El relato chavista

Oscar Madrigal

Dicen los que saben de política que lo más importante de un movimiento, partido o agrupación es el RELATO que logren implantar en el imaginario popular o nacional. Por relato se entiende el cuento, la narrativa o más concretamente en la política, el discurso que se construye en favor de una ideología o posición política.

El RELATO es lo más importante de cualquier movimiento político.

En el caso del Presidente Chaves su relato claramente es Anti-Sistema, está dirigido contra el “establishment”, tanto contra los poderes del Estado los diputados, los magistrados, los jueces, como contra los empleados públicos, los mandos medios, la prensa canalla y las instituciones públicas. El ataque es continuo contra la Caja o las Universidades que sabe que son emblemas nacionales pero que le permiten medir fuerzas.

Parte del relato es que no lo dejan gobernar, cambiar realmente las cosas como él quisiera ya sea por el entrabamiento legislativo o de la judicatura como la Sala IV o porque la burocracia lo sabotea. El presidente Chaves es la víctima del engranaje burocrático corrupto que le impide hacer avanzar el país.

Es un mensaje que se plantea entre el “buen pueblo” que él representa y la élite que ha corrompido el país. Es presidente -precisamente- por culpa de los presidentes que lo antecedieron en el cargo, acaba de decir. En otras palabras, los expresidentes crearon un sistema o régimen corrupto, de privilegios que es necesario cambiar.

Este relato del presidente Chaves ubica a los movimientos populares como cómplices o instrumentos de la élite y de los privilegiados; de esta manera los estudiantes universitarios son esbirros de los rectores o los sindicatos cómplices de los privilegios del sistema, ya sea de los altos salarios de los burócratas o de los mismos privilegios de esas organizaciones.

Las organizaciones sociales más combativas son colocadas como cómplices y defensoras del sistema corrupto y privilegiado.

Se dice que RELATO mata DATO. Es decir, que a pesar de que se insista en que el arroz no bajó de precio como se decía, o que el presupuesto universitario se dedica en buena parte a becas, o que el estudiantado proveniente de colegios públicos es muy mayoritario, así como cualquier otra estadística, no pesan en el pueblo porque la narrativa es que todo sucede no por culpa del gobernante, sino de los grupos y del sistema que no lo deja actuar. Las estadísticas o los datos económicos y de otro tipo NO matan el relato de Chaves.

Gobiernos autoritarios como el del Presidente Chaves son una variante del Neoliberalismo, no son anti-neoliberales. Esta variante les permite blanquearse del desprestigiado neoliberalismo y profundizar aún más las políticas neoliberales a través de un gobierno con tintes autoritarios. La esencia sigue siendo aún más neoliberal que los anteriores gobiernos, como vemos cuando propone vender el BCR o privatizar servicios de la Caja, pero impulsada esa política desde posiciones menos democráticas. Estamos en presencia de un neoliberalismo más radicalizado.

El relato de Chaves también se dirige a golpear la llamada democracia liberal, en tanto es fundada en principios como el Estado de Bienestar, el Estado de Derecho y el respeto a las minorías.

Chaves y su política no han logrado polarizar a la sociedad costarricense que era otro de sus propósitos y parece que no logrará hacerlo. Nunca se propuso ganar a las organizaciones sociales como lo han hecho otros gobiernos, aunque si trató de neutralizarlas y deslegitimarlas.

Ante el RELATO del presidente Chaves los partidos progresistas y las organizaciones populares que realmente defienden los intereses del pueblo y del país, tienen que elaborar un RELATO alternativo. Hasta el momento el relato de estos grupos ha sido el de la Resistencia, que me parece ha dado buenos resultados. Pero hay que afrontar el futuro con nuevas propuestas que solo pueden sustentarse en una nueva política de unidad social-política, de un movimiento político que aglutine a todas y todos los interesados no solo en derrotar el despotismo sino de consolidar un Estado de Bienestar y de Derecho en bienestar de las mayorías.