Jiddu Rojas Jiménez
Un Expresidente nuestro, alguna vez dijo públicamente algo pintoresco, con cierta genialidad y con mucha simplicidad: «Una cosa es verla venir, y otra diferente bailar con Ella». Estamos en el bailongo, y no es fácil.
Veamos. Siempre pensé francamente, que los diferentes grupos dominantes ticos (en sus distintas facciones), eran demasiado «inteligentes» o astutos, para jugar directamente con la carta del Autoritarismo, o para coquetear con la Dictadura, o con el «revival» Fascista/Populista de moda en otros lares, y menos de darle hasta cierta «Legitimidad» a la Violencia política. Esto último ya es inadmisible.
Creí, además, que con la tradicional manipulación electoral, y con la mentira política naturalizada, y con el viejo control ideológico de los medios, la vieja Hegemonía Cultural, el «pan y el circo» de siempre, y la narrativa esencialista del «Excepcionalismo tico», podían darse por satisfechos. ¡Me equivoqué!
La «salida» autoritaria a la crisis económica, social y política después de 35 años de Neoliberalismo, se hizo realidad con este nuevo Gobierno «Neocon».
Más bien yo diría, incluso, que fueron los peligrosos y acumulados efectos a mediano y largo plazo, de la anomia social, – producida por la creciente Pobreza estructural y la Desigualdad social-, los que provocaron la llegada de este nuevo Gobierno con agenda económica Ultra-Neoliberal e ideológicamente de Extrema Derecha, pero con retórica populista.
Su pequeño éxito electoral de minoría radicó precisamente en lo último, en su demagogia. En el uso masificado de la «Inversión Axiológica», diría el filósofo, teólogo y economista Franz Hinkelammert. Apagar el fuego con más gasolina, dirían otros.
Se pretende supuestamente así, paradójicamente combatir los efectos de 35 años de Neoliberalismo económico – en diferentes dosis-, con más Neoliberalismo económico y más Autoritarismo político. Más cinismo político, no podía existir.
La mentira, la calumnia, el engaño, la ambición desmedida de algunos «nuevos ricos» y la intolerancia, llevadas al grado máximo. Pero nunca es suficiente, al parecer.
Todos los días nos seguimos sorprendiendo negativamente, con ocurrencias de este Mal Gobierno. Es persistente y versátil en el «error», es hasta, creativo.
Se trata de la manipulación política del Tánatos colectivo, al mejor estilo de «Psicología de Masas del Fascismo» del discípulo socialista y antifascista de Freud, Wilhelm Reich.
Esta gente que asesora al Gobierno sabe explotar con sofisticadas técnicas de «marketing» y publicidad, el justificado enojo, la ira, la frustración y la indignación popular, acumulado por décadas del Bipartidismo y ocho años de Administraciones emergentes. Todas con rasgos económicos similares. (Rescato parcialmente la Administración del ut supra citado expresidente; y aclaro que personalmente no milito en ningún partido).
Y toda esta gran operación de «marketing» político, fundamentalmente, mediante el uso de la llamada «Inversión Axiológica», – o sea, en convertir mediáticamente a la Víctima en Verdugo y viceversa -, y así pasamos del caos social inercial, al verdadero caos social organizado de masas. La Anomia social amenaza.
Parece que al nuevo Gobierno no le importa nada más, salvo algunos «buenos negocios» para sus grandes contribuyentes. Es la lógica irracional, del poder por el poder mismo. Lo demás, son «daños colaterales».
Pese a la demagogia de turno, la «naturaleza de clase» del poder es la misma que oprime y explota, pero el «carácter del poder» (Foucault) es aún peor, es más vertical, más primitivo y caudillesco.
Un ejemplo: Todos sus adversarios son «corruptos» menos ellos mismos, aunque los hechos jurídicos demuestren lo contrario. Al mejor estilo del Fariseo bíblico.
No se atienden razones, priva el fanatismo, el show mediático inquisitorial, la batería en redes de «Troles», la descalificación gratuita, y la promoción de la agresividad, contra la Oposición.
Enfrentamos un verdadero peligro colectivo como República. Vamos en acelerada «ruta de impacto» como país, y los que dirigen el Barco, en lugar de reflexionar, llaman (gritan) en sus discursos públicos, literalmente, a «quemar puentes» (sic).
Para algunos ya pasó algo similar en la Costa Rica del siglo pasado, durante la polémica Administración de León Cortés, – un político de nacionalista de derechas, autoritario, furibundo anticomunista y hasta filo-Nazi. Todavía tiene su estatua en La Sabana.
Reconozcamos, sin embargo, que al menos, el temido León Cortés sí fue más eficiente tratándose de infraestructura pública (ahí está marcada y decorada por esa Águila germanófila).
Hoy en día en cambio, nos quedamos en el «discurso de odio» y la polarización social nada más. El «Neo-Cortesismo» tico es, además, ineficaz e ineficiente, salvo cuando se trata de estigmatizar en redes.
No me canso de citar al escritor existencialista francés, Albert Camus, cuando nos advertía: «El Anticomunismo es el comienzo del Fascismo».
Mucho cuidado con la ruta del sabotaje y la destrucción del Estado Social de Derecho costarricense y de nuestras conquistas sociales, porque ésta es la ruta de la destrucción de la Democracia y de nuestra relativa Paz social.
Esto es un «mal negocio» hasta para las clases dominantes costarricenses. ¿No se dan cuenta acaso de cómo avanza el Mundo en el conflicto Geopolítico? Las clases subalternas no vivirán ni se alimentarán siempre este «discurso de odio» del Oficialismo y de su demagogia, mientras se destruye al Estado Social de Derecho.
Los medios «mainstream» costarricenses, ahora curiosamente anti- gobierno, se escandalizan de la «Brecha educativa», como de la brutal Inseguridad Ciudadana: Decenas de miles de conciudadanos y ciudadanas, ticos y ticas, no terminaron ni siquiera la Secundaria. ¿Qué proyecto de vida tienen? Lamentable.
Más gente condenada a la Exclusión social, sin esperanza, fruto de décadas de Neoliberalismo. «Carne de cañón» destinada a las jornadas de trabajo de 12 horas que nos quiere imponer el Gobierno Populista de Extrema Derecha, y sus aliados oportunistas Neoliberales de siempre.
«Descubrieron el agua tibia», reza el sabio refrán popular costarricense. Qué cinismo cívico y político.
¿Y sino finalmente, cómo se explica que primero casi ganan los Fundamentalistas Protestantes «Neocon» en Segunda Vuelta, para que cuatro años después, sí gane Populismo de Extrema Derecha? Una tragedia cultural y cívica.
Ciertamente la crisis integral nacional, no comenzó hace un año. Pero no puede durar tres años más a este ritmo.
Por favor, un otro llamado urgente al Diálogo social, racional, democrático, respetuoso y patriótico.
Lo dicho, obviamente, sin dejar de articular la justa y pacífica, y necesaria lucha cívica.
¡Basta ya de matonería, de estigmas, de prejuicios, de ocurrencias, de desinformación barata y de manipulación! El tiempo se nos agota. ¡El futuro es ya!
Gracias.