Los primeros vestuarios de los Diablitos

Uriel Rojas

La cultura indígena Boruca de Costa Rica, está actualmente representada por dos territorios denominados Rey Curré y Boruca, ambos situados en la Zona Sur de nuestro país.

Una de las tradiciones más arraigadas en esta cultura es el Juego de los Diablitos, o la Lucha de los Guerreros borucas, que se realiza a finales de año en Boruca y a finales de enero en la comunidad de Rey Curré.

Es una de las festividades culturales más antiguas del país y rememora la lucha que tuvieron sus antepasados durante la época de Conquista.

Recuerdan los mayores, que antiguamente los vestuarios que utilizaban eran muy sencillos.

La máscara, por ejemplo, lo usaban sin pintura y solamente representaban un rostro humano valiente, bravo de combate, para proteger sus rostros y asustar al enemigo.

Algunas máscaras la decoraban con plumas de aves que abundaban en el contexto comunitario y otras se diseñaban en representación con figuras zoomorfas tales como jaguares, águilas, chanchos, murciélagos, en fin, diablos, casi siempre con el acento en los cachos, los dientes, en los ojos y pómulos saltados.

Complementaba su vestimenta hojas de árboles que adherían a sus cuerpos, y posteriormente sacos que conseguían en lugares aledaños.

Esta tradición tiene un reglamento y antes era muy riguroso, pues castigaban drásticamente a quienes infringían dicha normativa.

Se respeta al diablo mayor y a sus asistentes, pues representan sus guías y los autorizados para dirigir la contienda.

Todos los diablos sabían salomar, lo que es, un grito de tonos bajos que poco a poco se van elevando alcanzando ritmos fuertes que desafían al enemigo y van marcando las etapas del juego.

El diablo mayor es la figura principal de los diablitos y es quien dirige el desarrollo de esta tradición por los cuatro días de lucha.

En Rey Curré, el primer diablo mayor fue don Lucas Rojas Céspedes (q.e.p.d.).

Esta nota se elaboró con el apoyo del prof. José Lázaro Ortiz.