niñas y adolescentes.

En la actualidad, hablar con nuestros hijos sobre la importancia de fomentar la paz, es fundamental. Estamos viviendo situaciones que sólo hace unos pocos años llegamos a considerar que serían impensables. Entre ellas, el desarrollo de guerras entre ya varios países y las numerosas situaciones trágicas ocurridas recientemente donde menores de edad inocentes resultan heridos o pierden la vida ante el uso de violencia desmedida dentro de un ambiente seguro como era su propia escuela o bien su comunidad. Tan solo hace un año en EUA, un niño de 6 años disparó a su maestra de preescolar por haber tenido un desacuerdo con ella: ¿Cómo puede ser esto posible? Sin duda, como adultos responsables del cuidado de nuestros hijos debemos preocuparnos y analizar con conciencia: ¿Qué estamos haciendo mal como sociedad?

La paz no solamente se siembra en las escuelas, más importante aún, se siembra en el seno de cada uno de nuestros hogares. Mientras el niño crece, es dentro de su familia donde el niño aprende cómo comunicarse con otros niños y con los adultos, cómo comportarse durante las diferentes circunstancias de la vida (sean experiencias positivas o negativas) y cómo interactuar con los demás para ser parte de una sociedad. Debemos recordar que cuando el niño inicia el primer año de la escuela, cerca de los 6 años, está madurando y desarrollando su personalidad pues imita las acciones de socialización de sus padres con los demás e incorpora los valores morales trasmitidos dentro de su familia. Es por esta razón, que la responsabilidad de los adultos que cuidan y enseñan a los niños durante estos primeros años de la infancia es tan valiosa e importante: la paz inicia y termina en casa.

Una educación inspirada en una cultura de la no violencia y paz permite que los niños adquieran los conocimientos, actitudes y competencias que refuercen su desarrollo como ciudadanos globales críticos y comprometidos con sus derechos y los de otras personas (UNICEF, 2020).  Enseñar a nuestros niños y adolescentes herramientas valiosas para una adecuada convivencia, no sólo les ayudará a aprender a vivir en armonía con los demás, sino también en su futuro desarrollo profesional.

Las habilidades blandas, también conocidas como “habilidades de las personas” o bien “habilidades interpersonales”, son, al contrario de las habilidades duras, una combinación de habilidades humanas, subjetivas y no cuantificables que juegan un papel esencial en la forma que nos relacionamos e interactuamos con otras personas. En conmemoración de esta fecha, deseo destacar 5 habilidades blandas que, si las sabemos enseñar y fomentar en nuestros hijos, tanto en el hogar como en la escuela, serán “semillas de la paz” a lo largo de las futuras generaciones:

  1. Empatía: Permite ver las cosas desde la perspectiva del otro en vez de solo ver la nuestra, es en sí la habilidad de “ponerse en los pies del otro”. Es enseñar a los niños sobre el significado de desarrollar el valor de la sensibilidad para relacionarse con los demás, es que interioricen y apliquen en su forma de vivir la frase de Confucio que una y otra vez, me decía mi padre cuando era pequeña: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”.
  2. Habilidades de comunicación: En estos tiempos donde existe tanta globalización y la comunicación es tan diversa a causa de los medios tecnológicos y digitales, el saber comunicarse de forma asertiva es sumamente primordial. Enseñar a nuestros hijos a escuchar activamente a los demás con respeto y atención (mirando siempre a los ojos y no compulsivamente el teléfono como ya con más frecuencia ocurre), o bien, el desarrollo de estrategias de negociación a lo largo de las diferentes etapas de su vida les brindará un mundo abierto con un sin fin de posibilidades de crecimiento y aprendizaje.
  3. Tolerancia: Es promover el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás, aunque sean diferentes o contrarias a las nuestras. Es un derecho de la infancia y de toda la humanidad el lograr desarrollar un adecuado entendimiento entre personas de distinta procedencia y modos de pensar. El lograr que nuestros niños y adolescentes desarrollen habilidades pacíficas de resolución de conflictos hará sin duda que el uso de la violencia no forme nunca parte de sus vidas, independientemente de las circunstancias que atraviesen.
  4. Respetar los derechos de los demás: Los derechos humanos son normas que reconocen y protegen la dignidad de todos los seres humanos. Estos derechos rigen la manera en que los individuos viven en sociedad y se relacionan entre sí, al igual que sus relaciones con el Estado y las obligaciones del Estado hacia ellos. Las personas también tienen responsabilidades; así como hacen valer sus derechos, deben respetar los derechos de los demás. Ningún gobierno, grupo o persona individual tiene derecho a llevar a cabo ningún acto que vulnere los derechos de los demás (UNICEF, 2015). Es enseñarle a los niños y adolescentes la frase del filósofo Jean-Paul Sartre: «Mi libertad se termina dónde empieza la de los demás”
  5. Trabajo en equipo: Aprender a ser un líder positivo y saber trabajar en equipo es hoy en día una habilidad indispensable. En 1964, Robert Greenleaf fundó el llamado “liderazgo servicial” o “liderazgo compasivo”, el cual es un enfoque de liderazgo en el que ayudar a los demás está por encima de todas las demás prioridades de la persona. En lugar de gestionar para obtener resultados, un líder servicial se centra en crear un entorno en el que su equipo pueda prosperar y realizar su labor de la mejor forma posible. Por el contrario, si enseñamos a nuestros niños y adolescentes a ser individuos puramente individualistas, difícilmente serán buenos líderes. El promover el conocimiento, la comprensión y la práctica de la importancia del trabajo en equipo en nuestros niños y adolescentes, sea con sus propios hermanos como con sus amigos y compañeros de clase, fomentará la búsqueda de objetivos comunes, el sentido de lealtad, seguridad y alta autoestima. Lo anterior, llevará a que se esfuercen por mantener relaciones positivas dentro y fuera de sus grupos de pares y nos aseguraremos de que a lo largo de sus vidas sean voces que mitiguen las expresiones o acciones negativas dirigidas hacia los demás.

Como madres, padres, hermanos, abuelos, tíos, cuidadores y educadores los invito a cada uno de ustedes a construir con los niños y adolescentes de nuestro entorno, el camino hacia la paz y no violencia. Es la forma idónea de hacer un mundo mejor para aquellos que vendrán detrás cuando ya no estemos con vida. Como una vez dijo Mahatma Ghandi: «Nosotros tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo».

13 de enero Día Mundial de Lucha contra la Depresión

Dr. Luis Diego Herrera Amighetti
Especialista en psiquiatría de niños y adolescentes
Miembro de Número, Academia Nacional de Medicina

Usamos el término depresión en forma coloquial con diferentes connotaciones, y también lo usamos en forma técnica, como diagnóstico clínico. En el uso coloquial, depresión se utiliza para expresar como nos sentimos cuando se tuvo un mal día, o una mala experiencia, hasta reflejar el impacto de una pérdida de un ser querido o una crisis laboral. En el sentido clínico, depresión significa la presencia de sentimientos sostenidos, frecuentes, de tristeza, desesperanza, vacío y sentimientos exagerados o inapropiados de culpa, acompañados de dificultad para concentrarse, pérdida de interés y satisfacción en las actividades cotidianas, alteraciones del sueño, del apetito, agitación o retardo psico-motor y en algunos casos, a menudo los más severos, deseos de morir o quitarse la vida.

Si utilizamos las estadísticas más sólidas de la Organización Mundial de la Salud y los estudios epidemiológicos con más poder estadístico y los extrapolamos a nuestra población, en un día en Costa Rica, hoy, hay aproximadamente 350.000 personas con depresión en el sentido clínico descrito anteriormente. Este es aproximadamente el mismo número de personas que tienen diabetes; no debe quedar duda de que la depresión es un problema de salud pública muy relevante por lo que es totalmente justificado dedicar un día, el 13 de enero, para aumentar el nivel de consciencia sobre la depresión en el mundo. Conforme se ha progresado en lo que se llama la transición epidemiológica, los problemas de salud mental están cada vez más representados en las consultas y hospitalizaciones en Costa Rica; según algunas estimaciones, la depresión es el cuarto diagnóstico de consulta en la CCSS y el primero o segundo en el costo por concepto de incapacidades.  De acuerdo con una encuesta llevada a cabo por la Organización Mundial de la Salud en más de 90 países, la depresión y la ansiedad aumentaron en un 25% como resultado de la pandemia por COVID-19.  Esto hace aún más necesario aumentar el grado de vigilancia y recursos destinados al tratamiento de esta condición.

La depresión ha estado presente desde que tenemos documentos médicos, nunca ha disminuido o desaparecido y su prevalencia es cada vez más frecuente. Las causas de la depresión, como las entendemos modernamente, no es tan diferente a otras enfermedades crónicas; existe una vulnerabilidad genética, heredada, por lo cual la depresión se tiende a agregar en familias; esta vulnerabilidad se expresa en grados variables, dependiendo de experiencias a lo largo de la vida, siendo muy importante las experiencias adversas en la niñez, el uso de alcohol y drogas y estilos de vida poco saludables. Todo lo anterior, lleva a alteraciones metabólicas, procesos inflamatorios y cambios en ciertos neurotransmisores en el sistema nervioso que, eventualmente, producen los síntomas depresivos.

Como en toda enfermedad o condición que tiende a la cronicidad, es fundamental intentar prevenir la depresión; esto se logra mediante educación a la población general sobre los factores de riesgo, la importancia de estilos de vida saludables, con intervenciones de muy bajo costo como son el ejercicio, la buena nutrición y evitar las sustancias adictivas y psicoactivas.

En ocasiones esto no es suficiente y, la combinación de tratamientos farmacológicos con ciertas técnicas de terapia psicológica, logran un alto porcentaje de recuperación y remisión, permitiendo una vida plena y productiva, incluso en aquellas personas vulnerables.

Día Mundial de la lucha contra el Sida 2023: ¡¡Qué lideren las comunidades!!

Dra. María Paz León Bratti
Especialista en Inmunología
y Medicina Interna
Miembro de Número de ACANAMED

A 42 años de las primeras descripciones de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en Estados Unidos de América y Europa, esta infección continúa siendo una de las principales pandemias que ha experimentado la humanidad y un serio problema de salud pública en la mayoría de los países del mundo.  Las últimas estadísticas de ONUSIDA-OMS, indican que para el 2022 existían 39 millones de personas viviendo con el VIH en el mundo. Sólo ese año hubo 1,3 millones de nuevas infecciones por VIH y fallecieron 630 mil personas por enfermedades relacionadas al sida.  Si revisamos los datos globales desde que se inició la epidemia, se estima que en total se han infectado 85,6 millones de personas por VIH y han fallecido cerca de 40 millones de individuos por enfermedades relacionadas al sida.

Recordemos que el VIH es un virus que ataca el sistema inmune del cuerpo. Si el VIH no se trata puede causar sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) o como se le prefiere llamar ahora, enfermedad avanzada por el VIH.  Sabemos que en la actualidad no hay una cura eficaz para esta infección. Una vez que se contrae el VIH, se lo tiene de por vida. Sin embargo, con atención médica adecuada, se puede controlar la infección. Las personas con infección por el VIH que reciben tratamiento eficaz y atención médica adecuada pueden tener una vida larga y saludable, y proteger a sus parejas.

La infección por el VIH en los seres humanos provino de un tipo de chimpancé de África Central. Los estudios muestran que el VIH pudo haber pasado de los chimpancés a los seres humanos ya a finales de los años 1800.  El virus probablemente pasó de los chimpancés a los seres humanos que cazaban a estos animales para comer su carne y entraron en contacto con la sangre infectada.  El VIH se propagó lentamente por toda África a lo largo de varias décadas y luego pasó a otras partes del mundo. Se estima que el virus está presente en los Estados Unidos al menos desde la segunda mitad de la década de 1970.

La única forma real de saber si alguien tiene el VIH es realizando pruebas de laboratorio para detectar anticuerpos o partes del virus.  Ahora se cuenta con pruebas muy sencillas en sangre o en saliva, que pueden detectar si la persona tiene la infección y dan resultados certeros en menos de una hora.   La realización de pruebas, por tanto, es fundamental para lograr diagnósticos tempranos.  Además, para un individuo saber si tiene o no el virus le ayuda a tomar decisiones saludables para prevenir contraerlo o bien transmitirlo a otros.

Desde sus inicios esta epidemia se ha acompañado de mucha investigación y se han dado grandes avances científicos.  Aunque aún no contamos con una vacuna preventiva, si se han logrado terapias altamente efectivas que controlan totalmente la replicación viral convirtiendo el problema en una enfermedad crónica y además, disminuyen en forma muy significativa la transmisibilidad. Actualmente dichas terapias se han simplificado al grado de darse en una sola tableta diaria o incluso en inyecciones cada mes o cada 3 meses, con pocos efectos secundarios.  De las cosas más importantes, es que estas terapias se han hecho accesibles a una gran mayoría de los que la necesitan y los datos de ONUSIDA indican que para el 2022 la recibían cerca de 30 millones de personas viviendo con VIH.

El concepto actual de la enfermedad por VIH, por tanto, es que no hay cura efectiva para la misma.  Sin embargo, con acceso adecuado a prevención, diagnóstico, tratamiento y atención, incluidas las infecciones oportunistas, la infección por VIH se ha convertido en una condición de salud crónica manejable, permitiéndole a las personas que viven con el virus tener una vida larga saludable y proteger a sus parejas.  De hecho, si los pacientes inician la terapia correspondiente en etapas iniciales de la infección, su expectativa de vida es la misma que para los individuos de su mismo grupo de edad.

A nivel de investigación biomédica, el enfoque actual es buscar una cura real y poner fin a la epidemia por VIH.  Por ello es fundamental no perder el apoyo internacional ni las acciones conjuntas que se han realizado en esta enfermedad a lo largo del tiempo.  Este es el principal motivo por el que el lema internacional del día mundial del sida de este año 2023 es ¡Que lideren las comunidades!

¿A qué se refiere ONUSIDA con este lema?  Indican ellos que “para poner fin al sida, el mundo necesita que las comunidades vayan a la cabeza”.   Se considera que la primera línea de lucha para progresar en la respuesta al VIH deben ser las organizaciones de comunidades que viven con el VIH, que corren el riesgo de contraerlo o que se han visto de alguna manera, afectadas por el virus.  La ventaja de este enfoque, recalcan sus promotores, es que las comunidades conectan a las personas con los servicios de salud pública centrados en las personas, generan confianza, innovan, supervisan la implementación de políticas y servicios y responsabilizan a los proveedores.

En este momento lo mejor que podemos hacer en cuanto a infección por VIH, en beneficio de las personas infectadas, desde el punto de vista individual y también desde el punto de vista comunitario y de prevención, es un diagnóstico temprano.  Esto sólo se logra promoviendo la realización de pruebas de VIH sin grandes dificultades y con resultados rápidos transmitidos oportunamente a las personas. El involucramiento de las comunidades en estas campañas ha demostrado ser de gran valor e importancia.

Termino con las palabras de la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima: “el fin del sida es posible, está a nuestro alcance. Para seguir el camino que pone fin al sida, el mundo debe dejar que las comunidades asuman el liderazgo».

14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes

Dr. José Guillermo Jiménez Montero, FACE
Endocrinólogo
Miembro Correspondiente

El número de personas que viven con diabetes continúa elevándose alrededor del mundo. Según datos epidemiológicos de la Federación Internacional de Diabetes, se estima que uno de cada nueve adultos serán diabéticos para el 2030. El aumento en la prevalencia de la diabetes va en paralelo con la necesidad de destinar más recursos para enfrentar la carga impuesta por la diabetes a los sistemas de salud. Muchas de las complicaciones de la diabetes se relacionan con la hiperglucemia crónica y la resistencia a al insulina. Entre ellas está el daño de los vasos sanguíneos de la retina, rinón y arterias. Estas lesiones son las causantes de con la elevada morbilidad por enfermedades cardiovasculares en la población diabética.

Estudios recientes realizados en nuestro país revelaron que la mortalidad por diabetes ha aumentado en especial en mujeres. Además, en personas con diabetes tipo 2 con resistencia a la insulina co-existe frecuementemente alteraciones en la concentración de las grasas en la sangre (colesterol y triglicéridos) y son propensos a desarrollar complicaciones hepáticas como la cirrosis hepática y el hepatocarcinoma.

Es indispensable realizar la detección temprana de la diabetes y clasificarla. Las personas con diabetes tipo 1 generalmente no tienen obesidad y necesitan insulina desde el diagnóstico. Mientras que, las personas con diabetes tipo 2, por lo general son mayores de 40 años, tienen obesidad y pueden controlarse por algún tiempo con medicamentos orales. Posteriormente, sin embargo, requieren también insulina. El tratamiento de la diabetes ha evolucionado en los últimos años variando de un enfoque glucocéntrico (unicamente oriendado a controlar la glucosa) a un enfoque mofidicador de la enfermedad y de prevención de complicacions y mortalidad prematura. El acceso a educación en diabetes le permite al diabético entender mejor su padecimiento, favorece el establecimiento de un plan nutricional adecuado y propicia el apego al tratamiento farmacológico, acciones que contribuyen a prevenir las complicaciones asociadas a la diabetes.

Con el fin de prevenir el desarrollo de la diabetes y evitar las complicaciones de la diabetes es prioritario que el sistema de salud ofrezca la posibilidad de promover cambios en el estilo de vida que prevengan la obesidad, principal determinante de la diabetes tipo 2. En la persona con diabetes tipo 2, estudios internacionales han demostrado que el tratamiento con los nuevos agentes antihiperglucemiantes (inhibidores de glucotransportadores tipo 2 de la glucosa y los agonistas del receptor de GLP-1) reducen la hiperglucemia, previenen complicaciones cardio-renales y muerte prematura.

Mientras que la diabetes tipo 1 no puede ser prevenida en la actualidad, se ha demostrado en personas con diabetes tipo 2 que la modificación de estilos de vida con reducción de peso, el tratamiento intensificado inicial y sostenido de la hiperglucemia puede inducir remisión de la enfermedad.

Los avances en el conocimiento de la diabetes, prevención de complicaciones y remisión de la enfermedad representan noticias alentadoras para las personas con diabetes.

Academia Nacional de Medicina se pronuncia sobre atención de la salud integral e integrada de las personas adolescentes

Pronunciamiento de la Academia Nacional de Medicina

La Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina (ACANAMED) y un grupo de expertos hace un llamado a la acción, debido al debilitamiento de los programas de atención de salud dirigidos a la población adolescente, cuyas consecuencias negativas son obvias. Hace cuatro décadas el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social, el Ministerio de Educación Pública, la Universidad de Costa Rica y organizaciones no gubernamentales implementaron el “Programa de Atención Integral en Salud Adolescente”, pionero en Latinoamérica, con una novedosa intervención interdisciplinaria e intersectorial. El programa se debilitó, su desarrollo se redujo significativamente y ha corrido el peligro de desaparecer. Hace 37 años creó la Clínica de Adolescentes en el Hospital Nacional de Niños, la cual se encarga de realizar intervenciones y acciones orientadas a atender la compleja problemática de este grupo etario y existieron “clínicas de adolescentes” en todos los niveles de atención del país.

En cuanto a algunos datos estadísticos de interés observamos que solo el 33% de los adolescentes tienen cobertura en la CCSS, el 30% tiene sobrepeso u obesidad, el 20% toma bebidas con azúcar dos veces o más al día, el 26% come frutas solo una vez por semana, el 20% ingiere vegetales solo una vez por semana (MINSA, MEP, CCSS, 2018). El 47% consume comida chatarra más de una vez por semana (Clínica de Adolescentes del HNN, 2019). Uno de cada 5 adolescentes y 1 de cada 4 personas de 19 a 35 años es pre diabética (14% de la población general es diabética). Los suicidios han tenido un incremento significativo en los últimos 4 años, en 2018 la tasa por cada 100.000 habitantes fue 60,9 a 111,1 en la población de 15 a 19 años (datos de vigilancia epidemiológica del Ministerio de Salud). Además, 455.000 personas menores de 18 años viven en niveles de pobreza (informe UNICEF 2023). El sistema de salud continúa sin dar respuestas adecuadas de atención y prevención.

La definición de “Salud integral e integrada de los(as) adolescentes” se refiere a un abordaje completo del proceso salud-enfermedad, comenzando por el análisis de los problemas y necesidades específicas de esta población, que incluye promoción de la salud, prevención de la enfermedad, atención de la morbilidad, salud sexual y reproductiva, salud mental, aspectos biopsicosociales y ecológicos para lo cual es imperativo integrar un equipo transdisciplinario, interdisciplinario y multisectorial que abarque a la familia, colegio y comunidad. Debe diseñarse un plan que involucre a todos estos niveles de prestación en salud, dentro de una estrategia estatal más amplia que incluya la vigilancia y solución de las necesidades desatendidas de este grupo poblacional, tanto en educación, arte, recreación, deporte, empleo, vivienda, y seguridad.

A pesar de que el país tiene una mortalidad infantil muy baja y posee tratamientos exitosos para pacientes pediátricos, los pacientes adolescentes no cuentan con igual calidad de atención. El Hospital Nacional de Niños (HNN) ha limitado su rango de atención hasta los 13 años de edad debido a presupuestos limitados, infraestructura y recurso humano insuficiente y políticas centrales restrictivas; mientras que, en la mayoría de los hospitales pediátricos de países de renta alta, se atiende hasta los 18 o 24 años en los casos que lo ameriten. El HNN trata de mantener el mayor tiempo posible a sus adolescentes con enfermedades crónicas, la atención de estos pacientes también requiere de la participación de especialistas en medicina familiar, medicina interna, psiquiatría, ginecología y obstetricia.

En 2018 la Caja Costarricense de Seguro Social aprobó, en acuerdo de Junta Directiva, la “Política Institucional de Atención Integral a la Adolescencia” (acta 7203 sesión 8972, artículo 3) cuyo objetivo principal es “garantizar una atención diferenciada, amigable, oportuna, con calidad y calidez para la población adolescente que permita responder a las necesidades, requerimientos y retos” y fortalecerá “el trabajo en la Red de forma interdisciplinaria, interprogramática y entre niveles de los servicios de salud, para brindar una atención integral, integrada y continua de la persona adolescente” y “las competencias del recurso humano mediante la capacitación continua en todos los niveles e instancias de la Red Institucional de Atención”. Sin embargo, dicha política no se ha implementado o es muy débil. Se debe evaluar su cumplimiento, más aún cuando el país cuenta además con un marco jurídico amplio, decretos ejecutivos, diversos lineamientos institucionales, una “Política Nacional de Salud”, una Política Nacional de Niñez y Adolescencia y en construcción la “Política Nacional de Niñez y Adolescencia 2024-2036”, así como múltiples instrumentos internacionales que respaldan todas las estrategias de atención multisectorial que requiere la persona adolescente, vital para un país sano.

La Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina hace un llamado vehemente a las autoridades del Ministerio de Salud, a las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social y autoridades políticas involucradas, para que se reactiven estos programas y se diseñen mecanismos de seguimiento y evaluación en los que se analice en profundidad el impacto de las acciones de promoción, prevención, atención y rehabilitación de la salud de los adolescentes, lo cual genera beneficios a mediano y largo plazo para esta importante franja de población y para el país en general.

Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina

03 de noviembre de 2023

19 de octubre, Día Internacional contra el Cáncer de Mama

Cáncer de mama: del máximo tratamiento tolerable al mínimo tratamiento eficaz. Del tratamiento generalizado al tratamiento dirigido.

Dr. Alexander Blanco Valverde
Especialista en Cirugía General
Unidad de Patología Mamaria
Hospital México
Invitado de ACANAMED

El cáncer de mama como los otros tumores malignos que se pueden presentar en el ser humano se produce por un crecimiento desordenado y descontrolado en las células, que por diferentes razones pierden los mecanismos naturales que les regulan el cómo, cuándo y cuántas veces pueden reproducirse.

En la mama encontramos tres diferentes tipos de tejidos que pueden producir tumores malignos, el más común es el de los conductos encargados en la lactancia de conducir la leche, el segundo se trata propiamente del tejido encargado de producir la leche conocido como lobulillos y por último y menos frecuente, los que se derivan de las células que forman los tejidos que por decirlo de alguna forma dan soporte y estructura a los conductos y los lobulillos y la mama como tal.

Es de esta división anterior, que los tumores reciben su primer nombre según sea su origen, así vamos a tener los tumores llamados ductales, lobulillares y por último los que vienen del tejido de soporte y que si bien son mucho menos frecuentes hay diversos tipos y nombres como tumores fillodes, sarcomas y otros.

Otra división fundamental que tenemos en todos estos tumores se trata de si se encuentran encerrados en sí mismos (tumores in situ) o si por el contrario ya rompieron la barrera natural que tienen dentro del tejido que les origina (infiltrante). Esto es muy importante ya que los tumores in situ, no tienen la posibilidad de migrar o escaparse de la mama hacia otros órganos para continuar su crecimiento a distancia, como si la tienen los tumores infiltrantes.

Es precisamente este crecimiento a distancia de las células, lo que se conoce como metástasis, las células cancerosas se desprenden del tumor y comienzan un viaje a través de los vasos linfáticos, sanguíneos u otros mecanismos hasta alcanzar sitios cercanos como los ganglios linfáticos de la axila u órganos muy lejanos como el cerebro, el hueso, el hígado y el pulmón. Ahí continúan su crecimiento destruyendo los órganos que invaden e impidiendo que estos órganos puedan cumplir con su función lo cual termina por producir la muerte.

Con el paso de los años se han realizado grandes avances en el conocimiento de todos estos tumores y actualmente sabemos que existen una gran cantidad de familias diferentes de tumores que se comportan de diferente forma y que requieren manejos diferentes, esto se logra haciendo estudios al tejido que fue biopsiado y que en general se conocen como inmunohistoquímica. Con ellos le podemos poner varios apellidos a cada uno de los tumores antes mencionados y de esta forma agruparlos en familias.

Cada vez se conocen más y más familias diferentes de tumores, lo cual permite poder conocer mejor cuál será su respuesta a diferentes tipos de tratamiento.

Este conocimiento de las diferentes variantes de tumores ha permitido en las últimas décadas el desarrollo de una gran cantidad de medicamentos con los cuales se pueden tratar los tumores, así pues, al tratamiento clásico de cirugía quimioterapia y radioterapia se han unido una gran cantidad de medicamentos nuevos e innovadores en hormonoterapia, inmunoterapia, terapia con anticuerpos.

En el campo de la radioterapia los nuevos equipos y estudios realizados han logrado disminuir las secuelas en los tejidos irradiados como la piel, la pared costal, el pulmón y corazón entre otros, sino también disminuir el número de días que se deben asistir para el tratamiento pasando de treinta y tantos días a esquemas de diez o quince días.

El uso de la mamografía, el ultrasonido, la resonancia magnética, como estudios de diagnósticos y el desarrollo de equipos cada vez dedicados y capaces de encontrar lesiones cada vez más pequeñas; todo el conjunto de avances antes mencionados a su vez llevado a que la cirugía también siga una tendencia a realizar resecciones cada vez más pequeñas que logren conservar la mama, logrando seguridad desde el punto de vista oncológico pero a la vez logrando un resultado estético que permita a la mujer mantener su imagen corporal, fundamental en la cirugía mamaria.

Hemos llegado a un punto en el cual cada paciente, una vez diagnosticada con cáncer debe pasar por un proceso exhaustivo que permita clasificarla no sólo por el tamaño del tumor, la presencia de metástasis en ganglios u órganos a distancia, sino dentro de una de tantas familias de las antes mencionadas y así lograr un tratamiento casi como un traje hecho a la medida por un sastre. Es por esto que ya no se puede generalizar a la hora de hablar del tratamiento para el cáncer de mama y lo que para alguna paciente es adecuado para otra no lo será. Así algunas recibirán quimioterapia antes de la cirugía, otras después y algunas no recibirán quimioterapia, solo hormonoterapia o mezclas con anticuerpos, etc.

Todo esto da un panorama alentador, sin embargo, en nuestro país aun cuando las estadísticas nos muestran que la mejoría en la sobrevida por cáncer de mama (la posibilidad de sobrevivir un tiempo determinado) ha ido mejorando y cada vez acercándose a las que logran países con mayor desarrollo, ésta sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer en mujeres, siendo de 427 para el año 2020 según datos del Ministerio de Salud.

Claramente al día de hoy no existe forma de prevenir el cáncer de mama, por lo que decir que se realizará una campaña de prevención es absolutamente incorrecto, ni siquiera cuando se realizan mastectomías en mujeres portadoras de mutaciones genéticas que llevan un mayor riesgo de tener cáncer que en la población general, se puede decir que se previene ya que lo correcto, es decir, se disminuye el riesgo de desarrollar un cáncer. Lo que sí podemos hacer es realizar una detección precoz, pilar fundamental del éxito de todas las terapias dirigidas al cáncer de mama.

La detección precoz sólo se logra con un adecuado programa de tamizaje que involucre no solo la edad, idealmente, iniciando la mamografía a los 40 años, sino también midiendo el riesgo en mujeres menores que requieran iniciarlo antes, y comprendiendo que en las mujeres mayores de 75 años se debe valorar su estado funcional, ya que cada vez más nuestra esperanza de vida avanza y con ella la obligación de realizar detección en este grupo de mujeres.

Por último, destacar el esfuerzo que como país se ha realizado por crear, desarrollar y sostener instituciones como la Caja Costarricense de Seguro Social, la cual, a pesar de sus problemas internos, que los tiene, las listas de espera, la morosidad de propios y extraños y algunas ocasiones los ataques a la que se ve sometida con objetivos bastante premeditados, brinda actualmente todos y cada uno de los tratamientos antes indicados. Claramente el tamizaje es actualmente su punto más débil.

Soy cirujano general, inicie mi residencia en 1998, desde ahí he estado en contacto con pacientes con cáncer de mama, mujeres en su gran mayoría, aunque también hombres en una proporción mucho menor y desde el año 2010 dedicado el 100% del tiempo a tratar enfermedades de la mama. He visto cientos, posiblemente miles ya de pacientes con esta enfermedad, cada quien con su historia, muchas batallas ganadas, muchas perdidas, pero me quedo con la resiliencia de la mayoría y con el grupo de trabajo que hemos conjuntado en mi centro de trabajo, el Hospital México (cirujanos, cirujanas, oncólogos, oncólogas, patólogos, patólogas, enfermeras, radiólogas, radioterapeutas, psicólogos, psicólogas, terapistas físicos) para poder dar a todas estas pacientes el mejor tratamiento, que es aquel que brinda un verdadero equipo multidisciplinario enfocado en lograr el mejor tratamiento para cada caso individual.

17 de octubre Día Mundial contra el Dolor

El tratamiento del dolor es un derecho universal

Dr. Isaías G Salas Herrera, M.D, Ph.D
Especialista en cuidados paliativos y control del dolor.
Catedrático de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica
Ex director del Centro Nacional del Dolor y Cuidado Paliativo
Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina

El dolor es una señal que proviene del sistema nervioso e indica que algo no anda bien, esta señal de alarma desencadena una serie de mecanismos cuyo objetivo es evitar o limitar los daños y hacer frente al estrés. Ante un estímulo nocivo como la invasión por una bacteria, virus u hongos a un tejido, se liberan una serie de sustancias conocidas como neurotransmisores que en conjunto se conoce como “sopa inflamatoria”, que son los responsables de producir dolor. Ante esta situación el organismo se defiende produciendo sustancias que controlan el dolor, ellas tienen una estructura química similar a la morfina y se llaman endorfinas, se complementan con los fármacos analgésicos que ha desarrollado la industria farmacéutica entre ellos la morfina y sus derivados. El dolor tiene como consecuencia entre otras, faltas al trabajo, aumento de la discapacidad y disminución de la calidad de vida. El costo económico para los países es exageradamente alto, por ejemplo Estados Unidos en el 2010 tuvo gastos totales entre 560 y 635 billones de colones.

El dolor cuando no se controla adecuadamente tiene un impacto muy negativo en los pacientes, las familias, amigos y cuidadores y en toda la sociedad, constituyendo un problema de salud pública en la mayoría de países porque se tiene los conocimientos y medios para aliviarlo pero es frecuente que no se le reconozca, se ignore y hasta se niegue.

Existen varios tipos de dolor: agudo, crónico y el producido por cáncer. El dolor crónico ha ido en aumento asociado a múltiples causas entre ellas tenemos secuelas de accidentes automovilísticos, armas de fuego, armas blancas, complicaciones de enfermedades, un ejemplo es la diabetes mellitus y enfermedades del sistema nervioso entre otros. El dolor crónico llena las mayorías de agendas médicas de los Centros de salud en Costa Rica y países desarrollados, se ha convertido en una enfermedad más que en un síntoma y su manejo requiere de la participación de varios especialistas.

El otro grupo importante es el dolor por cáncer que puede estar asociado a la enfermedad, o al tratamiento de quimioterapia, radioterapia o ambos, se presenta entre un 30 a 50% y en las fases más avanzadas de la enfermedad puede llegar a un 70 a 90%. Su manejo debe ser por un equipo de profesionales interdisciplinarios en medicina del dolor y cuidado paliativo, psicólogos, trabajadores sociales, anestesiólogos y fisioterapeutas, donde se utilizan fármacos coadyuvantes (lidocaína, neuromoduladores, esteroides), fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs, como indometacina, ibuprofeno), fármacos provenientes del opio (la morfina, codeína, etc.) y sintéticos (metadona, fentanilo, oxicodona, meperidina y tramadol). Procedimientos invasivos: aproximadamente un 10% de los pacientes no responden bien a las medidas analgésicas estandarizadas y por lo tanto se requieren de opciones intervencionistas de tratamiento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en los últimos años ha emitido directrices muy claras y precisas para que los gobiernos incluyan dentro de las políticas de salud, los cuidados paliativos y el control del dolor para tratar el dolor maligno y enfermedades progresivas y avanzadas.

Se ha desarrollado un cuadro básico esencial de medicamentos analgésicos promovidos por la Organización Mundial de la Salud, para la mayoría de países del mundo que controlan el dolor y Costa Rica está dentro de ellos. Los países desarrollados tienen una gran oferta de medicamentos opiáceos/opioides como es el caso de Canadá, Reino Unido, resto de Europa, para tratar el dolor de pacientes con cáncer, pero esto mismo no sucede con muchos países del África y el Asia donde los gobiernos no han incorporado el dolor y cuidados paliativos dentro de las políticas de salud produciendo dolor, sufrimiento y mala calidad en esa población afectada.

En Centroamérica, Costa Rica ha sido un ejemplo en el mundo al contar con índices de salud muy similares a países desarrollados, y no ha sido la excepción en tomar el liderazgo de desarrollar políticas de control del dolor y cuidado paliativo, que se han incorporado a las políticas de salud, lo que ha permitido dar un gran avance en la atención paliativa en todos niveles de la atención de la salud, al contar con un presupuesto y un personal sanitario que trabaja a lo largo y ancho del país. Este liderazgo desarrollado en los últimos 40 años ha permitido crear una red de cuidado paliativo y control del dolor, que presta servicios de atención paliativa a nivel de consulta externa, hospitalaria y domiciliar, apoyada de un programa de educación continua a nivel pregrado y postgrado en medicina paliativa que han permitido la formación de más de 25 profesionales en esta especialidad que laboran en diferentes partes del país.

La revista inglesa Economist (2015) destacó a Costa Rica, Uruguay y Chile como los países de más avanzada en Latinoamérica, en la prestación de servicios de cuidados paliativos y control del dolor.

La participación de las comunidades a través de asociaciones, fundaciones, voluntarios, ha sido fundamental para la consolidación de este servicio de salud que tiene un gran impacto humanístico en la población afectada.

El manejo del tratamiento del dolor ha tenido una gran avance en los últimos 25 años, no solo por contar con más tecnología para su aplicación sino por el desarrollo de investigaciones que viene realizando los científicos con neurotoxinas provenientes del lecho del mar, como el caracol cono marino y de animales como el ciempiés y escorpiones, que van a permitir en el futuro contar con nuevos fármacos para el dolor que no tienen adicción, escasa tolerancia y más eficiente que los medicamentos derivados del opio. Esto es una gran esperanza para los miles de pacientes que sufren de dolor de difícil control.

Los pueblos en el mundo se han organizado para solicitar ante las Naciones Unidas, que el tratamiento del dolor sea un derecho universal, ante este clamor fue incorporado a partir del año 2000 en la carta de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, como un derecho del ser humano que se controle el dolor y una obligación de los profesionales sanitarios proporcionar el alivio en forma óptima para evitar cualquier sufrimiento humano.

El dolor más que un síntoma es una enfermedad que produce gran sufrimiento y se requiere de un manejo integral del dolor total, donde se involucre al paciente y la familia.