Es urgente una desescalada a la xenofobia en el país

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Terminamos este 2023 conociendo los resultados de un estudio a todas luces preocupante. Promovido por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y llevado a cabo entre agosto y octubre, revela tres datos de peso que requieren ser abordados urgentemente.

El primero: 8 de cada 10 jóvenes costarricenses consultados ha estado en una situación en la que ha presenciado chistes o comentarios xenofóbicos. Este dato expresa la normalización de una conducta discriminatoria en la que el temor y en particular el rechazo y el odio al extranjero son el principal sentimiento construido.

En otras oportunidades hemos comentado que la xenofobia no es un hecho monolítico. Más bien sucede dependiendo de situaciones como crisis económicas, coyunturas políticas, conflictos entre países vecinos. Pero su instalación de forma permanente sí que debe alertar en una sociedad que ha dejado hace tiempo de convivir y ha puesto la violencia como su principal motor de búsqueda en las relaciones sociales.

El segundo dato es aún más preocupante. Cerca del 70% de personas jóvenes consultadas dijeron haber recibido bromas o comentarios negativos con respecto a su país de origen. Ya se ha planteado cómo el humor es un recurso de violencia que tiende a ser más intenso aún que la violencia misma. El chiste, la broma xenofóbica esconden una forma de discriminación que, bajo el argumento de la risa, naturaliza peligrosamente esas actitudes. El humor puede ser peligroso si no se aborda con respeto y cuidado.

El tercer dato a destacar enciende todas las alertas: es en los centros educativos y los espacios laborales donde más ocurren actos de xenofobia y discriminación. La vida cotidiana está impregnada entonces de estos hechos violentos. Este aspecto debiera conducir justamente a trabajar campañas y estrategias de sensibilización orientadas a conocer las causas y los impactos de los procesos migratorios en el país.

Es urgente desescalar estos procesos discriminatorios. En otros escenarios, los discursos de odio han antecedido a las prácticas violentas en contra de los otros y las otras. Debemos prevenir a toda costa que esto suceda en nuestro país. Estamos a tiempo.