Un modelo excluyente y agotado. Parte II

Marco Soto Umaña

Es una verdad de Perogrullo que el modelo económico impuesto durante las últimas tres décadas es un modelo agotado y obsoleto, que únicamente ha tenido como función, concentrar aún más la dinámica económica en unas cuantas empresas, profundizando la apropiación y acumulación de la riqueza en pocas manos.

En dicho modelo económico, la participación de las micro, pequeñas y medianas empresas, así como la producción de pequeños agricultores, campesinos, es marginal, hemos sido excluidos de dicho modelo, algunos solamente somos sobrevivientes y a duras penas.

Representamos el 90% en el mercado local, en la economía interna, y la participación en el sector exportador también con un peso importante, a pesar de eso, las micro y pequeñas empresas tienen una ínfima participación en el total de exportaciones.

Por otro lado, las políticas globalizadoras, reducción de aranceles, etc., vía discurso de las “ventajas comparativas”, han priorizado los bienes importados, marginando la producción local de alimentos, destruyendo nuestra capacidad de producción básica, ejemplo, totalmente la producción de maíz, parcialmente la de frijol, para beneficio de intereses de sectores importadores

Nos han vendido un cuento, una estafa, achacándole al Estado los problemas de nuestra sobrevivencia, que la tramitología, que las mal llamadas cargas sociales, que la burocracia, que el tamaño del Estado, etc., siendo como se mencionó, que es en la esencia misma del modelo económico excluyente el origen de nuestros problemas y de nuestras posibilidades de existencia.

Ya en la pasada crisis, muchos micro, pequeños y medianos empresarios desaparecieron, otros perdimos nuestros más valiosos activos, pequeños agricultores y campesinos, perdieron su más valioso recurso de vida, su tierra y, en general, para otros, a pesar de haber sobrevivido, fuimos golpeados y muy duramente, todavía hoy cargamos con la resaca de esa crisis.

Hoy, nos enfrentamos a otra nueva crisis que, como se proyecta, es de carácter global, y pone en entre dicho, toda esa estafa ideológica, un modelo privatizador, globalizante y concentrador de la riqueza, una crisis aún más profunda que la vivida hace unos años, una crisis que por sus características, definitivamente terminará de hundir en el desempleo y la pobreza a miles de costarricenses, con la desaparición de cientos de micro, pequeños,  medianos empresarios, campesinos y pequeños productores en el agro.

Desde la respuesta gubernamental la cosa no pinta mejor, todo apunta a que los que históricamente han gobernado, los intereses de las grandes corporaciones, financieros y transnacionales, buscan, a través del Ejecutivo y el Legislativo, aprovecharse de la crisis, cargar sobre las espaldas del pueblo trabajador, privado y público, manteniendo intocables sus propios intereses, sus cuentas en paraísos fiscales, sus ganancias, y, profundizando aún más ese injusto y antidemocrático modelo privatizador.

Seamos claros, la sociedad y la economía como parte de esta,  dependen total y absolutamente de la capacidad adquisitiva de la población, es por eso verdaderamente lamentable, cómo sectores trabajadores, micro, pequeños y medianos empresarios se pliegan al discurso, aplaudiendo el ataque frontal y oportunista contra el sector público trabajador, pretendiendo que este se equipare a las lamentables y precarias condiciones del sector privado, como si llevar a todos a la pobreza, implicaría una mejora a nuestra propia existencia como empresarios, viviendo la falsa ilusión de que empobreciendo al país, vía discurso del “déficit”, “tamaño del Estado”, etc., podría venir a mejorar nuestra propia calidad de vida.

En suma, como empresarios debemos tomar conciencia de que No somos parte de la élite empresarial, cuyo modelo económico atenta contra nuestra propia existencia, que como sector económico debemos tomar una posición más clara, aunar esfuerzos por construir un sistema económico que NOS INCLUYA a todos y todas, empresarios, campesinos y trabajadores, debemos hacernos oír, porque todos somos parte de un conglomerado social, interdependientes unos de otros, debemos EXIGIR un cambio de modelo, ampliar y profundizar nuestra DEMOCRACIA en el sentido amplio de la palabra, nuestra economía es urgente, es indispensable que para que podamos sobrellevar la crisis, sea DEMOCRATIZADA.

Ver la Parte I en el siguiente enlace: https://wp.me/p6rfbZ-bjP