Escuela Indígena de Rey Curré realiza mural alusivo a su tradicional Juego de Los Diablitos

Uriel Rojas

Una de las paredes frente a la entrada principal de la escuela indígena Rey Curré, situado en el cantón de Buenos Aires, luce un inmenso mural que representa las diferentes fases que se da durante el Juego de los Diablitos en esta comunidad.

El Juego de los Diablitos es una tradición de origen muy antiguo que conmemora las luchas que tuvieron sus antepasados durante el periodo de Conquista, de ahí la enorme importancia histórica y sociocultural que representa este mural.

Pero no solo representa al Juego de los Diablitos sino a todos los diferentes elementos que confluyen en el contexto de esta tradición, que realizan anualmente en esta comunidad, específicamente a finales de cada enero.

Este mural, el cual mide 9m de largo por 2.5m de alto, fue iniciado el sábado 10 de junio de 2023 y terminado el jueves 23 de junio del mismo año. Su autor, José Eusebio Lázaro Ortiz invirtió aproximadamente 5 horas diarias cuidando cada detalle.

Lázaro Ortiz es un distinguido artista local que por muchos años ha plasmado imágenes asociados a la cosmovisión cultural bruncajc. A sus 50 años, el autor ha realizado múltiples murales que representan parte de la historia indígena local.

Este mural, resalta los colores encendidos, fuertes que tonifican el entorno que sucede en el desarrollo de esta tradición ancestral en esta comunidad. Es una técnica muy común utilizado en las luchas sociales para expresar sus sentimientos de resistencia, anhelos o exigencia de derechos como personas, grupos o nacionalidad.

Esta obra está hecha sobre una pared de la escuela actual de Rey Curré, es una iniciativa impulsada por la directora María Victoria Lázaro Ortiz y docentes colaboradores.

La escuela indígena de Rey Curré es uno de los sitios mayor frecuentado por la comunidad y por visitantes que asisten a conocer parte de los elementos culturales de la comunidad que se resguardan en este centro educativo, tales como monolitos líticos, petrograbados, ranchos tradicionales, entre otros.

En la ilustración se observa varios componentes de la cosmogonía indígena boruca.

Se identificar en primer lugar, símbolos asociados al origen de la creación, representantes del misticismo, así como otras figuras míticas propias del mundo boruca y la presencia femenina, el maíz, el sol, el jaguar, el colibrí como representante de la sabiduría y la magia que encarna un simbolismo con un poderoso significado espiritual, ya que representa la resurrección de las almas.

Es un mural que resalta la presencia femenina, que si bien, no participa de manera activa y protagónica en el Juego de los Diablitos, siempre está atenta en hacer la chicha y las comidas para los participantes, así como dar aliento y motivación durante la lucha ante el toro.

Además, se puede observar algunos legados arqueológicos, las matas de maíz como uno de los granos o alimento más importantes paras las sociedades indígenas, de hecho, la chicha se hace a base del maíz, igual que la levadura, y otros alimentos.

En medio de este contexto surge la nacencia de los diablitos, el cual es la primera fase formal del juego en donde los diablitos nacen solos, se divierten y visitan los hogares de la comunidad.

Esta obra destaca el aporte de varias personas mayores que logran consolidar esta tradición en Rey Curré. No en vano, las personas adultas mayores son los guías, los asesores del conocimiento que apoyan en la transmisión de los saberes ancestrales de generación en generación.

Otras de las figuras insertadas en este mural es el jaguar, el animal más feroz, que acompaña en las luchas, en las batallas guerreras, ataca y destruye a sus enemigos. El jaguar es símbolo de poder.

En resumen, este mural, viene a fortalecer los elementos identitarios que conserva con mucho orgullo los estudiantes, personal docente y administrativo de la escuela indígena de Rey Curré.