El proyecto de venta de Gasohol

Freddy Pacheco León

Básicamente es una variación, tímida, del proyecto que fracasara en la administración de Carlos Alvarado. Desde el punto de vista ambiental, es un avance, porque se emite menos CO2, pero solo esperamos que se haya aprendido la lección, y NO OBLIGUEN al automovilista a adquirir GASOHOL, o gasolina con porcentaje de alcohol etílico, al 10 o 15%.

La debilidad del proyecto que ahora se revive, fue precisamente ese, por varias razones. Entre ellas, la desconfianza del usuario, inseguro de que, a su carro, de cierta antigüedad, no le vaya a afectar el alcohol. ¿Quién se lo garantiza y quién se haría cargo de eventuales reparaciones? Por eso fueron abundantes los rechazos a su uso.

Otro factor, es que no se percibe incentivo alguno, desde el punto de vista financiero. Ahora los combustibles, por su precio internacional bajo, y por un dólar artificialmente desvalorizado, no representan un factor significativo para la economía familiar, por lo cual, la rebaja tendría que ser sustancial para que su consumo sea atractivo, y sabemos que no lo será.

Y otro es, que a los habitantes, reiteramos, les disgustan las imposiciones, por lo que esperaríamos, contar en las gasolineras, con las prudentes alternativas, ¡CON o SIN alcohol! Aunque, ha de reconocerse, que las gasolineras privadas, se verían con problemas casi insalvables, si se les vende altos volúmenes de las gasolinas usuales, sumadas a los dos tipos de gasolinas con alcohol, que requerirían otros tanques de almacenamiento, y adecuados y exclusivos equipos.

Y finalmente, quisiéramos ver la participación de Fanal, como la productora de alcohol anhidro a partir de nuestra caña de azúcar, como parte de la ecuación, y no la importación de alcohol a partir de maíz.