Durante tres días discutirán el proceso salud-enfermedad-atención
Eduardo Muñoz Sequeira,
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
El derecho a la salud es uno de los más vulnerados en la región centroamericana, marcada por la exclusión social y la pobreza extrema, por lo que urge la discusión de políticas de Estado tendientes a la equidad y la justicia social. Con esto en mente, un grupo de científicos sociales y de la salud se reunirán en la Sede Rodrigo Facio en el marco de la Jornada Centroamericana de Estudios en Salud desde las Ciencias Sociales: Abordaje Del Proceso Salud-Enfermedad-Atención.
Un total de 26 ponentes, de diversas áreas de las ciencias sociales, la filosofía, la medicina, la enfermería y la microbiología iniciarán la jornada el viernes 13 de noviembre, a las 3 p.m. en el auditorio de la Biblioteca de Ciencias de la Salud, con la conferencia inaugural del Dr. Mauricio Vargas Fuentes, titulada Propuestas y perspectivas latinoamericanas en el abordaje de los determinantes sociales de la salud.; Vargas es director de la Escuela de Salud Pública de la UCR.
Las distintas perspectivas de análisis se encauzan en tres ejes temáticas, el primero está relacionado con las transformaciones políticas para superar las amenazas, las tendencias y las demandas sociales en materia de salud pública. Otro es la ruptura y desafíos del proceso salud-enfermedad-atención-muerte. Y el último se enfoca en los determinantes sociales de la salud y perspectivas para la atención del proceso mencionado.
Aportes metodológicos
“Con la jornada la UCR se suma a la importancia de visibilizar injerencia de las Ciencias Sociales en la formulación y análisis de las políticas públicas en salud; así como vincular el trabajo que se realiza desde el área de Ciencias de la Salud con las investigaciones y discusiones llevadas a cabo desde las Ciencias Sociales. Retomamos la consigna de abarcar la salud en todas las políticas para posicionar y difundir el trabajo que se realiza para la consecución de la equidad y la justicia social en las regiones centroamericana y latinoamericana –de las más desiguales del mundo-”, explicó la antropóloga Rocío Loría Bolaños, co-coordinadora de la jornada e investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS-UCR).
La jornada se realizará cada viernes de noviembre (13-20 y 27), con paneles que profundizarán en los desafíos de salud pública regional en ámbitos como la diversidad y el poder, juventud y niñez, salud de adultos mayores. Para el día del cierre se organizó la mesa redonda sobre Movimientos Sociales y la Defensa de la Seguridad Social. Posterior a la jornada se elaborará una memoria digital que recoja los aportes de los expositores invitados; y además se incluirán en un blog que se creará para tal fin. Cada día, la actividad inicia a las 3 p.m. y concluye a las 7 p.m.
La Jornada Centroamericana de Estudios en Salud desde las Ciencias Sociales fue organizada por el Grupo de Estudios Socioculturales de la Salud (GrESCS), integrado por científicos sociales de la UCR; el Instituto de Investigaciones Sociales, el Decanato de Ciencias Sociales y las escuelas de Trabajo Social, de Sociología, de Antropología, de Psicología, Salud Pública y Medicina. Además, del Instituto de Investigaciones en Salud y el Centro de Investigación en Estudios de la Mujer. También colaboran el programa radiofónico Podemos Volar y la Sede Pacífico. El programa completo de la jornada está disponible en este enlace.
Facultad de Medicina organiza entrega de documento a Presidencia de la República
La Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR), en el marco de la Cátedra Dr. Rodrigo Loría Cortés y con apoyo de la Vicerrectoría de Docencia, el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), el Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), realizó la I Conferencia Nacional sobre Modelo de Atención y Formación de Profesionales en Ciencias de la Salud en Costa Rica, el pasado mes de abril de 2015 y ahora presentará la memoria resultando de dicho evento.
En esta Conferencia se delimitaron algunas tendencias, así como los retos y desafíos para la formación de las y los profesionales de la salud, bajo un modelo de atención que se impulsa en el país y con la finalidad de contar con insumos más precisos para una política pública en ese campo.
“Hemos elaborado este informe final que será entregado a la Presidencia de la República y otras autoridades del Gobierno como un aporte de la UCR para ofrecer algunos elementos que podrían contribuir con la Política de Formación de Profesionales en Salud. Este documento se presentará este jueves 29 de octubre a las 6:00 p.m. en el Auditorio de la Ciudad de la Investigación”, destacó el Dr. Luis Bernardo Villalobos Solano, decano de la Facultad de Medicina.
El informe final o memoria incluye las reflexiones de expertos de salud nacionales e internacionales quienes participaron en el Congreso, como por ejemplo: el Dr. Carlos Arrea Baixench, presidente de la Academia Nacional de Medicina de Costa Rica; Dr. Raúl Sánchez Alfaro, director de la Dirección de Desarrollo de Servicios de Salud de la CCSS; Dr. Juan Antonio Casas Zamora, ex asesor de la OPS/OMS y profesor Ad Honorem de la Facultad de Medicina de la UCR; Dra. María del Rocío Sáenz Madrigal, presidenta ejecutiva de la CCSS; Dr. Horacio Chamizo García, catedrático de la Escuela de Tecnologías en Salud de la UCR; y el Dr. Mauricio Vargas Fuentes, director de la Escuela de Salud Pública de la UCR.
Asimismo abarca las apreciaciones del Dr. Jaime Arturo Gómez Correa, ex vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia en Medellín, Colombia; Dr. Jacques Girard, asesor del Gobierno de Quebec y decano adjunto para Asuntos Comunitarios de la Universidad de Laval en Quebec, Canadá; Dra. Rosa María Borrell Bentz, asesora regional en Recursos Humanos de OPS/OMS; Dr. Mario Rovere, decano de la Facultad de Medicina de la ULAM en Buenos Aires, Argentina; M.Sc. Ana Zulema Jiménez Soto, asesora de la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, Colombia; Dra. Claudia Naranjo, coordinadora del Proyecto de Territorios Saludables y Promoción de la Salud de la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá; y Dra. Rutilia Calderón, vicerrectora académica de la UNAH, en Honduras.
“Esta Conferencia fue un espacio de análisis y construcción colectiva e interinstitucional en los ámbitos macro, meso y micro sobre experiencias de articulación del modelo de atención con la formación de recursos humanos en salud”, indicó el Dr. Villalobos Solano.
Se trató de una reflexión compartida entre decanos y directores del Área de Ciencias de la Salud de universidades públicas y privadas, continuó explicando el Dr. Villalobos Solano, además de organizaciones reguladoras de la educación superior pública y privada, ministerios de salud, de educación y de medio ambiente.
“La actividad incluyó algunas instituciones autónomas como el AyA, Instituto Nacional de Seguros (INS), Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (CONAPAM), Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) y la Unión de Gobiernos Locales, entre otros”, detalló el Dr. Villalobos Solano.
Una de las metas a la que llegaron las y los expertos es que lograron delimitar algunas tendencias, así como retos y desafíos, para la formación de profesionales de la salud, “esto dentro de un modelo de atención que debería promover una atención integral del proceso salud-enfermedad en el país, en la que no sólo exista una clara comprensión de los determinantes sociales de la salud, sino que dicha comprensión vaya de la mano con una respuesta social y gubernamental basada en la participación, la intersectorialidad y la interdisciplinaridad”, comentó el Dr. Villalobos Solano.
Algunas de las conclusiones de este informe final incluyen conceptos como que la planificación de los recursos humanos en el país debe de darse de acuerdo con las necesidades cambiantes del entorno.
Asimismo, que Costa Rica debe contar con un sistema integrado de información sobre recursos humanos en salud que contemple incluso a las personas que están en el proceso formativo, de manera tal que la instancia rectora (Ministerio de Salud) y las instituciones empleadoras y gremiales puedan tener una visión integral de la situación que les permita proyectar en el mediano y largo plazo si los recursos se ajustan a la realidad del país.
“Se pretende que los resultados de esta Conferencia expuestos en el informe final proporcionen algunos lineamientos para la política nacional, en el campo de los recursos humanos en salud y posibiliten la creación de un grupo de apoyo que colabore con una formación más adecuada de los recursos humanos a las necesidades de salud del país”, concluyó el Dr. Villalobos Solano.
Para más información contactar al Dr. Luis Bernardo Villalobos Solano al correo: luis.villalobos@ucr.ac.cr o a los teléfonos 25114560 / 8910-8410.
Información enviada a SURCOS Digital por Lic. Otto Salas Murillo, Periodista Oficina de Divulgación e Información, Universidad de Costa Rica.
Desde este miércoles 28 de octubre y hasta el 5 de noviembre estará en el país el Dr. Miguel Kottow, reconocido conferencista sobre el tema de la bioética en las ciencias de la salud, invitado como parte del proyecto “Investigación aplicada para la elaboración de un manual de bioética para las ciencias biomédicas”, adscrita al Instituto de Investigaciones Filosófica de la UCR, y dirigida por los doctores Luis Alberto Davis Sánchez, de la Escuela de Tecnologías en Salud y Jorge Granados Zúñiga, Director del Posgrado en Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina.
El ciclo iniciará el 28, a la 1 p.m., con el Simposio sobre Consentimiento informado, que se realizará en el auditorio de Educación Continua, en la Ciudad de la Investigación UCR, con la conferencia principal del Dr. Kottow, médico chileno, especializado en oftalmología y prolífico investigador de la bioética. Este simposio incluye una mesa redonda con la participación de la Dra. Vanessa Ramírez Mayorga, del Comité Ético Científico de la UCR; el Dr. Fabián Madrigal Leer, de la Comisión Bioética del Colegio de Médicos y Cirujanos. También, el Lic. Olmedo Castro Rojas, de la Comisión Nacional en Investigaciones en Salud; y finalmente, la Magister Lissy Dorado Vargas, representante de la Procuraduría de la Ética Pública.
Asimismo, el Dr. Kottow será parte de este ciclo que incluye otras conferencias, conversatorios y mesas redondas en temas como “Voluntades anticipadas y rechazo de tratamiento de soporte vital, ¿es esto una forma de eutanasia?”; así como la “Bioética, biopolítica y biopoder”. La conferencia de clausura versará sobre su libro, titulado “El Pa(de)ciente: La medicina cuestionada. Un testimonio”, en el que cuestiona a sus colegas a partir de su propia experiencia en el sistema de salud chileno. El Dr. Kottow es docente de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile.
Las actividades se dictarán en el Campus Rodrigo Facio de la UCR, la Universidad Nacional y el Hospital San Juan de Dios. La programación está disponible en el sitio web www.inif.ucr.ac.cr.
Para ampliar información sobre este Ciclo de Bioética debe contactarse al Dr. Luis Davis Sánchez, al teléfono 8388-1420 o al correo electrónico luis.davis@ucr.ac.cr.
Kátheryn Salazar Zeledón, Periodista, Oficina de Divulgación e Información
Otto Salas Murillo, Periodista Oficina de Divulgación e Información
Con la participación de 150 profesionales en medicina provenientes de América y Europa se fundó en la Universidad de Costa Rica (UCR) la primera Academia de Historia de la Medicina (AHIMED) a nivel mundial. Además, se llevó a cabo el I Congreso Panamericano sobre la misma temática en el que se realizó una recapitulación de los aportes iberoamericanos y europeos a la medicina.
En total se desarrollaron más de 50 conferencias con temáticas variadas como el conocimiento anatómico en el Perú-Incaico, los primeros médicos europeos llegados a América con Cristóbal Colón, medicina legal y veterinaria, además del desarrollo de la medicina en Costa Rica. Asimismo, se presentaron trabajos libres, posters y una mesa redonda acerca de la actividad volcánica y la medicina de desastres.
La conferencia inaugural estuvo a cargo del Dr. Giorgio Zanchin, presidente de la Sociedad Internacional de Historia de la Medicina (SIHM), quien explicó que los orígenes de la medicina moderna estuvieron marcados por las plagas que se vivieron en Europa en los siglos XII y XIII, debido a que los médicos de esas épocas buscaban comprender como se transmitían las enfermedades.
Abordar la historia de la medicina
El Dr. Rolando Cruz Gutiérrez, presidente de AHIMED y coordinador de la actividad, comentó que es un gran honor y una enorme responsabilidad formar la primera Academia Mundial de Historia. Asimismo, indicó que gracias al acontecimiento del 75º aniversario de la UCR y el 158º aniversario del Colegio de Médicos y Cirujanosde Costa Rica se unieron esfuerzos para traer personalidades en ese campo y tener un acercamiento.
“Esto nos va a permitir caminar juntos y bien asesorados bajo la tutela europea para seguir investigando todo lo que han hecho nuestros médicos”, mencionó Cruz Gutiérrez, quien añadió que gracias al trabajo que realizaron los médicos en el pasado, Costa Rica tiene una de las expectativas de vida más alta y una de las mortalidades más bajas del mundo.
En la actividad se evidenciaron los aportes de los profesionales del área de la salud y de otros campos como las ciencias biológicas, arqueología y sociología; del mismo modo, se contó con la presencia de representantes de la Sociedad Internacional de Médicos Veterinarios, ya que según señaló el Dr. Cruz Gutiérrez, las personas y los animales caminamos en forma paralela frente al desarrollo de la humanidad.
Durante el Congreso se realizó además el XII Simposio Iberoamericano de Terminología Anatómica, con el fin de revisar los nombres de las estructuras y divulgar una solo terminología. Por último, el Dr. Cruz Gutiérrez comentó que tiene más de 20 años de revisar todos los términos referentes al cuerpo humano junto con otros 18 médicos, entre ellos el Dr. José Carlos Prates, de Brasil.
Estas actividades se desarrollaron del 24 al 28 de agosto en el Edificio de Educación Continua de la UCR y contaron con el aval del rector de la institución el Dr. Henning Jensen Pennington, así como del respaldo de la SIHM.
Actividad se realizará el viernes 18 y sábado 19 de setiembre
Otto Salas Murillo,
Periodista Oficina de Divulgación e Información
El Programa de Investigación en Neurocirugía y Órganos de los Sentidos (PINECOS) organiza el V Simposio PINECOS sobre Tumores Hipofisarios y de Base de Cráneo, este viernes 18 y sábado 19 de setiembre de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. en el Hotel Real Intercontinental, ubicado en Escazú.
Este Simposio tiene un costo de inscripción de $200 por persona y está dirigido a estudiantes avanzados de medicina, médicos generales, así como médicos residentes o especialistas en medicina interna, endocrinología, neurología, patología, oncología, radioterapia, otorrinolaringología y neurocirugía.
Las conferencias y charlas estarán a cargo de expertas y expertos nacionales e internacionales, como por ejemplo: Dr. Edward R. Laws (neurocirujano), Dr. Daniel Prevedello (neurocirujano), Dr. Ricardo L. Carrau (otorrinolaringólogo), Dra. Mary Lee Vance (endocrinóloga) y Dra. Claudia Krisch (neuroradiologa).
El tumor hipofisario se presenta cuando la hipófisis, que es la parte del cerebro que regula el equilibrio de muchas de las hormonas presentes en nuestro cuerpo, tiene un crecimiento anormal.
La mayoría de estos tumores son benignos (no cancerosos) y muchos no causan ningún tipo de síntomas e incluso no se diagnostican durante el transcurso de la vida de una persona.
Entre las funciones principales de la hipófisis (glándula endocrina) resalta el control de la secreción de hormonas provenientes de otras glándulas endocrinas como la tiroides, glándulas sexuales y glándulas suprarrenales. Asimismo, la hipófisis también secreta hormonas que inciden en tejidos corporales tales como huesos y glándulas mamarias.
Algunos de los síntomas que se experimentan en la salud debido a la presión que ejerce este tipo de tumor son: cambios en la visión como la visión doble, pérdida del campo visual, párpados caídos, dolor de cabeza, letargo, flujo nasal de líquido transparente, náuseas y vómitos y dificultades con el olfato.
PINECOS está inscrito en la Vicerrectoría de Investigaciónde la Universidad de Costa Rica (UCR); para más información del simposio puede llamar al 2511-0000, con el Dr. Miguel Esquivel Miranda, coordinador de este programa.
Escuela de Medicina facilita acceso a curso virtual avalado por Universidad de Harvard
Kátheryn Salazar Zeledón, Periodista, Oficina de Divulgación e Información
Otto Salas Murillo, Periodista Oficina de Divulgación e Información
Médicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR) reciben un curso en modalidad virtual denominado Principios y Práctica de Investigación Clínica (PPCR), el cual pertenece al programa colaborativo de aprendizaje a distancia de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Boston.
Este curso ofrece entrenamiento básico y avanzado en investigación clínica, por lo que quienes participan serán capaces de diseñar protocolos clínicos, recolectar datos de manera apropiada, usar paquetes de estadística y elegir estudios estadísticos adecuados, siempre basados en los principios de integridad y ética.
Adicionalmente, este programa promueve enlaces de cooperación y trabajo colaborativo con participantes de diferentes partes del mundo, no sólo en términos de ciencias básicas y clínicas, sino que también en mecanismos de trabajo en equipo e integración social.
Esta iniciativa está dirigida por el Dr. Felipe Fregni (PhD, MPH), profesor asociado de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y director de estudios clínicos en el Centro Médico Beth Israel, y cuenta con el soporte de una red de investigadores y profesores de gran renombre en investigación clínica.
El Dr. Gabriel Torrealba Acosta, profesor de la UCR y médico residente de Neurología en el Hospital México, y el Dr. Miguel Barboza Elizondo, especialista en Neurología graduado de la UCR, son quienes coordinan el curso en el país, el cual se ha convertido en el segundo centro más grande en Latinoamérica con 18 participantes, solo superado por Brasil.
“La ejecución de este curso trae consigo grandes beneficios para el país”, comentó el Dr. Torrealba Acosta, por ejemplo aseguró que como resultado se observará una formación de profesionales sólidos en metodología de investigación, instruidos con principios bioéticos fundamentales para el desarrollo de la nueva etapa de investigación que empieza con la puesta en marcha de la Ley de Investigaciones Biomédicas en Costa Rica.
Además, el Dr. Torrealba añadió que hoy en día el profesional en medicina tiene pocas bases teóricas para desarrollarse en el mundo de la investigación, por lo que la apertura de iniciativas como esta beneficiaría a la misma Facultad al impulsar este tema.
“Esta iniciativa repercute de forma positiva, ya que brinda herramientas para un mejor manejo y abordaje de las patologías, lo que influye directamente en el bienestar del paciente y en las instituciones del área de la salud”, indicó el Dr. Torrealba.
Modalidad del curso
Para este curso de aprendizaje a distancia, la Escuela de Medicina ha facilitado sus instalaciones con el objetivo de proporcionar un centro interactivo con conexión a Internet que cuente con un ancho de banda adecuado para las transmisiones de las sesiones, mismas que se realizan en vivo desde Boston.
El Dr. Torrealba Acosta señaló que aunque el curso es virtual la asistencia es obligatoria, ya que es monitoreado por sus encargados con la finalidad de evaluar las tareas y los aportes, además de evacuar dudas y calificar la participación de las y los estudiantes.
Asimismo, deben realizar asignaciones como la lectura de 15 artículos semanales y la participación en foros de discusión en el sitio web del curso, al cual se tiene ingreso exclusivo y controlado. Sumado a esto, el programa ofrece talleres adicionales de cinco días para fortalecer los conocimientos adquiridos.
Por otro lado, el Dr. Torrealba Acosta declaró que el establecimiento de un centro asociado a la Universidad de Harvard reduce el costo del curso en un 60%, por lo que es más accesible para el o la estudiante. Conjuntamente, como beneficio asociado, se les permite participar en tres talleres en la Universidad de Harvard y uno en Brasil de forma gratuita, sólo tienen que costear transporte y estancia.
Finalmente es importante mencionar que la UCR no incurre en ningún gasto al impartirse este curso, ya que cada participante lo financia por su cuenta y la Universidad vela únicamente para que se desarrolle normalmente.
David Healy, psiquiatra, profesor universitario, historiador de la psiquiatría y crítico contumaz de la farmacologización de su especialidad y la medicina en general (impagable su demoledor Pharmageddon) acaba de publicar un editorial en el BMJ titulado “Serotonina y depresión: El marketing de un mito”. No dice nada que no sepamos, pero una Editorial del BMJ marca tendencias.
Por su interés docente y para mejorar su difusión lo hemos traducido.
“El grupo de fármacos llamados Inhibidores de la Recaptación de la Serotonina (IRSS) surgió a finales de los 80, casi dos décadas después de que fueran conocidos. El retraso de se debió a la búsqueda de una indicación. Hasta entonces, no habían demostrado ningún posible perfil lucrativo como la obesidad o la hipertensión. Ya en 1960, la idea de que la concentración de serotonina estaba reducida en la depresión [1] había sido rechazada [2] y, en los ensayos clínicos, los IRSS habían perdido su pulso contra los antiguos antidepresivos tricíclicos como tratamiento para la depresión severa (melancolía) [3-5].
Cuando comenzaron a surgir las preocupaciones acerca de la dependencia que generaban los tranquilizantes en los primeros 80, se intentaron suplantar las benzodiazepinas por un fármaco serotoninérgico, la buspirona, etiquetado como ansiolítico no-productor de dependencia. Ésto fracasó [6]. Las lecciones a aprender fueron que los pacientes esperaban que los tranquilizantes tuvieran un efecto inmediato y que los doctores esperaban que produjeran dependencia. No fue posible desintoxicar la marca “tranquilizante”.
En vez de eso, las compañías farmacéuticas vendieron los IRSS para tratar la depresión, aún a expensas de que eran menos efectivos que los antiguos tricíclicos, publicitando la idea de que la depresión era la enfermedad de base que estaba detrás de las manifestaciones superficiales de la ansiedad. La estrategia fue un éxito extraordinario al centrarse en la idea de que los ISRR devolvían los niveles de serotonina a la normalidad, una noción que más tarde transmutó en la idea de que corregían un disbalance neuroquímico. Los antidepresivos tricíclicos no tenían una narrativa comparable.
El mito de la serotonina
En los 90, ningún académico podía vender el mensaje de la disminución de serotonina. Estaba claro que no había correlación entre la potencia de la inhibición de la recaptación de serotonina y la eficacia de los antidepresivos con ese efecto. Nadie sabía si los ISRR aumentaban o reducían los niveles de serotonina; aún no se sabe. No había ninguna evidencia de que el tratamiento corrigiese nada [7].
Sin embargo, la idea de que era necesario recuperar los niveles de serotonina se instauró entre los pacientes y las asociaciones de enfermos. La historia de la disminución de la serotonina se enraizó, de hecho, en el dominio público más que en el ámbito psicofarmacológico. La concepción serotoninérgica era parecida a la noción freudiana de líbido – difusa, amorfa, e incapaz de explorarse – una pieza prototípica de chatarra intelectual [8]. Si los investigadores usaban este lenguaje era porque hacía referencia casi simbólica a ciertas anormalidades fisiológicas que casi todos pensaban serían encontradas, tarde o temprano, en la fisiopatología de la melancolía, aunque no necesariamente en la “depresión” leve.
El mito atrapó hasta el mercado de las medicinas alternativas. Los materiales y consejos provenientes de estas medicinas alentaban a la población a comer alimentos o participar en actividades que aumentaban sus niveles de serotonina, lo que, a su vez, reforzaba la validez de usar antidepresivos [9]. El mito también capturó a psicólogos y otros profesionales, quienes aprovecharon la ocasión para intentar explicar la importancia evolutiva de la depresión en términos de función del sistema serotonínico [10]. Las revistas y los editores asumían esta idea equivocada y la ensalzaban y reproducían en libros y artículos como si fuera un hecho robusto y bien establecido científicamente, y, mientras, se vendían antidepresivos.
Por encima de todo, el mito capturó a doctores y pacientes. Para los doctores, fue un recurso que permitió una explicación fácil y rápida de la enfermedad y facilitó la comunicación con sus pacientes. Para los pacientes, la idea de corregir una anormalidad tenía una fuerza moral que superaba los recelos que algunos podían tener sobre tomar tranquilizantes, especialmente al trasmitir de forma atractiva que la aflicción no era una debilidad.
Distracción costosa
Mientras tanto se marginalizaban tratamientos menos costosos y más efectivos. El éxito de los ISRR expulsó fuera del mercado a los antiguos antidepresivos tricíclicos. Esto es un problema porque los ISRR nunca han sido capaces de demostrar eficacia en las depresiones asociadas a un alto riesgo de suicidio (melacolía). Los estados de nerviosismo que los ISRR tratan no se asocian a un mayor riesgo de suicidio [11]. La focalización en los ISRR supuso también el abandono de la búsqueda de verdaderas alteraciones biológicas relacionadas con la melancolía (como las teorías del cortisol aumentado) [12].
Dos décadas después, el número de antidepresivos prescritos por año es ligeramente superior al número de personas del mundo occidental. La mayoría de las prescripciones (nueve de cada 10) son para pacientes que se encuentran con dificultades para dejar el tratamiento; más o menos, una décima parte de la población [13,14]. A estos pacientes comúnmente se les aconseja que continúen el tratamiento precisamente porque sus dificultades para dejarlo indican que lo necesitan, igual que un paciente diabético necesita insulina.
Mientras, ciertos estudios sugieren que la ketamina, una sustancia que actúa en el sistema glutámico, es un antidepresivo más efectivo que los ISRR para la melancolía arrojando así aun más dudas a la relación entre serotonina y depresión [15-17].
La serotonina no es irrelevante. Como la noradrenalina, la dopamina y otros neurotransmisores, podemos esperar que sus niveles varíen entre individuos, y encontrar ciertas correlaciones con el temperamento y la personalidad [18]. Había indicios de un rol dimensional para la serotonina en los 70, con investigaciones que correlacionaban niveles reducidos de metabólicos de la serotonina con impulsividad, lo que predisponía a actos de suicidio, agresión y alcoholismo [19]. Tal como pasó con el eclipse de la teoría del cortisol, este hilo de investigación también fue enterrado; los IRSS reducen los niveles de los metabólicos de la serotonina en algunas personas y son particularmente ineficaces en grupos de pacientes caracterizados por su impulsividad (con rasgos de personalidad límite, “borderline“) [20].
Esta historia nos obliga a reflexionar acerca de cómo la opinión de médicos y otros profesionales puede otorgar plausibilidad epidemiológica y biológica a las teorías. ¿Puede una explicación biológica y terapéutica, plausible (pero mítica), conseguir que todo el mundo margine los datos de los ensayos clínicos que muestran nula evidencia de vidas salvadas o de funciones restablecidas? ¿Pueden los datos de ensayos clínicos publicitados como efectivos permitir más fácilmente la adopción de una explicación biológica mítica? No hay estudios publicados sobre este tema.
Estas cuestiones son importantes. En otras áreas de la vida los productos que usamos, desde ordenadores hasta microondas, mejoran año a año, pero este no es el caso de las medicinas; este mismo año cualquier tratamiento podrá lograr ser un éxito en ventas a pesar de ser menos efectivo y menos seguro que los medicamentos anteriores. Las ciencias emergentes del cerebro ofrecen enormes ámbitos para desplegar cualquier cantidad de chatarra intelectual o científica [21]. Tenemos la necesidad de entender el lenguaje que usamos.
Hasta entonces, chao, y gracias por toda la serotonina.
Conflicto de intereses: He leído y entendido la política del BMJ respecto a la declaración de intereses y declaro que soy miembro fundador de RxISK, el cual trabaja para alzar la voz sobre el perfil de seguridad de los medicamentos y estoy en el comité consultivo de la Fundation of Excellence in Mental Health Care. He participado como testigo experto en casos vinculados a suicidio y violencia relacionados con los IRSS.
Enfermería realiza I Congreso de Enfermería Paliativa y Control del Dolor
Otto Salas Murillo,
Periodista Oficina de Divulgación e Información
En la profesión de enfermería existe una tendencia mundial que promueve la atención para mejorar la calidad de vida para las personas que atraviesan situaciones de salud difíciles.
Basados en dicha tendencia la Escuela de Enfermería de la UCR, con la colaboración del Centro Nacional de Control del Dolor y Cuidados Paliativos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), organizó el I Congreso de Enfermería Paliativa y Control del Dolor en el mes de junio en el Auditorio de la Ciudad de la Investigación.
La M.Sc. Mabel Granados Hernández, directora a.i. de la Escuela de Enfermería, explicó que uno de los objetivos principales es sensibilizar a las y los estudiantes para que tengan el conocimiento necesario sobre los cuidados paliativos, como un derecho que tienen todas las personas.
“La comprensión y la intervención terapéutica de la enfermería paliativa y el manejo del dolor debe abarcar elementos que son muy importantes como la persona, la muerte, el morir y el sufrimiento, los cuales son cruciales para afrontar de manera efectiva los cuidados de calidad en esta etapa. La persona es el centro del desarrollo lógico de los cuidados paliativos, entendidos como el interés genuino por la atención integral de las necesidades al final de la vida. Debemos asumir que la persona es poseedora de una dignidad sublime y allí se basa el respecto, trato personalizado y justo que siempre merecen”, destacó Granados Hernández.
Por su parte la coordinadora de este Congreso, M.Sc. Mary Meza Benavides, dijo que el tema de dolor y cuidados paliativos constituye la esencia de la profesión y que se podría decir que existe una enfermería paliativa.
Sin embargo, Meza Benavides aclaró que esto no ha sido oficializado desde las instituciones que están relacionadas con el área de la salud o desde el mismo gremio de enfermería.
“Nuestro norte es la atención humanizada, científica y oportuna dirigida a las personas y familias que tienen experiencias de salud muy difíciles, para los cuales la presencia de un o una profesional con experiencia y empatía es crucial. Este congreso abarcó temas diversos como la dimensión de cuidados paliativos en la formación universitaria, situación de los cuidados paliativos en el país, abordaje clínico de enfermedades y terapias alternativas para el manejo del dolor”, citó Meza Benavides.
Un proceso final de calidad y respeto
Como conferencista principal estuvo el Dr. Alfonso García Hernández, profesor de la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de La Laguna, España, quien declaró en su exposición que es diferente prestar servicios y cuidados al final de la vida en cada país o región, por lo que se debe conocer el entorno, la cultura y las costumbres.
“Hemos aprendido que incluso nosotros mismos somos diversos, vivimos de manera diferente y tememos morir diferente, por tanto el planteamiento de lo que es la vida y la muerte es diferente en toda persona, por tanto una formación que se precie debe tener presente este aspecto para que las personas tengan un final de vida digno y así se posibilite entender las realidades de cada quien de una manera más amplia y flexible”, comentó García Hernández.
Asimismo, este experto de la Universidad de La Laguna manifestó que el tratamiento paliativo puede incluir radioterapia, quimioterapia y cirugía siempre y cuando se establezca que va a ayudar a la persona.
“Para un final de vida tranquilo sería conveniente no tener dolor, vivirlo como una experiencia de bienestar, estar en paz y cerca de nuestros allegados. La mayor parte de las organizaciones dicen que los pacientes deben, si lo desean, conocer la verdad, conocer todo el diagnóstico y además rechazar si lo desea todo tipo de tratamiento curativo; igualmente, puede aceptar los cuidados necesarios para vivir confortablemente el proceso de morir, recibir tratamiento de alivio del dolor y escoger el momento y la forma en que se producirá la muerte”, argumentó García Hernández.
El rector Dr. Henning Jensen Pennington manifestó que la UCR ha estado presente en el desarrollo de este tema, tanto desde la docencia como en la acción social y la investigación; por ejemplo, Jensen citó que actualmente la Escuela de Medicina cuenta con una especialidad en Medicina Paliativa y la Escuela de Enfermería contempla en su plan de estudios un curso optativo denominado Dolor y Cuidado Paliativo, que se imparte todos los años con un número promedio de matrícula de 30 estudiantes.
Escuelas, centros y laboratorios de Farmacia y Medicina brindan ayuda invaluable a nuestra sociedad
Otto Salas Murillo,
Periodista Oficina de Divulgación e Información
Los beneficios que obtiene el país proveniente del trabajo diario de estudiantes, profesores e investigadores de las facultades de Farmacia y Medicina impactan directamente en la salud de todas y todos y en cada uno de los apartados que están relacionados con esta área tan sensible de cualquier sociedad.
Estas contribuciones quedaron plasmadas en la tercera sesión del Primer Foro Institucional UCR 2015 que se celebró el miércoles 20 de mayo en el Auditorio de la Facultad de Educación y que se denominó: Aportes de la Universidad de Costa Rica en Farmacia, Medicina, Microbiología y Odontología para el avance del conocimiento, el desarrollo nacional, la igualdad de oportunidades, el bienestar social y la institucionalidad democrática, para el fortalecimiento de la relación Universidad-Sociedad-Estado.
En su presentación la Dra. Lidieth Fonseca González, decana de la Facultad de Farmacia, recordó que la fundación de dicha unidad académica se dio en 1897, en el marco de la consolidación de los programas de salud pública y educación sanitaria impulsados por el Estado.
“La expansión de los estudios y la profesionalización farmacéutica en Costa Rica llenó el vacío que existía en la salud pública y fue la base del sistema que hizo llegar, a todos los rincones del país, un profesional con formación humanística que llegó a ocupar un lugar de privilegio en nuestra sociedad al convertirse en consejero de nuestra población en el campo de la salud”, señaló Fonseca González.
Además de graduar profesionales que se caracterizan por su excelencia académica, la Facultad de Farmacia cuenta con centros e institutos que son pilares de la investigación en salud que se lleva a cabo en el país, como por ejemplo el Centro de Información de Medicamentos (CIMED), que desde 1983 convirtió a Costa Rica en la primera nación centroamericana y cuarta de América Latina en tener una entidad de dicha naturaleza.
“Nos mantenemos activos mediante iniciativas que están dirigidas a atender a diferentes sectores como poblaciones indígenas, niños y jóvenes en riesgo social, y adultos mayores. Algunos de los proyectos son: Farmacia va a la Escuela, hecho para escolares y que trata sobre el uso racional de medicamentos y prevención de la farmacodependencia; Acciones de Promoción de la Salud en Talamanca, ideado para escolares y colegiales; y organización de ferias de salud en conjunto con hospitales, clínicas y áreas de salud de la CCSS (Caja Costarricense del Seguro Social)”, mencionó Fonseca González.
Así la Facultad de Farmacia se proyecta a las comunidades y consolida vínculos estratégicos con instituciones como la CCSS, Ministerio de Salud, Colegio de Farmacéuticos y la industria farmacéutica nacional en general, lo que le ha permitido contribuir al fortalecimiento de las políticas de salud del Estado.
Y con el fin de fortalecer aún más la investigación y el vínculo con la sociedad, continuó la Dra. Fonseca González, se creó desde 1993 el Instituto de Investigaciones Farmacéuticas (INIFAR), el cual tiene cuatro dependencias que le han permitido incursionar en diferentes áreas de su quehacer para poder aportar y brindar beneficios invaluables para el sistema de salud, además de sumar al desarrollo científico y socioeconómico de Costa Rica y el resto del Istmo.
La primera dependencia a la que se refirió la Decana es el Laboratorio de Biofarmacia y Farmacocinética (LABIOFAR), que responde a la designación de la Facultad de Farmacia por parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para ejercer el liderazgo en el campo del análisis biofarmacéutico en Centroamérica desde 1985.
Sus investigaciones aportan información muy valiosa que garantiza la intercambiabilidad de los medicamentos genéricos con sus correspondientes productos innovadores, pero también interviene en la capacitación de profesionales de la industria farmacéutica, de la academia, de la seguridad social y autoridades sanitarias, tanto en el ámbito nacional como regional.
La segunda dependencia es el Laboratorio de Fitofarmacología (LAFITO), que contribuye mediante la prestación de servicios, el trabajo interdisciplinario y la transferencia tecnológica al conocimiento de las propiedades farmacológicas y tóxicas de extractos vegetales, sustancias puras, desarrollo de fitofármacos y control de calidad de productos que contengan ingredientes naturales o derivados; de esta manera se comprueban los efectos terapéuticos que se les atribuyen a determinadas sustancias, lo que resulta en controles estrictos para proteger al consumidor.
La tercera dependencia es el Centro Nacional de Información de Medicamentos (CIMED), el cual es el organismo técnico oficial de información en medicamentos para Costa Rica, a la vez que promueve el uso racional de medicamentos, atiende las necesidades de capacitación de instituciones públicas y privadas, y realiza una serie de estudios en cuanto a la información de medicamentos y el seguimiento de los tratamientos farmacológicos.
La cuarta dependencia es el Laboratorio de Análisis y Asesoría Farmacéutica (LAYAFA), ente pionero en el campo del control de calidad de medicamentos y en la asesoría para la industria farmacéutica; asimismo, contribuye con el Ministerio de Salud en la tarea de garantizar la calidad y la seguridad de los medicamentos que se registran y comercializan en el país, en el marco del Reglamento de Control Estatal de Medicamentos.
Desde 1997 el LAYAFA es el Laboratorio Oficial de Control de Calidad de Medicamentos y en el año 2003 se le otorgó un reconocimiento como el laboratorio nacional oficial de Costa Rica.
A la fecha se encuentra en proceso de evaluación para ser reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como laboratorio de referencia para Centroamérica y el Caribe, en lo que se refiere al control de calidad de medicamentos.
“La Facultad de Farmacia ha venido implementando un plan de mejoramiento de su personal académico que incluye no solo la formación de posgrado, sino también su capacitación para el ejercicio de la docencia. Además, se está propiciando una mayor participación del personal docente en actividades y proyectos de acción social, que involucre a otras unidades académicas y sedes regionales para lograr una mayor proyección social”, destacó Fonseca González.
Faculta de Medicina al servicio de la salud del país
La segunda exposición estuvo a cargo del Dr. Luis Bernardo Villalobos Solano, decano de la Facultad de Medicina, quien expresó que en la actualidad el debate se centra en el modelo integral o de producción social de la salud, el cual vincula a los determinantes sociales de la salud (que involucran aspectos biológicos, biopsicosociales, ambientales, económicos y educativos) y que se reconoce que existen diversas aristas en las que participan las y los profesionales tradicionales de la salud, además de instituciones u organizaciones relacionadas con este sector.
“La UCR como tal y la Facultad de Medicina en particular han participado dentro del Estado costarricense apoyando el fortalecimiento y desarrollo de políticas sociales, fundamentalmente las de salud, lo cual sin duda se ha reflejado en el mejoramiento de una serie de indicadores y tasas relacionadas con la salud de la población”, subrayó Villalobos Solano.
Dentro de los indicadores más importantes mostrados por el Decano destacaron la esperanza de vida al nacer, cuyo promedio para el año 2012 era de 79 años, y la tasa de mortalidad infantil, que ha ido disminuyendo hasta llegar a un promedio nacional para el año 2013 de 7.88 por cada 1000 nacimientos vivos.
“En cuanto a la organización de la atención podríamos decir que nuestro sistema está articulado en una red de servicios de salud que se inicia con la vía de entrada por los EBAIS y se va incrementando en complejidad hasta llegar a los hospitales nacionales, pero cada día toma fuerza el concepto de que la salud es un espacio de reunión de disciplinas y de actores tan amplios como queramos. Ese es un punto importante para poder comprender lo que hacemos dentro de la Facultad de Medicina”, enfatizó Villalobos Solano.
La Facultad de Medicina está conformada por cinco escuelas, de las cuales la Escuela de Medicina es la más antigua y a la fecha tiene 813 estudiantes activos y 664 docentes.
Le sigue en antigüedad la Escuela de Enfermería con 547 estudiantes activos y 69 docentes, la Escuela de Nutrición tiene 271 estudiantes activos con 47 docentes, la Escuela de Salud Pública cuenta con 104 estudiantes activos y 49 docentes, y la Escuela de Tecnologías en Salud tiene 607 estudiantes activos con 125 docentes.
De la misma manera, a la Facultad de Medicina están vinculados varios centros y un instituto de investigación: el Instituto de Investigaciones en Salud (INISA), Centro de Investigación en Neurociencias (CIN), Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular (CIBCM), Centro de Investigaciones en Hematología y Trastornos Afines (CIHATA), Centro de Investigación en Estructuras Microscópicas (CIEMIC) y Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales (CIET).
El INISA desarrolla estudios en salud con el objetivo de fortalecer e impulsar programas y proyectos que garanticen la productividad científica de alta calidad, pero que impacten positivamente en las políticas nacionales sobre salud, “en este sentido, ha trabajo en el tema del cáncer gástrico, genética e investigación sobre aguas”, enumeró el Decano.
Por su parte, el CIBCM relaciona la investigación con la enseñanza en las unidades académicas afines, tanto en grado como en posgrado, y procura la participación de las y los estudiantes en dicho trabajo.
El CIEMIC es un centro que promueve el uso de técnicas microscópicas de alta resolución a través de cursos de Extensión Docente dirigidos a profesionales en el área de la Biología, Ciencias Agroalimentarias, Ciencias de la Salud e Ingenierías.
El CIET lleva a cabo actividades de investigación en su área, en coordinación con unidades académicas, centros e institutos de la UCR, entidades del Área de la Salud del país y organismos internacionales afines.
El CIN se propone ser un punto de referencia para Costa Rica y Latinoamérica en el desarrollo de investigación básica y aplicada en el campo de las neurociencias, con una perspectiva de formación académica e integración interdisciplinaria; de ahí que este Centro tiene a docentes y estudiantes laborando en proyectos relacionados con la demencia senil, mal de Parkinson y otros trastornos neurodegenerativos.
Finalmente, el CIHATA es una unidad de investigación científica y tecnológica para las áreas de la hematología, inmunohematología, biología molecular y bioquímica clínica; está ubicado detrás del Hospital San Juan de Dios.
“La Facultad de Medicina ha estado presente en momentos importantes de la vida nacional: cuando se creó el ‘Hospital sin Paredes’, en el desarrollo de procesos de calidad para la asistencia en salud, el mejoramiento de los derechos reproductivos de la mujer y en los últimos tiempos se ha involucrado en el tema de la simulación en salud desde la Escuela de Enfermería. También ha estado involucrada en todo el proceso de formación de profesionales para la atención primaria y el desarrollo de los EBAIS (Equipos Básicos de Atención Integral en Salud)”, declaró Villalobos Solano.
Así es como, mediante sus centros de investigación, la Facultad de Medicina ha desarrollado iniciativas de investigación en cáncer gástrico, neurociencias, biología celular y molecular; pero al mismo tiempo, participa en procesos tendientes a mejorar la nutrición en la población, reducir los trastornos nutricionales y promocionar la lactancia materna.
“Es una Facultad que le toca competir con siete universidades privadas y sigue estando en los primeros lugares, ya que de todas y todos los estudiantes que se inscriben para optar por cursos de especialidades médicas, el 59.73% de las y los que provienen de la UCR lograban una nota satisfactoria para el ingreso a ese programa. La Escuela de Medicina ha formado, en lo que va de su existencia, 4.317 médicos quienes han fortalecido la sociedad costarricense en el campo de la salud”, concluyó el Decano.
Emociones y Bioética. Miradas desde la filosofía griega es el título del nuevo libro del profesor Luis Fallas López, que el investigador presenta como un proyecto más aventurado que prudente para acercarse a dos grandes cuestiones.
“Cuestiones como el temor, el deseo, la alegría, el amor, la vanidad, la vergüenza, la indignación, directa o indirectamente se pondrán de relieve a lo largo del libro. En ese sentido nos mueve la impresión de que las emociones pesan mucho más de lo que solemos reconocer en la construcción de nuestro “êthos”, dijo Fallas.
Esta nueva obra de la Editorial UCR se presentará el miércoles 18 de marzo en el auditorio Roberto Murillo, en la Facultad de Letras. El encuentro iniciará a las 6 p.m., con la presencia de la doctora Myleen Madrigal Solano, coordinadora del Comité Bioético del Colegio de Médicos de Costa Rica; así como del Dr. Antonio Marlasca López, filósofo y profesor de la Escuela de Filosofía. La moderación estará a cargo del profesor Mario Solís Umaña, subdirector de dicha unidad académica.
“Las emociones pesan mucho más de lo que reconocemos” afirma el investigador Fallas López, quien funge como director del Instituto de Investigaciones Filosóficas. La publicación se aventura en el análisis sobre cuáles deberían ser nuestras actuaciones ante pulsiones humanas elementales, desde un enfoque de la ética griega, desde los antecedentes mismos.
Entre los temas que el filósofo presenta están el pudor como herramienta para la vida, un abordaje por demás interesante en momentos en que “ahora tenemos menos vergüenzas que antes”, comentó el profesor Fallas a Noticias Universidad. Los dilemas cotidianos presentados en la publicación causaran interés entre aquellos que buscan enfoques novedosos desde la filosofía. “Cosas elementales que uno debería saber, como por ejemplo, ¿qué es lo que todo el mundo quiere? Ser feliz, pero eso como se traduce ¿Es un bienestar constante que me permita sonreír? Además, me metí en esto del tema del amor, no porque piense que sea un mandamiento u obligación, sino porque es una pulsión muy básica y debe verse hasta dónde me afecta, cuando hacemos una ética de eso no es ponerle límites, sino cómo ayuda a comprenderse a uno mismo”, agregó Fallas.
Por otro lado, el autor desarrolla la idea de la moderación, la búsqueda de los puntos medios en las acciones, como lo plantearon los griegos. Además de ese llamado al equilibrio, en la publicación se plantea cómo las emociones son fundamentales para decidir responsablemente sobre nuestros cuerpos.
El libro trata mucho sobre la bioética relativa a los comités en los centros médicos, pero también habla del trabajo de un médico y acerca de la decisión que un paciente toma con respecto a su propio cuerpo. Aunque tradicionalmente se ha depositado toda la responsabilidad de las bioética en los profesionales de la salud, ésta también nos exige una participación activa porque nos afecta directamente. Desde actos tan simples como permitir que alguien nos toque, la aplicación de una inyección hasta tratamientos médicos prolongados, experimentales o innovadores que implican una participación responsable de cada persona.
La temática de este libro es resultado de dos proyectos de investigación que ha llevado al Dr. Fallas a presentar conferencias, participar en congresos internacionales y avances editados en varias publicaciones. Como parte de su labor sobre esta temática ha sido miembro de comités de bioética en el Cendeiss, CCSS y fue miembro propietario del Consejo Nacional de Investigaciones en Salud, del Ministerio de Salud, en el periodo 2005-2010.
El libro Emociones y Bioética. Miradas desde la filosofía griega puede adquirirse en la Librería Universitaria. Para más detalles puede llamar al teléfono 2511-7258.