Celebrar la protesta con Roger Waters

Por Jiddu Rojas

Después del 1° de Diciembre, 75° Aniversario de la Conmemoración de la Abolición del Ejército como institución permanente, -logro político que consolida el Estado Social de Derecho-, ¿qué debemos celebrar hoy, 2° del presente, en nuestra atribulada Costa Rica?

Pues sin pequeñeces, la segunda visita de Roger Waters, músico brillante, con su propuesta estética delirante (en el buen sentido argentino del adjetivo), ícono del rock progresivo, estrella estrellada por contestaria, pero, además, un tipo decente, que aprovecha su tribuna y su justa fama y talento, para denunciar un Mundo injusto, cruel, irracional, desigual, y brutal. ¡Mis respetos!

Siempre lo expresó desde Pink Floyd, contra el autoritarismo, contra la violencia invisible de nuestra infancia, contra el belicismo, contra la alienación mercantilista de la misma «industria cultural de masas» (Adorno/Benjamin) que es su inmediato «ethos» capitalista.

¿Qué mejor homenaje póstumo para su compatriota británico George Orwell (1903-1950), y a su texto que denunciaba proféticamente el Totalitarismo, Granja de Animales, -que precisamente su disco, junto a Pink Floyd-, «Animals» (1977) aparentemente David Gilmour, otro genio indiscutible, sólo ayudó a componer previamente «Dogs», y el baterista Nick Mason y el gran tecladista Richard Wright acompañaron a grabar junto al guitarrista invitado «Snowy» White (quien luego se integró a su show como solista.)

Públicas fueron sus disputas, primero con el gran tecladista Wright, y luego Gilmour y con Mason. El nombre del grupo quedó legalmente en manos de Gilmour, -otro genio-, y los otros dos músicos; pero los derechos creativos de «The Wall», «Animals», etc., y de sus composiciones con sello de Waters, permanecen con su autor.

Conocemos su biografía a través del torturado personaje de Pinky en “The Wall”, hijo huérfano de un excombatiente muerto combatiendo contra los Nazis en la Segunda Guerra Mundial, su particular Edipo, su vertical, rígida, y detestable educación a la inglesa, los excesos y la profunda soledad del “rock star”.

No podemos dejar de mencionar, su militante solidaridad, su consecuencia, su honorabilidad, su empatía, y su decencia blindada contra cualquier precio o amenaza, por la noble causa anticolonial del Pueblo Palestino. Las noticias diarias nos conmueven a todos, y no hay cerco mediático que pueda disimular más tanta atrocidad contra civiles e infantes palestinos sitiados en Gaza.

Genio y figura, Waters tiene bronca, boca, cerebro, talento, cultura política, razones, criterio, y hormonas, y dice lo que piensa; no sin levantar polémicas, no sin padecer difamación, y hasta boicots a sus giras y conciertos, por parte del poderoso Lobby Sionista. Es un tema público y notorio.

Ya sabemos, pero es importante repetirlo, y recordarlo siempre: Denunciar los crímenes de guerra y/o de lesa humanidad, el racismo sistémico, la violencia de Estado, el bombardeo indiscriminado de inocentes, el asesinato en masa de niños y niñas, la destrucción deliberada de hospitales y mezquitas, el asesinato directo de cientos de médicos y personal de salud palestino, la hipocresía de los diferentes potencias occidentales frente a las atrocidades coloniales del llamado Sionismo Revisionista, no es “antisemita”… Los Palestinos también son semitas, -y si no me cree revise la moderna Lingüística, pero si fuesen esquimales igual-, es una cuestión de dignidad básica humana. Nada más antijudío, nada más racista, nada más eurocéntrico y colonialista, que el deshumanizado Sionismo Revisionista imperante en el Gobierno Ultra-Nacionalista y de Derecha de Israel. Es una verdadera vergüenza contra el Humanismo Judío, antiguo y moderno.

Aquellos que dicen que Waters, no es ahora políticamente correcto, deberían educarse políticamente más, conocer la historia de Palestina más allá de los clichés, y entender que lo no es correcto, sino inmoral en extremo, es no denunciar esta histórica limpieza étnica en ciernes en Gaza y Cisjordania. Eso sin dejar nunca de condenar la violencia extrema y los crímenes contra civiles israelitas de Hamas. Los miles de infantes asesinados en la escala de bombardeos indiscriminados de las FDI de Israel con el apoyo estratégico de EEUU y sus aliados occidentales, -so pretexto de Hamas-, son testigos mudos.

Por todo eso, por su propuesta siempre joven y contestaria, justamente rebelde, nunca panfletaria, sino creativa y radical, merece nuestro justo reconocimiento público como artista y como un ejemplo humanista.

Los y las que sí puedan asistir al Concierto de este 2 de diciembre, -privilegio cultural del cual no todos/as pueden gozar-, deberían además de disfrutar del extraordinario espectáculo, profundizar en sus letras, mensajes, así como en la valiente propuesta contestataria de su música.

Les dejo por acá a los amables lectores, el enlace de su última entrevista virtual con el gran líder uruguayo el Ex presidente de Uruguay, Pepe Mujica.

¡Larga vida a Waters!

https://www.montevideo.com.uy/Pantallazo/-Es-un-gran-heroe-para-mi–el-encuentro-virtual-entre-Roger-Waters-y-Jose-Mujica-uc824256