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Etiqueta: poder

La herencia del clasismo y el racismo

José Manuel Arroyo Gutiérrez

Hace ya muchos años viajé por primera vez al Perú. En el aeropuerto mismo de Lima se me hizo evidente que había llegado a una sociedad horriblemente clasista y racista. La forma en que unos, que se creían blancos y ricos, trataban al hombre de las maletas, al taxista, a la empleada doméstica, y ni se diga a las personas con pinta aborigen, me pareció abominable.

No quiero idealizar al ser costarricense, pero, comparativamente, es cierto que aquí el trato ha sido un poco más respetuoso e “igualitico”.

Al menos eso ha sido así para mi generación y las generaciones inmediatas.

Por décadas, Pilar Cisneros, aparecía ante el público televidente como la campeona de la verdad, la probidad y la justicia. Esa mera imagen fue el capital con el que luego ha incursionado en la peor política. Ha logrado engañar a muchos. Pero la realidad es que siempre sirvió obsecuentemente a poderosos patronos de los medios de comunicación masivos. Quiénes la sufrieron como jefa dan fe de su verdadero yo, su manera de tratar a los subalternos, su prepotencia y arribismo, al mejor estilo oligárquico peruano.

Nada que extrañar entonces con la anécdota del condominio lujoso. Cuando de lo que se trata es de “tener” y no de “ser”, de aparentar una imagen y ocultar la realidad, no nos tiene que sorprender que alguien que, en el fondo, por herencia y formación de cuna, detesta a los pobres y desheredados, aparezca diciendo que los representa y defiende.

Alianza Progresista: Legislar el Poder Absoluto es un Asalto a la Libertad

La Alianza Progresista está profundamente alarmada por la reciente aprobación por el Parlamento nicaragüense de reformas constitucionales que otorgan a los copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo un control sin control sobre todos los poderes del Estado, las instituciones independientes y los medios de comunicación. Si estos cambios se promulgan a principios del próximo año, consolidarán la caída de Nicaragua en un régimen autoritario y aislarán aún más al régimen internacionalmente.

Llevamos mucho tiempo condenando el desmantelamiento sistemático de las instituciones democráticas y la violación de los derechos humanos bajo el régimen actual. Apoyamos decididamente a las fuerzas democráticas de Nicaragua, que han soportado inmensas dificultades para resistir a la tiranía. Más de 200 presos políticos fueron exiliados a la fuerza en febrero de 2023, y otros innumerables permanecen detenidos, exiliados o bajo persecución constante. Esta última medida, que manipula la Constitución del país, intensifica la campaña de represión y control del régimen.

La consolidación del poder en el seno de una sola familia no sólo supone una nueva regresión para Nicaragua, sino también una grave amenaza para la estabilidad regional. Las alianzas del régimen actual con gobiernos autoritarios socavan los principios democráticos y las libertades fundamentales defendidos por los movimientos progresistas de toda América.

La Alianza Progresista cierra filas con partidos hermanos de todo el mundo y con la comunidad internacional para reforzar el apoyo al pueblo de Nicaragua en su lucha por restaurar la democracia, el estado de derecho y el respeto a la dignidad humana. Nicaragua no se enfrentará sola a esta lucha.

Reflexión acerca del sistema electoral para la presidencia de los Estados Unidos de América

Sergio Mora Castro

El aparato electoral para definir la presidencia, en los Estados Unidos tiene aspectos discutibles que ponen en duda severa su autenticidad democrática. Al contrario de lo que uno pudiese esperar de una democracia genuina, el presidente de este país no resulta elegido por medio del voto de la mayoría, sino a través del denominado “Colegio Electoral”. El sistema está diseñado, de tal manera, que los votantes no eligen directamente al presidente (i.e. “voto popular”), sino que delegan su decisión a un grupo de representantes, pertenecientes al partido que obtiene la mayoría de los votos en cada estado. De esta manera, los votos a favor de un partido minoritario quedan prácticamente eliminados, como por ejemplo en el caso de los votantes republicanos en California o los demócratas en Texas, o peor aún, los partidos menores, los cuales nunca podrán competir contra los grandes tradicionales. Es un sistema bipartidista, prácticamente autocrático.

El origen de este sistema proviene de los primeros años de ese país, cuando las realidades sociales eran diferentes y apenas trataban de diferenciarse de las estructuras monárquicas europeas. En el contexto actual, su validez es, como mínimo, cuestionable. Aunque Estados Unidos ha seguido la línea de un sistema electoral abierto, los “padres fundadores” establecieron el Colegio Electoral con el propósito de evitar la degradación de toda democracia: el populismo. Al quitarle el poder de decisión final al pueblo, esperaban que la elección del presidente no quedara sometida a los avatares coyunturales del humor popular o el de los candidatos “descontrolados”. Con elecciones de segundo grado esperaban favorecer la elección de candidatos moderados, lo cual funcionó más o menos bien hasta el inicio del siglo XXI, cuando los programas de gobierno de los demócratas y republicanos apenas se diferenciaban, salvo por las políticas fiscal y social.

Pero resulta desconcertante que, pese a sus defectos antidemocráticos evidentes, no se encuentre en la agenda política un proceso de debate para su modernización, y quienes lo han intentado plantear han sido rápidamente silenciados por sus propios partidos.

Pero además de ser cuestionable su valor democrático, el Colegio Electoral se encuentra sometido, en realidad, al poder proveniente de las grandes corporaciones empresariales y financieras que operan detrás de las cortinas … y a veces, no tan atrás. Estas organizaciones hacen donaciones multimillonarias a los candidatos de ambos partidos, moldean sus agendas y condicionan sus políticas. En las elecciones de 2020, las donaciones alcanzaron alrededor de US$ 15 mil millones y se cree que esta cifra ha sido superada con creces en 2024. Sin embargo, esta cantidad de dinero, tan exorbitante, no parece generar inquietud, por lo que el tema no recibe la atención crítica que merece. Estos recursos, en lugar de emplearse para el bien común o fomentar un debate político racional, más bien financian estrategias de desprestigio entre los candidatos.

Las campañas no se centran en propuestas concretas, sino en el descrédito del oponente y como resultado, los votantes quedan atrapados en una realidad frustrante y se ven obligados a elegir, en el mejor de los casos, por “la vía menos mala”. Se recurre a las promesas banales (empleo, crecimiento económico, salud pública, etc.), pero también a la radicalidad, a mundos fantasiosos paralelos y sobre todo, a la desinformación. El proceso electoral termina pareciéndose al campeonato de beisbol, en donde los electores simplemente apoyan fanáticamente a un candidato, cual hinchas de su equipo favorito. Lo triste de esto no es solo que los candidatos dicen cualquier cosa, sino que los rebaños de seguidores les creen ciegamente y sin pedir explicaciones, ni cuentas, al final de sus mandatos (Atención, que este fenómeno es, cuando menos, semejante a lo que pasa en nuestros propios países, con elecciones de voto popular).

Ahora bien, en realidad es necesario reconocer que lo importante no siempre es el presidente, pues a pesar de todo puede solamente ser una figura casi simbólica. Ya se agotaron los Regan, Kennedy, Roosevelt, Obama y Clinton, quienes dejaron una impronta indeleble en sus administraciones, gústenos o no sus orientaciones. Ahora, son mucho más importantes el gabinete y los orientadores del proceso de toma de decisiones del gobierno, pues el mundo se ha complicado excesivamente…

Al final, este sistema electoral no solo reduce la representatividad de los ciudadanos, sino que cuestiona el mismo ideal de democracia al que se adscribe, no parece elegir al mejor candidato, ni siquiera siendo el mayoritario y, en última instancia, tan solo legitima una estructura de poder rígida y manipulada. Sin embargo, también cabe preguntarse si este sería el momento oportuno para cambiar el sistema, pues a todas luces la sociedad estadounidense parece haber perdido el sentido común y se encuentra desorientada en muchos campos, además del político.

Para concluir, agrego que pareciera que para América Latina ninguno de los dos candidatos cambiará en mucho la situación ni la relación recíproca. Pero debe tomarse en cuenta que sí es importante que la economía de EEUU mejore su situación, pues es la que empuja, hacia adelante, nuestras propias economías y evita las tentaciones de los cantos de sirenas de las otras potencias que quieren aprovechar la ocasión para introducirse, precisamente por vía de los gobiernos menos democráticos de la región. No hay vuelta atrás, parece ser que entramos en una nueva etapa global, post-EUA y post-democracia y tendremos que aprender a atravesar tormentas nuevas, menos conocidas, y no menos peligrosas.

Lenguaje y filosofía

Por Arnoldo Mora

Como nota aclaratoria inicial de estas reflexiones, deseo explicar el sentido semántico del término “lenguaje” que he creído conveniente usar en estas líneas. “Lenguaje” es la traducción del término “Sprache” empleado por el último Heidegger, dado que “Sprache” puede ser traducido en castellano por lengua, lenguaje, idioma. El término “lenguaje” me ha parecido más amplio y neutral, pues con él solemos denominar la facultad de expresar simbólicamente mediante sonidos articulados nuestros pensamientos, órdenes y sentimientos. Refiriéndose al desarrollo actual de la filosofía, Heidegger dice que se ha operado un cambio de rumbo (el término alemán es “Kehre”, que inicialmente significa el pronunciado cambio de rumbo en un camino, lo que los costarricenses solemos denominar como “curva”). Hoy vivimos una revolución en la filosofía y, con ello, en la cultura universal, si aceptamos la definición de filosofía dada por Hegel, según la cual la filosofía no es más que la conciencia lúcida del momento histórico que vive la humanidad. Esa “revolución” consiste en reducir toda la realidad humana en su nivel ontológico al lenguaje; la esencia-existencia objetiva , o mejor dicho objetivada, del hombre, es el lenguaje, para la conciencia en el sentido epistemológico (Bewusstsein) sólo existe aquello que entra dentro del ámbito del lenguaje, aquello que puede ser expresado mediante el lenguaje; lenguaje y realidad se identifican, hasta el punto de que el conocimiento-dominio de la Naturaleza se expresa dando nombre a las cosas, como en el bíblico Génesis o en Cien Años de Soledad; razón por la cual cada ciencia emplea un lenguaje específico (“términos técnicos”) , normalmente de raíces etimológicas griegas o latinas, para expresar su interpretación de la realidad (la “taxonomía” de Lineo, por ejemplo).

Quien ha desarrollado al máximo esta concepción ha sido uno de los mayores filósofos del lenguaje de nuestro tiempo como es Ludwig Wittgenstein. Proviniendo de la Escuela de Viena (Wiener Kreis) grupo de pensadores judíos de principios del siglo XX que, partiendo de las ciencias físicomatemáticas crearon la filosofía de las ciencias actual, Wittgenstein tomó distancia de ellos al mantener los principios epistemológicos de la objetividad científica, pero dentro de una ontología de raigambre hegeliana. Wittgenstein ve el lenguaje como expresión de la esencia de lo humano; el hombre es lo que habla, por lo que el lenguaje de esta manera se concibe como una totalidad hegeliana. De ahí que no podamos expresar ningún discurso en torno a la realidad sino es construyendo un universo simbólico; lo que de allí escape sólo puede ser aludido con el silencio, cosa que Wittgenstein considera el ámbito propio de la mística, por la que él manifestaba un hondo respeto. El otro gran filósofo actual del lenguaje es Jacques Dérrida, que se ha hecho célebre por ser el creador del método denominado “deconstrucción” tan en boga hoy en día. Dérrida se sitúa en las antípodas de Wittgenstein, pues parte de la experiencia existencial del lenguaje como creación de nuestra sensibilidad ante lo real y de nuestra voluntad de reconocimiento ante el prójimo. Más que expresar una realidad objetiva que denominamos “verdad”, el lenguaje nace de la necesidad vital de abrirse al otro a fin de construir una comunidad axiológicamente digna. Como soñaba Levinas, también para Dérrida el lenguaje es la única respuesta frente a la violencia. Tal es la razón de ser de la política. La política es el triunfo de la voluntad de poder que se humaniza para evitar que la violencia sea la “Weltétoffe” o materia prima de que está hecha la naturaleza humana (Hobbes). El lenguaje, por ende, no es natural sino cultural en el sentido heideggeriano del término, lo que funda igualmente la libertad como creatividad infinita al decir de Nietzsche. Wittgenstein y Dérrida tienen en común el que ambos definen al ser humano como aquello que se da en el ámbito del lenguaje, el hombre es lo que habla, por lo que sólo escudriñando el devenir histórico del lenguaje podemos responder a la pregunta o cuestión fundamental de la filosofía y de todo el quehacer humano: ¿qué es el hombre?) (Kant). Pero el énfasis en ambos es diferente: mientras Wittgenstein se centra en el habla natural, es decir, en el lenguaje que se emite en sonidos, Dérriba da prioridad a la escritura, es decir, a su expresión gráfica. Las reflexiones que siguen acusan la huella de estos filósofos, pero enriquecidas con los aportes de la filosofía de la historia de inspiración hegeliano-marxista.

Suelo decir que las mayores revoluciones que han cambiado cualitativamente el devenir del homo sapiens en el tiempo se originan y se expresan en el lenguaje. A continuación, esquematizo lo dicho. La subespecie sapiens superó (derrotó) al neanderthal debido a que desarrolló un lenguaje articulado que le permitiría expresar lógicamente toda su concepción del universo (Weltanshauung”), cosa que el neanderthal, a pesar de tener un cerebro de mayor volumen, no lo logró, debido a que el cerebro del sapiens es más complejo. Con el desarrollo de la escritura surgen las civilizaciones egipcia gracias a escritura jerogrífica, a la china gracias a la escritura ideográfica y a la sumeria, cuna de la cultura occidental, gracias al escritura cuneiforme. La escritura posterior logra crear el lenguaje alfabético en que la grafía no es de objetos (jerogrífica) ni de ideas (china) sino de fonemas que combinan ruidos (25 consonantes) y sonidos (5 vocales), con lo que la escritura alfabética se impuso. De ahí en adelante se hizo claro que los escritos se convierten en actos fundantes de grandes culturas de la historia; así, la producción literaria de Homero en el siglo X a.C. da origen a la cultura occidental; las religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islam) son religiones del libro (biblia hebrea o Antiguo Testamento para los judíos, biblia cristiana que incluye Antiguo y el Nuevo Testamento, y el Coram para los mahometanos). La modernidad surge gracias a que Gutenberg crea el libro. Lo que se entiende por “democracia”, gracias a la revolución inglesa, la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, sólo se logra porque de antemano se ha dado un significativo progreso en la alfabetización de sus pueblos.

Hoy asistimos a una de las más grandes revoluciones posteriores al surgimiento del homo sapiens, cual es la creación de la inteligencia artificial (AI). Este portento se debe a que la tecnología de la comunicación ha creado un lenguaje no natural, es decir, que no recurre a grafías de sonidos sino a un lenguaje matemático; de este modo, se ha pasado de la abstracción física o natural a la matemática, es decir, formal que permite realizar operaciones a un nivel infinitamente superior al lenguaje fonético. Así como la imprenta fue el artefacto que posibilitó la fabricación masiva de libros, algo equivalente se ha logrado en la segunda mitad del siglo pasado con la computadora. Para orgullo nuestro, Costa Rica no se ha quedado atrás; la fabricación de la primera computadora hecha en la región ( la legendaria “Matilde”) se debió al talento de los maestros de la Facultad de Ingeniería de la UCR, liderados por el director Orozco de la Escuela de Ingeniería con el apoyo del decano Sagot y del Rector Carlos Monge; de mi parte, espero que un día no lejano el país les reconocerá haber sido los gestores de este inconmensurable avance tecnológico, cuyas implicaciones en todos los campos del quehacer humano, como la cultura y la política, está apenas en sus albores. La creación de este lenguaje matemático no sólo permitirá al hombre salir al espacio infinito del Universo, sino desarrollar más la tecnología inspirada en la física cuántica (nanotecnología) y cambiar, incluso, nuestro concepto de política, pues el poder no provendrá más de le la fuerza bruta (militar) ni de la acumulación egoísta de capital, sino del avance del conocimiento… Con eso habremos cumplido el sueño de Marx, para el cual el hombre, mientras siga construyendo la historia por métodos violentos no ha pasado de la prehistoria. El sueño de los bíblicos profetas se habrá cumplido: la paz será el estado natural del ser humano.

Explore el papel del Movimiento Evangélico Pentecostal en la política costarricense con este libro gratuito

Nos complace anunciar la publicación del libro “Llamados a señorear: el accidentado itinerario político del evangelicalismo en Costa Rica (1981-2014)”, un exhaustivo estudio publicado por la EUNED bajo la serie editorial Umbrales del Conocimiento. Esta obra, resultado de la investigación realizada por el académico Andrey Pineda Sancho del CICDE-UNED, analiza la incursión y participación del Movimiento Evangélico Pentecostal en el ámbito político-electoral costarricense entre los años 1981 y 2014. El libro no solo ofrece un retrato detallado de esta trayectoria política, sino que también explora el entrelazamiento entre religión y poder, un tema de creciente interés en la región.

Le invitamos a descargar esta publicación de manera completamente gratuita, a través del siguiente enlace: https://cicde.uned.ac.cr/…/LLAMADOS_A_SE%C3%91OREAR.pdf. Además, para aquellas personas que deseen profundizar en el tema, se ha habilitado una página web con recursos adicionales relacionados con el libro y la investigación que lo respalda. Puede acceder a estos materiales en este enlace: https://sites.google.com/view/evangelicospoliticacr/inicio.

Publicación original: Llamados a señorear: el accidentado itinerario político del evangelicalismo en Costa Rica (1981-2014)

El jaguar intoxicado y embriagado de poder

Vladimir de la Cruz

El animal de Zapote, el Jaguar, está intoxicado de la ingesta de poder que está disfrutando. Literalmente está ebrio de poder, lo que le altera sus facultades mentales y posiblemente físicas, como las de la conciencia, la urbanidad, las buenas costumbres, las de elemental buen trato, las de educación básicas, las de respeto hacia sus semejantes.

Comportándose como un animal alfa se impone. Hace sentir su poder, su gruñido, su mala educación también.

El pasado viernes invitaron a los Rectores de las Universidades públicas, universidades estatales, a continuar la discusión que se tenía el gobierno con las autoridades universitarias sobre el cumplimiento financiero del Estado, de los artículos 84 y 85 de la Constitución Política. La discusión respondía a unas sesiones que se venían dando. Atendiendo la solicitud por la queja de la ministra de Educación, por las protestas estudiantiles de la sesión anterior a ésta, se resolvió reunirse en Zapote.

En Zapote todo estaba montado. Era un show bien montado lo que esperaba a las autoridades universitarias. Los ministros de Educación y de Hacienda, con el Jaguar al frente, ya todo lo tenían decidido, sin posibilidad de discusión. Sí o sí; de lo contrario nada.

A Zapote llegaron las autoridades universitarias a discutir el 1% del PIB y no el 8 % que le corresponde por disposición constitucional a las universidades. El 1% era la propuesta del gobierno que se venía discutiendo contra un 4.5% de aumento que pedían las autoridades universitarias.

En la jaula del jaguar, balanceándose de un lado para otro, gruñendo, instruyó a sus felinos ministros, de que si los rectores no aceptaban el 1 %, entonces no se le daría nada a las universidades. Quedaba en 0% de incremento del PIB, ni el 1 % que habían propuesto, para presupuesto de las universidades.

Se supone, como corresponde en visitas oficiales a la casa del Jaguar, que se informa a la puerta de entrada quiénes van a llegar, para que los hagan pasar, de inmediato, en atención a la calidad de los invitados en llegar y a la hora exacta de la cita.

A los rectores, máximas autoridades académicas de Costa Rica, los citaron a determinada hora a la Casa Presidencial, que el ocupante de Zapote la llama Casa del Pueblo, no guarida del Jaguar.

Llegaron puntuales los rectores. Se hicieron presentes en el portón de entrada, resguardado por autoridades policiales. Se presentaron indicando con buenos modales y respeto que iban a la reunión con del Señor Presidente de la República, que los esperaba con los ministros de Educación y de Hacienda. Allí les pidieron sus credenciales, sus cédulas de identificación, como se hace con todos los visitantes que allí llegan.

En este caso, las máximas autoridades académicas, ya debían estar avisadas con una lista, en la puerta de recepción, que iban a llegar con sus respectivos nombres, para hacerlos pasar rápidamente.

Los oficiales los mantuvieron por 45 minutos en la calle, mejor dicho, en la acera exterior del puesto de entrada, más precisamente, entre el puesto de entrada y la calle, donde no hay donde guarecerse ni del sol ni de la lluvia. Guarecer no es por guaro para invitados del presidente o del propio presidente. Guarecer es para acoger a quien llega, ponerlo a cubierto o preservarlo de algún mal, en este caso de una asoleada, o una mojada por algún aguacero que no sucedió. Sí los asolearon.

Cuando desde adentro se dio la orden de ingreso, a los 45 minutos, de uno en uno los fueron pasando. Al llegar al edificio, después de la asoleada que los habían puesto a recibir a la fuerza, como si se estuviera en tiempo de guerra, por las autoridades militares en traje de civil, los requisaron, de nuevo, uno por uno, registrados como si llevaran armas, casi los trataron como delincuentes sujetos de revisión, les pasaron instrumentos para ver si sonaban alarmas de metales que llevaran o armas ocultas, como un corta uñas que llevaba un rector… Pasados por esos procesos humillantes, los mantuvieron, en el primer piso del edificio presidencial, 35 minutos más sin recibirlos, en el despacho presidencial, para hacerlos subir a la Oficina del Presidente, y decirles, una hora y media después de que habían llegado, en una reunión que duró UN MINUTO, que si no aceptaban el 1% del PIB para las universidades, entonces que fueran a la Asamblea Legislativa a discutir el presupuesto para las universidades. Allí, y así, acabó la reunión. Los rectores se quedaron, como en el libro de Marcel Proust, “En busca del tiempo perdido” analizando el tiempo y sus efectos en la psique de las personas…en hacer un viaje en solitario, pero sin descuidarnos para no perder el tiempo ni las ocasiones. La que sigue es en la Asamblea Legislativa.

Parecía una fiesta taurina lo que hizo el matador de Zapote, el jaguar, tratando de depredar, destrozar, a los rectores. Después de esa hora y media de tenerlos de pie, asoleados, registrados humillantemente, el Jaguar esperaba que bajaran la cabeza para meterles la espada, como toros en el redondel de Zapote.

Cuando el Jaguar depreda lo que hace es cazar a otros animales de distintas especies para su subsistencia. Eso quiso hacer el animal de Zapote con los Rectores, cazarlos por agotados, liquidarlos en su ánimo, su conciencia, someterlos para engullirlos atropelladamente y tragárseles sin mascarlos. Pero, no pudo. Se atragantó el jaguar. Los rectores no fueron las bocas de su embriagado, maloliente y apestoso proceder, irrespetuoso, irresponsable, cobarde.

Educadamente salieron los Rectores. Se retiraron, con orgullo de haber cumplido lo pactado de ir a conversar, a dialogar, a discutir respetuosamente las necesidades de las universidades, a buscar cómo mejorar y garantizar el mejor funcionamiento de las universidades públicas, las del Estado, las que producen más del 80% del empleo nacional de profesionales en todas las ramas del saber y en función de todas las necesidades productivas del país; de las universidades que producen más del 70% de investigación universitaria de Centroamérica.

El jaguar por su parte se quedó con el rabo entre las patas, más embrabuconado, más embriagado de su poder, de creerse el Rey Sol, al que todos los costarricenses le deben la vida, de sentirse, como ya se está autopresentando como el Representante de Dios en este terruño, de sentirse como un ser infalible.

En su ideológica borrachera se imagina en el Palacio de Zapote, como en el de Versalles, mascullando con dificultad, hablando entre sus saltados dientes, pronunciando malas palabras, fruto de su poca refinada educación, al punto que a veces no se le puedan entender, que él es la suprema representación del Estado, el punto culminante, el cénit del absolutismo, del autoritarismo, del tiranismo, del dictadurismo costarricense, por el más abusivo uso y cruel del poder, que quiere fortalecer acabando con toda la institucionalidad democrática nacional, con la estructura de poderes públicos independientes, con limitaciones a las libertades y derechos, con represión a cualquier oposición, con la eliminación de controles públicos.

Su borrachera política y su endiosamiento lo tienen a punto de proclamarse el Rey Sol de Costa Rica por la Gracia de Dios, de mandar imprimir una moneda con su efigie de un lado, en el envés, y un jaguar del otro, en el revés, con letras en dorado que indique Rodrigo el XVIII, apodado como Luis XIV, Rodrigo el Grande, Rodrigo el Estado, y poder decir como Luis XIV: el Estado soy yo…o a lo tico bukelesco: La República soy yo sin igualar a José Ortega y Gasset.

En el caso de Luis XIV el que naciera con dos dientes no fue un hecho insólito, sino que se consideró en su tiempo un buen augurio, como presagio del poder que tendría…duró más de 60 años gobernando…el sueño de Rodrigo el XVIII de la Segunda República.

El Rey Sol, Luis XIV, se dice que tuvo 20 hijos, con cinco mujeres, el Presidente Rodrigo XVIII lleva dos… Todavía tiene tiempo…para alcanzar a Luis XIV.

El Rey Sol de Costa Rica desea que le digan por lo menos Su Alteza Real de Monte Terán y Zapote, sus dos grandes comarcas, con sus fieles súbditos.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Corrupción e impunidad

José Manuel Arroyo Gutiérrez

         El itinerario de una causa penal por corrupción privado-pública está plagado de accidentes, trampas, baches y emboscadas. Dado el perfil de los sospechosos, individuos con poder económico, político, religioso o de influencia social, llegar al puerto de la Justicia no resulta sencillo. En el marco de un debido proceso legal, más allá de la inocencia o culpabilidad de los involucrados, o de los recursos extraordinarios con que cuenta su defensa, existen condicionamientos estructurales que resultan, al fin de cuentas, determinantes: un sistema económico que no dibuja con claridad dónde terminan los negocios lícitos y dónde comienzan los abusos con la cosa pública; la imperiosa necesidad de contar con instituciones judiciales bien financiadas, con suficiente personal capacitado, salarios competitivos, derechos laborales garantizados y expectativas de jubilaciones dignas, entre otros factores.

         La mayoría de los hechos por corrupción ni siquiera son conocidos o denunciados. Habitan la zona oscura de las prácticas burocráticas viciadas por décadas y siglos. La realidad evidencia que los cambios de gobierno sólo tienen un peso relativo en el descontrol o agravamiento delictivos, pues los verdaderos expertos se encuentran enquistados, por una parte, en poderosas cúpulas empresariales; y por otra, en los mandos medios del aparato estatal, verdaderos conocedores y practicantes de las conductas ilícitas. En las sociedades modernas, casi siempre es la casualidad, la denuncia mediática o la obviedad del daño, las vías por las que se destapan los hechos irregulares y se convierten en escándalos públicos.

         Si la denuncia logra concretarse, se abren tiempos de investigación preliminares con frecuencia interminables. Años y años de supuestos esfuerzos por acopiar las pruebas y construir la base acusatoria. En el mejor de los casos –dicho con ironía- nos enfrentamos a instancias policiales y fiscales incompetentes, negligentes o ignorantes. En la peor de las situaciones, la cuestión tiene que ver con cálculos politiqueros, deliberados atrasos, o abierta búsqueda de impunidad mediante eventuales prescripciones de las acciones delictivas. La lentitud es una variable transversal a lo largo de todo el proceso. La prescripción, y con ella la impunidad, puede finalmente alcanzarse en cualquier etapa del juicio.

         La culminación de este itinerario puede ser una acusación débil o defectuosa, que omita hechos graves y relevantes, o saque del expediente a los acusados más “notables”. Es también el momento en que un Ministerio Público complaciente facilita las salidas alternas al proceso, llegando a acuerdos y conciliaciones que le permita a sujetos connotados burlar el rigor de la ley, sólo aplicable al común de los mortales. No debe olvidarse que las alternativas al proceso ordinario, -en principio un buen mecanismo para descongestionar tribunales y cárceles-, se aplican en nuestro medio si acaso a un 3% de los asuntos. El problema no está en los mecanismos en sí, sino en acordarse de ellos sólo frente a cierta categoría de delincuentes.

         Si al final de este tortuoso trayecto, el caso llega a la etapa de juicio, no hay como anular, es decir, eliminar del conjunto probatorio, elementos de juicio esenciales y determinantes. Eliminada la prueba decisiva, el juzgador puede cómodamente justificar una absolutoria, por duda y hasta por certeza. No importa si hay precedentes jurisprudenciales del más alto rango que contradicen esas anulaciones. La cuestión es encontrarle salida jurídicamente “creíble” a la impunidad.

         Y todavía más. Existiendo una sentencia condenatoria, se encontrarán subterfugios e interpretaciones judiciales o administrativos para que la persona convicta, con todo y su cuello blanco, no ponga un pie en la cárcel, destino sólo padecido por los desheredados de la tierra.

         El daño irreparable se le estará haciendo al régimen democrático. La responsabilidad, sobre todo de los jueces y juezas, es de una trascendencia escalofriante. Un juzgador con miedo a los medios de comunicación o a los poderosos que procesa debería buscar otra forma digna de ganarse la vida. Un juzgador lo suficientemente ambicioso para sacrificar la justicia en aras de alcanzar metas en su carrera, es la negación misma de la independencia judicial. Como pesadas sombras, el miedo y la ambición corroen personas e instituciones por igual.

         Cuando las instancias que deciden los nombramientos, en nuestro caso el Consejo Superior del Poder Judicial (jueces 1 a 3), la Corte Plena (jueces 4 y 5) y la Asamblea Legislativa (magistrados), quebrantan las reglas objetivas, se burlan de los concursos y sacrifican méritos y atestados en aras de cercanías y afinidades personales o partidarias, se está contribuyendo al descrédito de la Justicia y a la desconfianza fundada de la gente.

         Uno de los mecanismos más conocidos universalmente, es la promoción y designación de jueces amigos o afines, a los que se pueda llamar o manipular en ciertos expedientes delicados, como son los de corrupción. El colmo de esta decadencia se perpetra cuando el nombramiento está atado a una encomienda específica, sea un cambio jurisprudencial, sea el favorecimiento a alguien con nombres y apellidos.

         El caldo de cultivo estará preparado, en una “democracia plena”, para que florezca el demagogo populista, de derecha o de izquierda. Las deficiencias de las instituciones le servirán, no para enmendarlas, sino para destruirlas. Será tan autoritario y corrupto como muchos de los viejos políticos, y sólo querrá cambiar la camarilla tradicional por la suya propia, incluidos sus jueces de confianza, si pudiera. Por desgracia, los abusos, excesos y vicios del pasado juegan a su favor. Le darán todo el argumentario requerido para que un pueblo cansado y decepcionado le crea las mentiras y medias verdades que dice. Y aprovechará cualquier ocasión para recordarnos que hubo jueces y otras instancias de control que fueron designados por meras cercanías personales o partidarias, que se intentó controlar la Comisión de Nombramientos de la Asamblea Legislativa para buscar objetivos espurios, y que andan por ahí sueltos algunos personajes, eternos procesados y hasta condenados, pavoneando su impunidad.

El conflicto Palestina-Israel: ¿Justificación religiosa para un conflicto geopolítico?

Imagen: Freepik

Entrevista Dr. Esteban Sánchez Solano

En esta entrevista conversamos con Esteban Sánchez Solano, Dr. en Ciencias de las Religiones y coordinador de la Cátedra Ibn Khaldun de Estudios del Medio Oriente y África del Norte, de la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, sobre el rol de la religión en el conflicto histórico entre Palestina e Israel.

–¿El antagonismo religioso es la piedra angular en el origen del conflicto entre Palestina e Israel?

–Esteban Sánchez: “Pues para muchos sí existe. Hablan de un antagonismo entre el mundo cristiano, judío y musulmán para convivir. La idea de esa convivencia es también tramposa, porque son sociedades que viven con ciertas jerarquías establecidas por la religión.

Durante el siglo XIX, el elemento del nacionalismo en Europa, tiene un factor étnico-racial para establecer cuál es esa unidad social. Allí es donde el antisemitismo como ideología, particularmente en el mundo germánico, centro de Europa, comienza a ser mucho más fuerte y se comienza a consolidar la sospecha, hacia la nación judía, de que no se va a integrar a una unidad nacional. Como resultado, se dan las experiencias de persecuciones contra los judíos a fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Ante esto, un sector del judaísmo, sobre todo del norte de Europa, con poca relación desde el punto de vista social y cultural con el mundo del judaísmo del Medio Oriente, y que vivían en reinos musulmanes, son quienes proponen desde un punto de visto social, étnico y completamente europeo, la creación de un Estado para los judíos.

En 1896 el escritor y político húngaro, Theodor Herzl, es el primero que formula teóricamente un texto sobre la creación del Estado de Israel, ya que en la década de 1890 el antisemitismo llegó a un plano demasiado alto, desde el cual la persona judía era vista como un problema y Europa comenzó a hablar del «problema judío». Es a partir de allí que las comunidades judías del norte de Europa comienzan a pensar: ¿dónde sería para los judíos el lugar para ese Estado? Estas comunidades hacen una asociación con el Israel de la antigüedad y comienzan a gestar el proyecto, el cual debe de ser en Palestina. La idea del retorno o de vincularse a Palestina como el espacio del reino de la antigüedad de Israel, tomó fuerza. La relación con el Israel de la antigüedad nunca desapareció del todo de las comunidades judías que se dispersaron (la diáspora), y también ya existían comunidades más allá de Palestina en la antigüedad.

Realmente lo que se hace es el uso de la justificación religiosa, pero desde el punto de vista demográfico la población que habitaba Palestina era en su mayoría musulmana, y también había población judía y cristiana propiamente de la zona».

-¿Entonces quienes propusieron ese llamado retorno para crear el Estado de Israel en Palestina, ¿qué tanto conocimiento tenían de la zona y de su diversidad religiosa?

-ES: “Quienes lo propusieron eran una población que ni siquiera había tenido vínculo con ese territorio. Fue la creencia, y no el espacio geográfico donde se vivía, lo que definió la relación cultural. Esto fue fundamental en el judaísmo de fines del siglo XIX e inicios del siglo XX en Europa, ante la persecución que vivían y de la condición de ser vistos como un problema.

Ya para 1895 fundan la Conferencia Sionista y desde allí el proyecto de crear el Estado de Israel es clarísimo. Una declaración en 1917 del ministro británico de relaciones exteriores, Balfour, favorecía la creación de una nación para los judíos en Palestina, porque necesitaba el apoyo de la comunidad judía en Inglaterra a favor de la guerra. Fue una declaración, no un tratado, no un instrumento jurídico que obligue a los actores involucrados a respetar un texto que es un acuerdo como tal entre países o estados, etc.

Esa declaración del ministro británico le dio empuje a la Conferencia Sionista y a todas las ramificaciones que fue teniendo el sionismo y a toda la organización sionista mundial, para establecer a nivel material la presencia de todas esas comunidades en Palestina, dando como consecuencia una relación tensa con la población Palestina que veía la llegada de poblaciones que nunca habían vivido allí. Como resultado de los acuerdos de paz de la Primera Guerra Mundial, el administrador del territorio es Gran Bretaña y el proceso migratorio de los judíos hacia Palestina continúa. Ya para la década de 1930, para los palestinos es clarísimo el proyecto de los judíos.

A nivel geopolítico se hace un uso de la justificación religiosa para establecer un proyecto sobre la creación del Estado de Israel, el cual es 100 % secular, es decir opuesto a lo espiritual o divino en su concepción, porque dentro del sionismo surgieron líneas plenamente religiosas que sostenían el proyecto como tal. Pero, también hay muchas líneas religiosas dentro del judaísmo opuestas a la creación de dicho Estado y que hoy en día son voces críticas; voces que expresan que Israel no representa la reproducción de la creencia religiosa como tal, sino que es un artefacto político. La Sociedad de las Naciones, antecesora de la ONU, fue uno de los espacios que generó el camino para la conflictividad que aún hoy se mantiene en la zona”.

-En torno a este histórico conflicto se nos habla de antisemitismo y anti sionismo. ¿Por qué son conceptos relevantes para tratar de entender esta conflagración?

La Cátedra “Ibn Khaldun” nace en el 2009 como un esfuerzo interdisciplinario de las facultades de Letras y Ciencias Sociales y las escuelas de Estudios Generales e Historia de la Universidad de Costa Rica. Su actual coordinador es el Dr. Esteban Sánchez Solano, profesor de la Sección de Historia de la Cultura, de la Escuela de Estudios Generales.

-ES: “Hablamos de un uso plenamente politizado de los dos conceptos, lo cual es muy peligroso. El Sionismo es la formulación como tal del proyecto del Estado judío. El término de Sion, en función de este vínculo con el espacio geográfico de Palestina, es el que toman ellos como tal. Podemos considerarlo como una expresión del pensamiento de los judíos de Europa del siglo XIX.

Hay una politización ante el proyecto de ese Estado, porque no existía necesariamente dentro de las comunidades judías en Europa, que vivieron directamente las persecuciones, la idea de crear un Estado para sí mismos. Había más bien toda una discusión dentro de las comunidades judías de cómo establecer con los Estados Modernos vínculos que se estaban construyendo.

Entonces, el Sionismo como movimiento político tuvo que empezar a convencer a las comunidades judías de toda Europa, y a nivel mundial, de que el proyecto del Estado de Israel en Palestina podía ser una realidad, ya que Palestina sostiene simbólicamente la propuesta.

Por otro lado, el concepto de Semita tiene sus problemas porque es un término que se vuelve académico, intelectual, científico, para establecer las unidades culturales de pueblos de la Antigüedad que se denominan Semitas y que geográficamente coinciden con lo que sería el Medio Oriente. Se comenzó a denominar a esos pueblos culturalmente con ciertos vínculos en término de origen de la lengua, de prácticas culturales y religiosas. Establecer ese vínculo con los judíos de manera específica y no con otros pueblos semitas se da en el siglo XIX.

Ya para el periodo entre 1870 y 1880 se comienza a formular el concepto de Antisemita que fortalece la idea de incompatibilidad de los judíos con un proyecto político moderno. Se comienza a insertar el elemento racial en medio de pinceladas con el elemento religioso. Establecen que no hay ningún vínculo con el origen cristiano, haciendo al cristianismo una cosa y al judaísmo otra cosa; cuando el cristianismo como corriente religiosa surge como una ramificación del judaísmo. Entonces lo que era una política religiosa en el mundo antiguo, se vuelve un elemento político/racial en el siglo XIX en Europa».

Lo religioso ha estado presente entonces, de una u otra manera, a lo largo de este conflicto. ¿Una argumentación religiosa, qué tanta pesa a la hora de definir escenarios jurídicos, políticos?

-ES: “Acudir a los textos sagrados de una religión en concreto para explicar un fenómeno, se vuelve un problema, porque es establecer que la escala de valores de esos textos sagrados es válida para establecer una discusión sobre algo jurídico que no, necesariamente, se está contemplando desde esa perspectiva.

A mí me genera cierta inquietud cuando, a nivel constitucional, jurídico o internacional, se establece que hay una potestad de discutir algo desde un plano netamente de una escala de valores religiosos. La ficción jurídica moderna de los siglos XVII, XVIII Y XIX, es hacer la separación de ese universo religioso. Como proyecto político, hacer una separación entre el universo espiritual y el universo civil, a nivel administrativo y a nivel político, funciona. Pero los contenidos de lo religioso juegan todavía su papel.

Las posturas de quienes son digamos pro palestinos, sus lecturas, son lejanas de argumentaciones religiosas. Lo podemos ver en las grandes manifestaciones de personas en ciudades como Londres o Nueva York, por citar un par de ejemplos. El sustento de sus argumentaciones no está en el universo de lo religioso.

Por su parte, quienes favorecen a Israel han hecho también movilizaciones en diferentes ciudades, y ahí ha estado latente el universo de lo religioso como si existiera una afinidad de lo cristiano con lo judío; lo cual para mí es una ironía en tanto los siglos de persecución que el mundo cristiano desarrolló contra los judíos.

¿Cómo le doy legitimidad a una acción en función de un Estado que, en el caso de Israel, funciona hoy como un Estado Moderno, donde lo religioso tiene su protección, pero no es lo que define la naturaleza de lo jurídico del Estado? Lo religioso entonces es un instrumento en este conflicto”.

-Finalmente, profesor, desde su quehacer como académico de la UCR, investigador y director de esta Cátedra, ¿por qué desde la academia debemos hablar de temas como el que hemos abordado en esta entrevista?

-ES: “La Universidad es un espacio de desarrollo, de producción académica, intelectual y científica, sobre los fenómenos sociales como el que estamos viendo. Es nuestra obligación y deber discutirlo con perspectivas que no necesariamente van a ser compatibles con otras. La Universidad tiene que abrirse a ese espacio de análisis y ha sido el espíritu desde su creación. Se han discutido diversos temas y ahí encontramos perspectivas muy diversas a partir de un mismo fenómeno. La universidad no es monolítica.

En esa discusión debemos tomar en cuenta los fenómenos concretos y las variables. Asimismo, alguien puede hacer el análisis desde los Derechos Humanos, otro desde cómo circula la información en los medios de comunicación, otro desde la acción militar, etc. El espacio universitario debe de fomentar esa discusión y que la recepción que se haga genere debate o discusión, o confrontación, en términos de ideas. Esto es parte de la naturaleza de la Universidad”.

María Encarnación Peña Bonilla

Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR

Organización comunitaria: El día después de las elecciones

Esteban Beltrán Ugalde.

Esteban Beltrán Ulate
esbeltran@yandex.com

Escribo desde la condición ciudadana de un apátrida de partido político que tuvo que optar por una elección a la carta en el cantón donde habito; escribo desde el sinsabor de un proceso electoral fugaz y con carencias de comunicación asertiva; pero también, escribo desde la convicción de que las grandes transformaciones se pueden gestar desde lo local. La reflexión que comparto es producto de una serie de conversaciones con vecinos y amigos tanto de mi comunidad como de otras comunidades: “Ahora ¿Qué hacer?”

La abstención en el proceso electoral municipal, como el resultado de una serie de fenómenos multifactoriales, muestra que lo local, lo cercano, lo íntimo del tejido social, se encuentra desplazado del imaginario. Lo anterior, con un especial tinte en los territorios urbanos, -donde se identifican las grandes concentraciones de personas-, parece contradictorio, ahí donde más personas habitan, hay menos interés en la respuesta política para atender lo que afecta de manera directa la convivencia y el tejido social. Frente a esto es que, resulta urgente evitar el círculo vicioso, huir de la misma piedra a la que acostumbramos a chocar cuando tomamos el mismo camino cada mañana, dicho de otra manera, es momento de diseñar una ruta que permita a las comunidades animar el tejido social, que será la condición necesaria para un giro en los resultados de los procesos electorales, con miras a una transformación radical y no una media tinta (en el mejor de los casos).

Las comunidades deben tomar el poder, desde la construcción de proyectos externos a la institucionalidad, la organización popular con base en proyectos específicos es la manera elemental a partir de la cuál se puede despuntar un proceso que, a mediano o largo plazo, puede convertirse en la fuerza de voluntad colectiva capaz de asumir también la gobernanza desde lo institucional. Quiero ser más preciso y aclarar lo anterior de la siguiente manera: la organización popular puede y debe iniciar desde la necesidad específica que golpea la realidad de la comunidad, y, a partir de ahí, por medio de reflexión y acción, construir un poder que se legitima con el andar. Para que, una vez construido el poder de manera colectiva, la posibilidad de acceder a una legitimación de poder institucionalizado se alcance por añadidura.

Los partidos políticos han de ser ante todo movimientos donde la voluntad colectiva sea el resultado de un diálogo diáfano. El “qué hacer” no debe ser una pregunta sino una acción que parte del “hacer con quién”, el tejido social está roto, hay que empezar a anudar, ahí en medio de las tensiones de los “distintos” que miran hacia “lo común”, es ahí donde nace el poder como común-unidad. Estos nudos implican un reconocimiento del vecino, de la vecina, de los animales con los que coexistimos, del ambiente desde el que interactuamos. El día después de las elecciones, es el día adecuado para salir al encuentro del otro, en la comunidad, e iniciar la tarea de tejer un proyecto, donde en medio de la diferencia se pueda caminar hacia un horizonte común.